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Vie 30 Oct 2020

Vivencia del ‘mes misionero’ en tiempo de pandemia

“En este tiempo tan complejo que vive la humanidad por cuenta del coronavirus, se multiplicaron las iniciativas de evangelización en favor de las misiones”,así lo reconoció el padre Ramiro Antonio López Montoya, director del Departamento de Animación Misionera de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), quien aseguró que la pandemia no fue impedimento para desarrollar las actividades propuestas para animar el mes misionero. El sacerdote compartió cuatro temas específicos que desde esta dependencia se desarrollaron a lo largo del mes de octubre: La formación.Explicó que para poder anunciar la palabra de Dios es importante que todo bautizado se forme, conozca la doctrina de la Iglesia y profundice en el conocimiento de Jesucristo. Por ello, se realizaron varias charlas sobre el tema de la misión ad gentes, que llegaron a los miembros de los comités regionales de misiones, constituidos en las Jurisdicciones Eclesiásticas. La oración.Aquí, expuso que se promovieron iniciativas desde el santo rosario por las intenciones del Papa, el rosario misionero, jornadas de oración en las jurisdicciones, exposiciones del Santísimo, celebraciones de la Eucaristía. Al respecto indicó que“todo ello porque es necesario saber que el cristiano debe orar para pedirle al dueño de la mies que mande operarios a su mies. Además, para apoyar la labor de la evangelización que se realiza en los lugares de misión. Por eso es fundamental la oración”. La caridad misionera.El padre López explicó que todo cristiano está llamado a ser misionero, y desde esta perspectiva, agregó“todos podemos aportar nuestro trabajo, nuestra entrega, es decir, surgen diferentes iniciativas desde las cuales nosotros podemos ayudar a las misiones”. Anotó que este año, a pesar del desarrollo de la pandemia, la Iglesia promovió la colecta DOMUND en las parroquias y en las comunidades, recursos que son invertidos luego en apoyar el trabajo de misioneros y misioneras. Los testigos de la misión de ayer y hoy.Frente a este último tema, señaló que la Iglesia se dio a la tarea de estudiar la vida de los santos canonizados en Colombia.“Testimonio como el de la madre Laura, el padre Marianito y de otros hombres y mujeres que son un estímulo para muchos en el camino de la fe”. Asimismo, el director del Departamento de Animación Misionera de la CEC, expuso otras iniciativas que se realizaron virtualmente durante este mes de octubre; algunas a nivel académico con universidades, con los seminarios misionales y las jurisdicciones eclesiásticas. Destacó de manera particular el desarrollo de una jornada vocacional misionera, impulsada por las Obras Misionales Pontificias (OMP) y por la CEC, a través de los departamentos de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada y el de Animación Misionera. “Esta jornada, emitida por el canal Cristovisión, fue dedica a promover el cultivo de la vocación y saber que fundamentalmente la misión es tarea de todo bautizado; también nos ayudó a recordar el llamado especial que el Papa nos hace para que quienes estamos dedicados al sacerdocio y a la vida consagrada anunciemos a Jesucristo en los diferentes contextos”, aseveró. Retos hacia el futuro para las misiones Advirtió que si bien el trabajo de las misiones tiene muchos frentes por desarrollar, en este momento queda seguir trabajando para poder realizar el XIII Congreso Nacional Misionero, que por causa de la pandemia no se pudo efectuar este año. Otro aspecto que resaltó como acción, es continuar el trabajo con los comités regionales de misiones con el fin de consolidar el tema de la cooperación misionera y de allí poder ayudar a los vicariatos, a las zonas de misión, que desde la CEC se le ha llamado el “hermanamiento misionero”. Explicó que, frente el requerimiento de los laicos por adquirir una formación adecuada para hacer misión, se continuará como prioridad con estos procesos de enseñanza. ¿Cómo asumir el compromiso misionero desde nuestra realidad? ”Tenemos el ejemplo de santa Teresita del Niño Jesús. Ella es patrona universal de las misiones y nunca salió del convento. Pero ella entregó su vida en sacrificio desde la oración, desde la entrega, desde el trabajo de cada día, desde el silencio… desde ahí se puede hacer misión, sobre todo porque la misión empieza con el testimonio de vida. A Jesucristo se le anuncia con el testimonio. Entonces, una persona con su testimonio puede hacer misión sin salir de su casa y ese testimonio va contagiándose y va haciendo que las otras personas se acerquen al Señor”,puntualizó.

Jue 29 Oct 2020

En Cristovisión: Jornada vocacional y misionera

En una eucaristía transmitida hoy (oct. 29), por el canal de Cristovisión, donde se animó una jornada por las vocaciones y como cierre al mes de las misiones que la Iglesia ha vivido este mes de octubre, el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Elkin Álvarez, pidió agradecer a tantos hombres y mujeres que entregan, a través de su vocación, un servicio generoso en favor de los más necesitados. “En esta jornada vocacional y misionera, el Señor nos pide que reconozcamos su obra en la vocación de hombres y mujeres que generosamente han respondido sí al llamado que el Señor les ha hecho; pidamos por ellos, porque la Iglesia sostiene a los llamados para que vivan santamente la vocación a la que han sido convocados”, afirmó. Siguiendo la lectura del día, afirmó que el evangelista Lucas sugiere a todo el pueblo de Dios seguir pidiendo por las vocaciones.“El Señor promete que no dejará de actuar, no dejará de llamar y sostener a los que llama. Él mismo sigue haciendo la obra en medio de su pueblo, del pueblo redimido con su propia sangre con su muerte y resurrección, Él se manifiesta a través de los que llama, consagra y envía”. Durante su homilía, el también obispo electo de Santa Rosa de Osos, agradeció en nombre de los obispos de Colombia a quienes de manera incondicional se han encargado de trabajar en la promoción de vocaciones y en la formación permanente para el cultivo y acompañamiento de las mismas. Por último, animó a interceder ante la Santísima Virgen, para que ella acompañe a la Iglesia en esta tarea vocacional e invitó para que quienes sientan“el llamado de Dios le digan al Señor sí, hágase en mí según tu palabra”. La homilía completa puede verla en la página en Facebook del canal Cristovisión:[icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Mié 28 Oct 2020

Unidad de criterios formativos: Camino orientador de los seminarios mayores

Con el objetivo de implementar el capítulo sexto de la ‘Ratio Nationalis’, dedicado a la dimensión intelectual de los seminarios mayores de Colombia, se desarrolló el encuentro de rectores de seminarios, organizado por el Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). En entrevista con el Departamento de Comunicaciones, el padre Manuel Hernando Vega León, director del departamento organizador, compartió sobre lo que fue este encuentro, las conclusiones y desafíos que se tienen hacia futuro. ¿Qué realidad fue la que motivó este encuentro? La situación que hemos vivido este año ha sido muy compleja para los seminarios mayores. La mayoría de los seminarios enviaron a los seminaristas a sus casas y eso generó, de una u otra forma, como una insistencia muy grande en esta dimensión: la formación académica de los seminaristas. Pero sabemos que no es suficiente, que la formación es mucho más amplia. Hay que dedicar tiempo también a la formación humana, a la formación afectiva, a la formación espiritual y, desde luego, a la formación pastoral. Entonces, estos encuentros nos permiten, en primer lugar, conocer la situación de los seminarios y, en segundo lugar, implementar estrategias comunes que nos permitan ser más asertivos a la hora de hacer un proceso formativo gradual e integral. ¿Quiénes estaban invitados? Estaban invitados en primer lugar los rectores de los seminarios mayores, pero cuando empezamos a hacer el ejercicio y pensando que iba a ser de este modo virtual, pues pensábamos que los primeros destinatarios eran los secretarios académicos de los seminarios y fuimos evolucionando precisamente en esa perspectiva y, entonces, terminamos evidenciando que también los profesores debían participar de este encuentro, en el que íbamos a tocar este aspecto en cuanto a las metodologías, las didácticas de la formación académica en cada una de las etapas dela formación. Pues nos resultó un encuentro amplísimo, tuvimos la participación de 52 seminarios mayores diocesanos, unos 40 seminarios religiosos, estaban los rectores, un buen número de secretarios académicos, y en lo que pudimos contar 109 personas diariamente, fijas y conectadas, pero detrás de cada computador, muy seguramente había otros sacerdotes, o los equipos de deformadores. ¿A qué conclusiones llegaron después del análisis? Tal vez lo primero que tenemos que decir es que se creó la conciencia de buscar la unidad en los procesos formativos, es decir, la formación de los sacerdotes en Colombia se debe caracterizar por ser una formación única para el país. No distintos esquemas, no distintas insistencias formativas, como pudo haber pasado en otras épocas, sino que en este momento debe existir una misma línea formativa para todos los que quieren en su corazón ser ministros ordenados, sacerdotes, en la iglesia colombiana. ¿Qué desafíos se les plantea posterior al encuentro? Desafíos aparecen varios. Primero, tenemos el desafío de implementar la etapa propedéutica, que es una etapa netamente experiencial, deslindada en buena medida de la formación académica tradicional. Durante esta etapa, el joven tiene la oportunidad de tener una experiencia más de encuentro con la persona de Jesús y, a partir de esa experiencia, tomar la decisión de asumir las siguientes etapas formativas en el seminario. Esa es una novedad y es un cambio grandísimo que queda como tarea hacia futuro y que empezaremos en el 2021, ese fue uno de los compromisos. Así, el próximo año, todos los seminarios vamos a estar trabajando en la etapa propedéutica. Segundo, en la etapa discipular que corresponde a los estudios filosóficos. Quiere decir esto que el elemento pedagógico está precisamente en un primer momento el que, a partir del estudio filosófico, del conocimiento del mundo, del hombre y de Dios, seamos capaces de comprender que una de las notas del que hace este estudio, es poder transformar su corazón, en un corazón de discípulo. No es estudiar la filosofía por estudiarla, aunque sabemos que es un elemento básico para la formación sacerdotal, la filosofía tiene que estar conectada a la etapa y esta etapa es discipular. Entonces todos sus estudios lo deben llevar a conocer la persona de Jesús, el mundo que él nos predicó, el Dios que él nos presentó, el hombre que él nos manifestó desde la filosofía. Y tercero, la etapa configuradora que corresponde a los estudios teológicos. Se compone de dos fuerzas muy grandes: La formación del corazón del pastor, la configuración con Cristo Buen Pastor, pero un Pastor que es Misionero en la Iglesia, que sería la segunda fuerza. Esa nota misionera se vuelve transversal a todo el proceso va a ser uno de los ejes en cada una de las áreas y materias que se van a trabajar en los seminarios.

Mar 27 Oct 2020

Pastoral Universitaria centra su atención en la post pandemia

Con el objetivo de discernir las acciones pastorales que se deben implementar en la post pandemia, varios capellanes y animadores de la pastoral universitaria participaron en un conversatorio convocado por el departamento de educación y culturas de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). “El Evangelio nos presenta y nos pide que interpretemos los signos de los tiempos (…) Creo que es una tarea clave, fundamental, que nos toca a todos nosotros con mucha creatividad, desde la distancia a veces, a través de estos medios virtuales”,señaló monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, obispo auxiliar de Cali y presidente de la comisión episcopal de educación y culturas. Asimismo, monseñor Rodríguez insistió en que esta tarea de acompañamiento no solamente debe hacerse con el estudiantado, sino también con el personal docente, y administrativo, e, incluso, con el personal externo que presta sus servicios a las instituciones de educación superior. El padre Diego Alonso Marulanda, vicerrector de la Universidad Pontificia Bolivariana, motivó la reflexión desde cuatro principios de realidad, cuatro oportunidades y cuatro retos que ha dejado la pandemia a la pastoral universitaria, ofreciendo herramientas para asumir la época de la post pandemia. Principios de realidad: La pandemia ha revelado muchas formas de vulnerabilidad humana. Entre ellas “la relación” (entre nosotros, con nosotros mismos, con la naturaleza, etc.) Este tiempo nos sorprendió inesperadamente en medio de una sociedad del cansancio, hiperconectados, con altos niveles de consumismo e individualismo, saturados de mucha información, además de la exposición al miedo y la incertidumbre. Se ha evidenciado que la mayoría de niños y jóvenes estaban desconectados de la experiencia cercana del amor, que estaban muy solos, tanto en casa como en las instituciones. Descubrimos que los jóvenes si están abiertos a Cristo, que tal vez somos nosotros quienes debemos desbloquear ese miedo a convocarlos. Oportunidades: Atreverse a encontrarse con los jóvenes desde la condición humana. Enseñar a los jóvenes la oración de Jesús en la que de manera permanente mencionaba que Él estaba en el Padre y el Padre en Él. Motivar a los jóvenes para que vivan en una lógica del don, de la gratuidad. Que descubran la lógica de lo sencillo y lo simple. Si los jóvenes están abiertos a Cristo, hay que llevarlos con la experiencia y el testimonio al encuentro personal con el Señor. Nuestra pastoral tiene que ser ‘kerigmática’. Retos: Construir cultura del encuentro. Alcanzar altos niveles de amor propio. Lograr resignificar la capacidad humana. Acercar a los jóvenes a la Eucaristía y la Sagrada Escritura. Uno de los grandes compromisos de este encuentro virtual es la propuesta de realizar un conversatorio a partir de las experiencias vividas por las instituciones durante este tiempo, destacando la importancia de mantenerse juntos, alimentar permanentemente la fe, acercarse a Dios para superar la incertidumbre y el miedo, ser creativos en la difusión de contenidos y abrir espacios de interacción con todos los miembros de la comunidad educativa. Como tarea del encuentro quedó la invitación de monseñor Luis Fernando Rodríguez a elaborar una publicación con todas las experiencias vividas.“Me atrevo a sugerir que a través de la RUC (Red de Universidades Católicas), pudiéramos hacer una publicación de todas estas experiencias que ustedes han tenido. Tenemos que decir que la Iglesia ha hecho acciones en la pastoral, que hemos aportado con acciones concretas”, puntualizó el obispo.

Lun 26 Oct 2020

Ecos del Encuentro Nacional de Pastoral Familiar

“En medio del confinamiento han sido muchos los aspectos a resaltar en el caminar de las familias, uno de ellos, en positivo, ha sido el rescatar el papel de la familia como 'iglesia doméstica'”, así lo destacó monseñor Óscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), durante el Encuentro Nacional de Delegados y Agentes de Pastoral Familiar, que se celebró de manera virtual para conmemorar el 50 aniversario del departamento de matrimonio y familia de la CEC. “El primer fruto, sin duda, durante el confinamiento, ha sido redescubrir la misión de la 'célula fundamental de la sociedad y la Iglesia', espacio de creación y crecimiento de las relaciones interpersonales, refugio y protección ante las adversidades. Pero, aparecieron también los vacíos que existen en ese papel propio de la familia. La violencia intrafamiliar, la incapacidad para superar demandas individuales y comunitarias, también se manifestaron”, expresó. Durante su intervención, advirtió que es en el hogar donde se empieza la transmisión de la fe y se aprende el abecedario del amor, la fraternidad, el perdón, la preocupación efectiva por los pobres y necesitados. “Las familias tienen necesidad de la Iglesia y son necesarias para que ella esté presente en el centro de la vida y en los diversos ambientes existenciales”. También enfatizó cómo en este tiempo la pobreza, que ya existía en el país, se está viendo aumentada por cuenta de la emergencia sanitaria, donde el cierre de actividades productivas ha dejado en evidencia aspectos negativos como el desempleo, la precariedad en las viviendas, la deficiencia en servicios básicos de salud, agua, educación y conectividad para los trabajos tanto de estudiantes como de trabajadores. Si bien destacó que el trabajo realizado por las familias campesinas, indígenas y afrocolombianas dedicadas a las labores agrícolas, ha sido una bendición para que no falte el pan en los hogares, también dijo que “aparecieron las desigualdades y las urgencias por no ser los poseedores de las tierras, y no tener acceso a los mercados”. Además agregó que “muchas familias enfrentan hoy grandes dificultades: los desplazados, los migrantes, los pobres, los desempleados que no pueden llevar una vida digna. Las condiciones económicas y laborales influyen sobre la cohesión y convivencia familiar. La familia sigue siendo el camino normal de la persona como lo ha develado la Pandemia”. El también arzobispo de Villavicencio, se adelantó a decir que después de la pandemia le esperan grandes retos a la Iglesia en materia de ‘pastoral familiar’, entre ellas la de realizar un “reengendramiento” de la familia. “Hemos avanzado en los procesos de preparación al matrimonio, pero es preciso ayudar a las parejas a sanar sus heridas sicológicas, a discernir su misión en un mundo pluricultural que cada día transforma la imagen de familia por la crisis antropológica existente. Que se preparen para vivir el amor conyugal y familiar en lo cotidiano”, afirmó. Finalmente, el prelado agradeció el trabajo de todas las personas que desde su testimonio, talento y profesión le han aportado, a lo largo de estos 50 años, al departamento de matrimonio y familia de la CEC. Monseñor Vicenzo Paglia, invitado internacional Por su parte, monseñor Vicenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida y gran canciller del Pontificio Instituto para la familia Juan Pablo II en Roma, quien intervino virtualmente en el encuentro, dijo que ciertamente el covid-19 ha puesto de relieve, a veces de manera trágica, las fragilidades internas de las familias y las dificultades sociales, pero al mismo tiempo resaltó que las familias han mostrado recursos y potencialidades inimaginables que han permitido a la mayoría de la población superar este grave momento de crisis. “Esto me lleva a decir que, a pesar de todas las crisis por las que estamos pasando, la familia sigue siendo una dimensión decisiva del tejido social. La familia apareció una vez más de manera rotunda como el lugar de cuidado por excelencia, el lugar donde se atiende las necesidades de los demás”, asintió. El prelado dijo que, si bien esta experiencia de la pandemia ha permitido el fortalecimiento en algunos aspectos dentro de la familia, también deja dificultades que se deben enfrentar. “Muchas familias cristianas son hoy un lugar de profunda y verdadera catequesis de testimonios excepcionales para no ceder a la tristeza y la desesperación, pero junto a esta riqueza, sin embargo, no podemos olvidar las muchas dificultades a las que se ven expuestas las familias en un momento tan difícil”. Mencionó aspectos como la crisis económica generada por el Covid-19 y los efectos devastadores en las familias que ya padecen condiciones de pobreza graves; el tema de la violencia doméstica, especialmente contra las mujeres; el aumento de los embarazos entre las mujeres jóvenes; y el abandono de los ancianos. “El covid-19 nos recuerda que, desafortunadamente, nuestras familias pueden ser verdaderos infiernos que no le importan a nadie”. Una teología de la familia es indispensable y urgente Para este obispo, la cultura del ‘hiper individualismo’ que se está viviendo hoy, invita a proponer una fuerte reflexión sobre la familia, su vocación y misión en el mundo contemporáneo que pueden ser guiadas, entre otras, por la exhortación apostólica ‘Amoris laetitia’ (La alegría del amor). “Estamos llamados a emprender nuevas perspectivas teológicas y pastorales, porque desafortunadamente la reflexión que se hace hoy sobre la familia como tal, es débil”. Explicó que desde el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia, se está proponiendo elaborar un nuevo plan de estudios donde se pueda rescatar la densidad humana y cristiana de la institución familiar. “Es indispensable iniciar una nueva reflexión teológica si queremos que el trabajo pastoral encuentre un nuevo vigor”. Giro eclesiológico para entender la Iglesia como familia de Dios Explicó que el Papa Francisco, en la exhortación ‘Amoris laetitia’, llama a una profunda renovación de la Iglesia. “Hoy en día las iglesias, todas las iglesias, no pueden llevar a cabo la tarea que Dios les ha asignado en relación con la familia, sin asumir ellas mismas los rasgos de una comunión familiar”. Por lo que insistió que cuando la iglesia habla de familia, en realidad se refiere primero a sí misma, en este sentido, cuando habla de pastoral familiar, significa hacer familiar a toda la iglesia. Afirmó que, si bien las familias tienen la responsabilidad de comunicar al mundo el Evangelio, también ellas requieren de la ayuda y guía de los ministros ordenados. A este respecto dijo que a menudo dentro de la Iglesia se carece de una formación adecuada para hacer frente a los complejos problemas actuales de las familias y pidió que se preste una atención renovada a la formación de los seminaristas. Por último, se refirió a la relación que debe existir entre las familias y las comunidades parroquiales, asintiendo que es importante hacer una reflexión frente al tema. “Hoy, por desgracia, estamos siendo testigos de una brecha a menudo profunda que separa a las familias de la comunidad cristiana” (…) Podríamos decir que las familias no son muy eclesiásticas porque a menudo están encerradas en sí mismas y las comunidades parroquiales no son muy familiares porque a menudo están atrapadas en una burocracia desesperante. Lo que nos llevaría a decir que no se trata de revisar la pastoral familiar, sino de transformar toda la pastoral en una perspectiva familiar”.

Vie 23 Oct 2020

Mensaje a los capellanes castrenses en su día

Con motivo de la festividad de san Juan de Capistrano, patrón de los capellanes castrenses, monseñor Fabio Suescún Mutis, ha enviado un saludo especial a todo el clero castrense, agradeciéndoles su entrega y compromiso de servicio a los militares y policías. “Un saludo cariñoso a mis queridos padres castrenses en la fiesta del patrono. Yo, le pido al Señor que este santo que se entregó al servicio de los militares y de los soldados, sea para nosotros un ejemplo y un intercesor”. El obispo castrense afirmó que, a pesar del desgaste que pudiera haber generado el encierro propio de la pandemia, también es un tiempo para despertar con alegría y servicio a quienes lo necesitan:“los soldados y los policías nos necesitan, necesitan de nuestra voz de aliento, que los acerquemos a Jesús, que hagamos que su confianza en Dios aumente”. Les recordó a los sacerdotes que hoy, más que nunca, en estos momentos históricos que vive el país, los militares y policías necesitan del acompañamiento de la Iglesia para seguir cumpliendo con su tarea.“Queridos párrocos castrenses, los militares y policías nos quieren y nos necesitan, sigan adelante con entusiasmo, haciéndose también ustedes santos, sirviendo como párrocos castrenses en Colombia”. Finalmente, al expresarles su admiración y cariño por la tarea que realizan en todo el territorio nacional, les impartió su bendición. SAN JUAN DE CAPISTRANO, PATRÓN DE LOS CAPELLANES Nació en la montañosa ciudad italiana que le da nombre, Capistrano, en 1386. Tuvo una gran facilidad para los estudios, de tal forma que con 26 años consiguió el título de juez y, posteriormente, el cargo de gobernador de Perugia. Ejerciendo esa responsabilidad cayó prisionero de una ciudad rival, hecho que le permitió reflexionar y decidió dar un giro a su vida de tal forma que fue ordenado sacerdote con 33 años. San Juan de Capistrano, durante 40 años, ejerció su vocación sacerdotal con indudable éxito ante los fieles que encontraron a través de sus inspirados sermones, que podían durar dos o tres horas, una forma de acercarse a Jesucristo. Durante su vida recibió encargo de los Papas de cumplir diversas misiones diplomáticas, y, por tanto, ejerció su ministerio por diversos lugares de Europa que sufrían fuertes convulsiones provocadas por la actividad bélica otomana. El 23 de octubre la Iglesia católica celebrará a san Juan de Capistrano, patrono de los capellanes militares. Fue beatificado el 19 de diciembre de 1650 por el papa Inocencio X y, posteriormente, canonizado el 16 de octubre de 1690 por el papa Alejandro VIII.

Mar 20 Oct 2020

SNPS cerró ciclo formativo: ‘Problemáticas, desafíos y respuestas en la Amazonía’

Con el foro ‘Opinión pública en defensa del territorio’ se dio cierre a este ciclo formativo virtual, un espacio para reflexionar, desde una mirada espiritual y eclesial, sobre las principales problemáticas sociales y ambientales que afectan a la región amazónica. Durante el foro participó el Pastor Édgar Castaño, presidente de la Confederación Evangélica de Colombia y miembro de la Iniciativa Interreligiosa de Colombia- IRI, quien brindó una reflexión como parte de la apertura de este espacio, allí expuso uno de los deseos que el Papa Francisco dejó plasmado en la Exhortación Apostólica Postsinodal ‘Querida Amazonía’, en donde dice que sueña con una Amazonía que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, donde la voz sea escuchada y la dignidad promovida. “Creo que independientemente de la fe que profesemos, hay que valorar mucho este escrito, porque ofrece una mezcla entre lo humano y lo natural”, observó. Respecto al sueño eclesial del Santo Padre Francisco, la hermana Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas – CLAR, dijo que “como pueblo de Dios estamos llamados a transitar caminos, eso nos sitúa en el lugar de la escucha, desde el cual es posible comprender y asumir los desafíos sociales y ecológicos que se plantea la Iglesia”. Para la religiosa, la diferencia entre cada ser humano es una posibilidad para el encuentro y poder convivir en unidad desde la diversidad. Asimismo, advirtió que el estilo sinodal se posiciona como un nuevo modo de ser y hacer de la Iglesia, ya que caminar juntos es la condición para responder, desde una mirada eclesial, a los desafíos de la realidad. Adentrándose en el tema del evento, monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana, fue el encargado de dar respuesta al interrogante: ¿Qué es necesario que las comunidades de la Iglesia católica, otras confesiones de fe y los pueblos indígenas tomen en cuenta para generar incidencia e impactos en la opinión pública en los procesos de defensa del territorio? Ante esta pregunta, que hace referencia principalmente a los proyectos extractivistas o de minería que afectan la vida, el ecosistema y que, en muchas ocasiones, no son transparentes en sus procesos, monseñor Henao Gaviria aseguró que, “cuando se hace un análisis de una situación tan compleja como lo es la Amazonía, una realidad tan grande, con gran impacto en el mundo, es importante tener un enfoque de derechos humanos ya que este permite identificar dónde están las mayores afectaciones de esta región”. Asimismo, añadió que se debe analizar el tema de derechos de las comunidades desde la equidad en el acceso a servicios públicos, la salud y a los recursos naturales. Para Monseñor Henao Gaviria, cuando se habla de incidencia se debe ser transparente en lo que se está proponiendo, ser humildes y capaces de evaluar y rendir cuenta de lo que va logrando colectivamente, además, saber escuchar aun cuando hay diferencias, ya que esto brinda distintas perspectivas y capacidades de entendernos los unos con los otros. “Definitivamente la labor de incidencia hecha en clave de derechos, nos lleva al reconocimiento de voces específicas como el de las mujeres, una voz muy poderosa, de un gran compromiso y una actividad permanente en la construcción de un mundo donde los derechos sean reconocidos”, ratificó el director del SNPS/CC. Para hacer incidencia en la Amazonía se requiere identificar las capacidades que tienen las comunidades para adaptarse, por ejemplo, al cambio climático; es decir, no resignarse a los fuertes impactos que vive el medio ambiente, sino que, por el contrario, tengan la capacidad de transformación y adopción de medidas y normas que ayuden a encontrar nuevas alternativas ante esta realidad. Según comenta el directivo, el descubrimiento de impactos y daños en el medio ambiente nos lleva a darnos cuenta que hay un imperativo moral de trabajar para solucionar ese problema y encontrar otra manera de leer las situaciones, otra manera de abordar las transformaciones que se tienen. “Todo esto se trata de planes a largo plazo, de comunidades que son capaces de mirar al futuro y articularse con otros, escuchar voces de otras orillas, ser capaces de transmitir esa voz y de mantener una actitud permanente y constante hasta lograr la gran meta que es el cuidado de la Casa Común y el respeto por la creación que Dios nos ha encomendado”, fueron las palabras con las que finalizó monseñor Henao. Por su parte, Margarita Flórez, abogada, activista ambiental, investigadora en políticas socio ambientales y directora de la Asociación Ambiente y Sociedad, enfocó su intervención en tres puntos claves: múltiples y contradictorias políticas, información y participación ambiental, incidencia e impactos. De acuerdo a esto, explicó que en esta región del país hay una titulación de tierras pendientes que causa inseguridad jurídica porque nadie se hace responsable del territorio, lo que no solo contribuye al desorden sino también a la deforestación y el acaparamiento de tierras. “La combinación de políticas extractivas, es decir, que el Estado central se abogue en absoluto derecho de decir en dónde van las minas y pozos petroleros, nos parece que fue solucionado por una sentencia que dijo que había que hacerse una ley de coordinación y concurrencia, pero esa ley no se ha expedido. Esto ratifica que hay inseguridad jurídica, hay fronteras borrosas que no permiten un escenario claro de exigencia de derechos”, advirtió. Asimismo, indicó que, aunque existen unos compromisos climáticos ejecutados a nivel regional, no tienen una inserción real en las poblaciones amazónicas. “En plena pandemia lo único que no paró fue la adjudicación de pozos petroleros en el Amazonas”, indicó la abogada. En términos de incidencia, la investigadora recalca que para que haya una verdadera participación de la ciudadanía, se hace necesaria la existencia de normas claras y comprensibles, mayor información en tiempo real por parte de entidades y ONG, exigencia de unificación de procesos informativos y de consulta, asistir a reuniones que permitan tener mayor conocimiento sobre los procesos, entre otros. Ante estas dos intervenciones, Mateo Estrada, indígena del pueblo Siriano del Vaupés, integrante de la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana – OPIAC, experto en temas de territorio y medio ambiente, aseguró que cada uno de los pueblos indígenas del Amazonas tiene una relación cerca y distinta con la naturaleza, viviendo la espiritualidad desde aquello que los rodea. En el marco de esa conexión hombre – medio ambiente, el experto indígena aseguró que, “hemos ido construyendo nuestra figura organizativa a partir de unos líderes espirituales y también sociales que existen en cada pueblo. Nos hemos ido transformando en el trascurso del tiempo. En los últimos 30 años nos hemos fortalecido mucho más a través de organizaciones regionales con el objetivo de sentarnos a dialogar con los tres actores: el Estado, las empresas privadas y las ONG. Queremos dialogar de igual a igual, entre gobierno indígena y gobierno del Estado colombiano”. “Nosotros los pueblos indígenas tenemos nuestras normas que son igual de válidas, existen y se practican, poco a poco el Gobierno ha ido reconociendo esas figuras nuestras, porque Colombia tiene un sinnúmero de normas a favor de los pueblos indígenas pero que no las aplican. En este sentido, nuestra incidencia con el Gobierno es directa, nosotros no queremos normas escritas, sino aplicadas, que vivan entre nosotros, que caminen las montañas y ríos, que atienda la salud, educación, medio ambiente y vivienda”, puntualizó. Fuente: Oficina de comunicaciones del SNPS/CC

Mié 14 Oct 2020

Iglesia invita a participar del Diplomado: “Fe y Política”

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social y con el apoyo de la Universidad Monserrate, dictarán este 20 de octubre de 2020 el Diplomado: “Fe y Política”. Se trata de un proceso académico con enfoque de transformación social que se realizará de forma remota y virtual. Su propósito es orientar y formar a los agentes de pastoral en temas sociopolíticos, aportando habilidades para un cambio de la sociedad desde la incidencia política y la contribución a una democracia más participativa. Algunos de los temas que se abordarán en este proceso de formación serán: Identidad, misión y espiritualidad de la Pastoral Social; La política como dimensión de la vida humana El Cristiano en la política; Actitudes ante la política; Autoridad: poder para servir; Construir democracia en la vida cotidiana; Ejercicio cristiano de la ciudadanía; Enfoque de transformación social; Análisis pastoral de la realidad; Incidencia política y opinión pública; y Comunicación para el cambio. La fecha de inicio será el 20 de octubre de 2020 y finalizará el 27 de febrero, recordando, que se tendrá un receso entre diciembre 2020 y enero 2021. El costo es de $ 50.000 y podrá aplicar a una beca. Para mayor información pueden contactarse a través del correo electrónico: [email protected] o al celular 3125970291.