Pasar al contenido principal

Iglesia

Vie 12 Oct 2018

Sínodo: Obispo de Buga pidió más atención a los jóvenes

“Hay realidades que no llenan a los jóvenes sino por momentos y que los mueven a buscar algo que de verdad calme su soledad y su sed interior”, así lo expresó el obispo de Buga, monseñor José Roberto Ospina Leongómez, durante su intervención en el Sínodo de Obispos que se celebra en Roma. El prelado, quien hace parte de la delegación colombiana, mencionó que algunos de los ‘espejismos’ que mueven a los jóvenes hoy son el celular, la imagen, el sexo, el dinero, el poder, el éxito y las redes sociales. Monseñor Ospina Leongómez dijo que el pasaje bíblico “Dame de beber que se puede hallar en Jn 4,10, recoge la pedagogía de Jesús para suscitar la fe en la samaritana y esto debe “servir también para provocar igualmente la fe en los jóvenes de hoy”. “Hay que despertar la curiosidad en los jóvenes, esa curiosidad sobre lo que no se ve, pero se experimenta, sobre la primacía de lo invisible, sobre Jesucristo y su contracorriente, sobre el poder de Dios que conquista y cambia corazones de piedra en corazones de carne”, aseguró. Por último, invitó a vivir este proceso pedagógico de Jesús dentro de la Iglesia siendo coherentes entre lo que se dice y se hace. La reflexión ofrecida por monseñor José Roberto Ospina, estuvo centrada en el documento Instrumentum laboris de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, II PARTE - Interpretar: fe y discernimiento vocacional. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar intervención[/icon]

Vie 12 Oct 2018

La Santidad al servicio de los pobres y necesitados

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - El Santo Padre FRANCISCO nos ha regalado un precioso y profundo documento, la Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXSULTATE (Alegraos y regocijaos), sobre el importante tema de la Santidad. En este periódico LA VERDAD, hemos venido reflexionando ampliamente acerca de los contenidos, que pueden ayudarnos a vivir según el modelo del Evangelio en nuestro contexto humano, en estos tiempos de complejas crisis sociales. Estos son grandes retos que se presentan a la santidad. Después de la reflexión que nos ha hecho el Santo Padre en el capítulo tercero, mirando la santidad desde el Evangelio y, en concreto desde los apartados de San Mateo referidos a las bienaventuranzas (que comprende como una forma de llegar a la santidad, al cumplir la voluntad de Cristo), nos invita a reconocer a Cristo y a mirarle, fortaleciendo nuestra vida de opciones que nos llevan a la santidad, “por Fidelidad al Maestro” (N. 96). En su reflexión, el Pontífice nos llama a mirar a Cristo, que nos hace una gran invitación a la caridad, pero que al mismo tiempo se convierte en una profunda experiencia de Cristo y de su Evangelio y que también, nos hace reflexionar profundamente acerca de las consecuencias que tiene la fe, al acercarnos a “reconocerlo en los pobres y sufrientes que se revela en el mismo corazón de Cristo, sus sentimientos y opciones más profundas, con las cuales todo santo intenta configurarse”. La santidad es pues la configuración con Cristo, en una relación personal e individual, pero también tiene unas consecuencias y un camino que tiene que realizarse necesariamente: El servicio y la caridad con los demás, especialmente en los pobres y aquellos que viven situaciones complejas de sufrimiento. Continuando con su reflexión el Obispo de Roma, destaca la necesidad de aceptar el evangelio en su radicalidad, en su profundo contenido, sin ninguna glosa o anotación que lo desvirtúe y le quite todo el valor de su fuerza, es decir, no podemos de ninguna manera acomodar, diluir, revisar el Evangelio de Cristo y sus consecuencias. Nos dice: “El Señor nos dejó bien claro que la santidad no puede entenderse ni vivirse al margen de estas exigencias suyas, porque la misericordia es el corazón palpitante de la misericordia” (N. 97). En su reflexión nos invita a meditar sobre hechos y situaciones concretas, que experimentamos en la vida, en el diario caminar de nuestra existencia de cristianos, seguidores de Cristo, para encontrar al Maestro. Es un camino que nos acerca al que tiene frio en la calle, a los abandonados, a los delincuentes, reconociendo a un “ser humano con mi misma dignidad, a una creatura infinitamente amada por el Padre, a una imagen de Dios, a un hermano redimido por Jesucristo” (n. 98). Este mirar a Cristo es el origen y la fuente de la santidad, que no es otra cosa que configurarse con Cristo (N. 96). El Santo Padre nos invita a poner fuerza en esta dimensión de servicio y de amor a los pobres. Creo que en nuestras comunidades parroquiales, en los movimientos, en los distintos tipos de apostolado vivimos esta opción y esta gran fuerza de la evangelización y de la santidad. La búsqueda de la santidad pasa por en medio del servicio y ayuda a los pobres, mostrando el rostro fresco y alegre de la Iglesia. La santidad se ha asumido por muchos grandes santos que con grandes opciones por la oración y por la vida de amor a Dios y al Evangelio, no disminuyen la fuerza y la opción por el Evangelio vivido en los pobres. Nos pone unos grandes ejemplos concretos: San Francisco de Asís, San Vicente de Paúl, Santa Teresa de Calcuta (N. 100) ejemplos que son “testigos creíbles del Evangelio” con palabras del Papa Benedicto XVI. El compromiso con los hermanos pobres, tiene su fuerza en la vivencia de la caridad, que ella necesariamente nos lleva a la santidad. Una de las enseñanzas claras del Santo Padre está en que no podemos “separar estas exigencias del Evangelio de su relación personal con el Señor, de la unión interior con Él, de la gracia” (N. 100). Es decir, santidad y compromiso cristiano van íntimamente unidos, el uno exige necesariamente del otro, temas y acciones que van completamente unidos y con temas bien concretos: La defensa del no nacido, el compromiso con la vida, la defensa de la vida humana, la entrega a los pobres. Concluyo con una cita de la Exhortación Apostólica en la que el Santo Padre FRANCISCO nos habla y enseña claramente: “No podemos plantearnos el ideal de santidad que ignore la injusticia de este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las novedades del consumo, al mismo tiempo que otros solo miran desde afuera mientras su vida pasa y se acaba miserablemente” (N. 101). Espero que estas reflexiones, que son limitadas, y que dejan muchos elementos del documento sin una necesaria profundización, nos ayuden a entrar en estos temas tan importantes y precisos para buscar la santidad. + Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de Cúcuta

Vie 12 Oct 2018

Medellín vivirá su Expo Arquidiócesis

Se tendrán espacios académicos, litúrgicos, celebrativos y culturales, donde niños, jóvenes y adultos no tendrán tiempo para aburrirse. Quienes deseen participar, solo deben llevar su documento de identidad e ingresar por cualquiera de las porterías de la institución universitaria. Expo Arquidiócesis comenzará a las 12:00 del mediodía, cerrando el viernes 12 a las 8:00 p.m. El sábado 13, la feria se desarrollará desde las 8:00 a.m., hasta las 8:00 p.m. y el domingo 14, desde las 8:00 horas, hasta las 2:00 de la tarde. Con motivo del 150º aniversario de la creación de la Arquidiócesis, se ha concedido la Indulgencia Plenaria, que puede lucrar todo fiel que visite piadosamente la Catedral Metropolitana de Medellín, o alguno de los templos parroquial de las cuatro Vicarías Episcopales, así las parroquias del a Arquidiócesis; además de cumplir las condiciones habituales: confesión sacramental, comunión Eucarística y ofrecer las intenciones por el Santo Padre. El evento que hará parte de sesquicentenario de la Arquidiócesis de Medellín, tendrá lugar en el Polideportivo en la Universidad Pontificia Bolivariana. La Arquidiócesis de Medellín fue erigida el 14 de febrero de 1968 por el Beato Pío IX. Su primer obispo fue Mons. Valerio Antonio Jiménez Hoyos, quien tomó posesión el 8 de diciembre de aquel año. Hasta la fecha la jurisdicción eclesial colombiana ha contado con 12 obispos.

Jue 11 Oct 2018

V Foro Sostenibilidad y Transformación Social

El próximo martes 16 de octubre el Banco de Alimentos de Bogotá, con motivo del Día Mundial de la Alimentación, realizará el V Foro Sostenibilidad y Transformación Social ¡Juntos contra el hambre!, de 8:00 a.m. a 12:00 m., en el Teatro Cafam de Bellas Artes. “Nuestro gran propósito es, señalar y descubrir a héroes en la lucha contra el hambre y hacer fácil el que muchas personas se puedan sumar”, afirmó el Padre Daniel Saldarriaga Molina, Director Ejecutivo del Banco de Alimentos de Bogotá; a propósito del lanzamiento de la campaña #UNETE A LOS HEROES, que se llevará a cabo en el marco del Foro. En este Foro compartiremos, resaltaremos y reconoceremos las acciones en pro de la lucha contra el hambre y la construcción de una sociedad sostenible y transformada. El Banco de Alimentos de Bogotá lucha contra el hambre beneficiando a más de 313 mil personas, a través de 1.129 organizaciones sociales. El número de personas subalimentadas en el mundo aumentó de 804 millones en el 2016 a 821 millones de personas en el 2017; en Colombia se botan 9,76 millones de toneladas de alimentos al año y el 54,2% de los hogares viven en inseguridad alimentaria, se tira a la basura comida suficiente para alimentar 8 millones de personas al año. El Foro contará con la participación del Doctor Fernando Carrillo Flórez, Procurador General de la Nación; Carlos Enrique Cavelier, Presidente y Coordinador de Sueños – Alquería; Fernando Cortés McAllister, Director Ejecutivo - Fundación Bolívar Davivienda y Alfonso Gómez Palacio, Presidente - Telefónica Hispam Norte y representantes de Procter & Gamble, Falabella Retail Colombia, Corabastos y Nestlé Colombia. Este Foro se finalizará, con la Conferencia “Personas Felices, Organizaciones Sostenibles” - Plurum Consultores. #UNETE A LOS HEROES para mayor información comunicarse al siguiente número 3006170298.

Jue 11 Oct 2018

Iglesia sale al rescate de la cuenca del río Bogotá

Con el objetivo de plantear el horizonte de lo que sería una red de acción social en favor del cuidado del agua, siete diócesis de la provincia eclesiástica de Bogotá, entre las que se encuentran las jurisdicciones de Zipaquirá, Facatativá, Girardot, Engativá y Soacha, que comparten la cuenca del río Bogotá, junto con la pastoral castrense, celebraron el tercer encuentro eclesial por el cuidado del agua el pasado 4 de octubre, a propósito de la fiesta de san Francisco de Asís. El sacerdote Jaime Mancera, coordinador del centro estratégico de la dimensión social de la evangelización –vinculado a la vicaría de evangelización de la arquidiócesis de Bogotá–, explicó a Vida Nueva que con este tercer encuentro buscan además “consolidar una acción conjunta para implementar todos los criterios de ecología integral y del cuidado de la casa común”. “Por eso hemos invitado a diversas organizaciones y se hablará de lo que la REPAM (Red Eclesial Panamazónica) está haciendo y de cómo se ha conformado en torno al cuidado de toda la cuenca del río Amazonas”, añadió el presbítero. Cuidado del agua Mancera también dijo que “en sí mismo el río Bogotá ya es un desafío, pero nuestro objetivo por supuesto es todo el cuidado del agua, todo está conectado, pero el punto de entrada es el cuidado del agua”. A diferencia de los dos anteriores encuentros –en 2016 y 2017– donde el enfoque estuvo en lo formativo, este ha sido más expositivo, aunque “al final se contempló un pequeño trabajo para encontrar esos acuerdos y expectativas que seguimos teniendo, los cuales recogeremos con lo que han sido los resultados de los anteriores encuentros”, explicó Mancera. Se estima que para el primer semestre de 2019 se tenga otro espacio de encuentro, lo cual dependerá de la dinámica de cada una de las diócesis, aunque la arquidiócesis de Bogotá aseguró que tendrá otro espacio en el mes de febrero. Una dinámica sociocultural que interpela a la Iglesia “Es un encuentro histórico, estamos en un proceso regional que tiene una densidad de tipo global, ¿en qué sentido? Que la encíclica Laudato Si se está implementando básicamente en torno al agua, pues el primer capítulo le da un énfasis a la cuestión del agua”. Así lo expresó Alirio Cáceres, referente de ecología integral del Departamento de Justicia y Solidaridad (Dejusol) del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y coordinador de promoción del cuidado de la creación de la arquidiócesis de Bogotá. A juicio del diácono, alrededor de la provincia eclesiástica de Bogotá “confluyen elementos biofísicos con una dinámica sociocultural que interpela a la Iglesia, con este tercer encuentro buscamos darnos cuenta de dónde estamos parados en esta porción de la casa común”. También señaló que “es la germinación de una pequeña REPAM en torno a la cuenca del rio bogota con unas características especiales”. El agua como tejido sagrado A propósito de este tercer encuentro, Cáceres destacó que “se han presentado experiencias pequeñas con pastoral ecológica, pero el gran sueño que tenemos desde el programa de ecología integral del Dejusol-CELAM es que toda la pastoral de ecología se implemente desde Laudato Si, pasando principalmente por el tema del agua”. “A lo largo del continente allí donde haya agua, una cuenca, un acuífero, como Iglesia debemos organizarnos para una pastoral de conjunto que genere la cultura del cuidado, esa ciudadanía ecológica y esa expresión de una conversión ecológica integral y radical que está muy clara y el Papa ha venido planteando, enfatizando que el agua es fundamental y nos vincula como tejido sagrado, nos enlaza”. Por: Portal Vida Nueva Digital

Mié 10 Oct 2018

"El acompañamiento vocacional desde la dirección espiritual"

Fue el tema expuesto ante la sala sinodal, por monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, obispo de Ocaña y Presidente de la comisión de Ministerios Ordenados, quien participa en representación de Colombia en el Sínodo de los jóvenes que se adelanta en Roma. El prelado resaltó la importancia del acompañamiento en el camino de la fe y de la vocación de los jóvenes. "Cuando se presentan tantas situaciones en las que muchos de ellos carecen de un referente sólido, por la desintegración de la familia, el influjo de los mass media, la soledad, los vacíos y desequilibrios que estas y otras experiencias les ocasionan, sae requiere, como lo piden los mismos jóvenes, de un acompañamiento desde el testimonio y de la humanidad de los acompañantes”, afirmó. Durante su intervención recordó que la vocación es un llamado que Dios hace de manera particular a cada persona, pero esto implica recibir un acompañamiento espiritual que ayude a direccionar el camino y tomar la decisión más acertada. “Ofrecer el acompañamiento es un deber ministerial. Acudir al acompañante es un acto de humildad; es aceptar que uno no tiene el monopolio de la voluntad de Dios sobre uno mismo; es aceptar la mediación de un hombre de Dios, representante de la Iglesia, para descubrir el plan que Dios tiene para cada uno”, aseguró. Así mismo, aclaró que, si bien las ciencias psicológicas están al servicio de la espiritualidad, no es aceptable que la dirección espiritual de un joven quede desplazada o suplantada por la psicoterapia. Frente a las necesidades que viven hoy los jóvenes de ser escuchados, el prelado insistió que “se requiere de ministros más comprometidos con la dirección espiritual, que la entiendan como un camino de crecimiento; primero para ellos mismos, no dejando solamente este ejercicio para el tiempo de la formación, sino recibiéndola durante su ministerio y luego desde la experiencia vivida y valorada ofrecerla especialmente a los jóvenes con espíritu de fe y respaldada con un auténtico testimonio de vida”, aseguró. Su intervención finalizó asegurando que desde la Iglesia se debe ofrecer a los jóvenes un verdadero acompañamiento de dirección espiritual, como “experiencia fuerte de discernimiento”. La reflexión ofrecida por monseñor Villa Vahos, estuvo centrada en el Capítulo IV del documento Instrumentum laboris de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos cuyo tema es: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar intervención[/icon]

Mié 10 Oct 2018

Hace un año

Por: Mons. Gonzalo Restrepo Restrepo - “Todo llega y todo pasa”. ¡Cuántos preparativos cuando esperábamos al Papa! ¡Cuántos pensamientos y expectativas! ¡Cuántas esperanzas e ilusiones! Y vino el Papa, lo vimos, lo sentimos cerca, lo escuchaos, gozamos con él y hasta lloramos de la emoción. Fueron unos días inolvidables, de grandes sensaciones y de una pasión muy grande expresada con sencillez, con sinceridad, pero con mucho vigor y con mucho amor. Sí, nosotros sentimos que el ambiente en nuestro País, en nuestro corazón, en nuestros hogares, en nuestro trabajo, en todos los lugares de nuestra patria, cambió. La Visita del Papa Francisco a Colombia, durante una semana, fue un verdadero “Regalo de Dios”, una “Gracia del Altísimo”. Tener contacto con la persona del Papa, sentirlo en nuestra tierra, saber que estaba con nosotros, oírlo, ver su sencillez y su carisma de “Padre y Pastor”, fue como sentir que una “Luz” disipaba las tinieblas de nuestro corazón, una “Esperanza” llenaba todos los vacíos que teníamos, un “Alivio” que sanaba todos nuestros dolores, nuestras penas y pesadumbres. Pero “Todo llega y todo pasa”. Terminó la semana y se nos fue el Papa, el Vicario de Cristo, nuestro respaldo, esa presencia viva de Jesús con nosotros. ¿Qué nos ha quedado? Seguramente que la alegría y la satisfacción de haberlo visto y sin lugar a dudas que muchas de sus palabras aún resuenan en nuestro corazón. Y estoy seguro que a todos nos ha quedado el deseo de cambiar, de ser más amorosos, más sencillos, menos esquemáticos, tener un corazón más misericordioso y más dispuesto al perdón. Yo los invito a seguir adelante. No olvidemos la persona del Papa, su figura, sus palabras, sus gestos, sus actitudes, sus expresiones de cariño, de perdón y de misericordia. Pero, sobre todo los invito para que al celebrar el primer aniversario de su venida a Colombia, le pidamos al Señor Jesús, que no nos abandone y que todas las semillas que ese “Buen Padre y Pastor” ha sembrado en nuestros corazones, germinen y den muchos frutos en nuestras vidas. Aunque el Papa Francisco ya no está con nosotros en Colombia, hay una presencia que permanece en nuestras vidas, que está con nosotros desde hace 21 siglos y nos acompañará siempre. Es la presencia de JESÚS, “Dios con nosotros”. Y esa presencia es la que siempre nos anima y nos invita a seguir adelante transformando nuestra vida y permitiendo que dejemos el mundo mejor de lo que lo encontramos. Estamos invitados para permitir que en nuestro mundo se haga posible “la civilización del amor”. ADELANTE. CON JESÚS JAMÁS FALLARÁ NUESTRA ESPERANZA. + Gonzalo Restrepo Restrepo Arzobispo de Manizales

Vie 5 Oct 2018

Un obispo de alto rendimiento en la Copa de la Fe

Carismático y convencido de que la evangelización se debe valer de todos los medios, el obispo de Socorro y San Gil, Monseñor Carlos Germán Mesa, hizo parte de la nómina del equipo diocesano de la Iglesia Particular que pastorea. Con el 10 en su camiseta, lideró y animó a sus sacerdotes durante la quinta versión de la Copa de la Fe, disputada en la frontera colombo-venezolana. “Es la primera vez que nuestro equipo participa, por supuesto nos tocó un esfuerzo más para conocer a cada uno de los equipos, especialmente, los del grupo Grupo E, y así entablar las tácticas y toda la disposición que hay que tener para vencer, porque en el deporte hay que ganar, es la filosofía del deporte dentro de todos los valores que humanamente se puede tener en cuenta. Se trata de un combate pacífico como lo llamaba Su Santidad San Juan Pablo II”, afirmó el obispo en el entretiempo de uno de los partidos disputados durante el torneo. Sobre el campeonato, el prelado destacó que “es nuestra misión la evangelización y hay que evangelizar a través de todos los medios, a través de la música, la cultura, a través del deporte y eso es lo que estamos haciendo aquí (…) Estamos maravillados de estar en Cúcuta con este calor que no es solamente físico sino también humano, lleno de fraternidad que no tiene fronteras como es el lema de esta Copa de la Fe”. Sobre el énfasis de solidaridad y fraternidad dado a la Copa de la Fe durante este año, Monseñor Meza destacó la experiencia de compartir fraterno vivida con los migrantes en el Puente Internacional Simón Bolívar y en la Casa de Paso Divina Providencia, donde los más de 600 sacerdotes participantes en el torneo celebraron la sagrada eucaristía y ayudaron, durante una jornada, a la entrega de alimentos a los venezolanos que diariamente transitan la frontera en búsqueda de sustento para sus familias ante la crisis generalizada que se vive en su país. “Ver entrando 30 mil personas diarias de Venezuela por Colombia para permanecer en ella o para seguir hacia Suramérica por las carreteras, con niños, familias, maletas, enfermos, es una desolación, un problema social muy grande que ha de asumirse también a nivel global, porque así, con pequeñas cosas se ayuda, pero es como un asistencialismo que a la hora de la verdad no llega a las causas de los problemas como este”, advirtió el obispo. Finalmente, recordó el llamado del Papa Francisco a acoger, integrar, y promover a los migrantes y “nosotros los tenemos aquí muy cerca: Venezuela”.