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iglesia colombiana

Sáb 25 Mar 2023

¡Firmemos pactos por la vida y contra la muerte! 

Por: P. Rafael Castillo Torres - Colombia ha celebrado la 'Semana por la vida' como un esfuerzo por crear conciencia de su valor sagrado en medio de una cultura de muerte. Cuanto está sucediendo en nuestras zonas rurales por el conflicto armado y el domino de los territorios; en nuestras calles con la violencia social y de las puertas hacia adentro en nuestras casas; amén de la consideración absurda de que el derecho a abortar está por encima de la vida humana, nos tienen que hacer despertar. Pareciera que hemos perdido nuestra capacidad de asombro y de reacción. Hemos llegado al extremo de la indolencia, de la insolidaridad, de la impotencia, de la inercia. Reaccionamos de manera grandiosa frente a los desastres inevitables, y en forma cobarde, frente a los desastres que podríamos evitar: los de la confrontación armada y la criminalización del conflicto social. Todo indica que no creemos en nada, ni en nadie. Ni en nosotros mismos. No creemos que nadie pueda detener la guerra. No creemos ni aún en las acciones de los que dicen querer participar en detener la guerra: “alguna ventaja debe pretender sacar”. El mayor agravante de tal situación, son los convencidos de que las soluciones nada tienen que ver con ellos. Las soluciones al conflicto armado, y al conflicto de la criminalización de la vida cotidiana, no provienen para nada de nuestra propia participación. ¿Qué caminos podemos explorar, y recorrer juntos, para que esta celebración de la vida sacuda nuestras conciencias y nos anime a reconocer que un medio es moralmente bueno si participa del bien que se persigue como objetivo y lo genera y es inmoral cuando produce lo contrario del bien buscado? Lo primero es reconocer que en determinadas circunstancias nosotros también somos parte del problema, porque no siempre sabemos resolver nuestras diferencias como conviene. No siempre tratamos bien a nuestros semejantes. Muchas veces somos también violentos, con nuestros hijos, con nuestra mujer, con nuestros familiares más cercanos. El conflicto que se nos presenta a la vuelta de la esquina, no siempre lo resolvemos en forma adecuada, justa y pacífica. Solemos reaccionar mal frente a dificultades que se nos presentan con nuestros vecinos y compañeros de trabajo. En un accidente de tráfico, perdemos los estribos. Muchas veces somos parte del problema, aunque no lo reconozcamos. Fácilmente nos convertimos en agentes de violencia en sus distintas manifestaciones. En no pocas ocasiones, y sin medirlo ni pensarlo, estamos arriesgando nuestra propia vida y la vida de la gente que amamos. Es urgente reconocer que hacemos parte del problema y que podemos ser también parte de la solución. Las soluciones también dependen de nosotros. Las personas que amamos no las podemos proteger por completo. No podemos estar detrás de ellas a cada instante. Necesitamos de los otros, para proteger a los que amamos. ¿Quién de nosotros puede detener la práctica del fleteo tan común y tan cotidiana en nuestras ciudades? ¿Necesitamos de agentes de policía en cada esquina o tal vez estamos urgidos del coraje de construir, de manera concertada, nuevos pactos de ciudadanía? Lo segundo que tenemos que lograr es recuperar la confianza en nosotros mismos para proteger a los que amamos, como nosotros también podemos proteger a otra gente, que tienen gente que los ama y que no siempre pueden ser protegidos. Siempre habrá personas que nos pueden ayudar a proteger a la gente que amamos; así como nosotros, también, podemos ayudar a proteger a personas amadas por otras personas que quizás ni conozcamos. Es el momento de pedir ayuda y ayudar a cuidarnos y a cuidar a otros, hasta de nosotros mismos, que solemos reaccionar, a veces, de manera violenta. También hay que cuidarlas de quienes suelen emplear la violencia de manera circunstancial o como medio de vida. Lo tercero es construir pactos que hagan ridícula la violencia y que ayuden a construir una cultura del respeto a la vida. Pactos que se renueven y se evalúen. Pactos para prevenir hechos violentos y evitar que en algún caso se sucedan muertes violentas. Pactos para poder Vivir. Pactos que le permitan funcionar a las autoridades y al Estado con eficacia, con oportunidad y suficiencia. Pactos para ayudar a construir Estado, legitimidad y gobernabilidad. Pactos por medio de los cuales rompamos el miedo, quebremos el sentimiento de impotencia, la indolencia y construyamos los artesanos de la paz que saquen de las orejas a los guerreros de la guerra. Pactos por la vida que nos mejoren nuestra calidad de vida, nuestra seguridad y nuestra confianza. Pactos para Vivir que sean el producto del libre examen de la situación de violencia en la localidad y que libremente quieran adoptar sus implicados. Pactos que vayan mostrando la capacidad de solucionar pacíficamente los conflictos cotidianos. Pactos en los que se concrete la voluntad de paz y en los que todos pueden participar: Pactos a favor de todos y en contra de nadie. Pactos en los que cualquiera pueda participar y con los que pueda proteger a la gente que ama. Basta que yo me sienta bueno. No pensemos que todo se ha perdido, hay muchas cosas que se pueden hacer, que están al alcance de nuestras manos, y aún, al frente de nuestras narices. Pero llevamos un retraso de años y nos tenemos que apurar, si nos queremos salvar…Y salvar a la gente que amamos. Pero con todo este desafío que nos interpela y que es el mayor reto que tenemos como Nación, nos preguntamos: ¿Qué sigue? Creemos que ha llegado el momento de construir civilidad alrededor de cada uno de nosotros para protegernos de la violencia y curarnos de la enfermedad de matar. Hay que construir pactos de ciudadanía entre los que vivimos cerca, los que trabajamos juntos y los que estudiamos en el mismo lugar. Pactos que creen confianza y construyan sociedad desde una manera nueva de resolver las diferencias. Construir una sociedad que tengamos a la mano y que sea capaz de asumir la obligación y el reto de encontrar una y mil formas de entronizar la cultura del respeto a la diferencia; la valoración del otro y la tolerancia mediante un adecuado manejo del conflicto, de modo que siempre se respete y preserve la vida. Construir una sociedad que no ponga en juego la vida de nadie, en cada contradicción o diferencia. Construir sociedad convirtiendo en un propósito nacional detener la violencia y la guerra, en medio del conflicto. En este propósito debemos ocuparnos de salir todos victoriosos de esta guerra: la del conflicto armado y la de la criminalización del conflicto de la vida cotidiana. Necesitamos construir un nuevo acuerdo entre los colombianos. Dotarnos de una carta de navegación de mediano plazo con la cual mostrarnos orgullosos con nosotros mismos: haber sido capaces de construir desde abajo la Nación, en un proceso de reconciliación liderado por la gente que ama y que ha salido, decididamente, al rescate de sus amores. Vamos a salir al rescate de la vida creando una nueva cultura que la respete. Todos tienen derecho a sus vidas, todas sus vidas nos son preciosas. Una vida que perdamos nos hace daño a todos. En este terreno tenemos que reconstruir o recuperar el tejido social, el mecanismo de la regulación y el control social, ejercido por la sociedad civil. Desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana queremos movilizarnos y nos vamos a movilizar a favor de la vida para protegerla; para romper el miedo; y salir a su rescate donde quiera que ella sea amenazada. Queremos invitarlos a reaccionar de manera preventiva contra todo aquello que signifique riesgo de muerte para cualquier habitante en la cuadra, en el barrio, en la localidad o en la comuna. Vamos con los pactos para vivir y contra la violencia. Hacemos un llamado a toda la gente de la cuadra que tiene la obligación de reaccionar y de intervenir contra el maltrato infantil; la violencia contra la mujer ejercida en el seno del hogar o en nuestras calles; el maltrato entre los hermanos. Todos en la cuadra tenemos que ocuparnos de la vida de nuestros jóvenes donde los padres, dadores de vida, sean protectores de la vida humana; todo el barrio tiene que reaccionar ante el peligro de las riñas entre vecinos, en las tiendas y bares de la localidad. Pero para ello es indispensable que los vecinos, los compañeros de trabajo, los jóvenes en los colegios y universidades, etc. decidan voluntariamente la naturaleza y el alcance que le quieren dar a estos Pactos por la Vida y contra la Muerte. Pbro. Rafael Castillo Torres Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS)

Sáb 25 Mar 2023

Semana por la vida 2023: Dejar a un lado la indiferencia y asumir un compromiso con su cuidado

En el marco de la 'Semana por la vida 2023' que promueve entre el 19 y el 26 de marzo la Iglesia Católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC, envió un mensaje de reflexión a todos los caucanos, invitándolos a interiorizar en la responsabilidad que cada ser humano tiene con la integridad y vida de las personas. De acuerdo con el prelado, esta importante región del suroccidente del país se ha visto seriamente afectada por una especie de cultura y drama de la muerte. “El año pasado contamos más de 776 muertos y los índices crecen este año en el Cauca. Estamos lastimando la naturaleza y los seres humanos en los entornos familiares generando amenazas a la integridad humana, estamos causando demasiadas muertes sistemáticas en el entorno de un departamento que es bello por lo demás”, precisó monseñor Sánchez. Siendo enfático en que todos en Colombia estamos llamados a ser obreros y trabajadores por la vida, el arzobispo dijo que la celebración de esta semana nos da una oportunidad para dejar a un lado la indiferencia y asumir este compromiso, defendiéndola donde esté en riesgo y promoviéndola donde necesita ser revitalizada. Agregó también que “la vida encierra en sí misma un misterio enorme y quien no se detiene a pensar el valor y el sentido de ese misterio puede banalizar su concepto”. Este es el mensaje del Arzobispo de Popayán: Para conocer detalles de la Semana por la vida 2023, ingrese AQUÍ.

Vie 24 Mar 2023

Semana Santa para niños, niñas, adolescentes y jóvenes

En el contexto de la Semana Santa que se vivirá en Colombia entre el 2 y el 9 de abril, y bajo el propósito de vincular a sus niños, niñas, adolescentes y jóvenes en la celebración de la Pascua, diferentes jurisdicciones eclesiásticas del país, a través de sus delegaciones de pastoral infantil y pastoral juvenil, han preparado una serie de insumos que permitan guiarlos en su experiencia de comunión, reflexión e interacción en este importante tiempo, dando paso a la acción del Espíritu Santo que siempre sorprende con la novedad de la Buena Noticia de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Con el aval de las diócesis y arquidiócesis, el Departamento de Estado Laical de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) ha recopilado este material para ponerlo al servicio de todas las comunidades que deseen impulsar esta vivencia y así seguir caminando juntos desde la oración, la meditación y el compartir. A continuación podrá encontrar los documentos en formato pdf para su descarga (haga clic sobre el texto de cada archivo): Pascua - Pastoral Juvenil - Arquidiócesis de Bucaramanga Pascua - Pastoral Infantil - Arquidiócesis de Bucaramanga Pascua - Pastoral Infantil - Arquidiócesis de Ibagué Pascua - Pastoral Juvenil - Arquidiócesis de Medellín Pascua - Pastoral Infantil - Diócesis de Girardota Pascua - Pastoral Juvenil - Diócesis de Magangué Pascua - Pastoral Infantil - Diócesis de Sonsón Rionegro Pascua - Pastoral Juvenil - Diócesis de Caldas Pascua - Pastoral Juvenil - Diócesis de Soacha Pascua - Pastoral Infantil - Diócesis de Soacha

Vie 24 Mar 2023

Cercanía, creatividad y coraje en su misión: Llamados del Papa Francisco a los obispos colombianos

Este viernes 24 de marzo, sobre el medio día romano, tras finalizar su esperado encuentro con el Papa Francisco que se desarrolló durante dos horas, los arzobispos de las provincias eclesiásticas de Bogotá, Florencia, Ibagué, Nueva Pamplona, Tunja y Villavicencio, junto a monseñor Nelson Jair Cardona, obispo de la Diócesis de San José del Guaviare, ofrecieron una rueda de prensa para dar a conocer detalles de lo vivido durante los cinco días de su Visita Ad Limina Aspostolorum, del diálogo con el Santo Padre y de lo que significa esta experiencia para el impulso de la vida pastoral en Colombia. Al iniciar este pronunciamiento, realizado desde la Sala Marconi del Palacio Pío XII en la Ciudad del Vaticano, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), destacó que se trató de una significativa experiencia de fraternidad y encuentro, propicia para fortalecer las relaciones no solo humanas sino también apostólicas entre los 38 obispos que viajaron en este primer grupo. Para monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, arzobispo de Florencia, esta es su primera Visita Ad Limina, pues fue ordenado obispo en el año 2013 y la última vez que los prelados colombianos habían vivido esta experiencia fue en 2012 cuando se encontraron con el papa Benedicto XVI. En medio de lo significativos que fueron estos días para él, quiso resumirlos destacando diez palabras clave: Cercanía, amabilidad, fraternidad, acogida, apostolicidad, Amazonia, creatividad, sinodalidad, coraje y gratitud. Refiriéndose a la gracia de poder celebrar la Sagrada Eucaristía en comunión cada día en una basílica romana diferente, monseñor Orlando Roa Barbosa, arzobispo de Ibagué dijo que en ellas se habían puesto las intenciones que llevaban de cada una de sus jurisdicciones y les permitió experimentar una cercanía especial con Dios, con el Papa y con la Iglesia Universal. Algunos de los principales desafíos que dejan sus reuniones en los dicasterios Sobre la visita a los once dicasterios y los demás organismos de la Curia Romana, los obispos han destacado en su pronunciamiento la amplia disposición de escucha que encontraron allí por parte de los prefectos y de sus equipos de trabajo. Afirmaron que recibieron luces, motivaciones y esperanzas para continuar el camino evangelizador y sinodal en Colombia. Según lo han indicado los prelados, uno de los temas que surgió constantemente en sus reuniones al interior de los organismos romanos y durante el encuentro con el Papa fue el de la Amazonia. Sobre ello, monseñor Omar de Jesús dijo que se había destacado la importancia de la Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA) y que se habló, incluso, de la posibilidad de la adecuación de un rito amazónico con las comunidades indígenas que habitan estos territorios. Y aunque fue claro en afirmar que este paso requiere aún investigación, agregó: “Muy interesante porque los obispos que trabajamos en esas zonas podemos contarles de la variedad cultural y la riqueza que tenemos con todos estos pueblos ancestrales, por ejemplo, con las lenguas y con la espiritualidad". Por otra parte, de acuerdo con monseñor Nelson Jair Cardona, en cuanto al tema de la evangelización, han podido reconocer durante esta Visita Ad Limina el reto inmenso de entrar de un mundo cada vez más digital, una evangelización tiene que hacer presencia no solo en los medios sino también a través de la cual la Iglesia asuma los nuevos lenguajes y maneras de llegar a los fieles. Agregó: “El reto que hemos encontrado es que para eso necesitamos involucrar a la juventud que es la que conoce este nuevo modo de comunicarse más que nosotros”. El prelado también ha narrado con gran satisfacción cómo ha constatado que en la Curia Romana la fuerza, el protagonismo y la corresponsabilidad del laicado es una realidad y esto se convierte en uno de los principales retos para la aplicación en su jurisdicción eclesiástica. Al respecto ha puntualizado que este tema “superó el nivel del discurso en el Vaticano; en verdad lo han vivido”, pues fue de gran alegría para él encontrar allí los tres estados de vida (sacerdotes, religiosos y laicos) trabajando en igualdad de condiciones y enriqueciendo la Iglesia. Sobre los procesos pendientes de causas de los santos colombianos, monseñor Luis José Rueda ha dicho que pudieron constatar la amplia lista de hombres y mujeres del pueblo de Dios, especialmente sacerdotes, religiosas y religiosos que están en proceso de beatificación. Destacó, de manera especial, la de monseñor Pedro Ismael Perdomo, quien fue arzobispo de Bogotá y primado de Colombia entre 1928 y 1950. Dijo que es una causa está bastante adelantada y que esperan llegue a la beatificación, “que se consolide científicamente el milagro”. Dentro de los casos, el prelado también destacó el de Toribio Maya, el único laico presente en la larga lista, oriundo de Popayán (Cauca). Sobre él afirmó: “Alimentó su vida con la Eucaristía, con la palabra de Dios, con el amor a la Virgen María y eso lo llevó a servir especialmente a los enfermos y concretamente a los enfermos de lepra a mediados del siglo XX. Esa era una situación que pocos querían asumir por los riesgos de contagio y, sin embargo, sin ser un religioso, sin ser un sacerdote, se dedicó al servicio de los más abandonados en ese momento”. Temas abordados y principales llamados durante el encuentro con el Santo Padre Destacando que se trató de un diálogo muy natural, en el que el Papa fue haciendo aportes a medida que ellos iban planteando sus inquietudes, los prelados indicaron que entre sus principales insistencias estuvo la necesidad de mantener la cercanía reconociéndose siempre como miembros e hijos del santo pueblo de Dios, así como un coraje creativo especial para fortalecer su trabajo. De acuerdo con monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja, el Santo Padre ha sido específico en la necesidad de erradicar por completo el clericalismo en la Iglesia para convertirse en verdaderos ministros. A propósito de este tema, monseñor Luis José Rueda también ha dicho también que están llamados a hacer una transición de una Iglesia de conservación a una Iglesia netamente misionera, evangelizadora y con todo el pueblo de Dios. “Eso significa que nosotros, los ministros actuales de la Iglesia y los ministros que se están formando, deben encajar, meter en su corazón la semilla del reino de Dios y del pueblo de Dios para evitar esas asimetrías donde el laico pasa segundo lugar”, agregó el presidente de la CEC. Los prelados han dicho también que el Pontífice los invitó a no desfallecer en la construcción de la paz en Colombia. Según lo ha indicado monseñor Jorge Alberto Ossa, arzobispo de Nueva Pamplona, el Santo Padre les ha dicho que deben tener mucha paciencia en este sentido reconociendo que los procesos de paz toman tiempo y retos, por lo que les ha pedido continuar “aclimatando la paz”, rodeando las buenas acciones que se realicen en ese sentido y conservando la “libertad para hacer críticas cuando las cosas no se hacen bien”. Según lo han expresado los obispos, otro de los retos centrales que dejó este encuentro fue el de la formación. Al respecto, monseñor Orlado Roa dijo: “Nosotros estamos llamados a fortalecer la formación permanente en los sacerdotes y a consolidar la formación inicial que se imparte los seminarios”. Hacer esto, según lo ha referido, permite seguir luchando desde el nivel de la prevención contra realidades lamentables que se han presentado, como la de los abusos en entornos eclesiales. El fortalecimiento de la pastoral penitenciaria fue otro de los llamados del Papa Francisco a los prelados colombianos. Han dicho que, ante la realidad de hacinamiento que existe en muchos establecimientos penitenciarios y carcelarios no solo del país sino del mundo entero, así como otras dificultades que enfrenta esta población privada de la libertad, para el Pontífice es fundamental seguir acompañando de manera decida esta misión. Aunque no hubo oportunidad de profundizar al respecto con el Santo Padre, la preocupación por otros aspectos del contexto nacional colombiano como el narcotráfico y la corrupción, también surgió en el diálogo. La segunda fase de la Visita Ad Limina 2023 será en abril De esta manera se dio por cumplida la primera etapa la Visita Ad Limina de los obispos colombianos. El segundo grupo, en el que se encuentran los prelados de las provincias de Barranquilla, Cali, Cartagena, Manizales, Medellín, Santa Fe de Antioquia y Popayán, la desarrollará del 17 al 22 de abril. ______________________ Rueda de prensa:

Jue 23 Mar 2023

Obispos colombianos se pronunciarán desde Roma tras su encuentro con el Papa Francisco

La Visita Ad Limina Apostolurum 2023 del primer grupo de obispos colombianos que se ha venido desarrollando desde el pasado lunes 20 de marzo en la Ciudad del Vaticano, finalizará mañana viernes 24 tras su encuentro con el Santo Padre que, se espera, pueda darse sobre las 9:30 de la mañana (hora romana). Al finalizar esta audiencia, los prelados ofrecerán una rueda de prensa desde las instalaciones de Radio Vaticana, pronunciamiento que será retransmitido a través del canal de Youtube y la página de Facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia (/episcopadocol), desdelas 6:30 de la mañana (hora Colombia). En contexto Esta importante experiencia de comunión eclesial se ha desarrollado en los días previos no solo a partir de la peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo y la celebración diaria de la Sagrada Eucaristía en las basílicas más importantes de Roma, sino también con permanentes reuniones de trabajo en once de los quince dicasterios (o ministerios) y otros importantes organismos de la Curia Romana, como la Pontificia Comisión para América Latina, la Pontificia Academia para la Vida y el Tribunal de la Rota Romana. Durante dichos encuentros, los 38 obispos que participan en esta fase de la visita han dado a conocer no solo aspectos concretos de la iglesia colombiana a partir de la realidad de cada una sus jurisdicciones eclesiásticas, sino también situaciones asociadas al contexto social, político y económico del país, que preocupan ampliamente a los prelados y que también representan desafíos para su misión. Diferentes recomendaciones han surgido desde los dicasterios para el fortalecimiento de la tarea evangelizadora de la iglesia que peregrina en Colombia. Algunas de ellas sobre temas como: La educación en instituciones católicas, las vocaciones, la fuerza de los laicos, la importancia de las parroquias, los retos de la catequesis frente a las nuevas dinámicas sociales y los lenguajes digitales, el trabajo de las pastorales sociales, la promoción de la ecología integral, la relevancia de la comunicación para la evangelización, el cuidado de la vida religiosa y los tribunales eclesiásticos. Los detalles conclusivos de esta primera parte de la Visita Ad Limina y del mensaje que dará el Santo Padre a los obispos, se conocerán el día de mañana durante la conferencia de prensa que será originada desde Vatican News.

Mar 21 Mar 2023

“Es más lo que nos une que lo que nos separa”: P. Raúl Ortiz sobre diálogos en la CEC

Durante la semana del 13 al 17 de marzo, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Departamento de Promoción de la Unidad de los Cristianos y del Diálogo Interreligioso, acogió y facilitó en su sede en Bogotá tres espacios de encuentro con resonancia ecuménica e interreligiosa que tenían como objetivo central propiciar la unificación de criterios generales, en medio de la diversidad de doctrinas, en torno a temas de amplia relevancia espiritual, social y política en el contexto actual del país. La primera actividad se llevó a cabo el lunes 13 de marzo y tenía como propósito fundamental animar el aporte de ideas para la construcción y presentación de proyectos de ley en materia de defensa de la vida, la familia y la libertad religiosa. A él asistieron representantes de diferentes iglesias, universidades y sectores políticos del país, de manera especial, senadores y representantes a la cámara que conforman la Comisión Accidental creada con este enfoque en el Congreso de la República en octubre de 2022. Posteriormente, el día miércoles 15 de marzo, 40 miembros de diferentes instituciones e iglesias se dieron cita en la CECpara desarrollar, a través de sesiones plenarias y actividades grupales, el ‘Encuentro ecuménico por la reconciliación y la paz’. Este segundo espacio, que contó con la presencia de monseñor Édgar Aristizábal Quintero, obispo de la Diócesis de Yopal y presidente de la comisión episcopal que promueve este tema, estuvo guiado por el documento titulado ‘Hacia una pastoral para la reconciliación y la paz’ que construyó recientemente el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), a partir de las orientaciones dadas en este sentido por los obispos católicos colombianos el año pasado. Finalmente, el jueves 16 de marzo, 60 personas que integran la Mesa Nacional del Sector Religioso en Colombia, se reunieron para dialogar, de manera especial, sobre dos temas de la realidad nacional, fundamentales para todas las religiones, iglesias, espiritualidades y confesiones de fe en el país: La adición del nuevo artículo autónomo en el Plan Nacional de Desarrollo para crear el Sistema Nacional de Libertad Religiosa y de Cultos, Diálogo Social, Paz Total y No Estigmatización (SNALIREC), propuesta que fue aprobada el día anterior en primer debate. Así mismo, sobre el proyecto de ley que deroga los artículos 201 a 204 del Código Penal relacionados con el derecho del sentimiento religioso. A este último diálogo asistió también la directora nacional de Asuntos Religiosos, Amelia Rocío Cotes, quién realizó aportes para el análisis de la futura creación del SNALIREC, así como del proyecto de ley que humaniza la política criminal y penitenciaria en Colombia, otro de los temas que también preocupa a este grupo. De acuerdo con el padre Raúl Ortiz Toro, director del Departamento de Promoción de la Unidad, estos espacios dan alcance concreto a la recomendación hecha por el Papa Francisco frente a la necesidad de fortalecer el diálogo con los otros, especialmente en temas de fe. Por esto, recordó que, ante los desafíos actuales que plantea el país, “es más lo que nos une que lo que nos separa”. CONOZCA TODOS LOS DETALLES Y TESTIMONIOS DE ESTOS EVENTOS A TRAVÉS DEL SIGUIENTE VIDEO:

Lun 20 Mar 2023

Así fue el inicio de la Visita Ad Limina 2023 para el primer grupo de obispos colombianos

Este lunes 20 de marzo el primer grupo de obispos colombianos dio inicio oficial a su Visita Ad Limina 2023 en el Vaticano. Al iniciar la jornada, sobre las 7:30 de la mañana, se llevó a cabo la celebración de la Santa Misa en el Altar de la Tumba de San Pedro. Al finalizar la Eucaristía, los prelados realizaron una oración en honor a San José y posteriormente, una oración ante la tumba de Benedicto XVI. De acuerdo a como estaba previsto en la agenda, los 38 obispos realizaron su visita a la Pontificia Comisión para Latinoamérica (CAL), que tiene como misión central apoyar la articulación del trabajo de los prelados y de sus equipos con los organismos de la Curia Romana. Es, además, una instancia consultiva e incluso, tiene la posibilidad de apoyar económicamente algunos proyectos de evangelización en las jurisdicciones. Allí monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo Castrense de Colombia, realizó un saludo a nombre de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), dio a conocer el panorama de las provincias eclesiásticas presentes y se refirió al contexto actual del país, puntualizando temas que preocupan de manera especial a la iglesia colombiana como el narcotráfico, la violencia, la ideología de género y algunos aspectos relacionados con los laicos. Más tarde los obispos colombianos pasaron por el Dicasterio para las Causas de los Santos, dependencia romana en la que se gestiona todo el proceso para la santidad que inicia en cada diócesis del país. En Colombia son varias las causas que van adelante en este organismo, algunas de ellos: La del laico Toribio Maya, la del obispo Ismael Perdomo y la de la beata Madre Berenice Ducke Hencker. En este organismo, la intervención central estuvo a cargo de monseñor Libardo Garcés Monsalve, obispo de Cúcuta. La jornada de trabajo del primer día de la Visita Ad Limina terminó sobre el medio día romano en el Dicasterio para la Evangelización, un organismo reconfigurado tras la reforma de la Curia Romana emprendida el año pasado por el Papa Francisco. Este dicasterio tiene dos secciones: Una para las cuestiones fundamentales de la evangelización en el mundo y otra para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares en los territorios de su competencia. En este caso el saludo inicial por parte de la delegación colombiana lo dirigió monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, arzobispo de Nueva Pamplona. Estando allí, el Pro-Prefecto, monseñor Salvatore Fisichella, quien dirige la primera de las secciones, agradeció a los obispos el trabajo de evangelización adelantado en el país, invitó a mirar al futuro con esperanza por el pueblo y toda la Iglesia. Se refirió también al Jubileo 2025, que se adelantará bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”, como una importante oportunidad pastoral para sostener la fe. Al tiempo, habló de la relevancia de la cultura digital para la evangelización e indicó que es un desafío que interpela en la Iglesia el uso de nuevos lenguajes (más simples, sintéticos, ágiles e inmediatos), así como nuevos comportamientos que se acerquen más a la realidad, especialmente, de niños y jóvenes. Monseñor Fisichella insistió en la importancia de transformar la capacidad de comunicar para la evangelización, habló de una catequesis con más flexibilidad frente las nuevas realidades, teniendo en cuenta que esta no debe estar centrada en lo litúrgico sino en lo laical. Además, afirmó que el 2024 será un año dedicado a la oración y a la conciencia espiritual. Al cierre de este espacio, monseñor Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC, agradeció a monseñor Fisichella y dijo que los retos planteados los desafía y anima para seguir fortaleciendo su misión en la Iglesia que peregrina en Colombia. Al finalizar la jornada de este primer día, los prelados visitaron la Embajada de Colombia ante la Santa Sede. ________________________________________________ A continuación, conozca el video resumen de la jornada: Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de Conf. Episcopal de Colombia (@episcopadocol)

Sáb 18 Mar 2023

Claves de la Visita Ad Limina 2023: Primer grupo de obispos colombianos ya está en Roma

Treinta y ocho de los setenta y dos prelados de Colombia, pertenecientes a las provincias eclesiásticas de Bogotá, Bucaramanga, Florencia, Ibagué, Nueva Pamplona, Tunja y Villavicencio, ya se encuentran en Roma, listos para dar inicio oficial a su Visita Ad Limina 2023 el próximo lunes 20 de marzo. Tras haber enviado informes a la Santa Sede con seis meses de anticipación, este primer grupo de obispos vivirá no solo la peregrinación a los sepulcros de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y el esperado encuentro con el Papa Francisco, que dará el día viernes 24 de marzo, sino también su visita a los dicasterios de la Curia Romana. Se trata de una importante oportunidad para seguir proyectando su gestión eclesial en cada una de las jurisdicciones de la iglesia que peregrina en nuestro país. En esta segunda entrega informativa sobre la Visita Ad Limina 2023 desde la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) ampliamos detalles de lo que significa este encuentro, cómo se prepara, por qué los obispos colombianos viajan en dos grupos, qué son los dicasterios y cuál es su relevancia en este contexto. Para ampliar la comprensión de los fieles sobre esta visita, que se da en tiempos de Cuaresma y Pascua, la Arquidiócesis de Cali ofrece también un subsidio especial en el que se enmarca dicho acontecimiento y su sentido de acción sinodal que nos implica como Iglesia que camina unida bajo la figura del Santo Padre: CLIC AQUÍ PARA ACCEDER AL DOCUMENTO.