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Iglesia

Sáb 8 Sep 2018

¿Cómo evangelizar la ciudad hoy?

Por: Mons. Omar Mejía Giraldo - Esta pregunta ha pasado muchas veces por mi corazón de pastor, es además, un interrogante que nos hace “perder” mucho tiempo en nuestras reflexiones pastorales. Al encontrarme con el presente texto y después de compartirlo, orarlo, meditarlo y contemplarlo con un grupo de hermanos sacerdotes, me he dado cuenta una vez más que definitivamente el único modelo evangelizador lo encontramos en Jesús, el Señor. Él es el camino, la verdad y la vida. Jesús, el Señor, es el único modelo que debe inspirar nuestra vida cristiana. El ADN propio del cristiano es la vida misma de Jesús, el Maestro y el Señor. Dice el apóstol Santiago que no podemos ser tan olvidadizos que nos acerquemos al espejo, miremos nuestro rostro y tan pronto salgamos de su presencia nos olvidemos de nuestra imagen (Cf Sant 1,23-24). Les propongo que miremos el precioso texto de hoy como el mejor espejo evangelizador que debe orientar nuestra vida de cristianos. Detengámonos en los detalles del texto. Comencemos por el final, dice la Palabra: “Y en el colmo del asombro decían: Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos”. La gente está maravillada, ¿y de qué se maravillan? Observemos los detalles. Jesús, manifiesta su poder sobre la enfermedad, su poder viene de lo alto. Jesús utiliza la pedagogía del encuentro. Escuchemos la Palabra: Él va hacía el mar de Galilea, pero antes pasa por la Decápolis, que significa literalmente diez ciudades. Era una región de diez ciudades al sudeste de Galilea, cuya población era de gente no creyente y marcada por la cultura helenista. Jesús va de camino y la gente de la ciudad recurre a Él. Allí precisamente le presentan un tartamudo sordo que además, apenas, podía hablar. La gente le ruega a Jesús que imponga la mano sobre él. Aparece así un signo precioso que expresa el amor misericordioso de Jesús: toma al enfermo y se lo lleva a un sitio aparte, “a solas”, donde le dedica tiempo para escucharlo, con atención, cuidado, paciencia, compasión, serenidad. Jesús tiene tiempo para el enfermo. Recordemos que el enfermo hablaba con dificultad, sin embargo, Jesús no tiene prisa, invierte su tiempo en escucharlo. Jesús le permite al enfermo que se exprese, que se comunique, que le manifieste su situación, su dolor, sus circunstancias… Luego, Jesús, continúa con otras acciones propias de su personalidad: le mete sus dedos en los oídos y le toca la lengua con su saliva, levanta los ojos al cielo y pronuncia una palabra con tono imperativo, da una orden contundente: “Effetá” – “Ábrete”. Interpretemos la actitud de Jesús frente al enfermo, en nuestra vida personal, familiar, social y comunitaria. Hermanos, necesitamos salir, ir de camino, el Papa nos invita a ser “callejeros de la fe”. Salgamos de nuestro individualismo, compartamos nuestra experiencia de Dios. Vayamos a la calle, a los campos, vayamos de camino, que alguien nos necesita, no nos encerremos en las sacristías, en las oficinas, en nuestro metro cuadrado. Salgamos de las comodidades de nuestras instituciones ancladas en el pasado. Salgamos de nuestras instalaciones físicas, institucionales y existenciales… Hay hermanos que nos necesitan, pero les da pena venir a nosotros, vayamos a ellos, basta de una pequeña iniciativa nuestra y nos dan la oportunidad de servirles en el nombre del Señor y con su poder. Si estamos necesitados también salgamos, dejémonos ayudar de los demás, nuestros líderes no son adivinos, hay que contarles de nuestras necesidades, de nuestras prioridades y motivaciones. El tartamudo sordo, no fue por sí mismo a Jesús, dice la Palabra que la gente le pide a Jesús que le imponga la mano. Un grupo de personas se interesó por la situación del enfermo y lo llevan a Jesús, interceden ante Él para que lo cure. Hermanos, todos, estamos necesitados, todos necesitamos de Dios y necesitamos de los demás, no nos encerremos, comuniquemos nuestras necesidades. Con prudencia y respeto, comuniquemos las necesidades de los nuestros hermanos para que sean ayudados. Otro detalle: contemos nuestras necesidades y las necesidades de los hermanos a las personas indicadas; los problemas y las dificultades personales y familiares no hay que ir pregonándolos por todas partes, cuando necesitemos ayuda, busquemos las personas adecuadas y preparadas para que nos orienten. Del evangelio de hoy podemos aprender también la importancia de la oración de intercesión. Madres, padres, maestros, sacerdotes, religiosas, amigos…, cuando veamos un pecado, una enfermedad…, en alguien de nuestra comunidad, no seamos imprudentes, no vayamos señalando a nuestros hermanos, y menos a través de las redes sociales. Cuando hayan errores entre nosotros, lo primero que debemos hacer es comunicar a Jesús, el Señor, la necesidad de nuestro hermano, estemos seguros que Él, con su amor, misericordioso le devolverá la salud. El evangelio de hoy nos enseña unas virtudes que nos pueden servir para mejorar nuestra manera de comportarnos y relacionarnos tanto en el campo como en la ciudad: Estar en actitud de salida, ir hacía los demás, apertura…, no encerrarnos, ir por los campos, pueblos y ciudad con menos prisa, con mayor apertura a observar y escuchar a los demás. Generar la cultura del encuentro, posibilitarle a los demás la oportunidad para que se acerquen, no nos encerrarnos, todos necesitamos de todos… Solidaridad, escuchar las necesidades de los hermanos, invertir tiempo en los demás, escuchar, “acariciar”. Nuestras manos son para bendecir y hacer el bien… Con nuestra lengua (comentarios), hablar bien, siempre bendecir, jamás maldecir… Ir más allá de nuestras fronteras, si Jesús visitó uno pueblos no creyentes, también nosotros debemos estar abiertos a coger a todos, sin distinción de raza o credo social… Escuchar para poder hablar, escuchemos antes de hablar, seamos prudentes para hablar. Pidámosle a Dios que nos conceda la gracia de sanarnos de nuestra sordera y de nuestra manera de hablar. Hablemos bien unos de otros… Oremos levantando los ojos al cielo, clamemos a Dios pidiendo la salud física, espiritual, mental y emocional de nuestros hermanos. La gente dice de Jesús: “Todo lo ha hecho bien”. Pregunta: ¿Si hoy me muriera, será que nuestra gente podría decir de mi: “todo lo ha hecho bien”? Máxima: “hacer el bien y evitar el mal”. Marcos 7, 31-37 En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo, que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga la mano. Él, apartándolo de la gente, a solas, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo: Effetá (esto es, «ábrete). Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba correctamente. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos. Tarea: - Leer la exhortación del Papa Gaudete et exsultate, números del 86 a 92. - Durante la semana vamos a proponernos a acercar alguien nuevamente a Dios.

Sáb 8 Sep 2018

Iglesia y Gobernación de Sucre unen esfuerzos para prevenir el suicidio

En una circular emitida por el obispo de Sincelejo, Monseñor José Clavijo Méndez, pidió a sus párrocos para que en las homilías dominicales dediquen un espacio a la reflexión de temas relacionados con la convivencia social, autocuidado, amor a la vida, valores en la familia y autoestima, como una forma de prevenir el suicidio. Más de 40 suicidios en lo corrido del año, llevaron a la Iglesia Católica y a la Gobernación de Sucre a asumir un compromiso de sensibilización para la prevención del suicidio en este Departamento “En nuestro Departamento durante los últimos años, con frecuencia se han generado casos de intentos de suicidio y suicidios consumados provocando una alerta en el tema de Salud Mental y Salud pública por lo que se hace necesario aunar esfuerzos, compromiso de prevención, vigilancia, acompañamiento y atención intersectorial”, reza la misiva. Esta comunicación firmada por el obispo de esta Jurisdicción, monseñor José Clavijo Méndez; el señor Ramón Quintero Lozano, secretario de Salud de Sucre, y el presbítero Juan José Sarmiento Cueto, delegado diocesano para la Pastoral de la Salud, va dirigida a distintos miembros de la Iglesia y a actores claves de la sociedad civil. La Iglesia y la Gobernación de Sucre acordaron conmemorar conjuntamente este lunes 10 de septiembre en Sincelejo, el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, instituido en 2003 por la Organización Mundial de la Salud. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar circular[/icon] Fuente: Oficina de comunicaciones diócesis de Sincelejo

Vie 7 Sep 2018

A un año de la visita del Papa

Por: Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria - Un mensaje central de la visita del Papa Francisco a Colombia fue el de animar al pueblo colombiano a dar el primer paso en el camino de la reconciliación, nos invitó a abrir nuestros corazones de pueblo de Dios y dejarnos reconciliar “no tengan temor a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación….es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, renunciar a las venganzas y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno”. Recordamos que el viernes 8 de septiembre de 2017 en el parque de las Malocas en Villavicencio, el Papa Francisco dejo eco de su mensaje en el Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional. Durante este acto solemne, el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Oscar Urbina exaltó que durante 30 años de la semana por la paz, la Iglesia Católica y diversas organizaciones de la sociedad civil, conscientes que la paz es un don de Dios y una responsabilidad confiada a todos, se ha celebrado anualmente esta semana de oración, reflexión y trabajo por la paz. Allí reunidos con el Papa Francisco más de 4 mil víctimas venidas de todas las regiones del país, excombatientes, sociedad civil y funcionarios del gobierno hicieron la oración al Cristo de Bojayá. Este año se cumplieron 16 años de la masacre de Bojayá siendo este un hecho representativo del conflicto en Colombia, y es frente al Cristo de Bojaya que el Papa dijo que verlo así “mutilado y herido, nos interpela” nos enseña que “el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. Nos enseña a transformar el dolor en fuente de vida”. Esta reflexión la hizo tras escuchar el salmo 85 en relación con cuatro testimonios de personas que contaron desde su experiencia profunda, la manera como han vivido el conflicto armado, y cómo se han proyectado en un futuro de reconciliación y paz. Luego de un año Pastora Mira, uno de los testimonios escuchados en Villavicencio con mucha alegría cuenta que este ha sido uno de los mejores regalos para su vida, “me ha hecho más sensible y más comprometida especialmente con los jóvenes, me he dedicado a alimentar corazones que sufren el dolor”. Deisy Sánchez quien también compartió su testimonio, hoy cree que “confesar la verdad te permite construir la paz interior, que conozcan la verdad construye la paz en el mundo, después de dar el primer paso es indispensable dar los siguientes”. Luego de un año de esta visita apostólica, el Santo Padre ha dejado huellas históricas, ha sido un año de debates, pero también de caminos que se están abriendo hacia la reconciliación con ejercicios a nivel local donde las comunidades han empezado a dar vida al mensaje en sus territorios. Pero también nos sigue interpelando el llamado del Santo Padre cuando retomaba el salmo 85 “misericordia y verdad se encuentran, justicia y paz se abrazan” porque es un llamado que permanece vigente en la transición que vive el país y como el mismo Santo Padre lo dice, es una súplica a Dios a restaurar nuestras vidas. La capacidad de perdonar injusticias es sólo posible con la presencia del Señor. La relación entre verdad y misericordia es un binomio que sigue siendo pertinente a nuestro país hoy, donde miles de víctimas están en búsqueda de la verdad para dar ese paso a la reconciliación. Juan Carlos Murcia uno de los testimonios lo dijo de la siguiente manera: “Hoy puedo decir con certeza que me he liberado de la mentira que se esconde tras la violencia, y enfrento la verdad de mi historia”. Por otro lado, la misericordia a la verdad. El otro binomio del salmo que nos recordaba el Papa es de paz y justicia en donde para alcanzar la paz necesitamos de la justicia y no se puede separar ninguno de estos binomios. Un hecho para resaltar luego de este año es la misión de acogida que han asumido la Iglesia de frontera para atender a la población venezolana en tránsito fronterizo, donde se materializa la invitación del Santo Padre en cuatro acciones: acoger, proteger, promover e integrar. Ejemplo de ello es la acción que realiza la Diócesis de Cúcuta en la Casa de Paso la Divina Providencia que ha acogido a más de 1500 migrantes venezolanos que todos los días cruzan la frontera, brindando más de 400 mil almuerzos en un año. Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria Director Secretariado Nacional de Pastoral Social

Vie 7 Sep 2018

Iglesia colombiana conmemoró 50 años de visita de Pablo VI al país

En acto realizado ayer de noche en la sede de la Conferencia Episcopal colombiana, jerarcas, religiosos y laicos conmemoraron los 50 años de la visita de Pablo VI a Colombia, la primera que un Pontífice realizaba a un país de América Latina. Estaban presentes, entre otras autoridades, el presidente, vicepresidente y secretario de la Conferencia Episcopal. Dos ponencias y un conversatorio, alimentaron a la audiencia con los hechos de la vida del Papa Montini y su paso por el país andino. Mons. Flavio Calle Zapata, Arzobispo de Ibagué, y quien fue ordenado sacerdote en Bogotá en la visita del Papa en 1968, hizo un recuento de los principales hitos biográficos de la vida de Juan Bautista Montini. A su turno, Mons. Eleazar Escobar -capellán de la Universidad del Rosario- resaltó y comentó algunos apartes de los pronunciamientos del último Papa italiano en Colombia, relacionándolos con textos de sus encíclicas y algunos documentos del último Concilio. Tras un breve receso, se dio un conversatorio sobre diversos puntos del impacto de la visita de Pablo VI a Colombia, en el que a los anteriores expositores se sumó un obispo auxiliar emérito de Bogotá, Mons. Enrique Sarmiento Angulo, y una religiosa de la Presentación que hizo sus votos solemnes mientras el Papa Montini estaba en Colombia. Después del conversatorio fue repartido a los presentes una edición de los Discursos y homilía de Pablo VI en Colombia, finamente editado por el Instituto San Pablo Apóstol, institución de educación técnica creada a partir de una generosa donación que trajo Pablo VI al país para ser destinada en la formación de las clases menos favorecidas. El Instituto cumple con éxito hasta hoy la misión a la que fue destinado. Por: Agencia Gaudium Press

Vie 7 Sep 2018

Encuentro de Obispos con Comisionado de Paz

La Iglesia colombiana manifestó ayer jueves su disposición de seguir brindando sus oficios como facilitadora en los diálogos de paz y en la liberación de los secuestrados. Así lo manifestaron los obispos de la Comisión Permanente del Episcopado al Comisionado de Paz, doctor Miguel Ceballos, durante su visita a la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Monseñor Óscar Urbina, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la CEC, afirmó que la Iglesia valora los gestos que ha tenido el ELN al empezar a liberar a las personas que estaban secuestradas y los animó para que continúen en ese proceso de acercamiento a los diálogos. Por su parte, monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) y Presidente del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, afirmó que uno de los temas abordados con el Alto Comisionado de Paz, fue la liberación de las personas que se encuentran aún secuestradas. “La CEC ha participado de manera activa en las liberaciones que se dieron en Arauca; vemos como una señal de esperanza y un buen gesto que hay que valorar, porque esto allana el camino hacia la continuidad de los diálogos y hace posible que la fase de evaluación pueda avanzar de una manera más serena”, explicó. Monseñor Henao Gaviria dijo, además, que se propuso al Gobierno la ‘nacionalización’ de los diálogos de paz con el ELN, pues “en la medida que se hagan en Colombia van a tener unas posibilidades mayores de participación y un clima más cálido y cercano”. “Cuando se habla de ‘nacionalización’ hay que pensar que estos diálogos se realicen en el país, pero hacerlo de una manera creativa y responsable. Hay que tener en cuenta los elementos de seguridad para los diálogos y que estos avancen hacia los fines propuestos que es dar por término al conflicto armado”. Un tercer aspecto tratado con el Comisionado de Paz fue la invitación para que “los diálogos se realicen de una manera muy clara en su diseño, estén orientados hacia ese paso definitivo para que se deje atrás la confrontación armada, se adopten las medidas y mecanismos para que se integre la vida democrática a los grupos que están al margen de la ley”. Asimismo, monseñor Elkin Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la CEC, manifestó que el trabajo por la paz que la Iglesia adelanta en todo el territorio nacional no se limita solo a colaborar en los diálogos de paz, sino que “se hace de manera capilar en todas las dimensiones de la vida social, por eso manifestamos al Comisionado la disposición de trabajar en una pedagogía para la paz, educando en valores, tarea pastoral propia que la Iglesia actualmente adelanta”. Finalmente, la Iglesia expresó su preocupación al Alto Comisionado sobre las otras formas de violencia que se están generando en el país, invitándolo para que se haga una reflexión más profunda de cómo buscar caminos que lleven a una verdadera reconciliación y en la cual la Iglesia mantenga su compromiso firme de seguir colaborando con este fin.

Vie 7 Sep 2018

Cuatro miradas a un año de la visita de Francisco a Colombia

El 6 de septiembre de 2017 Jorge Mario Bergoglio aterrizaba en Bogotá. En el marco de la Semana por la paz, el miércoles 5 de septiembre se realizó en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) el conversatorio ‘A un año de la visita del papa Francisco: sigamos caminando juntos‘, con la participación de Pastora Mira García –víctima del conflicto–, el teólogo Ignacio Madera Vargas, el fraile capuchino Manuel Alfonso Vargas, y el decano del periodismo colombiano Javier Darío Restrepo. Invitar a la sociedad civil a continuar avanzando hacia la consolidación de la paz como bien común a partir del mensaje de reconciliación que Francisco legó al pueblo colombiano durante su visita al país, ha sido el propósito del evento organizado por la CEC, el Secretariado de Pastoral Social, la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC), Vida Nueva Digital Colombia, la editorial PPC y el canal Cristovisión. La apertura estuvo a cargo del sacerdote Farly Gil, secretario adjunto de la CEC, quien recordó que “todavía está en nuestros corazones la palabra, imagen, los sentimientos que nos dejó el papa Francisco en su visita” y refirió que “en cada diócesis, en cada parroquia, hay acciones concretas para que el mensaje del Papa se renueve constantemente”. El conversatorio estuvo moderado por Oscar Elizalde, coordinador de Vida Nueva Digital en Colombia. Una de las invitadas de honor fue Pastora Mira García, cuyo testimonio el año pasado en Villavicencio, en el parque las Malokas, conmovió profundamente al Papa y mereció sus palabras de aliento. Por eso tras el inicio de su intervención expresó que “no me canso de decirlo ni me cansaré, sigo siendo una bendecida y el 8 de septiembre del año pasado fue el abrazo fraterno de papá Dios por parte de su representante en la tierra”. “Ese abrazo fue como se le da un niño que está maltratado, abandonado y encuentra a ese padre que nos recoge y les da esas palabras de aliento”, expresó, al tiempo que aseguró que este gesto fue reconfortante “después de toda la ignominia y la injustica sufrida en mi ser y en mi familia por parte de los seres humanos que han pasado haciéndonos daño”. El abrazo del Papa, el abrazo de Dios En su testimonio valiente y vivo, Pastora advirtió que “es muy fácil señalar, pero estirar la mano completamente es difícil”, en una clara referencia al tema del perdón y la reconciliación. Además hizo un llamado para que el pueblo colombiano haga un ejercicio de escucha plena y a dirimir las diferencias y encontrar el perdón sin condicionamientos. “El Papa con su visita hizo una gran tarea invitándonos a dar ese gran paso” –comentó Pastora–, pero desafortunadamente la irracionalidad del ser humano en este momento de polarización, el poder y el tener todavía ganan terreno en el ser. “Así lo hemos visto con las muertes de los líderes sociales” que a pesar del proceso de desarme, del silencio de los fusiles, “siguen cayendo víctimas de la violencia”. El futuro de la paz, la reconciliación y el perdón está en los niños y en los jóvenes colombianos, agregó la lideresa antioqueña, complementando a guisa de conclusión que “si todos y cada uno de nosotros asumimos el compromiso desde nuestro quehacer la vida sería diferente”. “No se perdona cuando no se tiene misericordia” Por parte del equipo de teólogos de la CRC, Ignacio Madera, sacerdote salvatoriano, conferencista e investigador, presentó su testimonio desde una perspectiva teológica a la luz de la vida consagrada y recordó que el Papa hace un año se dirigió especialmente a la Iglesia en Medellín cuando celebró el encuentro por las vocaciones cristianas. “Francisco en Colombia fue un fenómeno”. A criterio de Madera el Santo Padre movilizó incluso a sectores no católicos habidas cuentas de las grandes multitudes presentes en cada uno de sus actos, por eso “la herencia que nos dejó todo este movimiento masivo de colombianos es que a un año de la visita vale la pena que nos preguntemos si estamos desafiados a despertar una experiencia religiosa cristiana más vital y centrada en las prácticas de construcción de la justicia y solidaridad”. El centro del mensaje teológico del Papa en su visita a Colombia, especialmente en su encuentro con los jóvenes, fue mostrar a un Dios que es misericordia, “en contraste a veces con algunas visiones demasiado centradas en un Dios omnipotente, poderoso, al cual no se le acepta preguntas porque todo lo sabe”, aseveró el teólogo En efecto, la misericordia es el horizonte fundamental que nos posibilitará el perdón y la paz, mencionó el sacerdote, “porque no se perdona cuando no se tiene misericordia y no se tiene misericordia cuando no se perdona”. “En tiempos de tribulación el cristiano se crece, digamos entonces que en tiempos de polarización los cristianos tenemos que erguirnos como hombres y mujeres que generan comunión más allá de todos los despropósitos”, expresó Madera al final de su intervención. Reconciliarse también con la creación Manuel Alfonso Vargas Reales, fraile capuchino, especialista en ecoteología, misionero en Leticia (Amazonas), y representante de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), dio su aporte desde la perspectiva ecoteológica: “si gritan los pobres, grita la tierra y el grito de la tierra es el grito de los pobres”, dijo, citando a Leonardo Boff. “Retomo aspectos de la visita del Papa sobre todo en Villavicencio, cuando tituló su homilía ‘Reconciliarse en Dios con los colombianos y con la creación’, destacando en ella un tema de Juanes: Los árboles están llorando son testigos de tantos años de violencia”, señaló. Además, hizo mención de la violencia que llena al corazón humano herido por el pecado y también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivos, citando apartes de la encíclica ‘Laudato si’’ usadas por el Papa en su homilía en Villavicencio. El misionero capuchino destacó el llamado de Francisco a los obispos: “no abandonen la Amazonía”, como algo expreso, bien dirigido, bien concreto. Asimismo, afirmó que como franciscano, para lograr consolidar pasos camino a la paz es necesario “ser hermanos en su integralidad, de forma muy honesta, reconocernos que somos hermanos”. Colombia requiere los cuidados de un buen samaritano Desde la mirada periodística, Javier Darío Restrepo, uno de los comunicadores más destacados en Colombia y América Latina, quien integra el equipo de formadores de la fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano desde 1995, fue director de la revista Vida Nueva Colombia y actualmente es columnista en importantes diarios nacionales, hizo también su balance. Pensando en este primer aniversario recordó a Guillermo León Escobar, quien fuera embajador ante la Santa Sede, resaltando que en una de las conversaciones con él “me hablaba de la importancia que tenía el que se le diera continuidad al hecho de la visita papal”, al punto se cuestiona: “¿Valdría la pena o no esa visita?” Respecto al alarmante asesinato de líderes sociales, aseguró que “se han quedado cortas las hipótesis sobre el origen de estas matanzas”, por lo cual “ese veneno del odio y la intolerancia es un virus hecho de deseos de venganza y allí está el origen de la enfermedad que el Papa detectó durante su visita y que le hizo ver a Colombia como un paciente que reclama cuidados intensivos”. Además señaló que un año después de la visita se han multiplicado las disidencias, los grupos criminales y la violencia urbana no da señales de apaciguamiento, recordando también lo que decía Francisco: “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte que la violencia y las muertes”. Restrepo destacó que Francisco “sabía de qué hablaba y para qué lo decía, veía a los colombianos necesitados como nunca del sacramento del amor a los demás”. Por ello concluyó que “Colombia es un país enfermo que requiere lo mismo que aquel herido de la parábola, los cuidados de un samaritano y es la manera de tener a mano lo que puede ser el resumen de todos los sacramentos: el sacramento del amor al otro como indispensable para que todo lo demás mantenga vigencia”. Por: Portal Vida Nueva Digital

Jue 6 Sep 2018

Iglesia colombiana recordó primer aniversario de la visita del Papa Francisco

Hoy, la Iglesia recordó el primer aniversario de la visita del Papa Francisco a territorio colombiano. Monseñor Óscar Urbina, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal, en diálogo con algunos periodistas afirmó que esta presencia del Pontífice fue “como una lluvia benéfica que trajo al país un nuevo rocío”. “El Papa sembró las semillas, ahora está empezando a crecer ese árbol de la reconciliación y la paz que fue también su objetivo fundamental durante su visita. Ahora estamos nosotros dando otros pasos para que sigamos, sin miedo, trabajando por tender puentes, superar la violencia y dejar atrás los deseos de venganzas”, afirmó el prelado. Por su parte monseñor Elkin Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y Secretario General de la Conferencia Episcopal, argumentó que la llegada del Sumo Pontífice produjo diferentes logros. “Los resultados son positivos. La visita nos dejó entusiasmados, confirmados en la fe y ha servido para crear mayor conciencia en todo el pueblo colombiano, católico y no católico, de la necesidad de trabajar juntos por un mejor país" según explicó. Dijo además, que la invitación de la Iglesia al celebrar este primer aniversario, es a rehacer los pasos que se dieron y recordar el mensaje que entregó el Pontífice al pueblo colombiano. “Que estos días los aprovechemos para renovar el entusiasmo que el Papa nos dejó en Colombia, que tengamos la fortaleza y el ánimo de seguir dando pasos en esa dirección de la paz, la reconciliación, el encuentro, la caridad con los más necesitados y el firme compromiso con la construcción de un país que sea casa y patria para todos”, expresó. Monseñor Urbina recordó, además, que hace 31 años en unión con otras organizaciones civiles la Iglesia anima la Semana por la Paz. Trajo a la memoria el significativo momento de reconciliación que se vivió el año pasado en Villavicencio con el Papa Francisco y las víctimas del conflicto.

Mié 5 Sep 2018

Iglesia en Tolima hablará sobre reconciliación, paz y desarrollo regional

El próximo viernes 7 de septiembre la Comisión Regional de Conciliación y Paz del Tolima, desarrollará el primer Foro regional de alcaldes: reconciliación, paz y desarrollo, que tiene como lema “Somos Región”. Un espacio de encuentro y diálogo que buscará reunir a los mandatarios locales del departamento con párrocos, personeros, miembros de juntas de acción comunal y representantes de diversos gremios, para analizar el contexto, reflexionar sobre roles y establecer compromisos desde proyectos y procesos que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de sus comunidades y al desarrollo de sus territorios. Durante la actividad, que será realizada en la sede de la Cámara de Comercio de Honda, se buscará también identificar el impacto dejado por el conflicto armado en los diferentes municipios y la atención que brindan las instituciones públicas encargadas, en temas de derechos humanos y atención a víctimas. Este foro es el primero de su tipo liderado por instituciones vinculadas a la Iglesia. La Comisión Regional de Conciliación y Paz del Tolima está integrada por la Arquidiócesis de Ibagué, la Diócesis de Líbano-Honda y la Diócesis de El Espinal, así como por agentes civiles de paz de diferentes sectores y organizaciones del departamento. La Comisión de Conciliación Nacional, organización que apoya su realización, es la dependencia de la Conferencia Episcopal de Colombia encargada de facilitar la búsqueda de salidas negociadas al conflicto armado y social; promover la toma de conciencia por el respeto y la promoción de los Derechos Humanos; y apoyar el trabajo por la reconciliación y la paz en Colombia. De acuerdo con Stephan Miethke, Asesor de la Comisión de Conciliación Nacional encargado de coordinar el apoyo y la articulación del trabajo por la reconciliación en las regiones, dentro de los principales retos de este espacio están: fortalecer el sentido de pertenencia entre los habitantes, que comparten problemas y oportunidades, y que se deben entender como parte de una misma región; y lograr que, más allá de los cambios de administración, los alcaldes tengan conciencia de la necesidad diseñar políticas a mediano y largo plazo, basadas en las necesidades reales de las comunidades, para que los planes de desarrollo y paz tengan continuidad. Esto último, teniendo como referencia los comicios que se realizarán en el país el próximo año. Dentro de la agenda del evento, que contará con la presencia de delegados del gobierno nacional y departamental, está prevista una intervención inicial de Stephan Miethke sobre identidad política, jurídica, cultural y territorial en la que recordará la necesidad de asociatividad de los municipios para combatir problemáticas comunes; así como el desarrollo de ponencias sobre región, modelos de gestión territorial y procesos de búsqueda de paz; la realización de mesas de trabajo sobre temas fundamentales para el desarrollo y la apropiación de la paz; y un establecimiento final de compromisos. El evento hace parte del plan anual de actividades de formación, promoción y acompañamiento de procesos e iniciativas de paz, reconciliación y convivencia que impulsa esta Comisión Regional de Conciliación y Paz, constituida desde 2014. Para la Comisión de Conciliación Nacional es fundamental apoyar las iniciativas regionales de paz. Tiene claro que no basta con organizar las Comisiones de Conciliación Regional sino que es preciso acompañarlas en su proceso de trabajo, ofrecerles insumos y directrices que respalden su labor, así como fortalecer la interconexión entre ellas. Fuente: Of. de comunicaciones Comisión de Conciliación Nacional