Pasar al contenido principal

Iglesia

Mié 18 Oct 2017

Iglesia Católica del Atlántico ora por enfermos con cáncer de mama

En el marco del día mundial contra el cáncer de mama, que se celebra el próximo 19 de Octubre, la Arquidiócesis de Barranquilla hace llamado a la oración activa en Parroquias del Atlántico. El objetivo es que fieles y personas de buena voluntad dediquen su oración ante Jesús Eucaristía, para que todas las Mujeres que luchan con el Cáncer de mama se abran al mensaje salvador de Jesús. Así mismo, en la jornada de oración que se realizará durante la hora santa que tradicionalmente se celebra los jueves, también será la ocasión para dar gracias por todas las personas que trabajan en la dignificación de la salud y en la investigación para dar un mejor tratamiento a esta enfermedad. La idea nace de la motivación especial que el Papa Francisco hizo a la Iglesia durante la XXV Jornada Mundial del Enfermo 2017: “Es una llamada dirigida a los que se entregan en su favor, comenzando por sus familiares, los agentes sanitarios y voluntarios, para que den gracias por la vocación que el Señor les ha dado de acompañar a los hermanos enfermos.Permanezcamos #UnidosEnOración Descarga el instructivo litúrgico en http://www.arquidiocesisbaq.org/noticias/comunicados-de-prensa Fuente: Oficina comunicaciones Arq. de Barranquilla

Mar 17 Oct 2017

Así se vivió el XIII Congreso de Reconciliación de la Revista Optantes

#Verdad,#justicia y #reconciliación fueron los temas principales del XIII Congreso de la Revista Optantes, donde la Conferencia Episcopal Episcopal de Colombia (CEC), a través de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) estuvo presente. Al evento que se realizó del 11 al 13 de octubre en la sede de la Universidad Santo Tomás, asistieron aproximadamente unas 300 personas, entre obispos, estudiantes universitarios, académicos, religiosos, sacerdotes y víctimas del conflicto armado. En el marco del congreso, se hizo la Clausura y entrega de certificaciones del Diplomado “Inter-Acciones por la paz”, a los primeros 20 ex-combatientes de las Farc. Este proceso de formación fue dirigido por la CCN, con el apoyo solidario de la embajada de Alemania y el aval académico de la Universidad Santo Tomás. El siguiente es el informe de lo ocurrido durante los tres días del Congreso.

Mar 17 Oct 2017

El tiempo de Dios

Por: Mons. Mauricio Vélez García - El ritmo de la vida cotidiana se ha hecho frenético para todos. Las ocupaciones, las tareas y las responsabilidades diarias, nos han ido robando la paz interior y nos han puesto en contravía de una buena calidad de vida y de un oxigenarnos espiritualmente. Me parece escuchar en todo momento las palabras de El Maestro: "Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada" (Lc. 10, 41 - 42). Cuando se nos dificulta priorizar los tiempos de Dios, comenzamos a llenar nuestros espacios con los compromisos materiales, con lo objetivo y tangible que acaparan nuestro sentir y pensar, pero que, en realidad, podemos aplazar sin ninguna consecuencia. Estamos llamados a comprender que los tiempos de Dios están por encima de las cosas, y estas, jamás, podrán estar por encima de Dios. En nuestro ambiente familiar y social, el tiempo, cada vez, es más reducido, y en consecuencia, el que tenemos reservado para Dios es pobre y empequeñecido. Es la hora de comprender que si tenemos tiempo para Dios, este nos será recompensado y santificado con el que el Señor nos dedica amorosa y permanentemente. El tiempo es un signo fundamental del amor de Dios; un don tan preciado que se nos hace necesario valorar y optimizar sin preferir los aconteceres de nuestra vida diaria. Cuando tenemos tiempo para Dios, nos damos cuenta de inmediato, de que Dios es una realidad en nuestra vida; empezamos a comprender lo maravilloso que es sentir su presencia, tener la certeza de que Él tiene tiempo para todos y se ocupa amorosamente de nuestra historia, se sumerge en nuestra realidad y nos lleva, con su pedagogía del amor, al arte de vivir bien y caminar hacia la felicidad. El Papa Francisco nos lo ha presentado como la cercanía y el encuentro: “Cercanía y encuentro son los instrumentos de Dios, que en Cristo, se ha acercado y nos ha encontrado siempre”. Dejarnos encontrar por Dios equivale a escucharlo con atención y entregarle todo nuestro ser, para que esa escucha sea fructífera y haga la diferencia en todo lo que somos; para que entendamos y aceptemos que estamos ante un Dios real, concreto, que existe, que ha entrado en nuestra historia y está presente en todo. Si queremos experimentar lo que significa Dios, debemos familiarizarnos con la vida de Jesús y con su Evangelio, esto es, abandonarnos con amor y fe, con esperanza y confianza, a los tiempos de Dios. Ello optimizará nuestros tiempos, a veces tan pobres y tan áridos. ¡Qué importante es para nuestra vida saber involucrarnos en el tiempo de Dios y abandonarnos en él! De esa manera sabremos comunicar, decir lo que hemos visto y oído en ese encuentro de fe y de amor; lo que hemos experimentado en nuestro interior y lo que hemos sido capaces de cambiar en nuestro proyecto de vida. Esta experiencia de fe servirá para que todos comprendamos que el tiempo de Dios es necesario en el mundo, y decisivo para su tranquilidad y su tan anhelada paz. Es una manera de involucrar toda nuestra existencia en la gran obra de la fe y superar todo lo que nos impide la escucha de Dios: el individualismo, el egoísmo, las indiferencias y el materialismo. Hagamos una pausa y pensemos, ¿cuánto de nuestro tiempo es para Dios? + Mauricio Vélez García Obispo auxiliar de Medellín

Mar 17 Oct 2017

“Si queremos derrotar el hambre tenemos que invertir en paz”, Mons. Chica

Con ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación, la Radio Vaticana entrevistó a Monseñor Fernando Chica Arellano, Observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), quien habló acerca del reto del HAMBRE CERO, una iniciativa de esta Institución que pretende para el 2030 erradicar el hambre en el mundo. Monseñor Fernando Chica habló sobre este proyecto de erradicar el hambre en el mundo, asegurando que: "este reto últimamente se está complicando". El 15 de septiembre pasado tras el conocimiento de unos "datos alarmantes" el Observador permanente afirma que "el hambre está repuntando en el mundo". "Llevábamos tres lustros en descenso y ahora estamos en 815 millones de hambrientos, esto quiere decir que hemos crecido 38 millones de hambrientos más en pocos meses, lo cual nos está informando que si no cambiamos el rumbo y las cifras se invierten, será bastante complicado alcanzar este reto de HAMBRE CERO para 2030" explicó en los micrófonos de Radio Vaticana. Entrevista: Mons. Fernando Chica Arellano Además, Monseñor Fernando Chica citó las claves para que entre todos podamos ayudar a que este reto se cumpla, considerando que en primer lugar debemos "convencernos": "todos podemos ayudar, nadie sobra ni nadie puede darse por evadido a la hora de plantarle cara al hambre". También invita a conjugar el verbo "querer": "Esta lacra no es cuestión de que la erradiquen los Gobiernos y las Organizaciones Internacionales" aseguró, si no que "es entre todos que podemos derrotar el hambre y para ello basta querer". Por último invitó a conjugar el verbo "compartir". No desperdiciar alimentos, aumentar lo que dedicamos a la solidaridad para con los más pobres o no tirar nada de lo que hay en la mesa son otras de las iniciativas a las que nos empuja para ayudar a alcanzar el hambre cero en 2030. La Jornada Mundial de la Alimentación coincide este año 2017 con el momento en el que más personas han sido forzadas a huir de sus hogares desde la II Guerra Mundial debido al aumento de los conflictos y la inestabilidad política que en muchas partes del mundo se está viviendo. Fernando Chica aseguró que "nadie quiere dejar su tierra por gusto", y es por ello que el aumento de la violencia, de los conflictos, sobre todo el incremento de los desastres naturales "aumenta el hambre y con el hambre se aumentan las grandes bolsas de migración forzada". Además, continuó, si queremos derrotar el hambre "tenemos que invertir en paz". Asimismo, en relación a una afirmación hecha por la FAO en la que se lee que "hoy día hay suficientes alimentos en el mundo para que cada ser humano lleve una vida sana y productiva" , Monseñor explicó cuáles son los problemas que dificultan que esos alimentos lleguen a las manos de todos: "La paradoja es realmente triste, hay comida para todos pero no todos pueden comer", y continúa: “podemos acabar con el hambre si invertimos más en justicia, en igualdad, si facilitamos que en el hemisferio sur los alimentos no se pierdan". "Los alimentos se producen, pero por falta de infraestructuras, de locales donde almacenarlos, de carreteras viables, estos alimentos no llegan a la mesa del consumidor”. Aunque no se trata únicamente del hemisferio sur, ya que en el hemisferio norte los alimentos “tampoco llegan como se debiera”, porque muchas veces en el hemisferio norte “hay un lujo, un desperdicio, un despilfarro que hace que los alimentos se queden rescindidos a unas pocas bocas y haya muchas que no tengan el alimento que precisan cada día” concluyó. Fuente: Radio Vaticana

Lun 9 Oct 2017

Segundo paso, paso adelante

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - Aún está contenida en el corazón, la mente y la retina la Visita Apostólica del Papa Francisco a Colombia. Días de maravillosa experiencia espiritual y evangelizadora, presidida por el Sucesor de Pedro y dirigida a la conciencia personal y colectiva de un pueblo en camino, en búsqueda de paz y reconciliación. Bien lo anunció así el pontífice en el mensaje previo que hiciera de su viaje a Colombia: “Iré como peregrino de esperanza y de paz, para celebrar con ustedes la fe en nuestro Señor y también para aprender de vuestra caridad y vuestra constancia en busca de la paz y la armonía”. Nos queda ahora, habiendo sido invitados a dar el primer paso, seguir adelante con el impulso espiritual que hemos recibido para dar un segundo paso que ha de ser, un paso adelante y otros sucesivos, diríamos interminables, para construir, inspirados en el evangelio, sostenidos por el amor de Dios y comprometidos en la agenda de todos los días con todas las personas, la paz por el perdón y la reconciliación. Son muchos los signos, expresiones, actitudes y sabias palabras las que hemos recibido. Unas han calado más profundamente, como su cercanía y espontaneidad en el encuentro con las personas, su carisma de empatía espiritual para con todos y aquellas palabras en varias ocasiones repetidas y que han hecho tanto eco como “no se dejen robar la alegría ni la esperanza“, que resonaran con especial énfasis en el mundo juvenil. Pero si quisiéramos resumir o condensar el fondo de sus mensajes, diríamos que todos aquellos aluden principalmente a la necesaria construcción de una “cultura del encuentro” para asegurar una verdadera cultura de paz. En efecto, propiciar el encuentro es lo contrario a construir muros de división y separación que dañan las fundamentales relaciones que dignifican la vida humana y por tanto también la cultura de los pueblos, a saber: el encuentro y la relación con Dios, como el primero y que da sentido a todo; el encuentro con las demás personas, sin distinciones, como miembros de la misma familia y por tanto, como hermanos; el encuentro consigo mismo, que se hace mucho más claro, evidente y que confirma la conciencia de su propia dignidad e identidad como persona, con fundamento en los dos encuentros anteriores y finalmente, con insistencia especial del Santo Padre, el encuentro con la naturaleza o la creación para su manejo responsable y solidario en bien del desarrollo humano integral. El Santo Padre, por el conocimiento que ha tenido de la misma situación de Colombia, nos hace tomar conciencia de todos los “desencuentros” que han dañado precisamente la armonía y la convivencia entre todos nosotros colombianos y que por tanto, conseguir la paz requiere retomar por la reconciliación y el perdón, entre otros recursos, que exigen en primer lugar, restablecer la comunión con Dios, el acercamiento a pesar de tantas heridas del camino, con los diferentes actores que han intervenido de diversos modos en la vida del país, con el propósito de dar el primer paso para salir de un círculo vicioso de estancamiento y repetición generado por violencias y divisiones. Asimismo frente a las situaciones de degradación y desconocimiento del valor de cada uno, de pérdida del respeto a la vida humana, a su dignidad, que afecta la autoestima y alta conciencia de sí mismo, invita al perdón como medio para recuperar la verdadera identidad. Y finalmente, advertir tantos desencuentros con la naturaleza rica en bio- diversidad, cargada de posibilidades como en ninguna otra parte del mundo, tal como lo es la riqueza de nuestros mares, ríos selvas y montañas, para que su cuidado y adecuada utilización, especialmente al servicio de los pobres, ayude a definir también en términos de equidad y justa administración de esos bienes para todos, la casa común de la familia y hogar al que pertenecemos y en el que tenemos que convivir y aceptarnos como verdaderos hermanos. Tarea grande que estamos invitados a asumir. Gracias Santo Padre por dar con nosotros este primer paso. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga

Sáb 7 Oct 2017

Grandísima responsabilidad

Por: Mons. Omar de Jesús Mejía -EvangelioMateo 21, 33-43 -Continúa la Palabra de Dios ofreciéndonos una parábola más en la cual Jesús, el Maestro y Señor se dirige a los dirigentes del pueblo: a las autoridades religiosas, civiles y académicas. Igual que a todos, también ellos están invitados a vivir la experiencia del Reino; “Jesús el Señor, ha venido a traer vida y vida en abundancia”. Para hacer parte del Reino ofrecido por Jesús y para recibir su vida en abundancia, se necesita: Negarse a sí mismo, cargar la cruz y seguirlo. El evangelio de hoy es un reclamo fuerte que Jesús manifiesta a los dirigentes porque, se han querido adueñar de la viña, han querido establecerse como los dueños y les recuerda que no son más que simples administradores y no amos y señores de la viña. El dueño de la viña es Dios. El dueño de todo es Él. A la humanidad le corresponde dar cuenta de su administración. Él envía a sus siervos a recoger sus frutos y la respuesta es violencia: a unos apalean, a otros amarran, a otros les lanzan piedras y aún llegan incluso al asesinato. La violencia llega hasta tal extremo que matan a su propio Hijo, con el afán de apropiarse de la hacienda. Cualquier parecido con la realidad de nuestra historia, ¿sería mera coincidencia? La verdad es que la historia nos pone de manifiesto: odios, guerras, asesinatos, agresividad, violencia y todo finalmente se da por la avaricia que el maligno ha sembrado en el corazón del hombre. Basta recordar la historia de Caín y Abel. Miremos la realidad de hoy y sigue pasando lo mismo: Abortos, suicidios, destrucción de la vida, abandono de niños y ancianos, despreocupación por los demás, hambre, guerras, ambiciones, avaricia; abandono de hijos, esposos, esposas… Dios sigue actuando en nuestra historia y nos pide que le demos cuenta de los frutos que estamos dando. Tengamos presente una cosa hermanos: sin la gracia de Dios no seremos capaces de dar ningún fruto significativo. Dios viene todos los días a nuestra viña y nos pide que le informemos de nuestra administración. Apropiémonos del texto y hagámonos unas preguntas muy personales: ¿Yo “N”, cómo estoy administrando mi vida, mi familia, mis amigos, mi sacerdocio, mi matrimonio, mi salud, mi vocación, mi trabajo…? ¿Cuál es el don más precioso que Dios me ha regalado? ¿Qué don debo cuidar con mayor esmero? Hermanos no pensemos que para todo tiene una respuesta la técnica o la tecnología. A problemas humanos demos soluciones humanas; a dificultades espirituales demos soluciones espirituales. ¿Por qué todo lo queremos solucionar con dinero? Las realidades esenciales de la vida, tienen solución en el único que ES, en quien debe ser para nosotros la “Piedra angular”, es decir, en Dios. Recordemos hermanos: sin Dios somos nada, en Dios lo somos todo. El evangelio de hoy nos recuerda que la salvación es don de Dios y es incluyente; Dios no discrimina a nadie, pero también enseña que el privilegio del don de Dios no se entrega sin “grandísima responsabilidad” de nuestra parte. Dice San Agustín: “Dios que te creo sin ti, no te salvará sin ti.” Cuando realmente Jesús, el Señor, es nuestra “piedra angular,” cuando de verdad Él es el centro de nuestra vida damos frutos de fraternidad y de solidaridad. La Palabra de Dios continuamente nos está invitando a ver al otro como un don que se me entrega con grandísima responsabilidad para que cuidemos de él. Pienso por ejemplo en la tarea del Papa, del obispo, del sacerdote, de los esposos, de los formadores, de los maestros, de los empresarios… Lo que somos y lo que Dios nos ha dado es para que lo compartamos, no para que nos apropiemos de la obra creadora de Dios y mucho menos para que la destruyamos. El evangelio nos convoca a ejercer nuestro “poder” como don de Dios y con mucha responsabilidad de nuestra parte. El poder existe para que nos gocemos de hacer el bien. El evangelio nos invita también a cuidar de la creación como el gran don que Dios ha puesto en nuestras manos para que la cuidemos con honestidad y responsabilidad. Nos decía el Papa a los obispos de Colombia y a través de nosotros a todos los colombianos: “Un pensamiento quisiera dirigir a los desafíos de la Iglesia en la Amazonia, región de la cual con razón están orgullosos, porque es parte esencial de la maravillosa biodiversidad de este País. La Amazonia es para todos nosotros una prueba decisiva para verificar si nuestra sociedad, casi siempre reducida al materialismo y pragmatismo, está en grado de custodiar lo que ha recibido gratuitamente, no para desvalijarlo, sino para hacerlo fecundo. Pienso, sobre todo, en la arcana sabiduría de los pueblos indígenas amazónicos y me pregunto si somos aún capaces de aprender de ellos la sacralidad de la vida, el respeto por la naturaleza, la conciencia de que no solamente la razón instrumental es suficiente para colmar la vida del hombre y responder a sus más inquietantes interrogantes.” Síntesis: EL PODER ES UN DON QUE DEBEMOS EJERCER CON GRADÍSIMA RESPONSABILIDAD. + Omar de Jesús Mejía Giraldo Obispo de Florencia

Vie 6 Oct 2017

XIII Congreso Verdad, justicia y reconciliación

La revista Optantes de los frailes Dominicos y la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), realizarán en Bogotá del 11 al 13 de octubre el XIII Congreso Verdad, justicia y reconciliación. Este espacio académico busca "proponer acciones y estrategias para el desarrollo y fortalecimiento de una paz completa en todo el territorio colombiano, involucrando las diferentes comunidades que integran la sociedad". A través de conferencias, mesas temáticas y deliberaciones los asistentes podrán intercambiar el conocimiento existente sobre los acuerdos de paz firmados entre el Gobierno Nacional y las Farc. El evento académico está dirigido a obispos, sacerdotes no sólo de la Iglesia Cristiana Católica sino de otras denominaciones, religiosas, estudiantes, docentes y especialistas en temas sociales y humanos, antropológicos y/o históricos. El Congreso se realizará en Bogotá en el Auditorio Mayor edificio Doctor Angélico de la Universidad Santo Tomás. Mayor información del evento al correo [email protected] o contáctar al celular 314 7425342 o 317 5535566 [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar agenda[/icon]

Jue 5 Oct 2017

“Demos el segundo paso”: Francisco

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía - En el avión que lo transportó de Cartagena a Roma, tras cuatro días de visitas pastoral a igual número de ciudades, el Papa Francisco señaló que si él regresara a Colombia, le gustaría que el lema al menos fuese: “DEMOS EL SEGUNDO PASO”, en alusión al “Demos el primer paso” de su reciente periplo por el país. “Dar el primer paso” es, sobre todo, salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor. Y Él nos pide siempre dar un paso decidido y seguro hacia los hermanos, renunciando a la pretensión de ser perdonados sin perdonar, de ser amados sin amar. “SI COLOMBIA QUIERE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA TIENE QUE DAR URGENTEMENTE UN PASO EN ESTA DIRECCION, QUE ES AQUELLA DEL BIEN COMÚN, DE LA EQUIDAD, DE LA JUSTICIA, DEL RESPETO DE LA NATURALEZA HUMANA Y DE SUS EXIGENCIAS.” “SÓLO SI AYUDAMOS A DESATAR LOS NUDOS DE LA VIOLENCIA, DESENREDAREMOS LA COMPLEJA MADEJA DE LOS DESENCUENTROS: SE NOS PIDE DAR EL PASO DEL ENCUENTRO CON LOS HERMANOS, EL DE ATREVERNOS A UNA CORRECCIÓN QUE NO QUIERE EXPULSAR, SINO INTEGRAR, SE NOS PIDE SER CARITATIVAMENTE FIRMES EN AQUELLO QUE NO ES NEGOCIABLE; EN DEFINITIVA, LA EXIGENCIA ES CONSTRUIR LA PAZ, HABLANDO, NO CON LA LENGUA, SINO CON MANOS Y OBRAS, Y LEVANTANDO JUNTOS LOS OJOS AL CIELO: ÉL ES CAPAZ DE DESATAR AQUELLO QUE PARA NOSOTROS PARECE IMPOSIBLE. ÉL NOS PROMETIÓ ACOMPAÑARNOS HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS, Y ÉL NO VA A DEJAR ESTÉRIL TANTO ESFUERZO” (Homilía en Cartagena, Contecar, 10 de septiembre). “No necesitamos un proyecto de unos pocos para unos pocos, o una minoría ilustrada o testimonial que se apropie de un sentimiento colectivo: SE TRATA DE UN ACUERDO PARA VIVIR JUNTOS, DE UN PACTO SOCIAL Y CULTURAL”, nos reitera el Papa Francisco, recordando sus propias palabras en “La Alegría del Evangelio (239). Y pocos momentos después, en el avión, hablando de DAR EL SEGUNDO PASO, nos dijo: “se trata de querer ir adelante en este proceso que va más allá de las negociaciones que se están haciendo o que se deban hacer. EL PUEBLO QUIERE RESPIRAR….TRAS 54 AÑOS DE CONFLICTO CON LA GUERRILLA, SE ACUMULA MUCHO ODIO, MUCHO RENCOR, MUCHA ALMA ENFERMA. GUERRILLAS, PARAMILITARES Y CORRUPTOS HAN COMETIDO PECADOS MALOS QUE HAN PROVOCADO ESTA ENFERMEDAD DEL ODIO. SE HAN DADO PASOS DE ESPERANZA, PASOS EN LA NEGOCIACIÓN. EL ULTIMO DE LOS QUE SE HAN DADO ES EL CESE DEL FUEGO DEL “ELN” Y LO AGRADEZCO MUCHO, AGRADEZCO MUCHO ESO”. “Ver al papá, a la mamá, que alzaban a sus niños para hacérselo ver al Papa, para que el Papa los bendijera. Como diciendo, ¡este es mi tesoro, esta es mi esperanza! ¡Este es mi futuro! Es la imagen de los colombianos que más me ha llegado, desde la gente en las calles. Esto es un símbolo: Símbolo de esperanza, de futuro. Un pueblo que es capaz de hacer hijos y después los muestra, los hace ver así, es UN PUEBLO QUE TIENE ESPERANZA Y TIENE FUTURO”. DAR EL SEGUNDO PASO significará, entonces, muchos retos para todos, en esta hora de Iglesia y de Patria, de humanidad y Evangelio. Comprometernos en este proceso de ponerle punto final a las confrontaciones armadas, a la violencia, la corrupción, el narcotráfico, la mentira: está en manos del pueblo todo, de su ejercicio cotidiano, ordinario, y del ejercicio democrático, electoral, UNIRNOS EN ESTE PROCESO. “En Bogotá y Colombia peregrina una inmensa comunidad que está llamada a convertirse en UNA RED VIGOROSA QUE CONGREGUE A TODOS EN LA UNIDAD, trabajando en la defensa y el cuidado de la vida humana, particularmente cuando es más frágil y vulnerable: en el seno materno, en la infancia, en la vejez, en las condiciones de discapacidad y en las situaciones de marginación social”. (Homilía en el Parque Simón Bolívar, 7 de septiembre). Con estos pocos elementos, tomados de los muchísimos que podríamos extraer de los mensajes del Papa Francisco en Colombia, los invito a consolidar el primer paso y a CONSTRUIR JUNTOS EL SEGUNDO PASO, indicado ya por el mismo Papa. “San Pedro Claver no se quedó parado: después del primer paso, siguieron otros, y otros, y otros. Su ejemplo nos hace salir de nosotros mismos e ir al encuentro del prójimo. COLOMBIA, TU HERMANO TE NECESITA, VE A SU ENCUENTRO LLEVANDO EL ABRAZO DE PAZ, LIBRE DE TODA VIOLENCIA, ESCLAVOS DE LA PAZ PARA SIEMPRE”. Este sello pontificio a su homilía final en Cartagena, debería convertirse en la CALCOMANÍA DE TODA PUERTA, quizás en el TATUAJE DE TODO BRAZO humano. ¡¡ESCLAVOS DE LA PAZ PARA SIEMPRE!! Los bendigo a todos. Y como el Papa Francisco, me atrevo a pedirles un favor: “Recen por mí”. Yo lo hago por todos, sin excepción. + Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali