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Ordenación de monseñor Wiston Mosquera: un signo de alegría y esperanza para la Iglesia en el Chocó
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Este sábado, 14 de septiembre, en la Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol de la ciudad de Cali, se llevó a cabo la ordenación episcopal de monseñor Wiston Mosquera Moreno, obispo electo de la Diócesis de Quibdó. La ceremonia fue presidida por monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali.
El nuevo obispo estuvo acompañado por diez de sus hermanos en el episcopado, provenientes de diferentes jurisdicciones eclesiásticas del país. En representación de la Nunciatura Apostólica estuvo presente monseñor David Paul Charters. Además, a la ceremonia, cargada de símbolos litúrgicos y culturales, acudieron sus familiares, cientos de fieles, autoridades municipales y la vicepresidenta de la República de Colombia, Francia Márquez.
Monseñor Wiston había sido designado para tal misión por parte del papa Francisco el pasado 5 de julio. Su nombramiento ha significado un motivo de gratitud y celebración especial, no solo para el pueblo católico en el Valle del Cauca y en el Chocó, sino para todo el país, pues se trata del primer obispo afrodescendiente que tiene la Iglesia colombiana; además, oriundo del territorio que pastoreará. El obispo electo de Quibdó nació en el municipio de Andagoya (Medio San Juan), ubicado en el sur del departamento del Chocó, territorio que hace parte de la Diócesis de Istmina-Tadó.
Un hijo del Chocó que, como pastor, llevará el pregón de la reconciliación y la paz
Durante la homilía, monseñor Luis Fernando Rodríguez expresó su alegría por el ministerio episcopal de monseñor Wiston, quien se desempeñaba desde el año 2017 como Vicario General de la Arquidiócesis de Cali y párroco en esa misma parroquia catedral desde el 2018. Un nombramiento para que, “sin dejar de ser un hombre igual todos, salga colmado de la plenitud del Espíritu Santo para enseñar, santificar y gobernar”.
Iluminado por las lecturas de la celebración eucarística, el arzobispo de Cali describió el llamado que Dios mismo le hizo a monseñor Wiston:
“En la primera lectura, tomada del profeta Jeremías (1, 4-9), podemos identificar:
· Tres decisiones: “Te elegí, consagré y nombré profeta”.
· Dos mandatos: “A donde yo te envíe irás, y lo que yo te mande, lo dirás”.
· Y una promesa: “No les tengas miedo, que yo estoy para librarte”.
Querido padre Wiston, tu historia de vida, de ayer y de hoy, refleja el itinerario existencial de Jeremías. Desde el bautismo fuiste elegido, consagrado y designado sacerdote, profeta y rey (…) Ahora, llamado al episcopado, has sido nuevamente objeto de una elección, una consagración y una misión. Has sido designado profeta, para regresar a la tierra que te vio nacer y que espera tanto de ti, para anunciarles el amor del Padre y darles a conocer más y mejor el mensaje de su Hijo Jesucristo con la fuerza del Espíritu Santo”.
A propósito de la compleja realidad social, económica y política que vive el pueblo chocoano, monseñor Luis Fernando se refirió a lo planteado en el documento ‘Dignitas infinita’ publicado por el Dicasterio de la Fe el 8 de abril del año en curso; una declaración que da importantes luces a la Iglesia y a la sociedad sobre la dignidad humana. Le pidió a monseñor Wiston ser, en la Diócesis de Quibdó, instrumento de comunión, fraternidad, solidaridad, reconciliación y salvación, teniendo presente el mandato del Señor. Así lo explicó el Arzobispo de Cali:
“Deberás anunciar, a tiempo y a destiempo, la persona de Jesús, dador de sentido a la vida humana, pues “el Hijo de Dios, en el misterio de la Encarnación, confirmó la dignidad del cuerpo y del alma que constituyen el ser humano” (DI n. 19) (…) No puedes, y nosotros tampoco, olvidar que cuando se evangeliza, esa Buena Nueva ha de llevar a la conversión de los corazones y a descubrir en el otro, en el prójimo, la imagen viva de Dios, por lo que una misión especial que tienes en tus manos, será proclamar la dignidad de toda persona con la valentía que viene del mismo Dios que te envía; una dignidad que sea la base de la paz que está siendo tan esquiva no solo en el Chocó, sino también en Colombia y en el mundo. Por eso el lema de tu escudo episcopal, “Bienaventurados los que trabajan por la paz” (Mt. 5,9), te anime a trabajar por hacer de todos los quibdoseños y chocoanos artesanos de la paz (…) En la persona de Jesús, el Buen Pastor (Juan 10, 11-16) tienes el modelo perfecto que haz de imitar. Como él, debes ser capaz de dar la vida por las ovejas, conocerlas y buscar las que se hubieran perdido y las que no son del redil, continuando de esta manera la ingente tarea misionera que desde siglos atrás los frailes Jesuitas, Carmelitas, Capuchinos, los Claretianos, y otras comunidades religiosas masculinas y femeninas, así como los muy queridos presbíteros y diáconos diocesanos y laicos, han realizado y realizan con tanto amor”.
En nombre del episcopado colombiano, monseñor Hugo Alberto Torres Marín, arzobispo de Santa Fe de Antioquia, provincia eclesiástica de la que hace parte la Diócesis de Quibdó, le dio la bienvenida a monseñor Wiston; le expresó sus deseos de bienestar, así como frutos pastorales y espirituales en la porción del Pueblo de Dios que le confió el Santo Padre; afirmó que serán muy importantes los aportes pueda ofrecer el obispo electo de Quibdó al cuerpo colegiado para el bien de la evangelización en Colombia.
“La Iglesia particular de Quibdó recibe en usted la bendición de un nuevo pastor diocesano que llega con la insignia de ser un hombre de su tierra, llevando el pregón de la reconciliación y la paz, como ha quedado grabado en su escudo episcopal: “Bienaventurados los que trabajan por la paz”” (Mt 5, 9) (…) Grandes esperanzas se ciernen sobre nuestra sociedad al contar con pastores cercanos al pueblo, sensibles al dolor de los menos favorecidos, alegres en la entrega generosa de su vida, constantes en la fe y administradores fieles y prudentes de los sagrados misterios, le deseamos todas estas virtudes y actitudes durante el ejercicio de su ministerio episcopal y una abundante cosecha de frutos espirituales y de desarrollo humano integral para su Iglesia local”.
"A esta tierra bendita...Donde Dios ha manifestado su encanto y su poder"
Tras recibir estos mensajes y al cierre de la ceremonia, monseñor Wiston Mosquera Moreno agradeció especialmente a Dios, al papa Francisco, al Nuncio Apostólico, a los obispos y presbíteros de las diferentes jurisdicciones allí presentes, las comunidades religiosas y movimientos apostólicos; además a sus familiares, de manera particular, a su madre María Jerónima Moreno, quien, a sus 99 años de edad, pudo acompañar la ceremonia de ordenación de su hijo.
Inició su mensaje destacando las bondades del territorio que lo vio nacer y de las comunidades que ahora pastoreará: “A esta tierra bendita, bañada por grandes ríos y afluentes exuberantes, bosques y fauna majestuosa y esa cultura contagiosa donde Dios ha manifestado su encanto y su poder”.
Afirmó que su misión episcopal tendrá un importante vínculo con en el trabajo por la defensa de los derechos humanos, el Derecho Internacional Humanitario y la paz que tanto necesita el Chocó y el país.
“Desde ya, pongo este ministerio recibido en las maternales y amorosas manos del Inmaculado Corazón de María, patrona de la Diócesis de Quibdó, y del patrocinio del San Francisco de Asís, para que este encargo sea fecundo para el bien de la evangelización de nuestros pueblos”.
“La mies es abundante pero los obreros son pocos”: con esta afirmación bíblica tomada de Mateo 9, el nuevo obispo manifestó su deseo de emprender en esa Iglesia particular una tarea que permita llegar con más misioneros a aquellos territorios que claman la voz de Dios en sus entornos y la guía espiritual que la Iglesia Católica les puede ofrecer. Afirmó, además que, en su caso, pese a llevar 34 años fuera del departamento, nunca se desligó de él.
Monseñor Wiston enfatizó en la importancia de trabajar por la paz y la reconciliación de manera articulada con diferentes actores en el territorio, con énfasis especial en las comunidades más vulnerables:
“Al regresar a mi departamento, ahora en calidad de obispo y pastor, en una grey como esta que se debe continuar con una labor pastoral que han venido desarrollando todos mis predecesores, con una voz clara en defensa siempre de los derechos humanos individuales y colectivos, trabajar con las distintas organizaciones sociales y las ONG que están apostando por la paz y la reconciliación en todo el pacífico colombiano; por el respeto y la dignidad de las comunidades vulneradas y de aquellas personas que están cruzando por el Tapón del Darién en la búsqueda de mejores condiciones de vida para sus familias”.
La Iglesia colombiana da un paso adelante
El obispo electo de Quibdó manifestó también que su nombramiento representa un importante paso hacia la inclusión en la Iglesia. Agregó que esto no solo es necesario a nivel eclesial, sino también desde las demás estructuras e instituciones del país, para que realmente en Colombia se pueda avanzar hacia la igualdad y el desarrollo:
“Con este paso que ha dado la Iglesia, está dando un importante paso a la inclusión en la historia de evangelización de los pueblos en el continente americano; todos sabemos que hay que seguir avanzando en esa dirección, no solo la Iglesia sino todas las instituciones en Colombia, si, efectivamente, queremos un país más incluyente, más igualitario más desarrollado y próspero y menos insensible desde las instancias del poder ante el abismal y escandaloso atraso en el que se encuentran grandes regiones del país”.
La ceremonia de posesión de monseñor Wiston Moreno en la Diócesis de Quibdó será el próximo 5 de octubre.



Proteger y defender la familia
Jue 27 Mar 2025


Lun 31 Mar 2025
Obispos alertan sobre crisis en el sistema de salud en Colombia, piden acciones urgentes conjuntas y llaman al diálogo
A través de un comunicado, los obispos colombianos manifiestan su preocupación ante los signos de crisis que presenta el sistema de salud del país. Como pastores, hacen un llamado a las autoridades, las instituciones y a la sociedad en general para trabajar de manera conjunta en la búsqueda de soluciones que garanticen el derecho fundamental a la salud para todos los colombianos.En el mensaje, los prelados señalan particularmente situaciones críticas como:- Dificultades en el acceso oportuno a atención médica.- Desabastecimiento de medicamentos esenciales.- Retrasos en diagnósticos y tratamientos, afectando especialmente a pacientes con enfermedades graves.- Crisis financiera en hospitales, clínicas y EPS, generando incertidumbre en trabajadores y proveedores."Estas problemáticas impactan directamente la calidad de vida de la población y no pueden ser menospreciadas", afirmaron.Un llamado a la corresponsabilidadLos obispos recuerdan que la salud es un derecho fundamental y un bien esencial del orden social, por lo que piden al Estado fortalecer políticas públicas que garanticen su cobertura. Además, instan a todos los actores del sistema a evitar la corrupción, la burocracia excesiva y la politización de un servicio que debe estar al servicio del bien común."Todos debemos contribuir con transparencia y solidaridad, buscando soluciones que prioricen la vida y la dignidad de las personas, especialmente de los más vulnerables", señalaron.La Iglesia, dispuesta al diálogo y la construcción de solucionesSiguiendo el llamado del papa Francisco, quien invita a transformar "los signos de los tiempos en signos de esperanza", los obispos ofrecieron su apoyo para facilitar espacios de diálogo y discernimiento entre el Gobierno, las instituciones de salud y la sociedad civil."Creemos en el poder del diálogo sincero y la acción coordinada para superar esta crisis", expresaron, citando la encíclica Fratelli Tutti, donde el Pontífice promueve la fraternidad y la búsqueda del bien común.Un mensaje de esperanza y acciónLos obispos finalizan su mensaje con un llamado a la unidad y la colaboración, destacando que solo mediante el trabajo conjunto se podrán encontrar salidas efectivas a la actual situación."Anhelamos un país donde la salud sea garantizada con equidad y justicia, donde prevalezca el cuidado de la vida y la solidaridad".A continuación el mensaje leído por el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Germán Medina Acosta:

Vie 28 Mar 2025
Teología y doctrina al servicio de la realidad: Análisis de la verdad desde los históricamente excluidos
La Comisión y el Departamento de Doctrina de la Conferencia Episcopal dan a conocer un nuevo subsidio o documento de reflexión, en cuyos contenidos se abordan desafíos pastorales y sociales presentes en el país y en el mundo, a la luz del pensamiento teológico de la Iglesia Católica.En esta oportunidad, se trata de un artículo escrito por un grupo de profesores del programa de Teología de la Universidad San Buenaventura de la sede Bogotá. El texto, titulado “¿Verdad/mentira? Una interpretación teológica en clave de experiencia de la comunión radical de la realidad y del reconocimiento de los agentes”, propone una reflexión audaz que desmonta las dicotomías simplistas entre lo verdadero y lo falso, invitando a una lectura profunda de la realidad desde una "comunión radical" —una mirada ética y espiritual que reconoce los conflictos sociales pero también las voces silenciadas que los interpelan.La estructura del texto sigue la metodología pastoral “ver, juzgar y actuar”. Invita a cuestionar las "verdades prefabricadas" del poder y apuesta por un discernimiento colectivo, donde los agentes olvidados o “crucificados” de la historia (los excluidos, los pobres, las víctimas) son también portadores de luz.Claves del abordaje:· Verdad como praxis: No es un concepto abstracto, sino una construcción desde los márgenes, donde el grito del pobre es criterio de veracidad.· Comunión radical: Una apuesta por reconocer al otro no como problema, sino como sujeto de revelación, rompiendo con lógicas individualistas.· Agentes transformadores: El artículo destaca experiencias de comunidades que han hecho de la mentira oficial un terreno de lucha, mostrando que la verdad se encarna en la resistencia.Este marco —lejos de ser teórico— puede convertirse en herramienta para desafiar las ficciones del poder y tejer redes de esperanza. Como se señala en el texto: "No hay verdad sin justicia, ni justicia sin memoria".En un contexto como el colombiano —marcado por décadas de conflicto armado, desigualdad estructural y narrativas polarizadas— este artículo surge como una importante herramienta doctrinal y pastoral para considerar un marco teológico crítico que, lejos de evadir las tensiones sociales, las ilumine desde una ética de la comunión radical, donde la verdad no es monopolio de los poderosos, sino una construcción colectiva que involucra a todos.En contexto:A través de estos documentos de análisis que serán publicados mensualmente, los obispos que conforman la Comisión Episcopal de Doctrina y su Departamento en el Secretariado Permanente, con el apoyo de diversos teólogos, docentes y asesores, buscan aportar a la construcción de una visión crítica y esperanzadora entre la comunidad eclesial, para facilitar su discernimiento frente a los signos de los tiempos, así como responder con eficacia y caridad a los desafíos de la Iglesia y del país.

Jue 27 Mar 2025
"La tarea de la Iglesia es anunciar esa esperanza que es Jesús": Director de Misiones de la CEC y de OMP Colombia
Este miércoles 26 de abril se estrenó el tercer episodio del videopodcast de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). En esta oportunidad, el tema protagonista de ‘Diálogos en el Atrio’ fue la misión. En el espacio, el padre Samir de Jesús García Valencia, director de Animación Misionera de la CEC y director nacional de Obras Misionales Pontificias, explica cómo la misión de la Iglesia se convierte en signo de esperanza para la humanidad."La esperanza viene de adentro, viene del encuentro con el Señor, que es el motivo de la esperanza. Y esa esperanza que me viene de adentro, yo la comunico, yo la vivo, yo la experimento y la relaciono con todo lo que está a mi alrededor", expresa el presbítero.Durante el diálogo, el padre Samir recuerda la urgencia de salir de la autoreferencialidad para poder llevar a cabo esa misión. Además, realiza un recorrido por el sentido de la misión desde el magisterio pontificio, comparte las que para él deberían ser las características centrales de un verdadero misionero, recuerda cuál es la verdadera misión del bautizado y a quién le pertenece esa misión. Asimismo hace énfasis en la necesidad de fortalecer la comunión eclesial en Colombia y valorar la herencia misionera que se tiene. "La esperanza no es quedarme estático esperando, no es una esperanza pasiva. La esperanza es un movimiento siempre hacia afuera: Comunicar, dar testimonio, ser testigo. Los pies son característica del misionero. El Papa Francisco nos insiste en eso "Salgan, prefiero una Iglesia accidentada, herida por salir a la calle, que una Iglesia enferma por estar encerrada"".Para conocer los detalles, vea el episodio a continuación:

Mié 26 Mar 2025
De las montañas de Nariño a los campos del Huila: Mons. Jaime Alberto Cabrera Arcos inicia su misión episcopal en la Diócesis de Garzón
Con una solemne celebración en la Catedral San Miguel Arcángel, este martes, 25 de marzo, monseñor Jaime Alberto Cabrera Arcos fue ordenado obispo y tomó posesión como décimo pastor de la Diócesis de Garzón.La ceremonia fue presidida por el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, y acompañada por quince obispos de diversas regiones del país, así como por sacerdotes, religiosos y fieles laicos de las diócesis de Garzón y Pasto. En su homilía, el representante del papa Francisco trazó un paralelo entre la solemnidad de la Anunciación – fiesta litúrgica celebrada en este día por la Iglesia Universal– y la misión del nuevo obispo: "Al centro de esta solemnidad están dos Sí: el de Dios a la humanidad, expresado por Cristo que dice 'Heme aquí', y el de María, 'Hágase en mí según tu palabra'. Monseñor Jaime será custodio de estos dos Sí: del Sí eterno de Dios a su pueblo y del Sí de la Iglesia que responde con fidelidad", afirmó. El Nuncio subrayó que el ministerio episcopal no es obra humana, sino "obra del Espíritu Santo", el mismo que consagró a Jesús en el Jordán y descendió sobre los apóstoles en Pentecostés. Recordó que el obispo está llamado a ser "signo vivo de la Encarnación":Un llamado a encarnarse en la realidad huilenseCon emotividad, monseñor Rudelli comparó el "Heme aquí” de Cristo con el Sí que el nuevo obispo pronuncia ante su diócesis: "A ti también hoy se te dona un cuerpo: el de esta Iglesia de Garzón. Un cuerpo de carne con rostros, historias, fragilidades y esperanzas. Un cuerpo que deberás amar como el Buen Pastor ama a sus ovejas". Este llamado a la proximidad resonó en el mensaje posterior de monseñor Jaime Alberto, quien prometió caminar junto a su grey: "No vine con equipajes pesados, pero sí lleno de amor. Quiero ser el primero en vivir la comunión, en salir como misionero y en dar testimonio, incluso con mi acento pastuso –que espero se mezcle pronto con el bambuco huilense”. Un llamado a la comunión, la misión y el testimonioEn su primer mensaje como obispo,monseñor Jaime Albertoagradeció el apoyo recibido y enfatizó los tres pilares que marcarán su ministerio:comunión, misión y testimonio. Inspirado en el libro de los Hechos de los Apóstoles (2, 42-47), señaló que su lema episcopal busca revivir el espíritu de las primeras comunidades cristianas:"Todo giraba en torno al misterio de Cristo, a la fuerza del Espíritu Santo que emanaba como una gran realidad: la comunión. Sin comunión no podemos hacer visible el Reino de Dios", afirmó el nuevo obispo.Frente a la misión, durante su ceremonia de ordenación y posesión también quiso destacar aSan Ezequiel Morenoy al mártirpadre Pedro Ramírez, de quienes reposan sus reliquias en esa diócesis, como modelos de evangelización y entrega.Entre sus prioridades, destacó:- Fortalecer la comuniónentre las 64 parroquias de la diócesis.- Impulsar equipos misionerospara llevar el Evangelio "a todas partes".- Promover el testimonio de fe, especialmente en un año marcado por celebraciones jubilares.Un obispo con raíces nariñenses y corazón huilenseNacido enSandoná, Nariño, y formado en la Diócesis de Pasto, monseñor Jaime Alberto expresó su amor por la tierra huilense, a la que llegó dispuesto a servir:"Vengo desde el sur de Colombia a esta bella tierra que no me vio nacer, pero que empecé a amar entrañablemente. Espero que mi acento pastuso vaya modulando al bello ritmo de un bambuco huilense", expresó el prelado.La ceremonia contó con la presencia de sumadre y hermanos, así como de autoridades civiles y eclesiásticas, entre ellas elarzobispo de Tunja y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, en representación de la Comunidad de Presidencia, elobispo de Pasto, monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro y el obispo de El Espinal, monseñor Miguel Fernando González.En contextoLa Diócesis de Garzón fue creada el 20 de mayo de 1900 por el Papa León XIII.Hace parte de la Provincia Eclesiástica de Ibagué, actualmente cuenta con 64 parroquias y abarca 22 municipios.Vea a continuación la transmisión de la ceremonia: