SISTEMA INFORMATIVO
Iglesia Católica colombiana anima la oración, reflexión y el trabajo colectivo por la unidad de los cristianos

Del 19 al 25 de mayo se llevará a cabo en Colombia la versión número 57 de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (SOUC). Una iniciativa promovida por la Iglesia Católica colombiana a través de la Comisión para la Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).
En este año la SOUC tiene como lema el texto de Lucas 10, 27: “Amarás al Señor tu Dios…Y a tu prójimo como a ti mismo”. Durante ocho días los cristianos de diversas iglesias y comunidades eclesiales del país están llamados a reflexionar sobre las heridas en la unidad, orar por la plena comunión y plantear líneas de acción para el trabajo común. Para ello, el Departamento para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y del Diálogo Interreligioso (PUD) del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC) pone a disposición un texto que compila y adapta las orientaciones celebrativas propuestas por un equipo ecuménico de Burkina Faso, país de África Occidental, en el que estuvieron presentes representantes de la Arquidiócesis católica de Uagadugú, de las Iglesias protestantes, de los organismos ecuménicos y de la Comunidad Chemin Neuf (Camino Nuevo), que se caracteriza por su vocación ecuménica.
En esta ocasión, los círculos bíblicos de reflexión en Bogotá se llevarán a cabo de la siguiente manera: el lunes 20 de mayo, en la sede del Movimiento de los Focolares del barrio La Soledad, el martes 21 en la Iglesia Episcopal de Comunión Anglicana, el miércoles 22 en la Iglesia Metodista, el jueves 23 en la Iglesia Ortodoxa Griega y el viernes 24, en la Iglesia Luterana San Mateo. El sábado se realizará la celebración ecuménica, a cargo de la Iglesia Siro Ortodoxa de Antioquía, en la que estarán presentes diversos líderes religiosos de las comunidades cristianas. Los horarios y direcciones pueden encontrarse en la última página del subsidio de la SOUC 2024.
La guía de celebraciones ha sido adaptada para Colombia. En la presentación del material, monseñor Edgar Aristizábal Quintero, obispo de Yopal y presidente de esta comisión episcopal encargada del ecumenismo y el diálogo interreligioso, señala que “la 57ª Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que realizamos este año 2024, tiene un especial contexto pues se enmarca en el deseo de la Iglesia Católica de que una “sinfonía de oración” vincule a todos los cristianos de diferentes confesiones durante el Año de la Oración; precisamente, el Papa Francisco también ha insistido en que el Jubileo de la Esperanza debe contar con un hondo sentido ecuménico pues coincidirá con la celebración de los 1700 años del Concilio Ecuménico de Nicea, realizado en el año 325, en el que fue definida la consubstancialidad de la divinidad entre el Padre Eterno y su Hijo Jesucristo, declaración fundamental para todos los cristianos que vemos en Nuestro Señor el rostro de Dios”.
La SOUC 2024 se realiza también en el contexto del camino sinodal. El papa Francisco ha insistido en la “conversión ecuménica” es decir, incentivar acciones y actitudes que conlleven a la comunión real de todos los cristianos. Durante la primera sesión de la Asamblea Sinodal, en octubre de 2023, se propuso elaborar un martirologio ecuménico, la convocación de un sínodo ecuménico y profundizar en el estudio para que todos los cristianos tengan una fecha común para la celebración de la Pascua. Ahora, de camino a la segunda sesión, en octubre de 2024, el pontífice ha dispuesto que haya 10 comisiones de estudio, una de las cuales se refiere a “la recepción de los frutos del camino ecuménico en la praxis eclesial”. En este grupo de estudio se reflexionará sobre el papel del primado petrino al servicio de la unidad, la experiencia de las parejas y familias interconfesionales, así como el fenómeno de las comunidades “no denominacionales” o de los movimientos de despertar de inspiración cristiana carismática/pentecostal.




La familia, espacio vital de cuidado a los enfermos
Mar 11 Feb 2025

Sean mis testigos (Hech 1, 8)
Mar 11 Feb 2025

Jue 6 Feb 2025
Para vivir la sinodalidad, obispos colombianos se comprometen con el fortalecimiento de la comunión eclesial y la formación misionera
Al llegar a la cuarta jornada de trabajo en su Asamblea Plenaria 118, los obispos y administradores diocesanos colombianos dedicaron su reflexión y trabajo a dos temas esenciales para la vivencia efectiva de la sinodalidad en la Iglesia (propósito que ha inspirado este encuentro): la conversión de los vínculos y la formación de discípulos misioneros. Orientados por el Documento Final de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos y partiendo de la realidad de sus jurisdicciones eclesiásticas, los prelados definieron nuevos caminos y compromisos en estas dimensiones.La jornada inició con una Eucaristía presidida por monseñor Héctor Cubillos Peña, obispo de Zipaquirá, concelebrada por los Vicarios Apostólicos de Trinidad y de Puerto Leguízamo-Solano: monseñor Héctor Javier Pizarro y monseñor Joaquín Humberto Pinzón. Durante su homilía, monseñor Cubillos recordó a sus hermanos en el episcopado que su principal misión es “ser testigos y mensajeros del Señor”. Recordó el llamado que les ha hecho el Papa Francisco para este Año Jubilar: “permanecer anclados en la Jerusalén del cielo. Y de esta manera, anhelarla, buscarla y querer alcanzarla a través del camino sinodal, que es el camino de Jesús”.Posteriormente, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y monseñor Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín, ambos padres sinodales, fueron los encargados de exponer las ideas centrales de los temas a trabajar en el ámbito de la sinodalidad. Posteriormente, por regiones, los pastores desarrollaron talleres grupales de profundización. De allí, surgieron varios compromisos concretos, algunos de ellos pueden ser conocidos a través del informativo 'Así va la Asamblea'.Frente a la conversión de los vínculos, monseñor Tobón explicó que, aunque la expresión puede resultar algo extraña, se refiere a cómo logra la Iglesia vivir mejor la comunión eclesial, la fraternidad y la profunda unidad que debe existir entre todos sus miembros. Propició la reflexión desde tres niveles de vinculación: como Iglesia colombiana, con las demás Iglesias locales y con la Iglesia universal. El Arzobispo de Medellín comentó que ese relacionamiento y trabajo sinodal entre diferentes niveles de la Iglesia debe ser visto como intercambio de dones, "aquí nunca es uno que da y otro que recibe, sino siempre son dos que reciben de la gracia del Señor y de la unidad, de la comunión de la Iglesia", enfatizó.En cuanto a realidades de la Iglesia colombiana que se pueden aprovechar en esa conversión de los vínculos señaló las potencialidades que tiene la Conferencia Episcopal de Colombia como órgano colegiado e institución, el trabajo articulado que adelantan las provincias eclesiásticas y las pequeñas comunidades, que van surgiendo cada vez más."La Conferencia Episcopal de Colombia es una de las primeras conferencias que se establecen en el mundo, una conferencia que ha venido trabajando constantemente, que se ha venido consolidando en sus servicios. También muy importante el trabajo en las provincias eclesiásticas, cómo cada grupo de obispos por departamento o por región, intercambian sus experiencias y buscan juntos lo que se debe hacer; se ayudan con personal y con recursos para hacer las cosas. Pero lo que más ayuda es el buen espíritu, la disponibilidad, la fraternidad, la amistad. No solamente entre los obispos, también entre los sacerdotes, en las parroquias, entre los laicos. Hoy tenemos ya en casi todas las parroquias, por ejemplo, consejos parroquiales. ¿Y eso qué significa? Un grupo de laicos pensando en su parroquia, ayudándole al párroco a hacer una parroquia más viva. Tenemos las pequeñas comunidades, ese es un milagro del Espíritu; un grupo de bautizados escuchan la palabra y se forman en la fe, crecen en la fraternidad y se proyectan apostólicamente. La Iglesia realmente no podría existir sin todos estos recursos de comunión y de fraternidad".Por su parte, el cardenal Rueda expresó que en la formación de discípulos misioneros es "donde se juega la sinodalidad". Explicó que tiene que ver con la espiritualidad, con la organización para el discipulado y con la proyección misionera y misericordiosa de todos los bautizados; que implica que no sean solo destinatarios sino protagonistas y mensajeros de la Buena Nueva en diferentes niveles, por su condición bautismal. Frente a su implementación en la realidad de la Iglesia colombiana, el purpurado precisó:"Esto significa que debemos apostarle en todas las parroquias, en todas las iglesias particulares, a la formación. Y eso requiere inversión de recursos, de tiempo y de personas, de personas cualificadas, de personas formadas. Eso nos exige a nosotros los obispos, formarnos para poder pasar de una Iglesia de conservación a una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa, pero, además, quiero decirles que esto desafía también la formación de los ministros ordenados, porque si tenemos seminaristas, diáconos, presbíteros y obispos bien formados, que tienen en su corazón lo que es el corazón de la sinodalidad, que es la espiritualidad de comunión y la condición de pueblo de Dios en camino, entonces seremos los primeros promotores de la formación de todos los bautizados en el pueblo de Dios".Vea otros detalles y compromisos en el Informativo del Episcopado Colombiano:

Mié 5 Feb 2025
Conversión de los procesos en la Iglesia colombiana a la luz de la sinodalidad: tema central de la tercera jornada en la CXVIII Asamblea del Episcopado
Los obispos colombianos centraron la tercera jornada de trabajo en su CXVIII Asamblea Plenaria en la profundización sobre la conversión de los procesos evangelizadores y administrativos en la Iglesia. Lo planteado en la tercera parte del Documento Final de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, inspiró su discernimiento. Monseñor José Miguel Gómez, arzobispo de Manizales y padre sinodal, realizó la presentación central del tema. Los obispos también desarrollaron actividades de análisis y construcción de ideas a nivel grupal desde la experiencia de sus Iglesias particulares.La jornada inició con la celebración de la Eucaristía presidida por monseñor José Clavijo Méndez, obispo de Sincelejo, concelebrada por monseñor Juan Manuel Toro, obispo de Girardota, y por monseñor Fadi Abou Chebel. En su homilía, monseñor Clavijo convocó a sus hermanos obispos a acudir a la “metodología de la esperanza” durante esta asamblea; la describió como la posibilidad de “leer el presente a la luz del pasado, que es un pasado de salvación, para encontrar la veta que abre las puertas del futuro”. Expresó que la conversión de los procesos y estructuras, implica disponerse a la novedad y al cambio con fe y esperanza en el Señor; aprendiendo a discernir en su diálogo qué es lo esencial y qué es lo que deben buscar en el presente, junto a los demás miembros de la Iglesia.Entérese de todos los detalles e ideas planteadas durante este miércoles 5 de febrero a través del informativo del Episcopado Colombiano:

Mié 5 Feb 2025
Obispos colombianos piden a las instituciones enfocarse en brindar respuestas efectivas a las comunidades que padecen la crisis humanitaria
Reunidos en su CXVIII Asamblea Plenaria, los obispos colombianos se pronunciaron a propósito de la compleja situación política y social que vive el país; hicieron un llamado a las autoridades, las instituciones y la sociedad civil a "no dejarnos distraer por coyunturas" y atender de manera articulada los problemas más profundos y urgentes de la nación, especialmente la crisis humanitaria que afecta a tantas comunidades, entre ellas, las presentes en la región del Catatumbo.“Nos interpela el clamor y el sufrimiento de las personas y las comunidades, que están siendo gravemente afectadas”.En el pronunciamiento los obispos también pidieron atención urgente para los migrantes, desplazados, confinados y retornados, víctimas de la creciente violencia en las zonas rurales del país.Llamado al Gobierno NacionalLa Conferencia Episcopal de Colombia exhortó al Gobierno Nacional y a todas las instituciones del Estado a trabajar de manera conjunta para lograr soluciones efectivas, focalizándose en el bien de la nación para alcanzar el país unido y en paz que tanto se anhela.Esperanza en las comunidadesPese a la gravedad del panorama, los obispos hiciern un llamado a mantener la esperanza y fortalecer las iniciativas que están surgiendo desde las comunidades para enfrentar la crisis.Lectura del pronunciamiento por el Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Francisco Múnera Correa:

Mar 4 Feb 2025
Obispos colombianos abordan retos sociales del país e inician la definición de compromisos para implementar la sinodalidad
Este martes, 4 de febrero, los obispos colombianos centraron su Asamblea en dos dimensiones: el análisis de la realidad nacional y el inicio del trabajo sobre implementación de la sinodalidad, a partir de la conversión de las relaciones con y entre los diferentes miembros de la Iglesia.Espiritualidad: el punto de partidaEl punto de partida fue la celebración de la Eucaristía, en esta ocasión, presidida por monseñor Oscar Vélez Isaza y concelebrada por los obispos de Montería, monseñor Ramón Alberto Rolón Güepsa, y Magangué, monseñor Ariel Lascarro Tapia. Durante su homilía, el prelado de Valledupar recordó a sus hermanos que la cercanía hecha de escucha atenta y mirada solícita a la fragilidad del ser humano, es la huella de la presencia de Cristo en su ministerio episcopal. Además, los instó a siempre “cuidar, defender y restaurar la vida de forma integral”.Análisis de la realidad nacional: signos de los tiempos y signos de esperanzaSin duda, los múltiples desafíos que vive hoy Colombia en materia social, política y económica son de gran interés para los obispos; esto explica que la misión de la Iglesia no puede ser ajena a la realidad de las comunidades que pastorean. Por esta razón, orientaron la primera parte de su jornada a identificar caminos para responder y acompañar las diversas realidades, como Iglesia sinodal.A partir de la exposición hecha por el experto temático invitado que, en esta oportunidad, fue el exministro de Hacienda y Crédito Público Mauricio Cárdenas Santamaría, desarrollaron espacios de profundización a nivel grupal. Para ello, se distribuyeron en siete regiones, cada una integrada por dos provincias eclesiásticas. Allí, identificaron realidades territoriales comunes en calidad de signos de los tiempos y oportunidades para el trabajo de la Iglesia, como signos de esperanza. Además, formularon algunos acuerdos para asumir de manera colectiva. En la emisión de ‘Así va la Asamblea’, el Obispo de Ipiales, monseñor José Saúl Grisales, el Obispo Auxiliar de Medellín, monseñor Mauricio Vélez y el Obispo de Ocaña, monseñor Orlando Olave, dan a conocer algunos de esos análisis.Sinodalidad: la Conversión de las RelacionesEl espacio de la tarde en este segundo día estuvo dedicado a la Sinodalidad, específicamente, sobre la dimensión denominada “Conversión de las relaciones”. La encargada de guiar a los obispos en esta profundización fue la hermana Gloria Liliana Franco Echeverri, presidente de la Confederación Latinoamericana de Reliogiosos y Reliosas, madre sinodal. Lo hizo a partir de lo planteado en la segunda parte del Documento Final de Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.Posteriormente, por grupos, definieron modos concretos para avanzar en la conversión de las relaciones, teniendo en cuenta, especialmente, cinco grandes grupos desde la realidad de sus jurisdicciones eclesiásticas: fieles laicos, ministros ordenados, vida consagrada, los frágiles y los excluidos.La mujer en la misión de la Iglesia colombiana desde la sinodalidadSobre este tema, en ‘Así va la Asamblea’, el obispo de la Diócesis de Sonsón-Rionegro, monseñor Fidel León Cadavid, compartió dos importantes categorías relacionales que cobraron un importante protagonismo en medio del análisis del grupo en el que participó: las mujeres y los funcionarios públicos. Sobre esto detalló:“Curiosamente no estaba ahí incluido pero podíamos añadir subgrupos y todos coincidimos en la relación con las mujeres, porque es un tema que toma el Documento Final del Sínodo con amplitud; la necesidad de convertirnos a esa apertura a la misión y a la presencia de la mujer dentro de la Iglesia, para poder vencer resistencias. Necesitamos que no hayan muros y prejuicios que le impidan algún grupo dentro de la comunidad eclesial hacer presencia, actuar y ser copartícipe de la misma misión. También hablamos del contacto y la relación con los funcionarios públicos, que es fundamental mantener esa puerta abierta de relación para lograr tener una mejor en acción que favorezca a toda la comunidad eclesial y civil”.Impacto del cese de ayuda de Estados Unidos en la acción pastoral y social de la IglesiaLa suspensión de todos los proyectos de ayuda internacional ordenada recientemente por el presidente estadounidense Donald Trump, también ha impactado la acción social de la Iglesia colombiana. Por ejemplo, en aquellas iniciativas del Secretariado Nacional de Pastoral Social y las pastorales diocesanas enfocadas en apoyar a migrantes, refugiados y colombianos retornados.En el contexto de esta Asamblea, monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, explicó que, al no contar con los recursos provenientes de este apoyo que ha venido brindando el Gobierno de Estados Unidos, la Iglesia Católica dejará de atender a 15.000 personas en nueve jurisdicciones eclesiásticas del país.“No se podrá hacer la atención socio-jurídica que se hacía, la atención psicosocial, la ayuda para emprendimientos, para seguridad alimentaria, para formación; el apoyo para que pudieran descansar, por ejemplo, mientras iban de viaje o mientras accedían a algunos apoyos en el campo de la medicina”.Monseñor Barreto recordó que instituciones de la Iglesia Católica colombiana como la Pastoral Social siempre han sido de mucha confianza para entidades como USAID, todas las del Sistema de Naciones Unidas, la Unión Europea y para muchas otras organizaciones del mundo, “porque confían en que realmente nosotros manejamos bien los recursos y llevamos a cabo la tarea que se pretende hacer a nivel humanitario”, enfatizó.Vea todos los detalles y pronunciamientos en el informativo del Episcopado Colombiano: