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papa francisco

Mié 16 Jun 2021

Emotivo encuentro del ciclista Egan Bernal con el Papa Francisco

Este miércoles 15 de junio, durante la audiencia general celebrada en el Palacio Apostólico del Vaticano, el ciclista Egan Bernal, campeón del Giro de Italia, tuvo un emotivo encuentro con el Papa Francisco, a quien le regaló una bicicleta con los colores de Argentina y una maglia rosa, y le pidió al Pontífice orar por Colombia. Luego de este encuentro, el ciclista en entrevista con varios medios, expresó que esta había sido una de las experiencias más bonitas que ha tenido en su vida. "Creo que he tenido bastantes experiencias en la vida, pero esta es única. Mi familia es católica, yo soy católico. Crecí en una familia católica y sentir su presencia en ese momento fue realmente increíble. Este ha sido mi mayor encuentro con Dios. Estoy muy contento por esta experiencia tan bonita que acabo de vivir”. Advirtió que después de este encuentro con el Papa, le quedan muchas tareas por hacer, no solo en la parte profesional, sino a nivel personal y espiritual. "Después de un encuentro así yo creo que dan ganas de reflexionar sobre lo que es uno como persona", afirmó el ciclista colombiano. Cabe recordar que el pasado 30 de mayo de 2021, Egan Bernal logró su segundo título internacional con el Giro de Italia, pues en 2019 había ganado el Tour de Francia. Es el ciclista más joven quien, con solo 24 años de edad, ya es bicampeón de dos de las grandes carreras del mundo.

Jue 10 Jun 2021

"Escuchar a las familias para que comprendan su compromiso eclesial"

Este fue el llamado que hizo el papa Francisco, este 09 de junio, al inicio delForo “¿En qué punto estamos con Amoris Laetitia? Estrategias para la aplicación pastoral de la Exhortación del papa Francisco”, organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida,en el marco del Año “Familia Amoris Laetitia”. El papa Francisco se hizo presente através de un video mensaje, para saludar y agragradecer a sus organizadores y a quienes aceptaron con generosidad, a pesar de las circunstancias de la pandemia, la invitación de participar en este espacio de reflexión que se está adelantando de manera virtual. El Pontífice aseguró que esta actividad enmarcada en el Año "Familia Amoris laetitia", representa un momento esencial de diálogo entre la Santa Sede, las conferencias episcopales, los movimientos y las asociaciones familiares."¡Que el Espíritu Santo lo convierta en un evento fecundo para la Iglesia, pastores y laicos juntos, para escuchar las necesidades concretas de las familias y ayudarnos mutuamente a emprender los procesos necesarios para renovar el anuncio de la Iglesia!", aseveró. Observó que la exhortación Amoris laetitia es el fruto de una profunda reflexión sinodal sobre el matrimonio y la familia, que requiere de un trabajo serio para su aplicación y conversión misionera. Por tanto, dijo, este espacio del foro ha de ser continuidad de esa sinodalidad que debe concretarse en las Iglesias locales. El Papa también aclaró que hoy más que nunca “la familia es un signo de los tiempos” y la Iglesia está invitada “a escuchar activamente a las familias”, así también “a involucrarlas como sujetos de la pastoral”. De hecho – consideró que – “es necesario dejar de lado cualquier idea de que la evangelización está reservada a una élite pastoral” pues añadió, “cada uno de los bautizados es agente evangelizador". En este contexto, el obispo de Roma aseguró que para llevar el amor de Dios a las familias y a los jóvenes se necesita de la ayuda de las propias familias, de su experiencia concreta de vida y de comunión: “Necesitamos cónyuges junto a los pastores, para caminar con otras familias, para ayudar a los más débiles, para anunciar que, también en las dificultades, Cristo se hace presente en el sacramento del matrimonio para dar ternura, paciencia y esperanza a todos, en cualquier situación de la vida”. El papa Francisco exhortó a los pastores para que llamen a los matrimonios “que muchas veces están ahí, están listos, pero no son llamados. Si los llamamos a trabajar con nosotros, si les damos espacio, pueden brindar su aporte a la construcción del tejido eclesial”. Finalmene, el Papa recordó a los participantes del Foro que es importante “hacer un esfuerzo especial para formar a los laicos, especialmente a los cónyuges y a las familias, para que comprendan mejor la importancia de su compromiso eclesial”. Este foro que se extenderá hasta el proximo 12 de junio, ha tenido la modalidad de seminario web, permitiendo así la participación de muchas más personas conectadas desde todo el mundo. Sus organizadores informaron que se inscribieron 350 delegados en representación de 70 Conferencias Episcopales y más de 30 asociaciones y movimientos internacionales. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar programación[/icon]

Mar 8 Jun 2021

Un nuevo paso contra la pederastia

Por: P. Raúl Ortiz Toro - El título de este artículo es demasiado reductivo con respecto al amplio tema de que se tratará, pero es llamativo sobre todo para aquellos que, de manera ignorante, señalan a la Iglesia de hacer poco o nada contra la pederastia. De todos modos, los inconformes dirán que no es suficiente; sin embargo, la reforma del Libro VI (Las sanciones penales en la Iglesia) firmada por el Papa Francisco el día de Pentecostés (23 de mayo) de este año 2021 y dada a la luz pública en la mañana del primero de junio resulta el más importante acontecimiento legislativo en el ámbito eclesiástico, después de 1983, año de la promulgación del Código de Derecho Canónico vigente. El motu proprio lleva el nombre “Pascite gregem Dei” (Apacentad la grey de Dios) y entrará en vigor el 8 de diciembre de este mismo año. La reforma legislativa trae grandes temas, todos dignos de dedicar una tesis argumentativa como lo es, por ejemplo, en el aspecto sustancial, la tipificación de nuevos delitos. Al respecto, es de destacar que en el Título III, “De los delitos contra los sacramentos”, canon 1379, § 3, aparece la incursión en excomunión latae sententiae reservada a la Santa Sede para quien “atente conferir el orden sagrado a una mujer, así como la mujer que atente recibir el orden sagrado”. Resultan también interesantes la tipificación del delito de “abandono voluntario e ilegítimo del ministerio sagrado durante seis meses continuados” por parte de un clérigo (c. 1392) y el “delito en materia económica” (c. 1393, § 2). Hay otros nuevos delitos que podemos ir a consultar en el documento reformado pero nos interesa de especial manera lo relacionado con el delito atroz de pederastia. Con respecto a la nueva tipificación se equivocan quienes aseguran que por primera vez entra la pederastia a ser considerada delito en la Iglesia; se equivocan porque ya existía el canon 1395 en el que estaba tipificado el delito “contra el sexto mandamiento del Decálogo […] con un menor que no haya cumplido dieciséis años de edad”. Además, para que los procesos por pederastia fueran más expeditos, el Papa San Juan Pablo II ordenó en el año 2001 que fueran juzgados en el Tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe y amplió la edad de la víctima hasta los 18 años (Cf. Carta de la CDF a los obispos Delicta Graviora). Lo que sí es cierto es que este “delito contra las costumbres”, ha pasado del Título V “De los delitos contra obligaciones especiales” (antiguo canon 1395 § 2 donde aparecía tipificado entre otros delitos) al Título VI “De los delitos contra la vida, la dignidad y la libertad del hombre” (cf. canon 1398 § 1, n. 1) donde aparece tipificado de manera independiente y consideradas las víctimas no solo menores de edad sino también las que tienen “uso imperfecto de la razón”. En el mismo canon se tipifican también los delitos de inducción a la pedopornografía y difusión de esta. En el año 2016 el Papa Francisco firmó un motu proprio llamado “Como una madre amorosa” en el que recordaba que el derecho canónico prevé la remoción del oficio eclesiástico “por razones graves” incluyendo también a los obispos diocesanos y a los superiores mayores de congregaciones “si por negligencia, ha cometido u omitido actos que hayan causado un grave daño (físico, moral, espiritual o patrimonial) a los demás”. Este motu proprio pasó a la reforma canónica desde el primer Título (c. 1311) – y se evidencia en otros tantos – agregando un parágrafo segundo: “Quien preside en la Iglesia debe custodiar y promover el bien de la misma comunidad y de cada uno de los fieles con la caridad pastoral, el ejemplo de la vida, el consejo y la exhortación, y, si fuese necesario, también con la imposición o la declaración de las penas, conforme a los preceptos de la ley, que han de aplicarse siempre con equidad canónica, y teniendo presente el restablecimiento de la justicia, la enmienda del reo y la reparación del escándalo”. La reforma del libro VI del Código de Derecho Canónico también ha introducido nuevas penas como la multa, la reparación del daño, la privación de toda o parte de la remuneración eclesiástica, etc. También es sustancial la introducción de la presunción de inocencia (c. 1321 § 1) y la modificación de la norma sobre la prescripción (c. 1362). No podemos pasar por alto que otra novedad canónica es la ampliación de los sujetos pasivos de las sanciones penales (con la reforma el “reo” no solo será el clérigo sino “quien previó lo que habría de suceder, y sin embargo omitió las cautelas para evitarlo” (cf. c. 1326 § 1, n. 3). Esta ampliación es evidente, también, en el canon sobre suspensión (c. 1333) que, según la redacción antigua “solo puede afectar a los clérigos”. La reforma que entrará en vigor prescinde de esta frase exclusiva dando a entender que puede ser sujeto de suspensión tanto el obispo diocesano (o quien se equipara a él en el derecho) hasta un fiel laico que ejerza un oficio o ministerio eclesial pasando por los miembros de institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica. Esto es importante si consideramos que cada día es más relevante el papel de los laicos que acompañan el ejercicio de la potestad de régimen o que ejercen oficios o ministerios instituidos como el de catequista, lector o acólito o son agentes de pastoral. En el aspecto formal también ha habido reforma: reacomodación de cánones, una redacción más específica e incluso el cambio de algunos títulos cuyo trasfondo tiene un panorama pastoral. Y es que, como lo ha afirmado el Papa Francisco, estas normas “reflejan la fe que todos nosotros profesamos, de ésta arranca la fuerza obligante de dichas normas, las cuales, fundándose en esa fe, manifiestan también la materna misericordia de la Iglesia, que sabe tener siempre como finalidad la salvación de las almas” (Motu proprio Pascite gregem Dei). Busca el pontífice superar los que él llama “daños” que ocasionó en el pasado “la falta de comprensión de la relación íntima que existe entre el ejercicio de la caridad y la actuación de la disciplina sancionatoria”. En otras palabras, el Papa con la reforma vuelve a recordar que en la Iglesia se ha de tener “tolerancia cero” con la pederastia y que nunca en virtud de una mal comprendida misericordia con el victimario se podrá relajar la aplicación de la ley penal. Pbro. Raúl Ortiz Toro Párroco del Divino Niño de Venadillo Arquidiócesis de Ibagué [email protected]

Dom 6 Jun 2021

“El ritual de la reconciliación”, la escultura colombiana en el Vaticano

José Augusto Rivera Castro, escultor colombiano nacido en el municipio de Herveo, departamento del Tolima, ha dedicado su vida artística a producir obras que tienen que ver con acontecimientos nacionales, siempre en la perspectiva de hacer reflexionar al público acerca de ideales sublimes que tiendan a la justicia, la solidaridad, la esperanza, la reconciliación y la paz. En esta línea creó la escultura “El ritual de la reconciliación” que, según afirma, “tiene todo que ver con la vida violenta que hemos vivido a través de tantos años en Colombia” y que en el momento que la pensó, la relacionó con la firma del acuerdo de paz para nuestro país, en Cuba. “Mi reflexión fue: si ese acuerdo de paz se firma con la guerrilla más numerosa y que más dolor le ha causado a este país, entonces lo que sigue es el perdón y la reconciliación, tal como lo ha planteado el Papa Francisco en todos los lugares del mundo donde él ha ido a predicar”. Para conocer más sobre esta escultura que, muy pronto, estará en los jardines del Vaticano, nos reunimos virtualmente con Rivera Castro, y hoy compartimos esta entrevista con ustedes. ¿Por qué un grupo de personas abrazándose? Explíquenos la obra Bueno, el asunto es que aquí tenemos un problema que no es de unos individuos, o de unas familias, o de unos vecinos, sino que es un problema de toda la nación en todos los confines del territorio patrio, es decir, es un asunto de todos y al que todos tenemos que enfrentar y solucionar de la mejor manera. Entonces yo quise representar un grupo grande de personas. Pero este asunto, ahora que hablaba del Papa, no es solamente de Colombia, sino que es un asunto que concierne a muchas nacionalidades, podría decir que concierne a la humanidad entera. Por eso, la versión final de “El ritual de la reconciliación”, que va a estar en los jardines del Vaticano, es representando las diferentes etnias de la humanidad que nos conforma. En nuestro país siguen los actos de violencia por distintos actores. A pesar de todo este panorama, que a veces se ve desalentador, usted sigue llamando la atención a través de su obra para recordarnos que la esperanza nunca se debe perder. Sí, es desalentador desde la perspectiva que se mire. Por ejemplo, si tú lo miras desde la perspectiva del desarme de miles de hombres que pertenecieron a la guerrilla de las FARC, eso nos debe animar mucho. Ahora, si tú lo miras desde la perspectiva de los políticos que andan enfrentados, los unos desprestigiando y pretendiendo acabar los acuerdos, y los otros acreditándolo y hablando desde su interés político, otra será la perspectiva. La mía es la perspectiva de quien quiere mirar la vida nacional como la miran los profetas, vaticinando que vendrán tiempos mejores porque es la única posibilidad que le queda al artista. El mismo Papa Francisco nos pide que realicemos obras que sean esperanzadoras para la humanidad. En ese sentido todas mis obras, a lo largo de mi vida, han sido esperanzadoras. He sido testigo de mi época, cada una, en cada lugar donde la he dejado, le da al público la posibilidad de hacer una interpretación esperanzadora sobre los destinos de nuestra patria. Esta obra ha sido elaborada en miniatura y ha recorrido varios lugares de Colombia. ¿Qué representa para usted que este trabajo sea reconocido y, sobre todo, sea tenido en cuenta como símbolo de paz en los diferentes espacios donde ha llegado? Has mencionado algo supremamente importante para el artista. Uno realiza una escultura, pero desde mi punto de vista no es una obra de arte hasta tanto el público no la reconozca como tal, no le dé el valor simbólico que el artista quiso representar allí en la obra. Y, entonces, el camino que ha tenido esta escultura yo lo puedo titular desde La Chinita, Apartadó, Urabá… hasta el Vaticano, porque en cada una de las instancias, de los espacios, de los eventos donde la escultura ha sido presentada ha ido ganando reconocimientos y te los voy a nombrar brevemente. El primero es que en el evento de perdón que recibieron las FARC a las víctimas en el barrio La Chinita de Apartadó, donde cometieron una masacre, allí la escultura fue ubicada en el atril de los oradores para que recibiera el evento. Después la escultura fue llevada al Senado de la República para proponer que la obra fuese entregada al Papa Francisco como un reconocimiento del compromiso con los otros. Y en la Nunciatura Apostólica, al lado de tantos regalos que le llevaron al Papa, él se detuvo, consideró la escultura, la interpretó, la sintió y decidió llevársela para el Vaticano. Y, luego, cuando tomamos la decisión de proponerle al Papa Francisco que esa escultura la queríamos hacer monumental como una donación del pueblo colombiano en reconocimiento a su formidable pastoral social por el mundo en torno al perdón, la paz y la reconciliación, en la gobernación del Vaticano el cardenal Giuseppe Bertello, le dio su reconocimiento y agradeció que tuviéremos esa iniciativa y nos ofreció ubicarla en el lugar donde más peregrinos concurrieran en el Vaticano, y lo hacen en condiciones normales 10 millones de personas. Estuvimos con el director de cultura del Vaticano e, igualmente, le dio su valor y la comparó con otras obras que han tenido importancia en la historia de la humanidad, como el Guernica de Picasso y dijo: “Esta escultura podría llegar a representar este periodo de la historia de la humanidad”. Finalmente, estuvo en las oficinas de la doctora Barbara Jatta, directora de los museos del Vaticano y ella dijo: “No solamente queremos la escultura monumental en los jardines del vaticano, sino queremos esta maqueta que nos estas trayendo para integrarla a la colección del museo de arte contemporáneo de los museos del Vaticano”. Así, por donde ha pasado la obra, a las comunidades donde hemos ido a mostrarla, ha gustado mucho y hasta la han comprado, porque las distintas versiones que yo he hecho de “El ritual de la reconciliación” se han ido vendiendo, lo cual nos está sirviendo para financiar la obra monumental. En cada uno de esos lugares la escultura ha encontrado un reconocimiento, las personas le han dado valor y quieren tener la obra para que ella le hable a todas las personas que la vean del compromiso de quien la posee, pero también del interés, para que quienes la vean se sumen y se conviertan en ciudadanos tejedores de reconciliación. ¿Usted mismo le entregó la obra de arte al Papa Francisco? No, el procedimiento fue que una comisión del Congreso de la República se desplazó a la Nunciatura Apostólica, el nuncio la recibió, y la ubicó junto con los demás presentes para el Papa. Ya no estábamos en tiempo cuando el Senado propuso ser incluidos en un protocolo especial, porque esto fue preparado con mucha anticipación y ya nosotros llegamos fuera del tiempo para integrarnos en el protocolo. ¿Cómo ha sido el proceso para que la escultura llegue al Vaticano? El primer momento fue cuando el Papa dio su veredicto sobre la obra y se la llevo. Vino luego un segundo momento y fue comprender las razones del Papa para llevarse la obra y, entonces, yo traduje un libro del Papa que se llama: “Mi idea del arte” y comprendí que al Papa le podía llegar perfectamente la idea de hacerla monumental, puesto que él dice que las obras de arte deberían servir para apoyar la evangelización y “El ritual de reconciliación” es un apoyo poderoso para el interés que tiene el Papa sobre la reconciliación en el mundo. Entonces, entendiendo eso, busqué el apoyo de la Cancillería colombiana y el doctor Carlos Holmes Trujillo, quien ya me había apoyado en el pasado para un monumento a la paz en Medellín, me apoyó y le pidió al doctor Jairo Aníbal Riaño, en ese entonces embajador de Colombia en la Santa Sede, para que hiciera gestiones a fin de que este proyecto fuera aprobado por el Vaticano. Cuando esto comenzó yo me desplace a Roma y acompañé al embajador en todas estas cuestiones. Fue una iniciativa mía, fue una iniciativa apoyada por la cancillería, gestionada por el embajador de Colombia ante el Vaticano logrando la aprobación del Estado Vaticano. No obstante, por gestión de humildes migrantes latinos en el Vaticano, el proyecto logró llegarle directamente al Papa Francisco y él nos mandó la razón de que esa escultura le importaba mucho y la quería en los jardines del Vaticano. Con esas dos aprobaciones yo regresé a Colombia y he estado en dos actividades: una, en la realización escultórica y, dos, apoyando la gestión de los recursos que está en cabeza de una entidad que se llama Crónica, especializada en apoyar proyectos como este. Y, en este momento, ¿cómo avanza el proyecto de la obra? Bueno, la escultura tiene varios momentos: el proceso escultórico. El primero de ellos se llama modelado, que es lograr la figura definitiva que uno quiere tener en la obra; ese trabajo lo hicimos en medio de las cuarentenas y logramos terminarlo definitivamente. El segundo momento es llevar la escultura a la fundición. Aquí se hace todo un recorrido que comienza con moldes de silicona, luego en esos moldes se hace un vaciado de la escultura exactamente igual, pero en cera, y esas ceras se cubren con un molde refractario que se calienta; entonces la cera se derrite y el espacio que ocupaba la cera lo ocupará después el bronce que es ya el momento de vaciar el bronce en los moldes para empezar a encontrar de nuevo la escultura. La escultura va a ser en bronce y tendrá un color dorado, porque yo considero que la reconciliación es un tesoro que los pueblos del mundo deben cuidar y deben preservar. ¿De qué manera se está subsidiando esta propuesta? ¿Quiénes lo están apoyando? Inicialmente, antes de la pandemia, habíamos hablado con la Conferencia Episcopal porque tuvimos la oportunidad de presentar el proyecto un año atrás al episcopado que se reunió en Bogotá y éste ofreció apoyo al proyecto. Conseguida esa adhesión de la Conferencia Episcopal, entonces nos reunimos con ellos para planear la difusión del mensaje a todas las parroquias y a todos los empresarios amigos de la Iglesia a fin de conseguir apoyo. Pero a los dos días entramos en cuarentena y todo ese plan quedó ahí, porque los templos tuvieron que cerrar y en este momento la población en general se encuentra en una situación muy difícil y, entonces, no es apropiado lanzar esta campaña. No obstante, hay empresas y entidades que no sufrieron tan duro el impacto de la pandemia, entonces hemos recurrido a ellas y hemos encontrando donaciones que nos han permitido llevar la escultura hasta el punto donde está hoy. Es tener ya tres fundiciones de las 30 que tenemos que hacer porque la escultura se secciona por partes. Entonces tres de esas partes ya las tenemos fundidas y estamos trabajando para conseguir recursos y seguirlas fundiendo. Tenemos en perspectiva varias ofertas económicas, pero también se pueden vincular mediante la recolección de chatarra de cobre y eso es algo que el pueblo católico y las comunidades pueden hacer sin un esfuerzo tan grande, porque es buscar en sus casas y pedirle a los amigos y los vecinos que seleccionen de las cosas desechables que tienen, el material metálico de color amarillos que llamamos cobre. Esta es una campaña en la que aún estamos cortos, pero que deberíamos emprender en algún momento porque, por más difícil que sea la situación de las personas, ayudar a conseguir esta chatarra no es nada engorroso. La recolección de chatarra también cuenta. Por decir algo, hay empresas del sector eléctrico que tienen cables y quitan cables eléctricos, esa chatarra nos puede servir a nosotros. Entonces también va el mensaje para los empresarios que nos puedan ayudar. ¿En dónde se podría hacer el contacto para aquellas personas que quisieran donar la chatarra de cobre? Pues yo estoy pretendiendo tener una reunión con monseñor Elkin Fernando para proponerle que difundamos ese mensaje, que le pidamos al pueblo católico ese propósito. Entonces si lo logramos, el punto de acopio serían las parroquias. Pero aún no lo tengo hablado, conversado y mucho menos aprobado. Pero en los colegios sí hemos desarrollado una labor que hemos denominado tejiendo reconciliación y le pedimos a los estudiantes que reúnan la chatarra y en el momento en el que sea presencial la educación ellos vayan y depositen la chatarra de cobre. ¿Cuáles son las medidas de la escultura y para cuándo se tiene previsto que este en los jardines del Vaticano? La escultura tiene 2,50 metros de altura, 2,20 de largo y 2,00 de ancho; es una escultura bastante grande. El tiempo de entrega depende de varios factores: el primero, de cuando terminemos de conseguir los recursos, porque en el momento que se termine de pagar la escultura, ya se puede retirar de la fundición. Y el segundo factor depende de la evolución de la pandemia y la agenda del Papa en el Vaticano que está aún muy incierta. Agradecimiento al Vaticano El Papa y las autoridades del Vaticano tuvieron la generosidad de abrirle las puertas por primera vez a un artista americano en los jardines del Vaticano. Y eso, en gran parte, es un honor para Colombia, porque vamos a tener un mensaje muy poderoso de lo que surgió de nuestra situación ahora ante el mundo. Entonces cuando los peregrinos circulen por allí van a oír de parte del guía un mensaje esperanzador que nosotros mismos le estamos enviando al mundo. Agradecimiento al episcopado Para terminar, tenemos un agradecimiento muy grande a la Conferencia Episcopal y en especial para monseñor Elkin Fernando, porque nos han apoyado en la medida de las posibilidades incondicionalmente, incluso nos enviaron una carta llamando a todo el mundo a vincularse al proyecto. Es importante decirlo porque a todo señor todo honor. Para mayor información del artista, podrán comunicarse en el correo electrónico: [email protected]

Vie 4 Jun 2021

El Papa al CELAM: “Promover una sociedad más humana, ecuánime y fraterna”

En una carta enviada por el Santo Padre a las directivas del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM), les animó a “servir con solicitud y promover una sociedad más humana, ecuánime y fraterna”. En el mensaje dirigido al presidente de este órgano eclesial, Monseñor Miguel Cabrejos, luego de finalizada la 38ª Asamblea General, destacó la labor que vienen realizando en materia de renovación y reestructuración esta institución. “con su trabajo silencioso y humilde hacen posible este servicio a la Iglesia”. Les recuerda que en estos difíciles momentos la mirada debe "estar puesta en Dios, presentándole el dolor y el sufrimiento de todos los que han sido eoncomendados a vuestro ciudadano pastoral, buscando con sinceridad dar respuesta al anhelo de sus corazones" Finalmente, pide la intercesión de la Santísima Virgen para que les sostenga en sus esfuerzos e iniciativas de servicio hacia el pueblo de Dios.

Jue 3 Jun 2021

Generación Restauración: Reimagina, recrea, restaura

Mons. Fernando Chica Arellano - El Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio, se ubica este año en el inicio del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030), que desea servir de acicate para una misión tan significativa y urgente como procurar revivir millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras de cultivo, desde la cumbre de las montañas hasta los fondos del mar. Hemos de saber que únicamente con ecosistemas saludables podemos mejorar los medios de vida de las personas, detener el colapso de la biodiversidad y contrarrestar el cambio climático. Por este motivo, se ha escogido como lema: “Reimagina, recrea, restaura”. Es probable que algunos de los lectores recuerden las famosas tres erres con las que, desde hace años, se ha venido impulsando el compromiso con el medio ambiente, desde los comportamientos cotidianos: reducir, reutilizar, reciclar. Ahora podemos dar un paso más y seguir, erre que erre, involucrados en el cuidado de nuestra casa común. REIMAGINAR Fue san Juan Pablo II quien, al comenzar el nuevo milenio, impulsó a la Iglesia a desplegar una “nueva imaginación de la caridad” (Novo Millennio Ineunte, n. 50), para que actuemos y vivamos de tal manera que los pobres, en cada comunidad cristiana, se sientan como en su casa, gracias a un auténtico compartir fraterno. Así, “la caridad de las obras corroborará la caridad de las palabras” (Novo Millennio Ineunte, n. 50). Con el tiempo, hemos ido ganando conciencia de la gravedad del cambio climático y sus efectos sobre el conjunto del planeta y, al mismo tiempo, de nuestra responsabilidad en el cuidado de la casa común. De este modo, se amplían los círculos en los que podemos y debemos aplicar esta “imaginación de la caridad”. Así, vamos aprendiendo que, “haciendo crecer las capacidades peculiares que Dios le ha dado, la conversión ecológica lleva al creyente a desarrollar su creatividad y su entusiasmo, para resolver los dramas del mundo” (Laudato Si’, n. 220). El Papa Francisco destaca lo admirable que resulta “la creatividad y la generosidad de personas y grupos que son capaces de revertir los límites del ambiente, modificando los efectos adversos de los condicionamientos y aprendiendo a orientar su vida en medio del desorden y la precariedad” (Laudato Si’, n. 148). Concretamente, reivindica la importancia que, para ello, ofrece el ámbito local, “pues allí se puede generar una mayor responsabilidad, un fuerte sentido comunitario, una especial capacidad de cuidado y una creatividad más generosa, un entrañable amor a la propia tierra, así como se piensa en lo que se deja a los hijos y a los nietos” (Laudato Si’, n. 179). RECREAR Este ejercicio de imaginación creativa no significa, por supuesto, una utopía estéril. Ni la Iglesia ni el Papa proponen frenar el desarrollo ni idealizar un pasado bucólico, sino que, más bien, invitan a desplegar todas las capacidades humanas al servicio del bien común y de los más pobres. Es decir, “se trata de abrir camino a oportunidades diferentes, que no implican detener la creatividad humana y su sueño de progreso, sino orientar esa energía con cauces nuevos” (Laudato Si’, n. 191). “Esta sería una creatividad capaz de hacer florecer nuevamente la nobleza del ser humano, porque es más digno usar la inteligencia, con audacia y responsabilidad, para encontrar formas de desarrollo sostenible y equitativo, en el marco de una noción más amplia de lo que es la calidad de vida” (Laudato Si’, n. 192). Hay numerosos ámbitos en los que el ingenio humano debe activarse para recrear relaciones humanas, modos de producción y estilos de vida que respeten la casa común y a todos sus habitantes, especialmente a los más pobres. Científicos, técnicos, políticos, empresarios y agricultores son algunos de los grupos que podemos mencionar. Pero el ciudadano de a pie también tiene su responsabilidad y sus márgenes de acción recreativa. Así, por ejemplo, Su Santidad señala la importancia del ámbito educativo. Tras mencionar numerosos ejemplos concretos en los que aterrizar esta “educación en la responsabilidad ambiental”, indica el Obispo de Roma: “Todo esto es parte de una generosa y digna creatividad, que muestra lo mejor del ser humano. El hecho de reutilizar algo en lugar de desecharlo rápidamente, a partir de profundas motivaciones, puede ser un acto de amor que exprese nuestra propia dignidad” (Laudato Si’, n. 211). RESTAURAR Sabemos que la vitalidad y diversidad de los ecosistemas de nuestro planeta son la base de la prosperidad y el bienestar humanos, pero también es cierto que estos recursos se están degradando de forma alarmante. Por eso, las Naciones Unidas han dedicado el decenio 2021-2030 a la restauración de los ecosistemas. Hablamos de los bosques, los entornos de agua dulce, los océanos, las turberas y las costas, pero también de las tierras agrícolas y las zonas urbanas. Cada uno de ellos presenta sus retos concretos y pide soluciones específicas. Por ejemplo, las campañas para plantar árboles han atraído a muchas comunidades. En el marco del Desafío de Bonn, más de 60 países se han comprometido a devolver la vida a 350 millones de hectáreas de paisajes forestales. Otro ámbito es el de la restauración de los océanos y las costas, que implica reducir la presión que soportan estos ecosistemas con el objetivo de permitir su recuperación, tanto de forma natural como mediante la resiembra o el trasplante de especies clave. Es preciso hacer de la pesca una actividad sostenible y evitar que lleguen a los mares sustancias contaminantes o desechos sólidos como los plásticos. Conviene hacer notar, además, que la restauración de los ecosistemas conlleva beneficios sustanciales para las personas. Se estima que, por cada dólar invertido en restauración, se pueden esperar entre siete y treinta dólares en ganancias para la sociedad. La restauración también crea empleos en las zonas rurales, donde más se necesitan. CONCLUSIÓN Para terminar, regresemos por un momento a las conocidas “erres” que ayudan a concretar el compromiso con el medio ambiente. Desde la perspectiva de la economía circular, se han señalado estas siete acciones: rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y reciclar. Este Día Mundial del Medio Ambiente nos anima a reimaginar, recrear y restaurar. Es claro que hay mucho que hacer y todos podemos colaborar. Y tú, ¿por dónde vas a comenzar? Mons. Fernando Chica Arellano Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA

Jue 3 Jun 2021

Papa Francisco pide orar por “la belleza del matrimonio”

“¿Es cierto eso que dicen algunos, que los jóvenes no quieren casarse, especialmente en estos tiempos tan duros?”, con esta pregunta sobre el matrimonio inicia el papa Francisco su reflexión de oración para el mes de junio. Este mensaje del Pontífice, llega en un momento especial dedicado al Año de la “Familia Amoris Laetitia” que comenzó el pasado 19 de marzo, a través de un video el Santo Padre anima a los jóvenes a embarcarse en este viaje comprometido. “Casarse y compartir la vida es algo hermoso. Es un viaje comprometido, a veces difícil, a veces complicado, pero vale la pena animarse. Y en este viaje de toda la vida, la esposa y el esposo no están solos; los acompaña Jesús”, observa. Recuerda que el matrimonio no es solo un "acto social", sino una vocación que debe nacer tanto del hombre como de la mujer y tendría que hacerse de forma consciente. Para ello, agrega es importante tener una previa preparación dado que es un paso que se da para toda la vida. Finalmente, el Santo Padre pidió orar por los jóvenes que en estos momentos se están preparando para dar el paso hacia el matrimonio. “Recemos por los jóvenes que se preparan para el matrimonio con el apoyo de una comunidad cristiana: para que crezcan en el amor con generosidad, fidelidad y paciencia. Porque para amar hace falta mucha paciencia. Pero vale la pena”.

Lun 31 Mayo 2021

Pensar y gestar un mundo abierto

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Tomo el título que el papa Francisco da al capítulo 4º de la Encíclica “Hermanos todos”, como base de discernimiento para no desistir en la búsqueda de salidas al momento que estamos asistiendo y explorar caminos para construir, desde la oportunidad que genera la crisis, una nación que nos dé espacio, dignidad, respeto y posibilidad de desarrollar los proyectos de vida a cada uno de quienes la habitamos. El primer punto que nos plantea el Papa Francisco es que «no hay vida cuando pretendemos pertenecer sólo a nosotros mismos y vivir como islas» (n. 87). ¿No tendríamos que convencernos de que buscar el bien de todos, finalmente redunda en el bien propio? Los dramáticos índices de inequidad y pobreza evidencian que nuestro país necesita trabajar muchísimo en esto. Una manera de romper esa tendencia comienza por dejar atrás el individualismo como estilo de vida personal y social para cultivar una auténtica cultura de la solidaridad, del encuentro. El segundo punto es visibilizar las “otras ciudades” que habitan dentro de un mismo territorio. Vivimos con el espejismo de ser sociedades abiertas, pero el estallido social en que nos encontramos nos dice otra cosa. Hay muchas “áreas invisibles”, periferias existenciales que reclaman ser dignificadas. Esto implica trabajar para ampliar nuestro círculo, para llegar a aquellos que «espontáneamente no siento parte de mi mundo de intereses, aunque estén cerca de mí» (n. 97). Sobre este particular, el Santo Padre nos anima a emprender la fatigosa tareas de que esos «exiliados ocultos» sean realmente parte activa de la «comunidad civil y eclesial» (n. 98). El tercer punto es: “incluir, no homogeneizar”. El Papa nos advierte del peligro de creer que eliminar las diferencias soluciona, los problemas, pues esto en realidad «Ese falso sueño universalista termina quitando al mundo su variado colorido, su belleza y en definitiva su humanidad». E insiste en que el futuro no puede ser «monocromático», que un futuro más realista «es posible si nos animamos a mirarlo en la variedad y en la diversidad de lo que cada uno puede aportar. Cuánto necesita aprender nuestra familia humana a vivir juntos en armonía y paz sin necesidad de que tengamos que ser todos igualitos» (n. 100). Finalmente, promover a las personas. Los sueños que cada ser humano tiene, cuando no se cumplen por culpa de un estilo social no incluyente, se vuelven frustraciones, rabia. Ante esto el Papa nos propone «percibir cuánto vale un ser humano, cuánto vale una persona, siempre y en cualquier circunstancia», pues «el solo hecho de haber nacido en un lugar con menores recursos o menor desarrollo no justifica que algunas personas vivan con menor dignidad» (n. 106). + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto