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cultura del cuidado

Mié 21 Jun 2023

En Pasto culminó la primera etapa de la iniciativa 'Iglesias Particulares Seguras y Protectoras'

Del 14 al 15 de junio, la Diócesis de Pasto acogió las últimas jornadas de capacitación del proyecto pedagógico que desde octubre del 2022 viene adelantando la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en las provincias eclesiásticas del país bajo el propósito central de apoyar a las jurisdicciones en la implementación de políticas orientadas a la protección de menores y prevención de la violencia sexual contra niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables en ambientes eclesiales. En el caso de la Provincia Eclesiástica de Popayán, conformada por la Arquidiócesis de Popayán, las diócesis de Pasto, Ipiales y Tumaco, así como por los vicariatos apostólicos de Guapi y Tierradentro, más de 300 personas, entre obispos, ministros ordenados, consagrados y fieles laicos participaron en el espacio desarrollado a través de diferentes conferencias y talleres prácticos. El proceso, que ha tenido como documento orientador las ‘Líneas guía para la cultura del cuidado’ de la CE, ha contado con el apoyo directo de los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, organismo de la Iglesia Católica colombiana presidido por la doctora Ilva Myriam Hoyos Castañeda, quien afirmó que, aunque durante este recorrido se han “advertido heridas de personas que, de una u otra forma, se sienten afectadas, también se han encontrado miradas y rostros esperanzadores por el accionar y por el caminar de la Iglesia” en este rumbo de la prevención. Durante el acto de instalación de las jornadas en Pasto, monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo de esa jurisdicción, indicó que este proyecto “es resultado del discernimiento y el trabajo colegial del episcopado de Colombia” sobre el que han pensado que “esta realidad dolorosa de los abusos cometidos contra menores y personas vulnerables, nos debe llamar necesariamente a la conversión, a la purificación, pero, sobre todo, al compromiso con la prevención”. Según ha dicho monseñor José Saúl Grisales, obispo de la Diócesis de Ipiales, también presente en el evento, esta formación ha posibilitado “una toma de conciencia que llama a todos a sentirse involucrados porque la protección, el cuidado, la cercanía, el respeto, la justicia, la atención de las personas que han sufrido alguna vulneración en algún momento, es una manera de hacer posible que vivamos hoy el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo”. Por su parte, el Vicario Apostólico de Guapi, monseñor Carlos Alberto Correa, ha rescatado la posibilidad de ver de frente esta compleja realidad, pero aprendiendo que “tenemos una Iglesia que humaniza…Nos coloca una tarea, esta tarea de acercarnos a esta realidad con la claridad de la caridad”. Agregó también monseñor Correa que de este espacio de capacitación llevan importantes insumos “con esperanza y con alegría, con entusiasmo y con fortaleza, porque tenemos una provincia eclesiástica que acaba de crecer”. Seis provincias eclesiásticas fueron sede de realización de la primera parte de estas jornadas de capacitación en prevención de abusos adelantadas por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) gracias al trabajo articulado con las diferentes jurisdicciones y al apoyo solidario de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Según lo ha indicado la CEC, a partir del mes de septiembre del presente año, se espera poderle dar continuidad a estas jornadas de capacitación en las demás provincias del país. Durante los espacios de formación, los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado adelantaron también reuniones específicas de orientación con los obispos, los responsables de adelantar procesos canónicos y con los miembros de los equipos diocesanos de protección de menores y atención a víctimas. Aunque la meta inicial del proyecto era poder capacitar en primera fase a 2.500 personas, la masiva respuesta a la convocatoria realizada por las diferentes Iglesias particulares de estas primeras provincias permitió orientar a cerca de 3.700 personas. Al cierre de las jornadas, la doctora Ilva Myriam agradeció a quienes hicieron posible el proceso, de manera especial, a los participantes. “También nuestra gratitud va dirigida a todas y cada una de las personas que nos escucharon, que expectantes nos recibían y que de manera también esperanzadora nos abrían sus corazones. Con todos ellos, estamos generando cultura del cuidado y llevando la Buena Nueva de un Evangelio que nos invita a no ser los viajeros que nos olvidamos de nosotros, sino los buenos samaritanos que queremos cuidar para hacernos prójimo, cuidando a los demás”, puntualizó. Conozca más detalles a través del siguiente video:

Mié 7 Jun 2023

Iglesia capacitó en prevención de abusos a 1.200 personas de la Provincia de Cartagena

Entre entre el 31 de mayo y el 3 de junio, tres ciudades y cerca de 1.200 personas acogieron el nuevo llamado hecho por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) a través de su iniciativa de formación en prevención de abusos denominada ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’. En esta oportunidad, el turno fue para la Provincia Eclesiástica de Cartagena integrada por la Arquidiócesis de Cartagena, las diócesis de Montería, Sincelejo, Magangué y Montelíbano, así como por el Vicariato Apostólico de San Andrés y Providencia. Esas seis jurisdicciones eclesiásticas del país fueron las encargadas de convocar, a través de sus obispos y equipos diocesanos, a sacerdotes, religiosas, seminaristas, catequistas, agentes de pastoral, representantes de colegios católicos y miembros de movimientos apostólicos, quienes participaron de manera activa en las diferentes jornadas de capacitación realizadas en las ciudades de Cartagena, Sincelejo y Montería. Los talleres y charlas desarrolladas en esta quinta versión de la estrategia pedagógica estuvieron a cargo de monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), junto a tres miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y profesionales del equipo de trabajo del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC). Durante las capacitaciones se abordaron aspectos de tipo canónico, procesos integrales de prevención, líneas operativas y buenas prácticas para el cuidado, y comunicación con enfoque preventivo. Así mismo, se socializaron las líneas guía para la cultura del cuidado de la CEC, documento que orienta el trabajo que adelanta actualmente la Iglesia colombiana en este sentido. Mientras avanza la construcción de la cultura del cuidado, la evangelización continúa Por su parte, monseñor Farly Yovani Gil Betancourt, obispo de la Diócesis de Montelíbano, ha indicado que en este proceso preventivo es fundamental apostarle inicialmente al cuidado de las vocaciones y de la identidad sacerdotal y laical en Iglesia colombiana. Esto, de acuerdo con el prelado, ayuda a brindar mayores garantías para el cuidado de los destinatarios de la acción pastoral, de manera especial, de niños, jóvenes y adolescentes. Monseñor Gil agregó también que estos desafíos no pueden detener la misión propia de la Iglesia: “ante todas esas realidades, de manera especial, no podemos dejar de evangelizar. Al contrario, nuestra tarea es seguir evangelizando, buscando esos entornos seguros que nos ayuden a seguir construyendo el reino de Dios”. Una misión sinodal por la cultura del cuidado en la Iglesia colombiana De acuerdo con el monseñor Luis Manuel Alí, hacer de todos los lugares y contextos de la Iglesia colombiana lugares seguros, es tarea de todos sus miembros, consagrados y laicos. “Este es un signo de sinodalidad, porque la sinodalidad es caminar juntos y saber que todos necesitamos comprometernos en estas iniciativas”, puntualizó el obispo. Al respecto, monseñor Ramón Alberto Rolón Güepsa, Obispo Diócesis de Montería agregó que esta cultura del cuidado debe ayudar a mirarnos “como verdaderos hermanos, a cuidarnos los unos a los otros y a caminar en esperanza; el Señor nos ha llamado a que seamos corresponsables cada uno de nuestra salvación y de la salvación del otro, y en este camino sinodal esta corresponsabilidad se hace más necesaria y exigente”. Por su parte, el padre José David Osorio, delegado de la Oficina del Buen Trato de la Diócesis de Montería, agregó que este proceso de formación debe despertar “en cada líder, en cada catequista, en cada sacerdote, en la conciencia de mostrar a Cristo”, a través de acciones transparentes, verdaderas y auténticas, “que lleven a construir y a mejorar un ser humano que es un proyecto de Dios”. Lo que sigue para las Iglesias particulares de la provincia Más allá de estas primeras capacitaciones regionales, esta iniciativa de la Conferencia Episcopal de Colombia busca ayudar consolidar los equipos diocesanos de protección de menores, equipos de atención a víctimas, equipos que apoyen la implementación de protocolos de prevención, y a los que son responsables de adelantar los procesos canónicos. Por esto, en términos de proyección, el Secretario General de la CEC enfatizó en que “la idea es que cada una de las personas en las diócesis, en las iglesias particulares de esta provincia, sigan trabajando las líneas guías y aplicándolas ahora en los protocolos, en los códigos de conducta, en la ruta de atención”. Al respecto, monseñor Francisco Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, afirmó que es necesario abrir los espacios y canales necesarios para que todas las personas que requieren ser escuchadas en estos casos, se sientan acogidas y apoyadas. Por esto, el padre Richard Nieto, Vicario General de esta arquidiócesis puntualizó que “el primer desafío es poder responder de manera concreta con una oficina de la cultura del cuidado, pero no oficina como lugar, sino la oficina como realmente todo un sistema que nos va a permitir articularlo con todos los desafíos que tenemos a nivel de la Arquidiócesis. Ahí están los desafíos pastorales, los desafíos que tenemos con los colegios arquidiocesanos, con Talita Kum”. Esto último, se refiere a un programa enfocado en atender la problemática de explotación sexual presente en Cartagena. Por su parte, el obispo de Montería afirmó: “ahora nos corresponde a nosotros seguir caminando. Ciertamente necesitamos mayor organización, mayor promoción y conocimiento de todos los protocolos que hemos diseñado, que hemos trabajado. Nos hace falta crecer más con la comunidad”. El siguiente turno será para la Provincia Eclesiástica de Popayán Para finalizar la primera etapa de este proceso de formación que inició en octubre del 2022 en la Arquidiócesis de Florencia gracias al apoyo solidario de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, los días 14 y 15 de junio se estará desarrollando la sexta versión de estas capacitaciones en la ciudad de Pasto, donde se reunirán los obispos y representantes de las seis iglesias particulares que integran la Provincia Eclesiástica de Popayán. Monseñor Alí ha dicho que, se espera, poder iniciar en el próximo mes de septiembre la segunda etapa de formación en las provincias restantes para que, de esta manera, en un año se pueda culminar el primer recorrido de las jornadas en la totalidad del país. Para conocer más sobre el trabajo de la Iglesia colombiana por una cultura del cuidado, ingrese AQUÍ.

Mié 17 Mayo 2023

En Cúcuta cerca de mil personas recibieron formación sobre prevención de abusos

Alrededor de mil personas, entre sacerdotes, religiosas, seminaristas, agentes de pastoral, colaboradores parroquiales y docentes de colegios católicos, acudieron los días 10 y 11 de mayo, al llamado hecho en la ciudad de Cúcuta por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y las cinco jurisdicciones eclesiásticas que integran la Provincia de Nueva Pamplona para participar de las jornadas de capacitación sobre prevención de abusos contra niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables. Espacios pedagógicos que fueron desarrollados en el marco de la iniciativa denominada ‘Iglesias particulares seguras y protectoras’ que implementa desde el 2022 la CEC, gracias al apoyo de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Durante esta cuarta versión de las charlas y talleres sobre cultura del cuidado que realiza a la Iglesia a nivel regional fueron seis los temas protagonistas: 1. Fundamentos canónicos y elementos centrales a tener en cuenta ante un delito de este tipo. 2. Atención a las personas víctimas. 3. Líneas guía de la Conferencia Episcopal para la cultura del cuidado en la Iglesia colombiana. 4. Procesos integrales de prevención. 5. Líneas operativas y buenas prácticas para la cultura del cuidado. 6. Comunicación transparente, efectiva y afectiva. Además de la importante delegación de la Diócesis de Ocaña, en las jornadas estuvieron presente, de manera permanente, los obispos de las otras cuatro iglesias particulares convocantes: la Arquidiócesis de Nueva Pamplona y las diócesis de Cúcuta, Tibú y Arauca, es decir, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, monseñor José Libardo Garcés Monsalve, monseñor Jaime Cristóbal Abril González y monseñor Israel Bravo Cortés. Al cierre de los espacios de formación, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y Secretario General de la CEC, junto a los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, quienes fueron los principales facilitadores de estas capacitaciones, se reunieron con los integrantes de las cinco comisiones diocesanas encargadas de estos procesos, integradas por consagrados y laicos, para brindarles una serie orientaciones a propósito de su rol en esta importante misión de prevención y atención. Sobre este último encuentro, monseñor Jorge Alberto Ossa afirmó que fue muy iluminador, para definir con mayor claridad las competencias de las diferentes comisiones diocesanas frente a los procesos jurídicos que se deben llevar a cabo para prevenir situaciones de abuso, acompañar los procesos y para recibir la información de los casos. “Nos dan unas líneas muy claras a fin de que revisemos cómo son esas comisiones y las pongamos en el camino correcto para que cumplan su oficio, nos apoyen y nos apoyen también a las comunidades”, precisó el arzobispo. Agregó, además, que, aunque en las diócesis ya cuentan con protocolos, las orientaciones recibidas les permitirá “revisarlos, adaptarlos y trabajar más en la prevención y hacer las actividades correspondientes desde la misma provincia”. A manera de balance, en representación de los demás obispos de la provincia, monseñor Ossa aseguró que las jornadas fueron enriquecedoras e importantes porque se generaron espacios para que no solo sacerdotes, religiosas y seminaristas, sino también los miembros de las comunidades, “especialmente los agentes de pastoral más cercanos, sepan y nos involucremos todos en hacer de nuestras iglesias precisamente un lugar seguro, seguro para los niños, donde se pueda predicar el Evangelio, donde ellos y sus padres de familia sientan también la confianza de que la iglesia está esforzándose por hacer las cosas cada día mejor”. Por su parte, el padre Juan Manuel Montañés, miembro de la Comisión para la cultura del cuidado de la Diócesis de Arauca, dio también un balance positivo del encuentro, valorando la información recibida para poder llevarla a la vida práctica de su jurisdicción. El padre Jorge Gualteros de la Diócesis de Tibú reconoció que, además de las situaciones que se pueden presentar en ambientes eclesiales, en medio del complejo social que tienen en algunos de sus municipios, tan afectados por la violencia y el conflicto armado, muchos niños han sufrido situaciones de abuso también por parte de familiares y actores ilegales que hacen presencia allí. “Entonces hay una problemática muy grave con nuestros menores y en estos encuentros encontramos estrategias precisamente para que desde la Iglesia comencemos a ayudar a aportar en la transformación de nuestra sociedad y de esta realidad difícil que vivimos en el territorio”, afirmó el sacerdote. Conozca todos los demás detalles de estas jornadas en el siguiente video: ________ Para conocer más detalles del trabajo de la Conferencia Episcopal de Colombia frente a la cultura del cuidado en la Iglesia colombiana, ingrese AQUÍ.

Lun 8 Mayo 2023

Cultura del cuidado: tema central en la formación de los seminaristas y religiosos colombianos

Del 1 al 5 de mayo en Chinauta (Cundinamarca), se llevó a cabo el ‘Encuentro nacional de rectores de Seminarios Mayores de Colombia’. En esta oportunidad, el espacio de reflexión y formación convocado anualmente por el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC) a través de los Departamentos de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada, tuvo como tema central la cultura del cuidado. Al encuentro asistieron 58 representantes de seminarios diocesanos y de casas de formación religiosa de diversas regiones del país. Para el desarrollo temático y tomando como base las 'Líneas guía para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC)', se contó, de manera especial, con la participación de tres miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, quienes dirigieron, no solo charlas, sino también talleres prácticos en busca de una mejor apropiación de diversos temas relacionados con la prevención de abusos y la generación de entornos protectores para los niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables en ambientes eclesiales. De acuerdo con el padre Manuel Hernando Vega León, director de estas áreas en el SPEC, la importancia de fortalecer el trabajo en este sentido radica no solo en que, a nivel de pastoral vocacional, participan menores de edad y se debe asegurar que el seminario sea un lugar seguro para ellos, sino también porque “de fondo es en los seminarios mayores donde se forman los futuros pastores de la Iglesia en Colombia”. Al respecto, el padre Hebert Humberto Garavito Cardona, Rector del Seminario Mayor Nuestra Señora de la Anunciación de Cartago (Valle del Cauca) y participante del encuentro, ha afirmado que estos espacios “son el corazón de las diócesis” y se debe asegurar que desde ya los futuros sacerdotes que allí se forman sean “garantes de la protección y del acompañamiento seguro a todas las personas”. Según lo ha referido el padre Vega, este espacio ha servido también para identificar la importancia de que los seminarios mayores incidan en la formación afectiva y sexual de los jóvenes que van asumiendo poco a poco en su corazón y en su vida todos aquellos valores que les ayudan a ver la vida bajo los criterios del Evangelio. “Con el corazón puesto donde tiene que estar, sobre todo defendiendo la vida y haciendo que todo este proceso formativo sea realmente un proceso en el que cada joven, cada aspirante al ministerio sacerdotal, tenga absoluta claridad, una diáfana experiencia, transparente experiencia de encuentro con Cristo que lo lleve a amar a todas las personas por igual”, ha puntualizado el sacerdote. Como fruto del encuentro, los rectores han asumido el compromiso de iniciar la construcción de protocolos que permitan implementar de manera concreta esta cultura del cuidado al interior de los seminarios, por lo que se espera que durante las próximas reuniones que se realicen por regiones en lo que resta del año, se avance en las reflexiones que permitan generar aportes necesarios para la construcción de dichos documentos. Asimismo, a propósito de la implementación de la Ratio Nationalis, documento que orienta la formación de los seminaristas colombianos, se ha dicho que esta debe estar en coherencia con la información y formación recibida durante este encuentro en torno al tema de la cultura del cuidado. La realización de espacio pedagógico con rectores de seminarios y casas de formación religiosa, se enmarca también en el proyecto denominado 'Iglesias particulares seguras y protectoras' que adelanta la CEC desde el 2022 con apoyo de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos. Para conocer detalles de la iniciativa, ingrese AQUÍ. Conozca los detalles del evento:

Jue 4 Mayo 2023

Seminaristas de Ocaña reciben taller sobre prevención de abusos

Bajo el lema “Por un seminario seguro y protector”, los días 20 y 21 de abril, en el Seminario Mayor el Buen Pastor de la Diócesis de Ocaña, miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) lideraron un espacio de formación sobre elementos clave para la prevención de abusos con niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables en ambientes eclesiales. Durante este taller, en el que participaron 35 personas, entre seminaristas y formadores, la doctora Ilva Myriam Hoyos Castañeda, presidenta de este consejo y el sacerdote canonista de la Arquidiócesis de Bogotá, el padre Leonardo Cárdenas Téllez, también miembro del organismo, desarrollaron charlas y actividades de trabajo grupal para promover en la formación sacerdotal la cultura del cuidado. Las 'Líneas guías para una cultura del cuidado en la Iglesia Católica en Colombia', documento emitido por el episcopado colombiano, que busca erradicar de todo tipo de abuso (de poder, de conciencia, espiritual y sexual) que se pueda generar por parte de miembros de la Iglesia en el país, bien sean laicos, religiosos o sacerdotes, fue el elemento orientador de esta jornada de formación. Otros aspectos como la herida del abuso en la historia de la Iglesia Universal y elementos para evidenciar espacios de riesgo y fomentar esta cultura, también hicieron parte de los temas abordados durante el taller desarrollado en esta localidad del departamento de Norte de Santander. El espacio se realiza a partir de los impactos ya logrados a través de una iniciativa pedagógica que viene desarrollando desde el año 2022 la CEC, gracias al apoyo de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, denominada 'Iglesias particulares, seguras y protectoras'. Precisamente en el marco de este proyecto, los días 10 y 11 de mayo en la ciudad de Cúcuta, se llevará a cabo un nuevo ciclo de talleres dirigidos a obispos, sacerdotes, religiosas, diáconos, seminaristas y laicos de todas las jurisdicciones que conforman la provincia eclesiástica de Nueva Pamplona, incluyendo Ocaña. _______________________ Para conocer más detalles del trabajo adelantado por la Conferencia Episcopal de Colombia en este tema, ingrese AQUÍ.

Vie 3 Mar 2023

En marzo el Papa Francisco ora por víctimas de abusos y pide acciones concretas para ellas

En el más reciente ‘Video del Papa’, iniciativa oficial de alcance global que tiene como objetivo difundir las intenciones de oración mensuales del Santo Padre, publicado este jueves 02 de marzo el Santo Padre afirma que no basta solo con pedir perdón a las víctimas y recuerda que ellas deben estar en el centro de todo. Dice también que su dolor y sus daños psicológicos pueden empezar a sanar, cuando se les atiende con acciones específicas de reparación. Frente al rol de la Iglesia Católica, el Papa recuerda que tiene el deber de ofrecer espacios seguros para escuchar a las víctimas, acompañarlas y protegerlas, así como ser un ejemplo para ayudar a resolver y sacar a la luz los casos que se presenten en cualquier entorno. El Santo Padre concluye su mensaje invitando a orar por los que sufren a causa del mal recibido por parte de los miembros de la comunidad eclesial, “para que encuentren en la misma Iglesia una respuesta concreta a su dolor y sufrimiento”. Reproduzca el Video del Papa para el mes de marzo de 2023: También le puede interesar: AccedaAQUÍ a toda la información relacionada con el compromiso del episcopado colombiano frente a cultura del cuidado.

Mié 1 Mar 2023

Inició el ciclo de talleres “Iglesias particulares seguras y protectoras” 2023

Cerca de 200 personas, entre consagrados, seminaristas y laicos de la Arquidiócesis de Bucaramanga y de las diócesis de Barrancabermeja, Vélez, Socorro-San Gil y Málaga-Soatá, hicieron parte del reciente ciclo de talleres de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), orientado a facilitar herramientas que permitan a las diferentes instituciones católicas del país implementar políticas de protección y prevención de abusos contra niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables. Además de la socialización de las líneas guía para la cultura del cuidado en la Iglesia Católica colombiana, durante los seis espacios formativos desarrollados entre el 23 y el 25 de febrero en la Casa de Encuentros San José de la Arquidiócesis de Bucaramanga, se abordaron temas de tipo legal, canónico, jurídico, psicológico y organizacional, así como aspectos relacionados con la dimensión comunicacional de esta importante tarea. Para tales orientaciones, se contó con el apoyo directo de los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado. De acuerdo con monseñor Luis Augusto Campos Flórez, obispo de la Diócesis de Socorro y San Gil, estos talleres adelantados en el marco del proyecto denominado ‘Iglesias particulares seguras y protectoras’ de la CEC, se convierten en un “imperativo a ser servidores del cuidado, servidores de los vulnerables, del corazón de nuestra misión”. Por su parte, monseñor Ovidio Giraldo Velásquez, obispo de la Diócesis de Barrancabermeja, ha destacado que estos espacios desarrollados con obispos, sacerdotes, religiosas, seminaristas, agentes de pastoral, rectores de colegio y profesionales vinculados a instituciones católicas de la región permiten fortalecer la capacidad de respuesta de la Provincia frente a los retos del cuidado, la prevención, la atención y la sanación que plantea este contexto. Durante su encuentro con los seminaristas y formadores del Seminario Mayor Arquidiocesano de Bucaramanga, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, insistió en cuatro aspectos fundamentales a tener en cuenta en estos procesos: Atender a las víctimas, asumir protocolos de prevención y protección, afrontar el problema y aprender de los errores, priorizando siempre el trabajo en red. Estos espacios pedagógicos desarrollados en el municipio de Floridablanca (Santander), a los que asistieron los prelados de las cinco jurisdicciones de la Provincia de Bucaramanga, se convierten en la tercera versión de este taller que en el año 2022 se llevó a cabo en las arquidiócesis de Florencia y Villavicencio. Según está previsto, las próximas jornadas se realizarán durante el mes de mayo en la Provincia Eclesiástica de Nueva Pamplona. Conozca el video resumen:

Lun 27 Feb 2023

Inmensa pena frente a grandes esplendores

Por: Monseñor Libardo Ramírez Gómez - Causa dolor constatar graves fallas en abuso de menores de parte de los llamados ser “luz del mundo y sal de la tierra” (Mt. 13,16), pero no hay qué olvidar que portadores de esa gran misión son “vasijas frágiles de barro” (I Cor. 4,7). Por bondad divina la mayoría de ellos han sido fieles testigos de un diario vivir en la limpieza y altura que esa misión exige, y procuran un vivir como lo hacía S. Pablo y poder decir: “Sed imitadores míos, como yo lo soy de Jesucristo” (I Cor. 11,1). No es agradable aludir a este tema, pero la Iglesia, con humildad lo ha venido haciendo y tomando medidas para extirparlo. Es cuanto ha hecho nuestra Conferencia Episcopal este 10-02. Después de referirse a otros temas de gran preocupación pastoral, que se deben afrontar, como los de “la emigración”, el cuidado de la “casa común”, la tierra, “los caminos para buscar y afianzar la paz”, pasan a dar “líneas guía para la cultura del cuidado”, en las cuales están las reflexiones y determinaciones frente a los que se califican de “crimen y grave pecado”, delito por el cual pide perdón a las víctimas. Es de gran precisión el texto siguiente: “Seguimos asumiendo, con firmeza y responsabilidad, la debida atención a las víctimas y a sus familias, mantenemos nuestro compromiso que en cada caso se haga justicia, y se promuevan los protocolos de prevención, que hagan de nuestras instituciones ambientes seguros que susciten la promoción humana y el encuentro con Dios”. En el aspecto de penas personales y económicas, la Iglesia deja el proceso en manos de los Tribunales Civiles, con los cuales colaborará enviando a ellos los casos, suministrando datos que no caigan bajo sagradas reservas. Las entidades eclesiásticas no asumen ellas mismas responsabilidades de personas a quienes ha procurado formar debidamente, y a las que castiga con severas penas eclesiásticas, sino que conmina a cumplir esas responsabilidades, que han de asumir al ser sancionados. Ha hablado, con amplitud y claridad, el Arzobispo Luis José Rueda, mostrando de la decidida voluntad del Episcopado de colaborar eficientemente en la reparación de esos delitos que avergüenzan al pueblo colombiano, por actores católicos que no son solo eclesiásticos, sino también educadores, dirigentes civiles y militares, y aún padres de familia. No ha sido acostumbre de la Iglesia callar, y ser benigna con estos dolorosos hechos, ha dado claros pronunciamientos y aplicando debidas condenas, recordando severa disciplina y llamado a orar por la plena enmienda de culpables. Es de tener en cuenta esta reiterada condena, secundando, desde todos los ángulos la severa disciplina, y llamado a orar por la plena enmienda de culpables. Que en todos los ambientes se hagan esfuerzos de depuración por evitar el mal, con aquel inquietante interrogante: “Si la sal se corrompe con que se salará” (Mt. 5,13). Son tantos los esplendores en el mundo que aportan las vidas de los creyentes y de sus directivos, y, por ello, inmensa la pena por las claudicaciones. Que haya compromiso de todos en luchar por evitarlas, con repulsa en todos los ambientes, con oración por la eficacia de las medidas en la Iglesia, que, da tantos aportes para la vivencia y difusión de su fe para bien de toda la humanidad. + Libardo Ramírez Gómez Obispo emérito de Garzón