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violencia

Lun 24 Mayo 2021

Encuentro entre facilitadores y Coalición de la Esperanza

Este lunes 24 de mayo, en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, se llevó a cabo una reunión de los miembros de la Coalición de la Esperanza con los facilitadores por parte de la Iglesia Católica y las Naciones Unidas en los diálogos entre el Gobierno y el Comité Nacional de Paro, para plantear posibles salidas a la crisis social que atraviesa el país desde hace varias semanas. Así, junto con monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), y Carlos Ruiz Massieu, representante especial del secretario general y jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, estuvieron: Humberto De la Calle, Sergio Fajardo, Juan Manuel Galán, Jorge Enrique Robledo y Juan Fernando Cristo. Monseñor Henao Gaviria resaltó la presencia de los miembros de la Coalición de la Esperanza e informó que tanto él como Ruiz Massieu, en su condición de facilitadores de los diálogos, se han reuniendo con distintos sectores de la sociedad para fortalecer el sentido de unidad en torno al propósito urgente de superar la situación lamentable que aqueja hoy al país. “Esta visita es muy importante porque me parece que hoy todos como nación nos debemos unir. Hay que hacer un ejercicio de unidad de la nación colombiana en torno a los grandes propósitos de superación no solo de una crisis transitoria, sino colocarnos ante el propósito de una construcción de país común en el que las distintas posiciones puedan ser escuchadas y puedan ser integradas”, declaró. Afirmó, además, que cada persona tiene una dignidad y un aporte que hacer al país y esto se está perdiendo en Colombia. “Es necesario recuperar el sentido de humanidad en profundidad, esto significa recuperar el reconocimiento de la dignidad de cada ser humano. El país lo necesita. La polarización lo único que hace es destruir sentido de humanidad y destruir la capacidad de vernos como seres humanos”. Asintió que una mesa de negociación no depende de los facilitadores, por lo que indicó que en este momento se encuentran las partes trabajando en una fase preparatoria de garantías y puede tener un importante impacto. Aseguró que una vez se avance en esto, se presentará al país los logros, esperando con ello que se comience a ver un clima de calma en la nación. “Nosotros somos acompañantes y facilitadores. Esperamos que hoy se cierre la fase de las garantías; hemos trabajado muy duro en esto, siempre con la perspectiva que es un paso muy necesario y que toda negociación tiene un marco, el cual se ha ido construyendo. En esto se ha ido avanzando, esperamos que se cierre y pueda ser entregado al país, cuando de común acuerdo exista un documento consensual”. Al referirse a la presencia de la Corte Interamericana y de Organismos Internacionales en nuestro país, afirmó que esta ya existe a través de Naciones Unidas, cumpliendo una labor muy importante: “Se hace necesario que se mantenga por el valor y el aporte que ellos cumplen en la verificación del respeto de los derechos humanos”. Por su parte, Carlos Ruiz Massieu, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y quien actúa también como escucha en este espacio, valoró la visita de la Coalición de la Esperanza y afirmó que esta se da en el marco del rol que cumplen como facilitadores de los diálogos. Agradeció las expresiones de solidaridad manifestadas por parte de la Coalición, por el papel que están cumpliendo, y explicó que su presencia se debió a pedir información de los avances que se han ido dando y escuchar algunas recomendaciones. Sobre los avances de este proceso expuso que esta primera etapa ha sido compleja en la medida “que primero hay que generar confianza, luego hay que generar entendimientos y, finalmente, acuerdos. Hay voluntad para llegar a temas relacionados a las garantías de la protesta social y otros temas relacionados, inclusive esperamos que haya mensajes importantes para el país que ayuden a la instalación de la mesa”. Intervenciones de la Coalición de la Esperanza Los miembros de la Coalición Esperanza, presentes en la sede de la Conferencia Episcopal, agradecieron y valoraron el papel facilitador que cumple la Iglesia Católica y las Naciones Unidas. Asimismo, expresaron sus preocupaciones frente a la crisis que vive el país por lo que manifestaron su apoyo y solidaridad en la solución del conflicto. El exnegociador de paz, Humberto De la Calle manifestó que la presencia de la coalición se debió a querer escuchar a los garantes, agradecerles la tarea y conocer sobre los avances de las negociaciones. “Agradecerles en nombre del pueblo colombiano, la tarea que está haciendo la Iglesia Católica y Naciones Unidas y ofrecerles desde la Colación de la Esperanza nuestra contribución solidaria y ayuda en lo que podamos para aliviar las tensiones que están sucediendo en Colombia”. Dijo estar seguro que lo que está pasando hoy entre el Gobierno y el Comité Nacional de Paro, con la facilitación de la Iglesia y la ONU, es el camino adecuado para poner fin a este conflicto y es ahí donde el pueblo colombiano le debe apostar. Agregó, además, que el diálogo con los garantes no solo se centró en el tema de los bloqueos, sino temas fuertes que tiene que atender el país: “El Gobierno debe autorizar cuanto antes la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para que miren qué es lo que está pasando en el país”. Por su parte, exministro del interior, Juan Fernando Cristo celebró los diálogos que se están dando y dijo que es urgente que pronto pueda haber un acuerdo en la mesa, en materia de garantías para ejercer la protesta y garantizar todos los derechos de los ciudadanos que están siendo vulnerados. "Es fundamental que podamos tener un primer acuerdo para ya sentarse en la mesa a negociar otros temas y nosotros, desde la colación, les ofrecimos toda nuestra solidaridad (...) No podemos seguir en este lenguaje de estigmatización del otro y del lenguaje del odio porque ese no es el camino para la sociedad colombiana”. El senador Jorge Enrique Robledo observó que el papel de los facilitadores funciona muy bien “como una especie de algodón entre los vidrios, entre quienes están reclamando y el Gobierno Nacional”. Afirmó que ellos actúan en una actitud de democracia para comprender las situaciones e invitar al diálogo. “A mí me quedó una impresión muy grata de la Iglesia Católica y Naciones Unidas”. En su intervención ante la prensa, el exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo sostuvo que hoy Cali es el símbolo de Colombia, por todo lo que está pasando en materia de violencia y es allí, aseguró, desde donde deben empezar a sanarse las heridas. “Las heridas hay que sanarlas allá, que no nos queden las imágenes de confrontaciones a bala, ni expresiones de odio, sino buscar este acompañamiento y convocar a la Iglesia, empresarios, académicos, estudiantes, organizaciones comunitarias para que haya diálogo (…) Se debe ir al lugar donde están las primeras manifestaciones de violencia, donde se ha expresado con toda la fuerza el conflicto y atender allá, hay que dar ese salto”. Para el exsenador Juan Manuel Galán es clave que lo primero que se debe superar es el clima de la desconfianza que se vive entre la gente, las instituciones y los representantes del Estado. “La única manera de que la gente vuelva a creer es que haya garantías y verificación de los acuerdos”. También indicó que es importante construir soluciones que tengan alcance regional, pues, apuntó que hay una gran desconexión entre el Gobierno Nacional y los territorios. VIDEO: CCN Noticias - Comisión de Conciliación Nacional

Mar 11 Mayo 2021

Conferencia Episcopal de Ecuador solidaria con la Iglesia y el pueblo colombiano

A través de una carta dirigida al presidente del episcopado colombiano, monseñor Oscar Urbina Ortega, las directivas de la Conferencia Episcopal de Ecuador (CEE), expresaron su cercanía y solidaridad al pueblo colombiano por los brotes de violencia surgido en los últimos días en el territorio nacional. En su mensaje, los obispos de Ecuador rechazan todo tipo de violencia: "Conjuntamentamente con ustedes, los obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia, rechazamos toda clase de violencia, venga de donde venga, sea cual sea; ésta debe ser enfrentada con generosidad y patriotismo ya que la violencia no soluciona nada; produce más sufrimiento y más muerte", señalan en la misiva. Igualmente, reconocen que en Colombia como en el resto de países de América Latina, las familias vienen sufriendo desde hace muchos años la inequidad, la pobreza, el desempleo y el hambre; esto, agregan: "ha corroído la esperanza, ha destruido los sueños y ha vuelto a abrir las heridas. Con ustedes denunciamos la hipocresía de quienes identifican la paz con el silencio cómplice, con la indiferencia egoísta y con la retórica de status quo". A este respecto señalan los prelados que la CEE se suma a la súplica de la Iglesia y del pueblo colombiano, pidiendo de Dios la conversión de los "corazones de piedra" para que así se pueda construir una Colombia fraterna "en la que el dolor de uno sea el dolor de todos, en la que la alegría de uno sea la alegría de todos; una Colombia en la que todos los que faltan a la mesa del pan y de la vida sean necesarios y no simples cifras de una fría estadística". Finalmente, al evocar las palabras que el Papa Francisco pronunció en su visita a Colombia: "Es la hora de desactivar los odios, renunciar a las venganzas y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro", agradecen la generosidad y servicio de quienes atienden el grito de los últimos y excluidos, de los "pequeños y los pobres".

Lun 10 Mayo 2021

“Llamado a la sensatez”

Por: Mons. Carlos Arturo Quintero Gómez - “Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que trae Buenas Nuevas, que anuncia la paz” (Is 52, 7). Con estas palabras del profeta Isaías, me dirijo al pueblo quindiano, como Padre y Pastor de esta Iglesia Particular, en unión con los sacerdotes y religiosos, para invitarles a la sensatez, a la serenidad de nuestros corazones y a la fraternidad, en estos tiempos difíciles de crisis social. Felicito a quienes han salido a protestar, mostrando finura, civismo y respeto por la vida y a la vez, invito, a hombres y mujeres que, con un corazón desalmado se han mostrado irreverentes e insensibles ante el dolor del hermano, a que depongan las armas de la violencia. No podemos seguir desgastándonos, mirando al otro como si fuera un enemigo; somos hermanos y juntos podemos salir airosos, no solo de esta pandemia que ya ha cobrado miles de vidas, sino que podemos salir victoriosos de esta crisis en la que hoy nos encontramos. Las manifestaciones pacíficas, la protesta, como expresión del inconformismo social son un derecho de la ciudadanía, pero, no permitamos que los desmanes y el vandalismo opaquen el deseo de reivindicar los derechos. No convirtamos nuestras calles, nuestras plazas y veredas en campos de batalla; recordemos que, detrás de cada rostro hay un drama humano; detrás del rostro de un policía, de un militar, de un joven estudiante, de una madre de familia, de un trabajador, de un comerciante, de un empresario, de un campesino, etc., hay una familia, una historia plagada de dolor, sufrimiento, gozos y esperanzas y, desafortunadamente, muchos de nuestros proyectos de vida se ven truncados por la violencia y las múltiples pobrezas sociales. El camino para los acuerdos y consensos no se construye bloqueando calles e impidiendo el paso de ambulancias, ocasionando una crisis por el desabastecimiento de alimentos, destruyendo las estaciones de policía, atacando los sistemas masivos de transporte o sembrando terror. El camino propicio es el diálogo, que San Pablo VI definía como “don interior de caridad, que tiende a hacerse don exterior”. Y en este diálogo conciliador y fraterno, debe haber lugar para el perdón y la reconciliación. Invito a la fuerza pública y a las autoridades a mantener la calma, a no excederse ni extralimitarse en el control del orden público, a garantizar la seguridad ciudadana y la legitimidad de la protesta social; llamo a los ciudadanos a la cordura, a despertar en sus corazones el sentido patriótico, el respeto por la autoridad. Que la solidaridad que hemos desplegado en cada catástrofe, en cada acontecimiento de dolor, como expresión de nuestra pujanza y tesón, no pierda su esplendor por los lunares de la desinformación y la violencia. Seguramente, sentimos que el retiro del texto de la reforma tributaria del Congreso de la República es una gran victoria, pero la mayor victoria es la paz; reitero la invitación a todos a que nos serenemos, a pensar en el otro como ‘hermano’ y a construir, desde la esperanza, caminos de paz y de justicia, afianzando en el corazón el perdón y la reconciliación. La Iglesia diocesana de Armenia, en su compromiso con la paz, está dispuesta a servir de garante en los diálogos que sea necesario promover y si es pertinente, a servir de mediadora y conciliadora para que estos enfrentamientos cesen, en beneficio de nuestra comunidad. Manifestamos nuestra preocupación por el índice de contagios en el departamento del Quindío y la ocupación de las camas UCI e instamos a todos al uso de los elementos de protección personal, a cuidar nuestra vida y la vida de nuestros semejantes. Las palabras de Jesús, Príncipe de la Paz: “la paz les dejo, mi paz les doy” (Jn 14, 27), resuenen en nuestra mente y en el corazón y tengamos la sabiduría para obrar siempre el bien. + Carlos Arturo Quintero Gómez Obispo de Armenia

Mié 5 Mayo 2021

"La violencia no soluciona nada; produce sufrimiento y muerte": Episcopado

Ante la compleja situación social que está atravesando el país en estos momentos, enmarcada en la emergencia sanitaria mundial, la Iglesia católica ha emitido un comunicado de 8 puntos en el que advierte que, si bien las protestas son un derecho válido de ejercer y una alternativa, éstas deben hacerse respetando los derechos humanos. “Rechazamos decididamente, sea cual fuere su proveniencia, las violaciones a los derechos humanos, los actos de violencia vandálica, los bloqueos a la movilidad y al abastecimiento de alimentos, la desaparición de personas, los atentados contra la integridad física de cualquier persona, los destrozos causados a los bienes públicos y privados”. Igualmente, en este segundo comunicado relacionado con el tema del paro nacional, los obispos expresan el dolor de Iglesia por las muertes, los heridos y los enfermos que no han podido contar con la atención de la misión médica, por causa de los cierres y las afectaciones en las vías. En su mensaje, el episcopado reafirma que “la violencia, el vandalismo, las agresiones, el abuso de la fuerza y el caos social no solucionan nada, pues sólo traen consigo sufrimiento y muerte, especialmente a los más pobres, además de deslegitimar y hacer cuestionable cualquier protesta social”. En este contexto, los obispos hacen un llamado urgente y clamoroso para que se detengan estos hechos de violencia y de muerte que se están impulsando. “Es momento de emprender juntos la tarea de generar un modelo de desarrollo humano integral”, afirman. Exhortan a seguir el insistente llamado que el Papa Francisco ha hecho de abrir los canales para el diálogo social; esto, indican, ayudará a afrontar la compleja situación que vive el país. “Insistimos en la imperante necesidad de avanzar hacia la reconciliación nacional y hacia la paz, con la participación y los esfuerzos de todos los ciudadanos, sin perder de vista que es un camino arduo que requiere valentía y perseverancia”. Jornada de Oración Finalmente, los obispos convocan a todas las comunidades católicas, para que este 7 de mayo, primer viernes de mes, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, se realice en todas las parroquias del país una jornada de oración para pedir por la paz de Colombia. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Lun 19 Abr 2021

Iglesia en Guapi acompañará ‘caravana fluvial por la vida y la paz’

Las continuas amenazas contra la vida humana y el ecosistema, han hecho que en los distintos territorios de la Costa Pacífica, se realicen acciones concretas con el fin de visibilizar las problemáticas que allí se viven y que siguen afectando la tranquilidad de las comunidades. Es por ello que del 19 al 23 de abril de 2021 se llevará a cabo la ‘caravana fluvial humanitaria por la vida y la paz’, que cruzará por los municipios de Guapi, Timbiquí y López de Micay, en el Cauca. El evento es convocado por el Vicariato Apostólico de Guapi, COCOCAUCA y la Mesa Étnica Territorial de Paz, que la conforman varias organizaciones de comunidades negras de varios municipios. El padre Hilario Cuero Montaño, director de la Pastoral Social del Vicariato, ha indicado que son dos los objetivos que mueven a realizar esta acción concreta: En primer lugar, “queremos enviar un mensaje a todos los actores generadores de violencia en nuestro territorio, diciéndoles que no estamos de acuerdo con estas acciones bélicas que se han estado gestando en nuestra región, les decimos a ellos que le apostamos por la vida y por la paz”. Un segundo objetivo que resalta el sacerdote, es la socialización del Pacto por la Vida y por la Paz, desde el Pacífico y el Suroccidente para toda Colombia, que se firmó el pasado 10 de septiembre de 2020 a nivel nacional y que fue suscrito por el Vicariato Apostólico de Guapi, la Mesa Étnica Territorial de Paz (METP) y COCOCAUCA. Durante las estaciones del recorrido ha dicho el sacerdote, se tendrán momentos de oración y reflexión “la paz no llega sin la oración”; además, en la cabecera de cada municipio se realzará un signo especial que consiste en el anclaje de una Cruz como símbolo de la paz “para nosotros los cristianos la Cruz es un signo de vida”. Durante una rueda de prensa, sus organizadores han invitado a las comunidades a sumarse a esta iniciativa del Pacto por la Vida y la Paz, animándolos a comprometerse de manera concreta, "con el propósito de acabar con la eterna crisis humanitaria que sigue afectando la vida en los territorios de la Costa Pacífica del Cauca (...) A las autoridades étnicas, a la comunidad nacional e internacional, a las instituciones regionales y locales, a poblaciones víctimas, a los victimarios y detractores de la paz, a todos ellos queremos enviar un mensaje de lo sagrado de la vida y la paz como un derecho fundamental que merece nuestra atención y compromiso". Estarán haciendo parte de esta caravana fluvial representantes de organizaciones como: Consejo Noruego de Refugiados, Defensoría del Pueblo, personeros, administradores municipales, la sociedad civil, el Secretariado Nacional de Pastoral Social, coordinación general del pacífico, periodistas, entre otras organizaciones del país.

Vie 9 Abr 2021

Papa Francisco se solidariza con la región del Pacífico y suroccidente de Colombia

En un mensaje a nombre del Papa Francisco, firmado por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, frente al insistente llamado de los obispos del Pacífico y suroccidente del país en la búsqueda de la paz, el Pontífice condena los hechos de violencia en estos territorios y expresa su cercanía a las comunidades que padecen estos sufrimientos. La misiva, dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Óscar Urbina Ortega, indica que: "Al recibir la triste noticia de los repetidos actos de violencia que sufren los habitantes de la región del Pacífico y suroccidental de vuestro país y sabiendo del empeño de los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos en la búsqueda incesante por constituir lazos de paz en la entera región, el Santo Padre reitera su firme reprobación a estos episodios de violencia y manifiesta su cercanía a las personas que están en medio de tanto sufrimiento”. Asimismo, el Secretario de Estado expresa que el Santo Padre ora de manera especial por el eterno descanso de las víctimas e invoca la maternal intercesión de la Virgen María. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 12 Mar 2021

Agencia italiana SIR entrevista a obispo de San José del Guaviare

Ante la noticia del bombardeo del Ejército Nacional de Colombia al séptimo frente de la disidencia de las FARC, donde fallecieron 14 personas en zona selvática de San José del Guaviare, el obispo de esta jurisdicción eclesiástica, monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, en diálogo con la Agencia de Información SIR de la Conferencia Episcopal Italiana, lamentó lo sucedido e hizo un llamado a la guerrilla, al Estado y al Ejército colombiano. “A la guerrilla que sigue reclutando menores, le digo que no interrumpa los sueños de los jóvenes, que los dejen cultivar sus ideales. Pido al Estado que cree las condiciones para un desarrollo social y económico más equitativo de esta zona, para no dejar sin perspectivas a las generaciones más jóvenes. Pido prudencia al Ejército y que considere a los menores involucrados en la guerra de guerrillas ante todo como víctimas, porque sobre todo lo son”, dijo el obispo. Durante su entrevista, el prelado expuso que la realidad de estos territorios no ha sido nada fácil, por cuenta de la presencia del grupo de las Farc, aún después de la firma de los acuerdos de paz en 2016. “Se sabía incluso antes de la firma, que el séptimo frente que está activo aquí no habría aceptado el acuerdo. Así, la guerrilla continuó controlando el territorio, especialmente las zonas rurales, para realizar apuestas a tráficos ilícitos y reclutamiento de menores”. Monseñor Cardona afirmó que la situación es muy compleja y devela dos corrientes de pensamiento: quienes dicen ser víctimas y quienes se presentan como victimarios. “Hay situaciones de extrema pobreza, falta de trabajo, algunos quieren salir de situaciones familiares difíciles. Por supuesto, son muy pocos los que se unen por motivos ideológicos (…) También es cierto que aprenden a empuñar las armas y entran en el engaño de la guerra”. Por último, el obispo advirtió que frente a esta difícil realidad se hace necesario, una mayor presencia del Estado. "Sé que son zonas inaccesibles y periféricas, pero el Estado debe contrarrestar estas tentaciones, la represión no es suficiente, el Estado debe dar respuestas".

Jue 4 Mar 2021

Comunicado de los obispos del Pacífico y Suroccidente colombiano

Este jueves, 04 de marzo, en rueda de prensa, los obispos del pacífico y suroccidente del país, concentrados desde el pasado 02 de marzo en la ciudad de Buenaventura, dieron lectura a un comunicado en el que expresaron su respaldo y cercanía al obispo de esta jurisdicción eclesiástica, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, y a los miembros de esta comunidad del puerto vallecaucano. “Venimos a expresar la solidaridad, cercanía, afecto y apoyo a nuestro hermano obispo de esta diócesis, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, por las amenazas que desde hace un tiempo ha venido recibiendo contra su integridad y vida, él y otros servidores de la comunidad. Es la solidaridad que extendemos a las diferentes comunidades del territorio que acompaña con dolor”. Los obispos presentes de las jurisdicciones eclesiásticas de Apartadó, Quibdó, Itsmina – Tadó, Buenaventura, Tumaco, Guapi, Popayán, Tierradentro, Pasto, Ipiales, Cartago, Buga, Palmira y Cali, han señalado que se trató de una reunión donde se hizo una lectura a las diferentes problemáticas que se vienen presentando con mayor celeridad en estas regiones de Colombia y que siguen causando tanto dolor en la población. “Tuvimos la oportunidad de hacer una aproximación a las realidades de incertidumbre, pobreza, dolor, muerte y desesperanza, generadas por la confluencia de situaciones de distinto orden que, lastimosamente, percibimos y denunciamos como cada vez más crecientes, tales como el narcotráfico, el incremento de grupos armados, la corrupción, la extorsión, la pérdida de fe y valores, la ineficiencia de amplios sectores públicos y privados y el maltrato a la casa común”. Frente a esta difícil realidad, han dicho los obispos, “no nos resignamos a aceptar estas situaciones” y, por el contrario, reafirmaron su compromiso como pastores para seguir acompañando a estos pueblos que durante años vienen sufriendo el flagelo de la violencia. Igualmente, exhortaron a los gobernantes y a las comunidades a que se unan a trabajar en la búsqueda de “soluciones integrales a corto y mediano plazo que hagan posible la transformación real de esta triste y angustiante realidad”. Al evocar las palabras del Papa Francisco, cuando decía: “no hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo”, los jerarcas agregaron a este llamado del Pontífice: “Hoy nosotros pedimos: ¡abramos los oídos y los corazones, pues el grito del hermano que sufre sube al cielo!”. Finalmente, pidieron la intercesión de san José, para que se muestre misericordioso con quienes habitan estas tierras del pacífico y suroccidente colombiano: “concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon] audio