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Con envío misionero concluye IX Congreso Nacional de Reconciliación
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Al concluir la novena versión del Congreso Nacional de Reconciliación, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, les dijo a los más de 450 participantes, que este cierre era un signo de envío misionero, donde cada uno se iba con el compromiso de llevar a las distintas regiones que representan un mensaje de reconciliación, de paz y esperanza.
Siguiendo las lecturas del domingo de Adviento, que ya se aproxima, el prelado observó que este es un tiempo que nos lleva a la esperanza y esta, debe estar en un constante fortalecimiento. “Esa misión de reconciliación que queremos asumir y renovar todos nosotros, debe ir acompañada por una alta dosis de esperanza y esta nos falta a nosotros, como servidores de nuestras comunidades, pero que también le falta a nuestras comunidades”.
Durante su homilía, advirtió que fácilmente se puede perder la esperanza porque no se ven los frutos rápido, “se puede perder la esperanza porque a veces vemos más lo negativo que lo positivo, lo que está creciendo, lo que está empezando, lo que empieza a germinar y algunos podemos mirar hacia atrás y decir este es el noveno congreso, llevamos muchos años reflexionando, orando, trabajando, comprometiéndonos en el tema de la paz y de la reconciliación y como dice el salmista, cuando decimos paz, los demás gritan guerra. Pareciera que terminamos una fase de la guerra y empezáramos otra y no solo a nivel regional y nacional, sino internacional”.
El directivo en tres puntos describió lo que significa el compromiso de un envío misionero.
Primero. Una celebración de envío, es una celebración misionera que nos debe fortalecer, que debe enviarnos a nuestros territorios pensando en que hay un Adviento, en que hay una esperanza social de transformación.
Segundo. A la luz de la segunda lectura, nosotros pensemos que hay un Adviento y hay una esperanza personal, cada uno de nosotros también va a ser revestido de Cristo y se va a poner a caminar con dignidad en el amanecer de nuestra vida personal.
Tercero. Como iglesia debemos estar muy atentos, no sabemos cuándo será, no podemos atrevernos, ni aventurarnos a decir ni con catástrofe, ni con demasiado optimismo, llegará el Señor tal día, pero que eso haga parte de nuestro caminar diario. Que nada quebrante esa esperanza que debemos comunicar y cultivar en nuestras comunidades.
«La higiene de la esperanza»
Por su parte, el padre Rafael Castillo, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, al cierre del Congreso se refirió al tema de la «higiene de la esperanza», señalando que la esperanza no es una simple decisión de la voluntad personal, ni es tampoco un puro don de Dios ajeno enteramente a la responsabilidad personal, dijo que, es más bien una combinación de ambos aspectos.
“Muchas veces lo que más influye en el tono de nuestra esperanza es el manejo adecuado o desacertado que demos a los factores que diariamente acosan nuestra esperanza. No basta decidir tener esperanza (voluntarismo) ni basta poner la confianza en Dios (espiritualismo). Es necesaria también la «higiene de la esperanza»”.
Enumeró varios factores que amenazan hoy a los pobres: la recesión económica, la violencia, el desempleo, el creciente número de jóvenes que dejan las universidades, estos y otros aspectos agregó, son los que hacen que las personas pierdan las ‘utopías de referencia’ y disminuyan el sentido de sus vidas, haciendo con ello que muchos entren en crisis personales, como depresiones psicológicas y síntomas psicosomáticos.
Frente a esta realidad, el directivo observó que es cuando más se requiere llevar una adecuada «higiene de la esperanza», por lo que formulo cuatro caminos para prevenirla.
En primer lugar, no se debe echar más leña al fuego cultivando pensamientos negativos y cayendo en la polarización que ya es fragmentación. “Hoy se nos urge mirar y hacer un balance de lo positivo y bueno que ha sucedido y de las conquistas que se han logrado (…) El recorrido hecho hasta ahora es un llamado a subir al siguiente escalón. No son pocos los escalones que faltan”.
En segundo lugar, es importante aprovechar cuanto la historia enseña. “Lo que nos está pasando es duro y no es poco. Es una de las tantas “horas bajas” en 200 años de Republica. No creo que sea la más baja pero sí, muy probablemente, la más esperanzadora. En Colombia cuando las cosas no han estado bien siempre hemos contado con hombres y mujeres en condición de componerlas. Hay huellas en el barro de nuestra historia como Nación”.
En tercer lugar, "es importante fortalecerse con el recuerdo del testimonio de todos aquellos, gente del común como nosotros, que en situaciones semejantes a las que hoy vivimos, supieron aguardar con paciencia el paso de las inundaciones del invierno, sin renunciar a sus convicciones ni hurtarse al oprobio que por ellas tuvieron que soportar”.
En cuarto lugar, "debemos tener y recordar el propio proyecto de Nación que los jóvenes nos están mostrando con los diferentes sectores sociales. “Si los motivos siguen ahí, intactos, o incluso incrementados, no hay razón válida para desistir. Al contrario: hoy tenemos nuevos motivos. No perdamos el ánimo, que ya empiezan a despuntar los signos de un nuevo amanecer”.
Símbolo del envío misionero
Al cierre de este Congreso que se celebró en la ciudad de Bogotá, del 22 al 24 de noviembre, sus organizadores: la Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) y la Comisión de Conciliación Nacional, hicieron entrega a cada participantes de una manilla: “Los Artesanos de la Paz”, esta como signo del envío misionero.
Con este signo se quiso exaltar la memoria de monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, arzobispo emérito de Tunja y quien dedicó su servicio y entrega pastoral en favor de la paz y la reconciliación.


¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos Confío!
Vie 27 Jun 2025

Política y ética
Mar 17 Jun 2025

Jue 3 Jul 2025
Diáconos y esposas: Durante congreso en Valledupar fortalecerán su misión como servidores de esperanza en Colombia
Del7 al 10 de agosto de 2025, la ciudad deValledupar(Cesar) acogerá elXVI Congreso Nacional de Diaconado Permanente, organizado por laConferencia Episcopal de Colombiaa través de laComisión Episcopal y elDepartamento de Ministerios Ordenados. Bajo el lema“Diáconos permanentes, peregrinos y servidores de esperanza”, el evento busca ser un espacio de formación, fraternidad y renovación espiritual en el marco delJubileo de la Esperanza.Un llamado a la gratuidad y al servicioUn congreso que, sin lugar a duda, se inspira en el mensaje delPapa Franciscodurante elJubileo de los Diáconos(2025), donde el pontífice destacó la esencia del ministerio diaconal:“El diácono se consagra para ser ‘escultor’ del rostro misericordioso del Padre, testigo del Dios-Trinidad”. El pontífice recordó que su misión es“anunciar el perdón, servir desinteresadamente y construir comunión”, citando el Evangelio:“Hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio” (Lc 6,35).Monseñor Jaime Cristóbal Abril González, obispo de Arauca y miembro de la Comisión Episcopal de Ministerios Ordenados, extendió una invitacióna los diáconos y sus esposas:“Será una bonita oportunidad para vivir la comunión, reavivar el don recibido y animarnos mutuamente en la misión. Además, viviremos una experiencia jubilar, peregrinando y ganando la indulgencia plenaria”.Temas centrales y exponentesEl programa abordará cuatro ejes temáticos:-El diácono permanente, hombre, esposo y padre de esperanza.-El diácono permanente, discípulo de esperanza.-El diácono permanente, profeta de esperanza.-El diácono permanente, servidor de esperanza.Entre los expositores figuranmonseñor Juan Vicente Córdoba(Obispo de Fontibón),monseñor Iván Antonio Marín(Arzobispo Emérito de Popayán), el padre Manuel Vega (Vicario de la Diócesis de Facatativá) y fray José Gabriel Mesa Angulo, O.P., quienes guiarán reflexiones sobre la integración de la fe, la familia y el servicio pastoral.Una peregrinación de esperanzaEl congreso culminará con unaperegrinación jubilar, en sintonía con el llamado del Papa a ser“apóstoles del perdón y constructores de comunión”; será un momento degracia para la familia diaconal de Colombia, bajo la protección de la Virgen María.Información práctica del congresoLugar: Centro de Convenciones Julio Villazón Baquero (Valledupar).Fechas: 7 al 10 de agosto de 2025. La apertura será elviernes 8 a las 7:30 a.m.Link de inscripción: https://cecforms.typeform.com/to/eWYOG5MxAporte de participación:-Individual: $600.000 COP.-Parejas (diácono y esposa): $1.200.000 COP.Incluye: alimentación, materiales, kit diaconal (uno por pareja) y hospedaje.*El valor del aporte se debe consignar en la cuentaBancolombia No. 524-000143-20(Parroquia Catedral Eccehomo, NIT 901413327).Contacto para más información: WhatsApp312 450 8761.Vea a continuación la invitación de monseñor Jaime Cristóbal Abril:

Jue 3 Jul 2025
Encuentro de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades 2025: Un llamado a la sinodalidad y la misión laical en la Iglesia colombiana
Del 29 al 31 de julio, en Bogotá, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) reunirá a líderes y miembros de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades de las diferentes regiones del país para desarrollar un gran encuentro nacional. Bajo el lema “Los laicos no son parte de la Iglesia, son la Iglesia” inspirado en el Papa Pío XII, este evento buscará impulsar la fuerza misionera del laicado en clave de sinodalidad, renovando su rol como signo de esperanza para el país en el Año Jubilar.Un espacio para la reflexión y la acciónCon el tema central “La fuerza del laicado en salida misionera”, el encuentro será un espacio para reflexionar sobre el protagonismo de los laicos en la evangelización, tal como lo destacó la CEC en su Asamblea Plenaria de 2018. En esa ocasión, se reconoció el aporte clave de estos grupos en la edificación de la Iglesia, ayudando a los bautizados a asumir con mayor responsabilidad su identidad cristiana.En un mensaje de convocatoria al evento, monseñor César Alcides Balvín Tamayo, obispo de Cartago y miembro de la Comisión Episcopal de Estado Laical, resaltó su importancia: “Los movimientos eclesiales son signo de fecundidad del Espíritu en la vida de la Iglesia. ¡Cuánto bien hacen los movimientos en la evangelización y en la misión de la Iglesia!”.En sintonía con el llamado del Papa León XIVLa última vez que la Iglesia colombiana convocó este encuentro fue en año el 2018. Ahora, lo desarrollará en un momento significativo, tras el Jubileo de los Movimientos celebrado en Roma en junio pasado, donde el Papa León XIV exhortó a vivir la fe en comunión:“‘Sinodalidad’ es el nombre eclesial de esta conciencia. Es el camino que pide a cada uno reconocer la propia deuda y el propio tesoro, sintiéndose parte de una totalidad, fuera de la cual todo se marchita”, dijo el Pontífice en su homilía durante la Vigilia de Pentecostés.El Santo Padre también subrayó que la evangelización no es una conquista humana, sino una gracia que se difunde a través de vidas transformadas:“La evangelización es obra de Dios y, si a veces pasa a través de nuestras personas, es por los vínculos que hace posible”.De allí que este espacio de oración, reflexión y trabajo busque ser un punto de encuentro para fortalecer la unidad eclesial y proyectar la misión de la Iglesia colombiana, capaz de responder los desafíos actuales.Detalles de la participaciónEl evento se llevará a cabo en la Casa de Encuentros San Pedro Claver ( localidad de Suba, Bogotá).Las inscripciones están abiertas para representantes de todas las jurisdicciones eclesiásticas del país. Se pueden realizar a través del siguiente link: https://cecforms.typeform.com/to/hkDZKnSIAporte:Internos: $550.000 (con hospedaje).Externos: $400.000 (sin hospedaje).Links de pago:Internos: https://checkout.wompi.co/l/e1ENosExternos: https://checkout.wompi.co/l/hUble3Más información:312 450 8761 – 311 531 7961.

Mié 2 Jul 2025
"Acto infame": Iglesia expresa rechazo y se solidariza con familias de víctimas halladas en fosa común del Guaviare
A través de un comunicado, la Diócesis de San José del Guaviare y la Delegación para las Relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresan su profundo dolor y rechazo categórico, tras el hallazgo de una fosa común con los cuerpos sin vida de ocho personas en el municipio de Calamar (Guaviare). Las víctimas, identificadas por la Fiscalía General de la Nación como líderes sociales y religiosos desaparecidos desde el 4 de abril, dedicaban su vida al servicio espiritual y comunitario.En el mensaje, la Iglesia se solidariza con los familiares de las personas asesinadas y califica este hecho como un "acto infame" que "representa una grave afectación a la vida social y la paz de la región". Además, refiere la consternación que genera en las familias y en la sociedad del Guaviare, donde persiste el conflicto armado.Reafirmando su compromiso con "la defensa de la vida, la dignidad humana, la justicia y la reconciliación en Colombia", la Diócesis de San José del Guaviare y la Conferencia Episcopal de Colombia hacen también un llamado urgente a los actores armados para buscar caminos de paz que permitan el desescalamiento del conflicto y la salvaguarda de la vida de las comunidades vulnerables.Vea también el mensaje del Delegado para las Relaciones Iglesia-Estado de la CEC sobre el comunicado:

Sáb 28 Jun 2025
Iglesia colombiana se une a la Jornada del Óbolo de San Pedro 2025 en apoyo al Papa León XIV
Este domingo 29 de junio, solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, la Iglesia Católica en Colombia se unirá a la Jornada Mundial del Óbolo de San Pedro, una iniciativa que combina la oración por el Santo Padre y la recolección de donaciones para sostener su misión evangelizadora y caritativa. El Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli destacó la importancia de esta jornada, especialmente en el inicio del pontificado de León XIV.“Nos unimos en oración por el nuevo Sucesor de Pedro, agradeciendo al mismo tiempo el legado del Papa Francisco”, expresó. El Óbolo de San Pedro es una tradición que permite a los fieles contribuir, según sus posibilidades, al sostenimiento de las obras del Papa, incluyendo su magisterio, la atención a comunidades necesitadas y la promoción de la caridad en el mundo.“Cada ofrenda, grande o pequeña, es un gesto de comunión con el Papa y su servicio a la Iglesia universal”, añadió el representante del Santo Padre en nuestro país. La colecta se realizará en todas las parroquias del país. Los aportes también pueden hacerse de manera digital a través del sitio oficial www.obolodisanpietro.va, donde están disponibles recursos informativos sobre el destino de los fondos; o consignando directamente a la cuenta bancaria Davivienda 000014542872 a nombre de la Nunciatura Apostólica. La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) invita a los fieles a participar con generosidad, recordando que, a través de esta iniciativa el Papa apoya, incluso, la misión de la Iglesia en territorios colombianos que requieren atención especial, como los vicariatos apostólicos.Según el informe anual publicado este 27 de junio por el fondo que recoge las donaciones entregadas al Pontífice, en 2024 el Óbolo de San Pedro recaudó 58 millones de euros, un incremento significativo frente a los 52 millones de 2023.Del total recaudado, 13,3 millones de euros se destinaron a 239 proyectos sociales y de asistencia en 66 países, incluyendo naciones en desarrollo y zonas afectadas por conflictos, como Senegal, Perú, Rumanía, Benín y Angola. Además, la Santa Sede invirtió 61,2 millones en el sostenimiento de sus Dicasterios y actividades apostólicas. En total, sumando otras donaciones caritativas gestionadas por la Curia Romana, el Pontífice destinó 50,6 millones de euros a obras de solidaridad en 2024, reforzando el impacto global de esta colecta. Vea la invitación del Nuncio Apostólico: