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El Cardenal pide que las instituciones eclesiásticas, civiles y públicas de Colombia asuman un mayor compromiso por las Personas con Discapacidad
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![Día Internacional de las Personas con Discapacidad](/sites/default/files/styles/large/public/2023-12/-iglesia-colombiana-hace-llamado-por-la-inclusio%CC%81n-discapacidad-nari%C3%B1o.jpg?itok=qBvxECbg)
En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se celebrará el próximo domingo 3 de diciembre y asumiendo el reciente llamado hecho por el papa Francisco en este sentido, la Iglesia Católica colombiana pide que en el país se fortalezca la implementación de iniciativas y políticas públicas que propendan por los derechos, la inclusión y el bienestar de las Personas con Discapacidad (PcD). Además, ratifica su compromiso para acogerlos y ponerlos, cada vez más, en el centro de su misión pastoral.
El Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia lidera este llamado: “Que sea el momento para llamar a todas las instituciones civiles de nuestro país, a los municipios, a las entidades educativas, de salud, a los gobiernos departamentales, al Gobierno Nacional, para que trabajemos políticas públicas que incluyan a las personas con discapacidad porque ellos tienen mucho que aportarle a nuestro país en todos los ambientes sociales de nuestra realidad. Ellos y sus cuidadores hacen parte de Colombia, ellos hacen parte de nuestra vida eclesial”, expresó el purpurado.
Precisamente en este mes de noviembre se cumplió el primer año de implementación del proyecto más grande que tiene la Iglesia enfocado en esta población. Se trata de la iniciativa “Tejiendo Entornos Inclusivos para Personas con Discapacidad en el departamento de Nariño” liderada por el Secretariado Nacional de Pastoral Social-Cáritas Colombiana. En el marco de este proceso y gracias al trabajo conjunto con los equipos pastorales de las diócesis de Pasto, Ipiales y Tumaco, así como con instituciones públicas territoriales, ha sido posible apoyar la inclusión integral de 400 personas con diferentes tipos de discapacidad, residentes en cinco municipios de Nariño: Pasto, San José de Albán, Samaniego, Ancuya y Tumaco.
A través de esta iniciativa, ha sido posible contribuir al aumento de la participación activa de las Personas con Discapacidad, así como de sus cuidadores y redes de apoyo, en espacios políticos y sociales para su inclusión social, educativa, económica, cultural, ambiental y en salud, desde el fortalecimiento de sus conocimientos y capacidades. Así mismo, se les ha brindado apoyo psicosocial y acompañamiento jurídico para garantizar el acceso a sus derechos.
La mayor parte de la población beneficiada de este proyecto apoyado por Cáritas Alemania y por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ), habita zonas rurales del departamento de Nariño. Además, hacen parte de hogares con pobreza estructural o no han contado con redes de apoyo sólidas. Algunas de estas Personas con Discapacidad han sufrido afectaciones por cuenta del conflicto armado, como el caso de las víctimas de Minas Antipersona. Sin embargo, son también hombres y mujeres que hoy ven más allá de sus discapacidades y cuentan con más herramientas para superar barreras, mejorar su auto reconocimiento y ser agentes activos de participación en los escenarios existentes a nivel territorial, como los comités municipales y departamentales de discapacidad, así como en los espacios intersectoriales del nivel nacional.
Al respecto, Juliana Fonseca, especialista del Secretariado Nacional de Pastoral Social y coordinadora del proyecto, expresó que, para su desarrollo, se ha contado en los territorios con el apoyo de un equipo de profesionales en terapia ocupacional, psicosociales y jurídicos, que han estado acompañando permanentemente a las Personas con Discapacidad participantes y a sus cuidadores.
“Acompañamos desarrollo de habilidades para la participación e incidencia que les permita estar presentes en los diferentes escenarios de toma de decisiones, visibilizar sus necesidades y poner en la agenda pública local las necesidades que tienen y que estas puedan ser gestionadas a través de proyectos y programas”, agregó Juliana.
Sobre esta iniciativa enfocada en las Personas con Discapacidad, el Cardenal Rueda afirmó que es un piloto e invitó a que sea replicado en otras jurisdicciones eclesiásticas del país y del continente para que trascienda. Para ello, destacó la importancia de la articulación entre la Iglesia y otras instituciones: “Creo que ese es un primer aporte de la Iglesia y desde el departamento de Nariño se puede irradiar para todo el país y para toda América Latina. De tal manera, que Iglesia e instituciones civiles puedan trabajar en esa cultura que incluye a hombres y mujeres con discapacidad y a sus cuidadores, tanto en el ambiente eclesial, como en todos los ambientes sociales”.
Por su parte, monseñor Juan Carlos Cárdenas, obispo de la Diócesis de Pasto, expresó que, aunque históricamente la Iglesia en Colombia ha tenido un compromiso por trabajar con las Personas con Discapacidad, remarcó la necesidad de seguir trabajando por una pastoral que sea cada vez más incluyente. “Todos somos hermanos y todos tenemos mucho que dar, pero también mucho que recibir de aquellos que viven una situación particular y especial, pero a los que Dios les da la gracia de activar otras cualidades que tal vez en otra situación no hubieran podido entender. Seamos más sensibles con esta realidad y demos más pasos audaces en favor de ellos, como nos pide el papa Francisco”, agregó.
El llamado del Cardenal Luis José Rueda Aparicio:
Al cumplirse el primer año de implementación de “Tejiendo entornos para Personas con Discapacidad” y en el contexto del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, desde este primero de diciembre y durante el resto de la semana, las diócesis de Pasto, Ipiales y Tumaco, estarán desarrollando diversas actividades de sensibilización y visibilización de las Personas con Discapacidad. Además, se realizarán jornadas de oración en algunas parroquias de los cinco municipios priorizados.
Diócesis de Ipiales
Bajo el lema “Para no dejar a nadie atrás”, del 1 al 10 de diciembre, la pastoral social de esta jurisdicción eclesiástica liderará la Jornada de Movilización por las Personas con Discapacidad. La iniciativa será desarrollada en los municipios de Samaniego y Ancuya.
Allí, se desarrollarán actividades como el “Festival por la Inclusión, la Memoria y los Derechos Humanos”, que incluirá la exposición fotográfica y la proyección de historias de vida de quienes han hecho parte del proyecto “Tejiendo entornos inclusivos” implementado en ese territorio, así como actividades lúdicas y culturales. En el caso de Samaniego, este festival se llevará a cabo el viernes 1 de diciembre desde las 8:30 a.m hasta las 2:00 p.m. y tendrá como sede el Parque Sol Andino. En Ancuya, se realizará el domingo 3 de diciembre desde las 9:00 a.m, hasta la 1:30 p.m. en el Parque principal del municipio.
Así mismo, se llevará a cabo, en el barrio El Progreso de Samaniego, la pintura de un mural participativo con mensajes de sensibilización por la inclusión el día sábado 2 de diciembre.
Diócesis de Pasto
En el caso de San José de Albán, como fruto de la implementación del proyecto “Tejiendo entornos inclusivos” y gracias a la articulación con la administración municipal, el viernes 1 de diciembre, en esta localidad, se llevará a cabo inauguración de un nuevo espacio físico comunitario y de inclusión en el que las personas con discapacidad de esta localidad podrán acceder, de manera gratuita, a procesos formativos, terapéuticos y de socialización.
Este espacio, que se dotará desde el proyecto con material pedagógico y terapéutico, estará ubicado en el antiguo Centro de Desarrollo Infantil (CDI) del barrio Sur Albán.
Durante la inauguración, que se llevará a cabo de 8:30 a.m. a 6:00 p.m., se realizarán actividades de sensibilización, formación, apoyo psicosocial, recreativas y artísticas. De manera particular, se realizará un cine foro basado en la película “De camino a casa”, producción que aborda temas asociados a las barreras comunicacionales frente a las personas con discapacidad en las relaciones interpersonales y familiares, el maltrato, la resiliencia, el amor y la resignificación de la discapacidad.
Diócesis de Tumaco
También el domingo 3 de diciembre, en la plazoleta del Parque Colón, ubicada frente a la Catedral, la Diócesis de Tumaco realizará una actividad denominada “Galería itinerante de la discapacidad: intercambiando saberes y sabores". Esta se llevará a cabo desde las 8:00 a.m. hasta el mediodía.
El llamado del Papa Francisco:
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La familia defiende y protege la vida
Mar 11 Jun 2024
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Mar 25 Jun 2024
Falleció monseñor William de Jesús Ruiz Velásquez, Prefecto Apostólico Emérito de Leticia
A sus 82 años de edad, falleció monseñor William de Jesús Ruiz Velásquez, quien, entre el 8 de julio de 1997 y el 23 de octubre del 2000, se desempeñó como Prefecto Apostólico de Leticia (Amazonas). El pastor antioqueño fue el segundo en desempeñar este oficio, antes que dicha circunscripción eclesiástica fuera elevada a Vicariato Apostólico por el papa Juan Pablo II.La muerte de monseñor Ruiz Velásquez se produjo en la madrugada de este martes 25 de junio en la ciudad de Medellín, donde vivía desde el año 2016 en una casa familiar.Monseñor William de Jesús nació el 2 de octubre de 1941 en el municipio de Entrerríos (Antioquia). Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Conciliar Santo Tomás de Aquino de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. Cursó una maestría en Catequesis en la Universidad Católica de París (Francia).Fue ordenado sacerdote para el clero esa misma jurisdicción el 11 de septiembre de 1966, por monseñor Miguel Ángel Builes. Allí desempeñó múltiples oficios pastorales, entre ellos: Vicecanciller de la Curia y Notario del Tribunal Eclesiástico (1969), Promotor Diocesano de la Pastoral Vocacional (1973), Vicario de Pastoral de la Diócesis (1995) y Coordinador de la Pastoral Familiar (1996). En julio de 1997 fue nombrado Prefecto Apostólico de Leticia, misión que desempeñó por tres años.Al regresar a su región natal, entre los años 2001 y 2016 fue párroco en los municipios de Amalfi, Yarumal y Donmatías. Allí apoyó también diferentes procesos de desarrollo municipal e impulsó iniciativas asociadas a la educación, la defensa de la vida y la institucionalidad.Fue colaborador permanente del Consejo de Administración de la Cooperativa Fraternidad Sacerdotal.El padre Luis Alfonso Urrego Monsalve, administrador diocesano de Santa Rosa de Osos, expresó sus condolencias a familiares y amigos del presbítero, e informó que las exequias se celebrarán este miércoles 26 de junio, a las 3:00 p.m., en la Catedral Metropolitana de Medellín.
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Mar 25 Jun 2024
Finaliza la segunda etapa de ‘Iglesias seguras y protectoras’: la última jornada de formación en prevención de abusos se desarrolló en la Provincia de Barranquilla
Entre el 19 y el 21 de junio, en la ciudad de Barranquilla, se llevó a cabo la última jornada de capacitación de la iniciativa ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’ implementada por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) con el auspicio de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Un proyecto que tiene como finalidad promover la atención y prevención de abusos y violencias en las diferentes regiones del país.A este llamado por la cultura del cuidado en la Iglesia Católica acudieron alrededor de 500 personas, entre obispos, sacerdotes, consagrados y laicos de la Arquidiócesis de Barranquilla y de las diócesis de Riohacha, Santa Marta, Valledupar y El Banco, jurisdicciones que conforman la Provincia Eclesiástica de Barranquilla.Como parte de la agenda desarrollada en esta última etapa, se implementaron diferentes talleres y conferencias sobre la cultura del cuidado: los desafíos a nivel social y eclesial, la generación de entornos protectores y la atención a víctimas. También se presentaron las líneas guía, líneas operativas y buenas prácticas propuestas por la CEC. Estos espacios estuvieron a cargo de los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, del Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal y del presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá, monseñor Pedro Mercado.La psicóloga Diana Suárez, miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, comenta que se pudo dar un encuentro como comunidad eclesial para trabajar en aspectos que, en materia de prevención, son de gran importancia. De ellos, destacó el reconocimiento de la realidad sobre la problemática de violencia sexual en cada territorio de la Provincia de Barranquilla, así como la evaluación de los factores de protección que favorezcan el cuidado, de manera especial, de niños, niñas y adolescentes.Por una cultura del cuidado con rostro provincialEstos tres días de formación significaron el encuentro fraterno de una “Iglesia viva, actuante y alegre”, así lo indicó la doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta de ese organismo de la CEC.De acuerdo con monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, los prelados de las cinco Iglesias particulares estuvieron de acuerdo con que estas jornadas coincidieran con la formación obligatoria de sus cleros, de tal manera que se les diera la mayor importancia posible. “Para la provincia ha sido un momento providencial porque también nos ha permitido acercarnos de manera mucho más profunda y consistente al Sistema para la Cultura del Cuidado que ha impulsado la Conferencia Episcopal. Diríamos que ahora este sistema va a adquirir un rostro provincial, el rostro de la Provincia de Barranquilla”, así lo expresó monseñor José Mario Bacci Trespalacios, obispo de Santa Marta.Monseñor Bacci Trespalacios, indicó también que ahora cada Iglesia particular tiene como tarea no solo divulgar los contenidos abordados, sino también profundizar en cómo hacer vida la cultura del cuidado en todos los ámbitos eclesiales.Una cultura del cuidado que no se agota en las jornadas de las provincias“Es muy importante reconocer que el ejercicio no se puede quedar solamente en esta capacitación o en las capacitaciones realizadas en las diferentes provincias. Es necesario que esta información también sea comunicada con los diferentes miembros que hacen parte de los ambientes eclesiales y de allí la importancia de realizar un trabajo muy riguroso con las comunidades”, señaló la doctora Diana Suárez.La piscóloga, quien, además, coordina la Oficina del Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, señaló también la necesidad de sensibilizar a los agentes de evangelización y a los padres de familia sobre los riesgos que hay en el entorno digital para los menores y en las normas específicas para el cuidado y la protección de todos los que hacen parte del ambiente eclesial. Además, brindar un acompañamiento integral a las personas que han sufrido a causa de abusos o violencias, sin riesgo a revictimizarlas.Al cierre de estas jornadas, monseñor Pedro Mercado, indicó que, a pesar de que la primera parte del proyecto se ha cumplido, la labor pedagógica debe continuar, de manera especial, con los futuros pastores de la Iglesia: “Hay que acentuar todavía más la prevención e ir sobre todo a los seminarios para que la cultura del cuidado no llegue ya en un momento tardío de la formación sacerdotal, sino precisamente cuando se está gestando ese futuro ministro, ese futuro sacerdote, servidor del pueblo de Dios. De tal manera que, desde esa etapa temprana, la cultura del cuidado haga parte de su formación para un servicio integral a la Iglesia”, remarcó monseñor Mercado.De esta forma, concluyeron las jornadas de capacitación sobre atención y prevención de abusos implementadas por la Conferencia Episcopal de Colombia en once de las catorce provincias eclesiásticas del país, desde la iniciativa ‘Iglesias Seguras y Protectoras’. La Oficina para la Cultura del Cuidado continuará animando y articulando otros procesos formativos en diversas instituciones eclesiales bajo el propósito de aportar a la construcción del Sistema para la Cultura del Cuidado propuesto por los obispos en las ‘Líneas guía’.Vea el resumen informativo de la jornada:Para conocer más información sobre el trabajo de la Iglesia colombiana por la cultura del cuidado, haga clic aquí.
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Vie 21 Jun 2024
En “La Sucursal del Cielo”: Iglesia, Estado y comunidad luchan juntos contra el hambre
Con la operación de 713 comedores, ubicados en las 22 comunas y en 15 corregimientos del Distrito Especial de Santiago de Cali, la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Cali, en articulación con la Alcaldía de la capital vallecaucana y gracias al apoyo de gestores de la comunidad, diariamente brinda alimento a 58.000 personas de diferentes edades que tienen grandes necesidades económicas.En el caso de la Iglesia, la iniciativa se realiza mediante un servicio conocido como “Diaconía del Pan”. Desde el cual no solo brindan alimento material sino también espiritual a personas de escasos recursos.A través de estas acciones, la Arquidiócesis de Cali busca hacer vida la Doctrina Social de la Iglesia. Es así, como el padre Diego Fernando Guzmán, delegado de la pastoral social arquidiocesana, comenta que, hace aproximadamente nueve años, existe una alianza con el Distrito de Cali y los gestores sociales, mediante la cual se ha generado un impacto social importante para mitigar el hambre, un problema de grandes dimensiones en la denominada “Sucursal del Cielo”.“Desde esta acción conjunta logramos que la acción del Evangelio, el amor misericordioso de Jesucristo, la invitación a la fraternidad, a la mano tendida para el más pobre, pues se pueda hacer realidad, se pueda hacer efectiva”, agregó el sacerdote.De ollas a comedores comunitariosLa historia de estos comedores se remonta a 1996 con la creación de la Comisión Arquidiocesana Vida, Justicia y Paz y del Banco de Alimentos, por iniciativa de monseñor Isaías Duarte Cancino. El pastor que abanderó una lucha decidida contra la violencia y la defensa de los derechos humanos. Lucha que, seis años más tarde, le costaría la vida, pues fue asesinado, al parecer, por sus fuertes denuncias en el marco del conflicto armado que afectada a la capital vallecaucana y a muchas otras regiones del país.En el año 2015, la Arquidiócesis y la Alcaldía de Cali firmaron el primer convenio para trabajar por la mitigación del hambre. Con el apoyo de un importante número de laicos que hasta hoy desempeñan labores de gestores, pusieron en funcionamiento 46 espacios denominados “ollas comunitarias”, a través de los cuales alimentaban a cerca de 6.000 personas.En dichas “ollas” se unían diferentes familias, lideradas en su mayoría por las mujeres, para cocinar y compartir grandes cantidades de alimento como medio de supervivencia, debido a la difícil situación económica y la enorme ola de violencia que golpeada su territorio. En dicha misión, al calor de fogón de leña, prevalecía siempre el sentido por el bien común.Con el pasar de los años la iniciativa se fue fortaleciendo y permitió pasar “de las ollas”, a la creación de un programa más integral de comedores comunitarios. Desde él, ya no solo buscan brindar alimento material sino también alimento espiritual y acompañamiento psicosocial a las personas beneficiadas. Además, han logrado crear huertas comunitarias y apoyar emprendimientos locales, entre ellos, de pequeños productores, favoreciendo así el desarrollo y empoderamiento de las comunidades.Conozca más detalles ingresando aquí.
![](https://cec.org.co/sites/default/files/2024-06/19-Iglesia-en-Boyaca-atencion-y-prevencion-de-abusos-cultura-del-cuidado.jpg)
Jue 20 Jun 2024
Iglesia en Boyacá recibió formación en atención y prevención de abusos: casi 800 personas participaron
Entre el 12 y el 14 de junio, Duitama fue sede de las jornadas regionales de capacitación sobre atención y prevención de abusos desarrolladas por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en el marco de la iniciativa “Iglesias Seguras y Protectoras”. En esta oportunidad, con obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosas y laicos de la Provincia Eclesiástica de Tunja. De manera especial, de las cuatro jurisdicciones de Boyacá: la Arquidiócesis de Tunja y las diócesis de Duitama-Sogamoso, Garagoa y Chiquinquirá.Cerca de 800 personas de zonas urbanas y rurales del departamento acudieron a esta convocatoria, liderada por los obispos y los miembros de los organismos encargados de la cultura del cuidado en cada una de estas Iglesias particulares . También asistieron algunos representantes de la Diócesis de Yopal, que hace parte de esa provincia.Se trata del cuarto ciclo de formación por provincias eclesiásticas facilitado en lo que va corrido del 2024 por el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y el Departamento de Comunicaciones de la CEC, así como por el Presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá, monseñor Pedro Mercado. En él, se llevaron a cabo conferencias, talleres y diálogos específicos en torno a temáticas como: claves para generar entornos protectores, elementos psicosociales para identificar situaciones de abuso, fundamentos canónicos para la atención y aspectos necesarios para comunicar con enfoque de cuidado y prevención.“Este momento ha sido un paso más, un escalón más, en todo el compromiso que tenemos las diferentes diócesis de esta jurisdicción, en esta cultura del cuidado y ser verdaderas apóstoles de la prevención”, expresó el padre Ricardo Alonso Lache, también de la Diócesis de Garagoa.Sobre el sentido fundamental de la cultura del cuidado y las reflexiones suscitadas durante las jornadas, monseñor Julio Hernando García Peláez, obispo de Garagoa, afirmó: “Se trata de un acto de responsabilidad en lo que es la Iglesia como tal, que debe continuar la obra de Jesús, atendiendo de modo especial a los niños y brindándole a los niños ambientes seguros. Jesús bendecía a los niños. Nosotros estamos para cuidar a los niños y bendecirlos.”Por su parte, el padre Óscar Pinzón, administrador diocesano de Duitama, destacó la necesidad de afianzar cada vez más el trabajo por la cultura del cuidado a nivel provincial, así como los retos que tienen tras esta formación:"Aquí en Boyacá el tema provincial está muy muy arraigado y hemos trabajado de la mano las diócesis vecinas, conformando una suerte de comisión o Delegación Provincial para la Cultura del Cuidado, con la cual nos reunimos mes a mes, hemos preparado también remotamente este encuentro de Iglesias particulares, pero sigue el esfuerzo de ver qué nos hace falta: perfeccionar los decretos con los cuales se crean las comisiones, las oficinas, también de los materiales y de las formas en que en cada diócesis podemos llegar a ser multiplicadores de esta buena noticia".Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja también valoró la actividad como una oportunidad para aclarar dudas y unificar criterios. Además, aprovechó para hacer una invitación especial que permita seguir fortaleciendo el Sistema para la Cultura del Cuidado que ha sido definido por la Iglesia Católica colombiana:"Invitar a todos los que ya han pasado también por esta formación a que demos un paso adelante: que se estabilice en cada una de las jurisdicciones la oficina, como lo ha pedido el papa Francisco "Vos Estis Lux Mundi", que haya un organismo en el cual la gente tenga fácil acceso a todo lo que tiene que ver con denuncias o prevención de este fenómeno, de los abusos de poder, de conciencia y sexuales, que tanto dolor causan en la sociedad y específicamente nuestra Iglesia".Las jornadas finales de este ciclo formativo se están desarrollando entre el 19 y el 21 de junio con las jurisdicciones que conforman la Provincia Eclesiástica de Barranquilla. Así, la Conferencia Episcopal de Colombia clausurará la segunda etapa de este proyecto, que ha sido auspiciado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.Vea a continuación el informe del evento: