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Unidad, escucha y trabajo por la reconciliación: llamados del Papa Francisco a los obispos
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Tras más de dos horas de diálogo abierto, tranquilo y fraterno con el Papa Francisco, este viernes 21 de abril sobre el medio día romano, los siete arzobispos de las provincias eclesiásticas de Popayán, Cali, Barranquilla, Cartagena, Manizales, Medellín y Santa Fe de Antioquia, quienes junto a sus otros 27 hermanos obispos se encontraban desde el pasado lunes 17 en la Ciudad del Vaticano llevando a cabo su Visita Ad Limina Apostolorum 2023, ofrecieron una rueda de prensa. Allí dieron a conocer detalles de esta importante experiencia de comunión que no solo representa momentos inolvidables para ellos como pastores, sino que, además, animan y fortalecen la misión evangelizadora de toda la Iglesia Católica que peregrina en Colombia.
Durante el pronunciamiento conjunto, monseñor Omar Alberto Sánchez, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), categorizó esta Visita Ad Limina, durante la cual han vivido de manera directa el espíritu sinodal, en tres dimensiones concretas: teológica, espiritual y pastoral.
Por su parte, monseñor Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín, ha precisado que esta visita es, ante todo, una peregrinación que no solo realiza el obispo a través de su presencia física en Roma sino toda su diócesis junto a él, pues, según ha dicho, este “trae la vida pastoral y la vida eclesial de la diócesis y en nombre de la diócesis ora en la tumba de los apóstoles; en función de ella, consulta en los dicasterios romanos y tratando de realizar mejor cada vez su misión, se une al obispo de Roma para vivir la unidad y para encontrar allí criterios” para su misión.
Refiriéndose a la experiencia y recordando que para muchos de los obispos colombianos esta fue su primera oportunidad para vivir una Visita Ad Limina, puesto que la última vez que le correspondió al país fue hace 12 años durante el pontificado de Benedicto XVI, monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali, ha dicho que, en medio de ese recambio generacional, para los pastores que viajaron en este grupo, la alegría y la emoción también fueron sensaciones permanentes durante la semana.
A propósito de las reuniones sostenidas en los 15 organismos de la Curia Romana que hicieron parte de su agenda, monseñor Rodríguez afirmó que tuvieron importantes espacios de retroalimentación para dar a conocer el compromiso evangelizador y social de la Iglesia colombiana en todos los campos, en todos los territorios, con miles de agentes de pastorales que han asumido esta importante misión, más allá de los retos que permanentemente se presentan en nuestro contexto actual.
Sobre este aspecto de la visita también habló monseñor Hugo Alberto Torres Marín, arzobispo de Santa Fe de Antioquia. Para él los llamados de los prefectos (o presidentes) de estas oficinas al servicio de la misión del Papa como pastor de la Iglesia Universal, así como de sus equipos, fueron contundentes. “Nosotros vinimos a beber en la fuente del magisterio del Santo Padre y de los criterios teológicos, administrativos y de evangelización de cada uno de los dicasterios, que lo que hicieron fue decirnos: “Tomen conciencia de que ustedes son los obispos y, por tanto, son los promotores de la conversión personal y episcopal, de la creatividad pastoral” (…) Nos dijeron: “Sean de verdad profetas, más allá de los populismos y no se casen con ningún sistema de pensamiento político”.
Al respecto, monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, quien ya había vivido esta experiencia, destacó que para ellos fue una sorpresa muy grata encontrar estos dicasterios totalmente renovados a partir de la reforma promovida por el Papa Francisco y, desde allí, ser testigos de la presencia de la mujer en todas las estructuras. Aspecto, que, según ha dicho, implica un compromiso concreto que deben asumir frente al impulso o fortalecimiento de este tipo de procesos en sus Iglesias particulares.
Las principales exhortaciones del Santo Padre
La cúspide de la Visita Ad Limina, así ha calificado monseñor Omar Alberto Sánchez el encuentro que tuvieron con el pontífice en la Biblioteca Vaticana. De acuerdo con el vicepresidente del episcopado, durante este diálogo, que se dio como continuidad al ya sostenido con los obispos que viajaron en el primer grupo durante el pasado mes de marzo, la mayoría de los obispos le pudo preguntar al Santo Padre lo que era de su interés y él, “con alegría y fino humor fue dándonos respuesta a estas múltiples preguntas”, precisó el arzobispo de Popayán.
De acuerdo con los prelados el Papa tiene a nuestro país en su corazón y está muy bien contextualizado sobre la realidad nacional. Por ello, recordando también durante esta audiencia la visita apostólica que realizó en el año 2017, donde invitó a todo el pueblo colombiano a dar “el primer paso”, los exhortó a fortalecer su unión y así, seguir trabajando de manera decidida por la reconciliación y la paz del país. Según han mencionado los obispos, el Papa ha dejado ver su enorme dolor porque el país no logra reconciliarse, aludiendo a que Colombia lleva más de 60 años en guerra, que tiene múltiples heridas y que necesita del perdón.
Al respecto de ello, monseñor Omar recordó que al primer grupo de obispos el Santo Padre le pidió que no cesaran ningún esfuerzo por la paz de Colombia. Por esta razón, a propósito del proyecto político por la paz que adelanta con diferentes actores ilegales el actual gobierno del presidente Gustavo Petro, el arzobispo ha dicho también que esta apuesta de paz tiene una meta altísima y una complejidad que está al mismo nivel, por lo que puede ser ambicioso, pero también legítimo. Según lo expresó, la experiencia del acuerdo de paz con las Farc ha mostrado que tener en cuenta a uno solo grupo parece no ser el remedio.
De acuerdo con el prelado, el Papa Francisco les ha pedido hacer esfuerzos por seguir ambientando la vocación de paz en Colombia, recordando que no es viable ver una solución a corto plazo para situaciones que el país ha padecido por tanto tiempo. Por lo que ha dicho que, inspirados en las palabras del pontífice regresan a sus jurisdicciones con un propósito firme de seguir emprendiendo esta misión. “Sin perder nuestras identidades y marco propio como Iglesia sumaremos a todo lo que esté a nuestro alcance”, así lo afirmó el pastor del departamento del Cauca, un territorio donde la realidad del conflicto armado y la violencia deja diariamente múltiples dolores.
Por otra parte, monseñor Hugo Alberto Torres indicó que el Papa les pidió aumentar su cercanía con el pueblo de Dios y estar cada día más dispuestos a la escucha, a vivir la misericordia, “que lo seamos con todas las personas, especialmente con los evangelizadores, que se sienten a veces superados por las crisis existenciales que vivimos”, es como lo ha descrito el arzobispo de Santa Fe de Antioquia.
El arzobispo de Cali y el arzobispo de Medellín han dicho también que otro llamado concreto del Santo Padre en el espacio fue al discernimiento. Afirmó monseñor Ricardo Tobón que les ha pedido abrirse a la acción del espíritu en cada Iglesia particular, trabajar de manera creativa y no sencillamente llevar a cabo acciones “prefabricadas” desde otras realidades.
Según lo han indicado los arzobispos durante la rueda de prensa, otros temas importantes como el trabajo con los jóvenes, la conversión pastoral y la necesidad de volver a las raíces y enseñanzas de quienes primero nos evangelizaron, también hicieron parte de estos importantes consejos del Papa Francisco.
Así, culmina la Visita Ad Limina Apostolorum 2023 de los 73 obispos de Colombia, en la que viajaron hasta los umbrales de los apóstoles en Roma para recordar las raíces de su fe, confirmar su comunión con la Iglesia Universal y hallar elementos clave para fortalecer la acción misionera de la Iglesia en Colombia.
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A continuación, podrá ver la transmisión de la rueda de prensa:
La familia defiende y protege la vida
Mar 11 Jun 2024
Mar 25 Jun 2024
Falleció monseñor William de Jesús Ruiz Velásquez, Prefecto Apostólico Emérito de Leticia
A sus 82 años de edad, falleció monseñor William de Jesús Ruiz Velásquez, quien, entre el 8 de julio de 1997 y el 23 de octubre del 2000, se desempeñó como Prefecto Apostólico de Leticia (Amazonas). El pastor antioqueño fue el segundo en desempeñar este oficio, antes que dicha circunscripción eclesiástica fuera elevada a Vicariato Apostólico por el papa Juan Pablo II.La muerte de monseñor Ruiz Velásquez se produjo en la madrugada de este martes 25 de junio en la ciudad de Medellín, donde vivía desde el año 2016 en una casa familiar.Monseñor William de Jesús nació el 2 de octubre de 1941 en el municipio de Entrerríos (Antioquia). Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Conciliar Santo Tomás de Aquino de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. Cursó una maestría en Catequesis en la Universidad Católica de París (Francia).Fue ordenado sacerdote para el clero esa misma jurisdicción el 11 de septiembre de 1966, por monseñor Miguel Ángel Builes. Allí desempeñó múltiples oficios pastorales, entre ellos: Vicecanciller de la Curia y Notario del Tribunal Eclesiástico (1969), Promotor Diocesano de la Pastoral Vocacional (1973), Vicario de Pastoral de la Diócesis (1995) y Coordinador de la Pastoral Familiar (1996). En julio de 1997 fue nombrado Prefecto Apostólico de Leticia, misión que desempeñó por tres años.Al regresar a su región natal, entre los años 2001 y 2016 fue párroco en los municipios de Amalfi, Yarumal y Donmatías. Allí apoyó también diferentes procesos de desarrollo municipal e impulsó iniciativas asociadas a la educación, la defensa de la vida y la institucionalidad.Fue colaborador permanente del Consejo de Administración de la Cooperativa Fraternidad Sacerdotal.El padre Luis Alfonso Urrego Monsalve, administrador diocesano de Santa Rosa de Osos, expresó sus condolencias a familiares y amigos del presbítero, e informó que las exequias se celebrarán este miércoles 26 de junio, a las 3:00 p.m., en la Catedral Metropolitana de Medellín.
Mar 25 Jun 2024
Finaliza la segunda etapa de ‘Iglesias seguras y protectoras’: la última jornada de formación en prevención de abusos se desarrolló en la Provincia de Barranquilla
Entre el 19 y el 21 de junio, en la ciudad de Barranquilla, se llevó a cabo la última jornada de capacitación de la iniciativa ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’ implementada por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) con el auspicio de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Un proyecto que tiene como finalidad promover la atención y prevención de abusos y violencias en las diferentes regiones del país.A este llamado por la cultura del cuidado en la Iglesia Católica acudieron alrededor de 500 personas, entre obispos, sacerdotes, consagrados y laicos de la Arquidiócesis de Barranquilla y de las diócesis de Riohacha, Santa Marta, Valledupar y El Banco, jurisdicciones que conforman la Provincia Eclesiástica de Barranquilla.Como parte de la agenda desarrollada en esta última etapa, se implementaron diferentes talleres y conferencias sobre la cultura del cuidado: los desafíos a nivel social y eclesial, la generación de entornos protectores y la atención a víctimas. También se presentaron las líneas guía, líneas operativas y buenas prácticas propuestas por la CEC. Estos espacios estuvieron a cargo de los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, del Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal y del presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá, monseñor Pedro Mercado.La psicóloga Diana Suárez, miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, comenta que se pudo dar un encuentro como comunidad eclesial para trabajar en aspectos que, en materia de prevención, son de gran importancia. De ellos, destacó el reconocimiento de la realidad sobre la problemática de violencia sexual en cada territorio de la Provincia de Barranquilla, así como la evaluación de los factores de protección que favorezcan el cuidado, de manera especial, de niños, niñas y adolescentes.Por una cultura del cuidado con rostro provincialEstos tres días de formación significaron el encuentro fraterno de una “Iglesia viva, actuante y alegre”, así lo indicó la doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta de ese organismo de la CEC.De acuerdo con monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, los prelados de las cinco Iglesias particulares estuvieron de acuerdo con que estas jornadas coincidieran con la formación obligatoria de sus cleros, de tal manera que se les diera la mayor importancia posible. “Para la provincia ha sido un momento providencial porque también nos ha permitido acercarnos de manera mucho más profunda y consistente al Sistema para la Cultura del Cuidado que ha impulsado la Conferencia Episcopal. Diríamos que ahora este sistema va a adquirir un rostro provincial, el rostro de la Provincia de Barranquilla”, así lo expresó monseñor José Mario Bacci Trespalacios, obispo de Santa Marta.Monseñor Bacci Trespalacios, indicó también que ahora cada Iglesia particular tiene como tarea no solo divulgar los contenidos abordados, sino también profundizar en cómo hacer vida la cultura del cuidado en todos los ámbitos eclesiales.Una cultura del cuidado que no se agota en las jornadas de las provincias“Es muy importante reconocer que el ejercicio no se puede quedar solamente en esta capacitación o en las capacitaciones realizadas en las diferentes provincias. Es necesario que esta información también sea comunicada con los diferentes miembros que hacen parte de los ambientes eclesiales y de allí la importancia de realizar un trabajo muy riguroso con las comunidades”, señaló la doctora Diana Suárez.La piscóloga, quien, además, coordina la Oficina del Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, señaló también la necesidad de sensibilizar a los agentes de evangelización y a los padres de familia sobre los riesgos que hay en el entorno digital para los menores y en las normas específicas para el cuidado y la protección de todos los que hacen parte del ambiente eclesial. Además, brindar un acompañamiento integral a las personas que han sufrido a causa de abusos o violencias, sin riesgo a revictimizarlas.Al cierre de estas jornadas, monseñor Pedro Mercado, indicó que, a pesar de que la primera parte del proyecto se ha cumplido, la labor pedagógica debe continuar, de manera especial, con los futuros pastores de la Iglesia: “Hay que acentuar todavía más la prevención e ir sobre todo a los seminarios para que la cultura del cuidado no llegue ya en un momento tardío de la formación sacerdotal, sino precisamente cuando se está gestando ese futuro ministro, ese futuro sacerdote, servidor del pueblo de Dios. De tal manera que, desde esa etapa temprana, la cultura del cuidado haga parte de su formación para un servicio integral a la Iglesia”, remarcó monseñor Mercado.De esta forma, concluyeron las jornadas de capacitación sobre atención y prevención de abusos implementadas por la Conferencia Episcopal de Colombia en once de las catorce provincias eclesiásticas del país, desde la iniciativa ‘Iglesias Seguras y Protectoras’. La Oficina para la Cultura del Cuidado continuará animando y articulando otros procesos formativos en diversas instituciones eclesiales bajo el propósito de aportar a la construcción del Sistema para la Cultura del Cuidado propuesto por los obispos en las ‘Líneas guía’.Vea el resumen informativo de la jornada:Para conocer más información sobre el trabajo de la Iglesia colombiana por la cultura del cuidado, haga clic aquí.
Vie 21 Jun 2024
En “La Sucursal del Cielo”: Iglesia, Estado y comunidad luchan juntos contra el hambre
Con la operación de 713 comedores, ubicados en las 22 comunas y en 15 corregimientos del Distrito Especial de Santiago de Cali, la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Cali, en articulación con la Alcaldía de la capital vallecaucana y gracias al apoyo de gestores de la comunidad, diariamente brinda alimento a 58.000 personas de diferentes edades que tienen grandes necesidades económicas.En el caso de la Iglesia, la iniciativa se realiza mediante un servicio conocido como “Diaconía del Pan”. Desde el cual no solo brindan alimento material sino también espiritual a personas de escasos recursos.A través de estas acciones, la Arquidiócesis de Cali busca hacer vida la Doctrina Social de la Iglesia. Es así, como el padre Diego Fernando Guzmán, delegado de la pastoral social arquidiocesana, comenta que, hace aproximadamente nueve años, existe una alianza con el Distrito de Cali y los gestores sociales, mediante la cual se ha generado un impacto social importante para mitigar el hambre, un problema de grandes dimensiones en la denominada “Sucursal del Cielo”.“Desde esta acción conjunta logramos que la acción del Evangelio, el amor misericordioso de Jesucristo, la invitación a la fraternidad, a la mano tendida para el más pobre, pues se pueda hacer realidad, se pueda hacer efectiva”, agregó el sacerdote.De ollas a comedores comunitariosLa historia de estos comedores se remonta a 1996 con la creación de la Comisión Arquidiocesana Vida, Justicia y Paz y del Banco de Alimentos, por iniciativa de monseñor Isaías Duarte Cancino. El pastor que abanderó una lucha decidida contra la violencia y la defensa de los derechos humanos. Lucha que, seis años más tarde, le costaría la vida, pues fue asesinado, al parecer, por sus fuertes denuncias en el marco del conflicto armado que afectada a la capital vallecaucana y a muchas otras regiones del país.En el año 2015, la Arquidiócesis y la Alcaldía de Cali firmaron el primer convenio para trabajar por la mitigación del hambre. Con el apoyo de un importante número de laicos que hasta hoy desempeñan labores de gestores, pusieron en funcionamiento 46 espacios denominados “ollas comunitarias”, a través de los cuales alimentaban a cerca de 6.000 personas.En dichas “ollas” se unían diferentes familias, lideradas en su mayoría por las mujeres, para cocinar y compartir grandes cantidades de alimento como medio de supervivencia, debido a la difícil situación económica y la enorme ola de violencia que golpeada su territorio. En dicha misión, al calor de fogón de leña, prevalecía siempre el sentido por el bien común.Con el pasar de los años la iniciativa se fue fortaleciendo y permitió pasar “de las ollas”, a la creación de un programa más integral de comedores comunitarios. Desde él, ya no solo buscan brindar alimento material sino también alimento espiritual y acompañamiento psicosocial a las personas beneficiadas. Además, han logrado crear huertas comunitarias y apoyar emprendimientos locales, entre ellos, de pequeños productores, favoreciendo así el desarrollo y empoderamiento de las comunidades.Conozca más detalles ingresando aquí.
Jue 20 Jun 2024
Iglesia en Boyacá recibió formación en atención y prevención de abusos: casi 800 personas participaron
Entre el 12 y el 14 de junio, Duitama fue sede de las jornadas regionales de capacitación sobre atención y prevención de abusos desarrolladas por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en el marco de la iniciativa “Iglesias Seguras y Protectoras”. En esta oportunidad, con obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosas y laicos de la Provincia Eclesiástica de Tunja. De manera especial, de las cuatro jurisdicciones de Boyacá: la Arquidiócesis de Tunja y las diócesis de Duitama-Sogamoso, Garagoa y Chiquinquirá.Cerca de 800 personas de zonas urbanas y rurales del departamento acudieron a esta convocatoria, liderada por los obispos y los miembros de los organismos encargados de la cultura del cuidado en cada una de estas Iglesias particulares . También asistieron algunos representantes de la Diócesis de Yopal, que hace parte de esa provincia.Se trata del cuarto ciclo de formación por provincias eclesiásticas facilitado en lo que va corrido del 2024 por el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y el Departamento de Comunicaciones de la CEC, así como por el Presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá, monseñor Pedro Mercado. En él, se llevaron a cabo conferencias, talleres y diálogos específicos en torno a temáticas como: claves para generar entornos protectores, elementos psicosociales para identificar situaciones de abuso, fundamentos canónicos para la atención y aspectos necesarios para comunicar con enfoque de cuidado y prevención.“Este momento ha sido un paso más, un escalón más, en todo el compromiso que tenemos las diferentes diócesis de esta jurisdicción, en esta cultura del cuidado y ser verdaderas apóstoles de la prevención”, expresó el padre Ricardo Alonso Lache, también de la Diócesis de Garagoa.Sobre el sentido fundamental de la cultura del cuidado y las reflexiones suscitadas durante las jornadas, monseñor Julio Hernando García Peláez, obispo de Garagoa, afirmó: “Se trata de un acto de responsabilidad en lo que es la Iglesia como tal, que debe continuar la obra de Jesús, atendiendo de modo especial a los niños y brindándole a los niños ambientes seguros. Jesús bendecía a los niños. Nosotros estamos para cuidar a los niños y bendecirlos.”Por su parte, el padre Óscar Pinzón, administrador diocesano de Duitama, destacó la necesidad de afianzar cada vez más el trabajo por la cultura del cuidado a nivel provincial, así como los retos que tienen tras esta formación:"Aquí en Boyacá el tema provincial está muy muy arraigado y hemos trabajado de la mano las diócesis vecinas, conformando una suerte de comisión o Delegación Provincial para la Cultura del Cuidado, con la cual nos reunimos mes a mes, hemos preparado también remotamente este encuentro de Iglesias particulares, pero sigue el esfuerzo de ver qué nos hace falta: perfeccionar los decretos con los cuales se crean las comisiones, las oficinas, también de los materiales y de las formas en que en cada diócesis podemos llegar a ser multiplicadores de esta buena noticia".Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja también valoró la actividad como una oportunidad para aclarar dudas y unificar criterios. Además, aprovechó para hacer una invitación especial que permita seguir fortaleciendo el Sistema para la Cultura del Cuidado que ha sido definido por la Iglesia Católica colombiana:"Invitar a todos los que ya han pasado también por esta formación a que demos un paso adelante: que se estabilice en cada una de las jurisdicciones la oficina, como lo ha pedido el papa Francisco "Vos Estis Lux Mundi", que haya un organismo en el cual la gente tenga fácil acceso a todo lo que tiene que ver con denuncias o prevención de este fenómeno, de los abusos de poder, de conciencia y sexuales, que tanto dolor causan en la sociedad y específicamente nuestra Iglesia".Las jornadas finales de este ciclo formativo se están desarrollando entre el 19 y el 21 de junio con las jurisdicciones que conforman la Provincia Eclesiástica de Barranquilla. Así, la Conferencia Episcopal de Colombia clausurará la segunda etapa de este proyecto, que ha sido auspiciado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.Vea a continuación el informe del evento: