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conferencia episcopal de colombia

Sáb 29 Jun 2024

No temas;basta que tengas fe

DÉCIMO TERCER DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOJunio 30 de 2024Primera lectura: Sb 1, 13-15;2,23-24 /Salmo: 30 (29), 3-4.5-6.12ac-13 (R. 2a) /Segunda lectura: 2Co 8, 7.9.13-15 /Evangelio: Mc 5, 21-43 (forma larga) o Mc 21-24.35b-43 (forma breve).I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducción-Desde siempre la vida ha sido amenazada a través de una “cultura de la muerte” que ha estado arraigada en el corazón de las gentes. Pero en estos últimos tiempos ha logrado mayores adeptos según la “agenda globalista” que desconoce la dignidad de la persona y su derecho a la vida, desde su concepción hasta su muerte, esgrimiendo argumentos como la superpoblación del planeta.-Sin embargo, también la vida ha alcanzado victorias espectaculares sobre todo cuando se le ha permitido al Señor actuar en nuestra existencia como lo vemos en el Evangelio de este día, y reafirmado por la primera lectura que está siempre relacionada con el Evangelio y es puesta allí para ayudar en la comprensión del mismo: “Dios no hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes”. -La vida vence a la muerte allí donde hay fe. La fe es tocar a Jesús, adherirse a Él, y su poder salvar de la muerte. Perdemos la vida y su sentido cuando nos alejamos del Señor, pero quien se acerca a Él experimenta su fuerza de vida. 1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?v. 23. “Jairo al verlo se echó a sus pies, rogándole con insistencia: mi niña está en las últimas, ven, pon las manos sobre ella para que se cure y viva”: Esta niña es la imagen del pueblo de Dios, de la Iglesia, que es esposa de Cristo, y de cada uno de nosotros que queremos unirnos a Él. En efecto, según el texto, tiene doce años que, en la cultura del tiempo era la edad esponsalicia y está muerta si no llega el Esposo. La persona humana y la sociedad “agonizan” cuando se aleja el Señor. También aquella mujer que perdía la vida por sus flujos de sangre, al contacto con Jesús, se detiene su camino hacia la muerte. Encontrarlo, tocarlo, es decir, entrar en comunión con Él, cura la herida que le hacía perder el sentido de su vida. Con temor se acercó a Él, le toca por detrás, pero luego Jesús le permite mirarlo y encontrarlo plenamente. Es la experiencia de quien “agonizando” por una vida sin sentido, poco a poco encuentra en Jesús la plenitud y retoña la vida. La fe no es un ejercicio mental sino la plena adhesión a una persona: Cristo.v. 35: “Tu hija está muerta, ¿por qué molestas al maestro?”: La fe es lo contrario al temor y a la desesperanza y su prueba definitiva se da precisamente ante los límites que experimenta la persona. Una fe que no resiste ante las dificultades no sirve para nada. Es ahí cuando podemos “molestar” al Maestro, porque la posibilidad de acercarnos a Él no es un premio por lo que somos o hacemos, sino un regalo de su bondad y misericordia.v. 39: “La niña no está muerta, sino que duerme”: Incluso en el momento de la muerte se abre la espiral de la vida. Aquí tenemos el sentido cristiano de la muerte. No es el final de la vida sino un descanso sereno en Dios, para despertar al sol del nuevo día. La fe nos cura del pecado de desconfianza que nos hace ignorar que venimos de Dios y volvemos a Él.El hombre limitado y mortal juzga según la medida de sus pensamientos y, según algunas corrientes filosóficas, hasta donde la razón puede prever; por eso se burlaban de Jesús como hoy muchos se burlan de Dios, de la Biblia, de la fe… también los discípulos en la Pascua tuvieron dificultad para entender la resurrección. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Marcos, con esta narración brillante e insistiendo en el tema de la fe, nos presenta a Jesús como aquel que tiene poder contra la muerte. Este se manifiesta en aquella frase imperativa Talitha qumi que, como se decía anteriormente es ipsissima verba Iesu, es decir, son exactamente las mismas palabras de Jesús y que significa: “contigo hablo, niña, levántate”. El evangelista ha querido resaltar el tono con el que Jesús ha ordenado con fuerza a la niña, no ora para que tenga la vida, no hace gestos rituales especiales, simplemente es la autoridad de Jesús que tiene el poder para decir “levántate”. El evangelista, en medio de esta narración, muestra la potencia de Jesús contra la muerte.Ese tema anterior es el que se pone en evidencia también en la primera lectura tomada del libro de la Sabiduría donde se afirma que “Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes”. Es una afirmación bastante polémica sobre todo con aquellos que dan a Dios la responsabilidad del mal en la sociedad, de las catástrofes, de la muerte, incluso afirmando: “¿Si Dios existe entonces porque permite el mal, la enfermedad, las catástrofes?”. Ahora, si como dice el texto más adelante “Dios creo al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser”, ¿de dónde viene el mal? La respuesta del libro de la Sabiduría es: “por la envidia del diablo y los de su partido pasarán por ella”. Es el diablo el que ha llevado a las personas a la corrupción, a desobedecer a Dios… por tanto, en la desobediencia de las criaturas está la ruina del mundo. ¿Qué culpa tiene Dios cuando el hombre quiere hacer las cosas según su propio capricho? Es esto lo que deshumaniza a la sociedad.Las personas pueden ser movidas a una buena acción por el Espíritu Santo, pero también pueden ser conducidas por espíritus malvados, impuros, es decir, opuestos a la vida. Las inspiraciones del “mal espíritu” existen, como afirmaba san Ignacio de Loyola, y llevan a cometer acciones de muerte porque la persona las acepta libremente. Todos hemos experimentado en nuestra vida lo que sucede cuando es el “mal espíritu” el que guía nuestras acciones y no el Espíritu Santo: ¿Qué cosa sucede cuando el mal espíritu del orgullo actúa en ti? ¿Cómo te lleva a actuar el mal espíritu del egoísmo? ¿A qué te reduce el mal espíritu del relativismo moral?... no es Dios el culpable, es el actuar libre y sin criterio alguno de las personas.De otra parte, la muerte no viene de Dios, pero entra en su proyecto, pues esta no tiene la última palabra porque Dios puede rescatar a las personas que están abiertas a su salvación. Cristo demuestra ser el Dios que da la vida y que ofrece la propia vida para que la humanidad pueda vivir. Por eso afirma el salmista: “Te ensalzaré, Señor, porque me has librado, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa, al atardecer nos visita el llanto, por la mañana el júbilo”, recordando así la tarde del Viernes Santo, pero aún más la mañana de la resurrección.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Me pongo en actitud de oración, invocando al Espíritu Santo.Me recojo, contemplando un lugar: aquel en donde se da el encuentro de Jesús con tantas personas a su alrededor, el camino a la casa del jefe de la sinagoga. Miro la actitud de Jesús y de las personas que aparecen en la escena: ¿quiénes son?, ¿qué dicen?, ¿qué hacen?Después, hago una oración al Señor, a partir del texto meditado, y puedo pedir: la fe que salva, el poder “tocar” a Jesús en los medios que están a mi disposición: la Eucaristía, la Palabra de Dios, la meditación…_______________________Recomendaciones prácticas:●CXVII Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, 1 al 5 de julio.●5 al 7 de julio inicia el XIII Congreso Nacional Misionero. Celebración del Centenario del primer Congreso Nacional Misionero y Exposición Nacional de misiones.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la MisaHermanos, la liturgia de este domingo se nos presenta como una oportunidad para acercarnos a Cristo, para encontrarnos con Él, para conocer lo que hace por nosotros y descubrir cómo también en esta Eucaristía nos da la vida para que tengamos vida en Él. El Señor resucitado, presente en medio de nosotros, nos tiende la mano para ponernos de pie después de caer en el pecado. Su vida vence a la muerte y prefigura la eternidad bienaventurada.Pidamos el don de la fe y participemos con gozo de la presencia de Jesús en la Eucaristía.Monición a la liturgia de la Palabra Ante la fuerte proclamación de que Dios ha creado al hombre para la inmortalidad, el Señor en el Evangelio lo ratifica liberándolo de la enfermedad y elevándolo de la muerte. Este mensaje se convertirá en una experiencia de vida para todos en la celebración de la Eucaristía, memorial de la Pascua.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Con la fe de Jairo, jefe de la sinagoga, invoquemos con confianza al Señor por toda la humanidad, confiando en su Palabra de vida. Digamos juntos:R/. Escúchanos, Señor.1.Para que nuestro obispo, nuestros presbíteros y diáconos, recuerden siempre a los fieles que la salvación viene por la fe en Cristo Jesús. Oremos.2.Para que la fe de la mujer que tocó el manto de Jesús y la de Jairo, que esperó contra toda esperanza, den vigor a nuestra propia fe. Oremos.3.Para que los miembros de nuestra asamblea dominical honren siempre su nombre de cristianos y alivien el dolor y la indigencia de los más vulnerables de la sociedad. Oremos.4.Para que la voz del Espíritu Santo sea protagonista en la Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, que se llevará a cabo la próxima semana, de tal manera que nuestros obispos lleven el mensaje del Evangelio a la Iglesia colombiana. Oremos.5.Para que el próximo Congreso Nacional Misionero lleve a todos los bautizados a descubrir su propia misión dentro de la Iglesia y el mundo. Oremos.Oración conclusivaPadre santo, fuente de todos los bienes yorigen de todo cuanto tenemos y somos,enséñanos a reconocer los beneficios querecibimos de tu liberalidad y a alabarte con la voz y con la vida.Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

Sáb 29 Jun 2024

Dos nuevos nombramientos del papa Francisco para Colombia: Obispo de la Diócesis de Engativá y Obispo Auxiliar de Bogotá

La Santa Sede dio a conocer dos nuevos nombramientos episcopales para la Iglesia colombiana. Monseñor Germán Medina Acosta, quien desde agosto de 2021 se venía desempeñando como obispo auxiliar de Bogotá, fue designado por el papa Francisco como Obispo de la Diócesis de Engativá; y el padre Edwin Raúl Vanegas Cuervo, quien ejercía desde el 10 de abril de 2024 como Vicario Episcopal Territorial de San José en esta misma jurisdicción, fue nombrado Obispo Auxiliar de Bogotá. Ambos pastores han sido formadores y rectores del Seminario Conciliar de Bogotá.Monseñor Germán Medina fue ordenado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá el 14 de agosto de 2021 por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Posteriormente, fue designado Vicario Episcopal de la Evangelización y Vicario Episcopal para el Anuncio, Formación en la Fe y Diálogo con la Cultura, así como miembro del Consejo Presbiteral.Tras este nuevo nombramiento por parte del Santo Padre, monseñor Medina relevará en la Diócesis de Engativá a monseñor Francisco Antonio Nieto Súa, quien desde julio de 2015 pastoreaba esta jurisdicción. En septiembre del 2023 monseñor Nieto cumplió setenta y cinco años, la edad límite para ejercer dicho oficio eclesiástico.Por su parte, el padre Edwin fue ordenado sacerdote en la Arquidiócesis de Bogotá el 4 de diciembre de 1999 por el cardenal Pedro Rubiano Sáenz (Q.E.P.D.). Es especialista en Teología Fundamental de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (2009), Licenciado en Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana (2011) y adelantó estudios doctorales en Teología en la Universidad Pontificia Comillas – Madrid (2015). Tras desempeñarse como Rector del Seminario Mayor desde el año 2018, fue designado por el cardenal Rueda Aparicio, para acompañar a las comunidades urbanas y rurales de la Vicaría de San José, ubicada en el sur oriente de Bogotá, donde abarca el territorio de 4 localidades de la capital y 11 municipios de Cundinamarca.Ahora, el presbítero se unirá al cardenal Luis José Rueda Aparicio y a monseñor Alejandro Díaz García, también obispo auxiliar de Bogotá, en la misión de pastorear la Sede Primada de Colombia.Biografía de monseñor Germán Medina AcostaMonseñor Germán Medina Acosta nació en Bogotá el 25 de febrero de 1958.Realizó sus estudios secundarios en el Seminario Menor de Bogotá (1975) y los de Filosofía (1978) y Teología (1982) en el Seminario Mayor de Bogotá. Es licenciado en Teología (1989) de la Pontificia Universidad Javeriana. Magister en Psicología Comunitaria (1996) de la Pontificia Universidad Javeriana. Especialista en Ética y Pedagogía de Valores (1998) de la Pontificia Universidad Javeriana. Doctor en Teología (2002) de la Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Fue ordenado sacerdote el 11 de junio de 1983 por el cardenal Aníbal Muñoz Duque, para el servicio de la Arquidiócesis de Bogotá.Entre sus encargos pastorales, se destacan:-Vicario parroquial en Nuestra Señora del Ave María (1983).-Miembro del equipo de directores del Seminario Menor de Bogotá (1984).-Coordinador del equipo arquidiocesano de Pastoral Juvenil (1985). Capellán en el Colegio del Rosario (1986).-Primer Capellán en la Universidad Nacional y Párroco en los Santos Ángeles Custodios (1996).-Arcipreste del Arciprestazgo N° 1.3 (1999).-Miembro del equipo de formadores del Seminario Mayor (2002). Miembro del Consejo del Diaconado Permanente (2003).- Miembro del Consejo Presbiteral (2008).-Rector del Seminario Mayor de San José (2010).-Miembro del Consejo Presbiteral (2014).-Párroco en San Juan de Ávila (2015).-Miembro del Consejo Presbiteral, en representación de la Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro y animador del equipo arquidiocesano para la formación permanente (2016). -Ratificado como miembro del Colegio de Consultores, nombrado vicario episcopal territorial de San Pedro y vicario general de la Arquidiócesis de Bogotá desde el mes de junio de (2017).-El 11 de julio de 2021 fue nombrado por el papa Francisco como Obispo titular de Aradi y Obispo auxiliar de Bogotá. Su ordenación episcopal fue el 14 de agosto de 2021, ese mismo día tomó posesión de su cargo.Biografía de monseñor Edwin Raúl Vanegas CuervoEl padre Edwin Raúl Vanegas Cuervo nació en Bogotá el 21 de mayo de 1975.Cursó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Conciliar de Bogotá. Fue ordenado sacerdote en la Arquidiócesis de Bogotá el 4 de diciembre de 1999 por el cardenal Pedro Rubiano Sáenz.Es especialista en Teología Fundamental de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (2009), Licenciado en Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana (2011) y adelantó estudios doctorales en Teología en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid (2015).Tras desempeñarse como Rector del Seminario Mayor desde el año 2018, en abril del presente año, fue designado por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, para acompañar las comunidades urbanas y rurales de la Vicaría Territorial de San José, en la Sede Primada de la Iglesia Católica colombiana.Entre sus encargos pastorales, se destacan:- Vicario Parroquial de Santa María Madre de Jesús (1999).- Párroco de San Juan Neumann (2000 - 2004).- Miembro del Equipo de Pastoral Vocacional Arquidiocesano (2005-2006).- Formador (2009 - 2018) y Rector (2019 - 2024) del Seminario Conciliar San José de Bogotá.- Coordinador Arquidiocesano de Diálogo Ecuménico e Interreligioso (2013 - 2016)- Animador Arquidiocesano para la Formación Permanente del Clero (2018).- Vicario Episcopal Territorial de San José (2024 hasta la fecha).

Vie 28 Jun 2024

Obispos colombianos vivirán una nueva asamblea electiva del 1 al 5 de julio: piden a los fieles orar por este momento

Desde el próximo lunes 1 hasta el viernes 5 de julio, los obispos colombianos se reunirán en Bogotá para desarrollar su CXVII Asamblea Plenaria. En esta oportunidad, el encuentro tendrá como propósito central elegir a quienes liderarán el trabajo de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) durante el trienio 2024 – 2027.Durante esta asamblea los prelados decidirán quiénes serán los encargados de desempeñar durante este período los roles de presidente, vicepresidente y secretario general; determinarán cómo quedarán conformadas las comisiones episcopales y quiénes las presidirán. Además, designarán a aquellos sacerdotes, religiosas y laicos que, desde las diversas áreas del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), conducirán estratégica y operativamente la materialización de la misión de la Iglesia colombiana, a partir de las líneas propuestas por la CEC.Setenta y ocho pastores activos, incluyendo a los administradores diocesanos de Duitama, Vélez y Santa Rosa de Osos y al Provicario Apostólico de Guapi; así como doce obispos eméritos, han confirmado su participación en este encuentro. En él también se abordarán diversos temas de la actualidad eclesial y social, para definir criterios que le permitan a la Iglesia seguir respondiendo a los desafíos del país, a la luz del Evangelio, teniendo como prioridad el bien común y partiendo de las realidades concretas que se presentan en los territorios que acompañan los obispos.Fieles, ¡A orar por las elecciones en la Conferencia Episcopal de Colombia!Entendiendo que este acontecimiento es tan importante para el episcopado, como para los demás miembros de la Iglesia que peregrina en Colombia, la actual Comunidad de Presidencia, integrada por el cardenal Luis José Rueda Aparicio (presidente), por monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos (vicepresidente) y por el padre Jorge Enrique Bustamante Mora (secretario general encargado), proponen al Pueblo de Dios intensificar durante los próximos días su oración, teniendo presente esta intención.“La oración nos introduce en una intimidad particular con Dios, en una sociedad con Él, la oración tiene poder, por eso quiero extenderles esta invitación para una campaña de oración por la próxima asamblea de la Conferencia Episcopal de Colombia (…) La Conferencia Episcopal dinamiza todas las tareas y nos unifica en propósito al servicio del país, los invitamos para que oren intensamente, de modo que cada elección, esté dentro del marco de los propósitos de Dios; las personas que resulten elegidas, deben servir a partir del querer de Dios, contamos con su oración”, expresó monseñor Omar Alberto, arzobispo de Popayán, en representación de sus hermanos en el episcopado.El cierre de esta asamblea plenaria coincidirá con el XIII Congreso Nacional Misionero, a través del cual la Iglesia colombiana conmemorará 100 años de haberse celebrado el primero de estos encuentros. El congreso significó un despertar misionero histórico en el país y sirvió de inspiración para otras Iglesias del continente. Ahora, al celebrar su centenario, servirá para renovar las fuerzas de la tarea evangelizadora. Los obispos participarán en este congreso centenario que se estará desarrollando desde el viernes 5 hasta el domingo 7 de julio en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.Vea a continuación la primera emisión de Así Va La Asamblea, el informativo del Episcopado Colombiano, en el contexto del encuentro 117:

Jue 27 Jun 2024

La Voz del Pastor | 30 de junio de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 5, 21-42. 35b-43

Mié 26 Jun 2024

“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16, 18)

Por Mons. José Libardo Garcés Monsalve - Avanzamos en el desarrollo de nuestro Proceso Evangelizador de la Diócesis de Cúcuta, con el lema “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29), que el evangelista Mateo complementa con la respuesta de Jesús a Pedro: “Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque eso no te lo ha revelado ningún mortal, sino mi Padre que está en los cielos. Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará” (Mt 16, 17-18). Siendo esta Palabra de Jesús una verdad fundamental de nuestra fe, sobre la cual se basa la certeza que Jesucristo fundó la Iglesia y eligió a Pedro y a sus sucesores como piedra angular de la misma, “Te daré las llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo” (Mt 16, 19). Esto es lo que le da fuerza y solidez a la fe y por eso proclamamos con fervor que nuestra Iglesia es apostólica.En el Apóstol Pedro, columna de la Iglesia, tenemos un testigo de Jesucristo, cuya profesión de fe, es manifestación de su deseo constante de entregar toda su vida a la voluntad de Dios. En la respuesta que dio a Jesús cuando fue interrogado sobre quién era Él para los apóstoles, está contenida toda la misión del Señor a quien seguimos como camino, verdad y vida, cuando cada uno de nosotros hace profesión de fe en Él, pronunciando con Pedro: “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29), inspirándonos a responder debidamente a la vocación recibida en la vida sacerdotal, religiosa, matrimonial y familiar.Pedro fue elegido por el Señor para la misión de ser el primero entre los apóstoles, él es la piedra sobre la cual se edificó la Iglesia, “sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará” (Mt 16, 18), quien junto con los demás apóstoles y luego con los sucesores garantizan la apostolicidad de la Iglesia, que llega hoy hasta el Papa Francisco, que en este momento es Pedro, para cada uno de los creyentes en Cristo, en comunión con todos los obispos.Próximamente celebramos con toda la Iglesia la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y con esta celebración estamos llamados a renovar nuestra comunión con la Iglesia universal en la persona del Papa Francisco, en quien los católicos tenemos una roca firme de nuestra fe, porque Jesucristo quiso edificar su Iglesia sobre Pedro y sus sucesores. En sus enseñanzas y escritos encontramos magisterio firme, para hacer frente a los oleajes de confusión doctrinal que hoy en día aparecen en muchos ambientes que desorientan a los cristianos.En el Papa, los obispos y los sacerdotes fieles, es decir, en todos aquellos que reconocen la autoridad del Romano Pontífice, siguen su Magisterio y transmiten sus enseñanzas; encontramos al mismo Cristo, Buen Pastor, que guía a sus ovejas a la salvación eterna. Escuchemos su voz, sigamos sus huellas, imitemos su ejemplo de amor, santidad y entrega incondicional para el bien de toda la humanidad y la Iglesia.Los católicos en comunión con Pedro, tenemos la misión de defender y proclamar la fe católica, en obediencia al Papa, dando testimonio de unidad y comunión en los distintos ambientes en los que cada uno se encuentra a nivel familiar, parroquial, laboral y social. Así lo expresa Aparecida cuando dice: “No hay discipulado sin comunión. Ante la tentación muy presente en la cultura actual, de ser cristianos sin Iglesia y las nuevas búsquedas espirituales individualistas. Afirmamos que la fe en Jesucristo nos llegó a través de la comunidad eclesial y ella ‘nos da una familia, la familia universal de Dios en la Iglesia Católica. La Fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión. Esto significa que una dimensión constitutiva del acontecimiento cristiano es la pertenencia a una comunidad concreta, en la que podemos vivir una experiencia permanente de discipulado y de comunión con los sucesores de los apóstoles y con el Papa” (Documento de Aparecida 156).Esta verdad viene reforzada con el testimonio de vida de los últimos Papas que hemos tenido, quienes han mantenido la fe, la esperanza, la paz y la comunión, aún en medio de muchos sufrimientos y momentos de cruz en el cumplimiento de su misión apostólica, recibiendo del Espíritu Santo la fortaleza para no temer subirse a la Cruz con Cristo, en las contrariedades de cada día que trae predicar y defender el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, en comunión con toda la Iglesia, con la certeza que el poder del infierno no derrotará a la Iglesia (Cf Mt 16, 18) porque está unida a la roca firme que es Nuestro Señor Jesucristo.Al celebrar a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, nos unimos a la jornada del Óbolo de San Pedro y oramos particularmente por las intenciones del Papa Francisco, de modo que en todo momento reciba la gracia del Espíritu Santo, que lo llene de sabiduría para continuar conduciendo a la Iglesia e iluminando todas las realidades del mundo con la luz del Evangelio y trabajando por la comunión y la unidad de toda la Iglesia. Que la Santísima Virgen María y el Glorioso Patriarca San José nos ayuden a decir con Pedro: “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29), para vivir en comunión con Jesucristo y con la Iglesia universal, unidos al Papa Francisco, hoy Pedro, piedra firme de la Iglesia para nosotros.En unión de oraciones,reciban mi bendición.+José Libardo Garcés MonsalveObispo de la Diócesis de Cúcuta

Mar 25 Jun 2024

Falleció monseñor William de Jesús Ruiz Velásquez, Prefecto Apostólico Emérito de Leticia

A sus 82 años de edad, falleció monseñor William de Jesús Ruiz Velásquez, quien, entre el 8 de julio de 1997 y el 23 de octubre del 2000, se desempeñó como Prefecto Apostólico de Leticia (Amazonas). El pastor antioqueño fue el segundo en desempeñar este oficio, antes que dicha circunscripción eclesiástica fuera elevada a Vicariato Apostólico por el papa Juan Pablo II.La muerte de monseñor Ruiz Velásquez se produjo en la madrugada de este martes 25 de junio en la ciudad de Medellín, donde vivía desde el año 2016 en una casa familiar.Monseñor William de Jesús nació el 2 de octubre de 1941 en el municipio de Entrerríos (Antioquia). Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Conciliar Santo Tomás de Aquino de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. Cursó una maestría en Catequesis en la Universidad Católica de París (Francia).Fue ordenado sacerdote para el clero esa misma jurisdicción el 11 de septiembre de 1966, por monseñor Miguel Ángel Builes. Allí desempeñó múltiples oficios pastorales, entre ellos: Vicecanciller de la Curia y Notario del Tribunal Eclesiástico (1969), Promotor Diocesano de la Pastoral Vocacional (1973), Vicario de Pastoral de la Diócesis (1995) y Coordinador de la Pastoral Familiar (1996). En julio de 1997 fue nombrado Prefecto Apostólico de Leticia, misión que desempeñó por tres años.Al regresar a su región natal, entre los años 2001 y 2016 fue párroco en los municipios de Amalfi, Yarumal y Donmatías. Allí apoyó también diferentes procesos de desarrollo municipal e impulsó iniciativas asociadas a la educación, la defensa de la vida y la institucionalidad.Fue colaborador permanente del Consejo de Administración de la Cooperativa Fraternidad Sacerdotal.El padre Luis Alfonso Urrego Monsalve, administrador diocesano de Santa Rosa de Osos, expresó sus condolencias a familiares y amigos del presbítero, e informó que las exequias se celebrarán este miércoles 26 de junio, a las 3:00 p.m., en la Catedral Metropolitana de Medellín.

Mar 25 Jun 2024

Finaliza la segunda etapa de ‘Iglesias seguras y protectoras’: la última jornada de formación en prevención de abusos se desarrolló en la Provincia de Barranquilla

Entre el 19 y el 21 de junio, en la ciudad de Barranquilla, se llevó a cabo la última jornada de capacitación de la iniciativa ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’ implementada por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) con el auspicio de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Un proyecto que tiene como finalidad promover la atención y prevención de abusos y violencias en las diferentes regiones del país.A este llamado por la cultura del cuidado en la Iglesia Católica acudieron alrededor de 500 personas, entre obispos, sacerdotes, consagrados y laicos de la Arquidiócesis de Barranquilla y de las diócesis de Riohacha, Santa Marta, Valledupar y El Banco, jurisdicciones que conforman la Provincia Eclesiástica de Barranquilla.Como parte de la agenda desarrollada en esta última etapa, se implementaron diferentes talleres y conferencias sobre la cultura del cuidado: los desafíos a nivel social y eclesial, la generación de entornos protectores y la atención a víctimas. También se presentaron las líneas guía, líneas operativas y buenas prácticas propuestas por la CEC. Estos espacios estuvieron a cargo de los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, del Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal y del presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá, monseñor Pedro Mercado.La psicóloga Diana Suárez, miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, comenta que se pudo dar un encuentro como comunidad eclesial para trabajar en aspectos que, en materia de prevención, son de gran importancia. De ellos, destacó el reconocimiento de la realidad sobre la problemática de violencia sexual en cada territorio de la Provincia de Barranquilla, así como la evaluación de los factores de protección que favorezcan el cuidado, de manera especial, de niños, niñas y adolescentes.Por una cultura del cuidado con rostro provincialEstos tres días de formación significaron el encuentro fraterno de una “Iglesia viva, actuante y alegre”, así lo indicó la doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta de ese organismo de la CEC.De acuerdo con monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, los prelados de las cinco Iglesias particulares estuvieron de acuerdo con que estas jornadas coincidieran con la formación obligatoria de sus cleros, de tal manera que se les diera la mayor importancia posible. “Para la provincia ha sido un momento providencial porque también nos ha permitido acercarnos de manera mucho más profunda y consistente al Sistema para la Cultura del Cuidado que ha impulsado la Conferencia Episcopal. Diríamos que ahora este sistema va a adquirir un rostro provincial, el rostro de la Provincia de Barranquilla”, así lo expresó monseñor José Mario Bacci Trespalacios, obispo de Santa Marta.Monseñor Bacci Trespalacios, indicó también que ahora cada Iglesia particular tiene como tarea no solo divulgar los contenidos abordados, sino también profundizar en cómo hacer vida la cultura del cuidado en todos los ámbitos eclesiales.Una cultura del cuidado que no se agota en las jornadas de las provincias“Es muy importante reconocer que el ejercicio no se puede quedar solamente en esta capacitación o en las capacitaciones realizadas en las diferentes provincias. Es necesario que esta información también sea comunicada con los diferentes miembros que hacen parte de los ambientes eclesiales y de allí la importancia de realizar un trabajo muy riguroso con las comunidades”, señaló la doctora Diana Suárez.La piscóloga, quien, además, coordina la Oficina del Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, señaló también la necesidad de sensibilizar a los agentes de evangelización y a los padres de familia sobre los riesgos que hay en el entorno digital para los menores y en las normas específicas para el cuidado y la protección de todos los que hacen parte del ambiente eclesial. Además, brindar un acompañamiento integral a las personas que han sufrido a causa de abusos o violencias, sin riesgo a revictimizarlas.Al cierre de estas jornadas, monseñor Pedro Mercado, indicó que, a pesar de que la primera parte del proyecto se ha cumplido, la labor pedagógica debe continuar, de manera especial, con los futuros pastores de la Iglesia: “Hay que acentuar todavía más la prevención e ir sobre todo a los seminarios para que la cultura del cuidado no llegue ya en un momento tardío de la formación sacerdotal, sino precisamente cuando se está gestando ese futuro ministro, ese futuro sacerdote, servidor del pueblo de Dios. De tal manera que, desde esa etapa temprana, la cultura del cuidado haga parte de su formación para un servicio integral a la Iglesia”, remarcó monseñor Mercado.De esta forma, concluyeron las jornadas de capacitación sobre atención y prevención de abusos implementadas por la Conferencia Episcopal de Colombia en once de las catorce provincias eclesiásticas del país, desde la iniciativa ‘Iglesias Seguras y Protectoras’. La Oficina para la Cultura del Cuidado continuará animando y articulando otros procesos formativos en diversas instituciones eclesiales bajo el propósito de aportar a la construcción del Sistema para la Cultura del Cuidado propuesto por los obispos en las ‘Líneas guía’.Vea el resumen informativo de la jornada:Para conocer más información sobre el trabajo de la Iglesia colombiana por la cultura del cuidado, haga clic aquí.

Dom 23 Jun 2024

¿Por qué tenéis miedo?

DÉCIMO SEGUNDO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOJunio 23 de 2024Primera lectura: Jb 38,1.8-11Salmo: 107(106),23-24.24-25.28-29.30-31 (cf. Mc 4,40)Segunda lectura: 2Co 5,14-17Evangelio: Mc 4, 35-41IV.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónDe la Palabra de Dios que se nos ofrece para nuestra oración, reflexión y vivencia, en este décimo segundo domingo del tiempo Ordinario, podemos resaltar tres ideas:●La tempestad calmada nos recuerda que cuando tenemos dificultades, en algunos casos, nos falta fe para enfrentarlas con la valentía de los que confían en Él.●El proyecto del creyente se enriquece en la medida en que la persona de Jesús hace parte de él. ●La fe, la serenidad y la confianza en el poder de Dios nos asegura que seremos capaces de superar todas las dificultades que se presenten en la vida.●Jesús domina las fuerzas de la naturaleza, cura las enfermedades, libera, incluso resucita a los muertos; es Dios con nosotros que ha venido a salvarnos.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Job 38, 1.8-11. En el libro de Job nos encontramos hermosas páginas que nos ayudan a reflexionar sobre el inexplicable misterio de la prueba y el dolor humano. Varios diálogos van conduciendo la trama del texto, en la perícopa de la liturgia de hoy la Palabra la dirige el Señor, a través de preguntas retóricas; es decir que más que pretender una respuesta generan una reflexión, suscita en Job la conciencia de la presencia de Dios como artífice de la inconmensurable creación y como Padre atento de poner límites para protegernos. Sal 106, 23—26; 28—31. Den gracias al Señor porque es eterna su misericordia.Este es un salmo dedicado al Dios que salvó al pueblo de Israel de la destrucción. El salmista se centra en evocar una justificación simple de cómo Dios trazó un plan perfecto para que su pueblo fuese santo de principio a fin. Se trata de un plan trazado con siglos de transcurso, y que tiene muchos detalles que fueron expuestos por el autor de principio a fin. Además, uno de los trasfondos más interesantes del texto es que se narra no con una vida, sino con el testimonio de muchos israelitas que lo vivieron, y nos dejaron la evidencia de cómo la fidelidad de Dios abarca tanto que no se puede explicar.2Co 5, 14-17 Ha comenzado lo nuevo. La experiencia de Cristo en la vida del hombre, la participación en su muerte y resurrección generan un cambio total a la orientación de nuestro estilo de vida. Cualquier historia puede ser redimida por la intervención del Señor, Él hace nuevas todas las cosas.Mc 4, 35-41. “¿Quién es este? ¡hasta el viento y el mar lo obedecen! Vamos a la otra orilla” (v. 35). Muy posiblemente es la parte gentil. “Y dejando al gentío” (v. 36). Es fácil dejarse seducir por la popularidad, y difícil alejarse de una muchedumbre favorable. Jesús, sin embargo, se alejaba del gentío para orar o llevar a cabo su ministerio en otro lugar.Se levantó una fuerte tempestad. (v. 37). De por sí estos fenómenos naturales generan fobias e incertidumbre, en el contexto mucho más fuerte la experiencia por la creencia de monstruos marinos vinculados a realidades maléficas. Él dormía sobre un cabezal (38). El dormir de Jesús, genera una profunda inquietud en los discípulos, pues en una situación que debería actuar de manera contundente muestra pasividad. “Increpó” (griego: ἐπετίμησεν [epetimesen]) (39). Es el mismo verbo utilizado por Jesús para reprimir a los demonios, manifiesta una fuerza especial del Señor contra las fuerzas del mal. ¿Por qué tienen miedo? Y se llenaron de miedo…. (40). Dos veces aparece el vocablo, una respecto a la tempestad y otra respecto a Jesús, había una falta de confianza en los discípulos que les creaba confusiones. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?La liturgia de la Palabra de este domingo aporta una valiosa reflexión sobre nuestra condición vulnerable, somos seguidores del Señor hemos abrazado su propuesta de fe, sin embargo, esto no nos hace indelebles, nuestra naturaleza es frágil, y se fortalece precisamente en la prueba.La prueba lleva a Job a consolidar plenamente su fe, las dificultades asumidas, y la cantidad de palabras escuchadas en los diversos diálogos del texto, le aportan a Job un horizonte nuevo en la comprensión de sí mismo y del entorno. Hacer memoria histórica de las intervenciones divinas como lo hace el salmista, abrirá siempre un horizonte de esperanza, pues el pasado que en ocasiones quisiéramos olvidar ha sido también un escenario privilegiado del actuar divino. Los rescates continuos del Señor suscita la gratitud y admiración: damos gracias a él porque es bueno y eterna es su misericordia. Hoy al escuchar el Evangelio san Marcos donde relata la tempestad calmada ante el asombro de los apóstoles, podemos decir que: “estamos en un mismo barco” donde experimentamos al igual que los discípulos las mismas sensaciones de miedo, incertidumbre y amenaza al igual que muchos de nuestros hermanos que padecen por circunstancias diversas.Con este telón de fondo, les invito a contemplar las lecturas que nos propone la liturgia de hoy para iluminar nuestra vida y llenarnos de esperanza ante las realidades que nos aquejan y quebrantan.El Evangelio de san Marcos (Mc 4, 35-41), con el relato de la tempestad calmada nos invita a aumentar nuestra confianza en Dios; a su Hijo Jesús que Él nos envía hasta la naturaleza obedece. “Increpó al viento y le dijo al mar: silencio, cállate. El viento se aplacó y sobrevino una gran calma”. La barca representa la vida de cada uno, de la Iglesia, la familia o del mismo planeta, y la tempestad representa las dificultades que nos aquejan, el miedo y la inseguridad, las dudas a causa de nuestras debilidades. Jesús nos dice también a nosotros: “¿Por qué tienen miedo?, ¿cómo no tienen fe?” Puede surgir la tentación de poner por encima de los discípulos y juzgar su falta de confianza, pero san Marcos nos deja ver la escena en toda su realidad para que nos configuremos con ellos. También nosotros hoy navegamos en la barca de la Iglesia y Cristo va con nosotros, sin embargo, experimentamos miedos, angustias y nos quedamos en búsqueda personal. Ante la tormenta que se levanta en nuestra realidad, ideologías, desigualdad, cambio climático, indiferencia, muertes, violencia, corrupción, etc. Se ve amenazada la vida y nos sumergimos en continuos temores que nos paralizan o nos desesperan, no obstante, quedarnos en los diagnósticos sería permanecer a mitad de camino pues se perciben las problemáticas, pero no se trazan los soluciones, las posibles maneras de darle un giro a nuestra vida y a la realidad circundante. Hoy me parece indispensable asumir en nuestra carne la vida de los discípulos, reconocer con humildad nuestras pruebas y asumirlas como escenario de salvación. Es necesario en ocasiones a manera de plegaria gritar: ¡no te importa que perezcamos! Siempre nuestro clamor será escuchado, el Señor a veces parece dormir o duerme, pero abre siempre los ojos en perspectiva de redención, tenemos el testimonio del pueblo de Israel en Egipto, gritaron, clamor al Señor y Él escuchó su voz e intervino en favor de su pueblo, así lo hizo y así lo sigue haciendo con nosotros. Después de la tormenta viene la calma, los problemas por más hondos que parezcan son solo palabras penúltimas, la palabra última y definitiva la trae Cristo, quién con su poder liberador restituye la serenidad y nos da la gracia de enormes aprendizajes. El Señor sabe cómo tiene que estar en cada circunstancia de la vida de la Iglesia, esta barca sacudida por las olas impetuosas, lo importante es que siempre está, y eso basta para no desfallecer. _______________________Recomendaciones prácticas:●29 de junio: Jornada del Óbolo de San Pedro.II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hoy en la celebración de la actualización del misterio de Dios en la sagrada Eucaristía, asumamos la conciencia de que la prueba y la dificultad son también escenarios de salvación, donde el Señor muestra su misericordia y nosotros podemos conocer más nuestra esencia. Monición a la liturgia de la Palabra El Dios que dialoga de manera cercana con Job, que revela su amor interviniendo en la historia, que nos hace creaturas nuevas en Cristo y que utiliza su pedagogía de amor para salvar, entrega hoy su Palabra para moldear nuestro auténtico corazón de discípulo. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Entregamos nuestras súplicas al Padre con la certeza de que acoge nuestras plegarias.R/. Escúchanos Padre bueno.1.Por nuestra amada Iglesia, la barca de Cristo que muchas veces es sacudida por diversas tempestades, para que la certeza de la presencia del Señor, otorgue el impulso y la valentía para no desfallecer. Oremos.2.Por quienes gobiernan las naciones, para que no sean arrastrados por esnobismos, sino que contemplando la historia puedan percibir la acción de Dios que nunca ha abandonado a su pueblo. Oremos.3.Por todos los que sufren, quienes están atravesando inexplicables momentos de prueba y de dolor, para que la presencia del Señor que calma la tempestad sea un testimonio de fortaleza y esperanza. Oremos.4. Por todos nosotros, para que perseveremos en la barca de la Iglesia, con fe, con amor, con entrega y en los momentos de las situaciones límite podamos clamar al Señor que no nos abandona. Oremos.Oración conclusivaSeñor todopoderoso tu conducesnuestra historia hacia el puerto de la salvación,sigue acompañando nuestra peregrinación.Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.