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“Hemos visto un redescubrir y despertar en la fe”: Mons. Oscar Urbina
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“La esperanza hoy es más necesaria que nunca”. Así lo señala monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, durante una entrevista concedida al diario El Nuevo Siglo.
El arzobispo explica cómo funcionarán los templos y la aplicación de los protocolos de bioseguridad en estos días santos, al tiempo que analiza cómo le ha ido a Colombia tras un año de emergencia por la pandemia y las lecciones que la crisis ha dejado.
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EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo se vivirá esta Semana Santa?
MONSEÑOR ÓSCAR URBINA: Para nosotros la Semana Santa es la celebración más importante de nuestra fe, la Pascua, Cristo murió y resucitó, mostrándonos el gran amor que Dios nos tiene.
Los obispos hemos recibido indicaciones de la Santa Sede, las cuales ya se han adoptado en las jurisdicciones eclesiásticas, pues la Iglesia ha implementado rigurosamente el cumplimiento de las medidas de bioseguridad emanadas por los entes gubernamentales. En los templos se guardará el distanciamiento entre las personas establecido por las autoridades, uso del tapabocas durante toda la ceremonia y desinfección de manos al ingreso a estos. No están permitidas las procesiones ni los eventos que generen aglomeraciones fuera de los templos.
ENS: ¿Cuál será el mensaje que se le dará a los colombianos?
MOU: El Papa Francisco nos invitó al inicio de la Cuaresma, que prepara la celebración de la Pascua, a crecer juntos en la fe, la esperanza y el amor. La fe es ante todo un encuentro y una respuesta a la Palabra de Dios, ello nos permite un renacer de nuestra vida, cambiando lo que vemos se debe superar y comprometiéndonos a amar como Dios nos ha amado.
La esperanza hoy es más necesaria que nunca, pues es la fuerza para vivir los momentos difíciles como los que estamos compartiendo. Ahí tenemos una oportunidad para acercarnos a los que sufren y acompañarlos en sus tristezas y desánimos, ayudarlos a encontrar el significado de la Cruz en el plan de Dios. Todas las celebraciones de la Semana Santa nos alimentan la esperanza.
El amor, Dios es amor y nos salvó con un exceso de amor manifestado en la Pasión, Muerte, Sepultura y Resurrección del Señor. Por eso, la Pascua nos transforma en personas nuevas, que buscan al Señor, presente en todos nuestros hermanos a quienes acogemos, acompañamos, escuchamos, corregimos y perdonamos. La fraternidad que nace de la Eucaristía, que es síntesis del misterio de la Pascua, es el camino más seguro para transformar nuestra sociedad violenta, inequitativa e injusta a nivel familiar y social, para que se convierta en un espacio amable y fraterno donde todos podamos vivir en paz.
ENS: ¿Cómo ha visto el manejo de la pandemia por parte del Gobierno?
MOU: Esta pandemia ha sido algo nuevo para todos, hay mucho que aprender, liderar, organizar y articular. Veo que el Gobierno ha asumido como le ha correspondido con responsabilidad y seriedad, y a pesar de que en sus manos tiene todas las posibilidades, existen grandes limitaciones económicas, políticas, ideológicas e históricas. Esto, destapó otras pandemias, la de la corrupción, las limitaciones del sistema de salud -especialmente en las regiones de la Colombia profunda-, en la educación y en el mundo laboral. No es una situación fácil porque la pandemia tocó todas las esferas y dimensiones sociales; cualquier decisión beneficia una y perjudica otra. Es importante resaltar la participación ciudadana en el cuidado del otro.
Lecciones de la crisis
ENS: Estamos cumpliendo un año de pandemia ¿Qué se ha aprendido en esta época?
MOU: Hemos aprendido a ser familia, todos, independientemente de nuestro credo, formación académica, cultura, estrato. Hay un referente común, la casa y la familia. Cuando estuvimos confinados nos tocó volver a ser familia. El campo de la salud está muy delicado, la salud ha estado enferma en nuestro país desde hace muchos años. La tecnología y plataformas digitales son una prolongación de la humanidad, pero nunca reemplazan el corazón. La importancia del trabajo, la salud mental, la economía, el sistema educativo frágil e insuficiente, la pobreza y la marginación. El abandono del campo y de los territorios ancestrales. El cuidado de la creación. Y aprendimos en todos los niveles, familiar, social, político, religioso, que debemos volver a lo fundamental en cada uno de esos campos, y que el corazón de todo lo que se quiera trabajar es la persona humana.
Es difícil creer que de algo tan malo y perjudicial, como lo ha sido esta pandemia, salga algo bueno. Pero, podemos decir que el hecho de que nos haya puesto otra vez la mirada en nuestra centralidad de la persona humana es algo muy positivo. Porque estamos corriendo el riesgo de deshumanizar.
ENS: ¿La pandemia ha hecho que los feligreses se acerquen más a la Iglesia?
MOU: Hemos visto un redescubrir y despertar en la fe de muchas personas, en familia se participa de la oración, de la Santa Misa, del rosario y otros momentos de piedad. Hemos visto que muchas familias se han organizado para hacer un día a la semana o todos el santo rosario o la coronilla de la misericordia.
Hemos constatado la solidaridad. Por ejemplo, los bancos de alimentos, administrados por la Iglesia, dan fe de la generosidad de las personas e instituciones. La purificación de las falsas imágenes de Dios que lo han presentado como un juez castigador, y ahora, redescubrir que es un Padre amoroso, que educa, perdona, ama, corrige y acompaña.
ENS: ¿Le preocupa que en medio de la pandemia el país esté polarizado?
MOU: No solo en la pandemia, sino en cualquier tiempo la polarización nace de una negación del valor de cada uno como persona, como hermano y como constructor solidario de una casa donde todos podemos estar.
Vacunación
ENS: ¿Cómo ha visto el proceso de vacunación?
MOU: Ha dado sus primeros pasos, esperamos que con la implementación que se está haciendo en todos los lugares sea más ágil e invitamos a todos los que pueden recibirla a no tener miedo, pues es la manera de protegernos juntos y de garantizar vida y bienestar para todos.
ENS: Usted sufrió de covid ¿Cómo lo superó?
MOU: Con profunda confianza en Dios, que fue apoyada por la oración de muchos cristianos en el país. He servido a la Iglesia en Bogotá, Cúcuta y en Villavicencio. Esto me ha permitido conocer muchas personas, y reconocer que cuando uno ora por alguien, Dios Padre escucha las oraciones y construye nuestra vida con las personas que encontramos a lo largo del camino.
Agradezco a todo el personal que trabaja en el campo de la salud, pues he experimentado que, junto a la medicina, la compañía, la ternura, el sacrificio de todos ellos, es también una medicina. Esto me conduce, en primera persona, después de haber sufrido esta experiencia, (a señalar que) lo importante es cuidar la propia vida, para que ese cuidado repercuta en la vida de todos, la familia, el trabajo, el vecindario y la comunidad eclesial.
Fuente: El Nuevo Siglo
“Les traigo la paz” (Juan 20, 19.21.26)
Vie 5 Abr 2024
Lun 15 Abr 2024
Falleció el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz
En la mañana de este lunes, 15 de abril, a sus 91 años de edad, falleció en la ciudad de Bogotá, el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo emérito de Bogotá. El purpurado fungió como presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) durante tres periodos (1990 – 1993; 1993-1996; 2002-2005) y sirvió a la Iglesia durante casi 68 años de vida sacerdotal. Fue creado Cardenal Diácono de la Iglesia Católica Universal en el Consistorio del 21 de febrero de 2001 en el pontificado del papa Juan Pablo II.Entre sus múltiples roles destacados, el cardenal fue vicepresidente de la Comisión Católica Internacional de Migraciones y Refugiados en Ginebra desde 1983 hasta 1989.De manera especial, el 4 de agosto de 1995, el cardenal Rubiano Sáenz fundó la Comisión de Conciliación Nacional bajo el propósito de poner al servicio del país, una instancia social y políticamente diversa que ayudara a buscar soluciones políticas al conflicto armado colombiano, acompañar los esfuerzos de paz y establecer escenarios de confianza para el encuentro con diversos actores.Los restos mortales del señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz estarán en cámara ardiente, a partir del martes 16 de abril, de 9 de la mañana a 5 de la tarde, en el Seminario Mayor de San José de la Arquidiócesis de Bogotá ubicado en la carrera 7 No. 93A – 50. Las exequias se llevarán a cabo el día miércoles, 17 de abril, a las 10 de la mañana, en la Catedral Primada de Bogotá.A través de un comunicado, la presidencia de la CEC, ha invitado al pueblo colombiano a unirse en oración por su Pascua.Además, a través de un videomensaje y en nombre de los demás obispos del país, el cardenal Lui José Rueda ha destacado la obra y misión del cardenal Pedro Rubiano:BiografíaEl Eminentísimo Señor Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, nació el 13 de septiembre de 1932 en Cartago (Valle del Cauca).Realizó sus estudios de primaria en el Colegio de María Auxiliadora - Madres Franciscanas de Cartago y en el Colegio Ramírez, dirigido por Miguel A. Ramírez Cartago.El primer año de Bachillerato lo realizó en el Colegio Diocesano de Santa Teresita, Bitaco, dirigido por el Padre Alejandro Cardona Fontal. Los demás años de Bachillerato los cursó en el Seminario Menor de Cali y el Seminario Menor de Popayán.Inició los estudios de filosofía en el Seminario Mayor de Popayán y los de teología en la Universidad de Laval en Quebec (Canadá). En esta misma Universidad obtuvo la licenciatura en Sagrada Teología, posteriormente efectuó estudios de Ciencias Sociales y Doctrina Social de la Iglesia en el Instituto de Estudios Sociales de Santiago de Chile (ILADES).Recibió la ordenación Sacerdotal de manos del Excelentísimo Monseñor Julio Caicedo y Téllez, el 8 de julio de 1956 en la Capilla del Seminario de San Pedro en Cali.En el ejercicio del ministerio sacerdotal ha desempeñado los siguientes oficios:-Vicario Cooperador de la Parroquia de San Fernando Rey.- Capellán de la Escuela de Aviación Militar Marco Fidel Suárez.- Fundador de la Parroquia de San Pedro Claver, en el barrio la Independencia en Cali.- Fundador y Párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de la Providencia, en Cali.- Tesorero y Vicario de Pastoral de la Arquidiócesis de Cali.- Profesor y capellán en el Colegio de Santa Librada.- Asistente espiritual en el Colegio Luis Camacho Perea en Cali.- Miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Fue Presidente de la misma Comisión del 17 de septiembre de 1975 al 1° de junio de 1981.-Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia en el período de 1987 a 1990.-Vicepresidente de la Comisión Católica Internacional de Migraciones y Refugiados en Ginebra de 1983 a 1989.- Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, primer período de 1990 a 1993 y reelegido para el período de 1993 a 1996.- Fue elegido nuevamente en julio de 2002, Presidente de la Conferencia Episcopal para el período 2002 – 2005.- Presidente de la Comisión de Conciliación Nacional.Fue preconizado Obispo de Cúcuta el 3 de junio de 1971, por el Papa Pablo VI. Recibió la ordenación Episcopal en la Catedral de Cali el 11 de junio de 1971, de Su Excelencia Angelo Palmas, Nuncio Apostólico en Colombia. Fue Obispo de Cúcuta hasta el 26 de marzo de 1983.Nombrado Arzobispo Coadjutor de Cali con derecho a sucesión por el Papa Juan Pablo II el 26 de marzo de 1983.Arzobispo Metropolitano de Cali desde el 7 de febrero de 1985, por sucesión, por renuncia de Monseñor Alberto Uribe Urdaneta. Recibió el Palio Arzobispal, de manos del Excelentísimo Señor Angelo Acerbi, Nuncio Apostólico en Colombia, el 26 de enero de 1986 en la Catedral de Cali.Fue Administrador Apostólico de Popayán del 22 de abril de 1990 hasta el 25 de enero de 1991.Trasladado a la Arquidiócesis de Bogotá el 27 de diciembre de 1994 y tomó posesión de la Sede Primada de Colombia el 11 de febrero de 1995.En el Consistorio del 21 de febrero de 2001 fue creado Cardenal Diácono de la Santa Iglesia Católica.El Santo Padre le aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Bogotá, el día 8 de julio de 2010.
Lun 15 Abr 2024
Fallece madre de monseñor Misael Vacca Ramírez
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) lamenta profundamente el fallecimiento de la señora María del Carmen Ramírez, madre de monseñor Misael Vacca Ramírez, arzobispo de Villavicencio, quien partió a la Casa del Padre, este domingo 14 de abril.Los obispos y servidores del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), se unen en oración por su Eterno Descanso. Al tiempo, expresan su cercanía y fraternidad con monseñor Vacca Ramírez y con toda su familia en este difícil momento.La Eucaristía de exequias de la señora María del Carmen se llevará a cabo este miércoles 17 de abril en la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles - La Porciúncula de la ciudad de Bogotá.
Vie 12 Abr 2024
Más acción, más unión y más liderazgo con vocación de servicio: petición de directores de pastoral social a dirigentes en Colombia
Con la lectura de un pronunciamiento final, en el que exponen preocupaciones, compromisos y llamados por la paz, la justicia social, el desarrollo humano integral y el cuidado de la casa común, cerca de 60 personas, entre sacerdotes, religiosas y laicos, encargadas de liderar los equipos diocesanos de pastoral social del país, finalizaron su encuentro nacional 2024.Este fue un espacio convocado por la Conferencia Episcopal de Colombia a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana (SNPS-CC), bajo el propósito de analizar las realidades territoriales, especialmente, en términos de violencia, vulneración de derechos, movilidad humana y deterioro ambiental. Además, generar propuestas y articulaciones que permitan a la Iglesia seguir acompañando a las comunidades e incidiendo ante los diferentes actores y sectores en favor de su beneficio.El evento se llevó a cabo del 9 al 12 de abril en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia. Fue liderado por monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de la Diócesis de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Una Iglesia samaritana: fue inspiración central del discernimiento y trabajo realizado en este espacio, desde la cual se busca fortalecer tan importante misión de la Iglesia colombiana."La Pastoral Social Nacional, Cáritas colombiana, quiere construir juntamente con las pastorales sociales de cada jurisdicción eclesiástica el rostro de una Iglesia misericordiosa, samaritana y cordial. Por ello, estamos convencidos que, este encuentro es una gran oportunidad para hacerlo. Queremos ser reflejo en nuestras acciones de una Iglesia acogedora que sale al encuentro de quien sufre acompañando integralmente a las víctimas de la injusticia, la violencia y las pandemias y de todo tipo de abusos en todas las etapas e instancias de la vida; queremos ser una Iglesia valiente, de parresía y mordedura profética cuando haga falta y sea necesario; una Iglesia que, como nos enseña la oración por la vida de San Juan Pablo II, promueva y cuide la vida querida, la vida plena y abundante; una Iglesia que defienda la dignidad humana y el cuidado de la Casa Común, así como la cultura del cuidado integral. Y ello sencillamente porque como Iglesia y dada nuestra misión, no podemos aspirar a menos. Queremos ser una Iglesia que a pesar de todo lo que sucede no ha hipotecado la esperanza de sus hijos ni la esperanza de la nación colombiana. Queremos consolidar y mantener todos nuestros esfuerzos pastorales, y hacerlo con el evangelio en nuestras manos, manteniendo la terca utopía y corriendo los riesgos que sean necesarios desde una pastoral audaz y temeraria, por seguir construyendo esa sociedad reconciliada y en paz de una humanidad fraterna", así lo explicó el padre Rafael Castillo Torres, Director del SNPS/CC.Son muchas las realidades que preocupan y desafían a los equipos pastorales que tienen presencia amplia y permanente en los territorios del país. De acuerdo con monseñor Barreto, estos problemas han venido creciendo a lo largo de los años en el país, afectando directamente la humanidad y dignidad de las comunidades, especialmente de las más vulnerables, por lo que no se trata de aspectos coyunturales y sino estructurales que, como tal, deben ser atendidos. De ahí, que uno de los grandes retos es continuar acompañando y facilitando los espacios de diálogo y las mesas socio jurídicas que se dan junto a las ciudadanías y organizaciones.Además de las preocupaciones y oportunidades expuestas por los directores y directoras de pastoral social de las jurisdicciones eclesiásticas de Colombia, para hacer una lectura más integral de la realidad y desde allí, generar propuestas con mayor viabilidad, durante el encuentro también intervinieron representantes de organizaciones como Naciones Unidas, de manera especial, de la Misión de Verificación y de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). También, desde la Conferencia Episcopal, participaron miembros de la Comisión de Conciliación Nacional y de la oficina encargada de las Relaciones Iglesia-Estado.ConstatacionesDe acuerdo con el comunicado final firmado por los representantes de 72 jurisdicciones eclesiásticas del país y los integrantes de la pastoral social nacional, en medio de las confrontaciones armadas que se siguen presentando en áreas rurales y urbanas, múltiples comunidades del país experimentan profundo dolor por la muerte de sus seres queridos, el confinamiento, la exclusión, la pobreza y el desplazamiento al que son sometidos sus integrantes.Hablan, además, de los riesgos de la migración y las grandes brechas en cuanto a sinergias regionales y locales para el acompañamiento y asistencia a la población con necesidad de protección internacional. "Tenemos más de 500.000 personas que aún no han accedido al Estatuto Temporal de Protección, lo que significa que siguen en situación de irregular y con desigual acceso a derechos", exponen en el mensaje.Corroboran también la ausencia de una política clara que integre el problema ambiental. Una que atienda "las causas reales de un problema social, económico y político traen como consecuencia, la grave destrucción y amenazas contra la Casa Común reflejada en la Crisis climática con las fuertes y bajas temperaturas, la escases de agua, el avance de proyectos extractivistas, la deforestación, el desarrollo minero-energético, proyectos de hidroeléctricas, acaparamiento de tierras, los monocultivos, el aumento de cultivos de uso ilícito, ponen de manifiesto una economía de extracción nada amigable con el ambiente".CompromisosAnte la fragmentación social y la confrontación armada y política, disposición y voluntad pastoral, desde cada una de las jurisdicciones eclesiásticas y desde el nivel nacional, se comprometen a seguir promoviendo el diálogo efectivo en los territorios, uno que cuente con la participación de los diferentes sectores.Frente a la "cultura del facilismo y del enriquecimiento ilícito", afirman que fortalecerán la promoción de la cultura del trabajo, el espíritu de sacrificio, el empeño perseverante y la creatividad. Aspecto que también requiere una amplia formación en valores y espiritualidad.Preocupados por el creciente deterioro de la casa común, se comprometen "a promover una producción menos agresiva, una distribución más equitativa, un consumo más responsable y la debida absorción de nuestras acciones contaminantes".LlamadosAnte el momento tan desafiante que vive el país, al final del comunicado y dirigiéndose a gobernantes, empresarios y líderes de la sociedad civil, hicieron un llamado al liderazgo con vocación de servicio y propósito de bien común:“Es hora de darle reposo a la palabra para abrirle curso al testimonio (…) Dejando de lado las descalificaciones y posturas que promuevan el resentimiento y la división”, afirman.Al gobierno nacional y los legisladores, los invitaron a "fortalecer los mecanismos de participación, vigilancia y control; a valorar la consulta previa y generar leyes que, en todos los ámbitos que protejan el medio ambiente que nos rodea".A propósito de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), de la que Colombia, específicamente Cali, será sede entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre del presente año, los directores y directoras de pastoral social, exhortaron a los colombianos a unirse y aprovechar la oportunidad para que el país sea pionero en la protección de nuestra casa común.
Mié 10 Abr 2024
Iglesia colombiana inicia su preparación para el Congreso Eucarístico Internacional de Quito: ¡Prográmese para el primer encuentro virtual!
En el ambiente de preparación para el 53º Congreso Eucarístico Internacional que se realizará en Quito (Ecuador) del 8 al 15 de septiembre del presente año, el Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC) llevará a cabo un espacio de encuentro virtual que estará centrado en la socialización de los elementos clave de este importante evento que congregará a la Iglesia Universal bajo el lema “Fraternidad para sanar el mundo”.Para su desarrollo, se contará con la participación del padre Juan Carlos Garzón, secretario general del congreso, así como del padre Juan David Muriel Mejía, sacerdote de la Arquidiócesis de Medellín y profesor de la Universidad Pontificia Bolivariana, quien centrará su exposición en el culto eucarístico fuera de la Misa. En representación de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) estarán presentes monseñor Jaime Cristóbal Abril González, obispo de la Diócesis de Arauca y presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia y monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, obispo de la Diócesis de San José del Guaviare, presidente de la Comisión Episcopal de Estado Laical.Aunque el encuentro está dirigido principalmente a los delegados de liturgia de las diferentes diócesis del país, las ponencias serán transmitidas a través de los canales digitales de la CEC. Esto, permitirá vincular a las comisiones de liturgia diocesanas y parroquiales, a los institutos de vida consagrada, a los monasterios, a los ministros extraordinarios de la comunión y a los grupos eucarísticos parroquiales. De tal manera, que toda la Iglesia que peregrina en Colombia pueda comprender la relevancia de este congreso que abordará cuatro dimensiones centrales: mundo herido, fraternidad redimida en Cristo, Eucaristía y transformación del mundo, por una Iglesia sinodal y Eucaristía: salmo de fraternidad.Para conocer más detalles del congreso en Quito, haga clic aquí.