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iglesia colombiana

Jue 1 Jun 2023

"¡Paremos este horror de la tortura!": Papa Francisco en su nueva intención de oración

Para este mes de junio, en el marco de la iniciativa desarrollada por la Red Mundial de Oración del Papa, el Santo Padre ha elegido abordar en el mensaje de su video el flagelo de la tortura, una problemática histórica que en la actualidad continúa vigente y sobre la que el Santo Padre denuncia, no solo las formas más violentas en que se desarrolla, sino también aquellas “más sofisticadas, como el trato degradante, la anulación de los sentidos o las detenciones masivas en condiciones inhumanas”. “¿Cómo es posible que la capacidad humana para la crueldad sea tan grande?”, se pregunta el papa Francisco al inicio del video. Afirma que, en cualquiera de sus formas, la tortura anula la dignidad humana y reduce a las personas en “cosas”, lo que puede conllevar implicaciones físicas o psicológicas permanentes. Reflexionando también sobre “el propio Jesús, cómo fue torturado y crucificado”, el pontífice pide que nos unamos en oración a él “para que la comunidad internacional se comprometa concretamente en la abolición de la tortura, garantizando el apoyo a las víctimas y sus familias”. Esta denuncia e intención de oración del Papa se da también en el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, que se llevará cabo el próximo 26 de junio, recordando la Convención de la ONU contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Acuerdo ratificado por 162 países que entró en vigencia desde 1987. Video del Papa para el mes de junio de 2023:

Mié 31 Mayo 2023

Iglesias de Colombia y Ecuador unirán esfuerzos para fortalecer misión pastoral en la frontera

Convocados por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, los obispos de las ocho jurisdicciones eclesiásticas fronterizas ubicadas entre Colombia y Ecuador, junto a miembros de sus equipos de pastoral social, así como a representantes de la Red Clamor y de la Comisión Católica Internacional de Migraciones, se dieron cita los días 24 y 25 de mayo en la Diócesis de Pasto. Este encuentro se desarrolló bajo tres propósitos centrales: profundizar sobre temas asociados a la situación migratoria actual en la región, conocer la respuesta que se ha dado desde ambas conferencias episcopales ante las diferentes necesidades de los migrantes y definir acciones conjuntas que permitan fortalecer la misión de la Iglesia en este sentido. De manera concreta, en la reunión participaron representantes de las iglesias particulares colombianas de Pasto, Ipiales, Tumaco, Popayán y Cali; y en el caso de Ecuador, de los Vicariatos Apostólicos de Esmeraldas y San Miguel de Sucumbíos, así como de la diócesis de Tulcán. El espacio también estuvo acompañado por el Nuncio Apostólico en Ecuador, monseñor Andrés Carrascosa Coso, y por el representante de la Nunciatura Apostólica en Colombia. A nivel metodológico, el encuentro se dio como una importante oportunidad para intercambiar visiones, apuestas, metodologías y materiales de trabajo sobre migración y movilidad humana entre ambas Iglesias. De acuerdo con monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente del episcopado colombiano, una de las propuestas más representativas que surgió durante este encuentro fue la necesidad de desarrollar, de manera integrada, una pastoral de fronteras con un equipo que fortalezca la lectura de esta realidad y contribuya a hacer una presencia más integral y efectiva de Iglesia Católica desde la acogida, la integración y la protección. Frente a problemáticas sociales como la de la xenofobia, surgió la necesidad de fortalecer la vocación del voluntariado de los laicos para el apoyo a los migrantes en las diferentes jurisdicciones. De acuerdo con monseñor Omar, este encuentro representa el segundo paso que da el Dicasterio en este sentido. “Este proceso empezó en la frontera con Venezuela, ahora en Ecuador, y está orientándose a Apartadó, a Necoclí, a ese otro punto de encuentro de tantos migrantes y donde se está dando una respuesta y debe ser ese también otro lugar de análisis, de reflexión y de compromisos compartidos”, añadió el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. El encuentro concluyó con la visita de los participantes al territorio de la Diócesis de Ipiales, concretamente al Puente Internacional Rumichaca, uno de los principales pasos fronterizo entre Colombia y Ecuador, así como a la Basílica de Santa María de las Lajas, donde se celebró una eucaristía en la que los obispos confiaron los resultados de la reunión a la intercesión de la Virgen María. Conozca todos los detalles del encuentro en el siguiente informe:

Lun 29 Mayo 2023

Un año brindando esperanza a personas migrantes y desplazadas en el Cauca

Hasta la fecha, cerca de 900 personas han sido beneficiadas de esta obra caritativa que fue inaugurada por la Iglesia el 26 de mayo del 2022 en Piendamó, corregimiento de Tunía, departamento del Cauca, bajo el propósito central de contar con un espacio para brindar acogida y ayuda humanitaria a la población desplazada del territorio y a migrantes venezolanos en tránsito por la zona. Uno de los principios esenciales de la Casa de Atención a los Migrantes San José de la Arquidiócesis de Popayán es poder brindar atención integral. Por ello, los beneficiados reciben, además de albergue temporal, alimentación, atención médica primaria, acompañamiento espiritual y apoyo emocional. Esto, gracias a las alianzas de cooperación que han logrado establecer con organizaciones locales, agencias gubernamentales y actores de la sociedad civil. De acuerdo con el padre Brayan Manquillo Solarte, delegado arquidiocesano para la Pastoral Migrante, el personal de apoyo de la casa, así como los voluntarios que prestan su servicio allí, han trabajado incansablemente para garantizar que cada individuo sea recibido con dignidad y respeto. “Estamos enormemente agradecidos por la oportunidad de servir y brindar apoyo a aquellos que más lo necesitan. Para nosotros ha sido un sueño que poco a poco hemos ido construyendo con el esfuerzo de los párrocos, de las comunidades religiosas y laicos comprometidos”, agregó el presbítero. Según lo ha informado esta Iglesia particular, además de proporcionar refugio físico, la casa de paso ha desempeñado un papel crucial en la creación de un sentido de comunidad y pertenencia para aquellos que se encuentran lejos de sus hogares. A través de talleres, actividades recreativas y grupos de apoyo, se ha fomentado el intercambio cultural y la resiliencia entre los residentes de la casa.

Vie 26 Mayo 2023

Manarán ríos de agua viva

DOMINGO DE PENTECOSTÉS Mayo 28 de 2023 Primera Lectura: Hechos de los Apóstoles 2,1-11 Salmo: 104(103),1aby24ac. 29bc-30.31y34 (R. cf. 30) Segunda Lectura: 1Corintios 12, 3b-7.12-13 Evangelio: Juan 20,19-23. I. Orientaciones para la Predicación Introducción -Esta solemnidad concluye el tiempo pascual, la cincuentena pascual o pentecostés que forman una sola jornada festiva, día en que actuó el Señor. En efecto, el evangelio de san Juan que escuchamos hoy relata la entrega de su Espíritu, por parte de Jesús, a sus discípulos el mismo día de su resurrección. -El Espíritu Santo es el Espíritu del Padre y del Hijo, el “lazo” de unión. Al ser derramado sobre la Iglesia, la une al misterio del Dios uno y trino, comunión íntima de vida y de amor. De esta manera, la Iglesia brota de la comunión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, tiene su fuente en el misterio de amor de la Trinidad, tal como afirma san Cipriano. -La Iglesia está llamada a vivir esta comunión que brota de la Trinidad y esto exige que cada uno de sus miembros le abra espacio en su corazón al Santo Espíritu; pero esto no es posible sin un esfuerzo sincero y decidido de cada bautizado. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles, san Lucas nos narra el acontecimiento extraordinario sucedido cincuenta días después de la resurrección del Señor; es el cumplimiento de su promesa de enviarles el Espíritu Santo. Jesús no falla; Él es la verdad en persona. La misma lectura de los Hechos nos describe los efectos de la intervención poderosa y omnipotente del Espíritu: todos los escuchaban en sus propias lenguas. El pecado produce división y destrucción; el santo Espíritu, por el contrario, unidad y entendimiento. De esta manera, por su intervención, el mundo es recreado, tal como lo expresa el salmo, al que nos unimos respondiendo: “Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra”; sin el aliento del Espíritu es imposible vivir, vivir verdaderamente. El Evangelio nos presenta a Jesús que el mismo día de su resurrección derrama su Espíritu sobre sus discípulos. Él cumple la promesa y por su Espíritu se derrama en los corazones de quienes lo acogen con fe y amor. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La solemnidad de Pentecostés que hoy celebramos es la conclusión del tiempo pascual que forma un todo único, desde la resurrección. Dios Padre no ha abandonado a su Hijo al poder de la muerte. Mediante su santo Espíritu lo ha levantado de la tumba y ahora vive para siempre y, convertido en cabeza de la Iglesia, derrama sobre todo su Cuerpo el Espíritu que da vida y vida en abundancia. “Este es el día en que actúo el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo”, dice el salmista. Por el bautismo y mediante el Espíritu somos introducidos en este “día” salvífico, en donde el mismo Dios se nos derrama en nuestros corazones, somos hechos partícipes de la misma vida divina, somos insertados en la comunión de vida y de amor del Padre, del Hijo y del Espíritu. ¡Oh, si comprendiéramos los tesoros de gracia encerrados en el bautismo y perfeccionados en la confirmación! La Iglesia es el “lugar” en donde habita como en su propia casa el Santo Espíritu, en ella Jesús lo está derramando continuamente, tal como lo hizo en sus inicios. El Señor no abandona nunca a su Esposa, siempre la alimenta y la nutre, la custodia y la protege, la defiende y la libera de todo mal; en ella se encuentra presente continuamente por su Espíritu que entrega con abundancia. Cada bautizado está llamado, como miembro de su Cuerpo místico, a darle espacio en su corazón para que, de este modo, cada vez sea más y más renovada toda la Iglesia y pueda ser presentada a Dios como virgen inmaculada y sin mancha. Y solamente le damos espacio cuando renunciamos a nuestro espíritu propio egoísta, vanidoso, orgulloso, soberbio, perezoso… Si le damos entrada, entonces en nuestro corazón se irá restableciendo la paz, la armonía, el reposo interior que siempre nos roba el pecado. Al inicio, tal como nos lo dice el Génesis, la primera pareja estaba en el Paraíso; allí todo era felicidad y gozo en Dios. Este es el proyecto de Dios. Sus mandamientos nunca son una carga pesada e insoportable que quiere amargar nuestra vida; todo lo contrario, son la expresión del amor de un buen Padre que quiere lo mejor para sus hijos. El Espíritu viene en nuestra ayuda para que comprendamos la sabiduría y gracia del plan divino. Este camino de docilidad al Espíritu Santo y de renuncia a nuestro propio espíritu egoísta es exigente, implica una batalla firme y decidida. Pero si con valentía nos decidimos a pelear el combate contra todo lo que hay en nuestro corazón que no sea grato a Jesús, entonces podremos ir experimentando progresivamente sus efectos saludables, pues la alegría y el gozo interior nos irán invadiendo cada vez más, junto con una visión llena de esperanza frente a este mundo cada vez más envejecido y semidestruido por el pecado, pues nos convenceremos del poder de Dios derramado en nuestros corazones por su santo Espíritu para transformar el mundo al experimentar su fuerza en nuestra propia renovación. Además, nos convertiremos en artífices de un cambio auténtico a nuestro alrededor, pues otros, experimentando la belleza de una vida en Dios y sus sabrosos frutos para la propia vida y la de quienes les rodean, también se animarán a irlo dejando entrar en su corazón para experimentar en primera persona sus efectos saludables. Si le abrimos de par en par nuestro corazón al Espíritu podremos gozar de todos sus bienes: paz, alegría, gozo… No nos arrepentiremos. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Esta solemnidad es una ocasión muy propicia para pedirle a Dios una nueva efusión de su santo Espíritu sobre toda la Iglesia, para que se renueve cada vez más en cada uno de sus miembros y podamos dar testimonio de una Iglesia que vive la unidad en la caridad. Solamente así podrá ser signo creíble en medio de un mundo lacerado por tantas divisiones, fruto del egoísmo que se asienta en los corazones, hasta convertirse en no pocos casos en su dios. Pero esta efusión que produzca estos frutos tan hermosos no es posible sin la apertura del propio corazón por parte de cada bautizado. Entonces, esta fiesta es la oportunidad para concretizar esta súplica, aterrizándola a cada uno de nosotros; es decir, pedirle una nueva y potente efusión de su Espíritu en cada uno de nosotros; y para que esto se dé verdaderamente, entonces propongámonos examinar nuestro corazón y descubrir que está impidiendo al santo Espíritu la obra transformadora y renovadora que desea hacer en nosotros. Y pidámosle que nos ayude a dar el paso firme y radical de cortar “con afilada navaja” ese impedimento para que, así, podamos caminar, correr, volar tras el Espíritu hacia una existencia que encarna el mismo espíritu de Jesús que se entregó hasta la cruz por nuestra salvación. También aprovechemos esta solemnidad para pedirle al Espíritu particularmente el don de fortaleza, pues las asechanzas del enemigo y las contrariedades de un mundo cada vez más adverso al Evangelio, hacen cada día más exigente el testimonio de una vida cristiana coherente. Que cada día nos convenzamos hondamente que solo en Dios tenemos vida y vida verdadera y que todo aquello que no sea Él es nuestra perdición y ruina. Solamente así podremos enfrentar este mundo y comunicarle, sin temor a los riesgos que puedan sobrevenir, la fuente de la Vida en abundancia, Jesucristo nuestro Señor, que se nos entregó al darnos su Espíritu. _______________________ Recomendaciones prácticas: • Hoy termina el Tiempo Pascual. Después de la última Misa, en la noche, se apaga el cirio pascual y se retira del presbiterio. Conviene colocarlo decorosamente en el bautisterio para que arda durante la celebración del Bautismo y poder encender en él los cirios de los bautizados. • Comienza la semana de oración por la Unidad de los cristianos. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Como Iglesia universal celebramos hoy el día en que nuestro Señor Jesucristo, cumpliendo su promesa, envío su Santo Espíritu sobre los discípulos reunidos en el Cenáculo. Que la participación en esta celebración eucarística, en la que se renueva y actualiza este acontecimiento, disponga nuestro corazón a recibirlo y dejarlo actuar en nuestra vida diaria. Celebremos con fe y alegría. Monición a la Liturgia de la Palabra La efusión del Espíritu Santo que hoy escuchamos en la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles al inicio de la Iglesia y en el Evangelio de san Juan el mismo día de la resurrección de Jesús, nos disponga a recibirlo como comunidad de fe y produzca sus efectos de unidad y caridad, tal como nos lo indica la segunda lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. Oración Universal o de los Fieles Presidente: En el día en que nuestro Señor Jesucristo cumplió la promesa del envío de su Santo Espíritu, presentemos al Padre todas nuestras súplicas con un corazón confiado y agradecido por todas sus obras maravillosas. R. Escúchanos, Señor. 1. Te pedimos por tu Santa Iglesia: asístela continuamente con tu santo Espíritu para que siempre tenga la luz y la fuerza para anunciar tu Palabra y comunicar a todos los hombres tu amor y tu gracia. 2. Por quienes gobiernan los destinos de las naciones: para que con la luz de tu Santo Espíritu pueda conducir los pueblos por caminos de justicia y paz. 3. Por quienes sufren en el alma o en el cuerpo: para que con la fuerza de tu Santo Espíritu sean capaces de unir sus padecimientos a los de Jesucristo y, así, contribuyan a la redención de la humanidad. 4. Por nuestra comunidad parroquial y por quienes participamos de esta Eucaristía: para que nos pongamos en una actitud de docilidad a tu Santo Espíritu, renunciando a todo aquello que lo contrista. Oración conclusiva Escucha Padre Santo las súplicas que te hemos dirigido; que lleguen a tu presencia y alcancen de Ti lo que te hemos dirigido con fe y confianza, por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Vie 26 Mayo 2023

Iglesia reflexiona sobre perfiles de catequistas, lectores y acólitos en Colombia

Más de 100 personas, entre obispos, delegados de liturgia y catequesis, así como teólogos de las diferentes jurisdicciones eclesiásticas del país, se dieron cita del 23 al 25 de mayo en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en Bogotá, para reflexionar sobre la ministerialidad en la Iglesia y definir los itinerarios de formación y los perfiles para los catequistas, lectores y acólitos en la Iglesia colombiana, Esto, de manera concreta, teniendo en cuenta las recientes orientaciones del magisterio del papa Francisco. Este trabajo se dio en el marco del Encuentro Nacional de Liturgia convocado por el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano, a través de los departamentos de Liturgia, Catequesis, Estado laical y Ministerios Ordenados, a partir del direccionamiento de sus comisiones episcopales. Temas asociados a lógica, la identidad y la raíz cristológica de los ministerios laicales, fueron también protagonistas durante este espacio mediante las diversas ponencias presentadas por monseñor Elkin Álvarez Botero, obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos y presidente de la Comisión Episcopal de Ministerios Ordenados; monseñor Nelson Jair Cardona, obispo de la Diócesis de San José del Guaviare y presidente de la Comisión Episcopal de Estado Laical; monseñor Pedro Manuel Salamanca, presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Animación Bíblica, y por el padre Juan David Muriel Mejía, presbítero de la Arquidiócesis de Medellín y docente de liturgia de la Universidad Pontificia Bolivariana. La ministerialidad es un camino para la comunión y la participación en la Iglesia colombiana De acuerdo con monseñor Elkin Álvarez, reflexionar y unificar criterios en esta dimensión representa un paso muy importante para la Iglesia colombiana, pues permite “caminar hacia la ministerial ideal prevista en el magisterio de la Iglesia para catequistas, lectores y acólitos, y así poder ofrecer realmente itinerarios de constitución y de fortalecimiento de estos ministerios”. Indicó, además, que es fundamental evidenciar la diferencia, pero al mismo tiempo, la articulación especial que debe existir, entre ministros ordenados y ministros laicos. En ese mismo sentido, monseñor Nelson Jair recordó que la Iglesia es de todos y que el papa Francisco insiste en que los laicos no deben sentirse en ella como huéspedes, sino como personas a pleno título, con igualdad dignidad, que, más que prestar una colaboración, tienen una corresponsabilidad. “El magisterio de la Iglesia ha sido claro al decir que todos los bautizados participamos de esa triple misión de Cristo, de su misión sacerdotal, de su misión profética y de su misión real, y que cada uno la realiza en el mundo y en la Iglesia de acuerdo a su propia condición. Los sacerdotes como cabeza y pastores de la comunidad. Los religiosos también como una entrega existencial que han realizado en su propia vida en honor del Señor. Y también los laicos a los que la Iglesia y el Señor les concede siempre una evangelización en todas las dimensiones de la cultura, de la política, de la familia y de lo que es la secularidad en el mundo”, agregó el obispo de San José del Guaviare. En cuando al perfil, según lo ha indicado el padre Juan David Muriel, se trata de buscar personas que en la comunidad se sientan servidores, en salida, que puedan acoger, consolar, curar y llevar la palabra de Dios a todos. Las características fundamentales que deben tener los ministros laicos Al respecto, monseñor Pedro Salamanca, indicó tres características centrales que se han definido durante el encuentro para estos ministros: “En primer lugar, la madurez humana de los candidatos de los que serán llamados a estos ministerios. En segundo lugar, su iniciación cristiana, que sean realmente creyentes, que aspiren a los ministerios y los ejerzan con el Espíritu de Cristo, es decir, con espíritu de servicio, no para figurar, no para aparecer, sino con los mismos sentimientos de Cristo. En tercer lugar, se ha acentuado también en estos días la importancia de que sean hombres y mujeres de comunión, que trabajen en la unidad de la Iglesia, que trabajen desde la comunión eclesial en sintonía con los pastores, pero también con los planes de evangelización diocesanos”. Por su parte, la hermana Ana Yibe González Vargas, religiosa de la congregación Hijas de Nuestra Señora de las Misericordias, coordinadora académica del Instituto Superior de Educación y Catequesis ubicado en la Diócesis de Santa Rosa de Osos, ha valorado la oportunidad de realizar en este encuentro una reflexión profunda sobre cómo formar agentes de pastoral de manera integral, pues, según ha dicho, esto permite responder a los desafíos del mundo actual. Por esto, para ella, tanto los perfiles como los itinerarios, deben estar adaptados a las necesidades particulares de cada diócesis. Al tiempo, la hermana Isaura Barajas de la comunidad de las Hermanas Trovadoras de la Eucaristía, quien apoya la pastoral litúrgica de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona, agregó que “no se trata solamente de un papel dentro de una ceremonia litúrgica, sino de toda la conexión con la vida”. De acuerdo con ella este es el objetivo de la liturgia. “La liturgia nos alimenta con su Palabra y con la Eucaristía, nuestro Señor, para luego, en la vida, poner en práctica todo lo que nos enseña”, puntualizó la religiosa. Conozca todos los detalles y testimonios en el siguiente video:

Mié 24 Mayo 2023

Hágase en mí según tu Palabra (Lc 1, 38)

Por Mons. José Libardo Garcés Monsalve - Avanzamos en este mes de mayo venerando de manera especial a la Santísima Virgen María, y en nuestra Diócesis lo hacemos con el lema del mes: “Caminemos juntos, rezando el Rosario”, que se enmarca con el momento significativo de Nuestra Señora de Fátima, con insistencias pastorales puntuales para el sector educativo y comercial, que nos ayuden a fortalecer la acción misionera en estos sectores de la sociedad y de la Diócesis, que reciben con gozo el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo por medio de la Bienaventurada Virgen María. Recordamos a María como modelo del creyente, reconocida esta virtud en la visita que le hace a su prima Isabel, tal como lo narra el Evangelio de Lucas: “¡Dichosa tú que has creído¡ Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá” (Lc 1, 45), palabras que reconocen la fe de María, en el acto de entrega a la voluntad de Dios que pronunció desde el mismo momento en que el arcángel Gabriel le anuncia que iba a ser la madre del Salvador, respondiendo ella con palabras que expresan la fe y entrega fiel al querer de Dios: “Hágase en mí según tu Palabra” (Lc 1, 38), afirmando con ello el Evangelio la actitud de fe de María y que Isabel reconoce y lo exclama con entusiasmo en la frase: “¡Dichosa tú que has creí-do!” (Lc 1, 45), alabándola porque Ella ha creído que lo que ha prometido el Señor se cumplirá. Nada es imposible para Dios y esto se hace realidad porque su corazón es un terreno abonado para que la Palabra de Dios germine y pueda dar fruto de buena calidad. La fe de María la dispone a hacer la voluntad de Dios y engendra la virtud de la esperanza, para estar de pie junto a la Cruz del Señor, virtudes, que a la vez dan el fruto maduro de la caridad y por eso en un momento importante de la vida se pone en camino hacia donde su prima Isabel para ejercitar con ella la caridad, la entrega y el servicio desinteresado. De esto da testimonio el Evangelio cuando afirma: “María se puso en camino y fue de prisa a la montaña” (Lc 1, 39), ese ponerse en camino, es la salida misionera de María para comunicar el don de la salvación a la humanidad, que en la persona de Isabel reconoce con las palabras: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre” (Lc 1, 42). Como creyentes en Jesucristo reconocemos que el amor oblativo, de caridad sin límites de la Virgen, nace de la comunión que tenía con el corazón de Dios, que la llevó a aceptar ser la Madre del Redentor para entregarle la salvación a todo el género humano, siendo este el mayor acto de caridad para con todos. La caridad y el amor de María por cada uno de nosotros, conduce de inmediato hasta Jesús, una caridad silenciosa, prudente, que de nuevo al pie de la Cruz de su Hijo calla y ofrece por la humanidad en el acto de amor más grande, al redentor del mundo, “la Virgen de Nazaret tuvo una misión única en la historia de Salvación, concibiendo, educando y acompañando a su Hijo hasta su sacrificio definitivo” (Documento de Aparecida #267), siendo esta misión la caridad más silenciosa, pero la más efectiva para cada uno de nosotros. María, al entregarnos a Jesús, nos trae con Él todo el amor, el perdón, la reconciliación y la paz, “como madre de tantos, fortalece los vínculos fraternos entre todos, alienta a la reconciliación y el perdón, y ayuda a que los discípulos de Jesucristo se experimenten como una familia, la familia de Dios” (DA #267) y por eso, siguiendo su ejemplo, en un acto de caridad inmenso hacia nuestro prójimo, estamos llamados a entregar a Jesús a otros, incluso a quienes no lo conocen o abiertamente lo rechazan. Esta es la tarea de la Iglesia, comunidad de creyentes que tiene como vocación y misión comunicar a Jesucristo, como el mayor acto de caridad. Así nos lo enseña el Papa Francisco: “La Iglesia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio” (Evangelii Gaudium #14), recordando que la primera obra de caridad que hemos de hacer a nuestros hermanos será mostrarles el camino de la fe. Así lo enseñó san Juan Pablo II cuando dijo: “El anuncio de Jesucristo es el primer acto de Caridad hacia el hombre, más allá de cualquier gesto de generosa solidaridad” (Mensaje para las migraciones 2021), y en esto la Santísima Virgen María, como maestra de la caridad, nos da ejemplo de un amor total a todos nosotros, entregándonos a Jesús y llevándonos hasta Él. La profunda vida interior y contemplativa de nuestra Madre del cielo, nos exhorta a mirar fijamente a Jesucristo y a vivir nuestra fe, esperanza y caridad en la actitud constante de hacer y amar la voluntad de Dios. Hoy repetimos con María: “Hágase en mí según tu Palabra” (Lc 1, 38), para que todo nuestro peregrinar humano y cristiano, con las incertidumbres y tormentas diarias, pongamos nuestra vida en las manos del Padre, con los ojos fijos en el Señor, hasta que lleguemos a participar de la Gloria de Dios. Los convoco a poner la vida personal y familiar bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María, en todas las circunstancias de la existencia, aún en los momentos de cruz. Que el glorioso Patriarca san José, unido a la Madre del cielo, alcancen de Nuestro Señor Jesucristo, la fortaleza para hacer en cada momento la voluntad de Dios, para que sigamos siendo discípulos misioneros del Señor. En unión de oraciones, caminemos juntos, rezando el Rosario. Reciban mi bendición. +​​​​​Monseñor José Libardo Garcés Monsalve Obispo de la Diócesis de Cúcuta

Mié 24 Mayo 2023

Iglesia colombiana se prepara para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2023

Bajo el lema “Haz el bien, busca la justicia” (cf. Is. 1, 17), se llevará a cabo, entre el 28 de mayo y el 4 de junio, la versión 55 de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (SOUC) que en Colombia inicia con la solemnidad de Pentecostés y culmina con la solemnidad de la Santísima Trinidad y que, en el hemisferio norte, se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero en el contexto de la fiesta de San Pablo Apóstol. En este contexto, la Comisión Episcopal para la Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD), presidida por monseñor Edgar Aristizábal Quintero, obispo de la Diócesis de Yopal, en articulación con su departamento ejecutivo en el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), ha adaptado para Colombia el subsidio ofrecido por el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la “Comisión Fe y Constitución” del Consejo Mundial de Iglesias; además, se han preparado distintas actividades, como visitas a las comunidades de fe de las Iglesias Cristianas Históricas que conforman el Comité Ecuménico donde se realizarán reflexiones en torno a la Palabra de Dios. Entre las actividades que hacen parte de la agenda de esta semana, de manera especial, el miércoles 31 de mayo, de 2:30 p.m. a 4:30 p.m. se llevará a cabo un foro virtual sobre aportes teológicos para una pastoral de la reconciliación y la paz. Este espacio, organizado con el apoyo de la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás (USTA), será transmitido a través de las redes sociales de la Conferencia Episcopal (/episcopadocol). Por otra parte, el sábado 3 de junio, se llevará a cabo unacelebración ecuménica, a la que están invitados los líderes de las iglesias cristianas y fieles de diferentes comunidades de fe, que se realizará en la Comunidad San Mateo de la Iglesia Luterana Alemana ubicada en la calle 127B No. 6A-71 en Bogotá. El papa Francisco ha insistido en la necesidad que los cristianos del mundo caminen juntos en la búsqueda del derecho y la justicia en el mundo; incluso, la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se llevará a cabo este año en Roma para tratar el tema del camino sinodal, iniciará, por voluntad del pontífice, con una celebración ecuménica el 30 de septiembre denominada “Together. Encuentro del Pueblo de Dios”. A propósito del tema de este año para la SOUC, la presentación del subsidio insiste en que “en nuestro mundo se encuentran también hoy muchos de los desafíos de la división que Isaías denunció en su predicación. La justicia, el derecho y la unidad emanan del profundo amor de Dios por cada uno de nosotros, y expresan quién es Dios y cómo espera que nos relacionemos entre nosotros. El mandamiento de Dios de crear una nueva humanidad “de toda nación, raza, pueblo y lengua” (Ap 7,9) nos impele a la paz y la unidad que Dios desea para su creación”. Invitación del Presidente de laComisión Episcopal para la Promoción de la Unidad y del Diálogo de la Conferencia Episcopal de Colombia:

Mar 23 Mayo 2023

Un profeta, testigo y servidor de la esperanza para Puerto Carreño

En la tarde de este lunes 22 de mayo, en medio de una Solemne Eucaristía celebrada en la Parroquia San Alfonso María de Ligorio de la ciudad de Bogotá, se llevó a cabo la ordenación episcopal del padre Álvaro Mon Pérez, sacerdote redentorista, quien el pasado 30 de marzo fue nombrado por el papa Francisco como nuevo Vicario Apostólico de Puerto Carreño, jurisdicción eclesiástica ubicada en el departamento del Vichada. La ordenación de monseñor Álvaro fue conferida por monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, obispo de la Diócesis de Riohacha, también misionero de la Congregación del Santísimo Redentor, quien se desempeñó como Vicario de Puerto Carreño entre los años 2010 y 2020. La celebración estuvo acompañada, de manera especial, por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y por el Vicario Apostólico de Puerto Gaitán, monseñor Raúl Alfonso Carrillo, quien, al tiempo, estaba encargado de la administración de Puerto Carreño. En representación de la Nunciatura Apostólica en Colombia, estuvo presente en la ordenación el padre David Paul Charters. Asimismo, por parte de su congregación, asistieron el padre Luis Carlos Jaime Murillo, superior provincial y el sacerdote Jairo Díaz Rodríguez, miembro del Gobierno General de los redentoristas en nuestro país. En su intervención, monseñor Ceballos inició agradeciéndole a monseñor Mon Pérez por haberlo elegido a él para realizar este signo de sucesión apostólica y le dijo: “ninguno de los dos estudió para ser obispo sino para seguir el ejemplo de Jesucristo salvador en la predicación de la palabra de Dios a los pobres, como reza la constitución general número 1 de la congregación según la intuición original de San Alfonso María de Ligorio, nuestro padre fundador”. En este sentido, recordó que esta designación episcopal no es fruto de una conquista ni de una pretensión humana, sino de la gracia de Dios. Asumir con optimismo el liderazgo de los desafíos pastorales en el Vichada A propósito del contexto actual de esta jurisdicción, monseñor Francisco Ceballos recordó que este vicariato, además de estar ubicado en una de las periferias geográficas del país, tiene “grandes retos pastorales y carencias de estructuras consolidadas que faciliten la madurez de la Iglesia en ese territorio”: “Su experiencia como misionero, tanto en Bolivia como en Colombia, le ha permitido entender que en las periferias hay sufrimiento, hay sangre derramada, hay necesidades pastorales (…) La realidad de Puerto Carreño no es diferente”, añadió en otro momento del mensaje el Obispo de Riohacha. Más allá de estos desafíos, le pidió no temer, sino llegar con mucho optimismo a asumir su ministerio episcopal, como “profeta, testigo y servidor de la esperanza en ese territorio de misión”, siguiendo el ejemplo de Jesús. “La promesa de Jesús de acompañar a sus discípulos hasta el final de los tiempos, lo debe estimular a emprender tan fascinante y desafiante aventura pastoral con dinamismo misionero, propio de nuestra congregación, dinamismo misionero, la manera como hacemos frente a las urgencias pastorales; en eso nos distinguimos los redentoristas”, precisó monseñor Ceballos. Inspirado en las palabras del Santo Padre, el prelado invitó también al nuevo Vicario Apostólico de Puerto Carreño a ser siempre un pastor con olor a oveja, a caminar con el pueblo de Dios en sinodalidad, siempre priorizando su misión con los más pobres y necesitados, pues es allí donde, según monseñor, se activa y crece la gracia. “Asumo con confianza este nuevo ministerio que Dios me regala, porque siento el amor de Cristo en cada momento y en cada circunstancia”: monseñor Álvaro Mon Por su parte, el nuevo pastor de Puerto Carreño compartió la sensación de asombro que ha tenido desde que conoció la noticia de su nombramiento. Al tiempo, se refirió a una profunda gratitud con Dios por haberle concedido la gracia de nacer en una familia boyacense “creyente, humilde, trabajadora, con anhelos de superación y de servicio”; así como por poder ser parte de los redentoristas, a quienes, según lo expresó, conoció desde que tenía 12 años de edad, cuando dos misioneros de la congregación llegaron a su vereda. Durante su intervención, se dirigió también a los fieles, sacerdotes, diáconos, catequistas, agentes de pastoral, autoridades civiles y a cada una de las personas que conforman esta Iglesia particular de Puerto Carreño, a quienes envió su saludo y bendición. “Siento y compruebo su cariño y lo he experimentado en los efectos de las oraciones que han elevado por mí, Dios les pague, tengo la seguridad que puedo seguir contando con ellas”, manifestó el prelado. Transmisión de la celebración de ordenación: _______________ Sobre este tema, también le puede interesar:Papa Francisco nombra Vicario Apostólico para Puerto Carreño