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SISTEMA INFORMATIVO

"Una Arquidiócesis misionera" reto propuesto por nuevo Arzobispo

Lun, 11/12/2017 - 10:25 editorCEC1

Tags: arzobispo barranquilla pablo emiro salas ettore balestrero posesión canónica Iglesia

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Vie 11 Jul 2025

Obispos colombianos cierran su CXIX Asamblea Plenaria con compromiso sinodal y una misión episcopal cargada de esperanza

Aunque los trabajos de la CXIX Asamblea Plenaria concluyeron este jueves 10 de julio con un llamado a fortalecer la fraternidad episcopal, a implementar la sinodalidad en las Iglesias particulares y a impulsar el Ministerio del Catequista como eje de la evangelización en Colombia, el cierre oficial tendrá un carácter profundamente espiritual. Los prelados vivirán un retiro en el Convento del Desierto de Nuestra Señora de la Candelaria, en Ráquira (Boyacá), y el sábado 12 de julio, celebrarán el Jubileo de los Obispos en la emblemática Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. En la última emisión del informativo del Episcopado Colombiano, se dan a conocer los detalles.Fraternidad y servicio: claves del ministerio episcopalEl Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, quien acompañó a los obispos durante toda la asamblea, presidió la Eucaristía de la última jornada. En su homilía, el representante del Papa León XIV instó a los pastores a vivir la fraternidad en el ministerio episcopal, recordando que este es, ante todo, un servicio al Pueblo de Dios. Además, los animó a seguir siendo "instrumentos de paz" para las comunidades que acompañan.El Ministerio del Catequista: prioridad para la Iglesia en ColombiaUno de los ejes centrales de la asamblea fue la reflexión sobre el Ministerio del Catequista, instituido por el papa Francisco en 2021 para revitalizar su rol en las iglesias locales. Tras un análisis profundo, los obispos determinaron que este ministerio fortalecerá la catequesis como pilar de la evangelización, enriqueciendo el anuncio del kerigma y priorizando la iniciación cristiana. Asimismo, permitirá integrar a personas de todas las edades —sin perder su identidad laical— en la transmisión de la fe, fomentando comunidades con "ardor misionero" y actitud sinodal. Así lo describió el presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Animación Bíblica, monseñor Pedro Manuel Salamanca Mantilla:“El ministerio de catequista no es para todos los catequistas o lo que podríamos llamar los catequistas de base. En cierto sentido hay una, hay una novedad y la novedad es que haya personas que se dediquen a anunciar el Evangelio, especialmente allí donde todavía no ha sido anunciado, donde las personas se han alejado de Dios. Y también que estos ministros, catequistas acompañen comunidades en proceso de iniciación. Entonces, imaginémonos, por ejemplo, en parroquias muy extensas en zonas alejadas de Colombia. Un catequista, ministro, acompañando y guiando en nombre de la Iglesia y del párroco, una comunidad, incluso con la posibilidad, si es un territorio muy alejado de celebrar la palabra y de llevar la comunión a otras personas que no tienen la posibilidad de venir hasta un pueblo el domingo. Entonces, esperamos que muchos laicos, muchos bautizados, deseen comprometerse con este servicio, se entreguen todavía de manera más generosa, a la tarea de la evangelización, especialmente en lo que tiene que ver con el anuncio de la Palabra de Dios”."Tu futuro está cargado de esperanza": el mensaje de los obisposEn un comunicado titulado "Tu futuro está cargado de esperanza", los prelados se comprometieron a actuar como "profetas" —anunciando a Cristo con obras concretas—, "testigos" —manteniendo una presencia cercana en los territorios— y "servidores" —promoviendo el diálogo social y pastoral para mejorar las condiciones de vida, especialmente de los más vulnerables—.“Nos duele la persistente fragmentación y polarización que afecta la convivencia entre los colombianos; las divisiones políticas, sociales y económicas que se agudizan; las profundas heridas causadas por la violencia, la corrupción, el narcotráfico y las economías ilícitas. Junto con los laicos, las comunidades religiosas y ministros ordenados, asumimos el llamado del Papa León XIV a ser promotores y artesanos de la unidad”, expresaron los obispos.Renovación sinodal y esperanza en medio de los desafíos: un camino que se construyeMonseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente del Episcopado Colombiano, destacó la importancia de recoger los frutos del documento sinodal:“Ha sido muy importante para nosotros vivir esta asamblea, recogiendo los frutos del documento final de la Asamblea Sinodal. Es un documento que da comprender que el obispo es el primer llamado a vivir los procesos de conversión… Sentimos que nuestro ministerio está íntimamente unido con todas las demás vocaciones en la Iglesia… Estamos caminando dentro del pueblo de Dios”.La asamblea no solo reforzó la colegialidad y el compromiso sinodal de los obispos, sino que permitió que lo vivieran en cada espacio. Monseñor Mauricio Vélez García, obispo auxiliar de Medellín, lo describió así:“La sinodalidad no es un capítulo ya resuelto en la Iglesia. La sinodalidad va caminando en la Iglesia. Y precisamente al celebrar esta Asamblea del Episcopado, la vimos en muchos frentes: en el aula principal, en las aulas de trabajo, en los momentos lúdicos, en la mesa, en todo lugar. Para un obispo es importante una asamblea, porque nos muestra que no estamos solos; hemos sido consagrados para servir”.Y añadió el prelado, con mirada profética sobre la realidad colombiana:“Tenemos un pueblo cargado de incertidumbre, marcado por el dolor, la desesperanza y el cansancio. La información negativa nos satura, y ahí es donde nosotros, remando mar adentro, debemos sacar a la gente de la orilla de esa penuria, de esa oscuridad”.Por su parte, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, subrayó el compromiso de ser "pastores de esperanza" en un contexto desafiante:“No se trata de una esperanza con minúscula. Se trata de la gran Esperanza que no defrauda. Esa esperanza que nos hace mirar el futuro sabiendo que el Señor nos ha acompañado en el pasado, que nos está acompañando en el presente y que, en el futuro, también en contexto de guerra, de desilusión, de frustraciones, de dificultades, entonces es muy importante que el obispo se descubra a sí mismo, junto con toda la comunidad, como un profeta, como un servidor y como un testigo de la esperanza. Ese trabajo lo debemos realizar en Colombia en todas las jurisdicciones, para que nosotros podamos descubrir el paso de Dios en nuestra historia, no vaya a ser que la coyuntura oscura, preocupante nos quite la alegría”.Con este espíritu, los obispos colombianos regresan a sus jurisdicciones, fortalecidos para liderar una Iglesia que camina junto al pueblo, incluso en medio de las sombras que amenazan la alegría del Evangelio.En la última emisión del informativo ‘Así va la Asamblea’ compartimos las reflexiones finales. Véala a continuación:

Jue 10 Jul 2025

Compromisos y llamados de los obispos colombianos por la esperanza, al concluir su CXIX Asamblea

Este jueves 10 de julio, al culminar su CXIX Asamblea Plenaria, celebrada en Bogotá del 7 al 10 de julio, los obispos colombianos renuevan su compromiso de ser "profetas, testigos y servidores de la esperanza" ante las difíciles realidades que atraviesa el país.A través de un mensaje titulado "Tu futuro está cargado de esperanza" (Jeremías 31, 17), los prelados expresan su preocupación por la persistente fragmentación social, la polarización política, la violencia, la corrupción y el narcotráfico, que siguen afectando la convivencia nacional. Hacen un llamado a transformar la mirada hacia el reconocimiento de la dignidad humana y los "brotes de esperanza" presentes en las comunidades.Un llamado a la unidad y el respeto institucionalEn el comunicado, los prelados reiteran la importancia de respetar la Constitución, las instituciones del Estado y los entes territoriales como bases de la democracia. Además, instan a los actores armados a cesar los ataques contra la vida humana y la naturaleza, siguiendo el llamado del Papa León XIV a ser "promotores y artesanos de la unidad".En su misión de "profetas", anuncian a Cristo como fuente de esperanza “con palabras y obras, propiciando espacios de encuentro, promoviendo la dignidad humana y la justicia”. Como "testigos", destacan la presencia de la Iglesia en todo el territorio nacional para fortalecer la confianza y el ánimo en medio de las adversidades. Como "servidores", ratifican su compromiso con el diálogo social y pastoral, especialmente en favor de los más vulnerables.Reconocer los brotes de esperanzaFrente a las comunidades tentadas por la desesperanza, los obispos piden mirar a Cristo y trabajar juntos en la construcción de una convivencia fraterna."Escuchémonos y participemos pacífica y activamente en la búsqueda de la voluntad de Dios", expresaron, alentando a cuidar las "semillas de bien" sembradas en el país.Finalmente, encomiendan su misión a la intercesión de la Virgen de Chiquinquirá, pidiendo acoger y transmitir la Palabra de Jesucristo al servicio del pueblo colombiano en este momento histórico.En contexto:Aunque la agenda de trabajo de los obispos finalizó este jueves, mañana viernes, estarán viviendo un retiro espiritual que clausurará su encuentro y los preparará para celebrar juntos el próximo sábado, 11 de julio, el Jubileo de los Obispos en la casa de la Reina y Patrona de Colombia, Chiquinquirá.Vea a continuación el mensaje oficial, leído por el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Germán Medina Acosta:

Mié 9 Jul 2025

Ni mayorías ni minorías: "Los obispos somos misioneros y servidores de la armonía en la Iglesia", afirma cardenal Luis José Rueda

Este miércoles 9 de julio, en su CXIX Asamblea Plenaria, los obispos colombianos compartieron propuestas para reavivar su ministerio como pastores de esperanza en clave sinodal. El cardenal Luis José Rueda Apariciolideró la reflexión teológico-pastoral central, destacando que"el obispo no puede vivir su ministerio en soledad, sino en, con y para la comunidad". El purpurado hizo énfasis en lasinodalidadcomo eje de su misión.Inspirados en la advocación de la Reina y Patrona de ColombiaLa jornada coincidió con los106 años de la Coronación de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, patrona de Colombia. Durante la Eucaristía de apertura, monseñorFrancisco Javier Múnera Correa, presidente del episcopado, recordó el mensaje con el que el Papa Francisco acompañó el rezo del Angelus en septiembre de 2017 en Cartagena, en él, vinculó la devoción mariana con la defensa de los excluidos:"La Virgen, representada en una tela desgastada y luego restaurada, es paradigma de quienes trabajan por recuperar la dignidad de los hermanos caídos... como los migrantes, víctimas de violencia o los pobres, que son imagen viva de Dios", afirmó.Inspirado enSan Pedro Claver, el también Arzobispo de Cartagena subrayó el llamado a sus hermanos, para serservidores de la paz, la justicia y la reconciliación.Claves para un episcopado sinodalEn plenaria, basado en los numerales70 y 71 del Documento Final del Sínodo sobre la Sinodalidad, el cardenal Luis José Rueda Aparicio planteó ejes concretos para vivir el ministerio episcopal en Colombia:1. El ministerio se vive en comunidad, no en soledad"No estamos para vivir un ministerio en soledad. Somos servidores, trabajadores de la viña del Señor, pero en comunidad", afirmó, retomandoLumen Gentium. Destacó lavisita pastoralcomo herramienta esencial para"escuchar al Pueblo de Dios".2. La fraternidad como esencia de la misiónEl Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia subrayó la necesidad de:- Fortalecer las provincias eclesiásticas, promoviendo encuentros entre obispos y valorando el aporte de losobispos eméritos:"Son hermanos en una condición diferente de servicio".- Considerar la posibilidad de aumentar el número de obispos auxiliares y reconocer en ellos una oportunidadpara garantizar transversalidad misionera en las Iglesias particulares.- Priorizar el acompañamiento a la vida consagradafemenina y masculina.3. Humanizar el ministerio"Ayudemos a los fieles a no cultivar expectativas irreales sobre nosotros. Reconocer que también somos frágiles, que tenemos muchas cosas por mejorar y reconstruir en nuestras vidas. Si no nos mostramos perfectos, la expectativa en el pueblo de Dios cambia". Destacó también la importancia de que los obispos tengandirector espiritual y confesor.4. Armonía, no mayorías“No hay que ver las mayorías ni las minorías, sino la armonía. Los obispos somos los misioneros y servidores de la armonía en la Iglesia, con la fuerza del Espíritu”, explicó, promoviendo laconversión relacionaldesde el modelo de Jesús, particularmente en contextos de fragmentación, como el colombiano.Implementación sinodal: el obispo como "puerta de entrada de la sinodalidad"El cardenal Luis José presentó también lasnuevas pistas para la fase de implementación del Sínodo que se llevará a cabo entre este año y el 2028, orientaciones propuestas por la Secretaría General del Sínodo, organismo al que actualmente pertenece el purpurado colombiano. Explicó que el texto cuenta con el aval del Papa León XIV en lógica de continuidad y enfatizó que el obispo debe ser el "principal responsable" de dicha implementación, destacando la necesidad de:- Crearequipos sinodales diocesanoscon laicos, sacerdotes, religiosos y seminaristas.- Conservar laconversación en el Espíritucomo metodología en la Iglesia colombiana.- Mantener unamirada compasivahacia los sufrimientos del mundo.Desafíos a la luz de “Apostolorum Successores” y desde la perspectiva regionalTras esta ponencia, los obispos trasladaron su reflexión a espacios de trabajo grupal, divididos en siete grupos regionales, cada región compuesta por dos provincias eclesiásticas. Allí fueron orientados por el Directorio para el Ministerio Pastoral de los Obispos “Apostolorum Successores”, publicado por la Congregación para los Obispos en el año 2004.Este texto guía presenta una visión integral del Obispo como Sucesor de los Apóstoles, maestro de la fe, santificador y guía de la Iglesia local; destaca la importancia de la colegialidad episcopal y la comunión con el Papa; orienta sobre la organización de la diócesis, la relación con los presbíteros, los religiosos y los laicos; subraya la formación continua del Obispo y su responsabilidad de formar a sus colaboradores; e invita a una gestión pastoral prudente y transparente, promoviendo la corresponsabilidad y la caridad pastoral.Entre las conclusiones sobre su identidad y misión para ser profetas, testigos y servidores de la esperanza en Colombia los prelados identificaron prioridades como:"El obispo debe ser un hombre de fe que transmita la alegría del Evangelio y construya comunidad": monseñor Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín."Nuestro estilo debe reflejar a Cristo: cercano a los pobres y sufrientes, como Él lo fue": monseñor José Miguel Gómez, arzobispo de Manizales."Los sacerdotes son nuestros primeros destinatarios; muchos pierden esperanza frente a dificultades. También acompañaremos a familias y jóvenes": monseñor Luis Fernando Rodríguez, arzobispo de Cali.Vea los detalles más destacados de esta jornada en el Informativo del Episcopado Colombiano:

Mar 8 Jul 2025

Así va la CXIX Asamblea: Obispos colombianos reflexionan sobre experiencias y desafíos de su ministerio entorno al anuncio de la esperanza

Este martes, 8 de julio, los obispos colombianos dedicaron sus espacios de oración, reflexión y trabajo a profundizar, especialmente, en el tema central de esta CXIX Asamblea Plenaria: su ministerio episcopal. En medio de múltiples desafíos eclesiales y en un contexto marcado por la polarización, la violencia y las crisis sociales, analizaron cómo fortalecer su misión pastoral para responder a las urgencias del país.¿Cómo ser más cercanos y proféticos? ¿Cuáles podrían ser las claves para convertirse en pastores de esperanza, en medio de tantos desafíos que viven hoy sus comunidades?: Fueron algunos de los interrogantes que suscitaron su discernimiento."Necesitan pastores": un llamado a la cercaníaLa jornada inició con una Eucaristía presidida por monseñorLuis Fernando Ramos Pérez, arzobispo de Puerto Montt (Chile), quien invitó a los obispos a ser"pastores cercanos a un pueblo extenuado y abatido". Basado en el Evangelio de Mateo, destacó que"Jesús vio a la multitud y dijo: necesitan pastores", subrayando la importancia de interpretar correctamente las realidades sociales y eclesiales para acompañar a las comunidades en medio de crisis familiares, laborales y económicas.Más tarde, en su reflexión teológico-pastoral, el prelado chileno invitó a reconocer la importante misión de los diáconos permanentes; ser consuelo para sacerdotes y miembros de la vida consagrada; y recordar que su servicio al mundo es desde el mensaje del Señor. Además, se refirió a algunos signos que hoy pueden amenazar la esperanza (a nivel social y eclesial). Entre ellos, la ausencia de paz y de justicia, la dolorosa realidad de los abusos y el clericalismo.El arzobispo chileno enfatizó que los obispos son facilitadores de la conexión entre las comunidades y el Señor."Lo que yo traté de compartir, a partir de lo que me ha tocado vivir como sacerdote y también como obispo, es el valor de la esperanza como virtud teologal. Nuestra esperanza se funda en la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, que fue capaz de atravesar lo más terrible: la muerte", afirmó el prelado.Durante su reflexión, entre los aspectos clave del ministerio episcopal, destacó:Fundamento cristológico de la esperanza"Esa esperanza nos permite mirar hacia el futuro con certeza de que lo que anhelamos -la vida bienaventurada en el Señor- se concretiza en la medida que estamos vinculados a Cristo".El servicio sacramental como puerta de gracia"Cada vez que celebramos un sacramento, abrimos una puerta enorme de la trascendencia divina a nuestra contingencia frágil. Dios llega con su gracia como bálsamo".Vivir el ministerio como entrega
"Ser pastores testigos de la esperanza implica entregar nuestra vida para que el mundo tenga vida".Testimonios episcopales: entre desafíos y aprendizajesUn panel de obispos compartió experiencias clave de su ministerio, destacando laoración, elconocimiento de las culturas localesy elautocuidadocomo pilares para mantener la esperanza. En él, participaron el Arzobispo Chileno, y por Colombia, monseñor José de Jesús Quintero Díaz, Vicario Apostólico de Leticia, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, Obispo de Buenaventura y monseñor Carlos Germán Mesa Ruiz, Obispo Emérito de Socorro y San Gil.Monseñor William Prieto Daza, obispo de San Vicente del Caguán, fue el moderador de este panel, que, más adelante, dio apertura a un diálogo. Al final, destacó la riqueza del espacio desde la posibilidad de conocer el testimonio de “cuatro hermanos obispos de diferentes edades, diferentes años de ordenación sacerdotal y ver cómo en medio de las luces y de las cruces que se llevan en el ministerio”, se puede contemplar la gracia de Dios, su fidelidad y cómo Él hace surgir la esperanza en medio de tantas realidades difíciles y diversas de nuestro país. Además, refirió lo significativo que es para él, como obispo joven, nombrado hace apenas nueve meses en un territorio de misión.Por su parte, monseñor Carlos Germán destacó los contrastes de su ministerio de más de 20 años:En Arauca:"Me decían que era un 'laboratorio de guerra'. Intentamos convertirlo en laboratorio de paz. No fue fácil en este contexto tan tremendo que vive Colombia".En Santander:"Una diócesis con raíces comuneras, donde hay que entender las culturas locales. Los santandereanos son muy religiosos, pero con esa característica de cambio que los identifica".Sobre su actual condición de obispo emérito, explicó:
"El obispo emérito no deja de ejercer sus tres oficios recibidos en la ordenación, pero de otra manera".Monseñor Mesa Ruiz enfatizó que"la unidad en la diversidad es esencial. Creemos en una Iglesia una, santa, católica y apostólica, pero con diversidad de dones y carismas".Claves para un ministerio profético en ColombiaDurante los diferentes espacios, los prelados coincidieron en que su servicio debe priorizar aspectos como:1. La unidad, siguiendo el llamado del Papa León XIV a ser"principio visible de unidad"en una sociedad fragmentada.2. El acompañamiento concreto, especialmente en zonas afectadas por violencia y pobreza.3. El diálogo, tanto al interior de la Iglesia, como en los espacios sociales y políticos.Entre las herramientas para mantener la esperanza, destacaron: la oración para tener la presencia de Dios como principal fortaleza, así como conocer y vivir a fondo la cultura de las comunidades que pastorean.Entérese de los detalles en la nueva emisión del informativo del Episcopado Colombiano. Véala a continuación: