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diócesis de Cúcuta

Lun 28 Sep 2020

Diócesis de Cúcuta anima a vivir la Semana Bíblica 2020

En el marco del 'Año de la Palabra de Dios', que la Iglesia católica proclamó celebrar durante todo este año, la diócesis de Cúcuta, a través de la Comisión para la Animación Bíblica, ha elaborado un material que ayudará a vivir la Semana Bíblica 2020, bajo el lema: “En el año de la Palabra, la misión de Jesús continúa”. Según lo han informado sus organizadores, este material contiene “textos misioneros de la Santa Biblia y dinámicas para encender la llama de la fe; para conocer, celebrar, vivir y orar la Palabra de Dios en cada familia, grupo eclesial, comunidad parroquial, y en todos los espacios que ofrece la virtualidad para compartir la alegría de creer, que renueva profundamente la espiritualidad misionera y comunitaria que debe caracterizar a los cristianos por haber sido llamados y enviados a la misión”. Dentro de las piezas pastorales elaboradas de forma didáctica, se encuentran una cartilla general y dos cartillas más, una para niños de 3 a 6 años y otra, para edades entre 7 a 11 años. También hay algunas ilustraciones que podrán descargase para redes sociales, correspondientes a los temas de los encuentros de cada día de la semana. La diócesis de Cúcuta anima a participar de forma activa en esta jornada bíblica e invita a seguir cada encuentro, que dio inicio este 27 de septiembre y se extenderá hasta el 4 de octubre, siguiéndolos cada día a través de la página de Facebook ABP Cúcuta – Colombia. El Año de la Palabra de Dios Es una iniciativa del Papa Francisco que busca que "la comunidad cristiana se centre en el gran valor que la Palabra de Dios” y se celebra en coincidencia con la recordación de los 50 años de la Federación Bíblica Católica y los 1600 años de la muerte de San Jerónimo, gran traductor de la Biblia. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar material Semana Bíblica[/icon]

Lun 7 Sep 2020

Diócesis de Cúcuta presente en la Semana por la Paz 2020

En el marco de la Semana por la Paz, en su versión número 33, que inició este 6 y se extenderá hasta el 13 de septiembre, la diócesis de Cúcuta presentó el pasado viernes 4 a través de una rueda de prensa virtual, las acciones a realizar en torno a la paz y la reconciliación. En este año 2020 se vivirá de manera extraordinaria, desde la virtualidad, con el firme propósito de continuar, como desde hace 33 años, visibilizando el compromiso de quienes trabajan en la consolidación de la paz. La Diócesis de Cúcuta como cada año, se une a esta iniciativa y propone desde el contexto propio, acciones que promuevan la cultura del encuentro y caminar juntos hacia la paz y reconciliación. Norte de Santander es una región con múltiples adversidades, a la que se le añade la pandemia; son realidades complejas, ante lo cual la Iglesia Católica insiste incansablemente en el valor de la vida humana. En el lanzamiento oficial para este jurisdicción eclesiástica, participaron monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de la Diócesis de Cúcuta; monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director de la Pastoral Social – Cáritas Colombiana; el sacerdote Abimael Bacca Vargas, director de la Corporación de Servicio Pastoral Social de la diócesis de Cúcuta (COSPAS); y Paola Andrea Correa Martínez, Profesional Socio-jurídico Subsidio Local COSPAS – GIZ. La paz no es un tema gastado El Obispo de Cúcuta explicó que promocionar la paz no es algo propio, ya que desde hace medio siglo se celebra la Jornada Mundial de la Paz cada 1 de enero, donde el Papa entrega un mensaje sobre temas precisos para que los gobernantes del mundo y la Iglesia entera, reflexionen y ejecuten acciones. Para Monseñor Víctor Manuel, la paz es un asunto inaplazable, por el cual, la Iglesia en Colombia ha querido articular con contenidos diversos. Explicó que aunque parezca “un tema recurrente o gastado”, es fundamental profundizar, ya que son muchos los hechos, momentos de dolor y sufrimiento que vive el país, lo que hace que sea urgente vivir esta Semana, que se ha preparado este año, tomando el magisterio del Papa Francisco, sus homilías y mensajes dedicados al pueblo colombiano en su visita del año 2017. El Papa estuvo presente en un momento determinado en la historia del país, llegó a impulsar la concretización de la paz, invitando en aquel momento a “dar el paso” en el camino de la paz, a “reconciliarnos”, a los grupos armados al margen de la ley, los animó a vivir con profunda generosidad ese llamado a la paz, a apartar los odios que dañan a las personas. De esta manera, monseñor recuerda que Colombia firmó unos Acuerdos de Paz, y que ese primer paso se trata de seguir caminando para llegar a una paz completa. Norte de Santander vive una crisis dentro de la crisis En Colombia la violencia se ha visto recrudecida en los últimos meses, cada región padece crueles realidades y Norte de Santander es una de las más afligidas. Frente a este tema monseñor Ochoa Cadavid, lamenta este “momento dramático”, resalta los hechos como el asesinato a líderes sociales; las masacres en Caño Indio (Tibú), Palmarito (corregimiento entre Puerto Santander y El Zulia), Banco de Arena (Puerto Santander), El Totumo (Pamplona), Ábrego, entre algunos corregimientos y municipios. Sumado a lo anterior, las altas cifras de asesinatos en la ciudad de Cúcuta y área metropolitana. En cuanto a los fenómenos dentro del área urbana están la explotación de las personas, prostitución, drogadicción, llegada masiva de desplazados y migrantes. Finalmente, el fenómeno mundial, la pandemia de la COVID-19, un virus que ha cobrado numerosas vidas y desencadenado fuertes consecuencias socio-económicas; monseñor expresa que en Norte de Santander se vive “una crisis dentro de la crisis”. El Jubileo de la Tierra, “la paz se establece con todo lo creado” Durante su intervención, monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, recordó el inicio del Jubileo de la Tierra, una iniciativa del Papa Francisco para celebrar los 50 años del “Día de la Tierra”, y es que precisamente, “la paz se establece con todo lo creado”, es el respeto por el hombre y el respeto por la naturaleza. El Papa en su magisterio, siempre ha exhortado a pensar en la necesidad del cuidado de la casa común. Durante la Semana por la Paz el tema ecológico es fundamental, por ser vida, por ser hogar, por ser el sustento de tantos campesinos y comunidades indígenas. En el tema de la casa común, monseñor Héctor Fabio Henao enfatizó en que la paz pasa por el medio ambiente, como dice el Papa Francisco en ‘Laudato Si’: “El gemido de la hermana Tierra, que se une al gemido de los abandonados”. Si no hay una armonía y un equilibrio en los bosques, ríos y toda la madre tierra, no va a haber paz, por ejemplo, para las comunidades aledañas, y, progresivamente, para el mundo entero. Pactos por la vida y por la paz Monseñor Héctor Fabio replicó la frase del Papa Francisco con respecto a las problemáticas ya existentes: “La pandemia no puede olvidar los conflictos en el mundo”. Y es que sin que deje de ser una gran problemática de salud pública y un tema que requiere alto grado de atención, no puede olvidarse todas aquellas situaciones complejas que se siguen presentando en la sociedad. En medio de la emergencia sanitaria, se siguen presentando acciones armadas, los campesinos en Colombia siguen siendo desplazados y los líderes sociales, violentados. Precisamente antes de la rueda de prensa, monseñor Henao se enteró de una nueva masacre en Nariño (en el municipio de Buesaco), la cual lamentó y manifestó su solidaridad ante estas tragedias. El director de la Pastoral Social Nacional expresó que “la Semana por la Paz es un clamor de los territorios que necesitan soluciones”, por esto se plantean iniciativas concretas que tienen que ver con los pactos por la vida y por la paz, “es una oportunidad para fortalecer las estructuras e instituciones del país en la construcción de paz y reconciliación”. “Demos el paso, el reencuentro es con la Paz” Como ya lo había anunciado el Obispo de Cúcuta, para vivir la Semana por la Paz, este año se han tomado los mensajes del Papa Francisco en su visita a Colombia. Monseñor Héctor Fabio Henao presentó los materiales elaborados por el Secretariado Nacional de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia, donde hay mensajes y talleres que “nos conduce a vivir la paz”. “Esta es una sociedad victimizada que conoce el dolor de pasar por las atrocidades de las violaciones a los Derechos Humanos, pero así mismo, es capaz de levantarse”, por esto se ha tomado el lema “Demos el paso, el reencuentro es con la Paz”, ya que el pueblo colombiano lo puede hacer. Una sociedad humanizada Si bien es cierto, que por la salud de todos en medio del virus presente, lo mejor es el distanciamiento social, Monseñor Henao manifiesta que “la tensión de la pandemia no debe confundirse con una ruptura en construir ciudadanía”, así que invita a regresar a los núcleos más cercanos, que las acciones del reencuentro con la paz y la reconciliación sea desde lo más cálido. “El tema de la paz debe construirse desde los hogares, desde allí hay que volver a humanizar una sociedad con múltiples miedos”, asegura Monseñor que las cifras en violencia familiar son alarmantes, los índices de suicidios de niños y jóvenes son altos, por lo que hay que reparar el tejido de la sociedad, desde casa. Donde están las víctimas, está la diócesis de Cúcuta El director de la Pastoral Social de la Diócesis de Cúcuta, el padre Abimael Bacca Vargas sintetizó durante su intervención en el lanzamiento de la Semana por la Paz 2020, el trabajo que la Iglesia Católica en Cúcuta ha realizado durante años por construir paz, procesos significativos que se realizan a diario desde los proyectos que ejecuta la Pastoral por la dignificación de las personas, por brindar un bienestar integral a la población más vulnerable, a las víctimas, a los migrantes, entre otros. “Donde están las víctimas, allí donde están las comunidades más vulnerables, está presente la Iglesia de Cúcuta, que coloca a la persona en el centro de la acción pastoral”, expresa el padre, quien explica que el trabajo comunitario y el impulso de iniciativas dentro de las comunidades, se ha realizado “más allá de una visión filantrópica, es inspirarse en el Evangelio”. Las mismas víctimas se han convertido en “hogares solidarios”, esto quiere decir que gracias a los procesos de los que han hecho parte con la Pastoral, han asumido un liderazgo espiritual. En cuanto al medio ambiente y los campesinos, sus espacios han sido resignificados, convertidos en “jardines de reconciliación”. Estos y más, son pasos guiados hacia la paz, iniciativas que han nacido fruto de reflexiones y temáticas propuestas en anteriores “Semanas por la Paz”, por lo que “esta Semana debe darnos inspiración a través de la Doctrina, para asumir retos mayores”, concluye el presbítero. “Damos el paso al reencuentro con la Paz, para impulsar un Territorio con respeto a la Vida”] Paola Andrea Correa Martínez, miembro del equipo de la Corporación de Servicio Pastoral Social de Cúcuta (COSPAS), dio a conocer todo el material propuesto por esta jurisdicción eclesiástica, ya que teniendo en cuenta el contexto propio de la región, se deben visibilizar los territorios concretos que impulsen la construcción de paz. Para generar este contenido, se tuvieron en cuenta los mensajes del Papa Francisco dirigidos a los colombianos, las conclusiones de la CX Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano y el material nacional de la Semana por la Paz 2020, partiendo de las necesidades urgentes y a nivel general, COSPAS proyectó los objetivos concretos para orientar pedagógicamente el desarrollo de la Semana por la Paz, que va a contar con despliegue tecnológico, lo cual incluirá alta participación ciudadana. La diócesis de Cúcuta ha enfocado esta Semana en los siguientes territorios: * Territorio con legalidad: Demos el paso hacia la honestidad, el reencuentro es con la paz. * Territorio de acogida: Demos el paso hacia la dignificación de las personas, el reencuentro es con la paz. * Territorio de vida: Demos el paso hacia la dignificación de las personas, el reencuentro es con la paz. * Territorio ecológico: Demos el paso hacia el cuidado de la casa común, el reencuentro es con la paz. * Territorio de reconciliación: Demos el paso hacia la dignificación de las personas, el reencuentro es con la paz. En www.diocesisdecucuta.com encontrará todos los insumos y materiales (cartillas, videos, spots radiales, piezas gráficas, etc.) de la Semana por la Paz 2020 o [icon class='fa fa-download fa-2x'] ingrese aquí [/icon]. Historia de la Semana por la Paz Desde el año 1987 se consolidó la Semana por la Paz en Colombia, luego de evidenciarse múltiples acciones en el proyecto Programa por la Paz de la Compañía de Jesús y otras tantas movilizaciones de la sociedad civil para superar las consecuencias del conflicto armado, se hizo necesario establecer una propuesta concreta con alto impacto ciudadano que integrara instituciones, organizaciones, movimientos, universidades, ONGS y redes que identifiquen una amplia pluralidad religiosa, social, étnica, cultural, económica y política. Se decidió que se promovería cada primera semana de septiembre, con el fin que coincidiera con el día 9 de septiembre, Día de los Derechos Humanos en el país y de San Pedro Claver (sacerdote español, que en Colombia fue defensor de la población afrodescendiente y esclavos). Fuente: Centro de Comunicaciones de la diócesis de Cúcuta

Jue 9 Jul 2020

Ayudas de la Diócesis de Cúcuta a través de sus instituciones en tiempos de pandemia

La Diócesis de Cúcuta frente a la pandemia de la COVID-19, ha permanecido cerca a los fieles dando aliento tanto espiritual como material. Siempre viviendo la caridad de Cristo, se están mitigando las necesidades básicas de los más pobres. Con alimentación y elementos de aseo, la Iglesia católica cuida de la población más vulnerable de la ciudad, área metropolitana y zona rural. Cada ayuda llega a la población previamente identificada y caracterizada por los laicos, sacerdotes, religiosos y voluntarios de cada una de las comunidades parroquiales. Asimismo, desde los proyectos que ejecuta la Corporación de Servicio Pastoral Social (COSPAS) de la diócesis de Cúcuta y que abarcan desde madres cabeza de hogar, hasta migrantes, que habitan en las periferias de la ciudad y que requerían de censo, también sirvieron de caracterización para la entrega de ayudas. Han sido varios meses, donde la diócesis con sus limitados recursos no ha abandonado a sus hermanos, ha contribuido a sostener la fe de los creyentes valiéndose de su estructura de comunicaciones, ofreciendo diariamente la Santa Misa, el rezo del Santo Rosario, variedad de contenido en formación cristiana, tanto en la Emisora Vox Dei, como en el periódico La Verdad, que se difundía en formato digital. Acompañando esta difícil situación, la Iglesia particular de Cúcuta ha brindado desde el inicio del Aislamiento a la fecha, más de 90.689 mercados completos y 13.185 paquetes con elementos de aseo, y 92 toneladas de alimento a instituciones de caridad. Una obra que ha sido posible gracias a tantos benefactores que han recibido en su interior el mensaje de vivir la caridad de Cristo. Fuente: Of. de comunicaciones diócesis de Cúcuta

Jue 11 Jun 2020

En tres años, Casa de Paso en Cúcuta entregó más de 3 millones de raciones

La Diócesis de Cúcuta celebra por estos días los tres años de apertura de la Casa de Paso ‘Divina Providencia’, que ha entregado más 3.530.520 raciones de alimentos. Este un lugar inició como una olla de caridad, por iniciativa del obispo de esta Iglesia Particular, monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, y se convirtió en la vivencia profunda del Evangelio y los valores que inspira la Palabra. En este sitio se demostró que “la caridad de Cristo nos urge” (2 Cor 5, 14), siendo una obra que se edificó con el anhelo de ayudar a los hermanos migrantes venezolanos y colombianos retornados, gravemente afectados por una crisis social, económica y política, proveniente del vecino país de Venezuela. En la Casa de Paso ‘Divina Providencia’ durante casi tres años, miles de personas necesitadas a diario recibieron permanente acompañamiento espiritual; una alimentación balanceada; atención médica, así como la entrega de medicina; atención psicosocial y jurídica gratuita, con el apoyo de profesionales voluntarios. Para cumplir con estos servicios, la Iglesia Católica de Cúcuta estuvo permanentemente apoyada por el Papa Francisco, los cucuteños, empresas, organizaciones internacionales como: Programa Mundial de Alimentos (PMA); Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR); Cáritas Internationalis; Adveniat; Cáritas Colombia; Cáritas Española; la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos; Conferencia Episcopal Española; y la cadena radial española COPE. Gracias a la generosidad de estas personas de buena voluntad y organizaciones, en el primer año de funcionamiento se entregaron 421.400 almuerzos, atendiendo diariamente a 1.500 migrantes. Para el segundo aniversario, se llegó a la cifra de 1.500.000 raciones entre almuerzos, desayunos y “repeles”, para entonces, ya llegaban 5.000 personas cada día, donde se les daba prioridad a los niños, mujeres embarazadas y adultos mayores. A sus casi tres años de servicio, el 13 de marzo de 2020, la Casa de Paso sumaba 3.530.520 raciones de alimentos, en esta fecha tuvo que cerrar sus puertas, cumpliendo con las normas dadas por el gobierno nacional, debido a la pandemia del coronavirus (COVID-19). El padre José David Caña Pérez, coordinador de la ‘Divina Providencia’, manifiesta que desde el cierre, “en la medida de lo posible se ayuda en las parroquias, con caridad, con mercados que llegan a través del Banco Diocesano de Alimentos”. En Cúcuta, la Iglesia ha sembrado caridad, esperanza y fraternidad, el padre David explica que estas virtudes y valores se continúan evidenciando con acompañamiento espiritual y material en las diferentes comunidades parroquiales, ya que en medio de la dificultad “en que estamos todos”, no se ha desamparado al más necesitado. En este día especial, recordando el 5 de junio de 2017, Monseñor Víctor Manuel Ochoa, saluda con gratitud a los colaboradores, voluntarios, “personas que con gran corazón nos han ayudado”, expresa el señor Obispo y asegura que aunque no se está trabajando directamente en la Casa de Paso, “la caridad sigue viva y esperamos poder nuevamente buscar las formas de ayudar a los hermanos migrantes de Venezuela”. Como un signo de esperanza, el padre David Caña, gracias a la contribución de benefactores, se prepararon 300 almuerzos, que con el apoyo de voluntarios, fueron llevados a distintos sectores, donde se presenta mayor cantidad de personas en condición de calle o con limitados recursos para cocinar en sus viviendas. De esta manera, se celebró el tercer aniversario de la Casa de Paso ‘Divina Providencia’ en la mañana de este viernes 5 junio, brindando un almuerzo completo a hermanos necesitados. La entrega se realizó en los siguientes lugares: Vía Pamplona (60 almuerzos); Anillo vial, vía La Parada (60); semáforos del centro de Cúcuta (60); parque Lineal (60); redoma de la cárcel Modelo (60). La Diócesis de Cúcuta, continúa siendo testigo de la caridad de Cristo en la frontera. Fuente y fotos: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta

Lun 20 Abr 2020

La caridad de la Iglesia Católica en tiempos de pandemia

La Iglesia Católica en Cúcuta, durante este tiempo de prueba, ocasionado por la pandemia del virus COVID-19 (SARCS-CO-2), ha querido permanecer en oración y cuidado de los pobres y necesitados con sus estructuras de caridad. Gracias a la Divina Providencia y a muchos benefactores, entre ellos el Santo Padre Francisco, hemos podido permanecer cerca de los fieles, en este confinamiento, para alentar al pueblo de Dios en la fe y la esperanza. Siempre hemos querido estar cerca de los más pobres y necesitados para asistirlos en la caridad de Cristo. La Diócesis de Cúcuta, con la ayuda de benefactores y de sus propios recursos, ha entregado más de 20.800 mercados completos (14.000 del BDA, 6.500 COSPAS, 300 Fundación Asilo Andresen) y 5.000 provisiones con elementos de aseo. Así mismo, con la tarea del Banco Diocesano de Alimentos y con la ayuda de la Orden de Malta, se ha logrado entregar 30 toneladas de arroz vitaminizado en zonas muy pobres de la ciudad; y con la ayuda de empresas de Norte de Santander, otras 30 toneladas de arroz y alimentos perecederos como papa, verduras y pollo. Los alimentos entregados superan las 250 toneladas. Esto ha comportado un ingente trabajo de laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas. Estos alimentos han sido entregados en las parroquias de Cúcuta y su Área Metropolitana y en la zona rural de la misma. Se ha buscado atender también a los colombianos retornados, como a los emigrantes de Venezuela presentes en la zona. Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de Cúcuta, expresa su gratitud con quienes han hecho posible mitigar las necesidades de cientos de familias: “Gracias a quienes desde la Corporación de Pastoral Social, el Banco Diocesano de Alimentos, la Fundación Asilo Andresen, las capellanías de los hospitales y clínicas, y desde las distintas parroquias e iniciativas, viven la caridad con los necesitados. Dios les pague a todas las instituciones, comerciantes, personas que nos han donado elementos y bienes para atender esta emergencia”. Es importante dar a conocer que la entrega de alimentos cuenta con las medidas preventivas establecidas por el Instituto Nacional de Salud. Por tal motivo, en todas las estructuras de caridad de la Diócesis de Cúcuta se han tomado las medidas de seguridad sanitaria para el personal y voluntarios. Se ha recibido una valiosa ayuda de la Policía Nacional y del Ejército de Colombia y de otras instituciones. En esta línea de acciones de caridad, La Fundación Pía Autónoma Asilo Andresen, institución bajo la responsabilidad del obispo de la Diócesis, que debió suspender la asistencia de los niños a sus instalaciones desde el 16 de marzo, continúa contribuyendo con su alimentación, otorgando cada 15 días a las familias de 300 menores, mercados y confecciones con elementos de aseo, para que permanezcan seguros en el aislamiento preventivo y de igual forma, nos les falte la comida. Por su parte, la Corporación de Servicio Pastoral Social (COSPAS), como institución con una larga historia de caridad, ha continuado liderando los programas Multipropósito y de Integración Local, dentro de ellos se activaron planes de contingencia en alianza con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), ACNUR y GIZ de Alemania, para beneficiar a población necesitada en Cúcuta, El Zulia, Sardinata y Bucarasica. Entre marzo y abril se han otorgado 6.500 provisiones de alimentos, beneficiando aproximadamente a 15.000 personas. Las entregas se realizaron después de una identificación de la población más necesitada, con el apoyo de los presbíteros y de los agentes pastorales de las distintas parroquias de la Diócesis. Además de los beneficios alimenticios, también se han entregado elementos de aseo y de bioseguridad en los sectores de mayor necesidad. Durante este tiempo ha continuado con su tarea el Centro de Migraciones de la Diócesis de Cúcuta bajo el cuidado de los padres Scalabrinianos, atendiendo unas 140 personas entre niños y enfermos. Con ingenio y creatividad los sacerdotes de la Diócesis de Cúcuta, la Emisora VOX DEI (1.120 AM), el Periódico LA VERDAD y la presencia en las distintas redes sociales, gracias a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación se ha mantenido el contacto con los fieles de un modo virtual y constante, celebrando con ellos la Semana Santa; ofreciendo diariamente la Santa Misa, el rezo del Santo Rosario fortaleciendo la oración y entregando profundas reflexiones espirituales. La Iglesia de Cúcuta fiel al mandamiento del amor, busca acompañar esta difícil situación, sembrando esperanza y tratando de no abandonar a sus hermanos y fortaleciendo en la fe, anunciando siempre que “Cristo es nuestra esperanza” (Col 1, 27).

Mié 26 Feb 2020

Cúcuta ya cuenta oficialmente con la primera Basílica Menor

Como Sacrosanta Basílica, saludó Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, a esta nueva casa real, que llena de dones y privilegios a Norte de Santander. Este 22 de febrero de 2020 con una Eucaristía, presidida por Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, fue oficialmente elevada la parroquia San Luis Gonzaga a Basílica Menor, dignidad que fue otorgada el pasado 30 de octubre de 2019 por Su Santidad, el Papa Francisco. A la ceremonia de concesión del título de Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, asistieron el Secretario de la Nunciatura Apostólica en Colombia, el padre italiano Giovanni Bicchierri; Monseñor Héctor Epalza Quintero, Obispo Emérito de Buenaventura; Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Obispo de la Diócesis de Tibú; el presbiterio diocesano; seminaristas; autoridades civiles; miembros de la Policía Nacional y fieles laicos. La gran romería que se congrega en la parroquia San Luis Gonzaga, fue uno de los méritos por los que el Papa Francisco concedió el título de Basílica Menor, lo cual se apreció en esta ceremonia, donde el Templo recibió gran aglomeración de feligreses tanto adentro, como afuera, por lo que fue necesaria la instalación de dos pantallas gigantes, para que los fieles y personas de buena voluntad no perdieran detalle de este momento santo e histórico. En su homilía, el Obispo de esta Iglesia Particular expresó su agradecimiento al Papa Francisco: “Al Santo Padre va nuestro recuerdo agradecido, nuestra devoción filial, la intención de escucharlo y amarlo, como "Centro de la Unidad de la Iglesia", orando por su ministerio como sucesor de Pedro en su Cátedra de Roma”. Recordando que por ser Basílica, las intenciones de la Eucaristía serán a diario también por el Papa. Monseñor manifiesta que este título del que ahora goza no sólo una comunidad, sino una región entera, es la “infinita bondad de Dios”, quien “nos revela su amor con la prueba más grande: la Encarnación del Verbo”. Gracias a la Santísima Virgen María, en este pueblo de Dios que peregrina en la zona de frontera, “miramos con amor y devoción hoy más que nunca el rostro de Cristo, el Hijo bendito en los brazos de una Madre que también nos mira y acoge a nosotros”. Desde esta Basílica, Monseñor Víctor afirma que “seguiremos pidiendo por el don de la paz, para que se viva la reconciliación y la justicia social, para que reine entre nosotros el diálogo”. De igual forma, a los pies de la Reina del cielo, añade el señor Obispo: “imploramos por tus hijos que vienen de Venezuela, pedimos por ellos, por sus necesidades, acógelos dentro de tu manto”. Finalmente, Monseñor en nombre de la Diócesis de Cúcuta, se compromete con ‘La Chinita’, como le dicen a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, a agradecerle a diario por su protección, a ratificar la fe y devoción, vivir como hermanos, mantener la esperanza, ser fieles al Evangelio y expresar el afecto agradecido por el Papa Francisco que “nos conoce y nos ama, porque sabe que en esta tierra bendita amamos lo que es el amor de su corazón de padre: el pobre, el migrante, el que lleva sobre su corazón el dolor de Cristo aumentado en tantas dolorosas experiencias de humillación de desplazamiento y de marginación”.

Mié 8 Ene 2020

Diócesis de Cúcuta entrega 135 millones en ayudas para familias vulnerables

El programa ‘Follow Up To’ Respuesta Conjunta Colombia, concluyó el 2019 con la entrega de 135 millones de pesos en ayudas materiales para 120 hogares de zonas marginadas de la ciudad de Cúcuta. Este proyecto es una iniciativa que lidera la Diócesis de Cúcuta, a través de la Corporación de Servicio de Pastoral Social (Cospas), en alianza con el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana y la Pastoral Social de Holanda (Cordaid), el cual consistió en estudiar las necesidades de la población perteneciente al Centro de Evangelización Santo Tomás, que comprende los barrios La Fortaleza, El Talento y La Flor, en el Anillo Vial Occidental. Lo que más alertó fue la presencia de niños que viven en situaciones precarias, sobre todo por la falta de salubridad, desde el lugar donde duermen, hasta para su higiene personal. Por esta razón, se censó a la comunidad y se identificaron a las mujeres cabeza de familia, a los migrantes venezolanos, colombianos retornados y víctimas desplazadas por el conflicto armado. Los beneficiarios de ‘Follow Up to’ recibieron acompañamiento psicosocial en lo corrido del año; capacitación en el manejo y saneamiento básico del agua; encuentros pastorales y de evangelización, apoyados por el padre que guía espiritualmente el Centro de Evangelización Santo Tomás, el presbítero Fabián Pacheco, y por las hermanas Misioneras de la Nueva Vida, quienes hicieron una intervención integral. Después de estos procesos, el pasado 30 de diciembre, el padre Abimael Bacca Vargas, director de Cospas y Yazmín Esmeralda Corzo Sánchez, coordinadora del proyecto, hicieron la entrega de camas con sus respectivos colchones y sábanas; kits de aseo (shampoo, jabón, papel higiénico, cepillo dental); útiles de cocina (ollas, jarras, cubiertos, platos); recipientes para almacenar aproximadamente 250 litros de agua, ya que en estas zonas el agua potable llega cada 15 días. Esta obra de caridad cerró el año 2019 beneficiando a 120 familias, que suman cerca de 700 personas. Fuente: Oficina de comunicaciones diócesis de Cúcuta

Lun 18 Nov 2019

La Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá en San Luis de Cúcuta

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - La bondad del Papa Francisco y su constante cuidado por la Iglesia que peregrina en Cúcuta, puerto de la esperanza para tantos hermanos, y casa de comunión y de evangelización, nos ofrece ahora un signo de especial afecto: El Título de Basílica Menor para una Iglesia muy nuestra, la Casa de la Virgen de Chiquinquirá, la Kacika, fue proclamado el 7 de octubre de 2019, con una Carta Apostólica, el Breve Pontificio, firmado por el Cardenal Robert Sarah en nombre del Santo Padre. La palabra “basílica” proviene del latín basílica, que deriva del griego basiliké que significa “casa real”. En los tiempos del Imperio Romano, las basílicas eran edificios desde donde se ejercía la justicia o se administraba la sociedad en nombre del Emperador. Cuando cesaron las persecuciones, cuando la libertad religiosa, primero, y luego las distintas concesiones imperiales abrieron al culto cristiano algunos espléndidos espacios, el título de Basílica le fue dado no solo al lugar sino a la experiencia de reconocer que el Señor resucitado, glorificado y reinante es el verdadero Señor, al que celebran los creyentes reuniéndose en su nombre, escuchando su Palabra, viviendo la comunión. La Kacika, título tan popular, define la presencia y el amor de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá por sus hijos aquí en esta tierra bendita en la que, la protección de nuestra Señora recibe como respuesta el amor fervoroso de sus hijos que la han engalanado con detalles de fe y de piedad y le han edificado una casa que ahora se llama Basílica no sólo porque allí es honrado el único Señor y Rey, sino porque el pueblo santo, pueblo de reyes, puede encontrarse con su Reina, La Señora de Casa, la Madre bondadosa que desde remotos tiempos es faro de luz y de esperanza para su gozosos hijos. Ahora la Basílica debe ser un centro de evangelización en el que se siga proclamando la fe, en la que el Magisterio del Papa sea luz para el camino espiritual, en la que los distintos servicios apostólicos nos recuerden que somos una Iglesia dinámica, una familia que, aún en medio de las no pocas contingencias de la historia, sigue caminando en la fe y en la esperanza, sigue proclamando el Reino de Jesucristo, la gloria de la Trinidad, la amorosa intercesión de la Madre del Salvador. Las Basílicas Menores se distinguen con unos signos: Un escudo de que pende una campanita, recordándonos que el Sello del Papa, las llaves que Jesús le confió a San Pedro, siguen abriendo no sólo las puertas del Reino, sino también las puertas del corazón solidario y fraterno en el que todos encuentren paz y alegría. También se pone en las Basílicas una ‘Umbrela’, una especie de gran quitasol, que en sus colores oro y rojo indica la unión de gloria y caridad con las que la Iglesia cubre amorosamente la vida de sus hijos y la protege y cobija con la amorosa bendición de Dios. En las Basílicas ha de celebrase siempre el culto con especial dignidad, es decir, se ha de vivir la liturgia como expresión de la fe y revelación armoniosa de la vida eclesial que congrega, evangeliza, glorifica y sirve con amor fecundo y con gozosa alegría todo el amor de Dios. En Norte de Santander es la primera Iglesia que recibe este título, pero el título no sólo dice que la Iglesia de san Luis es la Casa del Rey, sino que todo el Pueblo de Reyes que allí se congrega, es una familia de hermanos que tiene en La Reina Chiquinquireña de Cúcuta, la dulce madre que lidera y acompaña el camino de todos. + Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de la Diócesis de Cúcuta