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Tumaco conmemora 118 años del Milagro Eucarístico que lo salvó de la tragedia
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Por estos días, en el suroccidente de Colombia, concretamente en el departamento de Nariño, la Iglesia y los habitantes de San Andrés de Tumaco conmemoran el aniversario número 118 del único Milagro Eucarístico hasta ahora registrado en el país: "El Milagro de la Ola’. Un acontecimiento sin precedentes que el 31 de enero de 1906, desafió por completo la naturaleza, salvó múltiples vidas y arraigó profundamente la fe de los habitantes de esta "Perla del pacífico nariñense", como es conocido el municipio.
“Tumaco es la única ciudad, el único lugar en el mundo donde Dios, con su dedo, supo tocar sus aguas para bendecirlas. Las aguas de Tumaco son sanadoras, las aguas de Tumaco tienen el milagro patente del poder de Dios”, así lo expresa, con contundencia y fe desbordante, el padre Hevert Lizcano Quintero, fraile de la Orden de los Carmelitas Descalzos que ha liderado un importante trabajo de investigación y documentación sobre este milagro.
Hoy, junto a la conmemoración del hecho mediante diversas actividades espirituales, culturales y educativas convocadas por la Diócesis de Tumaco, en articulación con otros actores institucionales, los habitantes siguen elevando súplicas a Dios por su territorio. Esta vez, no bajo la amenaza de un episodio natural, sino por el cese de la violencia y el abandono institucional que muchos allí padecen.
“La gran festividad de todas las comunidades de nuestras parroquias y en cada una de las parroquias también se hicieron momentos de oración, momentos de súplica al Señor, ya para que esa ola no sea, no es hoy la ola de las del mar, sino la ola de la violencia, de la corrupción, del abandono. También para que nuestros pueblos sean mirados con misericordia, sean mirados con benevolencia y podamos transformar esos territorios del pacífico nariñense”, afirma al respecto monseñor Orlando Olave Villanoba, obispo de la Diócesis de Tumaco.
La amenaza de un catastrófico episodio natural y la búsqueda de ayuda espiritual
En la mañana de aquel 31 de enero de 1906, mientras un movimiento sísmico de enormes proporciones (8.8 de magnitud, el más grande que Colombia ha experimentado) arrasaba ya con poblaciones vecinas a Tumaco, ubicadas en la frontera entre Colombia y Ecuador), un devastador tsunami anunciaba su llegada a la isla nariñense.
Los tumaqueños, atemorizados por la situación, deciden dirigirse al templo parroquial para pedir la ayuda de fray Gerardo Larrondo, párroco de Tumaco, y de fray Julián Moreno, su vicario parroquial, dos religiosos de la Orden de los Agustinos Recoletos que se encontraban de misión allí desde 1899, por encargo de monseñor Ezequiel Moreno, hoy venerado como santo en la Iglesia Católica.
Aunque los frailes no entendían muy bien la situación, ni dimensionaban el peligro, como los lugareños nacidos junto a estas aguas, animan al pueblo para acudir y confiar en el incomparable poder de Dios. “Vamos, hijos, vamos hacia la playa y que Dios se apiade de nosotros”, fue la expresión que usó fray Gerardo para emprender la procesión de todos hacia la playa.
“Inmediatamente fray Gerardo consumió todas las hostias que estaban en el Sagrario y, movido por la fe de toda la comunidad, lleva la Hostia Magna hacia la playa y junto con todos va orando, dirigiéndose a esta pared de agua que venía con una velocidad de 300 kilómetros por hora, según los investigadores y especialistas en temas de tsunami”, narra fray Hevert Lizcano.
El acto de fe en la playa y el instante de la intervención divina
“Todos se colocan ahí, frente a la playa, observan la pared de agua y fray Gerardo, que tiene confianza en Dios, que sabe que Jesús tiene autoridad sobre los espíritus, sobre los demonios y sobre las tormentas, eleva la hostia ante este Tsunami y hace la señal de la cruz. Inmediatamente, esta pared de agua lo único que hace es desvanecerse y llegar hasta la cintura de toda la población y especialmente la cintura de estos dos frailes”, agrega el padre Lizcano.
“¡Milagro, milagro!”, grita tras este hecho fray Julián Moreno.
Así, impresionados y entre lágrimas de gratitud hacia Dios por haberlos protegido, los miembros de la comunidad, con Jesús Sacramentado, caminan en procesión por la orilla de la playa, hasta llegar al templo. Allí culminan con la celebración de la Sagrada Eucaristía.
De acuerdo con la tradición católica, un Milagro Eucarístico implica manifestaciones sobrenaturales en relación con la Eucaristía, generalmente asociadas a la transformación milagrosa del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo. La Iglesia ha reconocido como tal este importante hecho.
El arraigado fervor católico en Tumaco y la visita papal
“¿Qué es lo que hace la comunidad? Busca a Dios a través de sus ministros, a través de los dos sacerdotes que estaban. Y sale con esa presencia eucarística. Entonces, eso evidencia como nuestros pueblos son profundamente eucarísticos. La Eucaristía está en el corazón de nuestras comunidades y hoy queremos seguir fortaleciéndolo”, explica monseñor Olave.
Sin duda, este Milagro Eucarístico entretejió en Tumaco un lazo de fe que ha perdurado con el paso del tiempo, consolidando el fervor de su población y respaldando el trabajo de la Iglesia Católica en el territorio. No en vano, ochenta años después, esa población recibió la visita del papa Juan Pablo ll.
Celebración y eventos conmemorativos de los 118 años
Desde 1906, cada año, el pueblo tumaqueño se reúne para agradecer por este inolvidable hecho de intervención divina. Así, renueva la promesa de preservar esta herencia espiritual que ha forjado su identidad. La Eucaristía, sostenida por fray Gerardo en aquel momento crucial, sigue siendo el principal protagonista.
Por estos días, la Diócesis de Tumaco, pastoreada por monseñor Orlando Olave Villanoba, convocó una serie de actividades conmemorativas, entre ellas, espacios de adoración al Santísimo en todas las parroquias, conciertos musicales y charlas educativas. Además, un conversatorio sobre el documental "El Milagro Eucarístico de la ola”, producción audiovisual que fue estrenada hace un mes en plataformas digitales y cuya dirección estuvo a cargo del padre Hevert Lizcano.
El libro y el documental que reviven el hecho e inspiran la fe
“Nosotros, como pacífico nariñense y casi todo el pacífico, tenemos un gran valor por la narración oral. No existía nada hecho en Tumaco, salvo distintos videos que publicados en YouTube y en otras plataformas que contaban este milagro. Y lo que hicimos fue desde un libro, reconstruir esta historia, reconstruirla, narrarla a través de distintas voces, de las voces, desde la teología, desde la experiencia comunitaria, desde la experiencia de fe, desde la experiencia científica y de la experiencia histórica”, afirma el obispo.
Como lo refiere monseñor Orlando, este documental está basado en el libro titulado “Milagro Eucarístico de la ola de Tumaco, 1906”, escrito también por el padre Hevert. El texto fue presentado a nivel local el 27 de diciembre de 2023. Desde ese momento el texto ha tenido una acogida muy positiva, pues mientras relata el acontecimiento, inspira a sus lectores a encontrar la fortaleza necesaria para enfrentar los desafíos de la vida, de la mano de Cristo.
“Para poder llegar a esta compilación tuvimos que investigar en archivos eclesiásticos, en bibliotecas, tuvimos que hacer conversatorios con las personas mayores de Tumaco para poder entregar este documento que servirá para la historia y servirá como un testigo de lo que aconteció...Este libro ha tenido una aceptación muy grande en el tumaqueño, porque tiene la posibilidad de mostrarlo con orgullo, tiene la posibilidad de decir que ha nacido en un territorio donde aconteció un milagro tan grande y tan bello como el milagro eucarístico”, comenta el Carmelita Descalzo.
El joven Beato que registró el Milagro
Este trascendental acontecimiento también fue documentado por el Beato Carlo Acutis, quien creó una exposición con una amplia variedad de fotografías y descripciones históricas, a través de las cuales narra los principales milagros eucarísticos que ocurrieron a lo largo de los siglos en varios países del mundo y que han sido reconocidos por la Iglesia.
La misión decidida de la Iglesia en Tumaco
Pese a los múltiples desafíos que persisten hoy en San Andrés de Tumaco, marcados por factores como los cultivos de uso ilícito, el conflicto armado, la desigualdad, la corrupción y el abandono institucional, hoy la Iglesia en Tumaco continúa empeñada en su misión de acompañar a sus comunidades con el mensaje del Evangelio, brindándoles apoyo espiritual y social permanente; siendo un faro de esperanza en medio de las adversidades, como en aquel entonces lo hizo ‘El Milagro de la Ola’.
Vea la nota audiovisual sobre este acontecimiento y su conmemoración:
Escuche la pieza radial que narra el acontecimiento:
Vea el documental producido por la Diócesis de Tumaco y la Orden de Carmelitas Descalzos:


Bautismo y Cuaresma
Lun 3 Mar 2025

Vie 7 Mar 2025
Obispo de Riohacha advierte grave crisis en La Guajira y llama al diálogo social urgente
Con un llamado urgente a la unidad y al diálogo, monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, obispo de la Diócesis de Riohacha, pone sobre la mesa la grave crisis que atraviesa La Guajira. A través de un comunicado contundente, el prelado destaca la necesidad de lograr un “Gran Acuerdo por el Desarrollo”, que permita superar las divisiones sociopolíticas que los fractura hoy, así como construir un futuro próspero para este departamento, rico en recursos pero golpeado por la desigualdad, la corrupción y el abandono."La Guajira es una tierra bendecida con riquezas, pero también es una tierra que sufre. La crisis humanitaria, ambiental y política que vivimos nos exige actuar con urgencia", afirma en el mensaje monseñor Ceballos.En su mensaje, el Obispo de Riohacha pone en evidencia situaciones graves que los afectan, como la quiebra del agro, la industria, el turismo y el comercio, con la consecuente pérdida de la soberanía alimentaria. Además, la creciente desigualdad social y el clientelismo.Ante esta situación, el prelado anuncia que ha aceptado la invitación de algunas de organizaciones de la sociedad civil, como el Comité Cívico por la Dignidad de La Guajira y el Frente Amplio de Usuarios de los Servicios Públicos de La Guajira, que ya están avanzando en esta dirección , para facilitar y convocar muchos más actores a un diálogo social que priorice la búsqueda del bien común, respetando la pluralidad y la multiculturalidad de la región.A este diálogo están siendo convocados líderes políticos, comunidades étnicas, organizaciones sociales, gremios productivos, academia y medios de comunicación."No podemos seguir permitiendo que las divisiones y los intereses particulares nos impidan avanzar. Es hora de sentarnos a dialogar, de escucharnos y de trabajar juntos por el bien común", señala.De acuerdo con monseñor Francisco Ceballos, la Iglesia asume esta misión inspirada por el Evangelio, la Doctrina Social de la Iglesia, el Magisterio Social del papa Francisco y la preocupación del Santo Padre por la construcción de una cultura del encuentro que supere la indiferencia ante los que sufren y que haga posible el reconocimiento de la dignidad de cada persona humana.Em este llamado, el Obispo recuerda las palabras del Papa Francisco en su encíclicaFratelli Tutti, donde el pontífice destaca que el diálogo es el camino más adecuado para superar las diferencias y construir consensos."Este diálogo no es solo un método para resolver problemas, sino una oportunidad para fortalecer nuestras instituciones democráticas y construir una ciudadanía más activa y comprometida", explica monseñor Francisco Ceballos.El objetivo central de la propuesta es construir un Gran Acuerdo por el Desarrollo de La Guajira, que permita diversificar la economía, garantizar la soberanía alimentaria y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes."El futuro de La Guajira depende de nuestra capacidad para dialogar, escucharnos y trabajar juntos. Este es el momento de actuar", concluye el obispo.Escuche el comunicado en la voz de monseñor Francisco Ceballos:En este contexto, este jueves 6 de marzo, monseñor Ceballos acompañó una reunión celebrada en la Asamblea Departamental, donde participaron líderes representativos de la región, entre ellos, el presidente de la Asamblea, Daniel Ceballos; el exgobernador y exsenador Jorge Ballesteros; los diputados Olimpo Núñez, Mateo Luquez y Jorge Suárez; y el director ejecutivo del Comité Cívico por la Dignidad de La Guajira. Durante el encuentro, reflexionaron sobre los desafíos que enfrenta el departamento y la importancia de fortalecer los espacios de diálogo para impulsar la diversificación y modernización de la economía regional.Los participantes coincidieron en la necesidad de trabajar en unidad y reafirmaron su compromiso con iniciativas que promuevan el bienestar y la prosperidad de La Guajira.

Mié 5 Mar 2025
Vida, paz, reconciliación, educación y libertad religiosa: temas del encuentro entre la Conferencia Episcopal y el presidente Gustavo Petro
Cerca de hora y media duró la reunión de este martes 4 de marzo en la Casa de Nariño entre los integrantes de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y el presidente de la República, Gustavo Petro. Este fue el primer encuentro entre el mandatario y monseñor Francisco Javier Múnera Correa, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos y monseñor Germán Medina Acosta, luego de que en julio de 2024 fueran elegidos presidente, vicepresidente y secretario adjunto, respectivamente. El diálogo abordó temas cruciales para el país, como la paz, la reconciliación, la crisis humanitaria en varias regiones y el papel de la Iglesia en la construcción de un marco ético para los procesos de diálogo.Monseñor Francisco Múnera expresó que el encuentro se desarrolló bajo un clima muy cordial y receptivo. En el espacio también estuvieron presentes la Canciller Laura Sarabia y la Directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Angie Lizeth Rodríguez.Agendas del encuentroDe acuerdo con el presidente del Episcopado Colombiano y arzobispo de Cartagena, la reunión se desarrolló bajo dos agendas o dimensiones temáticas centrales: 1. Los compromisos y preocupaciones de la Iglesia alrededor de los temas asociados a la reconciliación y a la paz del país. 2. Otros temas de clave para la Iglesia, como los asociados a la vida, la familia, la educación religiosa escolar y la libertad religiosa.Presentación de la nueva Presidencia de la CEC y compromiso con la paz“Le manifestamos al señor Presidente nuestra disponibilidad para apoyar toda la tarea y el servicio que él y su Gobierno realizan, así como nuestras preocupaciones e inquietudes, que recogemos especialmente de nuestros hermanos obispos y del trabajo que realizamos en todo el país”, señaló monseñor Múnera.Monseñor Francisco destacó que la Iglesia ha sido un actor clave en los procesos de paz que se han adelantado en el país y que, en este caso, desde el inicio del Gobierno del presidente Gustavo Petro, cuando se le pidió a la anterior Presidencia de la CEC, encabezada por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, acompañar los esfuerzos de diálogo y reconciliación actuales, así se ha seguido haciendo.Preocupaciones por las comunidades y crisis humanitariasUno de los puntos centrales de la reunión fue la situación de las comunidades en regiones como el Catatumbo, el Chocó, el Cauca y otras zonas afectadas por el conflicto armado y la violencia. De acuerdo con el presidente del Episcopado, le expresaron al presidente Petro la urgencia de acciones concretas para aliviar el sufrimiento de estas poblaciones.“Le pusimos de relieve la importancia de tener en el centro a las comunidades y su sufrimiento, sus expectativas y sus esperanzas. Nuestro aporte a la paz y la reconciliación del país está en nombre de las comunidades a quienes servimos y a quienes nos debemos, y desde el Evangelio”, afirmó el presidente de la CEC.Además, los obispos plantearon la necesidad de un “marco ético de la paz” que guíe los diálogos con los actores armados ilegales.“Para nosotros como Iglesia, hay principios no negociables, como el respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario. Si esto no se respeta mínimamente, ¿qué sentido tiene hacer parte de una mesa de acompañamiento?”, cuestionó monseñor Múnera.Diálogo social y acciones concretasEl presidente de la CEC destacó que, además de los diálogos con los actores armados, es fundamental priorizar el diálogo social con las comunidades.“Encontramos que hay escenarios muy interesantes donde podemos aportar, no solo en las dinámicas de acción humanitaria, sino también en abrir perspectivas de esperanza”, dijo.En particular, se refirió a la crisis en el Catatumbo, donde se debe garantizar el retorno de las personas desplazadas por los enfrentamientos y amenazas y en la reconstrucción del tejido social.Vida, educación y libertad religiosaAdemás de los temas relacionados con la paz, los obispos plantearon al presidente Petro otras preocupaciones de la Iglesia, como la libertad religiosa y el derecho de los padres a escoger la educación religiosa para sus hijos.“Manifestamos la necesidad de generar interlocución en otros ámbitos, como la libertad religiosa de cultos, donde la Iglesia católica pueda tener un asiento más significativo, no para reclamar privilegios, sino para hacer valer los derechos que nos asisten como confesión”, explicó monseñor Múnera.También se abordaron temas relacionados con el cuidado del medio ambiente, en línea con los compromisos adquiridos durante la COP16 en Cali y, por supuesto, con el interés de la Iglesia por el cuidado de la casa común desde la ecología integral.“Nos duele ver que territorios como la Amazonía, la Orinoquía, el Chocó y el Pacífico están siendo destruidos por la minería ilegal, la siembra de coca y la explotación irracional”, expresó el arzobispo de Cartagena.Otros temas claveMonseñor Francisco Múnera afirmó que también le reconocieron al presidente Petro sus esfuerzos del Gobierno por avanzar en la equidad y la justicia, pero también haciendo un llamado a la serenidad y al diálogo.“Pedimos que las reformas necesarias se hagan en un mayor clima de serenidad. Esto requiere un gran esfuerzo de todos”, afirmó el Arzobispo de Cartagena.Además, reiteró la preocupación de la Iglesia por el reclutamiento de menores, los asesinatos de líderes sociales y los firmantes de la paz, así como por la destrucción de los recursos naturales.“A las puertas del tiempo cuaresmal, hacemos un llamado a la reconciliación con Dios, con nosotros mismos, con los hermanos y con la casa común”, concluyó monseñor Múnera, subrayando el compromiso de la Iglesia con la construcción de un país más justo y en paz.Vea la declaración del Presidente del Episcopado Colombiano sobre el desarrollo de la reunión:

Mar 4 Mar 2025
Cuaresma de solidaridad en Colombia: campaña de la Iglesia busca ayudar a miles afectados por el conflicto y las emergencias
Este miércoles, 5 de marzo, Miércoles de Ceniza, la Iglesia colombiana dará inicio a la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes 2025. Se trata de una iniciativa que tiene como propósito central recaudar fondos para apoyar las obras sociales que desarrollan diversas instituciones eclesiales en beneficio de los más necesitados en el país. Entre ellos, personas afectadas por el conflicto armado y por emergencias ambientales; personas de escasos recursos económicos; y personas migrantes.Un llamado con eco a la solidaridad: 44 años apoyando a los más vulnerablesAnualmente, desde hace 44 años, la campaña de Comunicación Cristiana de Bienes es convocada por la Iglesia durante la Cuaresma, tiempo en el que se exhorta a los fieles a practicar con mayor profundidad la caridad. Hoy el llamado es más fuerte, pues son millones de familias las que enfrentan situaciones de vulnerabilidad, incertidumbre y necesidad en los territorios. De ahí que la convicción principal que plantea la iniciativa en este 2025 sea: “Somos la fuerza solidaria que impulsa a Colombia”.La campaña es liderada por el Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana (SNPS-CC), pero se lleva a cabo en todas las jurisdicciones eclesiásticas del país. El 20% del dinero recaudado es enviado al SNPS para ayuda humanitaria, el 80% restante se queda en las arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos para apoyar necesidades locales.Catatumbo, Chocó, Cauca y Arauca: las regiones que más se verán beneficiadas en 2025Con las donaciones recolectadas este año a través de la campaña, el Secretariado Nacional de Pastoral Social priorizará el apoyo a comunidades de aquellas regiones donde las crisis humanitarias se han agravado: Catatumbo, Chocó, Cauca y Arauca.El impacto tangible de la solidaridad en 2024Gracias a los aportes recolectados durante la campaña del 2024, en lo corrido de ese año, desde el Fondo Nacional de Emergencias, el Secretariado Nacional de Pastoral Social logró apoyar a 12.964 personas en 27 municipios del país. Se dio respuesta a 17 emergencias por conflicto armado y a 8 emergencias naturales. Esto se tradujo en cerca de $485 millones de pesos en ayudas. Entre ellas: kits alimentarios, kits de emergencia, kits de cocina, kits de primeros auxilios, filtros de agua y capacitaciones sobre temas como primeros auxilios psicológicos.Durante los primeros dos meses del 2025, los recursos restantes en ese mismo Fondo Nacional de Emergencias fueron destinados para atender la crisis en el Catatumbo.La Arquidiócesis de Bogotá y su despliegue solidario con el CatatumboEn un gesto de profunda solidaridad, laArquidiócesis de Bogotá, bajo el pastoreo del Cardenal Luis José Rueda Aparicio,decidió destinar los fondos recaudados durante esta campaña a la ayuda humanitaria para elCatatumbo, especialmente, apoyando la acción pastoral que realizan lasDiócesis de Tibú y Ocaña con las comunidades campesinas desplazadas y confinadas.¿Cómo se pueden unir los colombianos a esta iniciativa?Los aportes serán recolectados a través de las diversas parroquias del país, o también se pueden realizar donaciones de manera digital a través de la página web del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana: https://caritascolombiana.org/donar/

Lun 3 Mar 2025
¿Estás paralizado o en camino? El desafío del papa Francisco para vivir una Cuaresma de esperanza y sinodalidad en este 2025
En su mensaje titulado “Caminemos juntos en la esperanza”, el papa Francisco invita a los fieles católicos a vivir esta Cuaresma 2025 como una oportunidad para renovar la fe, fortalecer la esperanza y comprometerse con la conversión personal y comunitaria. El mensaje resalta la importancia de caminar juntos como Iglesia, en sinodalidad, hacia la Pascua de Resurrección. El Santo Padre inicia su mensaje recordando que la Cuaresma es un tiempo de preparación para celebrar el triunfo de Cristo sobre el pecado y la muerte. “Jesucristo, muerto y resucitado, es el centro de nuestra fe y el garante de nuestra esperanza en la gran promesa del Padre: la vida eterna”, afirma. En este sentido, la Cuaresma se convierte en un camino de esperanza que nos lleva a la victoria pascual, donde la muerte es vencida por el amor de Dios. Tres llamados específicos del papa Francisco para vivir la Cuaresma 20251. Caminar como peregrinos de esperanza: El Santo Padre evoca el éxodo del pueblo de Israel hacia la tierra prometida y lo relaciona con la realidad actual de millones de personas que huyen de la violencia y la miseria. En el contexto colombiano, marcado por desafíos como la migración, la desigualdad y la búsqueda de paz, el Papa invita a los fieles a preguntarse: “¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza?”. Este llamado es una invitación a salir de la zona de confort y a solidarizarse con quienes más sufren. 2. Caminar juntos en sinodalidad: El papa Francisco subraya que la Iglesia está llamada a ser una comunidad que camina unida, sin dejar a nadie atrás. “Caminar juntos significa ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios”, señala. Este llamado es especialmente relevante para Colombia, donde la Iglesia católica ha promovido espacios de diálogo y reconciliación en medio de un contexto de polarización y violencia. El mensaje del Papa es un recordatorio para que las comunidades parroquiales, religiosas y familiares fomenten la acogida, la escucha y la inclusión. 3. Caminar en la esperanza de una promesa: En línea con el Jubileo 2025, el pontífice destaca que la esperanza cristiana no defrauda, pues está fundada en la resurrección de Cristo. “La esperanza es ‘el ancla del alma’, segura y firme”, afirma, citando la Carta a los Romanos.Un mensaje que debe resonar en ColombiaEn un país como Colombia, donde tantas personas enfrentan incertidumbre y desesperanza, el mensaje del Papa para esta Cuaresma es un llamado directo a confiar en Dios ("la Esperanza que no defrauda") y una ruta concreta para trabajar juntos por la paz, la reconciliación, la justicia, la fraternidad y el cuidado de la casa común.