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Obispos colombianos abordan retos sociales del país e inician la definición de compromisos para implementar la sinodalidad
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Este martes, 4 de febrero, los obispos colombianos centraron su Asamblea en dos dimensiones: el análisis de la realidad nacional y el inicio del trabajo sobre implementación de la sinodalidad, a partir de la conversión de las relaciones con y entre los diferentes miembros de la Iglesia.
Espiritualidad: el punto de partida
El punto de partida fue la celebración de la Eucaristía, en esta ocasión, presidida por monseñor Oscar Vélez Isaza y concelebrada por los obispos de Montería, monseñor Ramón Alberto Rolón Güepsa, y Magangué, monseñor Ariel Lascarro Tapia. Durante su homilía, el prelado de Valledupar recordó a sus hermanos que la cercanía hecha de escucha atenta y mirada solícita a la fragilidad del ser humano, es la huella de la presencia de Cristo en su ministerio episcopal. Además, los instó a siempre “cuidar, defender y restaurar la vida de forma integral”.
Análisis de la realidad nacional: signos de los tiempos y signos de esperanza
Sin duda, los múltiples desafíos que vive hoy Colombia en materia social, política y económica son de gran interés para los obispos; esto explica que la misión de la Iglesia no puede ser ajena a la realidad de las comunidades que pastorean. Por esta razón, orientaron la primera parte de su jornada a identificar caminos para responder y acompañar las diversas realidades, como Iglesia sinodal.
A partir de la exposición hecha por el experto temático invitado que, en esta oportunidad, fue el exministro de Hacienda y Crédito Público Mauricio Cárdenas Santamaría, desarrollaron espacios de profundización a nivel grupal. Para ello, se distribuyeron en siete regiones, cada una integrada por dos provincias eclesiásticas. Allí, identificaron realidades territoriales comunes en calidad de signos de los tiempos y oportunidades para el trabajo de la Iglesia, como signos de esperanza. Además, formularon algunos acuerdos para asumir de manera colectiva. En la emisión de ‘Así va la Asamblea’, el Obispo de Ipiales, monseñor José Saúl Grisales, el Obispo Auxiliar de Medellín, monseñor Mauricio Vélez y el Obispo de Ocaña, monseñor Orlando Olave, dan a conocer algunos de esos análisis.
Sinodalidad: la Conversión de las Relaciones
El espacio de la tarde en este segundo día estuvo dedicado a la Sinodalidad, específicamente, sobre la dimensión denominada “Conversión de las relaciones”. La encargada de guiar a los obispos en esta profundización fue la hermana Gloria Liliana Franco Echeverri, presidente de la Confederación Latinoamericana de Reliogiosos y Reliosas, madre sinodal. Lo hizo a partir de lo planteado en la segunda parte del Documento Final de Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
Posteriormente, por grupos, definieron modos concretos para avanzar en la conversión de las relaciones, teniendo en cuenta, especialmente, cinco grandes grupos desde la realidad de sus jurisdicciones eclesiásticas: fieles laicos, ministros ordenados, vida consagrada, los frágiles y los excluidos.
La mujer en la misión de la Iglesia colombiana desde la sinodalidad
Sobre este tema, en ‘Así va la Asamblea’, el obispo de la Diócesis de Sonsón-Rionegro, monseñor Fidel León Cadavid, compartió dos importantes categorías relacionales que cobraron un importante protagonismo en medio del análisis del grupo en el que participó: las mujeres y los funcionarios públicos. Sobre esto detalló:
“Curiosamente no estaba ahí incluido pero podíamos añadir subgrupos y todos coincidimos en la relación con las mujeres, porque es un tema que toma el Documento Final del Sínodo con amplitud; la necesidad de convertirnos a esa apertura a la misión y a la presencia de la mujer dentro de la Iglesia, para poder vencer resistencias. Necesitamos que no hayan muros y prejuicios que le impidan algún grupo dentro de la comunidad eclesial hacer presencia, actuar y ser copartícipe de la misma misión. También hablamos del contacto y la relación con los funcionarios públicos, que es fundamental mantener esa puerta abierta de relación para lograr tener una mejor en acción que favorezca a toda la comunidad eclesial y civil”.
Impacto del cese de ayuda de Estados Unidos en la acción pastoral y social de la Iglesia
La suspensión de todos los proyectos de ayuda internacional ordenada recientemente por el presidente estadounidense Donald Trump, también ha impactado la acción social de la Iglesia colombiana. Por ejemplo, en aquellas iniciativas del Secretariado Nacional de Pastoral Social y las pastorales diocesanas enfocadas en apoyar a migrantes, refugiados y colombianos retornados.
En el contexto de esta Asamblea, monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, explicó que, al no contar con los recursos provenientes de este apoyo que ha venido brindando el Gobierno de Estados Unidos, la Iglesia Católica dejará de atender a 15.000 personas en nueve jurisdicciones eclesiásticas del país.
“No se podrá hacer la atención socio-jurídica que se hacía, la atención psicosocial, la ayuda para emprendimientos, para seguridad alimentaria, para formación; el apoyo para que pudieran descansar, por ejemplo, mientras iban de viaje o mientras accedían a algunos apoyos en el campo de la medicina”.
Monseñor Barreto recordó que instituciones de la Iglesia Católica colombiana como la Pastoral Social siempre han sido de mucha confianza para entidades como USAID, todas las del Sistema de Naciones Unidas, la Unión Europea y para muchas otras organizaciones del mundo, “porque confían en que realmente nosotros manejamos bien los recursos y llevamos a cabo la tarea que se pretende hacer a nivel humanitario”, enfatizó.
Vea todos los detalles y pronunciamientos en el informativo del Episcopado Colombiano:



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Mar 11 Feb 2025
Obispos colombianos lamentan el fallecimiento de monseñor Fabio de Jesús Morales Grisales, Obispo Emérito de Mocoa-Sinbundoy
Este lunes, 10 de febrero, a los 90 años de edad, falleció monseñor Fabio de Jesús Morales Grisales, CSsR, obispo emérito de la Diócesis de Mocoa-Sibundoy.La Conferencia Episcopal de Colombia se une en oración por el eterno descanso de nuestro Pastor, quien fue el primer obispo de esa jurisdicción eclesiástica ubicada en el departamento del Putumayo, tras ser elevada a diócesis en 1999 por el Santo Padre Juan Pablo II. A María Santísima encomendamos a monseñor Fabio de Jesús, para que lo presente a Dios nuestro Señor y le sea concedido el descanso eterno.Biografía:Monseñor Fabio de Jesús Morales Grisales, nació el 27 de julio de 1934 en el municipio de Neira, ubicado en el departamento de Caldas. Realizó los estudios de secundaria en el Seminario Redentorista de Sevilla (Valle). Los estudios de Filosofía y Teología los adelantó en el Seminario Mayor de Cuenca (Ecuador).Emitió su profesión solemne en la Congregación del Santísimo Redentor el 15 de agosto de 1954 y el 4 de octubre de 1959 fue ordenado sacerdote en Cuenca.En el ejercicio del ministerio sacerdotal desempeñó los siguientes cargos:- Profesor de Teología en el Seminario de los Redentoristas en Bogotá.- Director del Seminario Redentorista en Servitá y en Piedecuesta (Santander).- Profesor de la Historia Eclesiástica en la Pontificia Universidad Javeriana, en la Universidad Católica San Buenaventura y en el Seminario Arquidiocesano de Bogotá.- Superior de la comunidad de Redentoristas en Manizales.- Profesor en el Seminario Arquidiocesano de Manizales.- Superior y rector del Santuario “Basílica Nuestro Señor de los Milagros” en Buga.- En 1981 fue elegido Superior Provincial de los Padres Redentoristas en Colombia. En este cargo fue reelegido dos veces completando nueve años.- En 1991 es Superior de la comunidad y Rector del Santuario “Basílica Nuestro Señor de los Milagros”.El 29 de abril de 1991 fue nombrado por Su Santidad Juan Pablo II, Vicario Apostólico de Sibundoy, como obispo titular de Budua. El 15 de junio del mismo año recibió su consagración episcopal.El 24 de noviembre de 1999, cuando fue creada la Nueva Diócesis de Mocoa-Sibundoy, el Santo Padre Juan Pablo II lo nombró como su primer Obispo hasta 2003.El 18 de octubre de 2003 Su Santidad el Papa Juan Pablo II aceptó su renuncia al cargo episcopal encomendado.Falleció el 10 de febrero de 2025.

Vie 7 Feb 2025
Siete llamados urgentes de los obispos colombianos, al cierre de su CXVIII Asamblea: “No podemos seguir aplazando la búsqueda de la unidad”
Al concluir su CXVIII Asamblea Plenaria, celebrada del 3 al 7 de febrero en Bogotá bajo el lema "En esperanza, por una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa", los obispos colombianos convocan a todos los actores de la sociedad a trabajar juntos en una misión que -afirman- no se puede aplazar más: la construcción de un país cimentado en los valores, la verdad y el bien común, “por encima de intereses egoístas o partidistas”. Unidad y reconciliación: imperativos para ColombiaEn su mensaje, los obispos subrayan que es imperativo apostar por la reconciliación y promover un proyecto de país que priorice la paz con justicia social, la participación y el compromiso de todos."Cada acción de bien se debe convertir en una pedagogía cotidiana de paz que detenga la fuerza del mal y sume al propósito de la unidad y la paz", afirman, recordando que esta es la lógica del amor, basada en hechos y no en palabras.El coraje de la sociedad civil y el llamado a no dejar a nadie atrásEl mensaje también resalta el papel fundamental de la sociedad civil en la transformación del país. "Colombia tiene el deber de avanzar, y será fundamental el coraje y la determinación de la sociedad civil", señalan los obispos. Hacen un llamado a superar el individualismo y a priorizar el bien común, recordando que "Dios sigue manifestándose a través de los pobres y de los acontecimientos de la historia humana". Los prelados no pasan por alto las graves crisis humanitarias que afectan al país, como la situación en el Catatumbo, el drama de los migrantes, los desplazados y las víctimas de la violencia."Los marginados y las víctimas muestran permanentemente las heridas de nuestras relaciones fallidas", recordaron que "la mejor política es la que garantiza la dignidad de todos, la paz y el bien común".Una Iglesia en conversión: caminar juntos hacia un horizonte comúnInspirados por la sinodalidad, tema que transversalizó su CXVIII Asamblea Plenaria, los obispos reconocen que la Iglesia también está llamada a convertirse y a alimentar las relaciones en todos los ámbitos. Citando el Documento Final del Sínodo, afirman que todos sus miembros deben "alimentar las relaciones: con el Señor, entre los hombres y las mujeres, en las familias, en las comunidades, entre los cristianos, entre los grupos sociales, entre las religiones y con la creación".Este camino de conversión -afirman- implica revisar qué se está haciendo mal como Iglesia, como país y de manera personal. En este sentido, invitaron a "caminar juntos", sin discriminaciones, recordando que "todos estamos en la misma barca en dirección hacia un horizonte común", como lo ha señalado el Papa Francisco.La esperanza activa como motor de cambioEn el contexto del Año Jubilar 2025 que celebra la Iglesia y que tiene como horizonte la esperanza, los obispos colombianos resaltaron que la esperanza no es una actitud pasiva, sino la suma de acciones positivas en el presente, especialmente frente a una crisis nacional agravada por el narcotráfico, la minería ilegal y la corrupción."Actuamos como sembradores de esperanza si estamos movidos por la búsqueda de la justicia y hacemos solo y siempre el bien", afirmaron.Llamado a la responsabilidad ciudadana y a una nueva generación de líderesLos obispos hicieron un llamado a la "valentía de la responsabilidad ciudadana", instando a los colombianos a poner el bien del país por encima de intereses egoístas o partidistas, y para encontrar nuevas maneras en este propósito, resaltaron el protagonismo de los jóvenes."Necesitamos formar una nueva generación de líderes que, con capacidad de escucha, se pongan al servicio del proyecto común de país", señalaron, citando la encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco.El papel esencial de las mujeres en la construcción de la pazEl mensaje también destaca el papel crucial de las mujeres en la contención de la guerra y las violencias. "Ellas constituyen la mayor fuerza en la contención de la guerra y de las violencias; su sensibilidad por la vida y lo humano crea un marco de posibilidad para Colombia", afirmaron los obispos. En este sentido, las alentaron de manera especial, a liderar la defensa y promoción de la vida, así como iniciativas que conduzcan al perdón, la reconciliación y la paz.Unidos en oración por la renovación de ColombiaFinalmente, los obispos invitan a todos los creyentes a unirse en oración por la renovación del país. "Queremos juntos 'dar razón de la esperanza'", concluyen, recordando que la Santísima Virgen María, como escuela de esperanza, debe inspirar la renovación de la Iglesia y el propósito de una nación reconciliada y en paz.Con este mensaje, los obispos colombianos reafirman su compromiso con la construcción de un país más justo, solidario y en paz, e instan a todos los colombianos a sumarse a este propósito desde la esperanza y la acción concreta. Vea el mensaje leído por el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Germán Medina Acosta:

Jue 6 Feb 2025
Para vivir la sinodalidad, obispos colombianos se comprometen con el fortalecimiento de la comunión eclesial y la formación misionera
Al llegar a la cuarta jornada de trabajo en su Asamblea Plenaria 118, los obispos y administradores diocesanos colombianos dedicaron su reflexión y trabajo a dos temas esenciales para la vivencia efectiva de la sinodalidad en la Iglesia (propósito que ha inspirado este encuentro): la conversión de los vínculos y la formación de discípulos misioneros. Orientados por el Documento Final de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos y partiendo de la realidad de sus jurisdicciones eclesiásticas, los prelados definieron nuevos caminos y compromisos en estas dimensiones.La jornada inició con una Eucaristía presidida por monseñor Héctor Cubillos Peña, obispo de Zipaquirá, concelebrada por los Vicarios Apostólicos de Trinidad y de Puerto Leguízamo-Solano: monseñor Héctor Javier Pizarro y monseñor Joaquín Humberto Pinzón. Durante su homilía, monseñor Cubillos recordó a sus hermanos en el episcopado que su principal misión es “ser testigos y mensajeros del Señor”. Recordó el llamado que les ha hecho el Papa Francisco para este Año Jubilar: “permanecer anclados en la Jerusalén del cielo. Y de esta manera, anhelarla, buscarla y querer alcanzarla a través del camino sinodal, que es el camino de Jesús”.Posteriormente, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y monseñor Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín, ambos padres sinodales, fueron los encargados de exponer las ideas centrales de los temas a trabajar en el ámbito de la sinodalidad. Posteriormente, por regiones, los pastores desarrollaron talleres grupales de profundización. De allí, surgieron varios compromisos concretos, algunos de ellos pueden ser conocidos a través del informativo 'Así va la Asamblea'.Frente a la conversión de los vínculos, monseñor Tobón explicó que, aunque la expresión puede resultar algo extraña, se refiere a cómo logra la Iglesia vivir mejor la comunión eclesial, la fraternidad y la profunda unidad que debe existir entre todos sus miembros. Propició la reflexión desde tres niveles de vinculación: como Iglesia colombiana, con las demás Iglesias locales y con la Iglesia universal. El Arzobispo de Medellín comentó que ese relacionamiento y trabajo sinodal entre diferentes niveles de la Iglesia debe ser visto como intercambio de dones, "aquí nunca es uno que da y otro que recibe, sino siempre son dos que reciben de la gracia del Señor y de la unidad, de la comunión de la Iglesia", enfatizó.En cuanto a realidades de la Iglesia colombiana que se pueden aprovechar en esa conversión de los vínculos señaló las potencialidades que tiene la Conferencia Episcopal de Colombia como órgano colegiado e institución, el trabajo articulado que adelantan las provincias eclesiásticas y las pequeñas comunidades, que van surgiendo cada vez más."La Conferencia Episcopal de Colombia es una de las primeras conferencias que se establecen en el mundo, una conferencia que ha venido trabajando constantemente, que se ha venido consolidando en sus servicios. También muy importante el trabajo en las provincias eclesiásticas, cómo cada grupo de obispos por departamento o por región, intercambian sus experiencias y buscan juntos lo que se debe hacer; se ayudan con personal y con recursos para hacer las cosas. Pero lo que más ayuda es el buen espíritu, la disponibilidad, la fraternidad, la amistad. No solamente entre los obispos, también entre los sacerdotes, en las parroquias, entre los laicos. Hoy tenemos ya en casi todas las parroquias, por ejemplo, consejos parroquiales. ¿Y eso qué significa? Un grupo de laicos pensando en su parroquia, ayudándole al párroco a hacer una parroquia más viva. Tenemos las pequeñas comunidades, ese es un milagro del Espíritu; un grupo de bautizados escuchan la palabra y se forman en la fe, crecen en la fraternidad y se proyectan apostólicamente. La Iglesia realmente no podría existir sin todos estos recursos de comunión y de fraternidad".Por su parte, el cardenal Rueda expresó que en la formación de discípulos misioneros es "donde se juega la sinodalidad". Explicó que tiene que ver con la espiritualidad, con la organización para el discipulado y con la proyección misionera y misericordiosa de todos los bautizados; que implica que no sean solo destinatarios sino protagonistas y mensajeros de la Buena Nueva en diferentes niveles, por su condición bautismal. Frente a su implementación en la realidad de la Iglesia colombiana, el purpurado precisó:"Esto significa que debemos apostarle en todas las parroquias, en todas las iglesias particulares, a la formación. Y eso requiere inversión de recursos, de tiempo y de personas, de personas cualificadas, de personas formadas. Eso nos exige a nosotros los obispos, formarnos para poder pasar de una Iglesia de conservación a una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa, pero, además, quiero decirles que esto desafía también la formación de los ministros ordenados, porque si tenemos seminaristas, diáconos, presbíteros y obispos bien formados, que tienen en su corazón lo que es el corazón de la sinodalidad, que es la espiritualidad de comunión y la condición de pueblo de Dios en camino, entonces seremos los primeros promotores de la formación de todos los bautizados en el pueblo de Dios".Vea otros detalles y compromisos en el Informativo del Episcopado Colombiano:

Mié 5 Feb 2025
Conversión de los procesos en la Iglesia colombiana a la luz de la sinodalidad: tema central de la tercera jornada en la CXVIII Asamblea del Episcopado
Los obispos colombianos centraron la tercera jornada de trabajo en su CXVIII Asamblea Plenaria en la profundización sobre la conversión de los procesos evangelizadores y administrativos en la Iglesia. Lo planteado en la tercera parte del Documento Final de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, inspiró su discernimiento. Monseñor José Miguel Gómez, arzobispo de Manizales y padre sinodal, realizó la presentación central del tema. Los obispos también desarrollaron actividades de análisis y construcción de ideas a nivel grupal desde la experiencia de sus Iglesias particulares.La jornada inició con la celebración de la Eucaristía presidida por monseñor José Clavijo Méndez, obispo de Sincelejo, concelebrada por monseñor Juan Manuel Toro, obispo de Girardota, y por monseñor Fadi Abou Chebel. En su homilía, monseñor Clavijo convocó a sus hermanos obispos a acudir a la “metodología de la esperanza” durante esta asamblea; la describió como la posibilidad de “leer el presente a la luz del pasado, que es un pasado de salvación, para encontrar la veta que abre las puertas del futuro”. Expresó que la conversión de los procesos y estructuras, implica disponerse a la novedad y al cambio con fe y esperanza en el Señor; aprendiendo a discernir en su diálogo qué es lo esencial y qué es lo que deben buscar en el presente, junto a los demás miembros de la Iglesia.Entérese de todos los detalles e ideas planteadas durante este miércoles 5 de febrero a través del informativo del Episcopado Colombiano: