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Iglesia

Vie 22 Sep 2017

Iglesia caribeña fija ruta por la Reconciliación y la Paz

Durante 3 días en el municipio de Salgar – Atlántico, las jurisdicciones eclesiásticas del Caribe colombiano se dieron cita para trabajar en una hoja de ruta que lleve a un proceso de reconciliación y Paz en esta zona del país. En un mensaje final, los obispos reafirmaron el llamado del Papa Francisco sobre el cuidado de la Casa Común y se comprometieron a trabajar como región caribe por este fin “procurando alcanzar ese nuevo acuerdo para vivir juntos en un pacto social y cultural”. “Promovemos el estudio, conocimiento y aplicación de la Carta encíclica Laudato Sí del Papa Francisco como nuestra mayor preocupación por el cuidado de la Casa Común, reconociendo que las discusiones que antes se daban en congresos o revistas de orden científico, hoy, con esta encíclica, trasciende estos ámbitos y alcanza al ciudadano de a pie que vive cotidianamente los embotellamientos del tráfico y al campesino de nuestra Región Caribe incapaz, por el daño causado a la creación, de prever el tiempo de lluvia o de sequía para sembrar o cosechar”, anuncia el documento. Los prelados señalan que asumirán el reto de trabajar por el cuidado del agua y recuerdan que este precioso líquido es “un don de Dios, un derecho vital y un Bien Común” al que todos tenemos la oportunidad de acceder por justicia. “Aceptamos, como hombres y mujeres de un Caribe que no ha hipotecado su esperanza el gran debate de hoy: ¿Si el agua es fuente de vida para nuestros pueblos y comunidades, puede ser también fuente de lucro para unos pocos? Creemos y reafirmamos que el agua que riega nuestra región caribe es un don de Dios, un derecho humano vital y un Bien Común. Acceder al agua es una cuestión de justicia y de sostenibilidad social y política de todo el Caribe” Concluido este encuentro en el que participaron 7 obispos de la región caribe, representantes de las pastorales sociales, miembros del Programa de Desarrollo y Paz, de las vicarías de Pastoral de las jurisdicciones eclesiásticas, de la Red Nacional de Programas de Desarrollo y Paz, de Universidades, Empresarios y Entidades de Cooperación, acompañados por INTERTEAM, los asistentes asumieron la tarea de trabajar en una agenda común en la que haya participación de la comunidad y la clase dirigente, con el fin de erradicar la pobreza de esta zona del país. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 21 Sep 2017

Así avanza Semana por la Paz en Tumaco

En el marco de la Semana por la Paz, la diócesis de Tumaco a través de la Pastoral Social y con el apoyo del proyecto Fortaleciendo, realizó el encuentro juvenil por la paz, evento que convocó cerca de 400 jóvenes de diversas instituciones educativas. Durante este espacio los jóvenes tuvieron la oportunidad de compartir sus vivencias en torno a la práctica de la paz en sus familias, su comunidad y el colegio. La lúdica y la recreación, fueron las herramientas pedagógicas para lograr que los jóvenes hicieran conciencia del flagelo de la violencia para luego constituirse en gestores de paz y reconciliación. Los profesionales de la diócesis de Tumaco, facilitaron el encuentro en donde les enseñaban a los muchachos métodos de paz y reconciliación. "Los salahondeños, viven la Semana por la paz" Así mismo, durante una jornada por la paz, programada para este viernes 22 de septiembre, en el municipio es Francisco Pizarro, cabecera municipal es Salahonda sus habitantesvivirán un camino intenso de sensibilización acerca de la importancia de la paz en los corazones de cada persona, de la familia y la comunidad. La jornada por la paz, tendrá inicio en el parque principal del municipio de Francisco Pizarro, con el concurso de pintura infantil para niños (as); posteriormente el concurso de canto para los jóvenes, con mensajes alusivos a la paz y finalmente a las 12 m. se presentará el teatro por la paz de la diócesis de Tumaco, este último visibilizará el flagelo de la violencia en este territorio y la importancia que la paz tiene para el desarrollo humano integral en las comunidades.

Mar 19 Sep 2017

Iglesia invita al encuentro nacional de agentes de reconciliación y paz

Una vez más, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), realizará en Bogotá “Cuarto Encuentro Nacional de Agentes de Reconciliación y Paz en Zona Veredal Transitoria de Normalización (ZVTN) - Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR)” Este escenario convocará a sacerdotes, religiosas, agentes pastorales, víctimas del conflicto armado y comunicadores sociales que trabajan en comunidades aledañas a las antiguas zonas veredales transitorias, hoy Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), creados en el marco de la implementación del Acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las Farc. Según lo han manifestado sus organizadores, el encuentro tendrá como contexto lo ocurrido hasta el día “D+240” previsto en el Acuerdo número 3, y buscará “evaluar con los representantes de las regiones, los logros, dificultades y retos existentes en ese proceso, desde el escenario político, administrativo, electoral y de seguridad que ya se empieza a configurar”. Entre los expositores y moderadores de los diferentes espacios y actividades que se realizarán durante los dos días del Encuentro estarán las doctoras Socorro Ramírez y Consuelo Corredor, el doctor Ernesto Borda y el doctor Juan Mayr, todos miembros de la CCN; el doctor Rafael Guarín, analista político, y el doctor Néstor Raúl Correa, Secretario de la Jurisdicción Especial para la Paz; así como representantes de Naciones Unidas y de las Farc. El evento se llevará a cabo los días 28 y 29 de septiembre en las instalaciones del Hotel Holiday Inn de la calle 26 en Bogotá. Fuente: Of. Comunicaciones / Comisión de Conciliación Nacional

Lun 18 Sep 2017

Las últimas horas del “Mártir de Armero”

Por: P. Jorge Enrique Bustamante Mora - Pedro María Ramírez ya es Beato, desde el 8 de septiembre, pero el pueblo desde hace décadas lo llama “El mártir de Armero”; algunos se preguntan porque lo hicieron beato. En sencillo, por tres razones: 1. Porque vivió de manera extraordinaria las virtudes cristianas; 2. Porque en su vida y sobre todo en su muerte se descubren rasgos heroicos en la vivencia de la fe; 3. Porque su muerte fue por la fe, por amor a la Iglesia y su mensaje de salvación. Su martirio no es una muerte más, es una entrega oblativa por amor a Dios aceptando valerosamente el camino de la muerte violenta sin buscarla y de igual modo sin huir de ella. Las noticias del “Bogotazo” lo sorprendieron, ese 9 de abril en la tarde, regresando del hospital de visitar a los enfermos; al llegar al templo, hizo el traslado del Santísimo a la capilla del Colegio de las Madres Eucarísticas, con ellas y las alumnas rezó el rosario y otras oraciones; permaneció en ésta capilla en oración, aquí lo sorprendió el primer ataque al tempo con piedras y palos; se registró un segundo ataque hacia las 5:00 p.m., la turba ebria de alcohol e injustificada cólera contra la Iglesia derribó a machetazos las puertas; el padre permanecía en la capilla de las hermanas arrodillado frente al Santísimo, a quien él llamaba, “el Amito”; en este ataque un hombre con machete en mano le dijo: “por esta cruz que en estos días lo mato”. Comió poco, y se acostó hacia la media noche en un lecho adecuado en medio de las ruinas de la destrucción vandálica. Madrugó, a las 5:30 am celebró con las religiosas su última eucaristía, aunque todo este sábado estuvo preocupado por la celebración de las tres misas del domingo. Después de las ocho de la mañana expidió, a petición de un anciano interesado, un certificado para sepultar a una niña; informado de los detenidos y heridos fue a la cárcel a prestar sus servicios, regresó triste porque un herido no quiso recibir el sacramento de la confesión. Su camino fue acompañado de expresiones: “¡metan ese cura a la cárcel!, ¡abajo los curas! ¡Curas asesinos!” El alcalde lo invitó a refugiarse en su casa y no regresar a la casa cural, el valiente sacerdote respondió, “Yo no dejo solos, a Jesús Eucaristía y a las madres”, refiriéndose a las religiosas. Ante las sugerencias de las hermanas y el sacristán de huir, dijo: “de ninguna manera, yo no huyo, porque cuantas veces entro en la capilla y consulto a mi Amito, Él me dice que permanezca en mi sitio”. A las doce tomó un ligero alimento y mientras comía confió un encargo a la Madre superiora pidiéndole que lo pusiera por escrito, ante la respuesta de la religiosa que no tenía fuerzas para escribir, él mismo pidió papel y lápiz y escribió su “Testamento Espiritual”, el que inicia con “De mi parte deseo morir por Cristo y su fe” y siguen sentidas acciones de gracias a su obispo, a su director espiritual, a su familia y a las Madres Eucarísticas; no sin manifestar su deseo de sufrir por su parroquia: “…ministro y sacerdote del pueblo, hoy Armero, por quien quiero derramar mi sangre”. Luego del almuerzo permaneció en la capilla en oración, revestido con roquete y estola; las que se quitó solo cuando era llevado al martirio, unos pasos antes de llegar a la puerta que daba al parque se las quita y las entrega a una mujer, diciéndole: “Tome hija, guárdelos para que no los profanen” A las 4:40 pm. del 10 de abril, en la plaza de parque de Armero se sembró la palma victoriosa del martirio. Pedro María recibió el primer machetazo en la cabeza, cayó de rodillas y limpiándose la sangre de su cara con sus propias manos sacerdotales, dijo: “¡Padre, Perdónalos!¡Todo por Cristo! Recibió un segundo machetazo y un violento golpe en la nuca con una varilla, a este punto todo está consumado. Sus últimas horas fueron la vivencia heroica de la fe; estuvieron marcadas por la profunda convicción de una íntima espiritualidad sacerdotal. La amenaza se recrudecía y él permanecía en su puesto de sacerdote y en favor de su pueblo; rosario, oraciones, súplicas, vigilia, silencio meditativo, confianza absoluta en Jesús, preocupación por su ministerio y las misas dominicales, por sus enfermos del hospital a quienes visita, por sus heridos y presos asistiéndolos aún en medio de los más virulentos ataques de desprecio. Estas horas son las horas del hombre sacerdote, que revestido con sus ornamentos: sotana, roquete, estola dobla rodillas delante de su Amito y sabe escuchar a quien ha servido en su ministerio sacerdotal. Su preocupación sus dos amores: Jesús Eucaristía y el pueblo de Dios que se hace concreto en tantos necesitados y de manera particular en las “Madres” mujeres religiosas indefensas. Por toda esta vivencia heroica y única, el pueblo desde pronto lo llamó “El mártir de Armero”. No puedo dejar de alegrarme por la Iglesia colombiana, y pedir al beato Pedro María que ruegue por nuestra patria para que cese la violencia y florezca la paz; así mismo pedir su intercesión por la vida vocacional para que muchos jóvenes respondan valientemente al llamado del Señor y lo entreguen todo por amor a Cristo; que él, el “mártir de Armero”, nos alcance estos dones, y de manera particular para el Seminario y diócesis en la que él se formó y vivió su ministerio, Hoy la Arquidiócesis de Ibagué –Tolima, a la que orgullosamente pertenezco y en la cual Dios me formó y me concedió la gracia del Ministerio Sacerdotal. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Jesús el Amito! P. Jorge Enrique Bustamante Mora Director del Departamento de Doctrina y Animación Bíblica de la CEC [email protected]

Vie 15 Sep 2017

Gracias Papa Francisco por tanto

Por: Ismael José González Guzmán - Durante estos cinco días de visita y peregrinaje del papa Francisco por Colombia, hemos sido testigos de la gratuidad del amor de Dios, al escuchar del sucesor de Pedro, un mensaje que nos invita como sociedad a dar ese primer paso hacia una autentica cultura del encuentro, donde sea posible construir puentes que nos ayuden a experimentar desde la perspectiva del evangelio, la alegría, la esperanza, la paz, el perdón y la reconciliación entre todos los colombianos. El Papa nos ha recordado que el principio de la alegría, es saber que Dios nos ama con amor de padre, que no es selectivo y no excluye a nadie, porque todos somos importantes y necesarios para Él. Con esta consigna, no debemos tenerle miedo al futuro, tampoco a volar alto y soñar grande. Es momento de romper con esa atmosfera del relativismo y no acostumbrarnos al dolor y sufrimiento del otro, porque todos somos parte de algo grande que no une y nos trasciende; la sociedad. Es hora de comprometernos a descubrir esa Colombia que se esconde detrás de las montañas, la cual se constituye en una riqueza por la calidad humana de su gente, de aquellos hombres y mujeres de espíritu acogedor y bondadoso a los cuales les han robado la fe, la esperanza y la alegría a causa de la injusticia social. Nuestra historia de violencia, dolor, muerte y sufrimiento, bien puede ser leída desde el Cristo crucificado de Bojayá, mutilado y herido, pero con un rostro que nos mira y enseña, que el Señor no es ajeno al sufrimiento de su pueblo y que el odio no tiene la última palabra, porque el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. Esto debe motivarnos a caminar juntos y transformar el dolor en fuente de vida y resurrección, para que junto al Señor aprendamos la fuerza del perdón, la grandeza del amor. Es hora de romper con el ciclo perverso que ha engendrado violencia, odio y muerte en Colombia. Esto sólo es posible, a través del perdón, la reconciliación y sobre todo con la verdad, compañera inseparable de la justicia y de la misericordia para construir la paz. La verdad no debe conducir a la venganza, sino más bien a contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus parientes desaparecidos. Es confesar qué pasó con los menores de edad reclutados por los actores violentos. Es reconocer el dolor de las mujeres víctimas de violencia y de abusos. Siempre es rico incorporar en nuestros procesos de paz la experiencia de sectores que, en muchas ocasiones, han sido invisibilizados, para que sean precisamente las comunidades quienes coloreen los procesos de memoria colectiva. En el encuentro entre nosotros redescubrimos nuestros derechos, recreamos la vida para que vuelva a ser auténticamente humana. En efecto, la casa común de todos los hombres debe continuar levantándose sobre una recta comprensión de la fraternidad universal y sobre el respeto de la sacralidad de cada vida humana, de los pobres, de los ancianos, de los niños, de los enfermos, de los no nacidos, de los abandonados, de los que se juzgan descartables porque no se los considera más que números de una u otra estadística. La casa común de todos los hombres debe también edificarse sobre la comprensión de una cierta sacralidad de la naturaleza creada. La historia nos pide asumir un compromiso definitivo en defensa de los derechos humanos y dar el primer paso es, salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor. Él nos pide siempre dar un paso decidido y seguro hacia los hermanos, renunciando a la pretensión de ser perdonados sin perdonar, de ser amados sin amar. Si Colombia quiere una paz estable y duradera, tiene que dar urgentemente un paso en esta dirección, que es aquella del bien común, de la equidad, de la justicia, del respeto de la naturaleza humana y de sus exigencias. Gracias papa Francisco por tanto, ahora nos corresponde a nosotros los colombianos, acoger su mensaje y construir juntos aquellos puentes que nos permitan vivir en una Colombia en paz, reconciliada, unida y esperanzadora en el mañana. Ismael José González Guzmán, PhD (c) Director Ejecutivo del Centro Estratégico de Investigación, Discernimiento y Proyección Pastoral de la Conferencia Episcopal de Colombia [email protected][email protected] Twitter: @cenestrategico

Jue 14 Sep 2017

Unámonos en acción de gracias por la visita del Papa

La Conferencia Episcopal invita para que el próximo 17 de septiembre, en todas las parroquias del país, se celebre una eucaristía en acción de gracias por la reciente visita del Papa Francisco a Colombia. Para vivir este momento se ha elaborado un subsidio con las lecturas litúrgicas para este domingo y una oración para que, junto con los fieles se haga en agradecimiento por la presencia del Vicario de Cristo en nuestro país. Se inicia así, por parte de la Conferencia Episcopal de Colombia, un camino para reforzar el mensaje de fe, esperanza y reconciliación que el Santo Padre compartió con el pueblo colombiano. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar subsidio[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar oración[/icon]

Jue 14 Sep 2017

Iglesia continúa apoyando crisis humanitaria de venezolanos en Colombia

La Iglesia Católica colombiana ha entregado ayudas humanitarias a 23.900 personas principalmente en Arauca, Ipiales, Cúcuta y el Atlántico. Se espera seguir apoyando en alianza con Cáritas Internationalis con una estrategia de ayuda humanitaria. Desde la labor pastoral, se han llevado a cabo programas para cubrir las necesidades básicas (refugio, seguridad alimentaria, medicamentos y apoyo en la socialización de rutas de atención) de la población venezolana en el país, tanto en las jurisdicciones eclesiásticas de frontera (Riohacha, Cúcuta y Arauca), como aquellas donde están llegando un alto número de migrantes venezolanos (Barranquilla, Riohacha, Montería, Bogotá e Ipiales).También ha sido muy importante la vinculación de los bancos de alimentos en estos apoyos humanitarios. Bajo el Programa de Refugiados SNPS/ACNUR, hasta agosto de 2017 se han atendido 106 casos de venezolanos (que corresponden a 183 personas). De esa cifra se tienen 42 casos solicitantes de asilo (83 personas); y personas orientadas que no solicitaron asilo: 64 casos (100 personas). Las personas están saliendo de Venezuela porque: • No tienen medicinas para tratar ciertas condiciones o enfermedades (mujeres embarazadas, diabéticos, hipertensos, personas con VIH). • Personas que salieron porque no había comida. • Personas que temen por la situación de violencia generalizada que se está viviendo en Venezuela, especialmente en Caracas, donde los altos índices de inseguridad, impiden el desarrollo de una vida tranquila. • Personas que efectivamente están huyendo porque sus opiniones políticas les generaron una situación de persecución. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon] Invitación del Papa Francisco «Nuestra respuesta común se podría articular entorno a cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar», este es el mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial del Emigrante 2018, siendo esta una invitación a ayudar a mitigar las problemáticas propias de las migraciones contemporáneas que se registran no solo en Venezuela, sino también en países del Medio Oriente. En su visita a Colombia el Papa elevó una oración de manera especial por la vecina Venezuela, “expreso mi cercanía a cada uno de los hijos e hijas de esa amada nación, como también a los que han encontrado en esta tierra colombiana un lugar de acogida… Hago un llamamiento para que se rechace todo tipo de violencia en la vida política y se encuentre una solución a la grave crisis que se está viviendo y afecta a todos, especialmente a los más pobres y desfavorecidos de la sociedad”.

Sáb 9 Sep 2017

Obispo Castrense presenta al Santo Padre su comunidad cristiana

El día de ayer el Santo Padre saludó a un grupo de soldados y policías heridos en combate, igual que a la señora Emperatriz Castro, mamá del señor Mayor Julián Ernesto Guevara Castro asesinado en cautiverio a finales de enero de 2006. El Papa Francisco resaltó la importante misión que desempeñan los que defienden la seguridad y la Paz del pueblo colombiano, al finalizar su saludo impartió la bendición apostólica para todos los miembros del Sector Defensa. El Director de la visita del papa a Colombia Monseñor Fabio Suescún Mutis, presentó al Santo Padre el personal del Ministerio de Defensa que hace parte de su comunidad de la diócesis Castrense. Este momento ocurrió en el Comando Aéreo de Combate (CATAM) en momentos previos a que el sucesor de Pedro tomara su vuelo para Villavicencio. El Vicario de Cristo pronunció un corto saludo a la delegación del Ministerio de Defensa donde asistieron el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Guillermo Escobar, autoridades y uniformados de las Fuerzas Militares, Policías, personal del Obispado Castrense y héroes de la patria. “Quiero agradecer lo que han hecho y lo que hacen por La Paz. Es como lo que hizo Jesús, puso en juego su vida y nos la entregó para salvarnos (…) Gracias de corazón por todo eso. Ojalá puedan ver consolidada la paz que la merecen” expreso el Obispo de Roma. Para finalizar el encuentro el Sumo Pontífice pidió rezar en silencio por todos los caídos y heridos que ofrecieron sus vidas.