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Episcopado al día

Mié 5 Mar 2025

Vida, paz, reconciliación, educación y libertad religiosa: temas del encuentro entre la Conferencia Episcopal y el presidente Gustavo Petro

Cerca de hora y media duró la reunión de este martes 4 de marzo en la Casa de Nariño entre los integrantes de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y el presidente de la República, Gustavo Petro. Este fue el primer encuentro entre el mandatario y monseñor Francisco Javier Múnera Correa, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos y monseñor Germán Medina Acosta, luego de que en julio de 2024 fueran elegidos presidente, vicepresidente y secretario adjunto, respectivamente. El diálogo abordó temas cruciales para el país, como la paz, la reconciliación, la crisis humanitaria en varias regiones y el papel de la Iglesia en la construcción de un marco ético para los procesos de diálogo.Monseñor Francisco Múnera expresó que el encuentro se desarrolló bajo un clima muy cordial y receptivo. En el espacio también estuvieron presentes la Canciller Laura Sarabia y la Directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Angie Lizeth Rodríguez.Agendas del encuentroDe acuerdo con el presidente del Episcopado Colombiano y arzobispo de Cartagena, la reunión se desarrolló bajo dos agendas o dimensiones temáticas centrales: 1. Los compromisos y preocupaciones de la Iglesia alrededor de los temas asociados a la reconciliación y a la paz del país. 2. Otros temas de clave para la Iglesia, como los asociados a la vida, la familia, la educación religiosa escolar y la libertad religiosa.Presentación de la nueva Presidencia de la CEC y compromiso con la paz“Le manifestamos al señor Presidente nuestra disponibilidad para apoyar toda la tarea y el servicio que él y su Gobierno realizan, así como nuestras preocupaciones e inquietudes, que recogemos especialmente de nuestros hermanos obispos y del trabajo que realizamos en todo el país”, señaló monseñor Múnera.Monseñor Francisco destacó que la Iglesia ha sido un actor clave en los procesos de paz que se han adelantado en el país y que, en este caso, desde el inicio del Gobierno del presidente Gustavo Petro, cuando se le pidió a la anterior Presidencia de la CEC, encabezada por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, acompañar los esfuerzos de diálogo y reconciliación actuales, así se ha seguido haciendo.Preocupaciones por las comunidades y crisis humanitariasUno de los puntos centrales de la reunión fue la situación de las comunidades en regiones como el Catatumbo, el Chocó, el Cauca y otras zonas afectadas por el conflicto armado y la violencia. De acuerdo con el presidente del Episcopado, le expresaron al presidente Petro la urgencia de acciones concretas para aliviar el sufrimiento de estas poblaciones.“Le pusimos de relieve la importancia de tener en el centro a las comunidades y su sufrimiento, sus expectativas y sus esperanzas. Nuestro aporte a la paz y la reconciliación del país está en nombre de las comunidades a quienes servimos y a quienes nos debemos, y desde el Evangelio”, afirmó el presidente de la CEC.Además, los obispos plantearon la necesidad de un “marco ético de la paz” que guíe los diálogos con los actores armados ilegales.“Para nosotros como Iglesia, hay principios no negociables, como el respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario. Si esto no se respeta mínimamente, ¿qué sentido tiene hacer parte de una mesa de acompañamiento?”, cuestionó monseñor Múnera.Diálogo social y acciones concretasEl presidente de la CEC destacó que, además de los diálogos con los actores armados, es fundamental priorizar el diálogo social con las comunidades.“Encontramos que hay escenarios muy interesantes donde podemos aportar, no solo en las dinámicas de acción humanitaria, sino también en abrir perspectivas de esperanza”, dijo.En particular, se refirió a la crisis en el Catatumbo, donde se debe garantizar el retorno de las personas desplazadas por los enfrentamientos y amenazas y en la reconstrucción del tejido social.Vida, educación y libertad religiosaAdemás de los temas relacionados con la paz, los obispos plantearon al presidente Petro otras preocupaciones de la Iglesia, como la libertad religiosa y el derecho de los padres a escoger la educación religiosa para sus hijos.“Manifestamos la necesidad de generar interlocución en otros ámbitos, como la libertad religiosa de cultos, donde la Iglesia católica pueda tener un asiento más significativo, no para reclamar privilegios, sino para hacer valer los derechos que nos asisten como confesión”, explicó monseñor Múnera.También se abordaron temas relacionados con el cuidado del medio ambiente, en línea con los compromisos adquiridos durante la COP16 en Cali y, por supuesto, con el interés de la Iglesia por el cuidado de la casa común desde la ecología integral.“Nos duele ver que territorios como la Amazonía, la Orinoquía, el Chocó y el Pacífico están siendo destruidos por la minería ilegal, la siembra de coca y la explotación irracional”, expresó el arzobispo de Cartagena.Otros temas claveMonseñor Francisco Múnera afirmó que también le reconocieron al presidente Petro sus esfuerzos del Gobierno por avanzar en la equidad y la justicia, pero también haciendo un llamado a la serenidad y al diálogo.“Pedimos que las reformas necesarias se hagan en un mayor clima de serenidad. Esto requiere un gran esfuerzo de todos”, afirmó el Arzobispo de Cartagena.Además, reiteró la preocupación de la Iglesia por el reclutamiento de menores, los asesinatos de líderes sociales y los firmantes de la paz, así como por la destrucción de los recursos naturales.“A las puertas del tiempo cuaresmal, hacemos un llamado a la reconciliación con Dios, con nosotros mismos, con los hermanos y con la casa común”, concluyó monseñor Múnera, subrayando el compromiso de la Iglesia con la construcción de un país más justo y en paz.Vea la declaración del Presidente del Episcopado Colombiano sobre el desarrollo de la reunión:

Mar 25 Feb 2025

Buga celebra la llegada de su nuevo obispo: Mons. Alexander Matiz Atencio

Con una emotiva celebración, llena de fe y esperanza, la Diócesis de Buga recibió a su nuevo obispo, monseñor Alexander Matiz Atencio. La ceremonia de ordenación episcopal y toma de posesión canónica se llevó a cabo el pasado sábado, 22 de febrero, en la emblemática Basílica del Señor de los Milagros. Fue presidida por monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali, jurisdicción de la que proviene el prelado. En la Eucaristía también participaron el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, el obispo emérito de Buga, monseñor José Roberto Ospina Leongómez, los obispos de Palmira y Riohacha, así como otros obispos eméritos de la región. En representación de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia, estuvo presente el padre Raúl Ortiz Toro, secretario adjunto.En su homilía, monseñor Luis Fernando destacó la importancia de mantener “la mirada fija en Jesús, el que inicia y perfecciona nuestra fe” (Hb 12, 2), invitando a los presentes a contemplar el misterio del amor de Dios que se renueva en la Iglesia diocesana de Buga con la llegada de su nuevo pastor. Además, agradeció la labor de monseñor José Roberto Ospina Leongómez, quien tras más de 12 años de servicio entregó el cayado de pastor con “la tranquilidad del deber cumplido”.Monseñor Alexander, ordenado presbítero en la Arquidiócesis de Cali, fue descrito por su Arzobispo como un “servidor fiel, solidario y amante de los pobres”. Resaltó su formación como arquitecto, comparando su misión episcopal con la de un “hábil arquitecto” que, al estilo de San Pablo, debe edificar sobre bases firmes la comunidad de fe.Monseñor Luis Fernando también recordó que la misión del obispo “apacienta el rebaño de Dios” (1Pe 5, 2-3); subrayó la importancia de guiar con amor y ejemplo, y de trabajar por la unidad y la santidad de la Iglesia. Además, mencionó que monseñor Matiz asume su ministerio en un momento crucial para la Iglesia, donde los desafíos son inmensos, pero también las oportunidades de ser “peregrinos de la esperanza”, como lo ha exhortado el papa Francisco.En su intervención, monseñor José Roberto Ospina Leongómez, hoy, obispo emérito de Buga, resaltó el “misterio de amor de Dios” que se manifiesta al nombrar un nuevo pastor para su pueblo. “Dios es amor y, por tanto, entrega, servicio, sacrificio, generosidad, donación alegre”, expresó, invitando a todos a ser presencia de Dios en medio de las dificultades del mundo. Dirigiéndose a monseñor Matiz, le deseó que encuentre en Buga un lugar para ser feliz y pleno en su ministerio, bajo la protección de Nuestra Señora de las Victorias, patrona de la diócesis.Por su parte, el Nuncio Apostólico, monseñor Paolo Rudelli, en representación del papa Francisco, destacó que la celebración coincidió con la fiesta de la Cátedra de San Pedro, un día que une a la Iglesia universal en comunión con el sucesor de Pedro. “Hoy esta Iglesia de Buga recibe, por la gracia de Dios y la voluntad del papa Francisco, el don de un nuevo obispo”, afirmó el representante del Santo Padre. Confió el ministerio de monseñor Matiz al Señor de los Milagros, pidiendo que “este Cristo siga creciendo en el corazón de todos los fieles de Buga” y que el testimonio de amor de la comunidad sea un don para el mundo.Durante la ceremonia, el padre Raúl Ortiz, al leer un mensaje en representación de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal agradeció la dedicación y entrega de monseñor José Roberto como Obispo de Buga. Refirió la ocasión especial en la que inicia monseñor Matiz su ministerio apostólico en Buga, el Jubileo Ordinario 2025, como la mejor de las oportunidades para conducir a los fieles hacia el peregrinaje de la esperanza:“Tendrá ocasión de ser dócil instrumento del Buen Pastor para guiar, acompañar y custodiar a esta comunidad diocesana, en unión con el que ahora será su Presbiterio, que ha de encontrar en Usted el modelo de Jesucristo, sacerdote de entrega humilde y de servicio oportuno a su pueblo. Desde la Ciudad Eterna, en esta Fiesta de la Cátedra de San Pedro, titular de la Catedral de Buga, y uniendo las plegarias del Episcopado colombiano, deseamos para Usted y para esta Iglesia Diocesana abundantes frutos de renovado ardor evangelizador y esmerado compromiso para el desarrollo humano integral. Lo encomendamos a la Sagrada Familia de Nazaret, modelo del caminar en esperanza que anhelamos para la Iglesia colombiana”.Monseñor Alexander Matiz Atencio fue designado por el papa Francisco como como obispo de la Diócesis de Buga el 7 de diciembre de 2024.Vea a continuación la transmisión de la ceremonia:

Lun 24 Feb 2025

“Todo está en manos del Señor, seguimos orando por él”: Vicepresidente del Episcopado Colombiano sobre salud del Papa Francisco

Un nuevo mensaje envió desde Roma la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). En esta oportunidad, el vicepresidente del episcopado y arzobispo de Tunja, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, habla acerca de los organismos en los que sostuvieron reuniones y del estado de salud del Papa Francisco.El prelado hace un balance positivo de las reuniones sostenidas con diversos organismos de la Curia Romana, encuentros clave para fortalecer la misión de la Iglesia colombiana, así como los vínculos con la Santa Sede.“Hemos visitado distintos dicasterios de la Curia Romana, como el Dicasterio para el Culto Divino, la Disciplina de los Sacramentos, el Dicasterio para el Clero, la Signatura Apostólica y el Dicasterio para la Evangelización. También nos recibió el Secretario de Estado”, expresó.En el mensaje, monseñor Villa Vahos también se refiere al complejo estado de salud del papa Francisco, situación que impidió que se encontraran con él en audiencia privada, el viernes 21 de febrero, tal y como estaba previsto en la agenda de su visita.“Roma permanece en esta situación de inquietud de qué va a pasar. Pero todo está en las manos del Señor. El Papa ha querido que todo lo que sucede con su salud se comunique tal como es, sin ningún misterio”, señaló.El vicepresidente de la CEC reiteró el llamado a la oración por la pronta recuperación del Santo Padre, hecho previamente por monseñor Germán Medina Acosta, secretario general del Episcopado, quien convocó a los fieles colombianos a intensificar sus plegarias por el Papa en todas las parroquias del país. “Seguimos orando por él, por su salud, para que se cumpla en él la voluntad de Dios”, expresó monseñor Villa Vahos.Los integrantes de la CEC agradecieron la oportunidad de estar en Roma y pidieron que esta experiencia contribuya al bien de la Iglesia y a la extensión del Reino de Dios. “El Señor nos bendiga a todos, la Santísima Virgen María nos siga acompañando”, concluyó monseñor Villa Vahos.La visita de la junta directiva de la CEC a Roma no solo representa una oportunidad para el fortalecimiento de los vínculos entre la Iglesia colombiana y la Santa Sede, sino que también deja en evidencia la unidad y el compromiso de la comunidad católica colombiana en este momento de incertidumbre que se vive alrededor de la salud del Santo Padre.Vea el mensaje del Vicepresidente del Episcopado a continuación:

Jue 20 Feb 2025

Iglesia colombiana se une en oración por la salud del papa Francisco: Obispos convocan jornada de plegarias este fin de semana

Desde el Vaticano, directivos de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) convocan a intensificar la oración por la salud del papa Francisco, de manera particular, el sábado 22 de febrero en el contexto de la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, y el domingo 23, en todas las parroquias del país.Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos y monseñor Germán Medina Acosta, presidente, vicepresidente y secretario general de la CEC, respectivamente, han estado en Ciudad del Vaticano desde este martes 18 de febrero sosteniendo reuniones en diversos dicasterios y organismos de la Curia Romana. Esto, bajo el propósito de obtener nuevas orientaciones que permitan le permitan a la Iglesia colombiana seguir fortaleciendo su acción pastoral.La agenda de su viaje incluía una audiencia privada con el papa Francisco en el Vaticano, prevista para la mañana de este viernes 21 de febrero. Sin embargo, las actuales circunstancias de salud que vive el Santo Padre, implicarían la reprogramación de este encuentro.A través de un videomensaje, el obispo de Engativá y Secretario del Episcopado Colombiano, monseñor Germán Medina, convoca a la Iglesia colombiana a intensificar las plegarias por la pronta recuperación del papa Francisco: “Aprovechemos para intensificar nuestra oración y pedirle al Señor el don de la salud del Santo Padre. Y el domingo, queremos que todas las parroquias en el país se unan en la plegaria. La oración de intercesión es poderosa”, expresa monseñor Medina.Entre los organismos que ha estado visitando la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia, se encuentran el Dicasterio para el Culto Divino, el Dicasterio para el Clero, el Dicasterio para Doctrina de la Fe, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Signatura Apostólica.Oración por el Papa FranciscoOh Dios,que por designio de tu providenciaconstituiste al Papa Francisco para que fueratu servidor como sucesor del Apóstol Pedro:míralo con amor y concédele la saludpara que continúe siendo, por tu gracia,principio y fundamento visiblede la unidad de fe y de comunión de tu pueblo.Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,que vive y reina contigoen la unidad del Espíritu Santo y es Diospor los siglos de los siglos. Amén.Vea el mensaje a continuación:

Mar 11 Feb 2025

Obispos colombianos lamentan el fallecimiento de monseñor Fabio de Jesús Morales Grisales, Obispo Emérito de Mocoa-Sinbundoy

Este lunes, 10 de febrero, a los 90 años de edad, falleció monseñor Fabio de Jesús Morales Grisales, CSsR, obispo emérito de la Diócesis de Mocoa-Sibundoy.La Conferencia Episcopal de Colombia se une en oración por el eterno descanso de nuestro Pastor, quien fue el primer obispo de esa jurisdicción eclesiástica ubicada en el departamento del Putumayo, tras ser elevada a diócesis en 1999 por el Santo Padre Juan Pablo II. A María Santísima encomendamos a monseñor Fabio de Jesús, para que lo presente a Dios nuestro Señor y le sea concedido el descanso eterno.Biografía:Monseñor Fabio de Jesús Morales Grisales, nació el 27 de julio de 1934 en el municipio de Neira, ubicado en el departamento de Caldas. Realizó los estudios de secundaria en el Seminario Redentorista de Sevilla (Valle). Los estudios de Filosofía y Teología los adelantó en el Seminario Mayor de Cuenca (Ecuador).Emitió su profesión solemne en la Congregación del Santísimo Redentor el 15 de agosto de 1954 y el 4 de octubre de 1959 fue ordenado sacerdote en Cuenca.En el ejercicio del ministerio sacerdotal desempeñó los siguientes cargos:- Profesor de Teología en el Seminario de los Redentoristas en Bogotá.- Director del Seminario Redentorista en Servitá y en Piedecuesta (Santander).- Profesor de la Historia Eclesiástica en la Pontificia Universidad Javeriana, en la Universidad Católica San Buenaventura y en el Seminario Arquidiocesano de Bogotá.- Superior de la comunidad de Redentoristas en Manizales.- Profesor en el Seminario Arquidiocesano de Manizales.- Superior y rector del Santuario “Basílica Nuestro Señor de los Milagros” en Buga.- En 1981 fue elegido Superior Provincial de los Padres Redentoristas en Colombia. En este cargo fue reelegido dos veces completando nueve años.- En 1991 es Superior de la comunidad y Rector del Santuario “Basílica Nuestro Señor de los Milagros”.El 29 de abril de 1991 fue nombrado por Su Santidad Juan Pablo II, Vicario Apostólico de Sibundoy, como obispo titular de Budua. El 15 de junio del mismo año recibió su consagración episcopal.El 24 de noviembre de 1999, cuando fue creada la Nueva Diócesis de Mocoa-Sibundoy, el Santo Padre Juan Pablo II lo nombró como su primer Obispo hasta 2003.El 18 de octubre de 2003 Su Santidad el Papa Juan Pablo II aceptó su renuncia al cargo episcopal encomendado.Falleció el 10 de febrero de 2025.

Vie 7 Feb 2025

Siete llamados urgentes de los obispos colombianos, al cierre de su CXVIII Asamblea: “No podemos seguir aplazando la búsqueda de la unidad”

Al concluir su CXVIII Asamblea Plenaria, celebrada del 3 al 7 de febrero en Bogotá bajo el lema "En esperanza, por una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa", los obispos colombianos convocan a todos los actores de la sociedad a trabajar juntos en una misión que -afirman- no se puede aplazar más: la construcción de un país cimentado en los valores, la verdad y el bien común, “por encima de intereses egoístas o partidistas”. Unidad y reconciliación: imperativos para ColombiaEn su mensaje, los obispos subrayan que es imperativo apostar por la reconciliación y promover un proyecto de país que priorice la paz con justicia social, la participación y el compromiso de todos."Cada acción de bien se debe convertir en una pedagogía cotidiana de paz que detenga la fuerza del mal y sume al propósito de la unidad y la paz", afirman, recordando que esta es la lógica del amor, basada en hechos y no en palabras.El coraje de la sociedad civil y el llamado a no dejar a nadie atrásEl mensaje también resalta el papel fundamental de la sociedad civil en la transformación del país. "Colombia tiene el deber de avanzar, y será fundamental el coraje y la determinación de la sociedad civil", señalan los obispos. Hacen un llamado a superar el individualismo y a priorizar el bien común, recordando que "Dios sigue manifestándose a través de los pobres y de los acontecimientos de la historia humana". Los prelados no pasan por alto las graves crisis humanitarias que afectan al país, como la situación en el Catatumbo, el drama de los migrantes, los desplazados y las víctimas de la violencia."Los marginados y las víctimas muestran permanentemente las heridas de nuestras relaciones fallidas", recordaron que "la mejor política es la que garantiza la dignidad de todos, la paz y el bien común".Una Iglesia en conversión: caminar juntos hacia un horizonte comúnInspirados por la sinodalidad, tema que transversalizó su CXVIII Asamblea Plenaria, los obispos reconocen que la Iglesia también está llamada a convertirse y a alimentar las relaciones en todos los ámbitos. Citando el Documento Final del Sínodo, afirman que todos sus miembros deben "alimentar las relaciones: con el Señor, entre los hombres y las mujeres, en las familias, en las comunidades, entre los cristianos, entre los grupos sociales, entre las religiones y con la creación".Este camino de conversión -afirman- implica revisar qué se está haciendo mal como Iglesia, como país y de manera personal. En este sentido, invitaron a "caminar juntos", sin discriminaciones, recordando que "todos estamos en la misma barca en dirección hacia un horizonte común", como lo ha señalado el Papa Francisco.La esperanza activa como motor de cambioEn el contexto del Año Jubilar 2025 que celebra la Iglesia y que tiene como horizonte la esperanza, los obispos colombianos resaltaron que la esperanza no es una actitud pasiva, sino la suma de acciones positivas en el presente, especialmente frente a una crisis nacional agravada por el narcotráfico, la minería ilegal y la corrupción."Actuamos como sembradores de esperanza si estamos movidos por la búsqueda de la justicia y hacemos solo y siempre el bien", afirmaron.Llamado a la responsabilidad ciudadana y a una nueva generación de líderesLos obispos hicieron un llamado a la "valentía de la responsabilidad ciudadana", instando a los colombianos a poner el bien del país por encima de intereses egoístas o partidistas, y para encontrar nuevas maneras en este propósito, resaltaron el protagonismo de los jóvenes."Necesitamos formar una nueva generación de líderes que, con capacidad de escucha, se pongan al servicio del proyecto común de país", señalaron, citando la encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco.El papel esencial de las mujeres en la construcción de la pazEl mensaje también destaca el papel crucial de las mujeres en la contención de la guerra y las violencias. "Ellas constituyen la mayor fuerza en la contención de la guerra y de las violencias; su sensibilidad por la vida y lo humano crea un marco de posibilidad para Colombia", afirmaron los obispos. En este sentido, las alentaron de manera especial, a liderar la defensa y promoción de la vida, así como iniciativas que conduzcan al perdón, la reconciliación y la paz.Unidos en oración por la renovación de ColombiaFinalmente, los obispos invitan a todos los creyentes a unirse en oración por la renovación del país. "Queremos juntos 'dar razón de la esperanza'", concluyen, recordando que la Santísima Virgen María, como escuela de esperanza, debe inspirar la renovación de la Iglesia y el propósito de una nación reconciliada y en paz.Con este mensaje, los obispos colombianos reafirman su compromiso con la construcción de un país más justo, solidario y en paz, e instan a todos los colombianos a sumarse a este propósito desde la esperanza y la acción concreta. Vea el mensaje leído por el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Germán Medina Acosta:

Jue 6 Feb 2025

Para vivir la sinodalidad, obispos colombianos se comprometen con el fortalecimiento de la comunión eclesial y la formación misionera

Al llegar a la cuarta jornada de trabajo en su Asamblea Plenaria 118, los obispos y administradores diocesanos colombianos dedicaron su reflexión y trabajo a dos temas esenciales para la vivencia efectiva de la sinodalidad en la Iglesia (propósito que ha inspirado este encuentro): la conversión de los vínculos y la formación de discípulos misioneros. Orientados por el Documento Final de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos y partiendo de la realidad de sus jurisdicciones eclesiásticas, los prelados definieron nuevos caminos y compromisos en estas dimensiones.La jornada inició con una Eucaristía presidida por monseñor Héctor Cubillos Peña, obispo de Zipaquirá, concelebrada por los Vicarios Apostólicos de Trinidad y de Puerto Leguízamo-Solano: monseñor Héctor Javier Pizarro y monseñor Joaquín Humberto Pinzón. Durante su homilía, monseñor Cubillos recordó a sus hermanos en el episcopado que su principal misión es “ser testigos y mensajeros del Señor”. Recordó el llamado que les ha hecho el Papa Francisco para este Año Jubilar: “permanecer anclados en la Jerusalén del cielo. Y de esta manera, anhelarla, buscarla y querer alcanzarla a través del camino sinodal, que es el camino de Jesús”.Posteriormente, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y monseñor Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín, ambos padres sinodales, fueron los encargados de exponer las ideas centrales de los temas a trabajar en el ámbito de la sinodalidad. Posteriormente, por regiones, los pastores desarrollaron talleres grupales de profundización. De allí, surgieron varios compromisos concretos, algunos de ellos pueden ser conocidos a través del informativo 'Así va la Asamblea'.Frente a la conversión de los vínculos, monseñor Tobón explicó que, aunque la expresión puede resultar algo extraña, se refiere a cómo logra la Iglesia vivir mejor la comunión eclesial, la fraternidad y la profunda unidad que debe existir entre todos sus miembros. Propició la reflexión desde tres niveles de vinculación: como Iglesia colombiana, con las demás Iglesias locales y con la Iglesia universal. El Arzobispo de Medellín comentó que ese relacionamiento y trabajo sinodal entre diferentes niveles de la Iglesia debe ser visto como intercambio de dones, "aquí nunca es uno que da y otro que recibe, sino siempre son dos que reciben de la gracia del Señor y de la unidad, de la comunión de la Iglesia", enfatizó.En cuanto a realidades de la Iglesia colombiana que se pueden aprovechar en esa conversión de los vínculos señaló las potencialidades que tiene la Conferencia Episcopal de Colombia como órgano colegiado e institución, el trabajo articulado que adelantan las provincias eclesiásticas y las pequeñas comunidades, que van surgiendo cada vez más."La Conferencia Episcopal de Colombia es una de las primeras conferencias que se establecen en el mundo, una conferencia que ha venido trabajando constantemente, que se ha venido consolidando en sus servicios. También muy importante el trabajo en las provincias eclesiásticas, cómo cada grupo de obispos por departamento o por región, intercambian sus experiencias y buscan juntos lo que se debe hacer; se ayudan con personal y con recursos para hacer las cosas. Pero lo que más ayuda es el buen espíritu, la disponibilidad, la fraternidad, la amistad. No solamente entre los obispos, también entre los sacerdotes, en las parroquias, entre los laicos. Hoy tenemos ya en casi todas las parroquias, por ejemplo, consejos parroquiales. ¿Y eso qué significa? Un grupo de laicos pensando en su parroquia, ayudándole al párroco a hacer una parroquia más viva. Tenemos las pequeñas comunidades, ese es un milagro del Espíritu; un grupo de bautizados escuchan la palabra y se forman en la fe, crecen en la fraternidad y se proyectan apostólicamente. La Iglesia realmente no podría existir sin todos estos recursos de comunión y de fraternidad".Por su parte, el cardenal Rueda expresó que en la formación de discípulos misioneros es "donde se juega la sinodalidad". Explicó que tiene que ver con la espiritualidad, con la organización para el discipulado y con la proyección misionera y misericordiosa de todos los bautizados; que implica que no sean solo destinatarios sino protagonistas y mensajeros de la Buena Nueva en diferentes niveles, por su condición bautismal. Frente a su implementación en la realidad de la Iglesia colombiana, el purpurado precisó:"Esto significa que debemos apostarle en todas las parroquias, en todas las iglesias particulares, a la formación. Y eso requiere inversión de recursos, de tiempo y de personas, de personas cualificadas, de personas formadas. Eso nos exige a nosotros los obispos, formarnos para poder pasar de una Iglesia de conservación a una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa, pero, además, quiero decirles que esto desafía también la formación de los ministros ordenados, porque si tenemos seminaristas, diáconos, presbíteros y obispos bien formados, que tienen en su corazón lo que es el corazón de la sinodalidad, que es la espiritualidad de comunión y la condición de pueblo de Dios en camino, entonces seremos los primeros promotores de la formación de todos los bautizados en el pueblo de Dios".Vea otros detalles y compromisos en el Informativo del Episcopado Colombiano:

Mié 5 Feb 2025

Conversión de los procesos en la Iglesia colombiana a la luz de la sinodalidad: tema central de la tercera jornada en la CXVIII Asamblea del Episcopado

Los obispos colombianos centraron la tercera jornada de trabajo en su CXVIII Asamblea Plenaria en la profundización sobre la conversión de los procesos evangelizadores y administrativos en la Iglesia. Lo planteado en la tercera parte del Documento Final de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, inspiró su discernimiento. Monseñor José Miguel Gómez, arzobispo de Manizales y padre sinodal, realizó la presentación central del tema. Los obispos también desarrollaron actividades de análisis y construcción de ideas a nivel grupal desde la experiencia de sus Iglesias particulares.La jornada inició con la celebración de la Eucaristía presidida por monseñor José Clavijo Méndez, obispo de Sincelejo, concelebrada por monseñor Juan Manuel Toro, obispo de Girardota, y por monseñor Fadi Abou Chebel. En su homilía, monseñor Clavijo convocó a sus hermanos obispos a acudir a la “metodología de la esperanza” durante esta asamblea; la describió como la posibilidad de “leer el presente a la luz del pasado, que es un pasado de salvación, para encontrar la veta que abre las puertas del futuro”. Expresó que la conversión de los procesos y estructuras, implica disponerse a la novedad y al cambio con fe y esperanza en el Señor; aprendiendo a discernir en su diálogo qué es lo esencial y qué es lo que deben buscar en el presente, junto a los demás miembros de la Iglesia.Entérese de todos los detalles e ideas planteadas durante este miércoles 5 de febrero a través del informativo del Episcopado Colombiano: