SISTEMA INFORMATIVO
La prevención de abusos en nuestra Iglesia: una mirada desde América Latina
Tags: protección de Menores
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Por: Consejo Nacional de Protección de Menores.
“No podemos permitir que en un recinto sagrado se arrebate la inocencia y la esperanza”. Esta frase de Josefina Martínez, chilena, laica y psicóloga de profesión, evidencia el tono de las reflexiones presentadas en el Webinar “La prevención del abuso en la Iglesia latinoamericana”, realizado el pasado 31 de julio, evento organizado por el Consejo de Protección de Menores (CEPROME) y el Vatican Safeguarding Taskforce, con la colaboración del Centre for Child Protection de la Pontificia Universidad Gregoriana, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) y diferentes Conferencias Episcopales, y en donde varios miembros del Consejo Nacional de Protección de Menores de la Conferencia Episcopal de Colombia participaron.
En ese conversatorio virtual, que congregó a más de quince mil personas, también se puso de presente que la prevención del abuso sexual de niños y de personas vulnerables es un trabajo todavía pendiente en América Latina. Para recuperar la confianza perdida, la Iglesia debe emprender el camino de reconocer sus errores y ser fiel a su misión evangélica de acoger a las víctimas/sobrevivientes de las violencias y los abusos cometidos por miembros de la Iglesia, sean clérigos, religiosos o laicos. El rostro de Cristo sufriente se descubrirá en la persona herida y sólo desde Él se podrá restablecer la dignidad del hijo de Dios violentada.
La primera intervención ante el auditorio virtual fue la del Arzobispo de Malta y miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. Charles Scicluna. Para el alto jerarca, su experiencia con víctimas le ha dejado una señal profunda en el alma, como pastor, sacerdote y hombre: “Debemos escuchar a la víctima” para entender “cuán grande es el trauma y cuán grande es el flagelo del abuso sexual”. Además, invitó a escuchar, porque “la escucha sana al herido y nos sana a nosotros mismos”.
Por su parte, el Padre Hans Zollner, Presidente del Centre for Child Protection de la Universidad Pontificia Gregoriana, hizo un llamado para emprender la lucha contra el abuso a través de los textos básicos del Evangelio en donde destacó la frase de Jesús: “Dejad que los niños vengan a mí”. En esa línea, afirmó que, si no hemos escuchado a las víctimas, no hemos escuchado a nuestro Señor Jesucristo e invitó a vencer el miedo, a no negar el dolor ni las heridas de los abusos. Si la divinidad se esconde en las víctimas, debemos escucharlas para cambiar una espiritualidad fría, distante e intelectual y así transformar nuestra actitud hacia ellas. Dirigiéndose a los participantes del conversatorio dijo a cada uno de ellos: “Tú tienes que buscar que se llegue a recuperar la confianza en la Iglesia”.
Para el laico Andrew Azzopardi, coordinador del Vatican Safeguarding Taskforce, existe una necesidad de crear una cultura de la protección y de la prevención positiva. “No hay que olvidar la centralidad de la persona en los abusos (…) y crear esa cultura requiere de una estrategia y de un sistema de prevención, fundados en la verdad y en la curación”.
Jordi Bertomeu Farnós, Oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, centró su intervención en hacer unas glosas al Vademécum, dado a conocer el 16 de julio de 2020, a partir de la coherencia del novísimo documento con el ordenamiento jurídico canónico, la fidelidad en la acción que lo motiva y la homogeneidad en el texto. A su juicio, el Manual es una buena herramienta, aunque perfectible. Además, hizo énfasis en la atención sobre la provisionalidad del texto, al estar llamado a actualizarse, así como la compleja redacción de algunos de sus 164 numerales. La novedad del Vademécum no radica en su contenido, sino en ser expresión del cambio de mentalidad impulsado por el Papa Francisco en la Iglesia, orientado a hacer posible “un lugar justo para las víctimas”.
En la siguiente intervención la psicóloga Josefina Martínez afirmó que la experiencia con las víctimas de los abusos sexuales le ha permitido advertir el sentido de encarar el horror de ese flagelo. Una y otra vez, así lo puso de presente, ha escuchado el clamor doliente de la expresión “nunca más”. Es una necesidad de verdad conmovedora y desafiante: anima a un trabajo coordinado para que “no vuelvan a repetirse episodios de tanta angustia y oscuridad”.
El Director de CEPROME, padre Daniel Portillo Trevizo, enfatizó que la prevención tendrá futuro si es eclesial. Invitó a saber conjugar nuestros tiempos, a no caer en la tentación de una “mirada retrotópica”, a asumir con humildad la “osteoporosis eclesial” y a conjugar nuestras acciones en gerundio: “Los católicos de hoy somos llamados a pertenencer a esta Iglesia herida y lastimada por los abusos cometidos al interno de ella; comprometiéndonos para que el pasado no represente una añoranza enfermiza, sino que el futuro de la Iglesia se presente cada vez más rico de promesas y de esperanzas. Una Iglesia viva, presente y consciente de su historia, formada por los creyentes que aman la verdad y buscan incansablemente la justicia”.
Finalmente, se dirigieron al auditorio virtual, Monseñor Sergio Buenanueva, Coordinador del Consejo Pastoral para la Protección de Menores de la Conferencia Episcopal Argentina, y la hermana María Rosaura de González Casas, del Centre for Child de la Pontificia Universidad Gregoriana, para quienes la prevención ha sido el aspecto más olvidado en la Iglesia y requiere de una nueva “cultura relacional” ordenada a generar una “cultura de buen trato” en la Iglesia.
El marco allí presentado allana el camino para erradicar el flagelo de los abusos sexuales dentro de la Iglesia, así como la enorme necesidad de escuchar, poner cara y atender a las víctimas, siendo compresivos y misericordiosos, sabiendo que sufren mucho para así hacer todo lo necesario para aliviarlos y evitar que otros lo sufran.
![](https://cec.org.co/sites/default/files/2024-07/02-Resumen-informativo-del-segundo-dia-martes-2-de-julio-asamblea-electiva-nueva-presidencia-conferencia-episcopal-de-colombia.jpg)
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La familia defiende y protege la vida
Mar 11 Jun 2024
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Lun 1 Jul 2024
Espiritualidad, comunión y análisis regional: protagonistas en el primer día de la CXVII Asamblea de los Obispos Colombianos
Este lunes, 1 de julio, se desarrolló la primera jornada de la CXVII Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano en Bogotá. Un inicio lleno de espiritualidad, comunión y trabajo por grupos, con énfasis en el análisis del contexto del país, desde la realidad de las regiones que acompañan.La apertura se dio con la celebración de la Eucaristía presidida por el arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos. Durante la homilía, el prelado recordó el protagonismo del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia y la necesidad de invocar su presencia para discernir, conducir y proyectar, en unidad, las decisiones que se tomarán durante esta asamblea electiva, que deben tener, según indicó, un sentido especial de servicio a la Iglesia y al país.Posteriormente, la instalación del encuentro la protagonizó el mensaje del cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC, a sus hermanos. En él evocó, particularmente, cuatro bienaventuranzas, a manera de motivación para que, como pastores, sepan responder a los desafíos eclesiales y sociales del país: “Bienaventurados los obispos que se esfuerzan por vivir la austeridad”, “Bienaventurados los obispos que animan con su vida la misión”, “Bienaventurados los obispos que llegan hasta las lágrimas en su servicio” y “Bienaventurados los obispos que afrontan sin amargura las tribulaciones”.Serán más de 40 los encargos de liderazgo que realizarán los obispos durante esta Asamblea 117. Entendiendo la importancia del momento y la necesidad de hacerlo a la luz del Evangelio, el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá, dirigió una iluminación sobre los fundamentos espirituales de lo que significa discernir y elegir a sus hermanos obispos en cargos de responsabilidad. El purpurado lo hizo evocando algunos capítulos del Evangelio según San Marcos (Mc 3, 13-19) y del Libro de los Hechos de Los Apóstoles (Hch 1, 12-17, 21-26; Hch 6, 1-6).El cardenal Salazar también conectó este episodio electivo con las tres dimensiones que conforman la sinodalidad propuesta por el papa Francisco a la Iglesia: comunión, participación y misión. Recordó que, como pastores, deben ponerse al servicio del infinito amor de Dios por el pueblo; discernir los signos de los tiempos y tener presente que la Iglesia es testigo e instrumento de la salvación. Esto introdujo a los obispos en un momento especial de meditación personal y adoración en presencia del Santísimo Sacramento.El trabajo adelantado por el episcopado colombiano en la tarde de esta primera jornada se centró en el análisis de la realidad social del país por regiones; los aspectos allí abordaros también servirán de base para las decisiones que tomarán esta semana. Para ello, se dividieron en siete regiones, cada una conformada por dos provincias eclesiásticas: Bogotá-Tunja, Ibagué-Manizales, Florencia-Villavicencio, Bucaramanga-Nueva Pamplona, Medellín-Santa Fe de Antioquia, Cali-Popayán y Cartagena-Barranquilla.Tres preguntas guiaron dicho espacio: ¿Cuál es el problema social más arraigado en la región? ¿Cuáles son las características del país que desean ayudar a construir? ¿Cuáles son las principales líneas de acción para enfrentar el problema social identificado? Los encargados de moderar las reflexiones fueron los arzobispos. En el informativo ‘Así Va La Asamblea’, tres de ellos, comparten algunas de estas ideas: monseñor José Miguel Gómez Rodríguez, arzobispo de Manizales, monseñor Francisco Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja.También en esta emisión tres de los obispos nombrados en los últimos meses por el papa Francisco, entregaron su testimonio de lo que ha significado para ellos ser parte de esta primera asamblea: monseñor Alejandro Díaz García, obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Dimas Antonio Acuña Jiménez, obispo electo de El Banco y monseñor Edgar Jesús Mejía Orozco, obispo auxiliar electo de Barranquilla. Conozca los testimonios a continuación:
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Lun 1 Jul 2024
Austeridad, entrega en la misión, servicio y valentía: motivaciones del Cardenal Rueda a los obispos, a la luz de las bienaventuranzas
Este lunes, 1 de julio, inició la CXIII Asamblea Plenaria de los obispos colombianos. Durante la instalación del encuentro, que tendrá carácter electivo, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado, animó a los prelados a vivir la austeridad, entregarse en la misión, donarse en el servicio a sus comunidades, y afrontar las dificultades y fragilidades desde la verdad, con valentía y el anuncio del perdón.El Primado de Colombia inició su discurso inaugural haciendo alusión a Lucas 6, 20-23, donde Jesús pronuncia las bienaventuranzas a sus discípulos tras haberlos elegido en el ministerio apostólico. Les recordó a los obispos que esta primera enseñanza también se traslada a su misión como sucesores de los doce apóstoles, por lo que es fundamental hacer una relectura de ella, especialmente en este año de la oración, que prepara a la Iglesia Universal para el Jubileo de la Esperanza 2025.El Cardenal Luis José Rueda afirmó que, frente a los retos a los que está expuesta la esperanza, es normal que surja la tentación de la desconfianza, pero que el cristiano, y aún más, el obispo, puede afrontar las situaciones más adversas, con su confianza puesta en el misterio de la cruz y de la resurección del Señor. Animando y reconfortando a sus hermanos, compartió así su reflexión sobre las bienaventuranzas:“Bienaventurados los obispos que se esfuerzan por vivir la austeridad”. Enfatizó en la importancia de la vida austera, se refirió a ello como “un mensaje poderoso y un gran aporte para la paz en Colombia”; un ejemplo de lucha contra la corrupción y la codicia que tanto daño causa.“Felices los obispos que aprendiendo de Jesús viven el espíritu de la pobreza y el desapego, son servidores humildes que no viven de la imagen, sino que, en la propia conciencia saben con sinceridad quienes son, y ponen su corazón en el verdadero tesoro que es Cristo crucificado y resucitado, vivo y cercano cada día”.“Bienaventurados los obispos que animan con su vida la misión”. Recordó a los obispos el llamado que se les ha hecho a entregarlo todo por la misión evangelizadora. De esta forma, los convocó a estar dispuestos a trabajar en conjunto con las diversas vocaciones dentro de la Iglesia colombiana, y así, caminar hacia la verdadera sinodalidad.“Felices los obispos que son agradecidos con el pequeño paso que se pudo dar, que saben mantener la serenidad, aunque el lobo esté al acecho, que no pierden la esperanza, aunque al revisar las duras labores por la evangelización, pareciera que la cizaña estuviera ahogando el trigo, son obispos que confían en la acción del Espíritu Santo, y son capaces de ponerse en silencio y de rodillas para agradecer ante el sagrario, después de una jornada de aparentes fracasos”.“Bienaventurados los obispos que llegan hasta las lágrimas en su servicio”. Los invitó a reconocerse vulnerables y frágiles, y que, a su vez, se descubran reconfortados y consolados por el amor de Dios Padre. Además, a ser servidores de la esperanza en sus comunidades, sabiendo leer e interpretar los signos de los tiempos.“Son obispos con capacidad para consolar al que está afligido, son hermanos que prefieren llorar que sucumbir, son aquellos que no se dejan deslumbrar por las estadísticas, son capaces de conmoverse ante el sufrimiento de las personas y de la ciudad, y lloran por amor, uniéndose a las lágrimas de Jesús por Jerusalén”.“Bienaventurados los obispos que afrontan sin amargura las tribulaciones”. Con esta bienaventuranza finalizó el Cardenal Rueda Aparicio animando a sus hermanos en el ministerio apostólico, a tomar la cruz de la misión y a avanzar con valentía dejándose acompañar. Mencionó que, de esta forma, pueden escuchar la voz del Espíritu Santo, por ejemplo, en medio del sonido ensordecedor de las noticias falsas.“Son Obispos que tienen en su conciencia el signo de María, serena y fiel junto a la cruz de su Hijo, que mantienen la paz ante la injuria y la difamación. Son obispos convencidos de que nada los podrá separar del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús (…) Son hombres que han recibido en su vida personal el perdón y logran anunciarlo con sus actitudes y palabras en medio del Pueblo Fiel de Dios, llevan el bálsamo de la misericordia como una gracia desbordante, saben que a pesar de las presiones externas y las fragilidades internas, nadie los podrá separar del amor de Cristo, ni la angustia, ni la persecución, ni la desnudez, ni los peligros, ni la guerra (Cfr Rm 8, 31 - 39).En su discruso, el Arzobispo de Bogotá manifestó gratitud por el apoyo y la confianza depositada durante los tres años que ejerció como presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia; también lo hizo en nombre de sus hermanos en la dirección, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos (arzobispo de Popayán y vicepresidente) y monseñor Luis Manuel Alí Herrera (obispo auxiliar de Bogotá y secretario general). Además, extendió su agradecimiento al padre Jorge Bustamante Mora (actual secretario general encargado) y a cada uno de los "hermanos y hermanas del Secretariado Permanente del Episcopado de Colombia (SPEC)", por su servicio. Al tiempo, manifestó su disposición para seguir apoyando a quienes en esta CXVII Asamblea Plenaria resulten elegidos en estos roles."Es hermoso ver que somos discípulos misioneros itinerantes, es bello dar un signo de libertad a la Iglesia de Colombia y a la sociedad de nuestro país, un signo de libertad ante la tentación de sentirse indispensables, porque estamos convencidos de que el Espíritu Santo elige, capacita y acompaña siempre nuevas expresiones de liderazgo sinodal, al servicio de su Pueblo Santo", concluyó el Cardenal Luis José.
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Sáb 29 Jun 2024
Dos nuevos nombramientos del papa Francisco para Colombia: Obispo de la Diócesis de Engativá y Obispo Auxiliar de Bogotá
La Santa Sede dio a conocer dos nuevos nombramientos episcopales para la Iglesia colombiana. Monseñor Germán Medina Acosta, quien desde agosto de 2021 se venía desempeñando como obispo auxiliar de Bogotá, fue designado por el papa Francisco como Obispo de la Diócesis de Engativá; y el padre Edwin Raúl Vanegas Cuervo, quien ejercía desde el 10 de abril de 2024 como Vicario Episcopal Territorial de San José en esta misma jurisdicción, fue nombrado Obispo Auxiliar de Bogotá. Ambos pastores han sido formadores y rectores del Seminario Conciliar de Bogotá.Monseñor Germán Medina fue ordenado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá el 14 de agosto de 2021 por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Posteriormente, fue designado Vicario Episcopal de la Evangelización y Vicario Episcopal para el Anuncio, Formación en la Fe y Diálogo con la Cultura, así como miembro del Consejo Presbiteral.Tras este nuevo nombramiento por parte del Santo Padre, monseñor Medina relevará en la Diócesis de Engativá a monseñor Francisco Antonio Nieto Súa, quien desde julio de 2015 pastoreaba esta jurisdicción. En septiembre del 2023 monseñor Nieto cumplió setenta y cinco años, la edad límite para ejercer dicho oficio eclesiástico.Por su parte, el padre Edwin fue ordenado sacerdote en la Arquidiócesis de Bogotá el 4 de diciembre de 1999 por el cardenal Pedro Rubiano Sáenz (Q.E.P.D.). Es especialista en Teología Fundamental de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (2009), Licenciado en Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana (2011) y adelantó estudios doctorales en Teología en la Universidad Pontificia Comillas – Madrid (2015). Tras desempeñarse como Rector del Seminario Mayor desde el año 2018, fue designado por el cardenal Rueda Aparicio, para acompañar a las comunidades urbanas y rurales de la Vicaría de San José, ubicada en el sur oriente de Bogotá, donde abarca el territorio de 4 localidades de la capital y 11 municipios de Cundinamarca.Ahora, el presbítero se unirá al cardenal Luis José Rueda Aparicio y a monseñor Alejandro Díaz García, también obispo auxiliar de Bogotá, en la misión de pastorear la Sede Primada de Colombia.Biografía de monseñor Germán Medina AcostaMonseñor Germán Medina Acosta nació en Bogotá el 25 de febrero de 1958.Realizó sus estudios secundarios en el Seminario Menor de Bogotá (1975) y los de Filosofía (1978) y Teología (1982) en el Seminario Mayor de Bogotá. Es licenciado en Teología (1989) de la Pontificia Universidad Javeriana. Magister en Psicología Comunitaria (1996) de la Pontificia Universidad Javeriana. Especialista en Ética y Pedagogía de Valores (1998) de la Pontificia Universidad Javeriana. Doctor en Teología (2002) de la Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Fue ordenado sacerdote el 11 de junio de 1983 por el cardenal Aníbal Muñoz Duque, para el servicio de la Arquidiócesis de Bogotá.Entre sus encargos pastorales, se destacan:-Vicario parroquial en Nuestra Señora del Ave María (1983).-Miembro del equipo de directores del Seminario Menor de Bogotá (1984).-Coordinador del equipo arquidiocesano de Pastoral Juvenil (1985). Capellán en el Colegio del Rosario (1986).-Primer Capellán en la Universidad Nacional y Párroco en los Santos Ángeles Custodios (1996).-Arcipreste del Arciprestazgo N° 1.3 (1999).-Miembro del equipo de formadores del Seminario Mayor (2002). Miembro del Consejo del Diaconado Permanente (2003).- Miembro del Consejo Presbiteral (2008).-Rector del Seminario Mayor de San José (2010).-Miembro del Consejo Presbiteral (2014).-Párroco en San Juan de Ávila (2015).-Miembro del Consejo Presbiteral, en representación de la Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro y animador del equipo arquidiocesano para la formación permanente (2016). -Ratificado como miembro del Colegio de Consultores, nombrado vicario episcopal territorial de San Pedro y vicario general de la Arquidiócesis de Bogotá desde el mes de junio de (2017).-El 11 de julio de 2021 fue nombrado por el papa Francisco como Obispo titular de Aradi y Obispo auxiliar de Bogotá. Su ordenación episcopal fue el 14 de agosto de 2021, ese mismo día tomó posesión de su cargo.Biografía de monseñor Edwin Raúl Vanegas CuervoEl padre Edwin Raúl Vanegas Cuervo nació en Bogotá el 21 de mayo de 1975.Cursó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Conciliar de Bogotá. Fue ordenado sacerdote en la Arquidiócesis de Bogotá el 4 de diciembre de 1999 por el cardenal Pedro Rubiano Sáenz.Es especialista en Teología Fundamental de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (2009), Licenciado en Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana (2011) y adelantó estudios doctorales en Teología en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid (2015).Tras desempeñarse como Rector del Seminario Mayor desde el año 2018, en abril del presente año, fue designado por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, para acompañar las comunidades urbanas y rurales de la Vicaría Territorial de San José, en la Sede Primada de la Iglesia Católica colombiana.Entre sus encargos pastorales, se destacan:- Vicario Parroquial de Santa María Madre de Jesús (1999).- Párroco de San Juan Neumann (2000 - 2004).- Miembro del Equipo de Pastoral Vocacional Arquidiocesano (2005-2006).- Formador (2009 - 2018) y Rector (2019 - 2024) del Seminario Conciliar San José de Bogotá.- Coordinador Arquidiocesano de Diálogo Ecuménico e Interreligioso (2013 - 2016)- Animador Arquidiocesano para la Formación Permanente del Clero (2018).- Vicario Episcopal Territorial de San José (2024 hasta la fecha).
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Vie 28 Jun 2024
Obispos colombianos vivirán una nueva asamblea electiva del 1 al 5 de julio: piden a los fieles orar por este momento
Desde el próximo lunes 1 hasta el viernes 5 de julio, los obispos colombianos se reunirán en Bogotá para desarrollar su CXVII Asamblea Plenaria. En esta oportunidad, el encuentro tendrá como propósito central elegir a quienes liderarán el trabajo de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) durante el trienio 2024 – 2027.Durante esta asamblea los prelados decidirán quiénes serán los encargados de desempeñar durante este período los roles de presidente, vicepresidente y secretario general; determinarán cómo quedarán conformadas las comisiones episcopales y quiénes las presidirán. Además, designarán a aquellos sacerdotes, religiosas y laicos que, desde las diversas áreas del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), conducirán estratégica y operativamente la materialización de la misión de la Iglesia colombiana, a partir de las líneas propuestas por la CEC.Setenta y ocho pastores activos, incluyendo a los administradores diocesanos de Duitama, Vélez y Santa Rosa de Osos y al Provicario Apostólico de Guapi; así como doce obispos eméritos, han confirmado su participación en este encuentro. En él también se abordarán diversos temas de la actualidad eclesial y social, para definir criterios que le permitan a la Iglesia seguir respondiendo a los desafíos del país, a la luz del Evangelio, teniendo como prioridad el bien común y partiendo de las realidades concretas que se presentan en los territorios que acompañan los obispos.Fieles, ¡A orar por las elecciones en la Conferencia Episcopal de Colombia!Entendiendo que este acontecimiento es tan importante para el episcopado, como para los demás miembros de la Iglesia que peregrina en Colombia, la actual Comunidad de Presidencia, integrada por el cardenal Luis José Rueda Aparicio (presidente), por monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos (vicepresidente) y por el padre Jorge Enrique Bustamante Mora (secretario general encargado), proponen al Pueblo de Dios intensificar durante los próximos días su oración, teniendo presente esta intención.“La oración nos introduce en una intimidad particular con Dios, en una sociedad con Él, la oración tiene poder, por eso quiero extenderles esta invitación para una campaña de oración por la próxima asamblea de la Conferencia Episcopal de Colombia (…) La Conferencia Episcopal dinamiza todas las tareas y nos unifica en propósito al servicio del país, los invitamos para que oren intensamente, de modo que cada elección, esté dentro del marco de los propósitos de Dios; las personas que resulten elegidas, deben servir a partir del querer de Dios, contamos con su oración”, expresó monseñor Omar Alberto, arzobispo de Popayán, en representación de sus hermanos en el episcopado.El cierre de esta asamblea plenaria coincidirá con el XIII Congreso Nacional Misionero, a través del cual la Iglesia colombiana conmemorará 100 años de haberse celebrado el primero de estos encuentros. El congreso significó un despertar misionero histórico en el país y sirvió de inspiración para otras Iglesias del continente. Ahora, al celebrar su centenario, servirá para renovar las fuerzas de la tarea evangelizadora. Los obispos participarán en este congreso centenario que se estará desarrollando desde el viernes 5 hasta el domingo 7 de julio en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.Vea a continuación la primera emisión de Así Va La Asamblea, el informativo del Episcopado Colombiano, en el contexto del encuentro 117: