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papa francisco

Vie 11 Dic 2015

Nuevo obispo de Mocoa-Sibundoy tomará posesión de su sede

El próximo martes 15 de diciembre estará tomando posesión de su sede monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve, designado por el Papa Francisco como obispo de la diócesis de Mocoa - Sibundoy. La eucaristía se realizará en Mocoa - Catedral de San Miguel a las 09:00 a.m., donde le estarán acompañando el Nuncio Apostólico, monseñor Ettore Balestrero y un grupo de obispos de las distintas regiones del país, sacerdotes, religiosas, grupos apostólicos y la comunidad creyente de la arquidiócesis de Medellín y de la diócesis de Mocoa-Sibundoy. Monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve fue nombrado por el Papa Francico como obispo de Mocoa-Sibundoy el pasado 15 de octubre. Nació en Fredonia el 20 de enero de 1958. Recibió la ordenación sacerdotal el 5 de julio de 1986 por San Juan Pablo II y se incardinó en la misma Arquidiócesis de Medellín. [Descargar hoja de vida ].

Mié 9 Dic 2015

¿Por qué es necesario un Jubileo de la Misericordia?

El Papa Francisco dedicó la Audiencia General de este miércoles a explicar las razones que le han llevado a convocar el Jubileo de la Misericordia que inauguró ayer con la apertura de la Puerta Santa y que concluirá el 20 de noviembre de 2016, fiesta de Cristo Rey. En su Catequesis de este día reconoció además que la necesaria renovación de las instituciones y estructuras de la Iglesia son un medio para vivirla. “¿Por qué un Jubileo de la Misericordia? ¿Qué significa esto?”, preguntó. “La Iglesia tiene necesidad de este momento extraordinario. ¡No digo que es bueno, no!, digo: la Iglesia tiene necesidad”. “En nuestra época de profundos cambios, la Iglesia está llamada a ofrecer su particular contribución, haciendo visibles los signos de la presencia y de la cercanía de Dios. Y el Jubileo es un tiempo favorable para todos nosotros, porque contemplando la Divina Misericordia, que supera todo límite humano y resplandece sobre la oscuridad del pecado, podemos ser testimonios más convincentes y eficaces”. El Papa explicó entonces que “dirigir la mirada a Dios, Padre misericordioso, y a los hermanos necesitados de misericordia, significa poner la atención sobre el contenido esencial del Evangelio: Jesucristo, la Misericordia hecha carne, que hace visible a nuestros ojos el gran misterio del Amor trinitario de Dios”. Así, “celebrar un Jubileo de la Misericordia equivale a poner de nuevo en el centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades lo específico de la esperanza cristiana”. Francisco aseguró que el Año Santo “es ofrecido para experimentar en nuestra vida el toque dulce y suave del perdón de Dios, su presencia junto a nosotros y su cercanía sobre todo en los momentos de mayor necesidad”. El Papa subrayó que a Dios le gusta sobre todo “perdonar a sus hijos, tener misericordia con ellos, para que también puedan, al mismo tiempo, perdonar a los hermanos, resplandeciendo como antorchas de la misericordia de Dios en el mundo”. “San Ambrosio, en un libro de teología, toma la historia de la creación del mundo y dice que Dios cada día después de haber hecho una cosa, la luna, el sol o los animales… la Biblia dice: ‘y Dios vio que esto era bueno’, pero cuando hizo el hombre y la mujer la Biblia dice: ‘Dios vio que esto era muy bueno’. San Ambrosio se pregunta: ‘¿por qué dice muy bueno?, ¿por qué Dios está tan contento después del hombre y la mujer?’. ‘Porque al final tenía a alguien a quien perdonar’. La alegría de Dios es perdonar. El ser de Dios es misericordia, por eso este año debemos abrir el corazón”, improvisó el Papa. El Santo Padre afirmó después que “también la necesaria obra de renovación de las instituciones y de las estructuras de la Iglesia son un medio que debe conducirnos a tener la experiencia viva y vivificante de la misericordia de Dios que, sola, puede garantizar a la Iglesia ser esa ciudad puesta sobre un monte que no puede permanecer escondida”. El Papa aseguró que el objetivo de la Iglesia en este Año Santo es el encuentro con Jesús, “como Buen Pastor que ha venido a buscarnos porque estábamos perdidos”. “Así reforzaremos en nosotros la certeza de que la misericordia puede contribuir realmente a la edificación de un mundo más humano, especialmente en nuestro tiempo en el que el perdón es un invitado raro en los ambientes de la vida humana”. En opinión del Papa, la Iglesia tiene mucho que hacer en este tiempo “y yo no me canso de recordarlo”. Pero “se necesita darse cuenta de que en la raíz del olvido de la misericordia está siempre el amor propio”. “En el mundo esto toma la forma de la búsqueda exclusiva de los propios intereses, de placeres y de honores unidos a querer acumular riquezas, mientras en la vida de los cristianos se viste a menudo de hipocresía y de mundanidad”. “Los movimientos del amor proprio, que hacen extranjera la misericordia en el mundo, son tan numerosas que a menudo no podemos ni siquiera reconocerlos como límites y como pecado”. Esto explica “porqué es necesario reconocerse pecadores, para reforzar en nosotros la certeza de la misericordia divina”, aseguró. “¿Es ingenuo creer que esto puede cambiar el mundo?”, se preguntó. “Sí, humanamente hablando es de locos, pero la locura de Dios es más sabia que los hombres, o lo que es igual, la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres”, dijo para terminar.

Lun 7 Dic 2015

Cómo entender el Año de la Misericordia

El próximo martes 8 de diciembre, día de la Fiesta de la Inmaculada Concepción, el Papa Francisco iniciará el Jubileo del Año Santo de la Misericordia con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica Vaticana. Por ello el obispo de Palmira, monseñor Édgar de Jesús García Gil, a través del boletín "Guacara Dominical", recuerda a sus lectores como el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización invita a entendermejor este tiempo de gracia. Descarga: Jubileo Extraordinario de la Misericordia Foto: Tomada de internet

Mié 2 Dic 2015

Papa Francisco interroga a los jóvenes

El Papa Francisco habló de su reciente viaje a África en la Audiencia General de este miércoles en la Plaza de San Pedro . A su vez, invitó a los jóvenes a pensar en su vocación y si el Señor les llama quizás a ser misioneros y evangelizar en cualquier lugar del mundo. Los misioneros son “hombres y mujeres que han dejado todo, la patria, desde jóvenes y se han ido allí, en una vida de tanto y tanto trabajo, a veces durmiendo sobre la tierra, toda la vida”, dijo Francisco. A continuación contó una anécdota que le ocurrió en la República Centroafricana: “En un momento encontré en Bangui a una religiosa, italiana, se veía que era anciana: ‘¿Cuántos años tiene?’, le pregunté. ‘81’. ‘Ah, no tantos… dos más que yo, no tantos’. Estaba con una niña, y la niña en italiano le decía “abuela” a la monja. 81 años y estaba allí desde que tenía 23-24 años. Toda la vida. Y como ella muchos. ‘Pero yo no soy de aquí, soy del país vecino, del Congo, pero he venido en canoa con esta niña’”. “Así son los misioneros, valientes. ‘¿Y qué hace usted, hermana?’. ‘Yo soy enfermera y después he estudiado un poco y me he convertido en matrona, he ayudado a nacer 3.280 niños’”. “Toda una vida por la vida, por la vida de los otros, y como esta hermana hay muchos, muchos hermanas, muchos sacerdotes, tantos religiosos, que queman su vida por anunciar a Jesucristo. Es hermosos esto”. El Papa continuó improvisando: “Yo querría decir una cosa a los jóvenes… hay pocos porque la natalidad es un lujo, parece, en Europa. Natalidad 0%, natalidad 1%. Pero me dirijo a los jóvenes: piensen qué hacer de su vida, piensen en esta monja y en tantas como ella, que han dado la vida y muchos han muerto allí. La ‘misionariedad’, no es hacer proselitismo, porque me decía esta hermana que las mujeres musulmanas van donde ellas porque saben que las monjas son enfermeras buenas que las curan bien, y no les hacen catequesis para convertirlas, sino testimonio, y luego a quien quiere les hacen la catequesis. ¡Testimonio! Esta es la gran ‘misionariedad’ heroica de la Iglesia: anunciar a Jesucristo con la propia vida”. “Me dirijo a los jóvenes: ¿qué piensan, qué quieren hacer con su vida? Es el momento de pensar y pedir al Señor que te haga sentir su voluntad, pero no excluyan por favor esta posibilidad de ser misioneros para llevar el amor, la humanidad, la fe en otros países. No para hacer proselitismo, eso lo hacen otros que buscan otra cosa. La fe se predica primero con el testimonio y luego con la palabra, lentamente”. Fuente; Agencia ACIPRENSA Foto:L'Osservatore Romano

Jue 26 Nov 2015

Costa caribe se prepara para recibir al Papa Francisco.

En diálogo con el diario El Heraldo de Barranquilla, Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, arzobispo de esta ciudad, habló sobre la venida del Papa a Colombia indicando que la visita del Santo Padre sería en el primer semestre de 2017. Por este motivo, el prelado manifestó que la propuesta sería ubicar un lugar en la vía al mar equidistante entre Barranquilla y Cartagena. Monseñor Jairo Jaramillo aseveró que entre las dos arquidiócesis se tienen que hacer todos los preparativos contando con la colaboración de todas la autoridades policiales y militares, los alcaldes y gobernadores, “Todo esto tenemos que pensarlo porque apenas tenemos un año y dos o tres meses para que posiblemente, el papa en el primer semestre de 2017, nos esté visitando acá en Colombia", aseguró el jerarca. Sumado a esto agregó que al final van a tener que comenzar a pensar en un sitio equidistante más o menos en la vía al mar donde se pueda concentrar a todo la gente que venga desde la Guajira y el Cesar; desde Sucre y Córdoba, y toda la Costa Caribe incluso San Andrés y Providencia. "Ahí tendremos que pensar en un espacio que nos acoja siquiera unos 4 o 5 millones de personas". Explicó que la idea de unir las dos ciudades para este evento resultó bastante emotiva para Monseñor Jorge Jiménez, arzobispo de Cartagena, pues se trata de unir a todos los hermanos de la costa Caribe. Por último, manifestó que a parte de su historia y de su arquitectura, la costa caribe está llena de vida, de entusiasmo, de comercio, de efervescencia, y que por tanto eso la hace importante para que el Papa Francisco visite a todo el Caribe colombiano y sus 11 millones de habitantes.

Mié 25 Nov 2015

El Papa pidió una 'aurora de paz' para Colombia

Así lo expresó este miércoles el Pontífice al referirse al acuerdo de tregua que hay entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc. Este pronunciamiento, sobre los diálogos de paz que avanzan en La Habana, lo hizo en el momento en que el avión papal de Alitalia salía hacía Nairobi, capital de Kenia, como primer destino de su gira por tres países africanos. Foto: Agencia Reuters

Dom 22 Nov 2015

La Iglesia no debe cansarse de ser abogada de la vida

El Papa Francisco ha recordado que laIglesia no debe cansarse nunca de ser abogada de la vida y que tampoco debe retroceder en la tarea de la defensa de este derecho inherente de toda persona humana. Así lo indicó el Santo Padre en su discurso a los obispos de la Conferencia Episcopal de Alemania que realizan su visita ad limina en el Vaticano. En el texto que les entregó al final de la audiencia que sostuvo con ellos esta mañana, el Pontífice se refirió a la importancia de la defensa de la vida como parte esencial de la tarea del obispo. El Papa resaltó al respecto que “la Iglesia no debe cansarse nunca de ser abogada de la vida y no debe retroceder en el anuncio de que la vida humana debe protegerse incondicionalmente desde el momento de la concepción hasta la muerte natural”. Francisco precisó que en este tema esencial “no podemos hacer nunca compromisos, sin hacernos nosotros mismos culpables de la cultura del descarte, con frecuencia largamente difundida”. “¡Cuán grandes son las heridas que nuestra sociedad debe sufrir por el descarte de los más débiles y los más indefensos: la vida naciente, los ancianos y los enfermos! Todos nosotros finalmente recibiremos las consecuencias dolorosas”, dijo luego.

Jue 19 Nov 2015

“El mundo no comprende el camino de la paz”

Así lo señaló el Papa Francisco al presidir la Misa en la capilla de la Casa Santa Marta. “También hoy Jesús llora”, lamentó el Santo Padre, pues “nosotros hemos preferido el camino de las guerras, el camino del odio, el camino de las enemistades”. “La Navidad está cerca: habrá luces, habrá fiestas, árboles iluminados, también pesebres… todo falsificado: el mundo sigue haciendo la guerra, sigue haciendo las guerras. El mundo no ha comprendido el camino de la paz”. El Papa indicó que “hoy hay guerra por doquier, hay odio”, y cuestionó “¿qué queda de una guerra, de ésta, que estamos viviendo ahora?”. “¿Qué queda? Ruinas, miles de niños sin educación, tantos muertos inocentes: ¡tantos!, y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas”. El Santo Padre también recordó que “una vez Jesús dijo: ‘No es posible servir a dos patrones: o a Dios, o las riquezas’. La guerra es precisamente la elección por las riquezas: ‘Construyamos armas, así la economía se equilibra un poco, y vamos adelante con nuestro interés’”. “Hay una palabra fea del Señor: ‘¡Malditos!’. Porque Él ha dicho: ‘¡Bienaventurados los constructores de paz!’. Estos que trabajan por la guerra, que hacen las guerras, son malditos, son delincuentes”. Francisco señaló que “una guerra se puede justificar –entre comillas– con tantas, tantas razones. Pero cuando todo el mundo, como sucede hoy, está en guerra, ¡todo el mundo! ¡Es una guerra mundial a pedazos, aquí, allá, allá, por doquier… no hay justificación. Y Dios llora. Jesús llora”. Al mismo tiempo que “los traficantes de armas hacen su trabajo”, dijo el Papa, “están los pobres agentes de paz que solo para ayudar a una persona, a otra, a otra, y a otra, dan su vida”. Así lo hizo “un icono de nuestros tiempos, Teresa de Calcuta”, recordó. Contra ella, señaló, “con el cinismo de los potentes, se podría decir: ‘¿Pero qué ha hecho aquella mujer? ¿Ha perdido su vida ayudando a la gente a morir?”. No se comprende el camino de la paz”. “Nos hará bien también a nosotros pedir la gracia del llanto, por este mundo que no reconoce el camino de la paz. Que vive para hacer la guerra, con el cinismo de decir que no hay que hacerla”, dijo. Francisco exhortó a pedir a Dios “la conversión del corazón. Precisamente en el umbral de este Jubileo de la Misericordia, que nuestro júbilo, nuestra alegría sea la gracia para que el mundo vuelva a encontrar la capacidad de llorar por sus crímenes, por lo que hace con las guerras”. Fuente: Agencia ACIPRENSA