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Iglesia

Lun 9 Abr 2018

Pascua, fuerza imparable

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - Estamos de nuevo en Pascua. Hacer memoria de la muerte y resurrección de Cristo es celebrar el poder del Amor que es Dios; de ese Amor que nos ha hecho pasar de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida; de ese Amor que es hoy como ayer fuente que mana vida y esperanza. Este es el fundamento de la vida cristiana. En verdad, Cristo Resucitado es nuestra roca, nuestra seguridad, el faro en las tormentas que amenazan nuestra existencia de chocar contra la nada y que, en la fuerza de Pentecostés, nos muestra lo trascendente como el horizonte en el que debemos vivir y dar nuestro testimonio. Es ciertamente la fe en la resurrección de Cristo la que ha irrigado la vida y la misión de la Iglesia a lo largo de la historia. El fundamento de nuestra condición de bautizados y la Buena Noticia que llevamos es él, Jesús resucitado, el Señor. Todos los santos y santas, en la diversidad de sus dones y de su servicio a la humanidad, han bebido de esta fuente de vida que es el misterio de la muerte y resurrección de Cristo. Ellos son para nosotros testigos de que la fe en Cristo transforma la existencia, que ella inspira un arte de vivir que nos hace libres y felices. Es en el Evangelio donde los santos de todos los tiempos han encontrado la luz para esclarecer el sentido profundo y último de la existencia humana, para contribuir a renovar las cultura en los períodos particularmente difíciles, para ser los servidores de todos los que están abandonados, heridos o excluidos. Ellos han hecho así visible la razón de ser de la misión de la Iglesia: dar al mundo en Cristo una fuente de renovación y de salvación con la luz y la fuerza del Espíritu Santo. Es el misterio de Pascua el que nos hace capaces de avanzar en aguas profundas y de lanzar las redes sin perder la esperanza. Por el contrario, cuando la desconfianza y el fatalismo invaden poco a poco nuestro compromiso y nuestro fervor, es el signo de que hemos tomado distancia con la fuente que nos hace vivir o que todavía no la hemos descubierto. Es el Resucitado el que nos envía a este mundo inquieto y lleno de expectativas para despertarlo a la verdadera vida y a la esperanza. No hay noche en esta tierra que no permita descubrir al menos una pequeña luz. En la luz de Pascua, nosotros creemos que ninguna puerta está definitivamente cerrada y continuamos adelante en el empeño de vivir y ayudar a vivir la resurrección. Esto nos lo recuerda el Papa Francisco: “Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha penetrado el mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza imparable. Verdad que muchas veces parece que Dios no existiera: vemos injusticias, maldades, indiferencias y crueldades que no ceden. Pero también es cierto que en medio de la oscuridad siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce un fruto” (EG, 276). Y nosotros, aun siendo frágiles como vasos de barro, somos portadores de un mensaje de amor, de verdad, de justicia y de esperanza que es único, vital y salvador para nuestro mundo. Así, cada vez que acogemos el Evangelio de Cristo en lo más profundo de nuestro ser, encontramos la fuerza del Espíritu Santo, para salir de nuestras preocupaciones y darnos a los demás siendo para ellos signos visibles de aquel que es, hoy como ayer, la Luz del mundo, el Camino, la Verdad y la Vida. Por eso, nos felicitamos todos en estas fiestas de Pascua y continuamos con gozo el camino. Aleluya, el Señor ha resucitado. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Vie 6 Abr 2018

Asamblea Nacional de la Unión Apostólica del Clero (UAC)

La jornada, que se desarrollará del 18 al 20 de abril, tiene como objetivo fortalecer la vida y los servicios de la Unión Apostólica del Clero (UAC) en Colombia y su misión con los presbiterios diocesanos. Para ello, se tiene previsto un compartir de experiencias de servicio a otros sacerdotes y la reflexión de las orientaciones actuales de la Iglesia en este campo. Los ministros ordenados de las Diócesis y otros servidores del clero interesados en compartir con la UAC deben confirmar su asistencia a través del email: [email protected] El encuentro se realizará en la Casa de las Hermanas Adoratrices (Carrera 8 # 27B – 29 Sur, Barrio 20 de Julio, Bogotá – Tel:2787324 / Cel: 3106136480. Aporte económico: $200.000 (doscientos mil pesos).

Jue 5 Abr 2018

“Gaudete et exsultate”: Nueva exhortación apostólica del papa Francisco

El Vaticano presentará, el próximo lunes 9 de abril, la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Gaudete et Exsultate”, sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo. En la presentación, que tendrá lugar en la Sala de Prensa de la Santa Sede, participarán el vicario general para la diócesis de Roma, monseñor Angelo de Donatis, el periodista Gianni Valente, y Paola Bignardi, de la Acción Católica. “Gaudete et exsultate” es la tercera exhortación apostólica del papa Francisco, después de la “Evangelii gaudium” sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual, publicada el 24 de noviembre de 2013, y “Amoris laetitia” sobre el amor en la familia, publicada el 19 de marzo de 2016.

Mié 4 Abr 2018

Un sínodo de los jóvenes

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - De forma similar como el Santo Padre Francisco, quiso afrontar la realidad de la familia en la Iglesia y el mundo de hoy, convocando una Asamblea del Sínodo, que concluyó con la importante Exhortación Apostólica (Amoris Laetitia), se ha ocupado ahora de los jóvenes en general y en la diversidad de situaciones en que se encuentran. Quiere conocer de cerca su percepción de la realidad, sus retos y desafíos como también sus sueños y proyectos de vida, para ayudar a su acompañamiento. Lo motiva sin duda, la complejidad del mundo y culturas actuales en que se mueven los jóvenes y el no pequeño desafío que tiene la misma Iglesia para realizar su misión evangelizadora, dirigida a las nuevas generaciones, representadas en tantos niños y personas jóvenes. Para ello ha convocado también la siguiente Asamblea del Sínodo (octubre 2018), que se ocupará, como es sabido, del tema “Jóvenes, Fe y Discernimiento vocacional”. En coherencia con esa necesidad de conocer de cerca lo que pasa en cada persona para ayudarla, el Santo Padre desea que por encima de todo se “escuche” a los jóvenes, de tal manera que puedan aportar ellos mismos, la materia prima fundamental para el discernimiento que luego harán los Padres sinodales. El Pre-sínodo convocado para finales de marzo de este año, con la presencia de 305 jóvenes de todo el mundo, de diferentes credos o sin ellos, más la intervención, vía redes sociales, de cerca de 15.000, constituye un enorme riqueza y hace efectivo en la práctica, poder conocer de primera mano lo que piensan los jóvenes y sus expectativas en relación con su vida, la Iglesia, la sociedad y un mundo por construir. El resultado de esta reunión presinodal no ha podido ser mejor, tal como lo revela el documento por ellos elaborado y que fuera entregado el pasado 28 de marzo al final del discernimiento que allí se realizó. “Este documento es una síntesis donde expresamos algunos de nuestros pensamientos y experiencias… Es una reflexión sobre realidades específicas, personalidades, creencias, y experiencias de jóvenes de todo el mundo. Este documento está destinado a los Padres sinodales, como una orientación que les ayude a comprender mejor a los jóvenes…” expresan al inicio del texto. Con autenticidad declaran que “Esperamos que la Iglesia y otras instituciones puedan aprender de este proceso presinodal y escuchar la voz de los jóvenes”. Es de admirar, indudablemente, la profunda libertad, autenticidad y sentido crítico con los que asumen los diferentes ítems que se van desarrollando en cada una de las partes del documento. Empezando por los desafíos y oportunidades de los jóvenes en el mundo actual, se refieren a las inquietudes sobre la formación de la personalidad, la relación con la diversidad, los jóvenes y el futuro, la tecnología y, la búsqueda de sentido de la existencia. En la segunda parte se ocupan más del tema de la vocación, presentando lo relativo a los jóvenes y Jesús, la relación con la iglesia, el sentido vocacional de la vida y su discernimiento así como lo que atañe al acompañamiento esperado por ellos. Una tercera parte presenta lo que anhelan los jóvenes en relación con la acción educativa y pastoral de la Iglesia, identificando lo que se desea como estilo de iglesia, el protagonismo de los jóvenes, ambientes donde quisieran ver más presente a la Iglesia, los escenarios comunes que se deberían consolidar para la acogida a los jóvenes, así como los diversos instrumentos que pueden ser utilizados para el trabajo en favor de las nuevas generaciones. Recomendable y además muy saludable para hacer un humilde examen autocrítico de nuestra tarea eclesial, motivado por quienes tienen ya la responsabilidad de asumir en adelante la misión toda del Pueblo de Dios, en la parte que les corresponde. Con mi fraternal saludo Pascual. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga

Mié 4 Abr 2018

El Celam inicia una caminata continental en favor de la niñez

El Departamento de Justicia y Solidaridad (Dejusol) del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) a través del Programa Centralidad de la Niñez anunció el inicio de la caminata continental “Huellas de Ternura” para sensibilizar a familias, escuelas e iglesias a favor de los niños y advirtiendo sobre las consecuencias de la violencia en las relaciones entre niños y adultos. La Caminata Huellas de Ternura –explican desde el Celam- es una acción de movilización social de carácter ecuménico, enmarcada en la Campaña “Necesitamos a Todo el Mundo: Cero Violencia, 100% Ternura”, que impulsan las organizaciones socias del Programa Centralidad de la Niñez (PCN), con miras a sensibilizar respecto al flagelo de la violencia contra la niñez en todas sus manifestaciones, proponiendo la Ternura como modelo de crianza y cuidados. La caminata –que iniciará el próximo 7 de junio- atravesará América Latina y el Caribe, desde la frontera de Tijuana (México) y San Diego (Estados Unidos) hasta la Patagonia, denunciando las diversas formas de violencia que se ejercen contra los niños. Pasará de país en país, quedándose unos 15 días en cada uno. A su paso por el continente irá generando diversas actividades formativas, de movilización social, comunicacionales, litúrgicas y lúdicas, que pongan el bienestar de los niños en el centro de las acciones pastorales y las políticas públicas. Finalizados los días en cada país, “un embajador de la Ternura” viajará al siguiente país portando un “barrilete de los Colores”, símbolo de la caminata, que irán tejiendo los niños y niñas de cada lugar, hasta llegar a su destino final, donde será elevada como expresión pascual del triunfo de la Ternura en nuestro Continente. Desde 2009 el Dejusol estableció una mancomunidad interinstitucional a través del Programa Centralidad de la Niñez con World Visión América Latina y Pastoral da Criança Internacional de Brasil. En la actualidad esta alianza la integran como nuevos socios Cáritas Latinoamericana y la Federación Internacional Fe y Alegría. A la caminata también se suman importantes organizaciones de trabajo de infancia en el continente entre los que están: Pastoral da Criança Internacional de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), el Departamento de Vida, Familia y Juventud del Celam, Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (Aler), Sembradores de Paz e Infancia Misionera Colombia de Obras Misionales Pontificias. Fuente: Agencia católica AICA

Lun 2 Abr 2018

La ruta de la Cruz para resucitar y vivir

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía - Nuestra mayor certeza es ésta: “Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre” (Hebreos13, 8). “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo28, 20). Bendiga Dios a quienes santifican estos días con la vivencia intensa del Misterio de su Hijo hecho hombre, muerto en la cruz y resucitado de entre los muertos. Bendiga Dios a la Iglesia que se hace memoria de Cristo Jesús y celebra su memorial en la Eucaristía, en la Palabra del Evangelio que nos trae al presente su pasión, y en el testimonio de muchedumbres que se congregan, aún en tiempos de marcada confusión y crudo individualismo, para decir que Él está vivo y es vida nuestra, vida para el mundo entero, “vida escondida, con Cristo, en Dios”. Bendiga Dios a la humanidad entera de estos tiempos y salve de la tragedia al planeta tierra que habitamos y que corre el riesgo de ser destruido por la inconciencia de la maldad, el desorden de las codicias y la barbarie de las guerras. Bendiga Dios a los más débiles y pequeños, a quienes son excluidos y expulsados, obligados a emigrar y mendigar la supervivencia. Su compasión divina suscite la solidaridad humana con todas las víctimas de los conflictos, especialmente con los niños por nacer y criarse, por los ancianos y enfermos, por los desvalidos y diversamente capacitados. Bendiga Dios, en esta Pascua, a nuestra patria Colombia, cuya población, dispersa por los males de la violencia, la mentira, la corrupción y el narcotráfico, aún no sabe cómo salir de las encrucijadas en que se encuentra, entre la vuelta constante al pasado y el miedo a construir un futuro distinto. Fortalezca Dios los esfuerzos por abrirle paso a la convivencia pacífica, a la memoria de la verdad y a la unidad en la diversidad. Recuperemos todos, con la bendición de la Pascua 2018, “la ruta de la cruz”, que nos conduce a morir a nosotros mismos, estando aún vivos; a resucitar con Cristo desde ahora, sin habernos muerto aún; y a consolidar juntos el don y bien de la vida humana, de la vida en nuestros entornos y territorios, del futuro con vida y oportunidades para todos. Esa ruta es la gracia del Resucitado en cinco palabras: Amor hasta el dolor, transformar el dolor en perdón, hacer del perdón el camino para un cambio de vida y cambiar juntos ante la vida, buscar el cambio a través de la participación y la autogestión ciudadana en cada población. ¡Felices Pascuas de Resurrección! +Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Lun 2 Abr 2018

La ruta de la Cruz para resucitar y vivir

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía - Nuestra mayor certeza es ésta: “Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre” (Hebreos13, 8). “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo28, 20). Bendiga Dios a quienes santifican estos días con la vivencia intensa del Misterio de su Hijo hecho hombre, muerto en la cruz y resucitado de entre los muertos. Bendiga Dios a la Iglesia que se hace memoria de Cristo Jesús y celebra su memorial en la Eucaristía, en la Palabra del Evangelio que nos trae al presente su pasión, y en el testimonio de muchedumbres que se congregan, aún en tiempos de marcada confusión y crudo individualismo, para decir que Él está vivo y es vida nuestra, vida para el mundo entero, “vida escondida, con Cristo, en Dios”. Bendiga Dios a la humanidad entera de estos tiempos y salve de la tragedia al planeta tierra que habitamos y que corre el riesgo de ser destruido por la inconciencia de la maldad, el desorden de las codicias y la barbarie de las guerras. Bendiga Dios a los más débiles y pequeños, a quienes son excluidos y expulsados, obligados a emigrar y mendigar la supervivencia. Su compasión divina suscite la solidaridad humana con todas las víctimas de los conflictos, especialmente con los niños por nacer y criarse, por los ancianos y enfermos, por los desvalidos y diversamente capacitados. Bendiga Dios, en esta Pascua, a nuestra patria Colombia, cuya población, dispersa por los males de la violencia, la mentira, la corrupción y el narcotráfico, aún no sabe cómo salir de las encrucijadas en que se encuentra, entre la vuelta constante al pasado y el miedo a construir un futuro distinto. Fortalezca Dios los esfuerzos por abrirle paso a la convivencia pacífica, a la memoria de la verdad y a la unidad en la diversidad. Recuperemos todos, con la bendición de la Pascua 2018, “la ruta de la cruz”, que nos conduce a morir a nosotros mismos, estando aún vivos; a resucitar con Cristo desde ahora, sin habernos muerto aún; y a consolidar juntos el don y bien de la vida humana, de la vida en nuestros entornos y territorios, del futuro con vida y oportunidades para todos. Esa ruta es la gracia del Resucitado en cinco palabras: Amor hasta el dolor, transformar el dolor en perdón, hacer del perdón el camino para un cambio de vida y cambiar juntos ante la vida, buscar el cambio a través de la participación y la autogestión ciudadana en cada población. ¡Felices Pascuas de Resurrección! +Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Dom 1 Abr 2018

"El renacer de Mocoa" del programa Gente Solidaria TV

El Secretariado Nacional de Pastoral, a través de su programa institucional de televisión "Gente Solidaria", presenta el capítulo “El renacer de Mocoa” donde se relatan historias de damnificados y voluntarios que vivieron en Mocoa el 31 de marzo del 2017 la tragedia más grande en Colombia, luego de la avalancha de Armero. En el programa, se cuenta la acción de la Iglesia Católica, a través de la Diócesis de Mocoa y la Pastoral Social/Cáritas Colombiana, quienes lideraron la entrega de ayudas humanitarias a los damnificados enviadas por cientos de colombianos de dentro y fuera del país. También se relata la hoja de ruta que tiene la Iglesia Católica frente a la etapa de rehabilitación y acompañamiento integral a las familias damnificadas.