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conferencia episcopal de colombia

Jue 2 Mayo 2024

El papa Francisco recuerda la importancia de la formación integral y permanente en religiosas, religiosos y sacerdotes

Reconociendo que cada vocación es un ‘diamante en bruto’ al que hay que pulir, trabajar y darle forma, para el mes de mayo, el papa Francisco pide a la Iglesia Universal orar, de manera especial, “para que las religiosas, los religiosos y los seminaristas crezcan en su camino vocacional a través de una formación humana, pastoral, espiritual y comunitaria, que los lleve a ser testigos creíbles del Evangelio”. En ese sentido, el Santo Padre recuerda que la formación no se trata solo de adquirir conocimientos, sino de prepararse para vivir una experiencia de encuentro profundo con Jesús.El llamado lo hace el pontífice a través de su Red Mundial de Oración. En el videomensaje recuerda la importancia de la formación permanente e integral, abordada desde diferentes niveles: la conciencia de los propios límites, la oración, la dedicación al testimonio del Evangelio, la preparación para la vida en comunidad, la cercanía a la vida de las personas. Afirma, además, que los sacerdotes y religiosas deben ser, primero, hombres y mujeres trabajados por la gracia del Señor.Vea el Video del Papa a continuación:

Lun 29 Abr 2024

La Comisión de Conciliación Nacional apoyará iniciativas pastorales que impulsen la reconciliación y la paz en los territorios de Colombia

Hasta este 30 de abril, la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) tendrá abierta una convocatoria para apoyar proyectos que tengan como propósito central ambientar o fortalecer iniciativas de reconciliación y paz en las regiones del país, por parte de instituciones de la Iglesia.Para que las propuestas presentadas durante la convocatoria puedan ser tenidas en cuenta, deben enmarcarse en cinco dimensiones centrales: reconstrucción de memoria histórica, incidencia política para la reconciliación y la paz, comunicación para la reconciliación y la paz; diálogo social y mínimos de reconciliación y paz; así como experiencias comunitarias que busquen contener afectaciones humanitarias a las poblaciones, entre ellas, desplazamiento forzado, violencia de género y reclutamiento de Niños, Niñas y Adolescentes por parte de grupos armados.La apuesta de la CCN es poder apoyar el conocimiento y la experiencia con la que ya cuentan los agentes e instituciones de la Iglesia en los territorios sobre la realidad que viven, para sumar esfuerzos efectivos que permitan mitigar los factores generadores de conflicto o disminuir su impacto. Además, para ambientar o incidir en salidas negociadas al conflicto armado. Estas propuestas deben contar con el aval verificable del obispo de la jurisdicción eclesiástica en la que se encuentre la ubicada la institución.Las propuestas presentadas deben corresponder a un monto máximo de $11.200.0000 COP (once millones doscientos mil pesos). Según ha informado la Comisión de Conciliación Nacional, aquellas que propicien procesos de reconciliación y paz desde un enfoque de género y/o cultural, tendrán mayor prioridad.Los términos y formatos específicos de la convocatoria podrán ser consultados a través de la página web www.comisiondeconciliacion.coSobre la Comisión de Conciliación Nacional (CCN)La Comisión de Conciliación Nacional es una entidad convocada y adscrita a la Conferencia Episcopal de Colombia que tiene como propósitos centrales aportar a la búsqueda de soluciones políticas al conflicto armado colombiano,ser una instancia para acompañar los esfuerzos de paz del paísyestablecer escenarios de confianza para el encuentro con diversos actores claves para la paz.Fue convocada el 4 de agosto de 1995 por el entonces Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Pedro Rubiano Sáenz (Q.E.P.D.). Está integrada porrepresentantes de diversos sectores de la vida nacional, personalidades políticas y sociales con diversidad de pensamiento a nivel político, social, cultural e incluso religioso,lo que garantiza la heterogeneidad en el desarrollo de los objetivos de la Comisión.

Vie 26 Abr 2024

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos

QUINTO DOMINGO DE PASCUAAbril 28 de 2024Primera Lectura: Hch 9,26-31Salmo: 22(21),26b-27. 28 y 30.31-32 (R. 26a)Segunda Lectura: 1Jn 3,18-24Evangelio: Jn 15, 1-8I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLa palabra Dios en este V domingo de Pascua, sigue iluminándonos sobre las condiciones para ser miembros de la comunidad de discípulos misioneros, introduciéndonos en el tema de la comunión de vida con Cristo y con los hermanos mediante la fe y el amor. Para tal fin, el Evangelio de hoy utiliza la alegoría “de la vid y los sarmientos”. Cristo es la Vid, es decir el tronco, y nosotros las ramas. Unidos a Él, por el Espíritu, produciremos frutos abundantes y encontraremos en Él la plenitud de nuestra vida. Tres ideas encontramos en la Palabra para tener presente:•Evaluar la raíz de la vocación como en el caso de Pablo que, en el encuentro con Cristo, y su comunión con Él, lo convirtió en un misionero infatigable.•Vivir nuestra condición de ramas unidas en el árbol, es decir, en Cristo: La vid y los sarmientos.•De esta unión profunda con Cristo dependen los frutos del amor fraterno.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Lucas, en su segunda obra, continúa la historia de Saulo contando su vuelta a Jerusalén y su intento de asociarse con los cristianos de allí, que sólo lo reconocían como el perseguidor. Bernabé interviene, y fue el instrumento providencial para introducir a Saulo en la Iglesia de Jerusalén, explicando su nueva situación como cristiano. En ese marco, Saulo no pierde tiempo y reanuda su predicación y debates con los judíos helenistas, que se convertirán en sus adversarios e intentan matarlo. Estamos en los principios del apostolado de Pablo y ya son dos veces las que han querido matarlo, en Damasco y ahora en Jerusalén (Hch 9,23.29). Pablo no puede ser indiferente a nadie. Participa en alto grado de aquella cualidad de Jesús: “o con él o contra él”. Sin embargo, cuando se enteran de que quieren matarlo, algunos cristianos acompañan a Saulo hasta Cesarea Marítima, desde donde parte para Tarso, su ciudad natal. El episodio termina con otro resumen menor, que registra la paz de la que gozan las comunidades cristianas de Judea, Galilea y Samaría.En la segunda lectura nos encontramos con uno de los pasajes significativos que hablan del amor fraterno. Allí el autor dice claramente, que por la caridad conoceremos que somos de la Verdad, esto es, de Dios (V. 19); el amor fraterno da paz a nuestro corazón (v. 20); el amor fraterno nos da confianza en Dios (v. 21); la caridad nos da seguridad de que serán oídas nuestras peticiones (v. 22); el mandamiento de Dios se resume en creer en Jesucristo y amar al prójimo (v. 23). El premio de su cumplimiento es la comunión con Dios, testificada interiormente por el Espíritu Santo (v. 24).Por su parte, el pasaje del Evangelio de este V domingo de Pascua (Jn 15,1-8), está inserto en una sección más amplia (Jn 15,1-17). El discurso comienza con unas palabras de revelación formuladas en lenguaje simbólico: Jesús declara que es la vid del Padre (Jn 15,1-2). Desde esta idea principal, podemos dividir toda la sección de Jn 15,1-17 en dos partes fundamentales. La primera, que corresponde a este domingo (15,1-8), desarrolla el tema de la vid según la clave figurativa inaugurada en el exordio (15,1-2) y, partiendo de la realidad, mediante comparaciones que muestran la necesidad que tiene el discípulo de permanecer en Jesús. En la segunda parte (15,9-17), que veremos en la liturgia el VI domingo de Pascua, el amor es el objeto de la revelación; no aparece ya la imagen de la vid, a no ser en la expresión “dar fruto”.Centrémonos, pues, en la primera parte (15,1-8), como corresponde al domingo que estamos viviendo. Allí se nos introduce en la enseñanza de Jesús sobre la necesidad de permanecer unidos a Él para dar frutos. La frecuente repetición, en pocos versículos del verbo “permanecer”, nos hace entender que esta es la palabra clave del fragmento. Como se puede ver, el texto habla de la comunión profunda, real y firme que debe existir entre Cristo y sus discípulos. Sirviéndose de una alegoría, Jesús habla de sí mismo como la vid verdadera: el que permanece unido a Él puede ofrecer al Padre el fruto del amor y dar gloria a su nombre (vv. 5.8). El autor del cuarto Evangelio distingue entre los sarmientos que no dan fruto y son “cortados”, y los que tienen flores, y son “podados”. El viñador realiza todas las labores, quita los sarmientos no fecundos y poda los fecundos.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?El Evangelio precisa cómo debe ser el verdadero discípulo de Jesús. En el texto el Maestro dice: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador”. Jesús es la verdadera vid que da la vida, el Padre el viñador, y los discípulos son los sarmientos unidos a la vid. Con esta imagen, podemos identificar a la Iglesia, nuevo Pueblo de Israel, comunidad de discípulos unidos a Cristo. El Padre, además, es el que “a todo sarmiento que no da fruto lo corta, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto”. El cuarto Evangelio distingue en el plano del lenguaje: los sarmientos que no dan fruto son “cortados”, mientras que los que tienen flores son “podados”. La palabra griega que aquí se traduce con “podar” suele traducirse por “limpiar”. Aquí podemos encontrar una imagen preciosa de la purificación que hace el Padre en nuestra vida. El Padre poda a los que ama. Quita nuestros brotes malignos: soberbia, comodidad, envidia, el pecado en general. Somos podados por las cruces que la vida y los demás nos ponen encima.Toda esta obra en nuestra vida, la hace el Padre a través de la Palabra, “Ustedes están limpios por la palabra que les he hablado” (v. 3). En definitiva, es la Palabra de Jesús la que purifica los corazones de los discípulos y los limpia comunicándoles la vida. La Palabra renueva a los sarmientos cada día, en cada momento.En el texto del Evangelio que comentamos, como hemos dicho antes, la palabra clave es “permanecer”. “Permanezcan en mí y yo en ustedes”. El verdadero discípulo debe permanecer en la Palabra de Jesús o en Jesús en cuanto Palabra. En el Coliseo La Macarena, en Medellín, el sábado 9 de septiembre de 2017, el Papa Francisco, en el encuentro con sacerdotes, consagrados, consagradas, seminaristas y sus familias, dijo: “permanecer no significa solamente estar, sino que indica mantener una relación vital, existencial, de absoluta necesidad; es vivir y crecer en unión fecunda con Jesús, fuente de vida eterna. Permanecer en Jesús no puede ser una actitud meramente pasiva o un simple abandono sin consecuencias en la vida cotidiana, siempre trae una consecuencia, siempre”. Por esta razón fundamental, el discípulo verdadero no se sostiene por sí mismo, sino está unido a Jesús. ¿Qué nos puede separar de la vid? Las persecuciones, la inconstancia, la superficialidad, el abandono de la fe… “Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece unido a la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí”. La unión con Jesús es necesaria para que las ramas produzcan frutos. De la misma manera que las ramas están unidas al tronco y reciben la savia de él y así son capaces de mantenerse vivas y dar fruto, el cristiano no puede vivir sin Cristo, sin estar unido íntimamente a Él, como se sintió el apóstol Pablo cuando dijo: “Vivo yo, pero no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí” (Ga 2,20).Esta unión íntima se vive en la oración, en el trato personal con Jesús en un diálogo de amigo a amigo y, sobre todo, en la vida sacramental. En los sacramentos, especialmente en la Eucaristía, el Señor nos ofrece la savia que vivifica y santifica nuestro ser cristiano, llamados a vivir en comunión. San Juan Pablo II, en la Audiencia General del miércoles 8 de noviembre de 2000, afirmó que “la Eucaristía es el sacramento y la fuente de la unidad eclesial”.Por último, es necesario recordar, que la unión con Jesús no es algo automático y ritual, pide la decisión libre del hombre, la fidelidad en el camino de la fe. Pero requiere, sobre todo, del mismo Jesús que nos une en un mismo amor. Por eso, el mandamiento principal es, amar, como Él nos amó. Si somos uno en Cristo, estamos llamados a expresar un mismo amor en Él.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Señor, concédeme permanecer unido a ti en el amor. No permitas que me separe de ti, fuente de la vida y la alegría, por motivo de mis pecados. Que esté siempre atento y vigilante para descubrir en los acontecimientos de la vida tu presencia salvadora y amorosa. Soy sarmiento, y quiero permanecer unido a la vid, que eres tu Señor, y me abandono en ti, me dejo envolver de la savia de tu voz silenciosa y profunda, que es como agua viva.Ahora podemos preguntarnos: ¿Qué acciones concretas haré para responder a lo que Dios me pide hoy con este momento de oración? Para permanecer en Jesús y gozar así de su vida divina, es necesario estar unido a Él. ¿Qué acciones concretas llevaremos a cabo para permanecer unidos a Él, precisamente, en este momento de la vida de la Iglesia, donde se nos invita a caminar juntos? Pueden ser acciones en la línea de la oración, de la caridad, de la escucha, meditación y vivencia de la Palabra, etc. No olvidemos que la tarea principal que la Palabra nos propone hoy y siempre es «permanecer» en la vid, no vivir desconectados de Jesús, no quedarnos sin savia. Con esto entendemos, también, que una Iglesia sinodal, como nos muestra el Papa, es donde todos nos sentimos comprometidos en el anuncio de la Buena Nueva. No somos cristianos pasivos; permanecer en Él es vivir en sintonía con la Palabra, hacer de ella la norma de nuestra vida, vivir el amor fraterno en verdad, preocuparnos por el que pasa necesidad o está solo, lograr que muchos acojan la Palabra en su corazón.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la MisaQueridos hermanos y hermanas, continuamos en tiempo de Pascua. La celebración de la resurrección de Jesús nos llena de motivos para darnos la bienvenida a este encuentro fraterno. Aprovechemos este momento de fe después de haber vivido durante la semana el trabajo, el estudio, la relación con la familia, con los amigos y vecinos. Vamos a compartir la Palabra y los gestos de la unión, para fortalecer las actitudes de atención y de servicio, que siempre nos han de caracterizar por vocación y por seguimiento de Jesús en medio de nuestro pueblo. Participemos con fe de esta fiesta dominical. Monición a la Liturgia de la PalabraVamos a escuchar a Dios que nos habla por medio de su Palabra. En ella encontramos la fuerza y la luz que necesitamos para que puedan reconocernos como seguidores de Jesús. La clave para esto es “permanecer” unidos a Él como el sarmiento está unido a la vid. Que la Palabra que escuchamos y el Cuerpo que comulgamos, encuentren en nosotros buena tierra para dar fruto abundante. Escuchemos.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Si permanecemos en nuestro Señor Jesucristo como sarmientos de la vid, podemos pedir lo que queramos y Él nos lo concederá. Unámonos diciendo:R. Escucha a tu pueblo, Señor.1.Oremos por la Iglesia, para que todos sus fieles permanezcamos uno en Cristo, vivamos en su amor, y difundamos su compasión y su calor. Roguemos al Señor.2.Oremos por los gobernantes de nuestro país y de todo el mundo, para que favorezcan y promuevan los medios que conducen al verdadero bien de los hombres. Roguemos al Señor.3.Oremos por los enfermos, los que son rechazados, los que viven en la droga y al margen de Dios, para que descubran el sentido cristiano de la vida. Roguemos al Señor.4.Oremos para que todos los hombres y mujeres descubran los frutos del gozo y la paz que Cristo nos comunicó por su resurrección. Roguemos al Señor.5.Oremos por todos nosotros, que celebramos esta liturgia pascual, para que experimentemos en nuestras vidas la fuerza de Cristo resucitado y llevemos, por el amor y el perdón, su alegre noticia al mundo que nos rodea. Roguemos al Señor.Oración conclusivaSeñor Jesús, vid en la que vivimos,permanece siempre con nosotros,guárdanos siempre unidos contigo y con los hermanos,y danos la gracia de producir fruto que permanezca,ahora y por los siglos de los siglos.R. Amén.

Vie 26 Abr 2024

Obispos colombianos piden a todos los fieles unirse el 3 de mayo en cadena de oración nacional por la vida, la reconciliación y la paz

La Iglesia colombiana pide que el próximo viernes, 3 de mayo, fecha en la que la Iglesia universal celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, todas las familias, parroquias, comunidades e instituciones católicas del país, se unan en cadena de oración por la vida, la reconciliación y la paz del país. La convocatoria es hecha directamente por los obispos y parte de reconocer la grave crisis humanitaria que enfrentan múltiples territorios en medio del conflicto armado y otros tipos de violencia, así como el complejo panorama sociopolítico que vive hoy la nación, permeado por la división y la polarización.El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia lidera la iniciativa que, este año, tiene como lema "Todos hermanos", inspirado en la cita bíblica de Mateo 23,8. A través de un videomensaje, el purpurado invita a reconocer que, más allá de las diferencias, todos somos hijos de Dios y, por ende, hermanos; que Él es nuestra paz; que la oración nos conduce a su encuentro; y que la reconciliación es el camino que necesitamos transitar para vivir una verdadera esperanza del cambio en el país.“Oremos por nuestra patria, que el Señor nos muestre con su Santo Espíritu los caminos de la reconciliación. Y la reconciliación requiere la capacidad de ver al otro como hermano. Jesús nos ha dicho: Todos somos hijos del mismo Padre. El Papa Francisco lo dice de una manera gráfica: Todos vamos en la misma barca. La barca colombiana requiere que usted abra su corazón a la reconciliación, al perdón. A mirar al otro, no como enemigo para eliminar, sino como un amigo, como un miembro de la misma familia colombiana. Eso es lo que queremos el 3 de mayo, que haya un día pleno de oración en los templos parroquiales, en los oratorios de colegios, de universidades, de casas religiosas femeninas y masculinas”, expresó el primado de Colombia.El primado de Colombia recuerda también que es fundamental acompañar esta oración de acciones concretas de paz y que todos los actores están llamados a aportar. “Y la paz lleva al respeto a la vida, al desarrollo integral de todas las regiones de nuestro país”, enfatiza. También invita a aprovechar todo el mes de mayo para hacer signos de peregrinación hacia los santuarios marianos del país encomendando a la Santísima Virgen este mismo propósito.Para su implementación en todos los templos y ambientes eclesiales, el Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC) ha elaborado un manual celebrativo. El documento propone diversas prácticas espirituales bajo esta intención, entre ellas: 12 horas de oración ante el Sacramento de la Eucaristía, una Hora Santa, el rezo del Santo Rosario y la devoción de los “Mil Jesús”.Durante este 3 de mayo, los arzobispos del país estarán reunidos en Bogotá, en la sede del episcopado y, desde allí, celebrarán juntos la Eucaristía por la reconciliación y la paz de Colombia. La Santa Misa será presidida por monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali y se transmitirá a través del canal Cristovisión y de las redes sociales de la Conferencia Episcopal de Colombia.Contexto del Día de Oración por la Reconciliación y la Paz de ColombiaDesde el año 2017, y para recordar la visita apostólica del papa Francisco al país, especialmente su encuentro en Villavicencio con víctimas del conflicto armado, la Conferencia Episcopal de Colombia propuso la celebración de este Día Nacional de Oración por la Reconciliación y la Paz cada 3 de mayo.Vea a continuación el mensaje del cardenal Luis José Rueda Aparicio:

Jue 25 Abr 2024

Este 27 de abril: ¡Movilicémonos en Bogotá con 'Huellas de Ternura' por nuestros niños, niñas y adolescentes!

La Conferencia Episcopal de Colombia, como parte del Programa Centralidad de la Niñez (PCN), invita a padres de familia, estudiantes, profesores, miembros de parroquias y comunidades de fe, a participar en la Caminata ‘Huellas de Ternura’, la movilización regional por los derechos y la protección de los niños, niñas y adolescentes, que recorre anualmente 18 países de América Latina. Tras su paso por Cúcuta e Ipiales, se realizará en Bogotá este sábado, 27 de abril, desde las 10 de la mañana. Culminará con una Eucaristía que será celebrada a las 12 del medio día en la Catedral Primada de Colombia.Esta caminata promueve la consigna “A cambiar la historia: Cero violencia, 100% ternura”. En este sentido, se hace un llamado urgente para que la sociedad civil, las instituciones educativas, comunidades de fe, organizaciones privadas y públicas, e instituciones del Estado, levanten su voz en torno a este cambio urgente y, a su vez, generen entornos protectores donde las niñas y los niños estén seguros, libres de cualquier tipo de violencia y con acceso a sus derechos.La Caminata ‘Huellas de Ternura’ tiene como símbolo una cometa, que lleva un mensaje de esperanza y libertad, así como la alegría característica de la niñez en cada lugar que visita. Colombia recibió este distintivo por parte de Venezuela el pasado viernes 19 de abril en la ciudad de Cúcuta y lo entregará a Ecuador, en el Puente Rumichaca, este viernes 26 de abril. La movilización en la capital colombiana será simbólica y busca que el eco suene aún más fuerte.Así será el recorrido:Este 27 de abril, la caminata partirá desde la Plazoleta El Rosario, ubicada en la carrera 5 calle 12b, a las 10:00 a.m., y terminará en la Plaza de Bolívar de Bogotá, donde se unirá a la Celebración del día de la Niñez y la Recreación. En este lugar se realizarán diferentes actividades lúdicas con los niños y las niñas, que serán lideradas por diferentes entidades como los ministerios de Educación, Deporte, Salud; el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar; y la corporación Juego y Niñez. Culminará con una Eucaristía que será celebrada a las 12 del medio día en la Catedral Primada de Colombia.Como parte de esta iniciativa, el PCN también invita a firmar el 'Pacto por la Ternura', un compromiso que abarca cinco principios fundamentales:1. Cultivar una relación de confianza y reciprocidad en las relaciones con los niños y niñas.2. Asegurar la protección, bienestar e integridad física, mental y espiritual de todos los niños y niñas.3. Escucharlos con sensibilidad y promover su participación.4. Consolarel sufrimiento y promover el cuidado emocional para contribuir asu bienestar emocional y a su resiliencia.5. Cultivar su espiritualidad y fe para fortalecer su compromiso con una convivencia armoniosa y su participación activa en la construcción de una sociedad justa y solidaria.Para conocer el pacto completo y firmarlo, consulte el siguiente link: https://www.pcnlatinoamerica.org/pactodeternuraSobre el PCNEl Programa Centralidad de la Niñez (PCN) es una iniciativa liderada por 7 organizaciones con presencia en Latinoamérica y el Caribe, en Colombia está conformada por la Conferencia Episcopal de Colombia, representada por el Departamento de Estado Laical y Cáritas Colombia, la Confederación Nacional Católica de Educación (CONACED), Fe y Alegría, la Conferencia de Religiosos de Colombia, Movimiento con la Niñez y la Juventud y World Vision. Lleva más de 14 años trabajando por la defensa de los derechos de los niños y de las niñas en el país.

Mar 23 Abr 2024

Conferencia Episcopal de Colombia apoyará la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el marco del conflicto armado

Dada la magnitud y el profundo dolor que ha producido la desaparición de personas en el contexto del conflicto armado en Colombia, la Iglesia Católica colombiana formalizó este lunes, 22 de abril, un convenio que tiene como propósito central apoyar la búsqueda de tantos hombres y mujeres que han sido víctimas de este delito. El acuerdo fue firmado entre la Conferencia Episcopal de Colombia y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD).En la reunión de formalización, en representación del episcopado, estuvieron presentes monseñor Luis Manuel Alí Herrera, secretario general y monseñor Juan Carlos Barreto Barrero, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Por parte de la UBPD, Luz Janeth Forero Martínez, directora de la entidad, fue quien firmó el convenio.Aunque desde la creación de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas como entidad transicional en el año 2017, en el marco del Acuerdo de Paz establecido entre el Gobierno Nacional y las Farc, se han venido adelantando acciones de colaboración conjunta, este acuerdo formaliza la cooperación interinstitucional y define una ruta de acción concreta.La amplia presencia y credibilidad de la Iglesia Católica en los territorios, representa un elemento clave para apoyar esta importante tarea. De allí, que las acciones definidas en dicha ruta implican la articulación directa con los administradores de los cementerios a cargo de la Iglesia, especialmente de aquellos ubicados en sitios de interés forense para la UPBD, para realizar el acompañamiento humanitario en las labores de prospección, exhumación y recuperación de cuerpos. Además, actividades pedagógicas en las jurisdicciones eclesiásticas del país, encuentros con obispos y directores diocesanos de pastoral social para la socialización del convenio, así como apertura de espacios de interacción entre las instituciones durante momentos clave como el de la Semana por la Paz.“La búsqueda humanitaria y extrajudicial es una tarea absolutamente compleja por y se hace indiscutiblemente en los territorios con la información, en los territorios, con socios, con distintos actores. En el caso particular de nuestro trabajo con la Conferencia Episcopal, por ejemplo, han sido un canal, un puente muy importante para divulgar el mandato de la unidad, para que las personas con confianza, con credibilidad, se acerquen a nosotros y nos hagan solicitudes de búsqueda frente a esos desaparecidos. También nos han acompañado de una manera significativa, por ejemplo, desde la Pastoral Social, en hacer que nuestras entradas a los territorios sean mucho más seguras gracias a la gran credibilidad que tiene la institucionalidad religiosa en muchos territorios”, afirma Luz Janeth Forero.Inicialmente, el acuerdo tendrá una vigencia de dos años y permitirá identificar roles concretos para cada institución; el Secretariado Nacional de Pastoral Social asumirá una especie de coordinación. Desde la Iglesia, estará transversalizado por una misión esencialmente pastoral, inspirada en el Evangelio, que pide estar cerca de todos, especialmente de quienes más sufren, como aquellos que han padecido la pérdida de un ser querido en contextos tan dolorosos, como el de la desaparición forzada. “Por eso nosotros desde nuestro aporte espiritual-pastoral, pues terminamos siendo también un apoyo psicosocial para estas familias y queremos entonces apoyar las iniciativas que en coordinación se harán con la unidad de búsqueda de personas dadas por desaparecidas”, explica monseñor Juan Carlos Barreto.Según reportes de la UBPD, el conflicto armado en Colombia ha dejado a más de 100.000 personas desaparecidas, una preocupante cifra que se traduce en historias, rostros y recuerdos que mantienen viva la esperanza en quienes las buscan. De allí, la importancia de este convenio.A continuación vea el informe:

Vie 19 Abr 2024

Obispos eméritos de Colombia se reunieron para generar aportes al trabajo de la Iglesia colombiana y universal con énfasis sinodal

Este 15 y 16 de abril, en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, se reunieron veinte obispos eméritos del país para desarrollar su encuentro anual. En esta oportunidad, bajo el propósito central de abordar aspectos relacionados con la realidad eclesial y sociopolítica del país, así como para estudiar el documento síntesis de la primera etapa de la asamblea general del sínodo de los obispos, desarrollada en octubre de 2023.Los prelados fueron convocados y acompañados permanentemente por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado, quien los escuchó y tomó en cuenta sus recomendaciones para el trabajo de la Iglesia colombiana y para hacer eco de ellas en la siguiente fase de la asamblea sinodal. Esto, reconociendo su amplia experiencia y la importancia de los aportes que aún pueden realizar, pese a estar retirados del gobierno pastoral por su edad.El cardenal Jorge Enrique Jiménez Carvajal, arzobispo emérito de Cartagena, quien lideró el espacio, destacó esta oportunidad: “Es bonito sentir las manos extendidas, pero además de la fraternidad, sentir que algo podemos aportar nosotros al caminar de Iglesia colombiana y eso se le debe al señor cardenal Rueda, quien es el presidente de la Conferencia Episcopal y que valora este encuentro y lo manifiesta especialmente, nos anima y está con nosotros todo el tiempo”.A propósito del discernimiento que realizaron sobre la situación actual del país, el cardenal Jiménez remarcó que pese a tantos desafíos y preocupaciones que se viven, la Iglesia está llamada a sembrar esperanza: “la esperanza de que lo que se acerca no es un precipicio, sino que podemos construir verdaderamente una Colombia digna de todos los colombianos, de todos los jóvenes y especialmente de los que están más necesitados”.A continuación, conozca los detalles, narrados por el cardenal Jorge Enrique Jiménez:

Mié 17 Abr 2024

“La historia contará el legado de sus obras”: Cardenal Rueda sobre el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz durante su Misa Exequial

Cientos de personas, entre familiares, amigos, obispos, sacerdotes, consagrados, autoridades civiles y militares, así como fieles laicos, participaron en las honras fúnebres del cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo emérito de Bogotá, quien durante tres periodos fungió como presidente del episcopado colombiano. El papa Francisco también se unió a esta despedida a través de una carta que envió al cardenal Luis José Rueda Aparicio, en la que encomendó al purpurado, que ya vive su Pascua, a la Virgen de Rosario de Chiquinquirá y lo reconoció como un pastor que "con su dedicación y trabajo ofreció su vida por el bien de la Iglesia".El primer momento de oración por su Eterno Descanso, se produjo este martes 16 de abril en la capilla del Seminario Conciliar de Bogotá donde los restos mortales del cardenal permanecieron en cámara ardiente. Posteriormente, en la mañana del miércoles, su cuerpo fue trasladado a la Catedral Primada de Colombia. Allí se llevó a cabo la Santa Misa Exequial, que fue presidida por el cardenal Rueda Aparicio y contó con una masiva asistencia.Durante su homilía, el primado de Colombia destacó varios de los roles que ejerció el cardenal Rubiano. Además, se refirió a las ordenaciones de los nueve obispos que celebró durante su episcopado: Alfonso Cabezas Aristizábal, Fernando Sabogal Viana, Octavio Ruiz Arenas, Oscar Urbina Ortega, Daniel Caro Borda, José Roberto Ospina Leongomez, Héctor Epalza Quintero, Francisco Antonio Nieto Súa y José Daniel Falla Robles.“La historia contará, de manera completa, el legado de sus obras. Su misión apostólica será motivo de gratitud del Pueblo fiel de Dios, y su esperanza lo llevará a la casa de Dios nuestro Padre, donde se colmarán todos los anhelos de su vida, que fueron muchas veces expresados en su salmodia: “Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida, espera en el Señor, querido hermano Pedro Rubiano Sáenz, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. (Salmo 26)”, así concluyó su reflexión el cardenal Luis José Rueda Aparicio.A continuación, vea la homilía completa, compartida por la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Bogotá: