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Popayán fue sede del primer foro de cultivos de uso ilícito
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El 29 de junio de 2022 se realizó el Primer foro de cultivos de uso ilícito en el Colegio Champagnat de la ciudad de Popayán, un espacio de diálogo social que tuvo como fin generar una primera aproximación a las dinámicas de los cultivos de uso ilícito en su proceso de producción, narcotráfico y consumo. Allí, se generaron reflexiones en torno a los impactos y retos que ofrecen a la región, además, se socializaron posibles rutas y alternativas de acción ante esta realidad.
El foro fue organizado por la Provincia Eclesiástica de Popayán, conformada por la Arquidiócesis de Popayán, las Diócesis de Pasto, Ipiales y Tumaco; y los Vicariatos Apostólicos de Guapi y Tierradentro, con el apoyo del Secretariado Nacional de Pastoral Social-Cáritas Colombiana.
Como ponentes principales estuvieron participando: Diego García, coordinador del área política de drogas para América Latina quien abordó el contexto internacional de los cultivos de uso ilícito y para profundizar en el contexto nacional intervino Ricardo Vargas, investigador asociado del Transnational Institute TNI en el programa de drogas y democracia.
Monseñor Omar Alberto Sánchez, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, señaló, “algunos invitados llamaron la atención sobre el título de este foro, inquietó que el nombre, Cultivos de uso ilícito fuera directo y explícito. Supongo que se intentaba señalar que convenía un tono más sutil, de modo que eventualmente no produzca resistencia o tenga ánimo estigmatizaste. Tal vez, habrá quien de modo competente y técnico tenga argumentos sobre este juego de palabras; de eso de trata también este foro, de aclararnos juntos. A nosotros como obispos, nos motiva que frente a ciertos temas podamos llamar las cosas por su nombre, sin el propósito de molestar a alguien, simplemente se trata de iniciar un camino de diálogo abierto”.
Adicionalmente planteó que como sociedad estamos llamados a confrontarnos con la fuerza de la razón sin acusaciones y sin señalamientos para comprender la realidad que no solamente nos afecta, sino que eventualmente nos supera. También compartió que la reciente elección del presidente de la república nos pone frente a un nuevo escenario y, por lo tanto, es necesario entender y acompañar la propuesta de un gobierno que sabe que debe enfrentar los grandes temas del país, entre ellos, los cultivos de uso ilícito.
“Tendremos que ver como este nuevo gobierno del Dr. Gustavo Petro implementará una política de paz, de una paz total y compleja; tendremos que esperar su agenda y perfil de colaboradores, su propia perspectiva. Se trata de llegar a una salida negociada con todos los actores que determinan estos territorios, y propiciar caminos de desarrollos sostenibles en las comunidades más afectadas, de hacer efectiva la paz territorial que tanto se evoca”, concluyó Monseñor Sánchez.
Por otra parte, dentro de las intervenciones de los panelistas principales, Ricardo Vargas hizo énfasis en las particularidades sociales de Colombia con las dinámicas de cultivos de uso ilícito señalando que la dimensión del conflicto armado interno es que lo que nos diferencia de otros países productores. Consideró que la presencia de grupos armados en: Cauca, Nariño, Arauca, Catatumbo, entre otras regiones –cada una con sus particularidades- generan el incremento del portafolio de actividades ilegales, como, por ejemplo: la minería ilegal, el contrabando, el chantaje al comercio y las nuevas modalidades de control de las comunidades por parte de grupos armados.
A su vez, compartió un análisis comparativo en el que explicó, “en el norte del mundo hay una estrategia de la reducción de los daños, que es la idea de convivir con las drogas y evitar los daños que normalmente hace. Pero en el sur del mundo seguimos en un contexto de guerra contra las drogas y Colombia es uno de los escenarios más fuertes frente a eso. Continuamos con unos fenómenos de estigmatización, criminalización y señalamiento; con una idea de que los países que son productores tienen la responsabilidad de reducir la cantidad de drogas disponibles”.
Esta idea es conocida como estrategia de reducción de la oferta, en el foro se expuso que ésta se mide por áreas erradicadas, incautación de sustancias, extradiciones de narcos, insumos incautados y con base en eso, se mide el compromiso de los países -Estados Unidos está en constante vigilancia de esto-. “Esta perspectiva sigue vigente y ese es el desafío político más grande que tenemos por delante. La pregunta ahora es: teniendo en cuenta esta compleja lectura de los cultivos de uso ilícitos en relación con el conflicto armado en nuestro país, ¿podemos replantear en el contexto internacional una estrategia distinta?”, afirmó Vargas.
Desde otro punto de vista, el foro contó con la participación de Aida Quilcué, senadora electa por circunscripción especial indígena; en el espacio de diálogo compartió su idea sobre cultivos de uso lítico considerando que para los pueblos indígenas y para los pueblos étnicos la coca y marihuana son plantas sagradas, son la base cultural de sus pueblos y raíces. Planteó que gracias a la forma en como se han utilizado dichos cultivos los territorios en el Cauca y en la región del suroccidente sufren las consecuencias de la guerra, sumando además el olvido estructural y la pobreza han conducido a los territorios a acudir a la producción masiva para su uso ilícito.
“En los Acuerdos de paz en la Habana donde participamos como movimiento indígena colombiano con otros compañeros de la comunidad afro en la elaboración del capítulo étnico, se estableció una política desde las comunidades para generar programas que conlleven a la sustitución de manera voluntaria. Consideramos que hoy estamos en un momento en el que se puede tejer ese proceso, quiero reiterar que esos acuerdos no se han cumplido, por eso volvió la guerra a los territorios y todos los fenómenos sistemáticos que hoy estamos viviendo hoy. Teniendo en cuenta lo anterior, la relación entre Estado y comunidades debe ser mucho más fluida; estos temas no se pueden construir desde el escritorio sino desde las comunidades, desde los pueblos y desde las distintas organizaciones; para que seamos parte de la construcción de esta nueva Colombia”.
Como conclusión de este Primer foro de cultivos de uso ilícito, se sintetizaron seis puntos principales a partir de los aportes e intervenciones:
- El mayor obstáculo que se ha tenido para enfrentar los cultivos de uso ilícito en Colombia ha sido la imposición desde el contexto internacional porque se ha tratado de una lógica de combatir la oferta.
- En la región andina hay países que presentan un problema similar a Colombia, han optado por fórmulas distintas de políticas públicas que los hacen tener opciones de acción estratégicas.
- En Colombia se necesita una intervención que comprenda la complejidad del conflicto armado interno. En Colombia se presenta la convivencia de múltiples conflictividades que se superponen y los grupos armados generan control social sobre los territorios.
- Es necesario replantear la idea de la reducción de la oferta, lo que podemos hacer como Colombia es renfocar el desarrollo rural por medio de indicadores de transformación territorial. Transformar los territorial reconociendo: 1. las diferencias 2. las transiciones y 3. la convivencia.
- Frente al dilema de los grupos armados ilegales resulta importante retomar la iniciativa del Gobierno electo acerca de la paz total, la idea de trabajar con las comunidades y generar diálogos humanitarios fortaleciendo las iniciativas comunitarias y de las guardias étnicas.
- La importancia de generar procesos de diálogos sociales y lograr pactos, reconociendo las oportunidades, los desafíos y el tiempo que se requiere para ello.
Para ver la trasmisión completa grabada del foro del Primer foro de cultivos de uso ilícito, haga clic aquí.
“Les traigo la paz” (Juan 20, 19.21.26)
Vie 5 Abr 2024
Mié 14 Feb 2024
Una ofrenda de luz para los más necesitados: la campaña solidaria que motiva la Iglesia colombiana en esta Cuaresma
Desde este miércoles 14 de febrero y durante los próximos 39 días, la Iglesia Católica colombiana estará adelantando la versión 2024 de la campaña denominada “Comunicación Cristiana de Bienes”. Se trata de una iniciativa solidaria impulsada desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), a la que se unen todas las jurisdicciones eclesiásticas del país, esta vez, bajo el lema “Encendamos la luz de la solidaridad”.Desde hace 43 años, durante el tiempo de Cuaresma, que exhorta a los fieles a practicar la caridad, se viene motivando esta campaña. A través de ella, se busca recaudar fondos para apoyar las obras sociales que realizan las instituciones de la Iglesia en beneficio de los más necesitados. Con el dinero recaudado en campañas anteriores, se ha hecho posible brindar acompañamiento espiritual, psicosocial y material personas de escasos recursos, a familias que se han visto afectadas por la ola invernal, dinámicas de conflicto armado o riesgos de seguridad alimentaria de distinta índole.En este contexto, muchos fieles verán a sus párrocos, religiosos y religiosas, así como a un sinnúmero de laicos, motivar los aportes, entregar alcancías y organizar actividades con las familias, escuelas, colegios, oficinas y negocios, en función de esta colecta.“Esas actividades como los pequeños ahorros de nuestras privaciones voluntarias, como expresión del sacrifico para compartir con el otro desde nuestra pobreza. Veremos igualmente cómo se incrementa la solidaridad en los Bancos de alimentos en su esfuerzo cada vez más creciente por sostener ese puente entre la carencia y la abundancia”, así lo expresa el padre Rafael Castillo Torres, director del SNPS.Algunas de las jurisdicciones eclesiásticas del país con mayores posibilidades económicas movilizan esta campaña para contribuir al desarrollo de proyectos solidarios en otras Iglesias particulares. Este es el caso de la Arquidiócesis de Bogotá que, este año, por petición del Cardenal Luis José Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, destinará parte de la colecta para apoyar la construcción de un comedor comunitario en la Parroquia el Divino Niño Jesús de la Diócesis de Riohacha.Esta obra, por ejemplo, acogerá y beneficiará a más de 300 personas, entre niños, adultos mayores y mujeres gestantes de la capital de La Guajira que no cuentan con infraestructura, insumos y la dotación necesaria para suplir sus necesidades básicas de alimentación.¿Cómo unirse a la campaña?Además de la donación presencial en las parroquias y en los puntos de colecta que organizarán las instituciones, los interesados en apoyar la campaña lo podrán hacer también de manera directa a través de la siguiente cuenta bancaria:Cuenta corriente del Banco de Bogotá #081339590A nombre del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana.O a través del sitio web:www.caritascolombiana.org
Jue 14 Dic 2023
El papa Francisco pide trabajar para que la Inteligencia Artificial esté al servicio de la paz y no sea una amenaza
Este jueves, 14 de diciembre, desde la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se dio a conocer el mensaje oficial del papa Francisco para la próxima Jornada Mundial de la Paz que se celebrará el 1 de enero del 2024. De acuerdo con el pontífice, al llegar a su versión número 57, toda la Iglesia debe vivir esta jornada centrando su reflexión y acción en torno a la relación entre Inteligencia Artificial (IA) y paz.En los ocho capítulos desde los cuales se desarrolla este mensaje, el Santo Padre pide, esencialmente, trabajar para que la Inteligencia Artificial esté al servicio de la paz y no sea una amenaza. Además, invita a reflexionar sobre su impacto en el futuro de la familia humana.Ciencia y tecnología: camino hacia la pazEn la primera parte, el papa Francisco destaca el papel de la ciencia y la tecnología en la búsqueda de la paz, subrayando que “la inteligencia humana es expresión de la dignidad que nos ha dado Dios”. Reconoce los avances positivos que han generado las nuevas tecnologías, ofreciendo "oportunidades emocionantes", pero también alerta sobre riesgos, especialmente en términos de amenazas para la justicia, la armonía y la paz.Futuro de la Inteligencia Artificial: riesgos, desafíos y oportunidadesEl Sucesor de Pedro, analiza el impacto de la informática y las tecnologías en la sociedad, resaltando cambios en las comunicaciones, la administración y la vida cotidiana. Además, advierte sobre la extracción de datos que permiten influenciar comportamientos con fines comerciales o políticos.Así mismo, hace un llamado a gestionar esta tecnología éticamente y propone fortalecer organismos para orientar el desarrollo tecnológico hacia los valores humanos y la paz.“La inteligencia artificial debería estar al servicio de un mejor potencial humano y de nuestras más altas aspiraciones, no en competencia con ellos”, puntualiza Francisco.La revolución tecnológica: máquinas autodidactasEl Papa tiene también la mirada puesta en el impacto de la Inteligencia Artificial en el aprendizaje automático y profundo en la sociedad. Por otra parte, plantea su preocupación sobre la generación de información falsa y sesgada, señalando riesgos en áreas como desinformación, confidencialidad y discriminación. Advierte sobre consecuencias negativas como: “la discriminación, la interferencia en los procesos electorales, la implantación de una sociedad que vigila y controla a las personas, la exclusión digital y la intensificación de un individualismo cada vez más desvinculado de la colectividad. Todos estos factores corren el riesgo de alimentar los conflictos y de obstaculizar la paz”.Reflexiones sobre las restricciones en el paradigma tecnocrático En su mensaje, el pontífice se refiere también a la incapacidad de conocer completamente nuestro mundo “vasto y complejo”, incluso con algoritmos avanzados.“De hecho, no ofrecen previsiones garantizadas del futuro, sino sólo aproximaciones estadísticas. No todo puede ser pronosticado, no todo puede ser calculado; al final la realidad es superior a la idea”, añade Francisco.Por otra parte, dice que las máquinas inteligentes, aunque eficientes, deben tener operaciones dirigidas por seres humanos con valores específicos y advierte: "Cuando los algoritmos extrapolan la información, siempre corren el riesgo de distorsionarla, replicando las injusticias y los prejuicios de los entornos en los que se origina".Formas de manipulación y controlEn el documento, el papa aborda el tema de las influencias de la IA: "Las formas de inteligencia artificial parecen capaces de influir en las decisiones de los individuos mediante opciones predeterminadas asociadas a estímulos y elementos disuasorios, o mediante sistemas de regulación de las elecciones personales basados en la organización de la información", puntualiza.Agrega también Francisco que estas son "formas de manipulación o control social" que requieren una atención y supervisión con mayor precisión, e implican una clara responsabilidad legal por parte de los productores, de quienes los emplean y de las autoridades gubernamentales. En estos procesos artificiales, dice el Santo Padre: “No debemos permitir que los algoritmos determinen el modo en el que entendemos los derechos humanos, que dejen a un lado los valores esenciales de la compasión, la misericordia y el perdón o que eliminen la posibilidad de que un individuo cambie y deje atrás el pasado”.Ámbito laboralFrente al tema del trabajo, el papa Francisco manifiesta que “trabajos que en un tiempo eran competencia exclusiva de la mano de obra humana, son rápidamente absorbidos por las aplicaciones industriales de la inteligencia artificial. También en este caso se corre el riesgo sustancial de un beneficio desproporcionado para unos pocos a costa del empobrecimiento de muchos”.En este sentido, el principal llamado lo dirige Francisco hacia la comunidad internacional, para que tenga como "alta prioridad" el respeto de la dignidad de los trabajadores y la importancia del empleo para el bienestar económico de las personas, las familias y las sociedades. Además, la seguridad en el empleo y la garantía de unos salarios justos.Contribución de las nuevas tecnologíasBajo una mirada positiva, el Pontífice afirma: “Si la inteligencia artificial fuese utilizada para promover el desarrollo humano integral, podría introducir importantes innovaciones en la agricultura, la educación y la cultura, un mejoramiento del nivel de vida de enteras naciones y pueblos, el crecimiento de la fraternidad humana y de la amistad social”.Desafíos para las escuelas e institucionesEn este mensaje también se destaca la importancia de la formación en el uso de nuevas herramientas de comunicación, abordando desafíos como la desinformación y los miedos asociados a las tecnologías. Por esto, el papa hace un llamado a las instituciones para que eduquen en el uso de la inteligencia artificial."Es necesario que los usuarios de todas las edades, pero especialmente los jóvenes, desarrollen una capacidad de discernimiento en el uso de los datos y contenidos recogidos en la web o producidos por sistemas de inteligencia artificial", manifiesta Francisco.Por último, el Santo Padre pide la colaboración global entre personas de diferentes creencias y visiones para aprovechar las oportunidades de la revolución digital y construir así un mundo más solidario, justo y pacífico para las generaciones futuras.El papa Francisco concluye su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2023 con una oración: “Que el rápido desarrollo de formas de inteligencia artificial no aumente las ya numerosas desigualdades e injusticias presentes en el mundo, sino que ayude a poner fin a las guerras y los conflictos, y a aliviar tantas formas de sufrimiento que afectan a la familia humana”.
Vie 1 Dic 2023
El Cardenal pide que las instituciones eclesiásticas, civiles y públicas de Colombia asuman un mayor compromiso por las Personas con Discapacidad
En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se celebrará el próximo domingo 3 de diciembre y asumiendo el reciente llamado hecho por el papa Francisco en este sentido, la Iglesia Católica colombiana pide que en el país se fortalezca la implementación de iniciativas y políticas públicas que propendan por los derechos, la inclusión y el bienestar de las Personas con Discapacidad (PcD). Además, ratifica su compromiso para acogerlos y ponerlos, cada vez más, en el centro de su misión pastoral.El Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia lidera este llamado: “Que sea el momento para llamar a todas las instituciones civiles de nuestro país, a los municipios, a las entidades educativas, de salud, a los gobiernos departamentales, al Gobierno Nacional, para que trabajemos políticas públicas que incluyan a las personas con discapacidad porque ellos tienen mucho que aportarle a nuestro país en todos los ambientes sociales de nuestra realidad. Ellos y sus cuidadores hacen parte de Colombia, ellos hacen parte de nuestra vida eclesial”, expresó el purpurado.Precisamente en este mes de noviembre se cumplió el primer año de implementación del proyecto más grande que tiene la Iglesia enfocado en esta población. Se trata de la iniciativa “Tejiendo Entornos Inclusivos para Personas con Discapacidad en el departamento de Nariño” liderada por el Secretariado Nacional de Pastoral Social-Cáritas Colombiana. En el marco de este proceso y gracias al trabajo conjunto con los equipos pastorales de las diócesis de Pasto, Ipiales y Tumaco, así como con instituciones públicas territoriales, ha sido posible apoyar la inclusión integral de 400 personas con diferentes tipos de discapacidad, residentes en cinco municipios de Nariño: Pasto, San José de Albán, Samaniego, Ancuya y Tumaco.A través de esta iniciativa, ha sido posible contribuir al aumento de la participación activa de las Personas con Discapacidad, así como de sus cuidadores y redes de apoyo, en espacios políticos y sociales para su inclusión social, educativa, económica, cultural, ambiental y en salud, desde el fortalecimiento de sus conocimientos y capacidades. Así mismo, se les ha brindado apoyo psicosocial y acompañamiento jurídico para garantizar el acceso a sus derechos.La mayor parte de la población beneficiada de este proyecto apoyado por Cáritas Alemania y por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ), habita zonas rurales del departamento de Nariño. Además, hacen parte de hogares con pobreza estructural o no han contado con redes de apoyo sólidas. Algunas de estas Personas con Discapacidad han sufrido afectaciones por cuenta del conflicto armado, como el caso de las víctimas de Minas Antipersona. Sin embargo, son también hombres y mujeres que hoy ven más allá de sus discapacidades y cuentan con más herramientas para superar barreras, mejorar su auto reconocimiento y ser agentes activos de participación en los escenarios existentes a nivel territorial, como los comités municipales y departamentales de discapacidad, así como en los espacios intersectoriales del nivel nacional.Al respecto, Juliana Fonseca, especialista del Secretariado Nacional de Pastoral Social y coordinadora del proyecto, expresó que, para su desarrollo, se ha contado en los territorios con el apoyo de un equipo de profesionales en terapia ocupacional, psicosociales y jurídicos, que han estado acompañando permanentemente a las Personas con Discapacidad participantes y a sus cuidadores.“Acompañamos desarrollo de habilidades para la participación e incidencia que les permita estar presentes en los diferentes escenarios de toma de decisiones, visibilizar sus necesidades y poner en la agenda pública local las necesidades que tienen y que estas puedan ser gestionadas a través de proyectos y programas”, agregó Juliana.Sobre esta iniciativa enfocada en las Personas con Discapacidad, el Cardenal Rueda afirmó que es un piloto e invitó a que sea replicado en otras jurisdicciones eclesiásticas del país y del continente para que trascienda. Para ello, destacó la importancia de la articulación entre la Iglesia y otras instituciones: “Creo que ese es un primer aporte de la Iglesia y desde el departamento de Nariño se puede irradiar para todo el país y para toda América Latina. De tal manera, que Iglesia e instituciones civiles puedan trabajar en esa cultura que incluye a hombres y mujeres con discapacidad y a sus cuidadores, tanto en el ambiente eclesial, como en todos los ambientes sociales”.Por su parte, monseñor Juan Carlos Cárdenas, obispo de la Diócesis de Pasto, expresó que, aunque históricamente la Iglesia en Colombia ha tenido un compromiso por trabajar con las Personas con Discapacidad, remarcó la necesidad de seguir trabajando por una pastoral que sea cada vez más incluyente. “Todos somos hermanos y todos tenemos mucho que dar, pero también mucho que recibir de aquellos que viven una situación particular y especial, pero a los que Dios les da la gracia de activar otras cualidades que tal vez en otra situación no hubieran podido entender. Seamos más sensibles con esta realidad y demos más pasos audaces en favor de ellos, como nos pide el papa Francisco”, agregó.El llamado del Cardenal Luis José Rueda Aparicio:Al cumplirse el primer año de implementación de “Tejiendo entornos para Personas con Discapacidad” y en el contexto del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, desde este primero de diciembre y durante el resto de la semana, las diócesis de Pasto, Ipiales y Tumaco, estarán desarrollando diversas actividades de sensibilización y visibilización de las Personas con Discapacidad. Además, se realizarán jornadas de oración en algunas parroquias de los cinco municipios priorizados.Diócesis de IpialesBajo el lema “Para no dejar a nadie atrás”, del 1 al 10 de diciembre, la pastoral social de esta jurisdicción eclesiástica liderará la Jornada de Movilización por las Personas con Discapacidad. La iniciativa será desarrollada en los municipios de Samaniego y Ancuya.Allí, se desarrollarán actividades como el “Festival por la Inclusión, la Memoria y los Derechos Humanos”, que incluirá la exposición fotográfica y la proyección de historias de vida de quienes han hecho parte del proyecto “Tejiendo entornos inclusivos” implementado en ese territorio, así como actividades lúdicas y culturales. En el caso de Samaniego, este festival se llevará a cabo el viernes 1 de diciembre desde las 8:30 a.m hasta las 2:00 p.m. y tendrá como sede el Parque Sol Andino. En Ancuya, se realizará el domingo 3 de diciembre desde las 9:00 a.m, hasta la 1:30 p.m. en el Parque principal del municipio.Así mismo, se llevará a cabo, en el barrio El Progreso de Samaniego, la pintura de un mural participativo con mensajes de sensibilización por la inclusión el día sábado 2 de diciembre.Diócesis de PastoEn el caso de San José de Albán, como fruto de la implementación del proyecto “Tejiendo entornos inclusivos” y gracias a la articulación con la administración municipal, el viernes 1 de diciembre, en esta localidad, se llevará a cabo inauguración de un nuevo espacio físico comunitario y de inclusión en el que las personas con discapacidad de esta localidad podrán acceder, de manera gratuita, a procesos formativos, terapéuticos y de socialización.Este espacio, que se dotará desde el proyecto con material pedagógico y terapéutico, estará ubicado en el antiguo Centro de Desarrollo Infantil (CDI) del barrio Sur Albán.Durante la inauguración, que se llevará a cabo de 8:30 a.m. a 6:00 p.m., se realizarán actividades de sensibilización, formación, apoyo psicosocial, recreativas y artísticas. De manera particular, se realizará un cine foro basado en la película “De camino a casa”, producción que aborda temas asociados a las barreras comunicacionales frente a las personas con discapacidad en las relaciones interpersonales y familiares, el maltrato, la resiliencia, el amor y la resignificación de la discapacidad. Diócesis de TumacoTambién el domingo 3 de diciembre, en la plazoleta del Parque Colón, ubicada frente a la Catedral, la Diócesis de Tumaco realizará una actividad denominada “Galería itinerante de la discapacidad: intercambiando saberes y sabores". Esta se llevará a cabo desde las 8:00 a.m. hasta el mediodía.El llamado del Papa Francisco:
Vie 17 Nov 2023
Tras visita a la Diócesis de Apartadó, Grupo de Trabajo por Colombia pide fortalecer acciones para proteger a migrantes en el Urabá
Del 13 al 17 de noviembre, miembros del Grupo de Trabajo por Colombia (GTC), integrado por las Cáritas de Europa y Norteamérica, así como por el Secretariado Nacional de Pastoral Social-Cáritas Colombiana SNPS/CC, llevaron a cabo un nuevo encuentro. En esta oportunidad, visitaron la Diócesis de Apartadó, concretamente los municipios de Apartadó, Necoclí y Turbo (Antioquia), bajo el propósito central de conocer la situación actual de la movilidad humana en la subregión del Urabá, concretamente desde cuatro dimensiones: crisis migratoria, conflicto armado, afectación del medio ambiente y la construcción de paz.Este grupo fue recibido por el padre Leonidas Moreno Gallego, administrador de la Diócesis de Apartadó y por su equipo de trabajo, también participaron los directores de pastoral social de la Arquidiócesis de Medellín y de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. Además, lideró la actividad el padre Rafael Castillo Torres, director del SNPS.Al cierre de esta visita en territorio, en el auditorio de la Curia Diocesana de Apartadó, el Grupo de Trabajo por Colombia llevó a cabo una rueda de prensa para socializar su experiencia y dar a conocer un comunicado final sobre su percepción en el territorio, especialmente a partir del encuentro con diferentes miembros de la comunidad, organizaciones de la sociedad civil y agentes pastorales. En el encuentro con medios estuvieron presente Geraldine Hill, representante de SCIAF, Cáritas de Escocia, Joel Da Costa, representante de Cáritas de Francia y Liliana Zamudio, subdirectora de Cáritas Colombia.En dicha rueda de prensa se destacaron varios puntos clave sobre la realidad y las necesidades más urgentes que lograron evidenciar:Registro migratorio incompleto: El GTC señala la falta de un registro migratorio fiable y bajo control gubernamental, generando discrepancias en las cifras de migrantes.Dignidad del migrante en riesgo: Se enfatiza en la pérdida de respeto por la dignidad del migrante, evidenciada en la falta de alojamiento digno, atención médica oportuna, seguridad y protección, especialmente para grupos vulnerables.Débil regulación estatal: Se denuncia la falta de regulación estatal, contribuyendo a la trata de personas y la explotación de la población migrante.Implementación lenta de acuerdos de paz: Se expresan preocupaciones sobre la implementación de acuerdos de paz, especialmente en aspectos étnicos, restitución de tierras y enfoque de género.Necesidad de presencia estatal: Se subraya la importancia de una presencia real del Estado para evitar la transformación de negociaciones de paz en nuevas formas de violencia.Persistencia de control armado: A pesar de la disminución de enfrentamientos, afirman que la población sigue bajo el control de grupos armados, afectando la seguridad y la libertad de las personas.Impacto de megaproyectos: Se resalta el impacto negativo de megaproyectos como la producción bananera y la minería en el biosistema del Urabá, afectando su biodiversidad y las condiciones de vida de la población.Necesidad de abordar traumas y procesos comunitarios: Se insiste en abordar las afectaciones materiales, psicosociales y emocionales de la población mediante procesos comunitarios y apoyo para la construcción de tejido social.En el espacio también se destacó la importancia de la misión que adelanta la Iglesia Católica junto diversas organizaciones de la sociedad civil.El representante de Cáritas Francia hizo énfasis en la necesidad de dar visibilidad a las problemáticas que hay en la región: “Si la fuerza de la sociedad civil puede hacer algo, es visibilizar y hacer también incidencia directamente con las autoridades locales”.Desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social, en la Conferencia Episcopal de Colombia, el padre Rafael Castillo hizo un importante llamado a las estructuras criminales presentes en este territorio "que lo controlan, lo dominan y lo someten". Agregó: "Paren de seguir haciendo de la migración un negocio. La Iglesia denuncia y condena esta flagrante violación a los derechos humanos y al derecho fundamental a migrar. Saludamos todos estos esfuerzos, les invitamos a las comunidades a no tener miedo, a avanzar con coraje y con dignidad".En este mismo sentido, en el comunicado, el Grupo de Trabajo por Colombia pidió al Estado implementar una política pública con enfoque de derechos, garantizando la seguridad y la libertad de migrar. También destacó la importancia de trabajar conjuntamente con gobiernos regionales y organismos internacionales para abordar las causas fundamentales de la migración.Por otra parte, la subdirectora de Cáritas Colombia, Liliana Zamudio, manifestó que el Estado debe orientar y tener claridad en la articulación con las entidades locales, como son la Policía, las oficinas de migración, entre otras. “No existe esa claridad en la política migratoria, orientaciones de orden legal hacia las alcaldías. Se debería tener una política clara, que dé y articule a entidades locales, el orden y la seguridad que da migración y las garantías que se da a las personas locales por sus derechos”.Vea el mensaje del Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social: