SISTEMA INFORMATIVO
En Colombia también se amenaza la libertad religiosa
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Este jueves, 22 de junio, la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) Colombia dio a conocer en Bogotá el XVI Informe de Libertad Religiosa en el Mundo, un análisis riguroso que evalúa la situación de este derecho humano fundamental para los creyentes de todas las tradiciones religiosas en 196 países. Este documento es elaborado desde el año 1999 por ACN.
Este espacio, en el que estuvo presente el episcopado colombiano a través de monseñor Luis Manuel Alí Herrera, su secretario general, se desarrolló en tres momentos: en primer lugar, la socialización del informe oficial 2023, que estuvo a cargo de Marcela Szymanski, jefe del Religious Freedom Report (RFR). Marcela, conectada al evento virtualmente desde España, explicó que “la libertad religiosa se viola en 61 países del mundo, pero la situación más crítica se presenta en 28 países donde existen persecuciones por motivos religiosos y en 33 más, la discriminación es una constante. Según se ha indicado, los autores de este tipo de situaciones “son los gobiernos totalitarios, el extremismo religioso y el nacionalismo etnoreligioso”.
Tras la presentación de este informe, se desarrolló un conversatorio interreligioso al que fueron invitados el obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Alí Herrera, en representación de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC); Marcos Peckel, director de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia y el Sheikh Ahmad Tayel, presidente de la Asociación Benéfica Islámica.
En dicho espacio de diálogo, monseñor Alí recordó que “es muy importante que nos conozcamos, que tengamos en cuenta la riqueza de las tradiciones religiosas y culturales de cada uno”; además, compartió que su familia llegó como migrante a Colombia después de la Segunda Guerra Mundial y en los primeros años tuvo que experimentar las dificultades propias a las que se enfrentaban en aquella época las personas con tradiciones diferentes.
Por su parte, Marcos Peckel insistió en que “aún existe la idea equivocada de que una persona religiosa es de un estatus inferior si se le compara con las personas ateas. Romper ese mito es difícil; ser religioso no es un crimen, ni profesar una religión es solo para los pobres o las personas enfermas psíquicamente”. El Sheikh Tayel confirmó que se deben “eliminar muchos de los malentendidos que hay en la sociedad; los líderes religiosos somos parte de la sociedad, no somos enemigos; todos podemos trabajar en equipo en beneficio de la comunidad”.
Finalmente, el evento contó con la participación especial de la hermana Gloria Cecilia Narváez FMI, religiosa colombiana que fue secuestrada en Malí (África) por un grupo extremista islámico durante casi cinco años por motivos religiosos. Precisamente fue la consagrada quien escribió el prólogo de este nuevo informe.
La hermana Gloria dio a conocer su testimonio titulado “Mi fe durante el secuestro”, a través del cual compartió con la audiencia su experiencia de retención. Con una conmoción evidente recordó los vejámenes que tuvo que sufrir y las pérdidas de vidas humanas que presenció por la intransigencia de sus captores. Sin embargo, dejó en los participantes la convicción de que el trabajo misionero de la Iglesia en tierras de no cristianos, no es una labor que busque la conversión religiosa de estos sino la expresión del amor de Cristo que no tiene fronteras: “No fuimos a convertir a nadie al catolicismo; fuimos a hacer presencia”, puntualizó.
Algunas frases de la religiosa que ahora desarrolla su misión pastoral en la Diócesis de Tumaco (Nariño), suscitaron la reflexión: “Oraba por mis captores no para que se convirtieran a la fe cristiana, sino a la fraternidad”; “aprendí a callar para desarmar la guerra”; “mi espíritu nunca estuvo secuestrado”; “Yo simplemente oraba diciendo: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios…”. “La Eucaristía me sostuvo durante el cautiverio: dibujaba en la arena del Sahara el cáliz y la patena, y contemplaba la presencia de Cristo, luego hacía la comunión espiritual”.
En el espacio también estuvo presente el padre Raúl Ortiz Toro, director del Departamento para la Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC). Precisamente, desde esta dependencia, que trabaja en torno a estos temas, confirmó que, en el caso particular de Colombia, cada año la Iglesia Católica presenta a la sección política de la Embajada de los Estados Unidos un informe sobre el estado de libertad religiosa para sus miembros. Según se ha indicado, en la actualidad, causan alarma distintos proyectos de ley en el Congreso de la República que atentan contra la libertad de los católicos para profesar su fe.
Algunos de estos casos que preocupan a la Iglesia Católica son: 1). La iniciativa que pretende convertir las capillas católicas de las instituciones públicas en lugares de culto interconfesionales. 2). El proyecto que busca la reforma de la ley estatutaria de libertad religiosa de 1994 sin escuchar a las entidades del sector religioso. 3) El proyecto encaminado a adoptar en el país la “Convención interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia” que, erróneamente, amplía el concepto de discriminación, pasando del ámbito objetivo al subjetivo, al punto de que si una persona no religiosa se siente indispuesta porque ve a un sacerdote usar su vestido clerical o porque una comunidad realiza una procesión por las calles, etc., puede denunciar su malestar ante las autoridades. Además, si alguien se siente inconforme por un principio o doctrina de la fe, podría igualmente denunciar que es objeto de discriminación.
En palabras de Marcela Szymanski “cada día más se difunden leyes que muestran como legal la privación del derecho fundamental a la libertad religiosa”. Según ha dicho, la respuesta para evitar esto es “permanecer vigilantes, estar conscientes de los derechos fundamentales, protestar, denunciar, compilar la lista de violaciones al derecho y exigir a los gobiernos que cumplan la ley y los compromisos internacionales, porque nuestra fe no es una opinión ni un sentimiento”.
Algunas claves de lo planteado en el XVI Informe de Libertad Religiosa en el Mundo
Entre las conclusiones que destaca en el documento la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre, se encuentran también:
- “Aumento del número de comunidades religiosas mayoritarias que sufren persecución. “Hasta la fecha, la mayoría de los grupos confesionales que sufrían persecución pertenecían a comunidades religiosas minoritarias. Cada vez son más las comunidades religiosas mayoritarias que también sufren persecución (Nigeria, Nicaragua).
- La respuesta cada vez más callada por parte de la comunidad internacional ante las atrocidades cometidas por regímenes autocráticos «estratégicamente importantes» (China, India) ha puesto de manifiesto una creciente cultura de la impunidad. Países clave (Nigeria, Pakistán) han escapado de las sanciones internacionales y otros castigos tras las revelaciones de violaciones de la libertad religiosa contra sus propios ciudadanos.
- En Occidente, la «cultura de la cancelación», que incluye un «discurso obligatorio», ha evolucionado desde el acoso (verbal) a individuos que, por motivos religiosos, defienden opiniones diferentes, hasta llegar a las amenazas legales y la pérdida de oportunidades laborales. Se ha amenazado con sanciones legales a personas que, debido a su fe, no han defendido posturas que respalden claramente opiniones acordes con las exigencias ideológicas imperantes («cultura de la cancelación»). Las redes sociales han constituido un factor importante para impulsar esta tendencia.
- Aumento de los ataques contra líderes religiosos y otras personas dedicadas a las Iglesias por parte de grupos delictivos organizados (Latinoamérica). Representantes religiosos, defensores de los migrantes y otras comunidades desfavorecidas han sido objeto de ataques (secuestros e incluso asesinatos) por denunciar a las bandas de delincuentes y tomar medidas para detenerlas.
Aumento de las iniciativas de diálogo interreligioso. El papa Francisco y otros líderes eclesiásticos de todo el mundo han ampliado sus contactos con otras comunidades religiosas. Los líderes religiosos de Indonesia, a través de la organización islámica Nahdlatul Ulama, han incrementado el diálogo con sus homólogos hindúes, y en el G20 crearon un grupo permanente sobre religión, en el que participan otras comunidades religiosas importantes”.



Bautismo y Cuaresma
Lun 3 Mar 2025


Mié 19 Mar 2025
Obispos promueven formación de los sacerdotes colombianos para ser guías de las familias en tiempos de crisis
En medio de los múltiples desafíos que enfrentan las familias hoy —desde la desintegración de los hogares hasta la pérdida de valores cristianos—, la Iglesia católica colombiana está tomando medidas concretas para fortalecer su pastoral familiar.Del 12 al 13 de marzo, el Seminario Mayor La Providencia, en El Espinal (Tolima), fue sede del Congreso “Familia, prioridad pastoral”, un espacio de formación y reflexión que reunió a sacerdotes de la Arquidiócesis de Ibagué, las diócesis de Líbano-Honda, Girardot, Neiva, y los anfitriones, la Diócesis de El Espinal.A través de este evento se buscó brindar a los sacerdotes herramientas prácticas y conocimientos actualizados para acompañar de manera más efectiva a las familias en su vida cotidiana.La iniciativa se enmarca en un esfuerzo más amplio de la Iglesia colombiana por responder a los desafíos de la sociedad contemporánea. Con el respaldo de los obispos que conforman la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia, se espera que este tipo de encuentros se conviertan en espacios permanentes de formación para los sacerdotes, contribuyendo así, desde los valores cristianos, a la construcción de familias unidas y sólidas, fundamento de una sociedad más justa y humana.Herramientas prácticas para enfrentar desafíos contemporáneosEl congreso contó con la participación de destacados expertos en temas familiares, como la doctora Victoria Cabrera y el doctor Cristian Conen, profesores del Instituto Latinoamericano de la Familia (ILFARUS) de la Universidad de La Sabana. A través de conferencias magistrales y espacios de diálogo, los sacerdotes profundizaron en temas como la salud relacional de las parejas, la importancia de los vínculos familiares y la promoción de valores cristianos en el hogar.La salud relacional de las parejas: un pilar para familias unidasEl doctor Conen, especialista en Derecho Matrimonial, compartió herramientas prácticas para fortalecer la “salud relacional” de las parejas: “El amor no es solo un sentimiento, es una acción. Se trata de trabajar en hábitos saludables que permitan la unidad, la armonía y el bienestar en la relación”, explicó. Además, destacó la importancia de prevenir la toxicidad en las relaciones y fomentar la benevolencia entre los cónyuges.La crisis de las familias y el rol de los sacerdotesConen también hizo hincapié en la crisis global que afecta a las nuevas generaciones, donde cada vez es más difícil promover y entusiasmar a los jóvenes para formar matrimonios y familias unidas.“Este es un gran desafío, no solo de Colombia, sino del mundo entero. Hay una crisis profunda en las vocaciones de las nuevas generaciones para fundar familias. Por eso, es fundamental que los sacerdotes cuenten con herramientas para promover y fortalecer estos vínculos”, afirmó.El experto resaltó el rol protagonista de los sacerdotes en esta labor:“Los sacerdotes tienen esa posibilidad de llegar a las familias porque tienen olor a familia, porque están cerca de las familias. Su cercanía y compromiso son esenciales para guiar y acompañar a las familias en su camino”, añadió. Incluso, resaltó la importancia de fortalecer cada vez más este trabajo pastoral para las vocaciones sacerdotales:“Formando familias generamos también la posibilidad de pedir vocaciones sacerdotales, porque sin vocaciones familiares no hay vocaciones también sacerdotales".Los tres vínculos esenciales de la familiaPor su parte, la doctora Cabrera enfatizó la importancia de fortalecer los vínculos conyugales, filiales y fraternales para construir familias estables y resilientes. Al respecto, afirmó:“En este congreso hemos podido trabajar acerca de tres vínculos muy importantes: 1. El vínculo conyugal. Es importante que un cónyuge privilegie a otro, en contraste con otros miembros de la familia. Él debe ser el más importante en la vida de una persona. 2. Las relaciones padres hijos, todos los hijos deben tener la misma importancia para los papás. No privilegia ninguno de los hijos, todos son importantes 3. La relación entre hermanos. Un hermano nunca se olvida. En la ley de la vida los papás se mueren, los papás se van, pero la relación entre hermanos debe ser fuerte, cercana, más allá de conflictos y riñas”.Una apuesta pastoral que buscará replicarse en todo el paísMonseñor Miguel Fernando González Mariño, obispo de El Espinal y presidente de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia de la Conferencia, destacó la importancia de este congreso como una experiencia piloto que, con ayuda de instituciones como la Universidad de la Sabana, se buscará replicar en otras diócesis del país para fortalecer la pastoral familiar.“Este evento surge de la necesidad de formar a nuestros sacerdotes en el acompañamiento a las familias. Es un tema de todos los días: saber asesorar, guiar y ayudar a las familias en sus desafíos”, afirmó.Con este tipo de iniciativas, la Iglesia Católica colombiana reafirma su compromiso de acompañar a las familias en su misión de ser “iglesias domésticas” y de transmitir la fe y los valores cristianos a las nuevas generaciones. Como lo expresó el doctor Conen: “Formando familias unidas, formamos al ser humano en su capacidad de amar, que es su vocación fundamental”, aspecto que fue el espíritu del congreso.

Lun 17 Mar 2025
“Edad Dorada” de los Obispos de Colombia: la misión evangelizadora no se detiene con la emeritud
Reconociendo la importancia de la misión y el legado de sabiduría y experiencia de aquellos obispos que ya no ejercen funciones de gobierno en sus diócesis tras haber alcanzado sus 75 años de edad, los días 10 y 11 de marzo, en la sede de la Conferencia Episcopal, se celebró el encuentro anual de Obispos Eméritos de Colombia.Aunque han presentado su renuncia al Papa, como lo establece el Código de Derecho Canónico, la mayoría de los 49 obispos eméritos que tiene actualmente la Iglesia colombiana siguen desempeñando un papel activo en la evangelización y vida eclesial del país.El Encuentro 2025 de los Obispos Eméritos de Colombia reunió a 24 prelados en un ambiente de fraternidad y comunión. Oraron juntos, desarrollaron actividades de análisis colectivo sobre los desafíos actuales del mundo, el país y la Iglesia, y reflexionaron sobre cómo seguir colaborando con la Conferencia Episcopal y en las diócesis desde este rol. Además, abordaron con profundidad y serenidad un tema central en esta etapa de sus vidas: la reflexión sobre la muerte como paso hacia la casa del Padre.El evento fue coordinado por el cardenal Jorge Enrique Jiménez Carvajal, arzobispo emérito de Cartagena, junto con monseñor Iván Antonio Marín López, arzobispo emérito de Popayán y monseñor Octavio Ruiz Arenas, arzobispo emérito de Villavicencio.Sinodalidad y espiritualidad: ejes centrales del análisisUno de los frutos más significativos del encuentro 2025 fue la reflexión en torno a la aplicación del Sínodo sobre la Sinodalidad en Colombia, espacio que fue facilitado por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y padre sinodal. Al respecto, monseñor José Octavio Ruiz Arenas explicó:“Analizamos cómo las grandes líneas trazadas por el Papa Francisco en las asambleas sinodales pueden fortalecer la comunión y la participación en nuestra Iglesia local”.Este abordaje también permitió a los obispos eméritos visualizar su rol como facilitadores del proceso de construcción de esa Iglesia sinodal, aportando su experiencia y sabiduría acumulada.Además, el encuentro profundizó en la espiritualidad a través de la última encíclica del Papa, Dilexit Nos, que aborda el amor y la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.“Es fundamental entender el amor de Cristo y cómo debemos expandirlo por todo el mundo”, afirmó monseñor Ruiz Arenas, destacando que esta reflexión espiritual es un llamado a vivir y transmitir el amor de Dios en un mundo marcado por desafíos y divisiones.La “Edad Dorada”: un tiempo de misión, goce y preparación para la siguiente etapa en la casa del PadreOtro de los temas centrales del encuentro fue la reflexión en torno a la tercera edad, denominada por los obispos como la “Edad Dorada”. Monseñor Ruiz Arenas subrayó que es un tiempo para vivir con gozo y alegría, “conscientes de nuestras limitaciones, pero también de la responsabilidad de dejar un legado”, precisó.De acuerdo con el Arzobispo Emérito de Villavicencio, identificaron que ese legado se puede materializar a través de la oración, la escritura, la formación y el acompañamiento a sacerdotes, obispos y fieles, demostrando que la misión evangelizadora no se detiene con el retiro.La serena reflexión que hicieron sobre la muerte como paso hacia la eternidad reforzó su mensaje de esperanza y su convicción de que, hasta el último día, su vida está dedicada a servir a Dios y a su pueblo.Por su parte, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, resaltó la vitalidad y el entusiasmo de los obispos eméritos:“Ellos forman parte del colegio episcopal y tienen mucho que aportar a la vida de nuestra Iglesia y del país. Su testimonio y ministerio siguen siendo una luz para todos nosotros”, afirmó.Al finalizar el evento, los participantes emitieron recomendaciones para continuar fortaleciendo estos encuentros, que no solo son un enriquecimiento personal para los obispos eméritos, sino también una contribución invaluable para la Iglesia en Colombia.Además, el presidente del Episcopado expresó su gratitud a Dios por su ministerio y testimonio, “que siguen siendo luz y guía para nuestra Iglesia”, afirmó.

Jue 13 Mar 2025
¿Esperar en algo o en Alguien? Claves bíblicas para no perder la esperanza en el nuevo episodio de Diálogos en el Atrio
Este miércoles, 12 de marzo, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) lanzó el segundo episodio de su videopodcast 'Diálogos en el Atrio' en el marco de la temporada ‘Caminando en Esperanza’. En esta ocasión, el invitado especial al diálogo es el padre Francisco León Oquendo Góez, director del Departamento de Catequesis y Animación Bíblica de la CEC. El padre Oquendo habla sobre “La esperanza en la Biblia y en los Padres de la Iglesia”, a partir del artículo que escribió para el libro ‘Caminar en Esperanza’, publicado por la Conferencia Episcopal.El episodio, de 35 minutos de duración, ofrece una reflexión profunda y cercana sobre cómo la esperanza, como virtud teologal, atraviesa la Sagrada Escritura y el magisterio de los Padres de la Iglesia, iluminando la vida de los creyentes en medio de las adversidades.Entre los temas protagonistas del episodio, se destacan:La esperanza como certeza confiadaEl padre Francisco Oquendo define la esperanza desde la Biblia como una “certeza confiada”, basada en la promesa de Dios.“Todos los grandes hombres y mujeres de la Biblia vivieron animados por esta certeza que les provenía de una fuente común: la promesa de Dios”, explica.El presbítero destaca que esta promesa no se limita a lo temporal, sino que se extiende a la eternidad, lo que convierte la esperanza en una fuerza transformadora incluso en los momentos más oscuros.La esperanza en medio de la adversidadEn un contexto como el colombiano, marcado por desafíos sociales, políticos y humanos, el padre Francisco subraya que la esperanza brilla con mayor intensidad en la oscuridad.“La esperanza es una luz que brilla tanto más fuerte cuanto más oscuro es el momento que la persona o el pueblo de Dios vive”, afirma.Cita ejemplos bíblicos como el Libro de Job, donde el protagonista, a pesar de perderlo todo, nunca pierde la esperanza en Dios: “Yo sé que mi Redentor vive” (Job 19,25).Las mujeres: heroínas de la esperanza, empezando por la Virgen MaríaEl sacerdote resalta el papel de las mujeres en la Biblia como modelos de esperanza. Menciona a Rut, quien, en medio de su desesperanza, declara: “Para mí hay esperanza”; a Judit, quien salva a su pueblo confiando en que Dios es el “Salvador de los desesperados”; y a Ester, quien intercede por su pueblo con la certeza de que Dios escucha el clamor de los angustiados.Sobre la Virgen María, el padre Francisco la llama “el modelo de esperanza por excelencia”, destaca su disposición a servir como expresión máxima de su esperanza y recuerda la necesidad de seguir su ejemplo.La esperanza de los cristianos es en “Alguien”, no en algoUno de los momentos más contundentes del episodio es cuando el padre Francisco explica que la esperanza cristiana no se centra en cosas materiales, sino en alguien: Dios.“Esperar en algo es muy propio de una sociedad consumista. Nosotros esperamos en alguien, esperamos en Dios”, afirma. Citando a San Agustín, recuerda que “cuando decimos Dios, decimos toda nuestra esperanza”. Además, resalta que Jesucristo es llamado “esperanza nuestra” en el Nuevo Testamento y que los Padres de la Iglesia lo denominaron “la esperanza perfecta”.La esperanza frente al sufrimiento y la muerteEn este diálogo, el padre Francisco también profundiza sobre la relación entre el sufrimiento y la esperanza, señalando que esta última es la que da sentido al dolor. “La esperanza es la luz que muestra un rumbo en medio del sufrimiento”, expresa.Cita el Libro de las Lamentaciones, donde se lee: “Es bueno en silencio esperar en el Señor” (y el Libro de los Macabeos, donde los mártires enfrentan la muerte con la certeza de la resurrección.“Lo único que puede iluminar el sendero oscuro de la muerte es la esperanza”, reafirma el padre Oquendo.La esperanza como camino a la felicidadEl sacerdote también vincula la esperanza con la felicidad, citando el Salmo 42: “Espera en Dios, que volverás a alabarlo, salud de mi rostro, Dios mío”. Explica que la esperanza conduce a la felicidad, mientras que las “pequeñas esperanzas” o “falsas esperanzas” pueden alejarnos de ella.“Una sociedad con déficit de esperanza se está desviando del camino que nos puede llevar a la felicidad”, advierte el Director del Departamento de Catequesis y Animación Bíblica.Episodio disponible a través de Youtube y FacebookEn este segundo episodio de ‘Diálogos en el Atrio’, los espectadores podrán encontrar no solo una reflexión con enfoque bíblico y teológico muy amena, sino también herramientas prácticas para vivir la esperanza en su cotidianidad, especialmente en un contexto como el colombiano, donde esta virtud es más necesaria que nunca.El episodio está disponible en el canal de YouTube y en la página de Facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia. Además, los interesados en profundizar en estos temas pueden adquirir el libro ‘Caminar en Esperanza’ en la librería de la Conferencia Episcopal o en las librerías San Pablo del país.Vea el episodio a continuación:

Mié 12 Mar 2025
Convocadas por la Conferencia Episcopal, Iglesias cristianas unen esfuerzos en Colombia para conmemorar los 1700 años del Concilio de Nicea
Bajo el propósito de seguir fortaleciendo los lazos de hermandad en las relaciones ecuménicas y proyectar la celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2025 en Colombia, que se realizará en el mes de junio, comenzando el domingo 8 con la Solemnidad de Pentecostés y terminando el domingo 13 con la Solemnidad de la Santísima Trinidad, el pasado mes de febrero se llevó a cabo el primer encuentro del Comité Ecuménico de la Conferencia Episcopal de Colombia en este año 2025.En este Comité, presidido por monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, obispo de Riohacha y presidente de la Comisión Episcopal de Promoción de la Unidad y el Diálogo, participan ocho iglesias cristianas históricas: Iglesia Ortodoxa Griega, Presbiteriana, Metodista, Siro-Ortodoxa, Episcopal de Comunión Anglicana, Luterana de Alemania, Evangélica Luterana de Colombia y Cristiana Menonita.Este año se conmemoran los 1700 años del primer Concilio Ecuménico Cristiano celebrado en Nicea, cerca de Constantinopla, en el año 325 d.C.. Esta conmemoración ofrece una oportunidad única para reflexionar y celebrar la fe común de los cristianos, expresada en el Credo formulado durante este Concilio; una fe que permanece viva y fecunda en nuestros días. Justamente la celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2025, será una invitación especial a retornar a esta herencia común y profundizar en la fe que une a todos los cristianos.En contextoEn el ecumenismo se busca restaurar la unidad de todos los cristianos. En él, nos dice el Concilio Vaticano II en el Decreto Unitatis Redintegratio, participan los que invocan al Dios Trino y confiesan a Jesucristo como Señor y salvador, y esto lo hacen no solamente por separado, sino también reunidos en asambleas en las que conocieron el Evangelio y a las que cada grupo llama Iglesia suya y de Dios. Casi todos, aunque de modo diverso, suspiran por una Iglesia de Dios única y visible, que sea verdaderamente universal y enviada a todo el mundo, para que el mundo se convierta al Evangelio y se salve para gloria de Dios.En la Conferencia Episcopal de Colombia, el trabajo por el dialogó ecuménico, es coordinado desde el Departamento de Promoción de la Unidad y el Diálogo, bajo la dirección de la Comisión Episcopal para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y del Diálogo Interreligioso (PUD). Además de monseñor Francisco Ceballos, esta comisión está integrada por: monseñor José de Jesús Quintero Díaz, vicario apostólico de Leticia; monseñor Juan Manuel Toro Vallejo, obispo de Girardota; y por el padre Luis Alfonso Urrego Monsalve, administrador diocesano de Santa Rosa de Osos. El director actual del departamento es el padre Carlos Guillermo Arias Jiménez.