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¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión?
Tags: predicación orante evangelio del domingo Domingo de Ramos semana santa Iglesia
Primera Lectura: Is 50,4-7
Salmo: Sal 22(21),8-9.17-18a.19-20. 23-24 (R. 2a)
Segunda Lectura: Flp 2,6-11
Evangelio: Mt 26,14 - 27,66 (forma larga) o Mt 27,11-54 (forma breve)
Introducción
Al iniciar las celebraciones de la Semana Santa, la liturgia de hoy nos introduce a este tiempo especial de oración y meditación profundas en el Misterio Pascual de Cristo:
• En el domingo de ramos, en la pasión del Señor, celebramos la aclamación a Jesús como Rey y Mesías en su entrada triunfal en Jerusalén y el anuncio de su pasión y muerte donde se proclama como el Salvador.
• Isaías ya prefigura la misión de Jesús: perseguido acepta el sufrimiento y no renuncia a su tarea encomendada porque experimenta la ayuda del Señor y confía plenamente en Él; sabe, además, que ha sido llamado a consolar y a salvar.
• Algunos autores hablan del himno cristológico de San Pablo, en la carta a los Filipenses que leemos hoy, como un credo cristiano primitivo. En él se ratifica la actitud de entrega y servicio de Jesús: “se hace esclavo de todos”. De condición divina, se despojó de su grandeza y se entrega y por eso Dios lo exaltó. Como siervo sufriente Dios lo glorifica.
1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?
El relato de la Pasión según san Mateo inicia con la traición de Judas. Los jefes del pueblo encuentran un aliado en un discípulo de Jesús, mostrando cómo se presentan las tentaciones que pueden hacer romper la vinculación con Jesús.
Luego se pasa a la cena con los discípulos en el marco de las fiestas de la Pascua. Jesús allí resume el sentido de su vida, interpreta el signo misterioso de su muerte, hace el anuncio de la traición de Judas. Jesús conoce lo que le sucederá, pero sabe que su entrega hace parte del plan de Dios. La cena se convierte en despedida de Jesús y confiere un significado especial a la entrega del pan y vino; muestra lo que ha sido su vida y su misión: entrega.
Después de cantar los himnos salieron hacia el monte de los olivos. El ambiente se torna oscuro no solo físicamente sino espiritualmente, hay abandono y negación. Jesús ora y pide oración a sus discípulos para que se haga la voluntad del Padre y para no caer en la tentación. Jesús tiene que sellar con su sangre la Nueva Alianza que ha anticipado en la cena, entregando su vida por todos. La oración de Jesús es motivación para que sus discípulos encuentren siempre en este diálogo con el Padre la fuerza para cumplir su voluntad.
Con el arresto de Jesús comienza a ponerse en marcha el plan de los jefes del pueblo. Mateo deja bien claro que al aceptar Jesús su destino de muerte, asume el plan de salvación del Padre manifestado en las Escrituras. La tropa viene a capturar a Jesús y se resalta la figura del traidor, uno de los doce, y al mismo tiempo el evangelista resalta la figura de Jesús expuesta constantemente en su predicación: el amor a los enemigos.
Pasa Jesús ante el consejo de los ancianos a un proceso injusto con testimonios falsos, pero sigue firme y valiente. No así Pedro, quien débil y temeroso, con fe titubeante niega a Jesús, y así queda el maestro solo. La muerte de Judas muestra la iniquidad del proceso y la inocencia de Jesús. El interrogatorio de Pilatos, es parecido al que ha sufrido ante el consejo de los ancianos, lleno de burlas y condenas y acusado de blasfemo por proclamarse rey. El pueblo pide la muerte de Jesús y la quiere en cruz, la forma más vergonzante y cruel. Pilatos al lavarse las manos hace responsable al pueblo de esa muerte. Posteriormente es sometido a burlas por parte de los soldados antes de la crucifixión. Toda la narrativa de este momento de la crucifixión tiene alusiones al Antiguo Testamento para mostrar que todo sucede según el plan salvífico de Dios.
Luego viene la narración de la muerte de Jesús. Las palabras de Jesús que evocan el salmo 22 y la confesión del oficial romano, manifiestan la relación de Jesús con su Padre y su verdadera identidad.
Después de la muerte de Jesús, un discípulo reclama el cuerpo para darle sepultura como prescribe la ley. Esta actitud de José de Arimatea contrasta con el abandono de los discípulos en la hora decisiva.
2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?
Jesús va a Jerusalén a cumplir su misión, ofreciendo a todos los dones de la salvación. Empieza este camino con su entrada triunfal en la que con un gesto profético se presenta como Mesías-Rey, poniendo de manifiesto la conversión que se necesita para reconocerlo y seguirlo. Todos los signos de esta entrada a Jerusalén muestran un reinado de paz y servicio a favor de su pueblo, eso es lo que significa “entrar montado en un asno”. Es un Mesías pacífico y humilde que no seguirá los caminos del poder y de la gloria de los reinos de este mundo. De ahí surgen las palabras de aclamación y los gestos de alabanza realizados por la gente que lo reconocen como Mesías y la súplica de salvación que manifestaban con el “Hosanna”. El Sanedrín se preocupa porque es mucha la muchedumbre que sube con Jesús a Jerusalén. Ahí empezará su pasión.
Jesús asume el sentido último de su misión y su venida a este mundo: la entrega de su vida por amor. El será coherente con su predicación de un Reino de justicia, paz y amor, de las bienaventuranzas, de asumir la cruz, del amor incondicional, de entregar la vida. En la lectura de la pasión del Señor vemos ratificado el mensaje de la vida de Jesús que es entrega a favor y por amor a los demás, y por ese amor va a la cruz y asume un proceso injusto, lleno de calumnias, injurias, golpes, insultos y burlas. Siempre que leemos la pasión del Señor vemos que lo que motiva a Jesús a entregarse en la cruz es el amor. Elige morir Él para que nosotros tengamos vida, vida nueva y en abundancia.
San Pablo nos dice que “así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos. (Rom 5, 19), y Pedro dice: “Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño, para que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la justicia; con sus heridas han sido sanados”. (1 Pe 2,24). Estos y muchos textos nos muestran el amor de entrega de Jesús por nosotros. La pasión del Señor que escuchamos es una evidencia del amor de Dios que envía a su hijo para la salvación de todo el género humano. Y Él obediente a la voluntad de su Padre asume un misterio de amor sin límites. Hoy tenemos que repetir que este acontecimiento de salvación “ha sido hecho por mí”.
Asociemos a nuestras vidas esta doble realidad que vivimos hoy: la acogida de Jesús en Jerusalén y el drama de la Pasión; el “Hosanna” festivo y el grito repetido muchas veces: “¡Crucifícalo!”; la entrada triunfal y la aparente derrota de la muerte en la cruz. Entreguemos los momentos gozosos que vivimos, nuestros triunfos y alegrías, la belleza de la vida, los amigos y los proyectos. Pero también entreguemos los momentos de tristeza, pérdida, dolor y fracaso de nuestro caminar.
3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?
En este comienzo de la Semana Santa supliquemos a Jesús que estos días se conviertan en un verdadero retiro espiritual en el que nos encontremos con Él. Un verdadero encuentro con:
Jesús humilde y obediente: Acerquémonos a Jesús que escoge tomar la naturaleza humana de humillación (Kenosis) despojo y obediencia, en condición humana, sin privilegio alguno y con todas las humanas limitaciones. Aprendamos de Jesús anonadado, siervo obediente que acepta el plan del Padre. Agradezcamos a Cristo inmolado místicamente y entregado como cordero sacrificado en la Nueva Alianza y que también se entrega en la cruz como cordero que a todos nos trae la verdadera redención del pecado y la salvación. Que con San Bernardo digamos: “clama la cruz, claman los clavos, claman las heridas, que verdaderamente nos amó Dios… esto quiso padecerlo para que a través de las heridas de su carne se dejasen ver las entrañas de su caridad”.
Jesús entregado: Glorifiquemos a Jesús que se muestra dueño de sus acciones y se ofrece libremente al sacrificio por amor; va libremente a cumplir la voluntad del Padre. La corona de espinas, el manto de púrpura, el bastón puesto en su mano, pondrán de relieve, paradójicamente su majestad y realeza. Se entrega y en su pasión muestra como es rey y reina y a través del sufrimiento es rey y salva a los hombres porque dice sí al plan de salvación.
Jesús orante: En la pasión vemos a un Jesús orante, en permanente comunión con su Padre, para hacer siempre su voluntad. Asumamos la actitud de Jesús en la última Cena con sus discípulos, en Getsemaní y en la crucifixión, ofreciendo su vida, sus acciones y poniendo todo en las manos del Padre. Ante la angustia, el desasosiego, las lágrimas y el desaliento Jesús ora porque ha comenzado la pasión cruenta en su alma, Él no quiere ceder, sigue orando y sigue amando la voluntad del Padre que también es la suya. La oración hace que el terror de la pasión no lo venza, que no desista. Así supliquemos al Señor que valoremos la oración en nuestras vidas, circunstancias y pasiones. Vemos como los discípulos sin oración son nada, la oración es la fuerza para vencer cualquier dificultad. Al final la oración en Jesús se hace más intensa: “...Pero que no se haga como yo quiero, sino como quieres tú” … porque “ha llegado la hora, ya llega el que me va a entregar”.
Estas realidades y vivencias del Señor en su misterio de salvación, manifestados en el relato de la pasión, son una proclamación de Jesucristo como Mesías que debemos interiorizar como hijos de Dios, son un Kerigma que debemos seguir anunciando como Misioneros del Señor. Digamos nuevamente: que por nosotros los hombres y por nuestra salvación se dio el plan salvador de Dios por la libre obediencia de Jesús. La pasión fue para Jesús la hora del testimonio supremo de toda su vida, que aprendamos nosotros el sacrificio, el servicio y la solidaridad y nos comprometamos con la extensión del reino de Dios.
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS:
1. Tener presente que hay tres formas de conmemorar la entrada del Señor a Jerusalén. (Misal p. 129 ss.). Convocar para esta procesión de manera especial a los niños y jóvenes.
2. Al concluir la procesión y llegar al altar se omiten los ritos iniciales y se prosigue con la oración colecta.
3. Para la lectura de la Pasión no se llevan cirios ni incienso, se omite el saludo y la signación del libro; la ausencia de estos signos manifiesta la austeridad de estos días. Al proclamar la muerte de Cristo se debe hacer una pausa para guardar silencio y ponerse de rodillas durante unos instantes.
4. Para la lectura de la Pasión se sugiere que se proclame entre tres lectores, y reservar la parte propia de Cristo para que la lea el sacerdote.
5. Tener en cuenta que tiene prefacio propio: “La Pasión del Señor”, Misal, p. 138.
6. Se puede emplear como oración de bendición sobre el pueblo, la propia para este domingo, Misal pág. 139.
7. Evangelizar la piedad popular: conviene instruir a los fieles en que lo más importante en este día es la celebración de la Misa y, en ella, la lectura de la Pasión del Señor. Es importante realizar la bendición y procesión con su carácter litúrgico y darle el aspecto de una “Puerta de la Semana Mayor. La cual incluye los actos litúrgicos y los de la piedad popular.
“Les traigo la paz” (Juan 20, 19.21.26)
Vie 5 Abr 2024
Vie 8 Mar 2024
El que obra la verdad se acerca a la luz
CUARTO DOMINGO DE CUARESMA«Laetare»Marzo 10 de 2024Primera Lectura: 2Cro 36,14-16.19-23Salmo: 137(136), 1-2.3.4-5.6 (R. 6a)Segunda Lectura: Ef 2,4-10Evangelio: Jn 3,14-21I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducción•Hemos meditado en los primeros domingos de cuaresma en la Alianza que Dios hizo con la humanidad. Noé, Abrahán y Moisés han sido los protagonistas de esta historia de predilección y salvación. La lección de esta historia es que Dios se manifiesta siempre fiel y atento a la historia del Pueblo que se escogió, lo podemos evidenciar en los relatos del éxodo, el camino por el desierto y la entrada a la tierra prometida.•Por otro lado, está el pueblo de Israel, duros de cabeza y de corazón, incapaces de aceptar la voluntad de Dios, de responder con fidelidad a su predilección y de someterse con fe al pacto realizado en el Sinaí sin idolatrías. Este pueblo a quebrantado el primer mandamiento y con esta falta de rectitud los demás preceptos de la ley.•Estamos en camino hacia la pascua, nos hemos venido preparando para celebrar el acontecimiento redentor de la pasión, muerte y resurrección del Señor, en la mitad de este camino cuaresmal el Señor nos exhorta en su Palabra a confrontar nuestra falta de buen juicio y testarudez, tan parecida en ocasiones a la de los israelitas en el desierto. El Señor nos llama a una auténtica y verdadera conversión.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La historia del destierro del pueblo de Israel, marcada por el sufrimiento y el deseo de regresar a la heredad prometida, se convierte para el autor de Crónicas en la oportunidad para indicar al pueblo de la Alianza, que lo vivido en Babilonia no es otra cosa más que la consecuencia de su pecado de idolatría e infidelidad. Todo el pueblo, hasta sus autoridades “multiplicaron sus infidelidades, según las costumbres abominables de los gentiles”. Dios siempre se manifestó paciente y compasivo, “tenía compasión de su pueblo”, les envió profetas para que les advirtieran y señalaran el camino de la fidelidad, pero no les hicieron caso, se hicieron testarudos a la hora de entender y vivir según las exigencias de la Alianza. El destierro a Babilonia, la destrucción del Templo de Jerusalén, la restricción del culto, fue la lección que Dios dio a su pueblo por la infidelidad a la Alianza. Pero sabemos que Dios nunca deja sin oportunidad a los que Él se escogió, una vez el pueblo deseó con mayor intensidad regresar a la tierra prometida, suscitó en Ciro, Rey de Persia, la decisión de permitir a los que quisieran, volver a su tierra. El autor del salmo 136 señala con sabiduría, cómo es de fácil que el hombre abandone el camino del bien, y cuando esto pasa Dios permite que sobre ese hombre venga la angustia y la soledad, esto fue lo que pasó con Israel, ahora desterrado en tierra extranjera, allí echan de menos los cantos de Sión y piden a Dios que termine con sus enemigos los Asirios. Pero Israel sabe suspirar por Jerusalén y no se olvida de ella: “Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti”.San Pablo en el capítulo dos de la carta a los Efesios manifiesta que, ante las situaciones de esclavitud y muerte espiritual a la que se somete el hombre, presenta a “Dios, rico en misericordia”, quien no es indiferente ante la miseria humana, el amor de Dios supera nuestro pecado, propicia nuestra salvación, “por el gran amor con que nos amó”, estando nosotros muertos al pecado, nos ha hecho vivir con Cristo”. Pablo pretende que tomemos conciencia de estos dos estados, el de la muerte y el de la vida, para que apreciemos en su justo valor la bondad de Dios, que ahora espera de nosotros fe y buenas obras: “somos, pues, obra suya. Dios nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras”. Leemos hoy en el Evangelio de Juan, en el capítulo tres, la segunda parte del diálogo de Jesús con Nicodemo, que es una intervención del Señor, llena de expresiones profundamente teológicas. Después de haber indicado la manera de cómo debemos nacer de nuevo “por el agua y el Espíritu”, Jesús refiere la imagen de la serpiente elevada en el desierto, que quienes la miraban producía la curación, “así tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna”. La elevación de Jesús en la cruz revela su origen divino y al propio tiempo su carácter de Hijo del hombre, exaltado, elevado en la cruz, salvará al hombre de la muerte y le comunicará la vida imperecedera. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?El libro de las crónicas hace una descripción de la historia de Israel que puede ser imagen de nuestra historia personal y comunitaria. Dios nos ha elegido, nos ha llamado a la vida, nos invita en estos nuevos tiempos a “caminar juntos”, nos ha señalado el camino de la salvación, sellado definitivamente con su pasión, muerte y resurrección, a pesar de todos estos acontecimientos en los que Dios se ha manifestado grande y misericordioso, la humanidad se sumerge en la indiferencia ante lo sagrado, infidelidad a los criterios del evangelio y marcadas idolatrías que surgen del relativismo en muchos campos de la vida e ideologías carentes de una sana y correcta concepción de lo que es y significa la persona humana.Pareciera que en muchos ambientes en los que el hombre de hoy desarrolla su existencia, algunos han “preferido las tinieblas a la luz” porque no terminamos de admitir la presencia de Dios entre nosotros, ni el valor de la entrega amorosa de su Hijo en la Cruz para nuestra salvación. Así como Israel fue tentado en el Antiguo Testamento al dejarse contaminar por las malas costumbres e idolatrías de los pueblos de aquel entonces, también nosotros estamos sometidos al atractivo que el mundo de hoy quiere ejercer sobre nosotros, abiertamente distantes del Evangelio de Cristo, despreciando la fe, la vida, destruyendo la casa común en la que vivimos.Cuaresma es un tiempo para que revisemos nuestra relación con Dios, con nuestros hermanos, con nosotros mismos y el mundo en el que vivimos. Cristo es la luz en nuestro camino, él se sometió a la cruz, para que, puesto por encima de nosotros, viéndolo creyéramos y fuésemos salvados. Qué bueno que hoy nos dejemos confrontar por este gran acontecimiento salvador de la cruz del Señor, no dejemos de soñar en las promesas de la salvación, añoremos volver el corazón y la mente a la promesa de vida eterna, con fe, entrega a Dios y seguimiento a Cristo. Aprovechemos este tiempo de gracia para reconciliarnos, para que llenos de alegría seamos fieles a la Alianza sellada con la cruz de Cristo y añoremos como el pueblo de Israel volver el corazón a las promesas de la salvación.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Las prácticas de la cuaresma, buscan despertar en nuestro corazón la sensibilidad de las cosas de Dios, de lo sagrado; estas herramientas espirituales afinan el intelecto y fortalecen el corazón, para reconocer con mayor seguridad el paso de Dios por nuestras vidas, paso amoroso y siempre misericordioso a pesar de nuestros pecados.Dios no nos abandona en nuestro camino por el desierto y aunque, en medio de nuestras libres decisiones podemos actuar infielmente y busquemos remplazar su presencia con otras realidades temporales y caducas, Él siempre está ahí, para volvernos al camino, para darnos vida y la nueva oportunidad de volver a la heredad de sus promesas.Vamos a conmemorar la pasión, muerte y resurrección del Señor, en esta nueva actualización Jesús será puesto nuevamente en alto, para que creamos y creyendo alcancemos la salvación, esto implica que conscientemente dispongamos bien el corazón y así como lo explica el apóstol Pablo, nosotros muertos al pecado, nos dediquemos a las buenas obras.El sacramento de la reconciliación será para nosotros la oportunidad de volver a la comunión con Dios, al servicio generoso y libre en la edificación de la Iglesia del Señor Jesús, con la vida reconciliada por el amor misericordioso de Dios, despertaremos en el propio corazón y por nuestro testimonio, en el corazón de los hermanos, el deseo de salir de tierra extranjera, la del destierro, tierra llena de lágrimas, tristezas y desánimos y volver así, a la tierra de la promesa, tierra de alegría, paz y resurrección._______________________Recomendaciones prácticas:•Hoy se permite el sonido de los instrumentos musicales y el altar se puede adornar con flores. •En este domingo se celebra el segundo escrutinio de preparación para el Bautismo de los catecúmenos que serán admitidos, en la Vigilia Pascual, a los sacramentos de Iniciación Cristiana, usando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las pp. 803-804 del Misal Romano.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos, nos hemos reunido para escuchar la Palabra de Dios este cuarto domingo de cuaresma y participar de la fracción del pan, en esta Eucaristía el Señor nos invita a seguir el camino de conversión iniciado el miércoles de ceniza, puesto que Dios quiere salvarnos, porque nos ama, por ese amor envió a su Hijo al mundo no para condenar sino para salvar. Con esta fe en la voluntad salvífica del Señor, participemos con alegría de esta celebración.Monición a la Liturgia de la Palabra Por amor Dios perdona al pueblo a pesar de su infidelidad y le permite regresar del exilio, tanto y tan grande es su amor, que entregó a la muerte a su Hijo para que creyendo en Él tengamos vida eterna; con esta esperanza, escuchemos con atención.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos al Señor, que no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, y pidámosle que tenga misericordia de su pueblo; a cada intención nos unimos cantando:R. Te rogamos óyenos 1.Para que Dios fortalezca la voluntad de los que se preparan a recibir en estos días cuaresmales el sacramento de la penitencia y les conceda un verdadero arrepentimiento de sus culpas, roguemos al Señor.2.Para que el Señor abra la inteligencia y el corazón de los incrédulos, de manera que lleguen al conocimiento de la verdad y en la fe encuentren aquel descanso que sin saberlo desean, roguemos al Señor.3.Para que Dios conceda su ayuda a los que se sienten tentados y a todos aquellos que con su sufrimiento participan de la cruz de Cristo, roguemos al Señor.4.Para que todos nosotros perseveremos en el esfuerzo cuaresmal, lleguemos purificados a las fiestas de Pascua que se acercan, roguemos al Señor.5.Para que cada uno de nosotros, fijando los ojos en Cristo, luz del mundo, dediquemos nuestras vidas a las buenas obras que Él determinó practicásemos, roguemos al Señor.Oración conclusivaDios bueno y fiel, que, en tu Hijo elevado sobre la cruz,nos curas de las heridas del Maligno,escucha nuestras oraciones y concédenos que,renovados en el espíritu,podamos corresponder a los dones de tu amor.Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Vie 1 Mar 2024
No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre
TERCER DOMINGO DE CUARESMAMarzo 3 de 2024Primera Lectura: Éx 20,1-17Salmo: 19(18),8. 9.10.11 (R. Jn 6,68c)Segunda Lectura:1Co 1,22-25Evangelio: Jn 2,13-25I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónDespués del domingo de las tentaciones (primero de cuaresma) y del domingo de la transfiguración (segundo de cuaresma), ahora se nos presenta a Jesús como el nuevo Templo, al cual somos invitados a penetrar cooperando con una vida de obediencia y fidelidad a sus indicaciones; de este modo, seremos purificados y convertidos en templos en donde su santo Espíritu pueda morar, hermoseando nuestro ser de todos sus dones. También podría exponerse, a partir de la cita en donde Pablo invita a no contristar al Espíritu Santo (cf. Ef 4,30-32): cuando permitimos que en nosotros reine el pecado destruimos el templo de nuestro corazón, pero Jesús, mediante su misterio pascual, nos ha reconstruido y quiere realizarlo en cada uno de nosotros mediante su santo Espíritu, para convertirnos en nuevos templos de su gloria. Otra posibilidad de orientación de la homilía podría centrarse en el costado abierto de Jesús al ser traspasado por la lanza: animar, siguiendo el razonamiento que expone san Juan Crisóstomo en la segunda lectura del oficio del viernes santo, para que todo cristiano se introduzca por esa abertura del nuevo Templo, tenga experiencia del amor de Jesús y se convierta en un templo edificado por la obra salvadora de Cristo, llamado a dar frutos de santidad.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La Palabra de Dios de este domingo nos descubre a Jesús como el nuevo Templo que es una Persona adorable, en quien se encuentran todas los tesoros y riquezas más valiosos e imperecederos. El nuevo Templo es una Persona que los constructores de este mundo han desechado, más aún, lo han crucificado, pero que Dios omnipotente lo ha levantado y convertido en Señor de cielos y tierra. Templo que siempre está abierto para acogernos y donarnos todos sus tesoros.Somos invitados a entrar en el nuevo Templo; el camino es la fe que se traduce en obediencia a sus mandatos que nunca son despóticos y arbitrarios; todo lo contrario, son la expresión de un Padre rico en amor y misericordia, que siempre busca lo mejor para nosotros, sus hijos amados. Por esta razón, los versos del salmo que hemos escuchado en este día cantan la bondad y sabiduría de Dios al darnos unos preceptos que son palabras de vida, descanso del alma, luz para los ojos, más preciosos que el oro, más dulces que la miel de un panal que destila.Los mandamientos de la nueva Ley son, ante todo, una Persona: Cristo crucificado, “escándalo para los judíos, necedad para los griegos, pero para los llamados por Cristo -judíos o griegos-: fuerza de Dios y sabiduría de Dios”, tal como nos lo ha dicho el día de hoy el apóstol San Pablo, en la segunda lectura que hemos escuchado. Mirar a Cristo, contemplarlo, no bajar los ojos de su rostro y de su vida: así se iluminará el sendero, así tendremos la nueva Ley que es su persona y su amor misericordioso, para guiarnos en medio de este mundo no pocas veces en tinieblas y sumamente atormentado de múltiples enfermedades. Su sabiduría y su poder resultan especialmente desafiantes para el mundo actual que se rige por códigos y criterios muy distintos, basados en la apariencia y el bienestar, pero que conducen a una vida vacía y deprimida.Esto textos, ubicados en la mitad del recorrido cuaresmal, son una invitación a caminar con decisión y radicalidad por el sendero que nos traza la nueva Ley que es el mismo Jesús, con la confianza de saber que ya ha sido recorrido por muchos a lo largo de la historia de la Iglesia y ninguno ha sido extraviado o defraudado; todos coinciden en la misma experiencia de plenitud y felicidad.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?Estamos invitados a entrar en el nuevo Templo que es una persona con un corazón palpitante de amor por cada uno de nosotros. Estamos invitados a entrar a un Templo lleno de todos los tesoros y perlas, de las más preciosas y costosas que puedan existir en este mundo, mejor, la que vale mucho más que todo cuanto existe, pues junto con el Padre y el Espíritu es el Creador y el Redentor de todo. Este Tempo nos espera, más aún, viene en nuestra búsqueda. Allí estaremos a salvo de todo peligro, podremos reposar en paz y alegría y, al mismo, tiempo seremos alimentados con el manjar sustancioso y suculento de su amor que se entrega por todos nosotros.La ley del Nuevo Templo es el Amor, un amor grande y sublime que por nuestra salvación se dejó destruir para reedificarnos, para reconstruirnos y purificarnos de todos los males. Este Amor grande y sublime tiene sus leyes: se olvida de sí, busca el bien de los demás y no el propio interés, no se engríe, no se jacta, no se enorgullece… (cf. 1Cor 13). Estas nuevas leyes suponen y asumen las antiguas (los diez mandamientos), pero van más allá; podríamos afirmar que la ley dada por Dios al pueblo a través de Moisés expone el límite que nadie puede traspasar sin, al mismo tiempo, ir en contra del orden sabio y amoroso establecido por Dios; en cambio, la nueva Ley que es el mismo Cristo (las bienaventuranzas) apuntan hacia el ilimitado horizonte del que ama, cuya medida, siguiendo a san Agustín, es no tener medida.La cuaresma es un tiempo privilegiado para ahondar con nuestra inteligencia en la nueva Ley del amor que nos ha traído Jesús en su forma divina y más radical de ser vivida y, al mismo tiempo, en la oportunidad para realizar, con la ayuda de la gracia y sostenidos por ella, un esfuerzo más concienzudo y decidido de muerte a todo lo que en nuestra vida sea egoísmo a fin de permitirle al Amor en mayúscula tomar posesión de nosotros y darse a los demás para atraerlos al nuevo Templo y hacerlos gustar de sus alimentos sustanciosos.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Señor, nuevo Templo, Tabernáculo nuevo de la presencia divina entre nosotros, introdúcenos en tu corazón, el Sancta Sanctorum de la antigua alianza. No permitas que nunca nos alejemos de ti, que nunca salgamos de tu corazón precioso; de este modo, siempre podremos tener la alegría y la paz en nuestro corazón, la fuerza y la decisión en nuestra voluntad, la luz y la claridad en nuestra inteligencia para avanzar con paso firme en medio de este mundo lleno de peligros y asechanzas.Danos, Señor Jesús, la firme convicción de comprender que solamente en ti está el sendero que nos lleva a una vida plena y realizada. Solamente tu ley que es el amor predicado y vivido hasta el extremo en la cruz nos puede salvar y comunicarnos lo que nuestro corazón tanto anhela. Y solamente así nuestra vida se podrá convertir en un templo grandioso y hermoso que se convierta en un monumento a tu gloria.Que el tiempo de cuaresma que aún nos queda por delante lo sepamos aprovechar para que, continuando con una vida de penitencia, oración y ayuno domeñemos los instintos caprichosos y nuestras tendencias y afectos se inclinen dócilmente a tus mandatos que son camino de vida y que valen más que el oro y son más dulces que un panal que destila._______________________Recomendaciones prácticas:•En este domingo se celebra el primer escrutinio de preparación para el Bautismo de los catecúmenos que serán admitidos, en la Vigilia Pascual, a los sacramentos de la Iniciación Cristiana, usando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las pp. 801-803 del Misal Romano.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La Eucaristía es el ingreso al nuevo Templo que es Jesús; al recibirlo es Él mismo quien nos introduce en su corazón para llenarnos de su amor. Que la participación en esta santa Misa nos llene de su gozo, ilumine nuestra inteligencia y fortalezca nuestra voluntad para hacer de cada acción una oportunidad para ser más y más sumergidos en el nuevo Templo de su corazón.Monición a la Liturgia de la Palabra Jesús se definió a sí mismo como el camino. Su Palabra es luz para nuestros pasos. Escuchemos sus preciosas indicaciones para que, dóciles a ellas, encontremos el camino que lleva a la vida que está escondida en el nuevo Tempo que es su corazón lleno de amor y bondad.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Confiemos nuestras súplicas a nuestro buen Padre paciente y rico en misericordia, por mediación de Jesús, el nuevo Tempo, con la confianza que nos da el sabernos hijos en el HijoR. Padre bueno, escúchanos.1.Por la santa Iglesia esparcida por todo el orbe de la tierra, para que todos sus miembros comprendan que nuestro Redentor nos ha introducido y nos quiere introducir cada vez más en el templo de su corazón para gozar de todo su amor y su bondad.2.Por todos los que sufren, para que comprendan el admirable designio del Dios bueno y bondadoso que los invita a entrar más profundamente en los misterios de su hijo muerto en la cruz para la salvación de la humanidad.3.Por todos los que se llaman cristianos, para que comprendan los admirables designios del buen Dios que invita a toda la humanidad a entrar en su nuevo Templo que es su Hijo muy amado.4.Por todos nosotros, para que en este tiempo de cuaresma nos dejemos guiar por tu sabiduría encarnada, Jesucristo nuestro Señor, clavado en cruz y muerto por nuestra salvación.Oración conclusivaRecibe, Padre santo,estas súplicas que te hemos dirigidopor mediación de tu Hijo, el nuevo Tempo,que vive y reina por los siglos de los siglos.R. Amén.
Vie 23 Feb 2024
Se transfiguró delante de ellos
SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMAFebrero 25 de 2024Primera Lectura: Gn 22,1-2.9a.10-13.15-18Salmo: 116(115),10 y 15.16-17.18-19 (R. cf. 9)Segunda Lectura: Rm 8,31b-35aEvangelio: Mc 9, 2-10I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEn este segundo domingo de cuaresma la Palabra de Dios tiene como tema central la vocación. Tanto en la primera lectura, la vocación de Abrahán, como en el evangelio el llamado de Jesús a Pedro, Santiago y Juan, constituyen los componentes propios de la disponibilidad a la voluntad de Dios. De esta forma, se puede profundizar que aquellos que responden al llamado de parte del Señor dirán con el apóstol de los gentiles: «Si Dios está con nosotros, ¿Quién estará contra nosotros?».1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La primera lectura del libro del Génesis es el mayor ejemplo de la confianza y fe en Dios. La respuesta afirmativa al llamado de Abrahán es una muestra de la firmeza que tiene la fe de quien entrega todo su ser a Dios; de allí que la misericordia de Dios llene la escena con un mensaje del ángel que le ordena a Abrahán con contundencia: «No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo.» En este apartado queda en evidencia que la obediencia al Señor tiene una recompensa que se extiende de generación en generación como es la promesa a este sirvo de Dios.Pablo en su carta a los Romanos, un pueblo no judío, que recibió el mensaje de salvación, se convierte en un ejemplo para nosotros vivir a profundidad la fe. De allí que las preguntas, que aparecen en el texto: «¿Quién acusará a los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica? ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo, que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros?» Estos son interrogantes que afirman la fe que será una guía de la confianza que se debe tener de la presencia de Dios en nuestra vida.Marcos en el centro de su evangelio presenta el relato de la transfiguración como una muestra de la importancia de reconocer a Jesús como el verdadero Hijo de Dios, tema fundamental de su relato. Los signos que aparecen en la escena son una síntesis completa para entender la finalidad del evangelio de Marcos del anuncio de «la Buena Nueva de Jesucristo». De allí que la presencia de Elías como representación de las profecías veterotestamentarias y Moisés como el gran legislador, son la evidencia de cómo en Jesucristo Dios tiene su máxima revelación. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?El mensaje de la Palabra de Dios en la liturgia de este segundo domingo de cuaresma contiene dos grandes mensajes: el primero está relacionado con la vocación o llamado que Dios le hace a Abrahán. La segunda parte está centrada en el relato de la transfiguración del Señor en el que hay una manifestación que reafirmará en los apóstoles la solides de su vocación al seguir a Jesús revelado como el verdadero Hijo de Dios. Escuchar estos relatos, en el contexto de cuaresma, es un camino para comprender que disponernos a vivir la pascua es una oportunidad para tener una experiencia profunda de encuentro con Jesús.En el relato del Génesis Dios llama a Abrahán a subir al monte, de la misma forma como Jesús llama a Pedro, Santiago y Juan a un monte alto. Esta es una clara evocación del monte como un lugar en el que Dios se manifiesta, la montaña es el lugar donde habita Dios y en el que él se revela. De modo que la Palabra nos lleva a descubrir, ¿cuál es la montaña en la que me encuentro con el Señor? O ¿cómo me dispongo a encontrarme con Dios o a dejarme encontrar por él?La liturgia de la Palabra en este domingo nos presenta a cuatro patriarcas de la fe: Abrahán, Isaac, Elías y Moisés. En estos personajes hay una síntesis de la fe judeocristiana, entre ellos la vocación es una clara disposición a vivir la fe de una manera sincera y radical, y aunque puede haber en ellos dudas e incertidumbres, el mismo camino que recorren los llevará a pensar que han escogido el mejor sendero. De allí que, disponernos al llamado del Señor tiene como recompensa el título de ser verdaderos hijos de Dios al estilo de Jesús en quien reside la plenitud de la salvación.La representación de Jesús transfigurado, y en ella, los signos de la pureza representados en el resplandor y el blanco de las vestiduras son una evidencia de la divinidad. Por ello, la reacción de Pedro, ante la transfiguración de Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.», puede ser tenida como una manifestación del asombro y al tiempo el signo que Pedro y los apóstoles esperaban para reafirmar su vocación. En medio del camino del seguimiento de Cristo, son muchos los signos de la revelación de Cristo en nuestras vidas, entre ellos el descubrirlo en el rostro de nuestro prójimo, en las necesidades de los más vulnerables y en las acciones misericordiosas nos conectan con las formas en que Jesús manifestó la presencia el Reino de Dios en nuestro camino.Los sentimientos propios de la escena de la transfiguración, miedo, asombro e incertidumbre se juntan en la presencia de unos apóstoles que buscan entender aquello que Jesús quiere revelar de sí. En ese mismo espacio de confusión de los testigos de la transfiguración hay un signo de la presencia de Dios por medio una nueve que se formó y de la cual surge una voz, en ella la vocación para todos los seguidores del Señor: «Este es mi Hijo amado; escúchenlo.». Nuestra vocación se concreta en la manera en que afinamos los oídos a la escucha del Hijo amado, es decir, aprender a discernir; somos llamados y vacacionados a escuchar a Dios en la vida cotidiana, en la sencillez de la vida, en la grandeza del amor al prójimo, en la capacidad que tengamos de perdonar, y buscar la reconciliación como experiencia en la que se construye la comunidad.Por ello Jesús al bajar de la montaña prepara, a Pedro, Santiago y Juan, para subir a Jerusalén y hacer el camino de la Cruz. Y esta preparación para nosotros es la cuaresma, luego de reconocer a Jesús como el verdadero Hijo de Dios, el camino de la Cruz es una cuaresma que vivimos en el paso a paso de nuestra vida cristiana. La vida en Cristo está mediada por la cruz para reconocer en esta una manera de acercarnos a la experiencia que Jesús vivió hasta superarla con la resurrección, como una nueva vida resplandeciente como la luz emanada por Jesús en su transfiguración.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?El papa Francisco define la transfiguración como «un signo concreto del amor de Dios». Por ello, el Papa nos insta a que: “Subamos a la montaña en oración; oración silenciosa, oración del corazón, oración... Siempre buscando al Señor. Permanezcamos unos instantes en el recogimiento, cada día un rato, fijemos nuestra mirada interior en su rostro y dejemos que su luz nos impregne e irradie en nuestra vida”. Actitud esta de oración que nos une a la vivencia profunda de la cuaresma.Vivir iluminados por la transfiguración es dejarnos cautivar por Jesús quien en la montaña del encuentro se muestra con el Dios y Mesías verdadero que se estaba esperando. Esa luz divina recibida por los apóstoles irradia hoy a nuestra Iglesia, el transfigurado aún sigue siendo luz del mundo y la voz que presenta al Hijo amado de Dios aun resuena en nuestro interior. El camino de la cuaresmal se ilumina con la luz del transfigurado y con la voz del cielo que ratifica que aquel al que seguimos es el verdadero Hijo de Dios._______________________Recomendaciones prácticas:•Recomendar a los fieles los ejercicios de piedad propios del tiempo de Cuaresma: el Viacrucis, meditación de los evangelios de la Pasión del Señor, las peregrinaciones, etc.•Promover el Sacramento de la Reconciliación y la Penitencia, preferiblemente, en celebraciones penitenciales comunitarias.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la MisaBienvenidos a la celebración de esta eucaristía en el domingo, día en que en comunidad de nuevo nos reunimos para alimentarnos de la Palabra y la Eucaristía. Dejemos que el resplandor de las vestiduras del Señor, en el monte Tabor, nos sigua iluminando hoy para que en este camino cuaresmal nos preparemos a vivir la experiencia de la cruz como una forma de responder al llamado que el Señor nos hace de renovar la fe. Vivamos esta eucaristía orando unos por otros para que salgamos fortalecidos en el Señor en esta celebración dominical.Monición a la Liturgia de la Palabra Cuando escuchamos la historia, de Abrahán y su hijo Isaac, nos asombramos de ver una escena en la que Dios, descubre el valor de una fe que es capaz de dar sin reservas. La fe de Abrahán el padre de todos los creyentes es un ejemplo para nosotros hoy sobre cómo vivir nuestra fe. Guardemos atención a como la evocación del episodio del monte, en que se da el sacrificio, en el Antiguo Testamento nos lleva a revivir la experiencia de un Jesús que en la montaña de la transfiguración se muestra tal cual es: «el verdadero Hijo de Dios». Dejemos que esta Palabra nos lleve a recordar que, si estamos con el Señor, nada irá en nuestra contra, como lo dice Pablo en su carta a los Romanos. Escuchemos con atención el mensaje de salvación que nos renueva en el amor a Dios en esta liturgia de la Palabra.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos al Señor nuestras plegarias como comunidad que se deja iluminar por el resplandor del resucitado y digamos al unísono: R. Qué tu luz Señor nos ilumine siempre.1.Oremos al Señor, por el Papa, para que su ministerio apostólico sea un ejemplo para que, como Iglesia, sigamos el resplandor del resucitado siempre amparados por la fe de Abrahán.2.Oremos al Señor, por nuestros gobernantes, para que la luz del transfigurado les ilumine en las decisiones que deben asumir en la construcción del bien común.3.Oremos al Señor, por nuestra comunidad, para que estemos dispuestos a caminar en esta cuaresma, siguiendo la luz del Señor que se sigue manifestando en nuestras vidas.4.Oremos al Señor, por los que se encuentran buscando empleo, por los jóvenes que inician su vida profesional y por todos los que se encuentran comenzando nuevos proyectos para que el resplandor del señor dirija sus vidas.5.Oremos al Señor, por los enfermos de nuestra comunidad, para que nuestra plegaria y participación en esta celebración les conforte y anime en estos momentos de dificultad.Oración conclusivaEstas suplicas las ofrecemos al Señorpara que sean atendidas con misericordia y bondad,por Jesucristo nuestro Señor.R. Amén.
Vie 16 Feb 2024
Convertíos y creed en el Evangelio
PRIMER DOMINGO DE CUARESMAFebrero 18 de 2024Primera Lectura: Gn 9,8-15Salmo: 25(24),4-5ab.6y7bc. 8-9 (R. cf. 10a)Segunda Lectura: 1P 3,18-22Evangelio: Mc 1,12-15I. Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónExiste una realidad que trasciende la finitud de la vida material, esta se entiende como la promesa del Reino de Dios. Al inicio de la cuaresma el llamado por parte de la Palabra de Dios está centrado en la importancia que tiene la conversión como una manera de disponer la vida a un cambio que prepara al creyente a vivir el Reino de Dios. Por esta razón, la liturgia de la Palabra de este domingo tiene una triada de palabras que son importantes para vivir la fe en la cuaresma: pacto, redención y conversión. Estas palabras de convierten en claves para vivir la experiencia profunda del Reino de Dios.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La primera lectura está centrada en la importancia que tiene para la fe establecer un pacto con Dios. Un pacto que ha perdurado por la historia y que se recuerda una y muchas veces a través de la imagen del arcoíris, figura que representa cómo Dios de nuevo renueva su alianza con la humanidad. La figura de Noé es la representación de aquel que es elegido por Dios para salvar, proteger y cuidar a la humanidad y toda aquella representación de la vida.La respuesta al salmo 25 (24) «Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad para los que guardan tu alianza», es una expresión del deseo del salmista por mostrar la hondura de la misericordia divina. Los versículos del salmo resaltan las características de un Dios que es salvador, al que se le pide mostrar el camino. Por ello, hoy se aclama de Dios la bondad, por parte, de quien clama con fe al Señor misericordioso y lleno de ternura por sus creaturas.El apóstol Pedro en su primera carta le propone a la comunidad jerosolimitana leer la redención de Cristo con la paciencia de Noé construyendo el arca. El mismo apóstol lo reseña, el símbolo del bautismo actualiza la conciencia del compromiso cristiano, en palabras de Pedro: «impetrar de Dios la conciencia». De allí que, esta carta petrina de nuevo refuerce la idea de la importancia que tiene el bautismo en la vida de fe.El relato del evangelista Marcos de la experiencia de Jesús, en el desierto, es un abrebocas para la presentación de Jesucristo como el Hijo de Dios. Con una presentación de las condiciones en la que Jesús asumió la experiencia del desierto, Marcos delinea en este relato lo que será el ministerio de Jesús en Galilea anunciando el Reino de Dios. Para que el creyente comprenda la importancia del anuncio lo concentra en la vivencia de la conversión y en ella la creencia profunda en el Evangelio.2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?La predicación del Reino de Dios por parte de Jesús, reseñada por todos los evangelistas, es una manera de presentar la realización de aquello que Jesús ha querido para la humanidad, entender que Dios reina en nuestras vidas desde el amor que lo transforma todo. Así es que, la no definición en los evangelios de aquello que es el Reino de Dios abre en la comprensión de la Palabra, tres horizontes de entendimiento que pueden servir como forma de proyecto de vida para vivir a plenitud la experiencia de la cuaresma. En la primera comprensión aparece Jesucristo mismo como la encarnación del Reino, de allí que él mismo presente que ese reino ha llegado y que se evidencie en sus actos la manera en cómo Dios reina.La segunda comprensión del Reino de Dios, en los evangelios, está centrada en una espera que mantiene la tensión de aquello que Dios quiere para la construcción de las relaciones sociales. Al ser definido el reino de Dios como aquello que está por venir, las prefiguraciones como: el sembrador (Mt 13, 18-23), de la cizaña (Mt 13, 24-30), la semilla de mostaza (Mt 13, 31-32), la levadura (Mt 13, 33), la red (Mt 13, 47-50), entre otras expresiones evidencian la capacidad transformadora que contiene la fuerza interior que contiene el vivir abierto a que Dios reine en la vida. Esta espera de la llegada del Reino es un signo que corresponde a la vivencia de la cuaresma como ese tiempo de transformación interior, tal cual, como son los signos que representan la llegada del Reino en los evangelios. En la tercera comprensión de la realización del Reino de Dios, está esa promesa futura o escatológica. Esta visión está directamente relacionada con aquello que puede llegar a ser, según la esperanza cristiana, nuestra vida en la resurrección. De allí que, la predicación del anuncio del Reino de Dios afincada a esta esperanza hace parte de una promesa que los creyentes aguardamos con fe.La cuaresma, por tanto, nos prepara a la vivencia en tiempo presente de aquello que en esta comprensión del Reino nos puede edificar para vivir a plenitud en la resurrección. Toda la comunidad cristiana está invitada a vivir el tiempo de cuaresma en clave de la espera de la llegada del Reino de Dios. Por esta razón, la predicación de Jesús del Reino de Dios se convierte en una forma de iniciar la cuaresma con un espíritu de renovación de la esperanza.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?El anuncio del Reino de Dios es el centro del ministerio de Jesucristo el Hijo de Dios. Este anuncio en el evangelio de Marcos está mediado por la fuerza del tiempo en el que Jesús se prepara en el desierto, evocando en esta experiencia la vivencia de los cuarenta años del Pueblo de Israel en búsqueda de la tierra prometida. El tiempo de preparación en cuaresma es la vivencia del reino en plenitud.Ayuno, limosna y oración, se juntan en la cuaresma en una forma de vivir los preludios del Reino de Dios. Disponernos a vivir este tiempo de preparación en palabras del papa Francisco: “Todos nosotros estamos llamados en este camino del Reino de Dios: es una vocación, es una gracia, es un don, es gratuito, no se compra, es una gracia que Dios nos da. Y todos nosotros los bautizados tenemos dentro el Espíritu Santo. ¿Cómo es mi relación con el Espíritu Santo, el que hace crecer en mí el Reino de Dios? Una buena pregunta para hacernos hoy todos nosotros: ¿Yo creo, verdaderamente creo que el Reino de Dios está en medio de nosotros, está escondido?”. Los interrogantes del Papa formulados para vivir el reinado de Dios son claves para vivir a profundidad la cuaresma.Al inicio de la cuaresma la realidad del Reino de Dios entre nosotros es una experiencia real, que nos pone a vivir en profundidad el mensaje del amor de Dios en la vida. El ayuno se convierte en una manera de negarnos a los bienes materiales para satisfacer con ellos las necesidades de los más vulnerables de la comunidad. La limosna es la realización del Reino de Dios en la caridad y sus diversas dimensiones y, la oración es el vínculo estrecho de relación entre Dios y los seres humanos que en la intimidad del diálogo plenifica la vivencia del Reino de Dios.Que esta cuaresma sea un camino que nos lleve a vivir la profundidad de un Reino de Dios que se hace vida entre nosotros. Y de esta forma, el espíritu de sinodalidad que abraza nuestra vida de Iglesia se convierta en una ruta para labrar juntos los sueños de un Dios que, paso a paso, está entre nosotros y nos lleva a descubrir en el rostro de los otros su presencia de amor. Vivamos juntos este tiempo como la experiencia del Reino de Dios que crece siempre a escondidas, porque “el Espíritu Santo está dentro nuestro” – como lo recuerda el papa Francisco._______________________Recomendaciones prácticas:• Este domingo se celebra el rito «de la elección» o «inscripción del nombre» para los catecúmenos que serán admitidos a los sacramentos de iniciación cristiana en la Vigilia Pascual, empleando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las páginas 799-800 del Misal Romano.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Como Iglesia peregrina, vivimos en el espíritu de la sinodalidad el camino de realización del Reino de Dios. Dispongamos nuestro ser a vivir al inicio de la cuaresma con un espíritu de renovación, propio de la vivencia de este tiempo, que nos dispone a vivir la pascua. Que el compartir fraterno propio de la celebración de la eucaristía nos lleve a sentir la presencia de Dios en nuestros hermanos. Bienvenidos a esta eucaristía que nos dispone a vivir desde la fe y la esperanza, aquello que nutre nuestro corazón para vivir en el amor que nos renueva en el ayuno, la oración y la limosna. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra que escucharemos en esta liturgia es una forma de acercarnos a vivir de manera profunda la cuaresma que estamos iniciando. Por esto reconocer a Dios en nuestra vida es disponernos a vivir la experiencia profunda de la alianza que él hace con nosotros. Abramos la mente y el corazón para que el anuncio que escucharemos del Reino de Dios, en esta Palabra, nos anime a vivir con profundidad de espíritu los valores que fortalecen nuestra vida de fe. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos al Señor nuestras oraciones, con humildad y sencillez de corazón, para que unidos al inicio de la cuaresma, como Iglesia, nos dispongamos a renovar nuestra fe en Cristo. Digamos juntos.R. Dios de amor escucha nuestra oración. 1. Oremos al Señor, por el Papa y nuestros ministros, para que orienten el camino de la cuaresma con su testimonio de austeridad, abnegación y fidelidad al anuncio del Reino de Dios.2. Oremos al Señor, por nuestros gobernantes, para que promuevan la justicia y la paz de nuestros pueblos disponiendo condiciones de vida digna y bien común.3. Oremos al Señor, por nuestra comunidad parroquial para que, por medio de la oración, el ayuno y la limosna se disponga a preparar su vida a vivir las fiestas de la pascua en este camino de cuaresma.4. Oremos al Señor, por la paz de nuestro país, para que se cumpla la bienaventuranza a favor de quienes construyen la paz, deponiendo el odio y el rencor con misericordia y reconciliación.5. Oremos al Señor, por los enfermos de nuestra comunidad, para que nuestra oración los conforte en medio de su dolor y sufrimiento.Oración conclusivaEstas y otras oraciones que tenemos en el corazónte las ofrecemos a ti Dios de amorseguros de que escucharás nuestro clamor,por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.