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iglesia colombiana

Mar 12 Sep 2023

115 años del episcopado colombiano: la celebración y los momentos para recordar

El próximo jueves, 14 de septiembre, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) cumplirá 115 años de haber sido creada bajo el propósito de animar la unidad, participación y fraternidad de los obispos católicos, promover la evangelización, e incidir en la construcción social del país y el desarrollo humano integral.Desde esta misión y preocupados por el difícil contexto que vive actualmente Colombia, a través de una rueda de prensa, durante este día los prelados presentarán al pueblo colombiano “Luces en el camino hacia la paz”. Se trata de un documento que propone 17 orientaciones concretas para la búsqueda y construcción de la paz, desde el horizonte de la misericordia, tema que protagonizó la CXV asamblea plenaria del episcopado desarrollada en el mes de julio del presente año.Posteriormente, a las 6:00 p.m., en la sede de la CEC en Bogotá, los obispos celebrarán una Eucaristía especial por este aniversario que será presidida por monseñor Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín y concelebrada por los obispos de Palmira y Granada, monseñor Edgar de Jesús García Gil y monseñor José Figueroa Gómez, respectivamente. Esta Santa Misa será transmitida a través del canal Teleamiga y de las redes sociales de la Conferencia Episcopal (episcopadocol).Una mirada a los 115 años de historiaEn el marco de esta celebración el padre Raúl Ortiz Toro, director del Departamento de Doctrina y Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano, comparte algunos de los momentos, personajes y aportes más destacados de los 115 años de historia de este órgano colegiado:El 14 de septiembre de 1908, en Bogotá, nació la Conferencia Episcopal de Colombia con el beneplácito del papa san Pío Décimo, quien envió a través de su Delegado Apostólico, Monseñor Francesco Ragonesi, su especial bendición y lineamientos. Las reuniones de la primera Asamblea Plenaria se prolongaron hasta el 15 de octubre de ese mismo año, es decir, durante un mes. En ese momento existían en Colombia 18 jurisdicciones eclesiásticas que eran cuatro arquidiócesis, nueve diócesis, tres vicariatos apostólicos y dos prefecturas apostólicas; en aquella ocasión hubo presencia de catorce jurisdicciones representadas por quince personas: trece obispos y dos presbíteros vicarios capitulares.Las conclusiones de esta Primera Asamblea Plenaria se difundieron a través de dos pastorales colectivas. La primera, ponía en guardia a los fieles católicos ante las doctrinas masónicas que se publicaban en la prensa nacional con doctrinas anticlericales y de oposición a la labor de las comunidades religiosas en el campo educativo; también se honró la memoria de cincuenta religiosas Hermanas de la Caridad fallecidas durante la Guerra Civil de los Mil Días por auxiliar a las víctimas de la violencia y se reconoció la labor de multitudes de sacerdotes, muchos de ellos extranjeros, que ejercían su misión de evangelización y caridad en lugares apartados del país.En la segunda carta pastoral de aquella primera Asamblea, los obispos recordaron que la Constitución Política de Colombia reconocía a la religión católica como la base del orden social y exhortaron al pueblo a no ceder “a las contiendas armadas y a las luchas fratricidas que no han sido ni serán jamás remedio para los males de nación alguna”. En consecuencia, insistieron en trabajar por la concordia en el país y presentaron algunos medios para lograrlo: escuchar las justas reclamaciones de los ciudadanos, propiciar en el campo político o administrativo algunas concesiones equitativas para dar participación a todos los partidos y vincular en la administración pública a personas competentes “de honradez probada y de aptitudes no comunes”. Pero, sobre todo, hicieron énfasis en que dichas propuestas solo serían efectivas en la medida en que se restauraran todas las cosas en Cristo a través de la extensión de su ley divina en todos los ámbitos de la vida social y política; solo así, “la paz de Dios que sobrepuja a todo entendimiento será la guardia de los corazones y de los entendimientos de todos”.Así pues, desde hace 115 años, los obispos católicos de Colombia se reúnen colegialmente para crecer en la fraternidad y la comunión episcopal, pero, también, para trazar líneas de acción que benefician la evangelización como un proyecto conjunto. Una de estas líneas siempre ha sido la reconciliación y la paz, y se ha visto reflejada en las actividades pastorales de cada jurisdicción en la historia del país; esto indica que la Conferencia Episcopal, desde sus inicios, ha sabido leer los signos de los tiempos y discernir lo que más conviene para el bien de la nación a través del ejercicio de los deberes cristianos y civiles del pueblo de Dios. civiles.En la actualidad, la Conferencia Episcopal ha crecido en número y en acciones evangelizadoras, pues en ella participan los obispos de 78 jurisdicciones eclesiásticas distribuidas así: 14 arquidiócesis, 52 diócesis, 10 vicariatos apostólicos, 1 obispado castrense y 1 exarcado para los católicos maronitas.Hacemos memoria de los fundadores de la Conferencia Episcopal de Colombia:-Mons. Bernardo Herrera Restrepo, arzobispo de Bogotá-Mons. Pedro Adán Brioschi, arzobispo de Cartagena-Mons. Manuel Antonio Arboleda, arzobispo de Popayán-Mons. Manuel José Caicedo, arzobispo de Medellín-Mons. Moisés Higuera, obispo auxiliar de Medellín-Mons. Evaristo Blanco, obispo de Socorro-Mons. Eduardo Maldonado Calvo, obispo de Tunja-Mons. Gregorio Nacianceno Hoyos, obispo de Manizales-Mons. Ismael Perdomo Borrero, obispo de Ibagué-Mons. Esteban Rojas Tovar, obispo de Garzón-Mons. Francisco Simón y Rodenas, OFM cap., obispo de Santa Marta-Mons. Adolfo Perea Yuste, obispo de Pasto-Mons. Atanasio Vicente Soler, vicario apostólico de la Goajira-Pbro. Antonio María Colmenares, vicario capitular de la diócesis de Nueva Pamplona-Pbro. Francisco Cristóbal Toro, vicario capitular de la diócesis de Santa Fe de Antioquia.Entre las ausencias se cuentan:-Vicariato Apostólico de Casanare: por muerte del obispo Gregorio Nicolás Casas y Conde, OAR.-Vicariato Apostólico de Los Llanos de San Martín: por la reciente creación de la jurisdicción y consagración de su primer vicario apostólico, el obispo Joseph Marie Désiré Guiot, SMM.Por ley canónica las prefecturas apostólicas dependen directamente de la Santa Sede; los prefectos de aquellas jurisdicciones eran sacerdotes misioneros y, aunque no pertenecían específicamente a la Conferencia de obispos, sin embargo, vale la pena consignar sus datos pues estos territorios dieron paso posteriormente a varias diócesis y vicariatos hoy existentes:-Prefectura Apostólica de Caquetá: donde era prefecto el fraile capuchino Josep Pujol i Coll, OFM, cap.-Prefectura Apostólica de Chocó: por reciente creación de la prefectura donde fue designado el padre claretiano Juan Gil y García, CMF.En 115 años de historia, la Conferencia Episcopal de Colombia ha acompañado o suscitado varios acontecimientos: la creación de 60 jurisdicciones eclesiásticas, la visita de tres Pontífices, la implementación de varios métodos de evangelización, la creación de distintos organismos para la promoción social, la celebración de acontecimientos eclesiales del orden nacional e internacional, además de ser la representación de la Iglesia Católica Colombiana ante la Santa Sede a través de las relaciones con la Nunciatura Apostólica y con los Dicasterios de la Curia Romana.A continuación, un recorrido por los acontecimientos más relevantes durante los 23 lustros:

Lun 11 Sep 2023

Monseñor Mauricio Rueda Beltz fue ordenado arzobispo durante la fiesta de San Pedro Claver

Este 9 de septiembre, en la Basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, se llevó a cabo la ceremonia de ordenación episcopal de monseñor Mauricio Rueda Beltz, nombrado por el papa Francisco como Nuncio Apostólico en Costa de Marfil el 16 de junio del presente año. La eucaristía fue presidida por el Secretario de Estado en la Santa Sede, el Cardenal Pietro Parolin y concelebrada por el Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá.Durante celebración, el nuevo arzobispo bogotano, reconocido por sus funciones diplomáticas en el Vaticano y el apoyo durante los viajes pontificios, enmarcó el sentido de su ordenación durante la fiesta de san Pedro Claver, conocido en Colombia como padre de los derechos humanos. Esto, ahora que inicia su misión como representante de su Santidad en el país africano.“Cuando había señal de la llegada de nuevos esclavos, él partía hacia las barcas, Pedro Claver, salía hacia el mar con su bote, para salirles al encuentro, llevándoles comida, socorro y fortaleza. En el día en el cual la Iglesia celebra la memoria del esclavo de los esclavos, he recibido la plenitud del Orden Sagrado. Les pido continuar su oración, también para el futuro, para que el Señor, a quien agradezco, sobre todo, en primer lugar, me ayude en el ministerio episcopal a salir al encuentro de los esclavos de hoy, socorriéndolos y confortándolos, -ante todo, por la verdadera comida del anuncio del Evangelio y de la gracia de los sacramentos”, expresó monseñor Rueda.En signo de comunión episcopal, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, así como monseñor Luis Augusto Campos Flórez, obispo de la Diócesis de Socorro y San Gil, acompañaron la ceremonia. También estuvieron presentes varios sacerdotes de la Arquidiócesis de Bogotá.“Gracias a mis superiores, -actuales y pasados-, por los años de servicio a la Santa Sede, y a los arzobispos de Bogotá, en estos últimos 27 años, por su paternidad, testimonio y estima”, dijo el representante Vaticano.El lema episcopal elegido por monseñor Mauricio Rueda Beltz para identificar e inspirar su servicio episcopal fue ‘Te llamé por tu nombre’. Sobre esto, expresó: “la Bienaventurada esclava del Señor y Reina de los apóstoles interceda por mí, para que cada día fortalezca la fe en Jesucristo, y siguiendo el ejemplo de mis queridos padres y hermanos, encuentre consuelo en la voz del Señor, que repite sin cansarse: <No temas, te he llamado por tu nombre>”.

Vie 8 Sep 2023

Allí estoy Yo en medio de ellos

VIGÉSIMO TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO10 de septiembre de 2023Primera lectura: Ezequiel 33,7-9Salmo: 95(94),1-2.6-7ab. 7c-9Segunda lectura: Romanos 13,8-10Evangelio: Mateo 18,15-20I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl evangelio de Mateo está estructurado de manera catequética, así el evangelista presenta a Jesús predicando y actuando. De forma que quien lee el evangelio descubre a un Jesús maestro enseñando metódicamente cómo ejercer con poder y autoridad la vivencia de la Palabra. El pasaje del evangelio que este domingo contemplaremos nos dará las pautas para vivir la experiencia de la reconciliación en comunidad y, así, de manera profunda podamos experimentar la construcción de un itinerario permeado por el amor.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La perícopa que se leerá en la liturgia de este domingo, hace parte del discurso en el que Jesús presenta una serie de recomendaciones y ofrece algunas enseñanzas a su comunidad, sobre la vida fraterna. La opción de la escucha al hermano es el centro del mensaje de este texto, puesto que hay unos pasos para poder llegar a conseguir que aquel que cae en el pecado, pueda tener oportunidad de seguir en la comunidad y vivir plenamente inserto en ella. Hay un paso a paso, en el relato, para llegar a esta escucha asertiva en el evangelio.El texto parte de resaltar la importancia que tiene el hermano que ha llegado a pecar. Para ello, el evangelista propone la corrección fraterna, como una manera de reflejar la misericordia del ser humano por sus hermanos. Pero, en caso de no lograr la corrección en el pecado, la mediación de otros puede contribuir a un cambio y por ende un compromiso de reconciliación personal y con frutos en la comunidad.Sin embargo, los seres humanos tienden al no reconocimiento de sus faltas, errores o pecados. Allí es donde la comunidad acude en la recuperación de ese hermano de una forma fraterna. El texto mismo nos muestra las oportunidades que el pecador tiene, para poder superar aquellas situaciones que lo dejan por fuera de vivir la profundidad del amor, como alternativa, ante las situaciones de pecado que lo alejan de una vida armónica en la comunidad.La perícopa evangélica termina con una máxima propia del camino cristiano: «porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos». Esta sentencia, con la que se concluye el evangelio, es una forma de reconocer esa presencia amorosa de Dios en la vida de la comunidad. La fuerza de fe de la comunidad es una lección que está desde el principio al final de la enseñanza de este evangelio.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?Las comunidades apostólicas, fueron logrando una comprensión de la acción del Señor a su interior de manera paulatina. El tema de la reconciliación fue una de las experiencias más importantes en el aprendizaje de vivir en comunidad. Mateo presenta como la vida comunitaria es un caminar que convierte a quienes hacen parte del grupo, en seres conscientes de su labor de acompañantes en la comunidad.El texto del evangelio es un ejemplo de las acciones que, como comunidad, se pueden emprender. Jesús pone un ejemplo que hace parte de la vida de una comunidad no solo en su tiempo, sino que llega hasta los sentires y acciones de nuestras comunidades. Para conseguir el objetivo de la reconciliación en comunidad hay un paso a paso, un caminar que se centra en la persona, no en el pecado.Es así como, Jesús les propone a sus discípulos un camino de reconciliación en comunidad que se basa en tres pasos: primero acercarse a la persona, no por su pecado, sino por ser persona. Escuchar a la persona es un signo del reconocimiento de aquello que cada ser humano aloja de Dios en su ser, por ello, el perdón como expresión de la reconciliación es un indicativo del reconocimiento de Dios en cada persona. De allí que en este primer paso será importante cambiar la mirada; darle a la comunidad herramientas de aprendizaje que le inviten a quitar el prejuicio, y así darle importancia al valor absoluto de la persona.Un segundo paso en la reconciliación comunitaria enseñada por Jesús está centrado en la mediación; «Si [tu hermano] no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos» (Mt 18,16). La mediación en medio de una situación de pecado es una alusión directa al sacramento de la reconciliación. Para Jesús será importante que el pecador sea orientado en el camino de su conversión, “…el Señor nos invita a nuevas conversiones que permiten que su gracia se manifieste mejor en nuestra existencia” (Gaudate et Exultate, 17).El tercer paso de la reconciliación y el perdón esta mediado por la comunidad, la cual se convierte en la que debe acompañar el camino de la conversión. La comunidad es quien está llamada a recuperar al hermano perdido en el pecado; el texto constantemente repite que aquel que ha pecado tiene una condición de hermano. Sin embargo, hay una persistencia en el pecado por parte del pecador, por ello, es llevado a la comunidad, esta reincidencia del pecador es dolorosa para todos, pero, es allí donde la comunidad tiene la potestad de atar y desatar el pecado, partiendo, eso sí, de la actitud y compromiso de la persona que ve en el perdón un espacio de liberación.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?La comunidad de Jesús en el evangelio de Mateo es consciente del valor que hay en el aprender a vivir con los otros. Los aprendizajes en comunidad tienen la mediación del abrirnos al conocimiento del otro. “Como enseñaron los Obispos de Sudáfrica, la verdadera reconciliación se alcanza de manera proactiva, «formando una nueva sociedad basada en el servicio a los demás, más que en el deseo de dominar; una sociedad basada en compartir con otros lo que uno posee, más que en la lucha egoísta de cada uno por la mayor riqueza posible; una sociedad en la que el valor de estar juntos como seres humanos es definitivamente más importante que cualquier grupo menor, sea este la familia, la nación, la raza o la cultura». Los Obispos de Corea del Sur señalaron que una verdadera paz «sólo puede lograrse cuando luchamos por la justicia a través del diálogo, persiguiendo la reconciliación y el desarrollo mutuo»” (Laudato Si´ 229).Cuando la comunidad esta fortalecida en su fe descubre la fuerza de su plegaria; «Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.» (Mt 18, 20). El texto del evangelio finaliza con un llamado la plegaria en comunidad, la fuerza de la oración en comunidad tendrá el poder de desatar la condición pecadora de aquellos que se dejan opacar por sus pecados y su fragilidad humana._______________________Recomendaciones prácticas:•Día de Oración Compartida entre las Iglesias Hermanas de Aquisgrán y Colombia.•Este día, se recomienda concluir la celebración con la oración por la paz de San Francisco de Asís.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa En esta celebración dominical, el Señor nos regala en su Palabra un mensaje cargado del valor que tiene la reconciliación en comunidad. Dispongamos nuestros corazones a escuchar y compartir en la mesa de la Palabra y la Eucaristía la fraternidad que se teje en el encuentro de cada domingo, donde nos reconocemos como hermanos e hijos de Dios. Bienvenidos a este encuentro comunitario como signo de la acción de Dios en el amor que mostramos por nuestros seres amados. Monición a la Liturgia de la Palabra «La Palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que espada de doble filo, penetra hasta lo más profundo del corazón del hombre». Acojamos en esta celebración el mensaje de reconciliación presente en el itinerario de la Palabra de este domingo. Dejemos que la fuerza de la fe en comunidad sea el eje que oriente nuestra voluntad para cumplir con el deseo del Señor de perdonar y sabernos perdonados. Que la fuerza del Espíritu Santo nos acompañe en la escucha del mensaje de su Palabra en esta celebración.Oración Universal o de los Fieles Presidente: En tu corazón de padre, Dios amoroso y eterno, ponemos nuestras oraciones, como signo de la paz que procede de ti, por eso aclamemos juntos al Señor.R. Escúchanos, Padre de amor.1.Oremos por el Papa para que siga prestando su ministerio en pro de la reconciliación, y sigamos el llamado a la corrección fraterna que nos invita el evangelio, oremos al Señor.2.Oremos por las Iglesias Cristianas, para que, con acción y comprensión mutuas y una fidelidad a Cristo, superen sus divergencias y formen una sola Iglesia según el deseo de Cristo, oremos al Señor.3.Oremos por nuestras naciones para que el Señor nos muestre el camino que nos lleva a reconocernos hermanos y humanos en la misma dignidad, oremos al Señor.4.Oremos por las víctimas de todas las violencias para que, por medio de la justicia social, la rectitud de corazón podamos construir una sociedad reconciliada en el amor, oremos al Señor.5.Oremos por los trabajadores de la causa de la reconciliación, para que sean audaces y creativos en la misión que el Señor les ha encomendado, oremos al Señor.Oración conclusivaEscucha Dios de amor estas intenciones que te dirigimos,para que guiados por tu Palabra, nos reconciliemos en el amor tuyoy seamos cada vez más sensibles a las necesidades humanas.Por Jesucristo, nuestro Señor.R. Amén.

Jue 7 Sep 2023

Un Rosario desde Chiquinquirá y una Eucaristía desde Cartagena para orar por la paz de Colombia

En el marco de la Semana por la Paz #36, con un Santo Rosario “por la paz, la reconciliación y la mesa de diálogos” que se realizará este viernes 8 de septiembre en el Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, y una Eucaristía que será celebrada el sábado 9 de septiembre en el Santuario de San Pedro Claver de la ciudad de Cartagena, la Iglesia Católica colombiana orará por la paz de Colombia.El rezo del Rosario en Chiquinquirá estará a cargo de monseñor Jorge Leonardo Gómez Serna, obispo emérito de Magangué, destacado por su aporte en favor de la paz del país. La Santa Misa en la capital de Bolívar será presidida por monseñor Francisco Javier Múnera, arzobispo de Cartagena, y se hará en honor a san Pedro Claver y en conmemoración del Día Nacional de los Derechos Humanos.Ambas actividades se llevarán a cabo a las 6:00 p.m. y serán transmitidas a través de las redes sociales de la Conferencia Episcopal de Colombia, del Secretariado Nacional de Pastoral Social y de los canales oficiales de ambos templos en YouTube.Estas actividades celebrativas, coordinadas por el Secretariado Nacional de Pastoral Social, se suman a muchas otras de tipo pedagógico, social y de incidencia que, desde los niveles nacional, regional y local, se han venido promoviendo en el contexto de esta edición 2023 de la Semana por la Paz que ha tenido como tema central “Juntanzas creadoras de paz”.Sobre San Pedro Claver y el Día de los Derechos Humanos en ColombiaSan Pedro Claver fue un sacerdote jesuita español, ordenado en 1616 en la Catedral de Cartagena. Pere Claver Corberó, como fue bautizado de nacimiento, se distinguió por su importante labor pastoral en favor de los hombres y mujeres que sufrían esclavitud y marginación en aquella época. Tras una ardua labor de casi 40 años, el misionero, quien se declaró ante el mundo como "esclavo de los esclavos para siempre", falleció en esta misma ciudad el 9 de septiembre de 1654.El papa León XIII, quien lo canonizó en el año de 1888, dijo: “Después de la vida de Cristo, ninguna ha conmovido tan profundamente mi alma como la del gran apóstol san Pedro Claver”.Un tiempo después, en 1985, el Congreso de la República de Colombia, por medio de la Ley 95, declaró el 9 de septiembre como festividad de san Pedro Claver y en honor suyo, categorizó esta fecha como el “Día Nacional de los Derechos Humanos”.

Mié 6 Sep 2023

Asamblea de OMP y Pastoral Misionera: una oportunidad de fortalecimiento y proyección al centenario nacional

Entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre se llevó a cabo, en la ciudad de Bogotá, la Asamblea Nacional de Directores Obras Misionales Pontificias y Pastoral Misionera. Cerca de 60 personas, entre sacerdotes, religiosas y laicos, provenientes de todas las regiones del país, participaron en este encuentro que se desarrolló bajo el lema “¡En la Iglesia Misionera, Colombia de primera!”, el mismo que inspirará, en 2024, la celebración del centenario nacional misionero.Fueron dos los objetivos centrales bajo los cuales se llevó a cabo este encuentro: recordar el significativo camino misionero que ha recorrido la Iglesia colombiana, e identificar los pasos que se darán a nivel local, regional y nacional, para preparar el congreso centenario que se llevará a cabo del 5 al 7 de julio del próximo año.El espacio fue liderado por monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, administrador apostólico de la Diócesis de Quibdó y presidente de la Comisión Episcopal de Animación Misionera y por el padre Samir García, director del Centro Nacional Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y encargado de las Obras Misionales Pontificias de Colombia (OMP). La asamblea también estuvo acompañada en su primer día por monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC, quien presidió la Eucaristía y motivó a los asistentes para su reflexión y trabajo durante el encuentro.Mirar atrás para recordar por qué “¡En la Iglesia Misionera, Colombia de primera!”En la jornada del martes 29, monseñor Mario de Jesús presentó una ponencia sobre los congresos misioneros que se han realizado en el país desde 1924. Enfatizó en el rol protagonista y referente que ha tenido Colombia para la misión en toda Latinoamérica. Además, el obispo recordó que la razón de ser de la Iglesia es la misión, “todo lo demás que hagamos es consecuencia de ello”, precisó.El prelado enfatizó también que es fundamental fortalecer la Misión Ad gentes al interior de las comunidades, para después poder ir con mayor dinamismo al exterior, a otros territorios, a buscar a “aquel que aún no ha recibido el nombre de Jesús”. Además, recordó que las Obras Misionales Pontificias no son electivas, sino que son una petición directa del Santo Padre, por lo que cada jurisdicción debe estar muy atenta a su implementación en los diferentes niveles y grupos.Por su parte, el padre Samir García, inquietó a los participantes pidiéndoles que se preguntaran: “¿Qué vamos a hacer si cien años atrás hombres y mujeres, arriesgados, valientes, han construido una obra inmensa y nos las ha puesto en nuestras manos, ahora cuál va a ser nuestro compromiso?”Las propuestas de los COREMI para la celebración del centenario nacionalMás que un evento institucional de la Iglesia colombiana, los delegados de misiones se proponen provocar con el congreso del 2024 la vivencia de este importante centenario desde la esencia de las diversas comunidades y dimensiones de trabajo pastoral de iglesia particular. De ahí que, durante las jornadas, los participantes desarrollaron espacios de trabajo colectivo por Comités Regionales Misioneros (COREMI), en los que propusieron diversas actividades con diferentes grupos pastorales y parroquiales.Entre las propuestas que se plantearon allí, están:“Desde el COREMI de la Costa Caribe, proponíamos que en los seminarios se haga también una breve formación para vivir ese congreso y que se traigan a Bogotá también jóvenes seminaristas para que vivan la experiencia, y que pueda así animarse el espíritu misionero de los futuros sacerdotes”, afirmó el padre Julio Herrera de la Diócesis de Sincelejo.“De las ideas que surgieron del COREMI Antioquia-Chocó, está el hecho de hablar acerca de la misionología, pero desde una experiencia práctica, no solamente teórica. Es necesario conocer las realidades que se viven en Colombia, conocer qué está pasando en cada una de las jurisdicciones eclesiásticas, conocer cuáles son las experiencias que se viven y como desde ahí retroalimentar los procesos de las comunidades”, anotó Eliana Alzate de la Diócesis de Girardota.“Una de las ideas es tener catequesis previas antes del congreso para que las personas que van a participar tengan un acercamiento y lleguen conscientes sobre qué es lo que van también impulsar o lo que es la misión entre las diócesis y que las jurisdicciones conozcan también otros territorios. Otra idea es implementar la oración por el centenario y para que así tengamos una preparación también espiritual, desde Horas Santas, Eucaristías y retiros espirituales”, precisó la hermana Kelly Grajales de Diócesis de Ocaña, al respecto de lo propuesto por el COREMI Nororiente.Una reflexión desde la identidad misionera de la IglesiaEn esta asamblea también estuvo presente monseñor Óscar Múnera Ochoa, Vicario Apostólico de Tierradentro, miembro de la Comisión de Animación misionera. Durante el tercer día, además de celebrar la Eucaristía, el obispo presentó una ponencia en la que destacó la importancia de fundamentar la vida en Cristo y la identidad de los directores de las OMP como piedra angular en la misión. Basándose en el Evangelii Gaudium (EG) y el pasaje bíblico de Mateo 7, 21-29, resaltó la necesidad de mantener una vida de oración y discernimiento, así como superar las tentaciones que pueden surgir en el camino misionero. Además, subrayó la relevancia de llevar a cabo una labor evangelizadora sólida y comprometida en la Iglesia Católica en Colombia.Además, durante el encuentro se llevaron a cabo las elecciones de los nuevos Coordinadores y Secretarios de los ocho COREMI que existen en el país. En este momento, se destacó la relevancia de dichos roles en el tejido de la Iglesia colombiana, reconociéndola como una entidad que se forja en la unión y la sinergia de esfuerzos para lograr mayor cohesión.El cuarto día de la asamblea estuvo marcado por una visita de los participantes a la Catedral de Sal y la Catedral de la Santísima Trinidad, San Antonio de Padua y Nuestra Señora de la Asunción de Zipaquirá, una experiencia de profunda espiritualidad, pero también de fraternidad. Los llamados del presidente del episcopado a los directores de misiones del paísLa última jornada del evento, desarrollada el viernes 1 de septiembre, estuvo acompañada por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Allí, el Cardenal Electo, realizó una ponencia en la que compartió la historia de la propagación de la fe en Colombia, destacó la importancia de la Madre Laura e instó a los participantes a reconocer este momento en el que se "nos llama a ser misioneros en el mundo contemporáneo teniendo como base el servicio".En el marco del Sínodo sobre la Sinodalidad, monseñor Rueda recordó que el llamado a la sinodalidad y a la misión se extendió a tres grupos de personas dentro de las comunidades: los totalmente fieles, los que están en transición y los que no aceptan la fe. Afirmó que esta diversidad de grupos los desafía ahora a encontrar formas creativas y auténticas de llevar el mensaje del Evangelio a todos.En su ponencia, el presidente del episcopado también destacó la importancia de la mujer, del diaconado permanente y de la ministerialidad dentro de la Iglesia, alentando una participación activa y significativa de todos los fieles, rompiendo con el clericalismo y promoviendo la voz de todo el pueblo de Dios.Al cierre, monseñor Luis José presidió una Eucaristía en la que invitó a los participantes a renovar su compromiso de ser, en todos los rincones de Colombia “una Iglesia sinodal misionera, una Iglesia orante y una Iglesia servidora”.

Mié 6 Sep 2023

Por caminos de reconciliación y respeto a la vida humana

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - En esta mañana del domingo, cuando vivimos la alegría de la resurrección del Señor Jesús, que nos salvó del pecado y de la muerte, regalándonos la alegría, los invito para que lo invitemos a nuestros hogares y resuene su saludo pascual: “La paz este con ustedes” (Juan 20,21).En esta mañana, en todos los rincones de Colombia, los invito a pensar en los hombres y mujeres que entregan su vida por el País, por Colombia, con sudor, sacrificio y abnegación dando lo mejor de sus vidas para salvaguardar el orden público, el valor de la vida, la soberanía de Colombia, la defensa de la legalidad. Hombres de fe y de integridad.Cada semana, ponemos nuestra vida en manos de Dios, en este programa NOTAS HUMANAS Y DIVINAS, afirmamos el auxilio del Señor en nuestra vida y trabajo, mirando al resucitado. Los invito para que elevemos súplicas al Señor de los Ejércitos, pidiendo bendiciones sobre nuestra Patria y sobre nuestras acciones, sobre el trabajo de los colombianos, sobre nuestros soldados y policías.Los invito a tener un sentimiento de gratitud para con los hijos de Colombia, hombres y mujeres que llevando el uniforme de nuestras Fuerzas Armadas -soldados y policías- en lugares muy diversos de Colombia, donde sirven el bien común, nos dan seguridad y acompañan la democracia de la Patria.Son muchos los miembros de nuestras Fuerzas Armadas, el Ejército Nacional, la Armada Nacional, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y la Policía Nacional, que cumplen con las tareas y acciones que, con gran esfuerzo cumplen en favor de los colombianos, protegiéndonos de particulares amenazas.Estos hombres y mujeres son hombres de profunda fe, en Dios, en su misericordia y le ponen a Él, como fundamento de sus vidas y tareas. Son hijos de la Patria, que están acompañados de las oraciones de sus Padres, de sus esposas, de sus hijos.Recojámonos en un momento de oración pidiendo que Dios proteja y acompañe a los soldados de Colombia, por nuestros Policías. Estos días son días de prueba, muchos de ellos han entregado su vida, han derramado la sangre por Colombia.Los invito para que pongamos en manos del Dios justo y fiel, sus vidas y sus familias, pongamos en manos de Dios su servicio, la entrega de todos nuestros soldados caídos, al servicio de la libertad, del orden social.Con gran fe, pongamos a las familias de estos soldados y policías caídos cumpliendo su juramento solemne de llegar incluso a entregar la vida por Colombia, para que encuentren el auxilio de Dios.La muerte de tantos soldados 34 – y policías 37 en este año 2023, nos tienen que hacer reflexionar y pensar en la profunda opción que tenemos que hacer por construir la paz en nuestra Patria.Pidamos al Señor que la tarea y la vida de estos soldados, continúe siempre poniéndose al servicio de la construcción de la paz, una paz verdadera, sincera, estable y justa, donde cada uno reciba los beneficios de esta opción por la vida humana, en el cumplimiento de la doctrina social de la Iglesia: la defensa de la vida, el cuidado de la dignidad de la persona y la garantía de los derechos humanos para todos, sin distinción de su condición social.Esta tarea de la construcción de la paz, tiene que estar presente en todas nuestras comunidades, en todos los rincones de la Patria, donde es fundamental la colaboración de todos -hombres y mujeres- de todas las condiciones sociales. La paz debe comenzar en las familias, en las pequeñas comunidades, en los grupos sociales y humanos que nos agregan y comprometen. La paz se deber construir con honestidad, con trabajo, con rectitud, con lucha a la corrupción y al mal, con nuestra opción por alejarnos del pecado y del mal.La paz comienza con la convivencia y la ayuda fraterna entre todos los colombianos, con el respeto de nuestras autoridades legítimas y, especialmente, en el fortalecimiento de la justicia, en la afirmación del derecho.Pidamos a Dios que nuestros Soldados y Policías puedan fortalecer sus capacidades de servicio, sus competencias para ponerse al servicio de los colombianos. Nos lo regale Jesucristo, “camino, la verdad y la vida”, sea El nuestro camino, nuestra paz, nuestra justicia. Que podamos construir la Patria, en el cumplimiento de la ley y, especialmente, fortaleciendo las relaciones justas entre los colombianos, que nuestra tarea construya la paz, en la legitima defensa de los derechos de todos.Recibe Oh Dios, en tu paz a cuantos han caído víctimas del horror del doloroso y conflicto, que podamos estrecharnos en el eterno abrazo de la paz y, que construyamos la Patria por caminos de verdad, justicia y reconciliación. Nuestra Reina, la Virgen del Rosario de Chiquinquirá nos arrope con su manto.¡Alabado sea Jesucristo!+Víctor Manuel OCHOA CADAVIDObispo Castrense de ColombiaEditorial publicada en "Notas humanas y divinas" de RCN, 3 de septiembre 2023.

Mié 6 Sep 2023

¡Que viva la democracia!

Por Mons. Omar de Jesús Mejía Giraldo - Esta reflexión surge de mi corazón de pastor y después de escuchar a varias personas, quienes espontáneamente me han preguntado: Monseñor, ¿por quién debo votar? A estas personas les he dicho lo siguiente: como Iglesia no tenemos la costumbre de dar nombres, somos respetuosos de todos y, sobre todo, somos respetuosos de su capacidad para pensar y discernir. Por favor, escuche, piense, ore, observe, consulte, y luego, a conciencia y con absoluta libertad tome su propia decisión.Debo aclarar: mi única intención es invitar a que todos pensemos en el “bien común”, no en bienes personales y particulares.¿Por quién votar en las elecciones regionales?1. Por una persona que tenga control de su vida; porque, quien no es capaz de gobernar su propia vida es imposible que pueda gobernar un pueblo.2. Por una persona que en sus actos demuestre que posee pequeños hábitos cotidianos de serenidad y coherencia. Las grandes transformaciones de una ciudad, no se logran de la noche a la mañana. Los grandes cambios se alcanzan con paciencia y, sobre todo, con las pequeñas fidelidades de cada día.3. Por una persona realista; es decir, por una persona que no haga campaña con meras ideas; todo lo contrario, que sea una persona que nos hable a partir de problemáticas concretas; y, que nos permita comprender que tiene la capacidad para mostrarnos metas específicas y viables. El papel puede con todo.4. Por una persona que posea capacidad de escucha y diálogo; además, que tenga el liderazgo suficiente para propiciar la “amistad social” entre todos los ciudadanos, sin distinción de credo, raza, nivel social. Para un mundo pluralista necesitamos un gobernante con sentido de universalidad.5. Por una persona que nos demuestre en su mismo ser, en su forma de comunicarse, en su trayectoria, que su interés como servidor público será la búsqueda del bien común y no la búsqueda de intereses meramente personales y económicos.6. Por una persona que tenga claro el “modelo de desarrollo” que entre todos soñamos para nuestra región y/o ciudad. ¿Cuál debe ser el modelo de desarrollo para Florencia, puerta de oro de la Amazonia?¿Por quién no votar en las elecciones regionales?1. Por una persona que haga una campaña demasiado ostentosa. Ya sabemos que cuando se gasta más de lo debido durante la campaña, luego durante la administración pública, se debe recuperar “la inversión”.2. Por una persona orgullosa, ya sabemos que un ser humano así, está en medio de la gente durante la campaña, pero luego se encierra en un cubículo a recibir adulaciones de su grupo más cercano y el resto de la comunidad no se merece de su gobernante ni siquiera un sencillo saludo.3. Por una persona fundamentalista y/o centrada en una ideología fija. El gobernante debe tener claro que lo eligen un grupo, quizás bastante significativo, pero que hay otro grupo, bastante importante, que no votaron por él, pero que, de igual manera, él como gobernante será su representante. Se es elegido por un partido, pero se gobierna para todos.+Omar de Jesús Mejía GiraldoArzobispo de Florencia

Mar 5 Sep 2023

Consejo para la Cultura del Cuidado avanza en la formación sobre prevención de abusos dirigida a futuros sacerdotes y religiosos

Entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre, seminaristas, formadores y rectores de los seminarios mayores y casas de formación religiosa ubicados en los departamentos de Antioquia, Boyacá, Cundinamarca y Meta, participaron en dos jornadas de formación sobre cultura del cuidado y prevención de abusos. Espacios que fueron facilitados a nivel metodológico y temático por miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).A la jornada adelantada el 31 de agosto en el Seminario Conciliar de Medellín, acudieron 230 participantes, entre seminaristas y formadores, del Seminario Redemptoris Mater, el Seminario Misionero de Santa Laura Montoya, el Seminario San Juan Pablo II, el de los Misioneros Vicentinos, del Seminario de la Santa Cruz ubicado en el municipio de Caldas, del Seminario Diocesano de Girardota y de la Congregación Religiosa Hijos de La Sagrada Familia.Durante este espacio de formación, las abogadas Ilva Myriam Hoyos, presidente del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y Milena Barguil, miembro este mismo organismo y Oficial de Cumplimento de la Delegación Arzobispal para la protección de menores de la Arquidiócesis de Medellín, dieron a conocer, de manera detallada, las líneas guía y las líneas operativas emitidas por el episcopado colombiano para este propósito.Las líneas guía son orientaciones generales que buscan prevenir y atender la violación de los derechos fundamentales de las personas y los abusos de cualquier tipo cometidos por ministros ordenados, personas consagradas y laicos que prestan algún ministerio o servicio en la Iglesia Católica colombiana. Por su parte, las líneas operativas, consignadas en un documento titulado “Apóstoles del Cuidado”, brindan algunos criterios de acción para la implementación de buenas prácticas en el servicio del cuidado al interior de la Iglesia.Por otra parte, a la jornada desarrollada el 1 septiembre en el Seminario Mayor Conciliar de Tunja fueron convocados los rectores y algunos formadores de los diez espacios de formación de la zona 6 de la Organización de Seminarios de Colombia (OSCOL). Se trata del Seminario Mayor Conciliar de Bogotá, el Seminario Mayor de Girardot, el Seminario Mayor de Fontibón, el Seminario Scalabriniano, el Seminario Hijos de la Sagrada Familia de Chía, el Seminario de los Agustinos, el Seminario Castrense, el Seminario Valmaría de los Padres Eudistas, el Seminario Provincia Minuto de Dios y el Seminario Mayor Nuestra Señora del Carmen, ubicado en Restrepo (Meta).En este segundo espacio, los temas abordados fueron: cultura del cuidado, itinerarios formativos y protocolos para la cultura del cuidado, herramientas para la elaboración de estatutos y manuales de convivencia. Allí, las ponencias y talleres estuvieron a cargo del padre Leonardo Cárdenas y la doctora María Fernanda Alarcón, también miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado.“La jornada de hoy ha sido sumamente nutritiva para poder poner en práctica esos lineamientos tan necesarios…El desafío fundamental que tenemos ahora es la necesidad de sistematizar las vías en nuestras casas de formación para poder establecer, de manera concreta, lo que significa cuidarnos entre todos, cuidar a la Iglesia y, fundamentalmente, a las personas. Crear estrategias favoreciendo la dignidad de las personas es lo más importante”, afirmó el padre Iván Ceriani, SF., formador del Seminario Hijos de la Sagrada Familia de Chía en la etapa configuradora.La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y el Departamento de Ministerios Ordenados, desde un enfoque preventivo, sigue comprometida con formar cada vez a más futuros sacerdotes, religiosos y religiosas en estos principios, protocolos y procesos que conforman el Sistema para la Cultura del Cuidado y que propenden por la protección, el cuidado y el respecto de todas las personas en la Iglesia. Por esta razón, el próximo 13 de septiembre se desarrollarán dos nuevos espacios pedagógicos similares: en la mañana con seminaristas y formadores del Seminario Emiliani de Chía y, en horas de la tarde, con los provinciales de los Misioneros de la Consolata en Latinoamérica.Noticias relacionadas:Iglesia avanza con la formación de seminaristas en prevención de abusos, la nueva jornada se realizó en IbaguéSeminaristas de Ocaña reciben taller sobre prevención de abusosPara conocer más detalles sobre el trabajo que adelanta la Conferencia Episcopal de Colombia en cultura del cuidado, haga clic AQUÍ.