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Iglesia

Jue 5 Oct 2017

Acción de gracias por Beatificación de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo

Con una eucaristía presidida por el Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Oscar Urbina Ortega, la Iglesia de Arauca dio un acción de gracias por la beatificación de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo, primer pastor de esta Jurisdicción. Durante su homilía el arzobispo calificó al nuevo Beato como el apóstol de la Paz y habló de la fuerza de su amor y entrega a Dios y a esta tierra. “En la Cruz hay dos caras: la cara oscura está detrás, donde está escondida la violencia, la maldad que sobre aquel mártir del Gólgota se dio en la tarde del viernes santo. (…) Pero en la otra cara, la que para nosotros cada día siempre es más visible, está el signo poderoso que no podrá ni siquiera la muerte destruir, la fuerza del amor que se hace entrega, servicio, compañía, ternura, acompañamiento, escucha, dialogo, solidaridad, perdón, NO violencia y Paz”, afirmó el prelado. Recordó que esta nación no está condenada a la violencia, ni a vivir con miedo, más bien, a vivir con esperanza “porque Dios la enriqueció como ninguna otra, con una riqueza natural maravillosa que se inicia aquí, en esta tierra – continuó - Dios la enriqueció con nosotros, una raza capaz de poder construir una nación fraterna, justa, amable, como esta tierra y llena de paz". Monseñor Urbina Ortega finalizó su homilía afirmando que no hay paz plena sin reconciliación y pidió la intercesión de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo, de quien dijo “vivió con amor generoso y silencioso, para que llegue la paz a esta tierra y a nuestra nación”. El acto litúrgico se realizó en Santa Isabel, vereda donde hace 28 años fue el martirio de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve. Asistieron 25 obispos, sacerdotes y religiosas de varias zonas del país, fieles laicos. Además hicieron presencia los misioneros Javerianos del Yarumal y una delegación del Municipio de Santo Domingo, Antioquia, lugar de nacimiento del Beato. Por su parte el Nuncio Apostólico, monseñor Ettore Balestero, estuvo presente el día 02 de octubre donde celebró una eucarística en la Catedral Santa Barbara, durante su homilía se refirió al Beato Jesús Emilio Jaramillo, como un mártir que dio su vida por el mensaje de Jesucristo. “Su fortaleza radicó en la perseverancia por llevar el mensaje del Hijos de Dios a lo más recóndito de estas tierras araucanas”, aseveró. La acción de gracias se realizó por primera vez en Arauca, el pasado 03 de octubre fecha litúrgica que fue instituida por la Santa Sede para conmemorar la fiesta del Beato Jesús Emilio Jaramillo.

Mié 4 Oct 2017

El Vaticano advierte a la FAO sobre las dificultades del sector pesquero

El Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO (Food and Agriculture Organization), monseñor Fernando Chica Arellano, lamentó –en su discurso pronunciado en la VI edición del Congreso Internacional sobre cambio climático y pesca, promovido por la FAO y que del 3 al 5 de octubre se está celebrando en la ciudad española de Vigo- que en el sector de la pesca “se detectan graves violaciones de los derechos humanos de los pescadores”, a pesar de que “la pesca y la acuicultura son esenciales para la prosperidad económica de muchísimas regiones y particularmente para las comunidades costeras de numerosos países en vías de desarrollo”. Monseñor Arellano advirtió contra esa degradación del sector pesquero “que esconde formas de violaciones de los derechos humanos, de trabajo forzado y de tráfico de seres humanos”. Esas violaciones “tienen entre sus posibles causas precisamente fenómenos como la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”. La pesca ilegal e indiscriminada causa “el agotamiento gradual de los recursos pesqueros en las aguas costeras y ha obligado a los pescadores a trasladarse hacia zonas más alejadas de la costa. Esto ha hecho necesario reclutar a tripulaciones que permanecen en los pesqueros durante largos períodos de tiempo”. La mayor permanencia en el mar supone un aumento de los costes y esto “ha provocado el que se contrate a trabajadores ‘de bajo coste’, por así decirlo, que permitan un ahorro salarial”. “En general, los miembros de estas tripulaciones provienen de áreas muy pobres”, señaló el representante vaticano. “Son personas sumidas en la miseria y lastradas por la falta de trabajo. Muchas de ellas son jóvenes, a menudo analfabetos o con un bajo nivel de educación y que pueden, por lo tanto, ser fácilmente engañados. Otros, en cambio, poseen un diploma otorgado por escuelas náuticas y aceptan cualquier trabajo con tal de no esperar indefinidamente un empleo mejor pagado en la marina mercante”. En su argumentación, señaló a “las agencias de reclutamiento sin escrúpulos”, que “proponen el trabajo en los pesqueros como llevadero y bien pagado y hacen firmar a sus víctimas un contrato que prevé un salario que muy raramente se puede calificar de justo”. En ocasiones, incluso se pide a los pescadores pagar “una cierta cantidad de dinero con el fin de obtener el trabajo y son obligados así a endeudarse ellos mismos y sus familias y a hipotecar la propia tierra”. “Una vez que han subido a bordo, los pescadores se encuentran con la cruda realidad. Pueden vivir aislados en los pesqueros durante varios años, lo cual vuelve imposible el desarrollo de una normal vida familiar y social”. Aunque resulte paradójico, el desarrollo de la tecnología pesquera ha favorecido esta explotación del trabajador del mar, ya que “las naves en donde embarcan son enormes y no tienen necesidad de atracar en los puertos, pues disponen de embarcaciones más pequeñas, con las que es posible transportar a tierra lo que se ha pescado y abastecerse de carburante”. “La falta de acceso a los puertos, por lo tanto, impide la huida de los pescadores víctimas de los atropellos, así como el que puedan solicitar asistencia a las autoridades, muchas veces implicadas en la trata”. Las condiciones dentro de los pesqueros son terribles, denunció: “los pescadores están obligados a trabajar entre 18 y 20 horas al día, 7 días a la semana, a menudo soportando inclementes condiciones meteorológicas; frecuentemente andan faltos de alimentos y el agua potable se distribuye de forma racionada; la privación de horas de sueño, las enfermedades y la malnutrición facilitan que se produzcan accidentes laborales; carecen de equipamientos de seguridad, de una digna y adecuada asistencia médica y de medicinas; los camarotes son estrechos y no respetan las normas higiénico-sanitarias más elementales”. Abusos físicos y verbales, amenazas, homicidios, violencia sexual y esclavitud son otros de los ataques contra los derechos humanos de los trabajadores del mar apuntados por el Observador de la Santa Sede en la FAO (Food and Agriculture Organization). Además, advirtió que estas graves irregularidades cometidas en el sector pesquero que suponen un grave daño contra el medio ambiente como consecuencia de la sobrepesca que está esquilmando los océanos. Según la FAO, explicó, “a nivel global, en la captura de un tercio de los peces que se pescan no se respeta el ritmo de los tiempos que se necesitan para asegurar su reproducción en niveles biológicamente sostenibles”. “Esta depredación ha de ser frenada porque el desarrollo económico y el amplio espectro de beneficios ligados a este sector no pueden afectar a la salvaguarda del medioambiente ni dejar de considerar las necesidades de las personas que vendrán después de nosotros”. Por ello, abogó por garantizar el trabajo digno de los trabajadores del mar. “Hablar de trabajo digno significa reconocer sobre todo la centralidad y la dignidad de la persona humana. De hecho, solamente el reconocimiento de la centralidad y de la dignidad humana hace posible la promulgación de normas que tutelan el trabajo digno”. En este sentido, destacó el compromiso de la iglesia, que “siempre ha mirado con especial predilección a los que viven y trabajan en el mar”. La Santa Sede, “que siempre ha mostrado una significativa sensibilidad por los trabajadores de la mar, está dispuesta a ofrecer su propio apoyo a los gobiernos, a las organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales, a las organizaciones de la sociedad civil y del sector privado y a todos los que quieran defender el trabajo decente en la pesca y en la acuicultura”, indicó. Fuente: Agencia AICA

Mié 4 Oct 2017

Papa convoca a jóvenes creyentes y no creyentes para preparar Sínodo

Con miras al próximo Sínodo de los Obispos que se celebrará en Roma del 19 al 24 de marzo de 2018, el papa Francisco convocó a jóvenes de todo el mundo católicos, de otras confesiones o no creyentes para que sean parte de la preparación de este evento. El anuncio lo hizo durante la audiencia general de hoy celebrada en la Plaza de San Pedro y aseguró que esta reunión "se incluye en el camino de preparación" de cara al Sínodo que tendrá como tema "Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional". “Con este camino, la Iglesia quiere ponerse a la escucha de la voz, la sensibilidad, la fe y también las dudas y críticas de los jóvenes. –Tenemos que escuchar a los jóvenes-. Para ello, las conclusiones de la reunión de marzo serán transmitidas a los Padres sinodales", dijo el pontífice. Por su parte, la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, en una carta firmada por el cardenal Lorenzo Baldisserri, agradecieron la iniciativa propuesta por el Santo Padre y aseguraron que "esto permitirá a los jóvenes expresar sus expectativas y deseos, así como sus incertidumbres y sus preocupaciones frente a los complejos acontecimientos del mundo actual". Para planear los temas se ha elaborado un documento preparativo y un cuestionario que se envió a los Sínodos de los Obispos, a los Consejos de los Jerarcas de las Iglesias Orientales Católicas, a las Conferencias Episcopales, a los Dicasterios de la Curia Romana y a la Unión de Superiores Generales. Los resultados de este cuestionario, servirán para la redacción del Documento de trabajo o "Instrumentum laboris", punto de referencia para la discusión de los Padres sinodales en el 2018. Foto: Tomada de internet

Lun 2 Oct 2017

Iglesia en Bucaramanga vive la semana Bíblica

En el marco de la semana Bíblica, la arquidiócesis de Bucaramanga, a través de la oficina de Animación Bíblica de la Pastoral, ha venido animando esta jornada que busca entronizar la palabra de Dios en los templos, capillas y en hogares. Para vivir esta jornada, la delegación de animación bíblica ha elaborado unos talleres que “invitan a profundizar y a conocer más sobre la vida de algunos personajes de la biblia, los cuales mostraron con su ejemplo de vida las cosas maravillosas que Dios puede hacer por nosotros”, estos subsidios están siendo aplicados en las parroquias a los diferentes grupos apostólicos. Así mismo, los organizadores han invitado para que durante esta semana bíblica, que finaliza el 08 de octubre, en templos, capillas y en los hogares se ubique un altar sencillo para la Biblia y así recordar que la Sagrada Escritura es fuente a la que se puede acudir.

Vie 29 Sep 2017

Experiencia de acompañamiento de Iglesia católica en Zona Veredales

Durante la jornada del V Encuentro de Agentes de Reconciliación y Paz en las Zonas Veredales Transitorias de Normalización, ahora conocidas como Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, se presentaron diversas experiencias de acompañamiento, en el marco de la implementación de los Acuerdos de La Habana. El sacerdote Marcel Gamboa Valencia, Misionero Claretiano de la parroquia Nuestra Señora del Carmen en la vía carretera Tumaco – Pasto, destacó el rol de la Iglesia Católica en esta zona, precisando que “en la Diócesis de Tumaco, en sus diez municipios en la costa pacífica, hemos buscado la inclusión y participación de la población civil y que se pueda tener un poco de conocimiento sobre qué son los acuerdos, que no nos quedemos en el pensamiento que solo Tumaco es punto 1 o punto 4: sustitución de cultivos o territorio. Tumaco es más allá y se está trabajando desde la Iglesia para ayudar a visibilizar este compromiso en la construcción de hombres y mujeres al proceso de paz”. El religioso enfatizó además que “la zona transitoria ha sido un espacio de acercamiento” para los hombres y mujeres que llegaron. Como Iglesia, precisó “nos queda ese desafío que ellos tengan la confianza y que todo el pueblo que los recibe lo hagan como persona humana que cometieron un error en el pasado pero que ese error nos une y nos fortalece para enfrentar la realidad que vamos a asumir hoy”. Finalmente, frente a la situación de orden público de la zona, el misionero claretiano explicó que existe presencia de diversos grupos no identificados lo que ha hecho más compleja la situación.

Vie 29 Sep 2017

Explicar el dolor

Escrito por: P. Raúl Ortiz Toro - Ni las preguntas sobre la existencia de Dios, ni sobre la virginidad de María, ni los cuestionamientos de los protestantes o los tristes casos de corrupción dentro o fuera de la Iglesia me han puesto tanto en aprietos como lo ha hecho la pregunta sobre la razón del dolor humano, máxime cuando son los niños quienes lo soportan o son ellos las víctimas fatales. Ninguna pregunta es tan misteriosa. Por ejemplo, estoy pensando en los niños muertos en los terremotos, en los huracanas, por causa de la violencia, del abuso, de las enfermedades. Muchos han intentado responder esta pregunta y se han quedado simplemente en el preámbulo. ¿Será una pregunta sin respuesta? ¿Se tratará de una pregunta retórica? Por supuesto la teología tiene una respuesta: desde el Génesis el dolor tiene una razón de ser como consecuencia del pecado. Incluso, la teología escolástica habló de la diferencia entre la voluntad activa de Dios (por la cual Él quiere el bien para el hombre) y su voluntad permisiva (por la cual permite el mal para sacar de allí un bien mayor). Es más: Cristo encarna en su propia persona como Hijo de Dios el dolor de la humanidad, del inocente, del que sufre como consecuencia del pecado de los otros. Él, que no tenía pecado, terminó siendo reo de muerte pero salió victorioso en la resurrección. La teología es una disciplina iluminadora, es fundamental para la vida de fe, pero no puede caer en el simplismo de las respuestas académicas ni estar desencarnada de la realidad. Por ello la teología necesariamente debe ir acompañada de actos concretos y, en el caso particular del dolor, de actos de solidaridad. Creo que la solidaridad hace concretas las respuestas teológicas. Leyendo el hermoso relato de la poeta Piedad Bonett titulado “Lo que no tiene nombre” donde hace una especie de catarsis espiritual tras la muerte de su joven hijo, sentí vergüenza ajena con estas líneas, cuando la autora cuenta el momento del funeral: “El sacerdote, un hombre joven que queriendo parecer simpático y desenvuelto me ha hecho bromas insulsas y extemporáneas antes del oficio, repite vaguedades y lugares comunes sobre Daniel, y a la hora de la homilía cuenta anécdotas triviales que aspiran a parecer sabias…” Entonces me pregunto: como sacerdote, pero sobre todo como ser humano ¿he sabido llegar al corazón del que sufre? Cuando celebro unas exequias ¿tengo buen trato hacia los dolientes? Cuando alguien siente dolor ¿Cuáles son mis palabras de consuelo? ¿He caído en la trivialidad de quien ve el dolor como algo normal? ¿Soy indiferente ante el mal que sufren los demás? Para intentar en algo explicar el dolor humano, sobre todo el de los niños, cuando unos padres me preguntan por qué murió su niño recién nacido, por qué fue abusada su pequeña, por qué su hijo sufre matoneo, etc. lo primero que hago es pedirles que hagamos un momento de oración; breve, espontáneo, pero sincero. “Señor, danos tu paz, que sepamos entender este momento de la vida y tengamos mirada amplia para saber lo que quieres de nosotros, valorar más lo que tenemos, corregir nuestros equívocos. Danos tu paz, Señor”. Un momento de silencio, un abrazo, una palabra de consuelo y de ánimo. Luego la escolástica; porque la solidaridad es la mejor respuesta al dolor. P. Raúl Ortiz Toro Docente del Seminario Mayor San José de Popayán [email protected]

Mié 27 Sep 2017

Reconciliación y paz en la agenda de la Iglesia

Los días jueves 28 y viernes 29 de septiembre la Iglesia Católica, a través de su Comisión de Conciliación Nacional –CCN-, realizará el ‘IV Encuentro Nacional de Agentes de Reconciliación y Paz’. La instalación del evento será a las 8:00 am, en el Hotel Holliday Inn de la Calle 26 en Bogotá, por monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y presidente tanto de la Conferencia Episcopal de Colombia como de la CCN. Desde este ‘Encuentro’ se pretende evaluar, con los representantes de los espacios territoriales de capacitación y reincorporación, los logros, dificultades y retos existentes en la implementación de los acuerdos en el escenario político, administrativo y de seguridad del país, alcanzados entre el Gobierno y las Farc. La jornada de disertación del primer día permitirá igualmente, conocer y analizar el impacto del proceso de paz en Colombia y considerar los efectos del contexto internacional cercano sobre los procesos de paz y los comicios electorales que se avecinan. El segundo día tendrá otro espacio, donde la temática se centrará básicamente en conocer la visión y el protocolo elaborado para la verificación del cese bilateral al fuego pactado entre el Gobierno Nacional de Colombia y el Ejercito de Liberación Nacional (ELN), desde una perspectiva pastoral. Para dar a conocer la visión actual del equipo negociador del Gobierno, estará Juan Camilo Restrepo, quien explicará sobre la articulación de los protocolos de veeduría y verificación (según experiencias previas), y también estarán presentes representantes de las Fuerzas Militares. Entre los expositores y moderadores de los espacios y actividades que se realizarán durante los dos días del Encuentro estarán Socorro Ramírez, Consuelo Corredor, Ernesto Borda y Juan Mayr, miembros de la CCN; Rafael Guarín, analista político, y Néstor Raúl Correa, Secretario de la Jurisdicción Especial para la Paz. También han sido invitados representantes de Naciones Unidas y de las Farc. Estarán participando de estos dos encuentros, obispos, sacerdotes, agentes pastorales, representantes de víctimas y periodistas de comunidades aledañas a Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación de miembros de las Farc (antiguas ZVTN).

Sáb 23 Sep 2017

¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?

Por: Mons. Omar de Jesús Mejía Giraldo - Una parábola más sobre el Reino de los Cielos nos presenta el evangelista San Mateo en boca de Jesús, el Señor. Sigue el Maestro instruyendo a sus discípulos y ahora utiliza la figura de un propietario, quien necesita obreros para su viña y sale de mañana a contratar operarios, oficio que se extiende a lo largo del día, como signo de la obra de Dios que continuamente está invitando al apostolado en su viña. El día de trabajo significa la vida misma del discípulo, quien es invitado a la misión en la construcción del Reino; el denario, es el Reino de los Cielos, que será la paga igual de protuberante para todos aquellos que se sumen a la extensión del Reino de Dios. Todo aquél que se dedica a las cosas de Dios finalmente recibirá el mismo salario, aún los últimos. Ejemplos bíblicos: El buen ladrón (Lc 23,35-43); la mujer que con sólo tocar el vestido de Jesús quedó sana (Lc 8,47); el buen pastor que deja las noventa y nueve ovejas para buscar la perdida: “hay más alegría en el cielo por un solo pecador que se arrepiente que por las noventa y nueve que están aseguradas” (Lc 15,7)… Lo que el evangelio nos quiere decir en última instancia es que el Reino de los Cielos es siempre un don de la misericordia de Dios. En la parábola se hace notar explícitamente que el propietario da la misma paga a todos, a quienes soportaron el peso y el bochorno del día y a quienes trabajaron sólo un momento. Los que empezaron la jornada desde temprano protestaron contra su amo. Lo primero que hace notar la parábola es que el precio de la paga había sido ajustado desde el principio y que la paga a los de la tarde es igual por voluntad y generosidad expresa del propietario, quien puede hacer con sus bienes lo que bien le parezca. Quienes protestan en éste caso se están manifestando como hombres envidiosos según la respuesta del amo. Dice la Palabra: ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? La envidia, es un “deseo de hacer o tener lo que otra persona tiene” o también consiste en “sentir dolor por el bien ajeno”. La envidia roe el corazón del hombre. La envidia genera competencias desleales entre las personas… La envidia nos puede conducir al homicidio y aún al suicidio. La envidia es un pecado capital, porque es la que origina muchos otros males… El envidioso se recome así mismo. Sufre una alteración de la percepción. Interpreta mal todo lo que el envidiado hace. Interpreta mal todo lo que le sucede a él mismo. Atribuye la causa de sus males a la otra persona convirtiéndose en victima absoluta. Cuando la envidia se une a un sentimiento de impotencia se convierte en resentimiento y por eso, suscita odios, rivalidades, competencias. En muchos de nuestros casos cotidianos la envidia se convierte en el motor de la “política” y en la estrategia para desacreditar al otro, creyendo que con eso estamos ascendiendo y ganando en credibilidad y resulta que el efecto es totalmente contrario, porque el envidioso termina siendo desenmascarado y desacreditado. El envidioso, en el fondo no pretende tanto arrebatarle el bien al envidiado, lo que busca definitivamente es verlo hundido, humillado, desdichado y por eso es criticón y vive poniendo zancadillas y obstáculos a quien le es objeto de su envidia. El envidioso vive condenado a fingir. No se amansa, ni admite reparaciones, por el contrario se irrita cuando recibe beneficios. El envidioso vive enfermo, porque todo lo somatiza, quiere vivir con plenitud y con salud, pero no le es posible, porque sus pulsiones se vuelven compulsiones hasta tal punto que no es capaz de controlarlas. El envidioso es desobediente y orgulloso. La envidia es una pasión vergonzosa, por eso, nadie se atreve a decir que es envidioso. La envidia es un pecado que no produce placer ni alegría, sino sólo dolor. Es un tormento sin pausa, una enfermedad si remedio, una fatiga sin descanso, una pena cotidiana. Con frecuencia escuchamos la siguiente expresión: “En Colombia muere más gente de envidia que de cáncer”. Cuidado, porque, la envidia nos paraliza, nos vuelve apegados al pasado, nos hace ser negativos, criticones y nos impulsa a sembrar cizaña en la comunidad. Interrogantes que nos pueden servir para nuestro examen de conciencia: ¿Para qué utilizamos las redes sociales, para unir o para dividir? ¿A través de las redes sociales expresamos envidia o generosidad, amor y fraternidad, impulsamos la unidad o la división? ¿Nuestros aportes en la comunidad nacen de la realidad o de la envidia? Los empleados de la viña nos permiten observar como éstos se llenan de envidia; y en vez de ver la generosidad del patrón que los ha contratado, que les ha dado trabajo, que les ha pagado lo justo, empiezan a reclamar, a murmurar y hacer reclamos frente a la actitud justa que tiene con ellos el propietario y la actitud misericordiosa que tiene con los últimos. Quien no es agradecido vive sumido en el dolor y la tristeza, a toda hora vive haciendo comparaciones y cuando abre la boca sólo lo hace con el fin de destruir y nunca de edificar. Quien no es agradecido nunca descubre la bondad del otro y a toda hora se siente victima, se considera despreciado. Quien no es agradecido es cizañero y pretende destruir… Quien no es agradecido minimiza el bien de los demás y maximiza su propio bien. Quien no es agradecido hace que se resalte lo malo del otro y esconde en lo más profundo de su alma su propio mal. Quien no es agradecido vive sumido en el dolor interior y existencial que lo lleva a vivir quejándose de todo y de todos. Finalmente, la falta de gratitud es un de los signos propios del envidioso. La parábola de hoy nos enseña que debemos pensar bien de Dios y de los demás. La vida cristiana tiene su secreto en la perseverancia en el bien obrar, rectitud en pensar bien, sentir bien y obrar bien. Con seguridad que los obreros de los cuales nos habla la parábola comenzaron bien: Con entusiasmo, con alegría; comenzaron el día pensando en el denario con el cual se habían ajustado con su patrón, pero terminaron mal, porque se llenaron de envidia, les faltó perseverancia en la generosidad del inicio del día. La parábola también nos hace entender que Dios es justo, pero va más allá de la justicia meramente humana, Él es misericordioso. La lógica de Dios no es una lógica humana, sino divina. A nosotros nos corresponde recibir con alegría el ser invitados a participar de la viña del Señor. Nos basta el saber que somos amados por Él y en el amor de Dios seremos salvados. Así como nosotros fuimos salvados misericordiosamente, otros también están invitados a ser salvos por Jesús. Sumémonos a la viña de Señor, seamos misioneros, vamos con entusiasmo a ser “callejeros de la fe”, para que muchos otros conozcan el amor de Dios y vengan a su viña. Cuidado con la envidia entre nosotros. Todos poseemos nuestros dones, Dios a cada uno nos ha adornado con sus carismas; no envidiemos los dones y carismas de los demás, pongamos a producir los nuestros. “Ojo”, con la envidia entre los movimientos…; cuidado con la envidia en la familia, en las instituciones, en las veredas, en los sectores, en la ciudad… La envidia no es digna de un discípulo del Señor. Mientras exista la envidia es imposible construir la paz. Reflexión evangelio