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Ipiales: Fiesta Patronal en honor a Nuestra Señora del Rosario de Las Lajas
Tags: nuestra señora del rosario de las lajas las lajas diócesis de ipiales monseñor josé salúl grisales pregón Iglesia

Con el pregón se dará inicio el próximo 31 de agosto a la celebración patronal diocesana en honor a Nuestra Señora del Rosario de Las Lajas, uno de los santuarios catalogados como el más hermoso del mundo, así lo dio a conocer el obispo de la Diócesis de Ipiales, José Saúl Grisales Grisales, quien extendió la invitación para que esta sea una fiesta por la vida y la paz.
“Iniciaremos con el pregón una gran fiesta por la vida y por la paz, clamando realmente para que todos nosotros seamos constructores de paz, comunicadores de este don que nace de nuestra relación con Dios y por supuesto, de vivir bajo el amparo maternal de la Santísima Virgen María, reina y señora de la paz”.
Pregonar significa anunciar, es por ello que toda la comunidad de Las Lajas, saldrá a comunicar que las fiestas llegaron y que esperan a todos los peregrinos para compartir en familia el homenaje a la Virgen de las Lajas. Para ello se ha preparado una agenda especial donde está el quincenario, actividades religiosas, culturales, deportivas y musicales.
“Estaremos así celebrando día a día con las comunidades cristianas que nos estarán visitando, con las instituciones, grupos de sectores de Las Lajas y grupos que hacen presencia en el municipio de Ipiales, quienes también quieren honrar a la madre de Dios”.
Según dijo el obispo esta fiesta Patronal de Nuestra Señora de Las Lajas, que se extenderá hasta el 17 de septiembre, espera recibir delegaciones y peregrinos de todo el territorio nacional, así como también del hermano país ecuatoriano y otros países del mundo.
Agregó igualmente, que la invitación es a vivir con fe y amor filial esta festividad mariana, anunciando además, que estarán presentes los obispos que hacen parte de la provincia eclesiástica de Popayán. (La Arquidiócesis de Popayán, las Diócesis de Ipiales, Pasto, Tumaco y los Vicariatos Apostólicos de Guapi y Tierradentro).
Historia Nuestra Señora del Rosario de las Lajas
María Mueses de Quiñónez, fue la protagonista de la aparición de la imagen de la virgen del Rosario de las Lajas. En el año 1754 María Mueses de Quiñónez, popularmente conocida como “La Juana” descendiente de los caciques de Potosí, población distante a 3 Km. del Santuario.
Cuando por los peñascos abismales de las Lajas, María transitaba por aquel paraje solitaria, temerosa y aturdida; se refugió entonces en la cueva natural al margen del rio, impresionada de oír de las gentes que en dicho puente se aparecía el demonio, invoca el auxilio de la Virgen del Rosario. Siente entonces que alguien le toca en la espalda... vuelve asustada y nada ven sus ojos... se apodera de ella el sobresalto y sale presurosa.
Algunos días más tarde la Sra. Mueses regresa de Ipiales, llevando a sus espaldas su pequeña hija Rosa, sordo-muda de nacimiento, y al llegar a la cueva se sentó a descansar, en un momento la niña le dice “mamita, vea esa mestiza que se ha despeñado con un mesticito en sus brazos y dos mestizos a los lados. María sorprendida estaba oyendo hablar por primera vez a su hijita, pero no veía nada de lo indicado, luego abandonaron el lugar y caminaron a Ipiales. En Ipiales informo de lo ocurrido a sus patrones de apellido Torresano, originarios de Pasto; estos no le creyeron.
Cumplida su misión casera, retorna su camino hacia su casa de Potosí pasando por las Lajas, en el momento de pasar por el lugar de los acontecimientos; María oye cuando Rosa le grita ¡Mamita la mestiza me llama!, colmada de sorpresa continuó con su hija el camino, ya de nuevo en Potosí, María pensaba en lo acontecido, cuando se dio cuenta que Rosa había desaparecido de su casa, la buscó ansiosa, pero fue en vano.
Con la intuición que caracteriza siempre a las madres, corrió a darle alcance por el camino de los sucesos. Era verdad, pues al llegar a la cueva encontró a su hija arrodillada al pie de la mestiza, jugando cariñosa y familiarmente con el rubio mesticito desprendido de los brazos de su Madre.
Este episodio pasó inadvertido porque no le creían a la Sra. Mueses, hasta que Rosa murió, María llevó el cadáver de su hija donde la virgen Mestiza y le pidió con la fe del carbonero, que resucite a Rosa. María más sorprendida que antes avisó en Ipiales a la familia Torresano, al cura y otras personas. Fue cuando se organizó una peregrinación con gran cantidad de gente de Ipiales y se dirigieron a la gran cueva de roca, distante de unos 7 Km. Y vieron con emoción, por primera vez a la virgen de las Lajas, tal como la vemos hoy, era el 15 de septiembre de 1.754 fecha en la cual se celebra todos los años su fiesta tradicional.
“Tomado, El constructor de Nariño No. 1 VII congreso de constructores”
Historia del Santuario Nuestra Señora de las Lajas
El precioso santuario estilo gótico está edificado sobre el lugar del milagro en Guáitara, en los Andes colombianos, a 7 kms de la ciudad de Ipiales y 11 kms. del puente de Rumichaca que une Colombia y Ecuador. Es un lugar de extraordinaria belleza, escogido por la Madre para prodigar su amor. La Basílica también es una obra preciosa edificada sobre la pendiente del río. La imagen se encuentra en el punto central sobre el altar. Cada 16 de septiembre, fecha de su aparición, millares de peregrinos acuden al santuario para honrar la Virgen y rezar junto con ella.
Uno de los más populares benefactores del templo de las Lajas fue "el ciego Rivera", quien sin la luz de sus ojos recorrió campos, pueblos y ciudades mendigando dinero para comprar materiales con los cuales construirle el santuario a Nuestra Señora. Es el amor a la Madre que no repara en sacrificios, con tal de poder levantarle un templo digno de tan Gran Benefactora. Nos podemos imaginar cómo le habrá recompensado Ella en la eternidad.
El arquitecto Espinoza la construyó con obreros que no sabían nada de construcción. Labradores campesinos, a los cuales él tenía que enseñarles desde; el modo como se hace una formaleta hasta la proporción en que hay que mezclar la arena y el cemento. Pero la buena voluntad pudo más que las dificultades que se presentaban. Y trabajando fueron aprendiendo. Qué hermoso que cuando nos presentemos a Jesucristo en el día del juicio para que nos señale nuestro puesto en la eternidad, le podamos oír decir: "He oído a mi Madre hablar bien de ti".
Historia de los cuatro Templos
Según la relación hecha por algunos historiadores desde la aparición de la Santísima Virgen hasta nuestros días, el tiempo transcurrido se puede catalogar en cinco épocas bien definidas por los aspectos diferenciales de cada una:
Primera: Que abarca la construcción de una choza de madera y pajas, con una duración de 40 años, según lo afirma el historiador ecuatoriano señor Benjamín Endará.
Primer templo: inició la construcción de la primera iglesia pajiza por Fray Gabriel Villafuerte en 1.754
Segunda: En la construcción de una capilla con materiales de ladrillo y cal, la que terminaba con una cúpula; época en que ya pudo llevar el nombre de arquitectónica en su más simple expresión y en donde actuaron sacerdotes al servicio del Santuario.
Segundo Templo: El 21 de abril de 1.769 Eusebio Mejía y Navarro (Cura obrero), inicia la construcción del segundo templo, que terminó 7 años más tarde.
Tercera: En el ensanchamiento del edificio en dirección S.O., con la intervención del arquitecto, señor Mariano Aulestía. Construcción que ha durado una centuria que ha causado siempre la admiración de los peregrinos por su mérito intrínseco y su atrevida construcción.
Tercer Templo: (1859 – 1893) Construido por el padre José María Burbano España y Lara.
Cuarta: En el proyecto de una plazoleta.
Cuarto Templo: El 1 de enero de 1.916 se da inicio a la bendición de la primera piedra del actual templo, participan de su construcción los Capellanes: José María Cabrera, Ángel María Chamorro, Justino C. Mejía y Mejía y los arquitectos; Lucindo Espinosa (nariñense) y Gualberto Pérez (Ecuatoriano).
Tomando como punto de partida la iniciación de la monumental obra del puente para formar la plaza, anotamos que el Ilmo. Señor Moreno concibió la idea de levantar un templo, de acuerdo con las facilidades modernas y que pudiera satisfacer las exigencias del pueblo católico. Los pasos dados por el Santo Prelado fracasaron por la falta de pericia de los constructores de ese tiempo, y luego, el sucesor Ilmo. Medina, contrató al ingeniero civil Dr. Gualberto Pérez, quien levantó los planos del puente, y los de un templo nuevo de mayor capacidad. Terminados y aceptados estos, el Dr. Gualberto Pérez encargo la ejecución de la obra al señor comandante don Abraham Giacometi. Avanzada la obra, al constructor se le cayó el puente, atrasando la obra por algún tiempo. Con la pérdida de algunos miles de pesos que ya se habían invertido.
Posteriormente, pasado aquel desastre y concluido el puente, procedieron a la construcción de una serie de galerías, junto al antiguo Santuario, con el fin de formar la planta del nuevo templo.
Según los planos del Dr. Gualberto Pérez había que levantar tres series de galerías, hasta llegar a la planta. Estos planos se encuentran en el archivo de la Capellanía. Esta serie de galerías tenían por objeto llenar el vació hasta la superficie, por medio de las bóvedas de cañón, sostenidas estas por grandes machones corridos y superpuestos, formando a la vez los verticales que debían sostener las columnas del nuevo templo.



Pascua y año litúrgico
Lun 7 Abr 2025

Proteger y defender la familia
Jue 27 Mar 2025


Vie 11 Abr 2025
Iglesia colombiana inició las jornadas formativas 2025 sobre prevención y atención de abusos y violencias en las provincias eclesiásticas
Con un primer grupo integrado por cerca de 700 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos, diáconos y laicos de la Provincia Eclesiástica de Bogotá, la Conferencia Episcopal de Colombia inició la tercera etapa de formación sobre prevención y atención de abusos y violencias en la Iglesia Católica desde el proyecto 'Iglesias Particulares Seguras y Protectoras'.Estas jornadas de capacitación, facilitadas por miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y auspiciadas por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, se desarrollaron del 3 al 5 de abril en el Colegio Nuestra Señora del Pilar y en la Parroquia San Maximiliano Kolbe, en Bogotá.Estuvieron presentes el cardenal Luis José Rueda Aparicio y sus dos obispos auxiliares en la Arquidiócesis de Bogotá (monseñor Alejandro Díaz García y monseñor Edwin Vanegas Cuervo), el obispo de Zipaquirá, monseñor Héctor Cubillos Peña, y el obispo de Engativá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Germán Medina Acosta.Formación integral para la prevención y atenciónLas jornadas abordaron temas clave para garantizar entornos seguros en la Iglesia. Entre ellos:- Espiritualidad del cuidado.- Fundamentos canónicos y jurídicos para la atención.- Aspectos psicosociales del cuidado.- Protocolos de prevención y atención.- Manejo comunicativo de situaciones de riesgo.Además, se socializaron las orientaciones de la Iglesia para implementar políticas, procedimientos, acciones y estrategias en el marco de un Sistema para la Cultura del Cuidado, en los ambientes eclesiales. Entre ellas, las líneas guía y las líneas operativas emitidas por la Conferencia Episcopal de Colombia.El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, destacó: "Hemos estado formándonos para hacer de nuestra Iglesia un lugar seguro, donde prevengamos situaciones de abuso y protejamos especialmente a niños, adolescentes y personas vulnerables".Testimonios de los participantesEl padre Luis Francisco Rodríguez Rosas (párroco en la Arquidiócesis de Bogotá), hizo énfasis en la correlación de estos espacios con la misión de la Iglesia: "Estas jornadas nos dejan dos mensajes directos al corazón: la esperanza por el trabajo ya realizado con esfuerzo y amor para cuidar la naturaleza de nuestra misión evangelizadora, y la responsabilidad de seguir formando conciencias para mantener a la Iglesia como un ambiente protector, siguiendo el ejemplo de Cristo que protege y cuida".La hermana Yolanda Vivas (Rectora colegio de las Hermanas de Nuestra Señora de la Paz) destacó la importancia de la educación para construir la cultura del cuidado a nivel eclesial y social: "Me llevo la convicción de que nuestra misión es crear espacios donde todos se sientan acogidos. En nuestro colegio trabajamos cada día para que los niños aprendan a cuidarse y cuidar a los demás como artesanos de paz. Si cuidamos el espacio de la formación, haremos posible esta invitación a cuidar de los otros".Liliana Molina (catequista en Bogotá) afirmó que será clave replicar esta información con los demás miembros de su parroquia: "Estos conocimientos nos ayudan a detectar situaciones de riesgo y actuar oportunamente para proteger a nuestros niños y jóvenes".El padre Sergio Salamanca (director de la Oficina del Buen Trato de la Diócesis de Engativá) enfatizó la necesidad de "institucionalizar el buen trato, actualizar protocolos y dejar atrás la cultura del descarte".David Fernando Serrano (jurista en la Arquidiócesis de Bogotá) resaltó el llamado al servicio: "Atendemos el cuidado de familias, catequistas y todos los ambientes eclesiales, aplicando esta cultura tanto física como virtualmente".Próximos pasos: más allás de las jornadasLa doctora Ilva Miriam Hoyos Castañeda, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, informó que durante este 2025 el proyecto completará la formación en las 14 provincias eclesiásticas del país. Las próximas jornadas se llevará a cabo en la Diócesis de Soacha con las jurisdicciones restantes de la Provincia Eclesiástica de Bogotá y, entre mayo y octubre, se adelantarán con las Iglesias particulares de provincias eclesiásticas de Medellín y Cali.La abogada Hoyos fue más allá: "El reto que tienen cada una de las jurisdicciones eclesiásticas es responder al llamado que hace no solamente la Iglesia colombiana, sino al llamado que nos hace Jesucristo de vivir plenamente el respeto por el otro".Por su parte, el cardenal Luis José Rueda Aparicio detalló algunos de los pasos a seguir tras estas jornadas en la Provincia de Bogotá, que permitan ratificar el compromiso con el Evangelio, con las víctimas y con las comunidades:Espiritualidad del cuidado: el cardenal Luis José fue enfático en afirmar que la espiritualidad del cuidado es la base del proceso: "Y finalmente, esto requiere una espiritualidad. Sin espiritualidad se nos queda solo en palabras, se nos queda solo en estrategias; con espiritualidad se convierte en verdadera cultura donde el Espíritu Santo con su poder, con su fuego, llega a transformar nuestra vida".Creación de un Consejo de la Cultura del Cuidado para la Provincia Eclesiástica de Bogotá: el Purpurado se refirió a la propuesta de crear una estructura provincial e interdisciplinar que integrará a obispos, sacerdotes, laicos, víctimas y expertos, para trabajar en comunión articulando esfuerzos entre las diversas iglesias particulares y dando seguimiento a la implementación. “La cultura del cuidado, hemos aprendido, hace parte del ADN de nosotros como Iglesia y de la misión que queremos ofrecer en el nombre del Señor. Solo así lograremos ser buena noticia con nuestra vida, siendo coherentes y con el servicio a todas las comunidades”.Implementación parroquial: el Arzobispo de Bogotá enfatizó en la urgencia de llevar esta formación y tomar las medidas necesarias en las parroquias (adaptar de protocolos, seguir formando agentes y crear organismos responsables de la cultura del cuidado en ese nivel). "Que todo lo que hemos recibido aterrice a la vida parroquial…Cada una de nuestras parroquias debe ser una casa, un entorno, una familia protectora donde todos los que lleguen a nuestro alrededor eclesial puedan sentirse acompañados, protegidos y seguros".Alianzas institucionales: el cardenal Luis José Rueda habló de la necesidad de avanzar en esta a través de un trabajo articulado y apoyado por otros actores clave. Evocó convenios con universidades para la formación continua y la colaboración con autoridades civiles. "Ir colaborando con las autoridades civiles, con las autoridades académicas, con todas las disciplinas profesionales que nos puedan ayudar porque solos no somos capaces".Vea el resumen audiovisual de las jornadas:Si desea conocer más información sobre el compromiso de la Conferencia Episcopal de Colombia con la promoción e implementación de la cultura del cuidado, o los canales de atención de la Iglesia, ingrese aquí.

Jue 10 Abr 2025
Obispos colombianos exhortan a los sacerdotes a promover la confesión durante esta Semana Santa 2025
A tres días de dar inicio a la Semana Santa 2025 con el Domingo de Ramos, los obispos de Colombia dirigen una carta a todos los sacerdotes del país, invitándolos a intensificar su disponibilidad para el sacramento de la confesión, con el fin de que los fieles experimenten "la gracia y el poder de la misericordia divina" en estos Días Santos y para que, en el contexto del Jubileo de la Esperanza, tengan la oportunidad de ganar la indulgencia plenaria.En el mensaje, firmado por los integrantes de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal, se resalta el confesionario como un espacio sagrado donde nace "un hombre reconciliado, un mundo reconciliado", citando las palabras de San Juan Pablo II. Además, los prelados hacen un llamado a practicar la "pastoral del oído", siguiendo el llamado del papa Francisco: "Se necesita escuchar a la gente, de modo que cada hermano tenga la posibilidad de experimentar la ternura de Dios".Reconciliación e indulgencia plenariaEn el contexto del Jubileo de la Esperanza que vive la Iglesia Universal en este 2025, los obispos recuerdan que la confesión es una vía para que los fieles obtengan la indulgencia plenaria, un "don inmenso para su vida espiritual". Los exhortaron a invitar a los creyentes "a tiempo y a destiempo" (2Tim 4,2) y a acogerlos con generosidad, reflejando así "el rostro misericordioso del Padre".El documento también incluye un mensaje personal para los sacerdotes, animándolos a acercarse ellos mismos al sacramento "con sincero deseo de conversión", reconociéndolo como uno de los "dones más hermosos de la gracia".Gratitud y llamado a la misiónLa carta concluye con palabras de agradecimiento por la labor pastoral de los sacerdotes, a quienes definen como "faros que iluminan el camino de muchos". Los obispos piden que continúen con "generosidad y pasión pastoral", siendo "ese eco de la voz de Dios que llama a la conversión".Vea a continuación el mensaje leído por el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Francisco Múnera:También le puede interesar:Para conocer cómo ganar la indulgencia durante este Jubileo 2025, haga clic aquí.

Jue 10 Abr 2025
El papa Francisco designa a monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve como nuevo obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos
Este jueves, 10 de abril, la Santa Sede dio a conocer el nombramiento de monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve como nuevo obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, por parte del papa Francisco. El prelado, nacido en Fredonia (Antioquia), venía pastoreando la Diócesis de Mocoa-Sibundoy desde diciembre de 2015. Desde el 8 de julio de 2023, tras la inesperada partida de monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, esta jurisdicción eclesiástica, que comprende 29 municipios del departamento de Antioquia, es sede vacante. El presbítero Luis Alfonso Urrego Monsalve ha venido ejerciendo como administrador diocesano, por designación de sus hermanos sacerdotes a través del Colegio de Consultores.Biografía:Monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve nació en Fredonia (Antioquia), el 20 de enero de 1958, en el hogar conformado por Luis Carlos Maldonado y Mercedes Monsalve. Tiene nueve hermanos.Después de realizar los estudios de primaria y secundaria en su pueblo natal, ingresó al Seminario Mayor de Medellín. Frecuentó los cursos de Filosofía y Teología en la Universidad Pontifica Bolivariana en Medellín. Después de su ordenación sacerdotal obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana.Fue ordenado sacerdote el 5 de julio de 1986 por San Juan Pablo II y se incardinó en la misma Arquidiócesis de Medellín.En el ejercicio del ministerio sacerdotal ha desempeñado los siguientes oficios:- Formador en el Seminario Mayor de Medellín (1988 y 1990-1991).- Administrador Parroquial de la Parroquia San Simón Apóstol - Medellín (1991).- Párroco en San Rafael - Envigado (1992-1994).- Director espiritual en el Seminario Mayor, Profesor y Capellán en la Universidad Pontificia Bolivariana, Colaborador en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores - Medellín (1996).- Párroco en la Parroquia La Sagrada Familia - Medellín (1998).- Párroco en Santa Ana - Sabaneta (1999-2010).- Miembro del equipo de pastoral sacerdotal (2005-2015).- Administrador General de la Fundación Autónoma Sacerdotal Padre Arcila (2007).- Párroco en Nuestra Señora del Rosario - Bello (2011-2015).- Vicario Episcopal de la Zona Norte (2011-2015).- Miembro del Consejo presbiteral, del Colegio de Consultores y del Consejo de Gobierno de la Arquidiócesis de Medellín (2011-2015).El 15 de octubre de 2015 el Papa Francisco lo nombró Obispo de la Diócesis de Mocoa–Sibundoy. El 3 de diciembre de 2015 recibió la Ordenación Episcopal y el 15 de diciembre del mismo año tomó posesión canónica.El 10 de abril de 2025 el Papa Francisco lo nombró Obispo de Santa Rosa de Osos.

Mar 8 Abr 2025
9 de abril: Obispos manifiestan su oración, solidaridad y persistencia en la búsqueda de paz, por la víctimas del conflicto armado en Colombia
En el marco del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado que se conmemorará este miércoles 9 de abril, a través de un mensaje, los obispos de Colombia expresan su cercanía con las comunidades afectadas por la violencia y renuevan su compromiso con la reconciliación y la paz. Como signo de fe y muestra de cercanía con quienes han sufrido en este contexto, los obispos piden a todas las parroquias del país unirse en esta jornada a un toque simbólico de campanas a las 12:00 del mediodía.Inspirados en el Salmo 147 “El Señor sana los corazones quebrantados, venda sus heridas”, los prelados extienden un “abrazo de solidaria cercanía a todas las poblaciones sobrevivientes que por años han padecido diferentes tipos de violencia armada”, recordando a quienes han perdido la vida y a quienes aún luchan por superar las secuelas del conflicto. El mensaje destaca la labor de líderes y organizaciones que, en medio de las adversidades, promueven iniciativas para construir paz y trabajan por la justicia, la verdad y la reparación integral de las víctimas. Los obispos resaltan que su servicio “aporta esperanza a las comunidades que más la necesitan". Expresan que, a través de su trabajo, cada herida es tocada con la ternura de Dios y sanada por la fuerza de la solidaridad. En línea con el Jubileo Ordinario 2025, los obispos insisten en que la paz debe construirse sin olvidar el pasado, transformando el dolor en oportunidades de reconciliación. Hacen un llamado a acompañar los procesos de diálogo, especialmente en las zonas rurales más golpeadas por la violencia, donde “la memoria y la solidaridad con las víctimas se convierte en acción”. Reafirmando su convicción cristiana, recuerdan que “la esperanza no defrauda” y que la paz solo será posible mediante “la escucha, el diálogo, la justicia social y el compromiso en la defensa de los derechos humanos”. Expresan su deseo de que estas convicciones inspiren las decisiones públicas y las políticas de paz, para que Colombia avance hacia “un país reconciliado donde las víctimas del conflicto armado sean protagonistas de una nueva historia de dignidad, inclusión social y verdadera fraternidad”. A continuación vea el mensaje leído por el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos: